El documento discute las ventajas del software libre sobre el software propietario desde las perspectivas de la justicia social, la libertad económica y la soberanía política. Explica que el software libre garantiza que todos tengan acceso al código para estudiarlo y modificarlo, lo que reduce la brecha digital, mientras que el software propietario favorece la concentración del poder en pocas manos y genera dependencia. También destaca que el software libre permite ahorrar en licencias y desarrollar software localmente.