Este documento explora las relaciones entre teología, postmodernidad y nuevas tecnologías. Propone recuperar la visión mística de la historia y pensar en la muerte de la modernidad como una crisis de cambio hacia lo postmoderno. También sugiere que en la era cibermoderna que surge, será necesario superar la religión tradicional, recuperar lo humano y construir una nueva visión de Dios acorde a los tiempos.