Los virus informáticos se caracterizan por ser dañinos, autorreproductores y subrepticios. Pueden causar daños al software al reproducirse y consumir recursos, pero generalmente no dañan el hardware directamente. Representan un mayor peligro cuando infectan sistemas críticos como equipos médicos o industriales. Los hackers y crackers solían crearlos originalmente, aunque ahora también se usan para espionaje industrial y sabotaje.