La práctica busca diferenciar cepas patógenas y no patógenas de estafilococos mediante pruebas como tinción de Gram, catalasa, coagulasa, fermentación de manitol e hidrólisis de gelatina. Se utilizan medios de cultivo como caldos y agar para aislar colonias y observar sus características a través de microscopio. El objetivo es identificar especies como S. aureus y S. epidermidis.