El documento discute cómo la ciencia ha cambiado de ser una búsqueda libre del conocimiento a estar influenciada por intereses comerciales y políticos. El autor argumenta que la financiación de la investigación científica ahora depende de grandes compañías e inversores, lo que significa que solo se estudian temas que puedan generar ganancias a corto plazo. Como resultado, muchas líneas innovadoras de investigación prometedoras pero a largo plazo no se estudian, limitando el potencial de avances científicos y