El proyecto busca visibilizar la autogestión del espacio público a través de la creación de un laboratorio social okupado que fomente la participación ciudadana. Se propone una crítica constructiva hacia las políticas urbanísticas actuales, resaltando la importancia de los bancos urbanos como elementos que potencian la calidad del espacio público. A través de diversas intervenciones y asambleas, se busca diseñar y colocar bancos que respondan a las necesidades de la comunidad y propicien el uso activo del entorno urbano.