Las regulaciones a la publicidad de productos como licores y cigarrillos en Venezuela comenzaron en los años 1920 y se han ido fortaleciendo con el tiempo, prohibiendo su publicidad en medios, vallas publicitarias, eventos deportivos y otros espacios. La Constitución venezolana de 1999 establece el derecho de los consumidores a recibir información veraz sobre los productos y servicios, y las leyes buscan equilibrar este derecho con la protección de la salud pública, especialmente de niños.