La ciudad de Tula fue el centro cultural más importante de la cultura tolteca entre los años 900 y 1150 d.C. Los toltecas introdujeron innovaciones arquitectónicas como las pirámides escalonadas y la escultura, dejando su influencia en las culturas posteriores. El sitio arqueológico de Tula conserva restos como la Pirámide B y el Palacio Quemado que muestran la grandeza de esta cultura prehispánica.