Este documento analiza los modelos educativos existentes para alumnos sordos y argumenta que lo más importante es que los sistemas educativos encuentren soluciones adaptadas a las características de cada alumno sordo para permitir su desarrollo lingüístico, social, emocional y académico. Se mencionan dos cuestiones clave - la lengua y la identidad - y se sugiere un enfoque multidimensional que reconozca tanto las capacidades como las limitaciones de los alumnos sordos.