El oxígeno es vital para el ser humano, funcionando como un purificador que oxida toxinas y desechos en el cuerpo. El sistema respiratorio, compuesto de fosas nasales, laringe, tráquea, bronquios y pulmones, es responsable de la conducción del aire y la oxigenación de la sangre. La respiración, que incluye los procesos de inspiración y expiración, se regula a través de impulsos nerviosos del sistema nervioso central y está influenciada por varios factores externos.