Toledo, la antigua capital del Imperio español, es conocida por su rica historia y arquitectura que refleja la convivencia de cristianos, judíos y musulmanes. La catedral de Toledo, declarada Patrimonio de la Humanidad, se construyó entre 1226 y 1493 sin un estilo uniforme pero con grandes detalles artísticos, al igual que otros edificios históricos como la Sinagoga de Santa María la Blanca.