El documento aboga por el mestizaje y la construcción de una identidad colectiva más abierta y cosmopolita, sugiriendo que la convivencia y el diálogo enriquecen las culturas. Utiliza el libro de Rut como un paradigma de cómo las diferencias culturales pueden armonizarse y fortalecer la comunidad. Se enfatiza la necesidad de superar los antagonismos y fomentar la solidaridad entre diversos grupos para crear una 'gran familia humana'.