La computación cuántica utiliza qubits en lugar de bits, permitiendo que cada qubit represente múltiples estados simultáneamente, lo que puede reducir significativamente el tiempo de ejecución de algoritmos complejos. Este paradigma se diferencia radicalmente de la computación clásica, donde los bits son discretos y solo pueden estar en uno de dos estados. Los algoritmos cuánticos, que se ejecutan en modelos de computación cuántica, tienen la capacidad de abordar tareas con mayor eficiencia que sus contrapartes clásicas.