El documento aborda la importancia de la docencia en enfermería, enfatizando su rol como educadores y su necesidad de formación continua. Destaca las tres dimensiones del docente enfermero: como persona, educador e investigador, junto con las cualidades necesarias para ejercer efectivamente estas funciones. Además, resalta la vocación y ética profesional como esenciales en el proceso educativo y su impacto en la atención sanitaria.