La teoría de la argumentación describe cómo los métodos retóricos permiten la interacción entre individuos y con su entorno. La retórica involucra identificar el público objetivo, seleccionar argumentos previos relevantes, estructurar un mensaje persuasivo y ajustar el discurso según el público. Un buen diseño de interfaz requiere tanto habilidades de comunicación como técnicas para crear una experiencia funcional y atractiva para los usuarios.