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1ersemestre2017#20
Con la colaboración de
INFORMEECONÓMICOYFINANCIERO
1er semestre 2017 #20
Departamento de Economía, Finanzas
y Contabilidad
NOTA DE COYUNTURA
2017: ¿eclosión de la política
o cambio de tendencia?
TEMAS A DEBATE
La economía colaborativa:
¿buena para quién?
Economía colaborativa para
todos los consumidores
TRIBUNA LIBRE
Brexit: causas y consecuencias políticas
Integración de la economía digital
en el sistema económico clásico
BOOK REVIEWS
Platform Revolution
Global Inequality
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28036 Madrid
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Director
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Tiraje
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Depósito legal
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Diseño
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Fotografías
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3Esade Informe económico y financiero
Sumario
05
Presentación
institucional
David Vegara
06
NOTA DE
COYUNTURA
2017: ¿eclosión
de la política
o cambio de
tendencia?
Josep M. Comajuncosa
y David Vegara
22
TEMAS A
DEBATE
La economía
colaborativa:
¿buena para
quién?
David Murillo
Economía
colaborativa
para todos los
consumidores
Gerard Costa
46
TRIBUNA LIBRE
Brexit: causas y
consecuencias
políticas
Javier Solana y
Ángel Saz-Carranza
Integración
de la economía
digital en
el sistema
económico
clásico
Eugenio M. Recio
64
BOOK REVIEWs
Álvaro Imbernón
Platform
Revolution
(Geoffrey G. Parker,
Marshall Van Alstyne
y Sangeet Choudary,
2016)
Global
Inequality:
A NEW APPROACH
FOR THE AGE OF
GLOBALIZATION
(Branko Milanovic, 2016)
4
David Vegara
Director del Informe Económico y Financiero
ESADE
D
esde hace algunos años, ESADE publica, con el apoyo inestimable del
Banco Sabadell, el Informe Económico y Financiero. Fiel a la misión
de ESADE de contribuir a la mejora de nuestra sociedad mediante
la creación de conocimiento relevante y la promoción del debate público, el
Informe se ha convertido en una publicación de referencia para el análisis
de la coyuntura y de las tendencias de la economía española e internacional.
El ejemplar que el lector tiene en sus manos se estructura en cuatro par-
tes. La primera parte contiene un breve análisis de la coyuntura económica y
de los mercados financieros, a cargo del profesor de ESADE Josep M. Coma-
juncosa y de quien suscribe.
La segunda sección, titulada «A debate», incluye dos artículos que abor-
dan un mismo tema de gran actualidad en el debate público: los pros y los
contras de la denominada «economía colaborativa». Lo abordan, desde dos
perspectivas distintas, los profesores David Murillo, del Departamento de
Ciencias Sociales y del Instituto de Innovación Social, y Gerard Costa, del
Departamento de Dirección de Marketing de ESADE.
En la sección «Tribuna libre», publicamos dos contribuciones que consi-
deramos de gran interés: un artículo de Javier Solana y Ángel Saz-Carranza,
presidente y director de ESADEgeo, respectivamente, sobre las causas y las
posibles consecuencias del brexit, y un segundo artículo de Eugenio Recio,
profesor honorario de ESADE, sobre la integración de la economía digital en
el sistema económico clásico, que resume la estrategia digital del Gobierno
federal de Alemania en el horizonte 2025.
La sección final incorpora las reseñas de dos libros de indudable actua-
lidad e interés: Platform Revolution, de Geoffrey G. Parker, Marshall Van
Alstyne y Sangeet Choudary (WW Norton & Co., 2016) y Global Inequality: A
NewApproachfortheAgeofGlobalizationdeBrankoMilanovic(TheBelknap
Press of Harvard University, 2016).
Espero que el lector disfrute de este nuevo Informe Económico y Finan-
ciero de ESADE, que, como siempre, responde a la voluntad de ahondar en un
ámbito de conocimiento útil para la sociedad, y de hacerlo de forma accesible
para un amplio abanico de potenciales lectores interesados.
presentación institucional
5
6
NOTA DE COYUNTURA
7
NOTA DE COYUNTURANOTA DE COYUNTURA
2017:
¿eclosión de la
política y cambio
de tendencia?
Josep M. Comajuncosa
ESADE
David Vegara
ESADE
En el 2016 la economía global mantuvo un
crecimiento moderado, por debajo de las cifras
anteriores a la crisis. Ello es especialmente
cierto en las economías desarrolladas, que
experimentan una recuperación más modesta
que las emergentes.
7
8
NOTA DE COYUNTURA
Rasgos generales del año 2016
En el 2016 la economía global experimentó un
crecimiento moderado, por debajo de las cifras
anteriores a la crisis. Ello es especialmente
cierto en las economías desarrolladas, que ex-
perimentan una recuperación más modesta que
las emergentes. Los Estados Unidos, una de las
economías que más crecía en el 2015 y princi-
pios del 2016, moderaron su crecimiento en la
segunda mitad del año hasta una tasa ligeramen-
te por encima del 1% anual. El consumo mantuvo
su fortaleza, pero la inversión no residencial se
mostró muy débil, afectada negativamente por
la reducción de los gastos de capital del sector
energético, el impacto de la fortaleza del dólar
en la inversión en sectores orientados a la ex-
portación, la incertidumbre generada por las tur-
bulencias de principios de año en los mercados
financieros y el miedo a un nuevo episodio de re-
cesión. También la economía de la zona euro mo-
deró su crecimiento en la segun-
da mitad del año 2016, siendo
igualmente la inversión empre-
sarial la variable más importante
para explicar esta debilidad. En
cambio, el resultado del referén-
dum sobre el brexit en el Reino
Unido no parece haber afectado
por ahora a la evolución de las
variables macroeconómicas de
la zona euro. Sí que lo notó la
economía británica, aunque de
momento la rápida actuación
del Banco de Inglaterra ha con-
tribuido a minimizar su impacto.
La evolución de las economías desarrolladas se
caracterizó, en todo caso, por un aumento débil
de la productividad, niveles de inversión empre-
sarial por debajo de lo deseable y tasas de infla-
ción muy bajas.
Las economías emergentes y en desarrollo
mostraron en general una mejor evolución. Las
economías emergentes de Asia experimentaron
un crecimiento sólido. China estabilizó su creci-
miento en la franja que las autoridades se habían
puesto como objetivo, entre el 6,5% y el 7%, con
una buena evolución del consumo y un desplaza-
miento de la actividad del sector industrial al de
servicios, en la línea del cambio de modelo en
que se encuentra inmersa, aunque los volúme-
nes de deuda pública y privada siguen aumentan-
do a un ritmo elevado. También la economía de
la India creció con solidez, un 7,6%, debido a la
mejora del sector exterior y al buen resultado de
las políticas económicas implementadas.
Aunque en términos agregados la economía
de Latinoamérica entró en recesión en el 2016,
esto fue debido exclusivamente a las cifras muy
negativas de Brasil, Venezuela y Ecuador. En
cambio, otras economías de la zona como Colom-
bia, Perú, Chile o México mostraron una buena
evolución. Además, Brasil parece sobreponerse
ya a los peores momentos a medida que se van
superando los efectos de los shocks negativos
que le afectaron: la caída del precio de las ma-
terias primas, el ajuste en 2015 de los precios
fijados por la Administración y los efectos de la
incertidumbre política.
La economía de Rusia está estabilizando su
evolución tras superar el doble impacto de la caí-
La evolución de
las economías
desarrolladas se
caracterizó por un
aumento débil de
la productividad,
niveles de inversión
empresarial
por debajo de lo
deseable y tasas de
inflación muy bajas
NOTA DE COYUNTURA
9
da de los precios del petróleo y el gas y las san-
ciones impuestas por la comunidad internacional.
El resto de economías del este de Europa tam-
bién mostraron una mejor evolución en el 2016 y
superaron las dificultades del año anterior.
Aunque en las economías avanzadas la tasa
de inflación mejoró algo respecto al 2015, pa-
sando de un 0,3% a un 0,5%, esta se encuen-
tra por debajo del nivel deseado por los bancos
centrales en la práctica totalidad de países, lo
cual es muestra de una demanda agregada aún
débil y de diferencias aún relevantes con relación
a la producción potencial (los llamados output
gap). La inflación subyacente, una vez eliminado
el efecto de los precios más volátiles (energéti-
cos, alimentación) es más elevada, si bien con
importantes diferencias entre países. En las eco-
nomías emergentes las tasas de inflación se es-
tabilizaron y se alejaron de los elevados niveles
del 2015 gracias a la estabilización de los tipos
de cambio y después de que se fueran diluyendo
los efectos de las depreciaciones anteriores.
El precio de las materias primas se recupe-
ró a lo largo del pasado 2016 y, según el Índice
PCPI del FMI, en octubre aumentó un 22% con
respecto al inicio del año. Los aumentos más
destacados fueron los del petróleo y el carbón.
Pero también se recuperaron los precios de los
metales y de las materias primas alimentarias.
Este aumento de precios fue un factor clave para
la mejor evolución general de las economías
emergentes y en desarrollo, muy dependientes
de estas exportaciones.
Otros factores importantes fueron la evo-
lución de los tipos de cambio, de los flujos de
capital y de las condiciones de financiación.
Como se ha comentado anteriormente, las mo-
nedas de los países exportadores de materias
primas se apreciaron gradualmente después de
las depreciaciones del 2015. Tras la importante
caída del año 2015, los flujos de capital hacia
estas economías se recuperaron debido a las
mejores expectativas sobre la evolución de las
economías y a las perspectivas
de mantenimiento de tipos de
interés bajos en los países de-
sarrollados. Todo ello contribuyó
a eliminar algunas tensiones ob-
servadas en las condiciones de
financiación de estas economías
el año anterior.
En China la moneda siguió
depreciándose, aunque de forma
más moderada que en el 2015.
También se observó una disminu-
ción de las reservas de divisas
en la línea de lo esperado por las
autoridades económicas en el
contexto del cambio de modelo
productivo. 1 2
El precio de las
materias primas
se recuperó a lo
largo del pasado
2016, siendo los
aumentos más
destacados los del
petróleo y el carbón,
pero también los
de los metales y de
las materias primas
alimentarias
Crecimiento de la economía global
Tasa de variación del PIB
Fuente: FMI
Crecimiento de las grandes economías desarrolladas
Tasa de variación del PIB
Fuente: FMI
0
0,5
1
1,5
2
2,5
3
3,5
4
4,5
2015 2016
Economías desarrolladas Economías emergentes
0
0,5
1
1,5
2
2,5
3
EE. UU. Eurozona Japón Reino Unido
2015 2016
1
2
10
NOTA DE COYUNTURA
agravios de diversa naturaleza, y también son
el resultado de los temores respecto al futuro.
Sin duda, la prolongada crisis económica iniciada
en el 2008 es su causa de fondo y refuerza una
pulsión contraria a la globalización que se mani-
fiesta en el deseo de controlar de alguna forma
aquellos aspectos del comercio internacional, las
inversiones transfronterizas, los tipos de cambio
o la migración de personas que se perciben como
contrarios a los propios intereses o, en numero-
sas ocasiones, incluso como una amenaza. Di-
chas opciones también suelen ser partidarias de
fuertes expansiones fiscales, ya sea en la cons-
trucción de infraestructuras o en gasto militar.
Todo ello, si se implementa —tal y como ya ha
ocurrido en el pasado—, puede menoscabar la
independencia de la política monetaria en un in-
tento de acomodarse a la expansión fiscal o de
interferir en la evolución de los tipos de cambio,
con el consiguiente aumento de la incertidumbre
y la volatilidad.
El populismo afecta a la agenda política y eco-
nómica incluso sin ganar elecciones, pues fuerza
a los partidos políticos convencionales a incluir
algunas de sus exigencias en sus programas. El
Partido Conservador británico es una muestra de
ello, ya que se ha alejado de sus tradicionales
postulados a favor del libre mercado e incluso ha
introducido la «política industrial» en su discurso
en un intento de emular las propuestas del más
extremista UKIP. También lo es el programa del
candidato conservador Fillon en Francia, pensado
seguramente para desactivar el discurso más ra-
dical del Frente Nacional.
Otra fuente de problemas es la pobre evolu-
ción de la productividad, puesto que implica al fi-
nal una peor evolución de los salarios en general
y de los de las clases medias en particular, y un
deterioro de las rentas del trabajo frente a las del
capital. Las políticas fiscales expansivas pueden
ser un buen recurso a corto plazo, pero, si van
demasiado lejos, pueden incluso crear un bucle
negativo, perjudicar negativamente a la misma
evolución de la productividad y conllevar que el
ajuste posterior sea incluso más doloroso.
En consecuencia, son especialmente necesa-
rias políticas que mitiguen la desigualdad, ayuden
a recuperar la movilidad entre estratos sociales y
contribuyan al aumento de la productividad y, con
ello, de los salarios.
La inflación y los bancos centrales
Desde el inicio de la Gran Recesión en el 2008,
la gran mayoría de países han experimentado ni-
veles muy bajos de inflación e incluso, en algunos
casos, se han observado periodos de deflación.
Desde mediados del 2014 la caída del precio del
petróleo y el de otras materias primas se sumó a
los factores deflacionarios.
2016: la eclosión del factor político
A lo largo del pasado año se produjeron diversos
eventos en el ámbito de la política que pusieron
de manifiesto que los efectos de la crisis se han
traducido en el auge de opciones políticas que
hace pocos años hubieran parecido muy aleja-
das de las líneas de actuación habituales. Estas
opciones se focalizan en general en cuestionar
el statu quo y aquello que es percibido como es-
tablishment. El resultado del referéndum en el
Reino Unido sobre la salida de la UE, la victoria
electoral de Donald Trump en los Estados Unidos,
la negativa en Italia a aprobar la reforma constitu-
cional propuesta por el ex primer ministro Renzi,
o el auge de los partidos políticos de extrema de-
recha en Austria, Francia o Finlandia, entre otros
países, ponen de relieve que el factor político
eclosionó con fuerza en el 2016 y va a pasar de-
finitivamente a un primer plano en el 2017. Este
nuevo marco político introduce incertidumbre a la
hora de predecir las políticas económicas que se
van a implementar. En un número importante de
países esto puede suponer un reflujo antiglobali-
zación reticente a los movimientos de inmigración
y a las relaciones comerciales y
contrario al statu quo político y so-
cial, todo ello con consecuencias
imprevisibles.
El auge de estas opciones, que
se suelen calificar de populistas,
es evidente. Aunque el concepto de
populismo resulta difícil de definir
con precisión, dichas opciones pa-
recen tener como hilo común que
surgen como reacción a las dificul-
tades económicas, a la creciente
desigualdad y a la percepción de
El nuevo marco
político introduce
incertidumbre a la
hora de predecir
las políticas
económicas
que se van a
implementar
11
NOTA DE COYUNTURA
Mientras el crecimiento económico sea débil,
los salarios no evolucionen al alza y las expec-
tativas de inflación se encuentren por debajo de
los niveles objetivos de los bancos centrales, será
necesario mantener las políticas monetarias aco-
modaticias implementadas en los últimos años.
Deberán prolongarse las compras de activos por
parte de los bancos centrales y en algunos casos
también los tipos de interés negativos para poder
mantener los tipos de interés a largo plazo a ni-
veles bajos, reducir los costes de financiación de
familias y empresas y elevar las expectativas de
inflación. Ciertamente, los beneficios marginales
de la implementación de estas políticas parecen
decrecer con el paso del tiempo, pero una retirada
prematura de estos estímulos podría tener conse-
cuencias negativas.
La intervención del Banco de Inglaterra des-
pués del referéndum del brexit ha puesto otra
vez de manifiesto que la actuación rápida de los
bancos centrales con medidas no convencionales
de inyección de liquidez puede ser útil para evitar
recortes del flujo de crédito, mantener la evolución
de la demanda y suavizar las reacciones de los
mercados financieros. De todas formas, la expe-
riencia de los últimos años muestra que la polí-
tica monetaria expansiva no consigue por sí sola
devolver la economía a la senda del crecimiento
sostenido y que resulta también necesario algún
tipo de estímulo fiscal.
Además, la economía global se encuentra en
una situación en que los tipos de interés de equi-
librio son muy bajos debido a la abundancia de
ahorro y a la escasez de demanda de inversión.
En este contexto, el efecto expansivo de los tipos
bajos es menor que en otros tiempos.
En la zona euro, la evolución de la economía
hace necesario que el BCE mantenga su política
actual de inyecciones de liquidez.
En esta línea, el pasado mes de
diciembre su presidente anunció la
extensión del programa de compra
de activos al menos hasta finales
del 2017 y dejó claro que el BCE
se mantendrá con tipos muy bajos
durante un periodo prolongado de
tiempo. Si la actividad económica
y los precios no repuntan, podría
prorrogar el periodo de compra e
incluso podría ampliar la magni-
tud de las compras mensuales o
incluir más tipos de activos en las operaciones.
Para que esta política monetaria dé sus mayores
frutos, también es importante que el conjunto de
países de la zona siga adelante con la unión ban-
caria, creando un esquema de garantía de depó-
sitos común y avanzando en la concreción de un
mecanismo común de apoyo fiscal a esta unión.
En los Estados Unidos,la Reserva Federal (Fed)
solo aumentó los tipos de interés oficiales en 0,25
puntos en diciembre del 2016, una estrategia muy
gradual, acertada después de los problemas surgi-
dos con el incremento de 0,25 puntos acordado en
diciembre del 2015. Sin embargo, la evolución de
la economía estadounidense hace pensar que en
este 2017 la Fed va a realizar dos o tres aumentos
adicionales de un cuarto de punto. O incluso más,
en función de la expansión fiscal que finalmente
lleve a cabo la nueva Administración Trump.
En los últimos meses hay síntomas de que,
en un número cada vez mayor de países, la in-
flación se va situando más cerca de los niveles
objetivos. En parte ello se debe a la recuperación
de los precios del petróleo y las materias primas,
pero también a la mejora de la actividad económi-
ca, al aumento de los precios en algunas econo-
Desde mediados
de 2014 la caída
del precio del
petróleo y el de
otras materias
primas se sumó
a los factores
deflacionarios
12
NOTA DE COYUNTURA
Inflación subyacente
Fuente: FMI
-1,5
Oct 14 Oct 15 Oct 16Feb15 Feb16Jun15 Jun16
1,5
2,5
3
2
-0,5
0,5
-1
1
0
EE. UU. Eurozona Reino Unido Japón
mías emergentes y a la recuperación de las expecta-
tivas de inflación, lo cual está provocando un repunte
de la inflación subyacente en un número importante
de economías. La única excepción notable es Japón,
que sigue con problemas de deflación. 3
Este cambio de tendencia en la evolución de la
inflación puede acelerar algo, en caso de confirmar-
se, el inicio de las subidas de tipos de interés por
parte de algunos grandes bancos centrales. Entre
los países desarrollados, la Reserva Federal sería un
candidato.
El efecto Trump
La victoria electoral de Donald Trump, con un pro-
grama económico alejado de algunas de las líneas
maestras que han seguido durante décadas tanto el
Partido Republicano como el Partido Demócrata, es
uno de los factores que introduce mayor incertidum-
bre en la evolución de la economía en los tiempos
venideros. Tanto de la americana como de la global.
Además, esta incertidumbre es mayor no en el corto
plazo, sino a medio y largo plazo. 4
A corto plazo, la economía estadounidense pro-
bablemente experimentará una aceleración debido al
impulso fiscal previsto en el programa de Trump. El
recorte de impuestos contemplado en el programa y
el aumento del gasto militar, así como los incentivos
fiscales a la construcción de infraestructuras, serán
probablemente apoyados por la mayoría republicana
en ambas cámaras (Congreso y Senado). Esto parece
anticipar que la política fiscal expansiva se hará reali-
3
13
NOTA DE COYUNTURA
dad pronto, probablemente en los
primeros meses del 2017. Esta
política tendrá un efecto expansi-
vo tanto a través del aumento del
consumo como de la inversión.
Sin embargo, probablemente este
efecto no tardará en diluirse por
la progresiva subida de los tipos
de interés como consecuencia de
un déficit público más elevado y
del cambio de orientación de la
política monetaria por parte de la
Reserva Federal.
A corto plazo, la economía
norteamericana estará, por tan-
to, entre las que más crezcan de las desarro-
lladas. Esto mantendrá la fortaleza del dólar y,
en la medida que aumente la demanda en los
Estados Unidos, hará crecer el déficit por cuenta
corriente norteamericano. Curiosamente, a corto
plazo esto también puede beneficiar a la econo-
mía global gracias a esa mayor demanda de los
Estados Unidos, la cual volvería a tener el papel
que había tenido como motor del crecimiento
global a finales de la década de 1990 y hasta
el inicio de la Gran Recesión en el 2007 (el con-
sumidor norteamericano como consumidor de
«último recurso»).
Pero este escenario inicial puede cambiar
rápidamente si los Estados Unidos comienzan a
tomar medidas de tipo proteccionista. Esto es pro-
bable no solo por estar anunciadas en la campa-
ña presidencial, sino también porque el aumento
inicial del déficit por cuenta corriente y la fortaleza
del dólar aumentarán las presiones para revertir
Tipo de cambio. Dólar estadounidense por euro
Fuente: BCE
1
1,05
1,15
1,2
1,25
1,35
1,3
1,4
1,1
2012 2013 2014 2015 2016
esos déficits con las medidas de tipo proteccio-
nista ya anunciadas.
Las medidas proteccionistas pueden impli-
car la introducción de aranceles, la retirada total
o parcial de los Estados Unidos del Acuerdo de
Libre Comercio de Norteamérica (NAFTA) y una
actitud agresiva en los conflictos de comercio in-
ternacional que puedan surgir. Ello puede tener
efectos contraproducentes para el país y para la
economía global a medio y largo plazo, puesto que
puede desencadenar guerras comerciales, algo
probable si en otras economías, tanto desarrolla-
das como emergentes, también surgen gobiernos
con propuestas proteccionistas.
No se puede descartar que algunas voces
importantes del Partido Republicano o grupos de
presión vinculados al comercio internacional y a
la globalización consigan suavizar la agenda eco-
nómica de Trump obligándolo a un mayor control
del déficit público y a mantener las medidas pro-
teccionistas en un plano más simbólico. Pero, por
el momento, y tomando en consideración los dis-
tintos nombramientos en los puestos más impor-
tantes de la próxima Administración, todo parece
apuntar a que la presidencia seguirá en la línea
anunciada durante la campaña. Ello nos llevaría al
escenario comentado con anterioridad.
El retorno de la política fiscal
La política fiscal, que en líneas generales fue
neutral en el 2016, va a tener un sesgo expansi-
vo en el 2017, pues algunas grandes economías
van a modificar la orientación de esta de manera
relevante.
A corto plazo,
la economía
estadounidense
probablemente
experimentará
una aceleración
debido al impulso
fiscal previsto
en el programa
de Trump
4
14
NOTA DE COYUNTURA
aumento de la inversión pública en la India y Su-
dáfrica, mientras que en Brasil la clarificación de
los compromisos de consolidación fiscal a medio
plazo podría generar cierto espacio a corto plazo
para la expansión, aunque limitado.
En los países desarrollados la política fis-
cal debería tener por objetivo tanto el apoyo de
la demanda a corto plazo como el aumento del
potencial de crecimiento, muy dañado después
de la crisis. También debería concentrarse en la
protección de los grupos más vulnerables de la
población para contrarrestar así los efectos que
la crisis ha tenido sobre la desigualdad. Esto de-
bería contribuir además a frenar la mencionada
eclosión del factor político.
Para cada economía debería calibrarse el es-
pacio existente en función de la deuda pública
acumulada y de las posibilidades futuras de ree-
quilibrio del presupuesto. Los compromisos creí-
bles de recuperar el equilibrio presupuestario a
medio plazo pueden ser útiles para crear espacio
a corto plazo. 5
Es el caso ya comentado de
los Estados Unidos. Pero también
en el Reino Unido cabe esperar un
cierto estímulo fiscal para hacer
frente a un posible freno de la acti-
vidad derivado de la incertidumbre
en las negociaciones del brexit,
aunque en este caso el espacio
para el Gobierno es menor que
en los Estados Unidos. China va
a adoptar una política fiscal expan-
siva en el contexto de los cambios
de poder dentro del Partido Comu-
nista previstos para este año, con
el objetivo de apoyar la actividad
económica en tiempos de incertidumbre. También
Japón, con un crecimiento muy débil de apenas
unas décimas, ha anunciado medidas fiscales
expansivas para evitar el efecto adverso de la
expiración de desgravaciones y recortes ya exis-
tentes. Asimismo, algunas grandes economías
emergentes podrían aplicar políticas expansivas:
Para cada
economía debería
calibrarse el
espacio existente
en función de
la deuda pública
acumulada y de
las posibilidades
futuras de
reequilibrio
del presupuesto
Espacio fiscal
Indicadores del espacio fiscal en las economías avanzadas
y en las economías con mercados emergentes y rentas medias
Nota: Las etiquetas de la figura utilizan los códigos ISO de países. CDS = swap de incumplimiento crediticio.
1. En esta simple y parcial medida del espacio fiscal, cuanto mayor es el nivel de deuda y de riesgo crediticio, menor es el espacio
fiscal. En realidad, el espacio fiscal depende de un abanico más amplio de aspectos fundamentales de la economía, incluyendo el nivel
y la trayectoria de la deuda pública, el déficit, el crecimiento y el coste del endeudamiento, así como de la capacidad de generar nuevos
ingresos y reducir el gasto menos prioritario.
2. Los umbrales alto y bajo se basan en la mediana muestral.
3. Los datos son del 24 de diciembre de 2015 al 24 de marzo de 2016.
4. La clasificación se basa en el cambio anual medio de la ratio de la deuda entre 2012 y 2015. Los límites inferior y superior de las
categorías son del -2(-1) y el 2(1) por ciento del PIB para las economías avanzadas (economías de los mercados emergentes y de rentas
medias, respectivamente). Obsérvese que en 2015 las ratios de deuda del Japón, España y Suecia bajaron.
Fuente: Bloomberg, L.P.; Markit, y estimaciones del personal del FMI
250 Alto riesgo
de crédito2
Deuda
elevada2
Deuda
elevada2
DiferencialesdeCDSacincoaños3
(mediadelosúltimostresmeses,%)
DiferencialesdeCDSacincoaños3
(mediadelosúltimostresmeses1
,%)
Alto riesgo
de crédito2
200
150
100
KOR
ISL
RUS KAZ
TUR
TAIIDN
PER
ROMSAU
CHL
PHL
CHN
MEX
POL
HUNIND
MYS
COL
ZAF
BRA
PAK
ESP
SVN
AUS AUT BEL
FRA
USA
JPNNZL
NOR DKN DEU
SWE
NDL
GBR
IRLCZE
FIN
CAN
MLT
PRT GRC
ITA
100
200
300
400
500
600
50
0
Deuda 2015 (% del PIB) Deuda 2015 (% del PIB)
0
250200150100 100500 0 20 40 60 80
Deuda creciente en 2012-20154
Deuda estable en 2012-20154
Deuda decreciente en 2012-20154
5
Economías avanzadas Economías con mercados emergentes y rentas medias
15
A medio plazo
persisten las
dudas sobre la
sostenibilidad de
algunas de estas
políticas fiscales
expansivas
Déficit público de las grandes economías desarrolladas
% del PIB
Fuente: FMI
2015 2016
-6
-5
-4
-3
-2
-1
0
EE. UU. Eurozona Japón Reino Unido
6 Deuda pública de las grandes economías desarrolladas
% del PIB
Fuente: FMI
2015 2016
0
50
100
150
200
250
300
EE. UU. Eurozona Japón Reino Unido
7
Hay otros objetivos también im-
portantes para la política fiscal: el
aumento de la inversión en inves-
tigación y desarrollo (para lo que
sería deseable aplicar reformas
en la imposición a las empresas
y proporcionar incentivos fiscales
correctamente diseñados); en al-
gunos casos, la construcción de in-
fraestructuras para incrementar la
capacidad productiva; y la inversión en educación
y sanidad para aumentar el capital humano.
En la zona euro debería explorarse mejor la
posibilidad de programas de inversión pública fi-
nanciados de forma centralizada, quizás con deu-
da emitida por las instituciones europeas y vincu-
lando el acceso a estos al cumplimiento del Pacto
de Estabilidad, a la realización de las reformas
estructurales necesarias o incluso al cumplimien-
to de la legislación y los acuerdos comunitarios
relativos a inmigración. En este sentido, deberían
priorizarse aquellos proyectos con un mayor im-
pacto sobre la productividad y el potencial de cre-
cimiento de las economías.
Sin embargo, a medio plazo persisten las du-
das sobre la sostenibilidad de algunas de estas
políticas fiscales expansivas, especialmente en
un momento en que los presupuestos se ven
positivamente afectados por unos costes de fi-
nanciación muy reducidos. En los Estados Uni-
dos el elevado volumen de deuda pública hará
necesario un reequilibrio futuro, que de momento
no se ha concretado. Las dudas sobre la viabi-
lidad de la estrategia podrían incluso eliminar
buena parte de su naturaleza expansiva si los
consumidores y las empresas, anticipando futu-
ros aumentos impositivos, deciden aumentar su
nivel de ahorro presente (la llamada equivalencia
ricardiana). Resulta imprescindible una pronta
clarificación de toda la línea de actuación fiscal
de la Administración Trump. 6 7 8 9
16
Déficit público de las grandes economías emergentes
% del PIB
Fuente: FMI
2015 2016
-12
-10
-8
-6
-4
-2
0
China India Rusia Brasil México Turquía
8
Deuda pública de las grandes economías emergentes
% del PIB
Fuente: FMI
2015 2016
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
China India Rusia Brasil México Turquía
9
17
NOTA DE COYUNTURA
Déficit público de algunas economías de la Eurozona
% del PIB
Fuente: FMI
2015 2016
-6
-5
-4
-3
-2
-1
0
1
Alemania Francia Países
Bajos
Italia España Portugal
Deuda pública de algunas economías de la Eurozona
% del PIB
Fuente: FMI
2015 2016
0
20
40
60
80
100
120
140
Alemania Francia Países
Bajos
Italia España Portugal
La posición fiscal en la zona euro
El pasado 2016 la posición fiscal en la zona euro
fue ligeramente expansiva y se espera que se
convierta en neutral en 2017-2018. El ratio de
deuda pública respecto al PIB se va a reducir
gradualmente. A nivel agregado este ratio alcan-
zaba el 90,3% en el 2015 y se espera que se
reduzca hasta el 87,0% del PIB en el 2018. Esta
reducción será posible por la disminución de los
tipos de interés y también por la aparición en
algunas economías de superávits primarios y por
la reducción del volumen de déficit público en
otras, aunque existen realidades muy dispares
entre países. Se espera que al finalizar el 2018
más de la mitad de los países de la zona supera-
rán un ratio de deuda pública del 60% e incluso
algunos verán como su ratio sigue aumentando.
Mientras que algunos países tienen espacio
para adoptar políticas fiscales de apoyo de la
demanda (Alemania, Países Bajos), otros países
deberán realizar un esfuerzo de consolidación
fiscal para evitar que su ratio de endeudamiento
siga aumentando. Esto es especialmente impor-
tante porque estos países son vulnerables a po-
sibles subidas de los tipos o turbulencias en los
mercados financieros. 10 11
España: consolidación fiscal y crecimiento
La reunión del Ecofin de julio del 2016 hizo públi-
co que ni Portugal ni España habían tomado las
acciones necesarias para corregir sus déficits ex-
cesivos. Se recomendó a Portugal la reducción de
su déficit público hasta un 2,5% del PIB mediante
un ajuste fiscal equivalente al 0,25% del PIB, y se
concedió a España una prórroga hasta el 2018
del plazo para reducir su déficit hasta el 3% del
PIB. Estas cifras se producen en un contexto de
un crecimiento notable de la economía española:
creció en el 2016 un 3,1% y se espera que lo
haga unas décimas por encima
del 2% en el 2017. Aunque la
tasa de desempleo se mantiene
elevada, la creación de puestos
de trabajo (medida por el núme-
ro de afiliaciones a la Seguridad
Social) aumentó un 3,5% a lo lar-
go del pasado año. Aparte de la
creación de empleo, el principal
reto al que se enfrenta la econo-
mía española es llevar a cabo el
ajuste fiscal al que el Gobierno se
ha comprometido con las autori-
dades europeas como resultado
del procedimiento de déficit ex-
cesivo y combinarlo con el man-
tenimiento de una buena tasa
de crecimiento y la creación de
puestos de trabajo. Pero el ajuste
fiscal no debe producirse como
10
11
El ajuste fiscal
debe producirse
porque, con niveles
de deuda pública
del 100% del PIB,
déficits públicos
aún elevados y
tipos de interés
extremadamente
reducidos, los
riesgos de una
senda no sostenible
en la deuda pública
no son pequeños
18
NOTA DE COYUNTURA
consecuencia de un acuerdo con Bruselas. Debe
producirse porque, con niveles de deuda pública
del 100% del PIB, déficits públicos aún elevados
y tipos de interés extremadamente reducidos, los
riesgos de una senda no sostenible en la deuda
pública no son pequeños. 12 13
Por ello, junto a cómo recuperar niveles de
empleo anteriores a la crisis, el ajuste en las fi-
nanzas públicas es el principal desafío que tiene
ante sí la economía española. Supone un gran
reto diseñar un ajuste fiscal que perjudique lo me-
Crecimiento del Producto Interior Bruto real
Tasa de variación anual (%)
Fuente: Banco de España
Inflación
Tasa anual de inflación (%)
Fuente: Banco de España
-4
2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016
-3
-2
-1
0
1
2
3
4
5
2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016
-1
0
1
2
3
4
5
nos posible la tasa de crecimiento y la creación
de empleo y que asegure la protección de los ciu-
dadanos más vulnerables.
El Gobierno anunció en diciembre que el ajus-
te del presupuesto público se va a producir bási-
camente por el lado de los ingresos, con un au-
mento de los impuestos sobre las empresas (en
realidad, una disminución de las desgravaciones
del impuesto de sociedades) y, en menor medida,
de algunos impuestos especiales sobre el consu-
mo y otros de tipo ecológico. 14 15
12
13
19
NOTA DE COYUNTURA
Saldo del presupuesto público
% del PIB
Fuente: Banco de España
Deuda pública
% del PIB
Fuente: Banco de España
2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016
-12
-10
-8
-6
-4
-2
0
2
4
2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016
0
20
40
60
80
100
120
14
15
20
NOTA DE COYUNTURA
zona euro verán caer su inflación algo por debajo
del 1,5%, a excepción de algunas economías de la
periferia como España, Irlanda y Grecia, donde se
puede superar ligeramente el 2%, y de las econo-
mías en desarrollo de la zona, que también supe-
rarán el 2% o el 3%. 18 19
Algunas economías emergentes como Brasil,
Rusia o Turquía tienen tasas de inflación que su-
peran los objetivos de sus bancos centrales, pero
verán como su inflación se modera en el 2017 a
medida que se desvanece el efecto de las recien-
tes depreciaciones y que las medidas tomadas
por las políticas monetarias hacen su trabajo
20
Previsiones para el 2017
La recuperación económica proseguirá este 2017,
pero se dará con más fuerza en las economías
emergentes que en las desarrolladas. Estas se-
guirán mostrando un crecimiento decepcionante,
algo por debajo del 2% (un 1,8% según el FMI),
mientras que las emergentes lo harán por encima
del 4,5% (un 4,6% según el FMI), aumentando su
ritmo gracias a que algunas economías con pro-
blemas (especialmente Brasil o Rusia) mejoran su
situación.
Entre las grandes economías desarrolladas,
tanto la zona euro como el Reino Unido crecerán
algo por debajo del 2%, siendo Japón la que más
dificultades muestra para recuperarse, con un cre-
cimiento esperado este 2017 muy débil, del 0,5%.
Los Estados Unidos podrían superar ligeramente
el 2% dependiendo de la implementación concreta
de la expansión fiscal de la nueva Administración.
España superará probablemente también el 2%,
puesto que se situará por debajo del 3,2% alcan-
zado en el 2016 por la ausencia de algunos de
los factores de impulso que han venido afectando
positivamente a la economía. 16
Entre las grandes economías emergentes las
que más crecerán serán la India, con una cifra por
encima del 7%, y China, alrededor del 6,5%.
En Latinoamérica se mantendrá la evolución
dispar. Algunas economías exportadoras de mate-
rias primas como Perú, Bolivia o Colombia crece-
rán entre un 3%-4%; Chile y México lo harán algo
por debajo del 3%. En cambio, otras economías
mostrarán una evolución peor: Brasil saldrá de
la recesión, pero crecerá probablemente apenas
unas décimas, mientras que Venezuela y Ecuador
seguirán en recesión. 17
En consonancia con el ligero repunte de la acti-
vidad en las economías avanzadas y con la recupe-
ración de los precios del petróleo y de las materias
primas, la tasa de inflación empezó a repuntar en
el 2016: en términos agregados, en las economías
desarrolladas fue del 0,8% en el 2016, por encima
del 0,3% del 2015. En algunas economías avan-
zadas la inflación se situará este
2017 muy cerca del 2% que tienen
por objetivo los bancos centrales.
Este debería ser el caso de los Es-
tados Unidos y Canadá y de algunas
economías avanzadas de Asia como
Corea del Sur y Australia. En Euro-
pa solo el Reino Unido se situará
por encima del objetivo, en parte
gracias a la depreciación de la libra
esterlina. En cambio, la zona euro,
después de alcanzar una inflación
cercana al 2% en el 2015, vio como
esta evolucionó algo a la baja en el
2016 hasta el 1,7%; asimismo, se
prevé que baje unas décimas más
en el 2017. Todos los países de la
Crecimiento de algunas economías de la Eurozona
Tasa de variación del PIB (%)
Fuente: FMI
2015 2016
0
0,5
1
1,5
2
2,5
3
3,5
Alemania Francia Países
Bajos
Italia España Portugal
16
Entre las grandes
economías
emergentes las
que más crecerán
serán la India,
con una cifra por
encima del 7%, y
China, alrededor
del 6,5%. En
Latinoamérica
se mantendrá la
evolución dispar
21
NOTA DE COYUNTURA
Inflación en las grandes economías emergentes
Tasa anual de inflación (%)
Fuente: FMI
2015 2016
0
2
4
6
8
10
12
14
16
18
China India Rusia Brasil México Turquía
20
Inflación en algunas economías de la Eurozona
Tasa anual de inflación (%)
Fuente: FMI
2015 2016
-0,6
-0,4
-0,2
0
0,2
0,4
0,6
0,8
Alemania Francia Países
Bajos
Italia España Portugal
19
Inflación en las grandes economías desarrolladas
Tasa anual de inflación (%)
Fuente: FMI
-0,4
-0,2
0
0,2
0,4
0,6
0,8
1
1,2
1,4
EE. UU. Eurozona Japón Reino Unido
2015 2016
18
Crecimiento por regiones de la economía global
Tasa de variación del PIB (%)
Fuente: FMI
2015 2016
-4
-2
0
2
4
6
8
Asia emergente Latinoamérica Estados Ind.
Commonwealth
En vías de
desarrollo
de la Europa
del Este
17
INFORME ECONÓMICO de ESADE - 1º Semestre de 2017
TEMAS A DEBATE
La economía
colaborativa:
¿buena para quién?
David Murillo
Instituto de Innovación Social
Eric Sadin, en su libro La silicolonisation du
Monde, sostiene una tesis difícil de digerir. Si
el humanismo francés, el de la Ilustración, o el
humanismo italiano, el del Renacimiento, fueron
denominados humanistas por situar la autonomía
del pensamiento y la libre elección individual en
el centro de su época, y todo ello junto al principio
de responsabilidad y al derecho de las sociedades
a decidir en común su destino, ¿cómo calificar
nuestra era, marcada por el tecnosolucionismo, las
Singularity del mundo, la expansión del Big Data
y la gestión por algoritmos?
23
24
TEMAS A DEBATE
Introducción. La economía colaborativa:
entre el grano y la paja
Eric Sadin, en su libro La silicolonisation du
Monde,1
sostiene una tesis difícil de digerir. Si
el humanismo francés, el de la Ilustración, o el
humanismo italiano, el del Renacimiento, fueron
denominados humanistas por situar la autonomía
del pensamiento y la libre elección individual en el
centro de su época, y todo ello junto al principio de
responsabilidad y al derecho de las sociedades a
decidir en común su destino, ¿cómo calificar nues-
tra era, marcada por el tecnosolucionismo, las Sin-
gularity del mundo, la expansión del Big Data y la
gestión por algoritmos?
Para Sadin, el calificativo solo puede ser uno:
estamos en una época antihumanista. Un reverso
inquietante, sostiene, en la medida en que nuestro
destino lo marcan de manera creciente intereses
económicos opacos, desconocidos para la mayo-
ría, que a menudo se esconden del debate público
sobre la magnitud de la disrupción causada, a la
vez que utilizan el dogma cuasi religioso de una
innovación tecnológica que se nos presenta como
autónoma, democrática en su naturaleza y benefi-
ciosa. Tampoco podemos extrañarnos tanto. Si, al
fin y al cabo, vivimos en tiempos de confianza cie-
ga en sistemas económicos autorregulados con
mercados perfectos y sin fricciones, ¿por qué no
otorgar la misma fe a la disrupción tecnológica?
En el presente artículo me dispongo a pre-
sentar de manera breve los diferentes debates
públicos suscitados por la llamada economía co-
laborativa (EC). Empezaremos por definir lo que
podemos denominar el Manifiesto de la EC. Esto
es, la lectura optimista, a la vez que inocente e
interesada, sobre el mundo de promesas y bon-
dades que la EC va (iba) a traer a nuestras so-
ciedades. Continuaré con un breve listado de las
controversias que la acompañan en sus vertientes
de mercado, regulatoria y laboral y en el impacto
sobre los consumidores y el medio ambiente. Por
último, expresaré lo que a mi modo de ver consti-
tuyen las tres principales fuerzas que determinan
la imposibilidad del Manifiesto y que, a la postre,
hacen de la EC un movimiento disruptivo que de-
beríamos problematizar.
Por obvio, me limitaré a comentar el caveat a
la tesis principal de este artículo en las siguientes
líneas y solo en estas. La EC ha venido aquí para
quedarse y, junto a todas las controversias que
la acompañan, es imposible esconder el impacto
positivo de muchas de sus manifestaciones para
organizaciones e individuos concretos. Tomar un
taxi de Uber en Ciudad del Cabo o en Bogotá no
solo nos aporta seguridad, sino que también gene-
ra una fuente de ingresos a personas hasta ahora
excluidas del mercado. Wallapop
nos permite deshacernos de esa
cama de niño inservible de mane-
ra rentable y, en principio, ecológi-
ca. Airbnb permite dar a conocer
esa zona rural poco conocida y
menos transitada y democratizar
el desarrollo económico fruto del
turismo. Con los ratings de Trip-
Advisor no solo escogemos hotel,
sino que también mandamos un
mensaje claro sobre qué aspec-
tos de este necesitan una mejora
urgente. Y podríamos seguir.
Con todo, la discusión que
debería ocuparnos no reside, pues, en recono-
cer los múltiples impactos positivos de la EC, ni
tampoco en dar a conocer las muchas organiza-
ciones y movimientos de lo colaborativo que sí
creen en la visión idealista o social de la EC, sino
en determinar los interrogantes generados por la
EC, sus efectos colaterales —menos conocidos
y muy probablemente mucho más relevantes—
y, sobre todo, en subrayar por qué deberíamos
cuestionarnos de manera urgente y abierta cómo
enfrentarnos al conjunto de transformaciones que
la EC nos deja. A este propósito dedicaremos las
próximas páginas.
Cabe determinar
los interrogantes
generados por
la EC, sus efectos
colaterales y, sobre
todo,cuestionarnos
cómo enfrentarnos
al conjunto de
transformaciones
que la EC nos deja
1. Sadin, E. (2016). La silicolonisation du monde.
París: Éditions L’échappée.
25
TEMAS A DEBATE
El Manifiesto de la EC: too good to be true
Si cada revolución necesita su manifiesto, la visión
de Botsman y Rogers,2
elaborada el año 2010,
puede funcionar como Manifiesto de lo que inicial-
mente se denominó consumo colaborativo, para
posteriormente desplegar su significado más allá
del mero acto de consumir. De acuerdo con este
punto de vista, la EC puede ser percibida como un
movimiento de naturaleza democrática, plana en
su estructura y jerarquía, que se fundamenta en el
empoderamiento de personas comunes a través
de dinámicas de intercambio. Esta EC se manifies-
ta principalmente como un movimiento de base,
transparente en su cadena de provisión, que per-
mite la generación de nuevos ámbitos de confianza
de una manera considerablemente más participati-
va, justa y sostenible que la economía tradicional.
En resumen, la EC vendría a ser una forma de eco-
nomía digital con causa, igualitaria por naturaleza
y menos materialista que el resto de la ineficiente
economía basada en el hiperconsumo del usar y ti-
rar. Se trataría de una forma superior de economía
de mayor eficiencia donde, según Rikfin,3
se privile-
gia el acceso por encima de la propiedad. Una EC
que debería verse como parte de una transforma-
ción más general de la economía que pasa de la
producción a la provisión de servicios.4
Dentro de ella encontraríamos un conjunto
de empresas e individuos disruptivos dispues-
tos a democratizar la economía a partir del en-
frentamiento con los intereses
corporativos (desde el lobby del
taxi hasta los grandes gigantes
hoteleros, pasando por el oligopo-
lio de la provisión de servicios de
internet o la banca) que frenan el
progreso y el avance de nuestras
sociedades. Es igualmente esta
activación de activos subutilizados
la que sirve para presentar la EC
como un movimiento ecológico y,
paradójicamente, anticonsumista.
Todo ello potenciado por la dimen-
sión tecnológica que se une a esta
nueva gama de innovaciones —el
auge de internet, los teléfonos
inteligentes y la inteligencia artifi-
cial— y que permite a las personas
compartir propiedades, recursos,
tiempo y habilidades a través de
plataformas en línea.5
Las promesas del Manifiesto
siguen latentes en los medios tec-
nológicos, en gran parte de los me-
dios de comunicación económicos
y en no pocos foros sociales y de-
bates de internet, y siguen siendo
hábilmente utilizadas como argu-
mentos de venta por muchas pla-
taformas y start-ups en sus rondas
de inversión. Desgraciadamente,
como sucede con todo manifies-
to, sus promesas chocan con una
realidad que cuestiona esta visión
social de la EC y con un conjunto de presiones
económico-institucionales que avanzan en su con-
tra y que exponemos a continuación.
Una lista (sucinta) de desafíos6
Los desafíos y las controversias generados por
la EC son numerosos, particularmente en lo que
se refiere al impacto social de su expansión, que
evoluciona en paralelo a todo el proceso de digita-
lización avanzada de nuestras economías. Es ne-
cesario, pues, realizar una rápida categorización y
contrastarla con la lectura anterior hecha por los
primeros promotores de la EC.
Sobre el mercado:
¿una economía para la mayoría?
Aunque es indudable que existen incentivos eco-
nómicos para que la gente participe en la EC, la
distribución de los beneficios de esta parece obe-
decer a leyes económicas previsibles que distan
mucho de la colaboración y aún más de cualquier
principio de equidad. Un modelo en el que los
usuarios o productores-consumidores parecen
más bien transformados en herramientas para la
maximización del beneficio de unos pocos.
La EC se
manifiesta como
un movimiento de
base, transparente
en su cadena de
provisión, que
genera nuevos
ámbitos de
confianza de
una manera más
participativa,
justa y sostenible
que la economía
tradicional
2. Hay que acudir a Botsman, R. y Rogers, R. (2010). What’s mine is yours. Collaborative consumption is changing the way we
live. Harper Business; pero también al largo conjunto de artículos, publicaciones y TED Talks realizados por los dos autores,
particularmente Botsman, cuyo hilo principal de relación es la difusión y venta de las bondades de la EC en la línea expuesta
en esta sección y a la que me atrevo a darle el nombre de Manifiesto de la EC.
3. Rifkin, J. (2014). Zero Marginal Cost Society. The internet of things, the collaborative commons and the collapse of capitalism.
Londres: St. Martin’s Griffin.
4. Dredge, D. y Gyimóthy, S. (2015). “The collaborative economy and tourism: Critical perspectives, questionable claims and
silenced voices”. Tourism Recreation Research, 40(3), 286-302.
5. Wosskow, D. (2014). “Unlocking the sharing economy”. Independent review. Department for Business, Innovation and Skills.
UK Government.
6. Para un análisis más extenso de las controversias surgidas en este punto, invitamos al lector a consultar: Buckland, H.,
Val, E. y Murillo, D. (2016). We Share. Who Wins? Unravelling the controversies of the collaborative economy. Antenna for Social
Innovation. ESADE (disponible en línea).
26
Sobre lo público: ¿qué modelo de relación
empresa-gobiernos?
Si es cierto que la EC asigna recursos de mane-
ra más eficiente que el Estado, ¿cuál debería ser
el corolario implícito de esta afirmación? En ver-
dad, ninguno. Hay literatura económica suficiente
para justificar que los beneficios que los merca-
dos pueden proporcionar no son necesariamente
los mismos que la actuación del gobierno podría
lograr. La igualdad de acceso a la EC no puede
garantizarse únicamente a través de las platafor-
mas. Las personas con dificultades de movilidad,
a menos que sean rentables para las empresas,
no verán su derecho a desplazarse garantizado
por soluciones de mercado sin una interferen-
cia exterior. El racismo de los programadores
expresado en algoritmos específicos no puede
resolverse sin intervención externa. Tampoco sin
intervención pública puede fomentarse la compe-
tencia leal y el respeto de la ley. Los mercados
por sí mismos carecen, pues, de la capacidad
para hacer cumplir las reglas y de los incentivos
para suplir las funciones del Estado.
La EC se basa en la idea de que la autorregu-
lación del mercado ofrece beneficios, pero no nos
habla de las distorsiones creadas y menos de
cómo estas deberían corregirse. Uber, por poner
un ejemplo, genera confianza entre conductores
y usuarios allí donde la legislación, la calidad del
servicio y las acreditaciones de seguridad no fun-
cionan bien. Allí donde sí funcionan rediseña con
La distribución de los benefi-
cios entre los partícipes aparece
como mínimo problemática. Así,
según Owyang (2015),7
más de la
mitad de la actividad en cada ca-
tegoría de economía compartida
es propiedad de una sola empre-
sa: Kickstarter es responsable
del 57% de las transacciones de
crowdfunding; Craigslist, del 65%
de los servicios profesionales;
Uber, del 86% del viaje compartido;
y Etsy, del 91% del mercado del
producto de encargo. Según Slee
(2015),8
Airbnb genera el 75% de
sus ingresos por servicios para compartir vivien-
das enteras (práctica también conocida como al-
quiler). En Nueva York, el 93% de las pernoctacio-
nes las concentran el 13% de los propietarios que
tienen más de una propiedad en la plataforma de
Airbnb. El mejor alojamiento de Airbnb en Roma,
con un coste de 500€/noche, pertenece a un jo-
ven ejecutivo de Texas que también comparte siete
apartamentos más en Roma y dos en Barcelona.
Por otro lado, ¿el hecho de que empresas tra-
dicionales se sumen a la corriente del compartir
no nos indica una devaluación sobre la transfor-
mación misma del propósito social del Manifies-
to? ¿Es la compra de Lyft y Zipcar por Avis un
ejemplo de compartir? ¿BMW con Drive Now o
Peugeot con ‘Moi voiture’ son empresas equiva-
lentes a BlaBlaCar o a SocialCar? ¿El hecho de
que Marriott se asocie con la compañía de tra-
bajo compartido LiquidSpace para compartir sus
vestíbulos y espacios comunes infrautilizados con-
vierte a Marriott en una empresa de la EC? Las
empresas tradicionales se acercan a la EC como
vía para rentabilizar activos o expandir negocios.
Compartir es el medio, pero el objetivo es otro.
Las estrategias de adaptación varían y toman
la forma de patrocinios, asociaciones, inversiones
o adquisiciones, el desarrollo de nuevos modelos
de negocio híbridos, pasando por el cobranding,
la compra de acciones en empresas de la EC y la
compra de plataformas de software (generalmente
manteniendo la marca original). Esta tendencia ha
dado incluso nombre a un libro, el del estratega
del marketing Billee Howard: We-Commerce. A me-
dida que la EC se expande, las reglas del juego se
diluyen, la clasificación de una empresa como per-
teneciente a la EC se transforma en problemática
y la utilización del compartir desde una vertien-
te puramente instrumental aleja el Manifiesto de
cualquier aplicación práctica más allá de las teo-
rías del win-win o el valor compartido. Con suerte.
La distribución
de los beneficios
de la EC parece
obedecer a leyes
económicas
previsibles que
distan mucho de
la colaboración
y aún más de
cualquier principio
de equidad
7. Owyang, J. (2015). “The Collaborative Sharing Economy has Created 17 Billion-Dollar Companies (and 10 unicorns)”.
Web personal.
8. Slee, T. (2015). What’s Yours Is Mine: Against the Sharing Economy. Nueva York y Londres: OR Books.
27
TEMAS A DEBATE
cabeza para autoridades fiscales ya bajo presión
por mantener sus precarios estados del bienes-
tar. Uber Canadá paga impuestos en Holanda y
siguen siendo los conductores de Uber quienes
deciden si pagan impuestos. Slee considera que
el negocio de estas plataformas es el de ampliar
el área gris de la economía informal. La EC en su
conjunto parece tener margen de maniobra para
decidir si contribuye o no al erario público y dónde
hacerlo. El resurgimiento de la discusión sobre
la renta básica universal, ahora desde el ámbito
científico-tecnológico,9
sería solo la enésima prue-
ba de la magnitud del problema laboral y fiscal
que se ha creado con la expansión, respectiva-
mente, de la economía digital y de su hija, la EC.
Sobre el mercado laboral: ¿la EC como
oportunidad o como amenaza?
Hemos visto que la EC se presenta como un pro-
veedor de oportunidades de empleo flexibles. Sin
embargo, uno de sus impactos es la reducción
del empleo por cuenta ajena y el aumento de
las relaciones «laborales» de corto plazo como
freelance. Los conductores de Uber pueden ser
considerados responsables de accidentes en el
trabajo, los trabajadores de TaskRabbit no reciben
ninguna pensión, y los trabajadores que buscan
un seguro de salud o la estabilidad laboral no es
probable que los encuentren en la EC. Por otro
lado, la integración de medidas de seguridad no
es el negocio de estas empresas: los costos de
inspección y cumplimiento de la ley son simple-
mente demasiado altos.
En 2015 se llevó a cabo un estudio exhaus-
tivo de los trabajadores autónomos en los Es-
tados Unidos que trabajaban en la EC. El infor-
me10
muestra un panorama bastante desolador
sobre este nuevo microempresariado, donde la
EC se presenta como dominada por empresas
que utilizan trabajadores subcontratados de
bajo coste para servir a un gran volumen de
clientes a cambio de un porcentaje del servi-
cio. En algunos casos, la precariedad de los
empleos en la economía colaborativa genera
demandas para que Uber, Lyft, Postmates o
Instacart los reconozcan como empleados. La
insatisfacción también ha sido expresada por
empleados de compañías tradicionales, que
valoran la seguridad sobre la flexibilidad y se
sienten amenazados por la nueva ola de pla-
taformas de microtareas bajo demanda como
TaskRabbit o Amazon Mechanical Turk.
su implantación las líneas de transporte público y
altera la eficacia de los presupuestos públicos, al
mismo tiempo que se presenta como una fuerza
revolucionaria que actúa en nombre de los ciuda-
danos comunes. ¿Son los beneficios los mismos
en un país y en otro? ¿No sería el momento de
exigir la cooperación, el trasvase de la informa-
ción, como mínimo, entre plataformas y organis-
mos públicos?
Otro ejemplo, las plataformas de cursos en
línea masivos (los MOOCs) se presentan como al-
ternativas a la educación superior, pero ¿pueden
realmente sustituir una educación pública o pri-
vada que aún consideramos un bien de utilidad
pública? El sistema tradicional de la universidad
proporciona conocimientos, redes y credenciales
aceptados que operan con la supervisión pública
y las fuerzas del mercado. ¿Puede el mercado re-
emplazar estos indicadores de calidad?
Parece indudable que algunos de los campeo-
nes de la EC —Uber y Airbnb particularmente, sus
dos principales actores— juegan la carta de la
disrupción a la vez que presentan a los gobier-
nos como beneficiarios ineficientes de una tupida
red de intereses. Siguiendo a Slee, el punto de
vista común de muchas de estas grandes plata-
formas parece ser que «la ley es obsoleta» y que
el impacto de la disrupción «no es mi problema».
La pequeña molestia que provoca un alquiler de
viviendas ilegales en un área de una ciudad ya
congestionada por el turismo desemboca en una
auténtica pesadilla para los residentes locales al
verse multiplicada por el impacto de escala de la
economía digital. Cuando esto sucede, las plata-
formas ofrecen poca o ninguna cooperación para
aplicar la ley, lo que juega en contra de sus intere-
ses. Cuando las dificultades son excesivas (Uber
en Austin, Texas, por ejemplo), las
plataformas dejan de operar en ese
territorio.
Por otro lado, no podemos ol-
vidar que las empresas de la EC,
en cuanto empresas de la llama-
da economía digital, comparten
muchas de sus características. El
hecho de trabajar en la red les per-
mite aprovechar las lagunas de las
regulaciones de los Estados y jugar
con los diferentes incentivos fisca-
les de estos. Obtener una contribu-
ción financiera de estas empresas
es sin duda un gran quebradero de
9. Véase Brynjolfsson, E. y McAfee, A. (2014). The Second Machine Age: Work, Progress, and Prosperity in a Time of Brilliant
Technologies. Nueva York: W.W. Norton. También, Sundararajan, A. (2016). The Sharing Economy: The End of Employment and
the Rise of Crowd-Based Capitalism. MIT Press
10. Benner, K. (2015). “On-Demand Begins March on White-Collar Professions; ‘Uber Legal’ to Come?”. Bloomberg Brief: The
Sharing Economy.
Obtener una
contribución
financiera de
estas empresas
que trabajan
en la red es un
gran quebradero
de cabeza para
las autoridades
fiscales
28
crucial para las empresas de la EC. Muchas de
las principales empresas de distribución como
Etsy, BlaBlaCar o Kickstarter tienen una reputa-
ción corporativa que las hace enormemente po-
pulares. Esta es efectivamente mantenida por un
sofisticado sistema de mecanismos, algoritmos y
herramientas de feedback ajustados para y por los
usuarios que hacen que confiemos en ellas. Pero
¿de qué tipo de confianza estamos hablando?
Slee, refiriéndose a Handy (que ofrece limpia-
dores, fontaneros y otros servicios a domicilio),
muestra cómo se prestan los servicios y cómo
se supera la brecha de (des)confianza en la ad-
quisición de servicios a través de internet: «No
ofrecemos servicios, ofrecemos información y un
método para obtener esos servicios». La proposi-
ción detrás de este argumento es que algunos de
estos unicornios multimillonarios son poco más
que directorios telefónicos del siglo XXI. El proble-
ma de la confianza se resuelve introduciendo un
sentimiento de familiaridad, normalidad y rutina
en el proceso de pedir los servicios en línea. Esto
parece reducirse a una idea simple: confiamos en
una pretensión de confianza.
Este mundo hiperacreditable en el que todos
califican a todo el mundo (conductores a pasaje-
ros, anfitriones a propietarios y clientes a men-
sajeros) abre la puerta a otro debate ético en
torno a la creciente penetración de los mecanis-
mos de retroalimentación de los usuarios: ¿cómo
nos sentimos viviendo en un entorno de hyper-
accountability, en un mundo con poca o ninguna
privacidad en el que nuestros datos están listos
para ser vendidos a cualquier persona dispuesta
a pagar el precio?
Un aspecto adicional, altamente problemáti-
co, es el de la reputación digital y su potencial
para el fraude y el sesgo. Un estudio reciente
encontró que el 16% de las críticas de Yelp no
son genuinas.13
Aquí surgen varias discusiones.
¿Quién va a asegurar que la reputación es un mé-
rito merecido y no creado? ¿Quién va a compen-
sar a las víctimas del robo de identidad? ¿Quién
va a evitar que datos personales y sensibles lle-
guen a las manos equivocadas? Los mecanismos
del mercado pueden ofrecer una solución parcial
a algunos de estos problemas, pero no a todos
ellos.
Por otro lado, deberíamos confrontar cómo
entienden el binomio confiar-compartir los con-
sumidores de la EC. Diferentes personas com-
El economista Guy Standing
calificó a este nuevo tipo de traba-
jador autónomo como el nuevo pre-
cariado, caracterizado por la incer-
tidumbre crónica y la inseguridad
permanente. Según Standing,11
es-
tos trabajadores entran y salen de
trabajos sin identidad ocupacional
alguna y con poca perspectiva fu-
tura. En la misma línea, para Hill,12
en esencia, los proveedores de la
nueva economía están forjando
un sistema económico en el cual
aquellos con dinero podrán usar interacciones
anónimas para contratar a aquellos sin dinero y
forzarán una guerra de ofertas en línea para ver
quién cobrará menos por su trabajo. Con todo
ello, si el tipo de empleo creado es cuestionable,
más preocupante es el impacto sobre el empleo
existente y la presión a la baja sobre la calidad
de este.
Sobre el rol de los consumidores:
¿podemos confiar en la EC?
La creación de nuevos marcos de confianza fue
anunciada como una de las piedras angulares de
la EC. La confianza en las marcas es ciertamente
Si el tipo de
empleo creado
es cuestionable,
más preocupante
es el impacto
sobre el empleo
existente y la
presión a la baja
sobre su calidad
11. Standing, G. (2014). The Precariat: The New Dangerous Class. Londres: Bloomsbury.
12. Hill, S. (2015). Raw Deal. How the ‘Uber Economy’ and Runaway Capitalism Are Screwing American Workers. Nueva York:
Martin’s Press; p. 13.
13. Zervas, G., Proserpio, J. y Byers, J. (2015). “The Rise of the Sharing Economy: Estimating the Impact of Airbnb on the
Hotel Industry”. School of Management, Boston University, Draft paper.
29
TEMAS A DEBATE
El medio ambiente: ¿es la EC buena para
el planeta?
Zipcar dirá que cada coche en su plataforma sus-
tituye catorce coches de las calles. Airbnb afirma
que sus clientes europeos consumen un 78% me-
nos de energía que el equivalente de pernoctar
en un hotel. Existe, pues, una concepción genera-
lizada de que compartir es un método apropiado
para reducir el hiperconsumo y disminuir el im-
pacto ecológico de este. Con todo, ¿no puede la
EC generar un mayor uso de recursos a través
de un potencial «efecto boomerang» por el cual
precios más bajos permiten más transacciones?
Estudios recientes16
muestran la poca importan-
cia que los consumidores dan a las preocupacio-
nes ambientales en su participación en la EC o
incluso, paradójicamente, cómo la movilidad com-
partida podría ayudar a aumentar las ventas de
coches.17
¿Es pues la EC una herramienta para
mejorar la salud del planeta?
Si bien algunos estudios parecen revelar una
reducción en las emisiones de gases de efecto
invernadero derivadas del uso compartido de au-
tomóviles, cuando ampliamos el espectro al con-
junto de intercambios que se suceden a través del
comercio electrónico, los resultados son mucho
más ambiguos. Así, una revisión exhaustiva de 56
trabajos de investigación científica revela que la
huella ecológica del comercio elec-
trónico B2C es significativamente
mayor que el de su equivalente en
el comercio tradicional.18
Aumenta el
uso de furgonetas de entrega menos
eficientes, el fracaso de las entregas
a domicilio causan más viajes, los
consumidores tienden a comprar en
diferentes lugares, hay un mayor nú-
mero de pequeñas entregas y devolu-
ciones, y, finalmente, se produce un
mayor uso de paquetería. Es, pues,
cuestionable que la EC por sí misma
nos conduzca hacia la sostenibilidad.
parten por diferentes motivos, en-
tre ellos la edad, la mentalidad o
su disposición psicológica. Otros
factores incluyen la filosofía per-
sonal con respecto a la reciproci-
dad, el nivel de generosidad y la
identidad de la persona con la que
comparten.14
Belk argumenta que
muchos de estos aparentes casos
de compartir se caracterizan mejor
como pseudocompartir: simples
intercambios de productos envuel-
tos en el vocabulario del compar-
tir.15
Si nos referimos a compartir
la vivienda a través de Airbnb con
alguien que ya dispone de quince
viviendas en la plataforma, ¿no te-
nemos ya un verbo para esa actividad? El impac-
to de la EC sobre la aplicación de leyes vigentes
aparece nuevamente como merecedor de un ur-
gente debate público.
14. Hellwig, K., Morhart, F., Girardin, F. y Hauser M. (2015).
“Exploring definitions of Sharing Exploring Different Types
of Sharing: A Proposed Segmentation of the Market for
‘Sharing’ Businesses”. Psychology & Marketing, 32(9),
pp. 891-906.
15. Belk, R. (2014). “Sharing versus pseudo-sharing in
web 2.0”. Anthropologist, 18(1), pp. 7-23.
16. Barnes, S.J. y Mattsson, J. (2016). “Understanding
current and future issues in collaborative consumption:
A four-stage Delphi study”. Technological Forecasting &
Social Change, 104, pp. 200-211.
17. Kawa, L. (2016). “How Sharing Cars Could Actually
Boost Auto Sales”. Bloomberg markets. 28 de marzo.
18. Mangiaracina, R., Marchet, G., Perotti, S. y Tumino, A.
(2015). “A review of the environmental implications of B2C
e-commerce: a logistics perspective”. International Journal
of Physical Distribution & Logistics Management, 07/2015;
45(6), pp. 565-591.
Un aspecto
altamente
problemático es
el de la reputación
digital y su
potencial para
el fraude y el
sesgo. ¿Quién va
a asegurar que la
reputación es un
mérito merecido
y no creado?
Los datos
apuntan a que la
huella ecológica
del comercio
electrónico B2C es
significativamente
mayor que el de
su equivalente
en el comercio
tradicional
30
TEMAS A DEBATE
economía digital se fundamenta en la aparición
de nuevos modelos de negocio en forma de pla-
taformas, construidos en torno a los beneficios
del crowding, las economías de escala y el efecto
red de internet, donde el valor o funcionalidad de
un recurso aumentan con cada usuario adicional
conseguido.
Como nos recuerdan estos economistas, en
la economía digital no hay estrategias competiti-
vas para las segundas mejores opciones, simple-
Sobre por qué la EC nunca podrá cumplir
las expectativas generadas
Si el Manifiesto y sus seguidores elevaron las
expectativas depositadas en la EC hasta límites
insospechados, una lectura atenta del contexto
nos permite comprender qué fuerzas operan en
su contra y por qué las sociedades harían bien en
tratar la EC como un factor disruptivo en todos sus
ámbitos, con consecuencias a menudo negativas
y que, por tanto, merecen su problematización. 1
Subrayaremos lo que a mi modo de ver son las
tres fuerzas principales:
Las dinámicas del mercado
(de la economía digital)
Algunos autores anteriores a la revolución de la
EC ofrecieron una visión del camino que esta iba
a tomar. «Los mercados están abriendo paso a
las redes y la propiedad está siendo reemplazada
por el acceso», en palabras de Rifkin.19
Si deci-
mos que la EC actual debe entenderse como el
resultado del auge de
las interacciones entre
desconocidos, donde el
intercambio suele ser
monetizado y sistemati-
zado en un modelo de
negocio facilitado por
la tecnología,20
esta es
una visión coherente
con la eclosión de la
economía digital presen-
tada por Brynjolfsson
y McAfee. Para estos
profesores del MIT, la
19. Rifkin, J. (2000). The Age of Access. Penguin
Putnam, p. 4.
20. Dredge y Gyimóthy, 2015, op. cit., p. 292.
El núcleo ideología-poder
Biopolitics (Foucault, 1980)
Psychopolitics (Han, 2014)
El Manifiesto de la EC (Botsman & Rogers 2010)
La EC ante las presiones económico-institucionales
La economía digital
Access economy
(Rifkin, 2000, 2014)
Venture capitalism
(Brynjolfsson &
McAfee, 2014)
La adaptación institucional
Techno-solutionism
(Morozov, 2013)
Institutional transformation
(Rodrik, 2011)
Crowding-out mechanisms
(Sandel, 2012)
En la economía
digital no hay
estrategias
competitivas
para las segundas
mejores opciones,
simplemente
porque no
hay mercado
para ellas
1
31
TEMAS A DEBATE
mercado, el riesgo competitivo es demasiado ele-
vado. ¿Qué espacio habrá para aquellos modelos
de negocio que quieran sumarse al Manifiesto de
la EC cuando este se construya contra los valores
del mercado? La respuesta es simple: uno más
reducido. O ninguno. La lógica de la economía di-
gital nos lleva a una competición donde la EC no
puede anteponer la lógica social del Manifiesto a
las dinámicas propias del mercado.
La adaptación institucional
Los inversores de capital riesgo han cambiado las
reglas del juego y han diluido el concepto de com-
partir de la misma manera que Facebook ha dilui-
do el concepto de amistad. Para Rodrik (2011),21
vivimos en una era de expansión del globalismo
de mercado fomentada por la financiarización y
el avance tecnológico. Vivimos inmersos en una
carrera hacia el fondo donde los Estados compi-
ten para atraer mercados a la vez que autolimitan
la capacidad de ciudadanos y gobiernos de impo-
ner su voluntad a estos. Sandel22
describe el alcance de la transfor-
mación cultural que está teniendo
lugar. Los mercados promueven
ciertos valores mientras erosio-
nan otros, desplazan normas de
conducta y distorsionan las aspi-
raciones democráticas construidas
sobre la igualdad teórica de los
agentes, con un efecto de exclu-
sión sobre los valores no mercanti-
mente porque no hay mercado para ellas. Es decir,
ser Waze, Google Maps o Apple Maps no es lo mis-
mo que ser la 3.ª, 4.ª o 5.ª app de movilidad por
fecha de aparición y número de usuarios. Cuantos
más usuarios tiene una plataforma, más desarro-
lladores e inversores atrae. Quedar descabalga-
dos de la carrera por la primera plaza implica muy
probablemente quedar en la cuneta. Si los valores
de este modelo de negocio, su visión o misión,
chocan con los imperativos instrumentales del
Los inversores
de capital riesgo
han cambiado las
reglas del juego
y han diluido
el concepto
de compartir
21. Rodrik, D. (2011). The Globalization Paradox. Democracy
and the Future of World Economy. Nueva York: W.W. Norton
& Company. Capítulo 9.
22. Sandel, M. (2012). What Money Can’t Buy: The moral
limits of markets. Nueva York: Farrar, Straus and Giroux.
32
TEMAS A DEBATE
ca en obtener ganancias. La EC quedaría, pues,
simplemente como otro espacio tecnológico por
colonizar fruto del proceso de evolución natural
de nuestra actual forma de capitalismo.
El núcleo ideología-poder
Ya en la década de 1970 el filósofo francés
Michel Foucault24
expuso la intrincada relación
entre poder económico, poder político y lo que
llamamos conocimiento. Contra el liberalismo
clásico de Adam Smith, está ocurriendo una in-
versión de términos. Allí donde Smith veía en el
mercado un espacio digno de protección de la in-
tervención del Estado, el (neo)liberalismo actual
promueve su reverso: el mercado se convierte
en un dominio que debe ser protegido de toda
interferencia externa a la vez que expande su
ámbito de actuación para abarcar la totalidad de
la acción humana. La nueva distribución de po-
der entre lo político y lo económico se resuelve a
favor del segundo.
Desde esta nueva aproximación, cualquier
problema social tendrá una solución de mer-
cado, y esta será superior a cualquiera de las
alternativas no comerciales. El individualismo y
el emprendimiento se convierten en el camino
válido hacia el bienestar colectivo. A su vez, este
nuevo liberalismo se convierte en un llamado a
la vigilancia, el activismo y la intervención per-
les. Motivaciones intrínsecas como
la gratuidad y el altruismo, por aje-
nas al mercado, serán reemplaza-
das por otras de tipo instrumental.
Los sentimientos de comunidad y
de igualdad del Manifiesto de la EC
se ven, pues, amenazados con la
simple expansión de la lógica de
mercado.
Belk nos dice que en la EC
nos encontramos con un pseudo-
compartir que se caracteriza por
la presencia de ánimo de lucro y
la ausencia de sentimientos de
comunidad y de expectativas de
reciprocidad. Morozov23
añade su
percepción de lo que él conside-
ra la tendencia tecnosolucionista
actual: la idea de que, dado el có-
digo correcto, algoritmos, robots y
tecnología pueden resolver todos
los problemas de la humanidad y llevarnos a un
mundo eficiente donde Silicon Valley, en lugar de
los gobiernos, determine nuestro futuro. En otras
palabras, el sentido primigenio de la EC habría
sido secuestrado por medios de comunicación,
corporaciones e inversores de capital riesgo y
firmas de consultoría listos para vender el giro
colaborativo a empresas cuyo único interés radi-
23. Morozov, E. (2013). “The ‘sharing economy’ undermines workers’ rights”. Financial Times. 14 de octubre.
24. Foucault, M. (1980). Power/Knowledge – Selected Interview and Other Writings 1972-1977. USA: Pantheon Books.
El (neo)
liberalismo actual
promueve que
el mercado se
convierta en un
dominio que debe
ser protegido de
toda interferencia
externa, a la vez
que expande
su ámbito de
actuación para
abarcar la
totalidad de la
acción humana
33
TEMAS A DEBATE
su carácter beneficioso. Entender
sus múltiples aspectos teleológi-
cos (la EC presentada como un fin
en sí mismo), su aura divinizada
(la EC entendida como futuro, pro-
greso) y evidenciar el conjunto de
intereses a los que sirve y la legiti-
midad de aquellos a los que se en-
frenta. Las líneas anteriores, final-
mente, son, pues, una invitación a
plantearnos la EC como un espa-
cio de debate trascendental para
abordar temas candentes como el
del futuro del empleo y de la regu-
lación, el del estado del bienestar
o la necesidad de situar qué tipos
de colaboraciones cabría o debe-
ríamos esperar entre empresas (plataformas di-
gitales de la EC) y gobiernos. Por la magnitud de
los desafíos planteados hasta aquí y las fuerzas
que operan en su apuntalamiento, creemos en la
urgencia de abordar estos debates y hacerlo en
las múltiples manifestaciones de la EC
petua a favor del mercado. Con él se cierra el
vínculo perfecto entre medios de comunicación,
poder político, políticas públicas e intereses eco-
nómicos.
Ahora solo necesitamos la cooperación del
individuo para hacer realidad la profecía neolibe-
ral. La llamada permanente a la optimización de
los activos infrautilizados, típica del movimiento
colaborativo, puede y debe aplicarse también a
nuestros cerebros y capacidades. Necesitamos
optimizarnos a nosotros mismos. Para Han,25
la
libertad contemporánea se entiende como esta
autoinfligida capacidad de autoexplotación. Ne-
cesitamos colaborar con la maximización inter-
minable de las capacidades y con la mercantili-
zación de los individuos reducidos a medios de
producción e intercambio. ¿Qué quedaría de la
EC si suprimimos los bienes, servicios y capaci-
dades que no tienen un mercado?
Este nuevo liberalismo es una forma combi-
nada de positivismo, comunicación de masas,
consumo masivo y vigilancia friendly en la que
damos libremente información sobre nuestro
paradero, habilidades, capacidades, gustos y
riqueza para que alguien se beneficie de ellos.
Esto se logra en un nivel prerreflexivo, prerracio-
nal. De facto abrazamos felizmente la mercanti-
lización y parametrización de los diversos órde-
nes de nuestras vidas sin oponer resistencia ni
pensar dónde quedan la intimidad, lo privado, lo
no mercantilizable. Las personas se convierten,
pues, en agrupaciones de datos disponibles para
su explotación pública. Los principales actores
de la EC simplemente recogerán el fruto maduro
de esta construcción a la vez social e ideológico-
política en la nueva era digital. El entramado de
valores, ideología y conocimiento (mediático o
científico) nos llevará a adoptar de manera natu-
ral la lógica del mercado allí donde esta entre en
conflicto con otra alternativa, como la del Mani-
fiesto inicial.
Un apunte final: ¿qué EC queremos?
¿Cuál sería la conclusión de todo el camino se-
guido hasta aquí? Subrayar la imposibilidad del
Manifiesto de la EC. Problematizar los intereses
que la apuntalan. Cuestionarnos si el modo de
acercarnos a ella debe ser el laisser faire propio
del pensamiento económico habitual o debería-
mos ir más allá. Si la EC, como sostengo, pre-
senta como mínimo un número parecido de be-
neficios y controversias, ¿qué deberíamos hacer
con ella? Pues empezar por interrogarnos sobre
Cabe
cuestionarnos
si el modo de
acercarnos
a la EC debe
ser el laisser
faire propio del
pensamiento
económico
habitual o
deberíamos
ir más allá
25. Han, B-C. (2014). Psychopolitik: Neoliberalismus und die neuen Machttechniken. Frankfurt: S. Fischer Verlag.
34
TEMAS A DEBATE
35
TEMAS A DEBATETEMAS A DEBATE
Economía
colaborativa
para todos los
consumidores
Gerard Costa
Profesor titular del Departamento
de Dirección de Marketing, ESADE-URL
Economía colaborativa es uno de los
diferentes términos que se refieren a las
formas de intercambio económico facilitadas a
través de plataformas en línea que abarcan una
amplia diversidad de actividades empresariales
y sociales que tienen en común facilitar
el acceso a recursos infrautilizados.
35
36
TEMAS A DEBATE
Introducción
Economía colaborativa (EC) es uno de los dife-
rentes términos que se refieren a las formas de
intercambio económico facilitadas a través de
plataformas en línea que abarcan una amplia di-
versidad de actividades empresariales y sociales
que tienen en común facilitar el acceso a recursos
infrautilizados. Existen diferentes debates sobre
los dos conceptos integrantes, economía y cola-
borativa (Buckland et al., 2016), pero todos ellos
en torno a las formas de cooperación entre las
personas, como refleja la definición de «people co-
ordinating the acquisition and [/or] distribution of
a resource for a fee» (Belk, 2014: 1597).
Es un concepto valorado como paradójico en sí
mismo: un modelo que es alternativa y evolución
al mismo tiempo del modelo capitalista. Así, es
calificado como «neoliberalism on steroids» (Mo-
rozov, 2013); el antídoto poscrisis al materialismo
y exceso de consumo (The Economist, 2013); un
remedio para la cultura hiperconsumista actual
(Schor, 2015); o el cambio macroparadigmático
por el que será conocido el siglo xxi (Botsman,
2015). Pero dichos puntos de vista quedan supe-
ditados, en nuestra opinión, a una afirmación de
Manyika (2014) recogida por la consultora McKin-
sey: un modelo de negocio que ha llegado para
quedarse y que, por lo tanto, supone una oportuni-
dad tanto para las empresas emergentes basadas
en el modelo colaborativo como para las empre-
sas ya establecidas.
El amplio concepto en torno a las actividades
económicas de colaboración genera diferentes
ámbitos de investigación, de los que destacamos
tres. El primero es el porqué de su aparición ma-
siva en este siglo xxi, cuando la infrautilización de
los bienes privados es un problema antiguo y los
mercados en línea tienen ya como mínimo veinte
años de experiencia (Horton y Zec-
khauser, 2016). Pero sin duda es
en este siglo xxi cuando las inno-
vaciones empresariales han priori-
zado aspectos como el uso de las
inversiones en sistemas de infor-
mación y la sostenibilidad de la ac-
tividad económica, ambos aún no
suficientemente bien organizados
dentro del sistema capitalista de
maximización de beneficios (Schor
et al., 2015).
Una segunda área de investigación es la de
modelizar esta actividad económica: trabajos
como los de Belk (2014) y Edelman y Geradin
(2015) muestran los aspectos comunes que
comparten; mientras que las investigaciones de
Benjaafar et al. (2015) y Horton y Zeckhauser
(2016) revisan la posibilidad de que estas acti-
vidades lleguen a generar en el futuro alternati-
vas de propiedad sobre los bienes contratados.
Y, finalmente, destacamos una tercera área que
busca identificar cuáles son las estrategias com-
petitivas más eficaces para que las organizacio-
nes competidoras lleguen al nuevo consumidor
colaborativo (Möhlmann, 2015).
Nuestro artículo pretende señalar los princi-
pales fundamentos de la EC, lo que nos permiti-
rá contestar a la pregunta de si estamos a favor
o en contra de este sector. Un objetivo que nos
permitimos identificar con el título de un célebre
artículo de Martin (2016): «The sharing economy:
a pathway to sustainability or a nightmarish form
of neoliberal capitalism?». Para ello, utilizamos
una revisión de las investigaciones realizadas,
así como diferentes investigaciones de mercado
llevadas a cabo en torno a la percepción y satis-
facción que la EC genera en el consumidor final.
El concepto
de economía
colaborativa
es paradójico,
es alternativa
y evolución al
mismo tiempo del
modelo capitalista
37
Una breve revisión de los actores
y el mercado
Iniciamos esta revisión con las organizaciones
proveedoras de servicios al consumidor final. Los
referentes más habituales en los medios masivos
de comunicación son organizaciones como Airbnb,
Couchsurfing, BlaBlaCar, Drivy o Uber. También
existen aquellas organizaciones que identifican
ineficiencias del mercado y transfieren el control
a los consumidores sobre las transacciones en
mercados, como los viajes en automóvil (Amo-
vens), la ropa y complementos (Yerdle) o la comida
(EatWith), o simplemente respecto a los recursos
infrautilizados de tiempo disponible y habilidades
personales (TaskRabbit o Shipeer).
Un segundo grupo de operadores son las em-
presas de la economía tradicional que han sabido
diversificar sus actividades. Un ejemplo clave es
el grupo automovilístico Daimler: ha mantenido su
actividad tradicional de producción, ha desarrolla-
do el modelo de servicio compartido de Car2Go
y ha innovado, siendo un referente en EC con su
plataforma de movilidad Moovel, que proporciona
movilidad a través de diferentes medios de trans-
porte. Una estrategia implantada mediante adqui-
siciones de compañías existentes y el desarrollo
de sus propias divisiones.
Todos estos actores son organizaciones que
modifican la intermediación preexistente, compar-
ten los excesos de capacidades de producción y
aumentan la productividad de los operadores exis-
tentes en sus mercados. Y todos comparten un
modelo de actuación (Cañigueral, 2014; Kathan
et al., 2016): potencian la educación de sus prin-
cipales stakeholders por encima de los beneficios
a corto plazo del modelo económico colaborativo,
sabiendo que desde el momento en que son re-
levantes se inicia un proceso de litigación ininte-
rrumpido respecto a la legislación vigente.
La dimensión económica de esta actividad es
difícil de calcular por su novedad y tendencia cre-
ciente. La consultoría PWC (PWC, 2015) estima
en unos 15 billones de dólares los
ingresos en 2015 en el ámbito de
la EC, mientras que un estudio pre-
vio (PWC, 2014) calcula que el 51%
de la población de EE. UU. partici-
pa en la EC. Un mercado formado
principalmente por la generación
millennial, personas con una edad
entre los 18 y los 34 años entre
quienes la penetración del consu-
mo colaborativo se sitúa alrededor
del 33%, mientras que el segmento
con menor penetración (27%) son
los mayores de 55 años. Por otro
lado, en general las mujeres com-
parten algo más que los hombres
(Hellwig et al. 2015). Todos ellos
perciben que es un modelo más
Principales razones para utilizar servicios
de economía colaborativa
Pregunta: Si durante los doce últimos meses ha utilizado
una web o app para un servicio de colaboración, ¿cuál ha
sido la razón para utilizarla?
Comodidad	 78%
Precio	 68%
Calidad del producto/servicio	 55%
No hay otros sitios donde encontrarlo	 40%
Recomendación	 33%
Estilo de vida sostenible	 25%
Curiosidad	 25%
Conexión online	 24%
Conexión local	 15%
Posible acceso posterior a la propiedad	 06%
Fuente: Owiang y Samuel (2015)
Los actores son
organizaciones
que modifican la
intermediación
preexistente,
comparten
los excesos de
producción y
aumentan la
productividad
de los operadores
existentes en
sus mercados
1
38
TEMAS A DEBATE
Profundizando en un modelo con paradojas
El modelo prevaleciente de posesión de bienes
ha sido retado por otros modelos alternativos
desde hace décadas (Lamberton y Rose, 2012).
La EC aporta una alta accesibilidad gracias al uso
intensivo de las nuevas tecnologías de informa-
ción y comunicación (Botsman y Rogers, 2011),
el acceso a objetos y redes que no desean su
posesión en propiedad (Bardhi y Eckhardt, 2012),
y un desarrollo multisectorial que incluye secto-
res tan dispares como el retail, la automoción o
la hospitalidad (Ismail et al., 2014). Y, finalmente,
es un modelo que no se adapta al sistema de
regulación comercial prevaleciente porque ello es
innecesario: la EC autogenera la información sufi-
ciente para disponer de un sistema de reputación
suficiente para los consumidores (Koopman et al.,
2015).
Diferentes investigadores destacan en su
análisis la paradoja de que coexistan dos submo-
delos empresariales totalmente dispares. Por
una parte, las plataformas sin ánimo de lucro que
verdaderamente ofrecen activos compartidos y
sin dinero a cambio, genuinamente colaborativas
y comunitarias; y, por otra, la consolidación de
sostenible que el de propiedad: un 75% creen que
la EC tiene efectos positivos sobre el entorno y un
80%, para la sociedad en general. Las categorías
más utilizadas son la artesanía, las recetas y el
conocimiento compartido, mientras que los objetos
personales son los menos proclives a ser compar-
tidos. Un mercado que crece debido al aumento
constante de la penetración tanto en segmentos de
usuarios como en productos y servicios comercia-
lizados (Samuel, 2015), cuya satisfacción se incre-
menta y que genera previsiones de 335 billones de
dólares para el año 2025 (PWC, 2015). Finalmente,
dos estudios de consultorías (Ow-
yang y Samuel, 2015; Steinmetz,
2016) aportan información adicio-
nal sobre el perfil y los valores del
consumidor actual. 1 2
Es decir, un mercado que crece
en todas sus dimensiones: ope-
radores puros, empresas que se
incorporan con estrategias mixtas
respecto a su actividad tradicional
y consumidores satisfechos que
cada vez compran más y por más
razones.
El aumento
constante del
mercado de
la EC genera
previsiones de
335 billones
de dólares para
el año 2025
Descripción del perfil y satisfacción del consumidor de servicios colaborativos
% consumidores EE. UU. que participan de la economía colaborativa
	 Usuarios	Ofertantes	Total
Total Población	 42%	 22%	 44% (muchos usuarios 	
			 son también ofertantes)
Viajes Compartidos
(Uber, Lyft, Sidecar)	 22%	 10%	
Plataformas de servicios
(Airbnb, VRBO, Homeaway) 	 17%	 11%	
Alquiler automóvil
(Car2Go, Zipcar, Getaround)	 14%	 6%	
Entrega de alimentos y bienes
(Instacart, Postmates, Caviar)	 11%	 7%	
Ciudadanos de EE. UU. que han ofrecido servicios de economía colaborativa
Hombres: 61%		 Mujeres: 47%
Miembros de una minoría racial o étnica: 55%		 Resto población: 34%
Jóvenes (18-34 años): 51%		 Resto población: 28%
Residentes de un área urbana: 41%		 Resto población: 32%
Fuente: Steinmetz (2016)
2
39
TEMAS A DEBATE
•	 La EC es un modelo de mercado basado en
la innovación digital que interrumpe el mode-
lo económico establecido y evoluciona hacia
beneficios sociales y medioambientales (Wos-
skow, 2014). Una innovación social con el po-
tencial de liberar a la sociedad de las prácticas
insostenibles de hiperconsumismo (Botsman y
Rogers, 2011) y crear una nueva ruta hacia la
sostenibilidad (Heinrichs, 2013). Una solución
generada de abajo hacia arriba, surgida de los
intereses y valores de cada comunidad, califi-
cada como «grassroots innovations» (Seyfang y
Smith, 2007: 585).
•	 Y al mismo tiempo la EC ha sido calificada de
«neo-liberalism on steroids» (Morozov, 2013),
de un liberalismo potenciado y poderoso de-
bido a la incorporación de innovaciones tec-
nológicas. Las plataformas referentes han
sofisticado su capacidad de evitar el pago de
impuestos y erosionar los derechos laborales
de los trabajadores, priorizando reducir costes
y crecer y vender más por encima de valores
sociales como la sociabilidad o la sostenibili-
dad. Un ejemplo de ello es Zipcar, calificada de
«pseudo-sharing» (Belk, 2014) por la presunta
reducción de la producción que conlleva, pero
finalmente integrada en una empresa tradicio-
nal como Avis; o Fair to Share, desarrollada por
el grupo Airbnb (Peers, Airbnb hosts y el propio
Airbnb) y generadora de grupos de presión al
más puro estilo de lobby capitalista.
Factores de la economía colaborativa
que obligan a tomarla en serio
La paradoja atribuida al modelo, consolidación y
alternativa al mismo tiempo del sistema capita-
lista, se concreta en las frecuentes dicotomías
con las que se analiza. Hemos partido de la dico-
tomía de Martin (2016) relativa a si la EC es un
camino hacia la sostenibilidad o una pesadilla
neoliberal. Kathan et al. (2016) lo plantean con
la dicotomía «friend or foe». Todo lleva a plan-
tearnos de forma dicotómica si es un modelo
positivo o negativo, si estamos a favor o en con-
tra. Mientras tanto, la EC sigue creciendo dentro
de un marco de referencia claro (Tomás, 2015):
capacita al individuo y le otorga mayor poder; las
tecnologías digitales la convierten en inevitable;
responde a un cambio de patrones de compor-
tamiento, compra y trabajo de los ciudadanos; y,
finalmente, promueve un uso más eficiente de
los recursos. Es decir, tiene unos fuertes funda-
mentos que están conllevando que sea un mo-
delo generador de valor para el consumidor final.
Los analizamos a continuación para ver cuál es
su fortaleza y cuán inevitable es que pensemos
en un modelo que ya está entre nosotros para
siempre por cuanto crea más valor.
auténticas empresas multinacio-
nales de carácter comercial que
tienen como objetivo prioritario el
beneficio empresarial, altamen-
te competitivas y motivadas por
la obtención de beneficios (Na-
deem, 2015). Esta coexistencia
simplemente reflejaría la comple-
ja interrelación entre la economía
y la cultura (Richardson, 2015),
puesto que en las sociedades
actuales, si bien predominan los
imperativos económicos, al mis-
mo tiempo se reivindican modos
más cooperativos de actuación
(Nadeem, 2015).
Estamos, pues, ante un mo-
delo que al mismo tiempo agita
y consolida el sistema empresarial existente.
Una paradoja solo comprensible si se parte de
un concepto de EC como un conjunto de actua-
ciones deslavazadas, más que un conjunto co-
herente de prácticas económicas sincronizadas.
Más fácil de entender y asumir si es examinada
dentro del marco propuesto por Tsing (2000:
143) de una evolución basada en «‘the continual
emergence of new capitalist niches, cultures and
forms of agency’ rather than any ‘capitalist mono-
lith’». Veamos en detalle cada una de las partes
de la contradicción:
Las plataformas
sin ánimo de lucro,
que ofrecen activos
compartidos,
genuinamente
colaborativas y
comunitarias,
coexisten con
multinacionales
comerciales, cuyo
objetivo prioritario
es el beneficio
empresarial
40
TEMAS A DEBATE
•	 El concepto de comunidad es inherente a la
EC. La tecnología y las plataformas están
orientadas hacia el concepto de comunidad,
con proyectos iniciales como Crowdfunder y
Change.org que muestran la esencia de la par-
ticipación en proyectos de crowdfunding.
•	 La comunidad genera y capitaliza sentimien-
tos de afecto (Thrift, 2010): las plataformas
permiten la interrelación con personas reales,
auténticas, que generan experiencias únicas y
familiares. Los huéspedes de Airbnb pasan a
formar parte de un sitio donde experimentan
sentimientos de pertenencia.
•	 Los sentimientos son más cercanos por cuan-
to son eminentemente locales: las relaciones
son con personas cercanas y muchas veces
generan contactos humanos. Se replican ini-
ciativas locales con conceptos como la «ube-
rización del sector». BlaBlaCar facilita las
conversaciones durante el viaje con personas
vecinas de mi localidad; Socialcar fomenta el
alquiler de vehículos entre vecinos; Refugees
Welcome conecta a propietarios de viviendas
con refugiados que son nuevos vecinos...
•	 En la actualidad los valores son de gran im-
portancia para las personas que sufren una
desestructuración de su estilo de vida. Di-
llahunt y Malone (2015) concluyen que son es-
pecialmente consumidores las personas que
necesitan oportunidades de trabajo temporal
o a tiempo parcial, o familias con dificultades
financieras o con miembros desempleados.
El fundamento de la tecnología
Los modelos de negocios basados en permitir
el acceso a bienes privados han existido desde
El fundamento de los valores del
individuo
Los individuos que participan en
la EC tienen en muchos casos
una motivación social prioritaria.
Estas personas actúan desde el
convencimiento de que las cosas
valiosas no son ya las posesiones
físicas, sino las virtuales como el
conocimiento o la reputación (Hen-
nig-Thurau et al., 2007; Garcia,
2013). Bardhi y Eckhardt (2012) concluyen que
es un mercado que evoluciona socioculturalmen-
te desde la propiedad, como norma ideal, hacia
el compartir, como la mejor alternativa. McArthur
(2015) analiza en profundidad cómo en el caso
de los consumidores de Landshare, la motivación
era la necesidad social de pertenecer a un grupo
por motivos políticos y éticos, y, además, por mo-
tivos de aventura, realización personal o ventajas
financieras.
Esta motivación social queda reflejada en
la evolución del «eres lo que tienes» a «eres lo
que compartes», un cambio de valores que se
evidencia en la transformación de una sociedad
de baby boomers en una sociedad de centen-
nials. Una evolución debida a diversos factores
del entorno: las diferentes crisis económicas y
del sector inmobiliario, la incerteza creciente del
mercado laboral y la inestabilidad de las rela-
ciones familiares clásicas. Todos ellos factores
que conllevan estilos de vida más precarios y
proclives a compartir (Cheshire et al., 2010).
Estamos ante una sociedad más líquida, más
adaptable a los cambios, donde la posesión es
percibida como una limitación a la movilidad
(Schaefers et al., 2016). Una sociedad donde la
EC aporta soluciones concretas que detallamos
a continuación:
La motivación
social queda
reflejada en
la evolución
del «eres lo que
tienes» a «eres lo
que compartes»
41
TEMAS A DEBATE
aportaban hasta ahora a las transacciones
(Schor et al., 2015). Una disrupción que ha
conllevado que las normas y regulaciones
legales y la realidad de la EC se desalineen
sin generar ninguna preocupación en el consu-
midor. La legislación y las normas no pueden
cambiar tan rápidamente como lo hace la tec-
nología (Sundararajan, 2014), lo que provoca
irregularidades en la contabilización o la liqui-
dación de impuestos locales como en el caso
de Uber que poco preocupan al usuario.
El fundamento de la compensación económica
La EC comporta unos costes menores que aca-
ban convenciendo a los consumidores (Möhl-
mann, 2015), tanto en el precio de utilización
como en la reducción de riesgos y costes financie-
ros adicionales que la propiedad conlleva (Moeller
y Wittkowski, 2010), así como en los impuestos y
seguros (Rifkin, 2014).
Investigaciones como las de Bardhi y Eckhardt
(2012) muestran que los consumidores en este
modelo están finalmente más interesados en los
costes bajos y la comodidad de la compra que en
los valores sociales descritos o en la creación de
un sentimiento de comunidad. Resultados simila-
res se han obtenido entre los consumidores de
Car2go y Airbnb en investigaciones sobre los fac-
tores más influyentes en la satisfacción del con-
sumidor, siendo prioritarios el ahorro de costes, la
familiaridad, la calidad del servicio, la confianza y
la utilidad (Möhlmann, 2015).
Al mismo tiempo, el modelo colaborativo ge-
nera un beneficio para el propietario al reducir el
coste de mantener la propiedad sobre los objetos
y aumentar sus ingresos a través de sus activos
infrautilizados (Schaefers et al., 2016). El modelo
permite convertir en ingresos tanto los activos o
propiedades infrautilizados, con valores como los
hace años, con ejemplos como los
mercados de segunda mano o las
lavanderías de autoservicio (Babio-
ne, 1964). La EC aporta como in-
novación clave que internet ofrece
una escalabilidad nunca vista (Co-
hen y Kietzmann, 2014) que, por lo
tanto, facilita los intercambios en-
tre personas que ni se conocen ni
se conocerán (Schor y Fitzmaurice,
2015).
Las tecnologías implicadas
han generado múltiples beneficios.
Las plataformas aumentan, por lo
tanto, el mercado potencial, redu-
cen el coste de usar respecto a la
opción de propiedad y proporcionan una mayor
seguridad en la criba de la demanda, en la elec-
ción de clientes y en la forma de pago (The Econo-
mist, 2013). El uso masivo de los smartphones y
la caída de los precios de acceso a internet han
impactado en los costes y la facilidad de búsque-
da, lo que ha aumentado nuevamente la validez
de los sistemas de recomendación y reputación
(Bakos, 1997), la digitalización del boca a boca
informando sobre la oferta existente (Dellarocas,
2003) y la necesaria personalización de la oferta
en un mercado de bienes tan diferenciados como
pueden ser los apartamentos turísticos.
Pero la principal aportación de la tecnología
para el consumidor es la confianza generada, la
proclama «trust is what makes it work» de Airbnb.
Estamos en un mercado donde los clientes pue-
den llegar a destruir el bien compartido y por ello,
a diferencia de la economía de compraventa, es
un factor clave conocer perfectamente al cliente.
Analizamos seguidamente las principales carac-
terísticas de esta confianza:
•	 Desde los inicios del comercio electrónico de
eBay la confianza se ha construido con la tec-
nología. Ello implica la creación de perfiles en
línea que aportan datos personales validados
por la conexión a redes sociales en línea, por
el documento de identidad escaneado y por la
acumulación de revisiones del perfil realizadas
por otros usuarios.
•	 La confianza se consolida mediante las eva-
luaciones mutuas de la colaboración que las
partes pueden realizar gracias a las tecnolo-
gías con capacidad instantánea de medición
(Varian, 2000). Así, la tecnología GPS permite
la evaluación mutua de conductor y pasajero
en Uber, mientras que la omnipresencia de las
cámaras digitales permite conocer bien las
ofertas de apartamentos de Airbnb.
•	 La confianza generada acaba superando la
seguridad que las estructuras institucionales
La EC aporta
como innovación
clave que internet
ofrece una
escalabilidad
nunca vista
que facilita los
intercambios
entre personas
que ni se conocen
ni se conocerán
42
TEMAS A DEBATE
Los beneficios concretos per-
cibidos son un menor derroche de
recursos, el alargamiento del ciclo
de vida de los productos y la maxi-
mización de su uso, con un efecto
final de reducción de la huella de
carbono del consumidor (Cohen y
Kietzmann, 2014) proveniente tan-
to de las emisiones generadas en
la producción como en el transpor-
te (Botsman y Rogers, 2011).
El caso de Zipcar ha sido utili-
zado en diferentes investigaciones
para comprobar los beneficios en
materia de sostenibilidad. Un auto-
móvil en préstamo sustituye entre 9 y 13 vehícu-
los privados, y sus usuarios utilizan el automóvil
un 31% menos que cuando eran propietarios de
uno, con un efecto conjunto de reducción de las
emisiones de carbono (Zhao, 2010). Y esos mis-
mos clientes aumentan el uso de opciones de
movilidad sostenibles como andar, la bicicleta o
el transporte público (Martin y Shaheen, 2011;
Meijkamp, 1998). Es decir, compartir reduce el
daño medioambiental y estimula la reflexión indi-
vidual sobre todos sus comportamientos antieco-
nómicos (Banister, 2008).
El fundamento del impacto en las empresas
competidoras
El último fundamento valorado por los consumi-
dores es el efecto que tiene sobre el resto de
competidores tradicionales, un reto que sin duda
es inclusivo (Samuel, 2014) desde el momento
en que estas empresas consiguen reconstruir la
confianza de los consumidores en sus capacida-
des a través de las siguientes estrategias:
•	 Empresas con una orientación al mercado
(Schor y Fitzmaurice, 2015) que evoluciona de
la venta de unidades a la venta de servicios
prestados, de la venta al alquiler y del servi-
cio de proveedor a crear redes de acuerdos
con otras organizaciones. Cambios como el
realizado por la cadena hotelera Westin al
asociarse con New Balance para ofrecer a sus
clientes servicios de préstamo de material de-
portivo (Samuel, 2014).
•	 Empresas que integran a pequeños producto-
res, artesanos locales y microemprendedores
con valores sociales. Aumentan las posibilida-
des con el crecimiento de los espacios Fablab
o con proyectos de cooperación de empresas
con organizaciones sociales como el «Market-
Place: shop by cause» de Toms Shoes, que dis-
tribuye productos de pequeñas ONG locales.
•	 Empresas que rediseñan su plantilla, redu-
ciendo los empleados a jornada completa y
660 dólares al mes para los anfitriones en Airbnb
(Airbnb, 2014) o los 250 dólares al mes en Turo
(The Economist, 2013); su tiempo o sus habilida-
des personales, con ejemplos como TaskRabbit
(Samuel, 2014); o estrictamente su capacidad de
trabajar como profesionales autónomos, siendo
Etsy un claro ejemplo.
Finalmente, aparecen como beneficiarios a
nivel económico un tercer nivel de personas impli-
cadas: los usuarios o los trabajadores que usan
la EC para desarrollarse en un movimiento coo-
perativista que incorpora innovadoras plataformas
de software. Pueden ser cooperativas de trabaja-
dores propietarios que convierten en ingresos sus
habilidades personales (Loconomics) o de profe-
sionales que buscan coworking (Enspiral). Un mo-
delo con un gran potencial si logra implicar a los
principales actores: ¿qué sucedería si Uber fuera
propiedad de los conductores? (Gorenflo, 2015).
El fundamento de la sostenibilidad
La EC difunde sus prácticas empresariales más
sostenibles (Cohen y Kietzmann, 2014) en el
momento en que crece la importancia otorgada
a las formas de consumo sostenible (Möhlmann,
2015). El modelo propone un cambio desde el pa-
radigma de la propiedad individual hasta el valor
de compartir; la consecuente menor demanda de
productos se postula como la única alternativa de
nueva economía creíble para el consumidor, don-
de de modo inmediato se solucionan problemas
como la polución o el insostenible consumo de
energía (Prothero et al., 2011).
Los beneficios
concretos
percibidos son un
menor derroche
de recursos,
el alargamiento
del ciclo de vida
de los productos y
la maximización
de su uso
43
TEMAS A DEBATE
(2013) de economías donde la información esté
controlada por manos públicas para evitar un «ca-
pitalismo datocéntrico emergente».
También hemos visto que la integración de-
finitiva del modelo colaborativo en la economía
requiere aumentar su confianza empresarial. Di-
rectivos del sector tradicional son contratados
con este objetivo, como Rachel Whetstone de
Google o David Plouffe de la administración Oba-
ma, que se han incorporado a Uber. Y ello será
un elemento a favor de que inicien procesos de
asociación, alianzas y potenciación como refe-
rentes sociales ante el debate social que están
generando, así como de que logren de alguna
manera alinearse con la regulación vigente (Sun-
dararajan, 2014).
La EC seguirá creciendo y generando insos-
pechadas oportunidades económicas y sociales
a nivel mundial. Como tal disrupción que es, su-
pone una presión sobre los modelos de negocio
y las legislaciones vigentes (Pacheco, 2016).
Pero las personas así lo quieren, en cada una de
sus dimensiones de consumidores, trabajadores
y ciudadanos (Costa y Casabayo, 2013). Si nos
preguntábamos al inicio sobre los puntos fuertes
de la EC, ahora escogemos como corolario dos
afirmaciones tan distintas y com-
plementarias como la de Manyika
(2014), para quien se trata de un
modelo de negocio que ha llegado
para quedarse, y la de Malhotra y
Van Alstyne (2014), que conside-
ran que serán los consumidores
«who ultimately decide on whether
they are willing to share in order
to consume less or to solely pur-
sue egocentric purposes». Nuestra
duda es si escogerán las platafor-
mas que vayan más allá del benefi-
cio individual a corto plazo y si valo-
rarán el efecto sobre la comunidad.
Aunque este podría ser en todo
caso el objetivo de otro dossier
dedicación exclusiva y aceptando trabajar con
empleados a tiempo parcial o profesionales
independientes que pueden alternativamente
trabajar para otras compañías o establecerse
por su propia cuenta como microempresarios.
•	 Empresas que compiten con las organizaciones
de EC mediante dos estrategias bien definidas.
En primer lugar, exigir que todos los competido-
res cumplan la legislación vigente asociándose
con otras empresas para ejercer la función de
lobby y denuncia; y, en segundo lugar (Cusu-
mano, 2015), proporcionar un tipo de servicios
que las empresas colaborativas no podrán igua-
lar, sea en capacidad de realizar reservas de
sus servicios, de garantizar la estandarización
del servicio o de ofrecer un concepto ampliado
del servicio.
Conclusión final
La revisión de fundamentos, estrategias y cifras
realizada en este artículo nos parece que reduce
las dudas respecto al hecho de que la EC ya tie-
ne más de realidad que de idealismo. Lo mismo
concluye Tim O’Reilly (The Economist, 2013) al se-
ñalar que «the idea of renting from a person rather
than a faceless company will survive, even if the
early idealism of the sharing economy does not».
Hemos analizado diversos factores que per-
miten compartir esta afirmación, y en todos ellos
subyace la idea de que el modelo de EC ofrece
al consumidor el atractivo de poder consumir e
intercambiar al mismo tiempo que recibe un nue-
vo valor: un sentimiento de afiliación a la comu-
nidad y de comportamiento sostenible (Martin
et al., 2015). Es un modelo que ha llegado para
quedarse porque es una inversión en el futuro
del consumo (Schrage, 2013) y ofrece una moti-
vación intangible de pertenencia a la comunidad
de un modo cada vez más orientado al mercado.
Una opción más atractiva y comprensible para el
consumidor que propuestas como la de Mazarov
La EC crecerá
y generará
oportunidades
económicas y
sociales a nivel
mundial. Como
tal disrupción
que es, presiona
sobre los modelos
de negocio y las
legislaciones
vigentes
44
TEMAS A DEBATE
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TEMAS A DEBATE
47
TEMAS A DEBATE
47
TRIBUNA LIBRE
Brexit:
causas y
consecuencias
políticas
Javier Solana y
Ángel Saz-Carranza
El resultado del referéndum sobre
la permanencia del Reino Unido en
la Unión Europea (el brexit) es uno
de los acontecimientos europeos más
importantes en décadas. Las últimas
encuestas antes de su celebración no
vaticinaban que ganara la opción «Leave».
El sí a la salida del Reino Unido de la
Unión Europea genera incertidumbre
sobre el futuro de sus relaciones,
en varios aspectos.
48
TRIBUNA LIBRE
Introducción	
El resultado del referéndum sobre
la permanencia del Reino Unido
en la Unión Europea (el brexit) es
uno de los acontecimientos euro-
peos más importantes en décadas.
Las últimas encuestas antes
de la celebración del referéndum
no vaticinaban este resultado. El
sí a la salida del Reino Unido de
la Unión Europea (UE) genera
incertidumbre sobre el futuro de
sus relaciones, en varios aspectos.
La permanencia en el mercado
común, que garantiza la libre cir-
culación de capitales, servicios,
personas y mercancías entre sus
miembros, es acaso la vertiente
más importante. Todo ello se de-
batirá en un largo proceso de ne-
gociación, que culminará con la
firma de un acuerdo entre el Reino
Unido y la UE. La pri-
mera ministra británica
Theresa May anunció el
mes de octubre pasado
que activará el artículo
50 del Tratado de Lisboa
antes del 31 de marzo de
2017, lo cual abrirá un pe-
ríodo de dos años para negociar la
salida de la UE.
Este no es un análisis acadé-
mico. Más bien quiere ser una pri-
mera aproximación integral a lo
sucedido hasta el momento en este
caso y a lo que podemos esperar en
el futuro próximo. En este artículo
analizaremos el desarrollo de los
acontecimientos que se han ido
sucediendo hasta la fecha, y trata-
remos de exponer los factores que
han provocado el desencanto de la
población británica y la han lleva-
do a tomar esta decisión, los aspec-
tos que provocaban preocupación
en el país y el perfil de los votantes
del sí al brexit.
Explicaremos, entre otras parti-
cularidades, qué pasos se dieron an-
tes del referéndum, cuáles serán los
aspectos claves de la negociación,
asícomolasdistintasvíasquepuede
seguir el Reino Unido. Aunque hay
posiciones contrapuestas, es im-
bour Party pidió el voto en contra
de la adhesión en el referéndum
celebrado en 1975.2
Pese a ello, ninguno de los
dos partidos centrales del Reino
Unido se había mostrado explíci-
tamente partidario de salir de la
UE. Así pues, ¿cuáles fueron los
motivos que llevaron a celebrar el
referéndum de 2016?
Una causa que cabe destacar es
la insatisfacción con respecto a la
UE. El apoyo a la UE ha sido tradi-
cionalmente bajo en el Reino Uni-
do, pero en otros países (como en
Francia y, en algún momento, en
Italia) el apoyo había bajado más
que en el Reino Unido e incluso
se situaba por debajo en la última
década. 1
Un motivo que, al parecer, im-
pulsó a Cameron y a los conser-
vadores a convocar un
referéndum sobre la UE
fue el rápido ascenso del
United Kingdom Inde-
pendence Party (UKIP),
un partido de extrema
derecha y profunda-
mente antieuropeo. El
UKIP consiguió 24 eurodiputados
y el 27,5% de los votos en las elec-
ciones europeas de 2014. 2
portante garantizar la estabilidad
del país tras la salida. Por último,
abordaremos el impacto del brexit
en la opinión pública europea, en la
economía y en la seguridad.
El camino hacia el referéndum
A principios de 2013, a mitad de su
primer gobierno y para preparar
las elecciones de 2015, David Ca-
meron promete que celebrará un
referéndum sobre la pertenencia
de Reino Unido en la UE.1
En 2015,
los tories de Cameron ganan con
mayoría absoluta las elecciones y
acuerdan celebrar el referéndum
en junio de 2016.
La relación de los británicos
con la UE siempre ha contenido
grandes dosis de ambigüedad. El
Reino Unido no es un país fun-
dador de la unión. Los tories no
forman parte del Partido Popular
Europeo, puesto que no son sufi-
cientemente europeístas, y el La-
1. <http://www.bbc.com/news/uk-politics-21148282>
2. El Reino Unido votó por permanecer en la CEE en la cual había ingresado dos años antes (1973). En las filas del Partido Laborista,
se impuso el NO a la CEE: <http://news.bbc.co.uk/onthisday/hi/dates/stories/april/26/newsid_2503000/2503155.stm>
La relación de los británicos
con la UE siempre ha contenido
grandes dosis de ambigüedad
Euroescepticismo tras el brexit
Fuente: Spring 2016 Global Attitudes Survey. Q10c. "Euroskepticism Beyond Brexit".
Pew Research Center
1
2004
0
100%
2006 2008 2010 2012 2014 2016
72 Polonia
58 Italia
50 Alemania
47 España
44 Reino Unido
38 Francia
27 Grecia
83
69
58
54
37
80
78
49
TRIBUNA LIBRE
La inmigración ha sido uno de
los factores que han movilizado
a los partidarios del brexit, según
Ipsos MORI.3
Sin embargo, visto
en perspectiva, si se compara el
Reino Unido con sus homólogos
europeos, no parece que en aquel
tan una proporción mayor entre la
cantidad total de inmigrantes en
el Reino Unido. Además, este no
forma parte del espacio Schengen,
de modo que tiene un control total
sobre sus fronteras y sobre los vi-
sados. 3
país exista un nivel de inmigración
desproporcionadamente elevado,
pues está por debajo del de España
y Alemania, y algo por encima del
de Italia y Francia. La única dife-
rencia que se observa es que los
ciudadanos no europeos represen-
Año
UKIP
Ganador
Número de votos % de voto Escaños Posición
1994 150.251 1,0 0 8ª Laborista
1999 696.057 7 3 4ª Conservador
2004 2.650.768 16 12 3ª Conservador
2009 2.498.226 17 13 2ª Conservador
2014 4.352.251 27,5 24 1ª UKIP
Elecciones al Parlamento Europeo
Cuota de extranjeros entre la población residente, 1 de enero de 2015 (en %)
Fuente: <http://ec.europa.eu/eurostat/statistics-explained/index.php/File:Share_of_non-nationals_in_the_resident_population,_1_
January_2015_(%25)_YB16.png>
0
10
20
30
40
50
UE-28
Luxemburgo
Chipre
Letonia
Estonia
Austria
Irlanda(*)
Bélgica
España
Alemania
ReinoUnido
Italia
Grecia
Suecia
Dinamarca
Francia
Malta
Eslovenia
PaísesBajos
Rep.Checa
Finlandia
Portugal
Hungría
Eslovaquia
Bulgaria
Croacia
Lituania
Rumanía
Polonia(*)
Liechtenstein
Suiza
Noruega
Islandia
Ciudadanos de Estados no miembros de la UE Ciudadanos de otros Estados miembros de la UE
3
2
3. <https://www.ipsos-mori.com/researchpublications/researcharchive/3746/immigration-is-now-the-top-issue-for-voters-in-the-eu-
referendum.aspx>
(*) provisional
50
TRIBUNA LIBRE
do, tras una justificación formal y
adecuada del fenómeno, reducir
los beneficios sociales de los recién
llegados durante los primeros cua-
tro años. Dicha medida solo podría
estar vigente durante un período
máximo de siete años. La segunda
medida social acordada estaba re-
lacionada con las prestaciones so-
ciales por los hijos que reciben los
ciudadanos británicos —y los euro-
peos. Se acordó que, en el caso de
los migrantes europeos residentes
en el Reino Unido pero con hijos
residiendo en el extranjero, se ten-
dría en cuenta el coste de la vida en
el país de residencia de los hijos a la
hora de calcular la prestación.
Este punto de la negociación
relativo a la migración interna
resultó un tema fundamental du-
rante el referéndum y lo será en la
futura negociación de salida. Y es
que la UE entiende que las cuatro
libertades (de mercancías, de capi-
tales, de servicios y de trabajo) que
conforman el mercado único son
inseparables.
cas en las cargas administrativas,
de acuerdo con las iniciativas de
la «better regulation», y a favor de
reducir la actividad regulatoria in-
necesaria a escala europea.
En soberanía, el acuerdo ex-
plicitaba la falta de compromiso
del Reino Unido por alcanzar una
mayor integración política en la
UE. Las referencias, más bien re-
tóricas, de los tratados a una unión
cada vez más estrecha («ever closer
union») no se aplicarían en el caso
del Reino Unido.
En cuanto a la dimensión de la
migración interna —el punto más
complicado de la negociación—, el
acuerdo matizaba algunas presta-
ciones sociales a que podrían tener
derecho los europeos recién llega-
dos al Reino Unido. Se acordaron
dos medidas fundamentales. En
primer lugar, la UE ofreció al Reino
Unido un «freno de emergencia»
ante casos extraordinarios de au-
mento repentino e insostenible del
número de migrantes europeos.
Este freno permitiría al Reino Uni-
Acuerdo con la Unión Europea
El gobierno de Cameron negoció
con la UE, concretamente a través
de Donald Tusk, presidente del
Consejo Europeo, para lograr un
acuerdo sobre un estatuto especial
del Reino Unido que consiguiera
satisfacer las preocupaciones de
los euroescépticos británicos y así
permanecer en la UE. El referén-
dum decidiría entre brexit y este
nuevo acuerdo, y no entre el statu
quo y el brexit.
Cameronidentificócuatroáreas
de mejora. Estas demandas se refe-
rían esencialmente a cuestiones de
gobernanza económica, competiti-
vidad, soberanía y migración en el
interior de la UE.4
Se llegó incluso a
un acuerdo sobre un nuevo régimen
para el Reino Unido en la Unión Eu-
ropea, que habría entrado en vigor
si el resultado del referéndum hu-
biera sido la permanencia.
El Reino Unido no forma parte
de los estados que integran la zona
euro. En materia de gobernanza
económica, dicho acuerdo preten-
día garantizar que aquellos países
que no manejan la moneda única
también serían tenidos en cuenta
en las reuniones del Eurogrupo y
del Consejo cuando las regulacio-
nes económicas del euro pudieran
afectar a países no miembros de
la moneda. El Reino Unido busca-
ba así una garantía de que la City
(el barrio financiero de Londres y
la principal plaza financiera de la
zona euro) no se vería discrimina-
da por la integración bancaria y fi-
nanciera de la eurozona.
En materia de competitividad,
el acuerdo incluía el compromiso
explícito de la UE a favor de una
regulación mejor y más eficiente,
promoviendo las buenas prácti-
El gobierno de Cameron negoció con la UE
un estatuto especial del Reino Unido que
consiguiera satisfacer a los euroescépticos
británicos y así permanecer en la UE
4. < https://www.gov.uk/government/speeches/
pms-statement-following-european-council-
meeting-19-february-2016>
51
TRIBUNA LIBRE
que se había mostrado ambigua
ante el brexit, primero apoyándolo
y después desmarcándose del mis-
mo antes de finalizar la campaña,
expresó su compromiso de respetar
la voluntad de los ciudadanos bri-
tánicos en las negociaciones para
llevar adelante la salida del país de
la Unión Europea. Para cerrar cual-
quier posibilidad de reconsiderar
la salida, May pronunció la famosa
frase: «Brexit means brexit».
artículo 50 del Tratado de Lisboa).
El 28 de junio, Cameron informó al
Consejo Europeo del resultado del
referéndum en el Reino Unido y,
al día siguiente, los demás Estados
miembros mantuvieron distintas
reuniones para discutir sobre las
consecuencias del resultado sin la
presencia del Reino Unido.
El 14 de julio, se anunció que
Theresa May sería la nueva prime-
ra ministra del Reino Unido. May,
Referéndum
El 23 de junio de 2016, se celebró el
referéndum, en el cual se plantea-
ron estas dos alternativas: brexit o
permanencia bajo el nuevo acuer-
do. Registró una participación del
75% de la población, muy superior
al de las elecciones generales. Al
día siguiente, se conocería el re-
sultado: el 51,89% de la población
apoyó la salida, frente al 49,11% que
votó la permanencia.
Una primera lectura de los re-
sultados subraya, una vez más, la
incapacidad del mercado de prever
el resultado. Las bookies (casas de
apuestas) británicas, tradicional-
mente más certeras que las encues-
tas, daban al brexit poco más de un
22% de probabilidades a finales de
mayo. Al día siguiente del referén-
dum, la libra se desplomaba, sor-
prendida por el resultado.
En función de los resultados y
de las encuestas pre- y postelecto-
rales, observamos que han apoyado
el brexit los grupos siguientes. 4
Los votantes del Partido Con-
servador y del UKIP, partido de
extrema derecha.
Inglaterra, salvo Londres, y en
particular las regiones de Yorkshi-
re y Humberside, Anglia Oriental,
Midlands Occidentales y Midlands
Orientales. (Los ciudadanos de Es-
cocia, Irlanda del Norte, Gales y la
ciudad de Londres votaron a favor
de la permanencia.)
Los ciudadanos mayores de 50
años. (Los jóvenes de menos de 24
votaron de manera abrumadora a
favor del «remain».)
Las rentas medias-bajas y bajas.
Los ciudadanos con solo la edu-
cación secundaria. (Los graduados
universitarios votaron mayorita-
riamente por la permanencia.)
Comienza la negociación
Ante estos resultados, el primer mi-
nistro David Cameron se vio obliga-
do a presentar la dimisión y a dejar
en manos de su sucesor en Downing
Street la activación formal de la
salida (mediante la invocación del
-100 -80 -60 -40 -20 0 20 40 60 80 100
De 50 a 59 años de edad
Yorkshire y Humberside
Anglia Oriental
Midlands Occidentales
Simpatizantes conservadores
Lectores de The Telegraph
Midlands Orientales
Clase social C2 (trabajadores cualificados)
Clase social DE (proletariados y desemp.)
De 60 años de edad o más
Máxima calificación: educación secundaria
Lectores de The Sun
Lectores del Mail
Lectores del Express
Simpatizantes del Partido de la Independencia
del Reino Unido (UKIP)
Lectores de The Guardian
Simpatizantes del Green Party
Simpatizantes de los Lib Dem
Votantes del Partido Nacional Escocés
Simpatizantes laboristas
De 18 a 29 años de edad
Graduados universitarios
Irlanda del Norte
Escocia
Lectores de The Times
De 30 a 39 años de edad
Clase social AB (media y media alta)
Londres
Máxima calificación: bachillerato superior
Clase social C1 (media baja)
Gales
«Remain» «Leave»
Para cerrar cualquier posibilidad de reconsiderar la salida,
May pronunció la famosa frase: «Brexit means brexit»
Principales partidarios del «Remain» y del «Leave»
Fuente: 16.242 británicos adultos fueron encuestados del 21 de febrero al 3 de marzo
de 2016. Los resultados excluyen los casos NS/NC y los que no iban a votar. Las cifras
de Irlanda del Norte pertenecen a una encuesta reciente de LucidTalk.
4
52
TRIBUNA LIBRE
tras no se active la negociación, el
partido está dividido, ya que la in-
certidumbre no beneficia a ningu-
na de las partes. Pero en cuanto el
Reino Unido invoque la salida, el
poder de negociación recaerá en
el lado europeo, ya que el reloj co-
rrerá a su favor: si se extinguen los
dos años sin acuerdo, la UE deter-
minará los términos de la salida de
manera unilateral.
Pese a esta desventaja estraté-
gica, Teresa May ya ha manifestado
cuándo pretende activar el artícu-
lo 50: lo hará, según sus palabras,
en marzo de 2017. El negociador
Barnier anunciaba recientemente
que la negociación debería finali-
zar a mediados de 2018 para que el
acuerdo pudiera ser ratificado por
el Parlamento, por el Consejo y por
los países miembros antes de las
elecciones al Parlamento Europeo
de mayo de 2019.5
Opciones de brexit
La opción por defecto de salir de
la UE es establecer una relación
con el bloque europeo como si se
tratara de un país miembro de la
Organización Mundial del Comer-
cio (OMC). Este sería el caso más
duro de brexit y no está exento de
problemas, ya que requeriría que
el Reino Unido se hiciera miem-
al Consejo Europeo su intención
de retirarse. El proceso de nego-
ciación debe durar dos años como
máximo. Según el artículo 50, el
Consejo adopta el acuerdo por ma-
yoría cualificada, con la aprobación
previa del Parlamento Europeo. Si
no se alcanza dicho acuerdo, la sali-
da se efectuará en los términos que
decidan las instituciones europeas.
Para extender el plazo de la nego-
ciación, se requiere la unanimidad
del Consejo. Si el acuerdo contiene
materias compartidas, tendrá ca-
rácter mixto, por lo cual requerirá
la ratificación de los parlamentos
o de los gobiernos de los Estados
miembros.
Lo anterior se refiere al poder
de negociación de las partes. Mien-
Los negociadores
Poco después de tomar posesión
del cargo, May nombra un nuevo
gobierno marcadamente favorable
al brexit, a diferencia del gobierno
de Cameron, compuesto por perfi-
les diversos. David Davis es nom-
brado ministro para la salida de la
Unión Europea y el ex  alcalde de
Londres Boris Johnson (furibundo
partidario del brexit y competidor
de May para ocupar la posición de
primer ministro) se convierte en
ministro de Asuntos Exteriores.
Por parte de la Unión Europea,
Michel Barnier lidera la negocia-
ción en nombre de la Comisión,
Didier Seeuws representa al Con-
sejo y el liberal belga y europeísta
Guy Verhofstadt representa al Par-
lamento. Los elegidos en el bando
la UE son perfiles antagónicos a
los ministros de May: Barnier es
francés (reavivando así la clásica
rivalidad del Canal de la Mancha)
y, al igual que Verhofstadt, cercano
a posiciones eurofederalistas.
El artículo 50
Una pregunta técnica, aunque im-
buida de política, es: ¿Cómo se sale
de la UE? El artículo 50 del Tratado
de la Unión Europea prevé el pro-
ceso de salida de un estado miem-
bro. Es este quien debe notificar
5. <http://www.reuters.com/article/us-britain-eu-barnier-idUSKBN13V16V>
En cuanto el Reino
Unido invoque la salida,
si se extinguen los dos
años previstos para la
negociación sin acuerdo,
la UE determinará los
términos de la salida
de manera unilateral
53
TRIBUNA LIBRE
acuerdo comercial. El acceso a los
bienes y servicios en los mercados
europeos y británicos se negociaría
uno a uno. Este acuerdo no subor-
dinaría el Reino Unido a las reglas
europeas del mercado único ni
tampoco le obligaría a contribuir al
presupuesto europeo, pero le daría
un acceso muy limitado al mercado
europeo. 5
Por tanto, es previsible que el
debate se centre, por un lado, (a) en
encajar el acceso al mercado de ser-
vicios y, por el otro, (b1) en limitar
el movimiento de personas, (b2) no
reconocer la jurisdicción del Tribu-
nal de la UE y (b3) no contribuir al
presupuesto europeo.
Posiciones negociadoras
Hasta aquí hemos revisado cómo se
llegó al referéndum, cuáles fueron
los motivos que llevaron a los bri-
tánicos a votar por la salida, cómo
es el proceso de salida y cuáles son
las distintas fórmulas que pueden
gobernar la relación entre la UE y
el Reino Unido en adelante. Ahora
bien, ¿cuáles son las posiciones ne-
gociadoras de las distintas partes
implicadas? Aunque ninguna de
las partes ha hecho pública su po-
sición, podemos intentar deducir lo
siguiente.
Recientemente, se ha filtrado
una nota del equipo negociador
del Reino Unido que reflejaba su
objetivo: «Have the cake and eat it
bería acatar sus normas ni contri-
buiría financieramente al mismo.
En el polo opuesto, está el Espacio
Económico Europeo (EEE), en el
cual participan la UE y los países
de la Asociación Económica de Li-
bre Comercio (EFTA), a excepción
de Suiza. Creado en 1994, el EEE
da acceso total al mercado único,
aplica completamente la normati-
va europea —que incluye las cuatro
libertades y la jurisdicción del Tri-
bunal de la UE—, y sus miembros
no pertenecientes a la UE han de
contribuir al presupuesto comu-
nitario, aunque no participan en el
proceso legislativo ni regulatorio.
Esta opción, sin embargo, no
resulta tan sencilla como parece.
El Reino Unido tendría que ingre-
sar de nuevo en la EFTA, de la cual
forman parte tres estados del EEE
(Islandia, Noruega y Liechtens-
tein) y Suiza. Los británicos for-
maban parte de la EFTA antes de
su ingreso en la Comunidad Eco-
nómica Europea en 1972. Rein-
gresar en la EFTA requerirá, pues,
una nueva negociación, especial-
mente con Noruega. Suiza tiene un
acuerdo menos intenso con la UE
que el del EEE, así que está entre
el EEE y un acuerdo de libre co-
mercio (free trade agreement, FTA)
más al uso.
Un brexit relativamente duro,
aunque menos que la primera op-
ción apuntada, resultaría de un
bro de la OMC —ahora mismo lo es
porque pertenece a la UE, pues la
unión es miembro de este organis-
mo. Pero, para hacerse miembro, es
necesario ser aceptado por los de-
más miembros de la OMC tras ha-
ber acordado un complejo sistema
arancelario.
Bajo este «hard brexit», el Rei-
no Unido no tendría acceso total al
mercado único, pero tampoco de-
UE EEE FTA OMC
Acceso al mercado de bienes Sí Sí Parcial Limitado
Acceso al mercado de servicios (a) Sí Sí Limitado No
Libre movimiento de personas (b1) Sí Sí No No
Subordinación al Tribunal y a la reglas UE (b2) Sí Sí No No
Participación regulatoria Sí No No No
Financiación del presupuesto comunitario (b3) Sí Sí No No
Tabla elaborada a partir de <http://bruegel.org/2016/10/beyond-hard-soft-and-no-brexit/?utm_content=buffer75ef2&utm_
medium=social&utm_source=twitter.com&utm_campaign=buffer+(bruegel)>
Opciones de brexit 5
54
TRIBUNA LIBRE
mente se posicionarán a favor de
una UE fuerte, debido a las seña-
les, cuando menos ambiguas, que
llegan desde Moscú y Washington:
a saber, de Putin y Trump.
Consecuencias: ¿más Europa 	
o menos?
Concluimos este breve artículo
apuntando algunas consecuencias
políticas del brexit, más allá de la
negociación en sí.
Obviamente, las consecuen-
cias para el Reino Unido serán —y
ya están siendo— importantes.
Como hemos podido comprobar,
la libra esterlina se ha devaluado
fuertemente desde que se conoció
el resultado del brexit. Esta caída
ha situado, de la noche a la maña-
na, la economía británica por de-
trás de la economía francesa, en
términos relativos. Y la devalua-
ción de la libra aumenta cada vez
que los mercados entienden que
el tipo de brexit que se producirá
será el «duro».7
Además, el resultado del brexit
puede provocar problemas inter-
nos importantes en el Reino Uni-
do. El 62% de los escoceses votó
por la permanencia en la UE. Tras
el referéndum sobre la indepen-
dencia de Escocia en septiembre
de 2014, y ante los resultados del
brexit, la ministra principal de Es-
cocia, Nicola Sturgeon, ya ha pre-
sentado un nuevo proyecto de ley
para solicitar un segundo referén-
dum de independencia.
Los países pertenecientes al
Grupo Visegrád (Polonia, la Re-
pública Checa, Hungría y Eslova-
quia), junto con Rumanía y Bulga-
ria, al igual que los anteriores, no
quieren comprometer la libertad
de circulación de personas, cues-
tión que ya constituyó un requisi-
to importante en sus respectivos
acuerdos de integración.
Países como España, Portugal
y Grecia tampoco apoyarán la po-
sición de permanecer en el merca-
do interior sin la libre circulación
de trabajadores. Además, estarán
muy pendientes del ámbito pes-
quero, ya que la pesca en las aguas
del Atlántico Norte dejaría de ser
accesible para sus flotas.
Los países escandinavos y bál-
ticos (Dinamarca, Suiza, Finlan-
dia, Estonia, Letonia y Lituania),
tradicionalmente alineados con el
Reino Unido, esta vez probable-
too».6
Es decir, mantener el acce-
so al mercado único, pero no estar
sujeto al Tribunal de Justicia de
la UE (TJUE), y restringir la libre
circulación de trabajadores. Esta
es una posición racional, aunque
no parece realista.
Con respecto a los países
miembros, podemos imaginar que,
como de costumbre, habrá distin-
tos grupos:
Los países fundadores de la
UniónEuropea,especialmenteAle-
mania y Francia, defenderán —si no
hay sorpresas en las elecciones ge-
nerales que se celebrarán en estos
países en 2017— la Unión Europea
y sus logros. Además, intentarán
evitar el efecto contagio a otros Es-
tados miembros, procurando ceder
lo menos posible en la negociación.
Es decir, buscarán salvaguardar la
inviolabilidad de las cuatro liberta-
des del mercado único.
Los países fundadores de la Unión Europea,
especialmente Alemania y Francia, intentarán
evitar el efecto contagio a otros Estados
miembros, procurando ceder lo menos
posible en la negociación
6. <http://www.telegraph.co.uk/
news/2016/11/29/shouldnt-try-have-brexit-
cake-eat/>
7. Vid. “Pound sterling value drops as
Theresa May signals ‘hard Brexit’”, The
Independent, 3 de octubre de 2016. <http://
www.independent.co.uk/news/business/
news/pound-sterling-brexit-euro-dollar-
hard-tory-conference-theresa-may-
latest-a7342216.html>
55
TRIBUNA LIBRE
para la Defensa Europea y el Plan
de Implementación de Seguridad y
Defensa, respectivamente.
Conclusiones
El brexit es un fenómeno para-
digmático de un cambio profundo
que está afectando notablemen-
te a los países occidentales, es-
pecialmente a los anglosajones.
Aún falta mucho para entender
en profundidad cuáles han sido
las causas y las fuerzas que han
provocado este desenlace político.
Los relatos basados en las condi-
ciones económicas, la inmigración
o el nacionalismo no parecen sufi-
cientes, por sí solos, para explicar
estos resultados.
Al tiempo que reflexionamos
sobre las causas y los aconteci-
mientos pasados, debemos tam-
bién mirar hacia delante. Como fu-
turo inmediato, podemos esperar
que el proceso de salida del Reino
Unido de la UE constituirá un reto
enorme para todas las partes. La
UE pierde una pieza importante
con el brexit y entra en un proceso
de inestabilidad que seguramente
la tensionará internamente. Tras
el sorprendente —y decepcionan-
te— resultado del referéndum de
junio de 2016, se ha iniciado un
proceso incierto y con mucho en
juego. Europa se debatirá entre al-
canzar un acuerdo que le minimice
los costes y evitar abrir la puerta a
futuras renegociaciones bilatera-
les de los términos de pertenencia
a la UE por parte de los distintos
miembros. Será difícil lograr este
equilibrio: como hemos visto, con-
viven distintos intereses dentro
de la UE, con visiones distintas de
cómo hay que abordar la salida del
Reino Unido
puesto que, durante un tiempo, el
parlamento regional valón se negó
a ratificarlo.
Sin embargo, el apoyo de la
opinión pública a favor de la UE ha
crecido después del brexit. Según
una encuesta realizada por Eupi-
nion, el apoyo de la ciudadanía eu-
ropea a la UE ahora es mayor que
antes del brexit, sobre todo en Ale-
mania, Francia, Polonia, España e
Italia.9
Otra derivada positiva del
brexit, reforzada tras la elección de
Trump en los Estados Unidos, es el
impulso para la integración militar
europea. La salida del Reino Unido
—sin duda, una potencia militar—
de la UE no implica su salida de la
OTAN, pero sí un alejamiento de
las incipientes estructuras mili-
tares europeas: la política común
de defensa y seguridad, el Estado
Mayor de la UE, el Comité Militar
y la Agencia de Defensa Europea.
Y, paradójicamente, ello puede su-
poner un impulso a la integración
militar, por dos motivos: (i) la sa-
lida británica llevará a los demás
miembros a buscar mecanismos
que compensen esta pérdida y (ii),
lo que es más importante, se allana
el camino para dicha integración,
ya que el Reino Unido tradicional-
mente había bloqueado los avan-
ces en este sentido, porque consi-
deraba que la OTAN era la única
estructura necesaria de coopera-
ción militar europea.
De hecho, poco después del re-
feréndum, se presentó la Estrate-
gia Global de la UE y, hace unas se-
manas, en noviembre, la Comisión
y Federica Mogherini, alta repre-
sentante de la Unión para Asuntos
Exteriores y Política de Seguridad,
presentaban el Plan de Acción
La vecina Irlanda también
puede verse afectada debido a su
integración geográfica y econó-
mica con el Reino Unido. Irlanda
es un país que mayoritariamente
apoya la UE. Las relaciones que
tendrá con el Reino Unido tras su
salida de la UE son inciertas. Am-
bos países mantienen un acuer-
do fronterizo (independiente del
acuerdo de Schengen y derivado
del Acuerdo de Paz del Viernes
Santo de 1998), y un cambio en el
mismo podría ocasionar proble-
mas comerciales y, sobre todo, po-
líticos y de seguridad.
Y más relevante será el efecto
político que ello pueda tener sobre
la UE. El resultado del referéndum
ha generado diversas reacciones
en Europa. Las corrientes nacio-
nalistas, como el Frente Nacional
francés, lo han recibido como un
impulso a su campaña contra la
UE.
Asimismo, algunas corrientes
dentro de los nuevos países miem-
bros han aprovechado el resulta-
do del referéndum para legitimar
el concepto de la UE como una
«unión de naciones» y debilitar así
el ejecutivo europeo, la Comisión.
De hecho, se ha llegado a plan-
tear la dimisión de Jean Claude
Juncker, presidente de la Comi-
sión Europea.8
Precisamente, este
clima es el que ha llevado al Conse-
jo de la UE a exigir que el acuerdo
comercial con el Canadá (CETA)
tenga que ser ratificado nacional-
mente por todos los países miem-
bros y no únicamente por el Con-
sejo y por el Parlamento Europeo
—como se deriva de una interpre-
tación europeísta de los tratados
comunitarios. Esta decisión ha
estado a punto de tumbar el CETA,
8. <http://www.euractiv.com/section/future-eu/news/eus-juncker-under-pressure-to-resign-after-brexit-vote/>
9. <https://www.bertelsmann-stiftung.de/en/topics/aktuelle-meldungen/2016/november/brexit-boosts-eu-survey-results/>
La UE pierde una pieza importante con el brexit
y entra en un proceso de inestabilidad que
seguramente la tensionará internamente
56
TRIBUNA LIBRE
57
TRIBUNA LIBRE
57
TRIBUNA LIBRE
Integración de la
economía digital
en el sistema
económico clásico
Eugenio M. Recio
Profesor honorario de ESADE
El Ministerio Federal de Economía y
Energía alemán se ha propuesto diseñar
una estrategia digital para el 2025, y así
garantizar para Alemania una posición
relevante en la «cuarta revolución
industrial» con una sociedad digitalizada.
58
TRIBUNA LIBRE
Introducción
El Ministerio Federal de Economía
y Energía (BMWi) de Alemania se
ha propuesto diseñar una estrate-
gia digital para el 2025 con el fin
de estructurar de forma eficiente el
proceso de digitalización en la eco-
nomía y en la sociedad. Pretende
así garantizar para Alemania una
posición relevante en la «cuarta re-
volución industrial» con una socie-
dad digitalizada.1
Para impulsar este
proceso, el 30 de mayo
de 2016 publicó un Li-
bro Verde en el que se
trataba de identificar,
definir y estructurar
las cuestiones jurí-
dicas y regulatorias
que deben tomarse
en consideración en
el marco de la digita-
lización.
Con esta especie de «consulta
pública» el Ministerio alemán se
proponía presentar un documen-
to para debatirlo en el Parlamento
y en la Comisión Europea (CE), de
modo que a comienzos del 2017 se
puedan recoger en un Libro Blanco
los principios y las reglas que per-
mitan un ordenamiento que inte-
gre la digitalización en el sistema
De los siete capítulos del Li-
bro Verde, que recogen las doce
tesis que han servido de base a las
personas que han manifestado sus
opiniones, vamos a centrar nues-
tra atención en los aspectos que
más directamente se refieren a la
problemática de la integración de
la economía digital en el sistema
de la economía social de mercado
(ESM).
El Libro Verde
parte de la constata-
ción de que es nece-
sario «un nuevo mar-
co de ordenamiento
porque los mercados
digitales se diferen-
cian en una parte
fundamental de los
mercados clásicos»,
y el ministro Gabriel,
en el prólogo del se-
gundo documento,
coincide en que los principios bá-
sicos de la ESM «están sometidos
a una fuerte presión o son pasados
por alto. Esto aparece sobre todo,
teniendo en cuenta la presencia
progresiva y la importancia de las
‘plataformas digitales’ tales como
las máquinas buscadoras de datos,
las redes sociales y los lugares de
comercio online».
económico y social vigente en la
Unión Europea (UE).
A finales de septiembre, el Mi-
nisterio publicó las respuestas a di-
cha consulta en un segundo docu-
mento de noventa páginas titulado
«Zwischenspeicher» («Almacena-
miento intermedio»), en cuyo pró-
logo, firmado por el ministro so-
cialdemócrata Sigmar Gabriel, se
agradece la colaboración de cien-
tíficos, empresarios, sindicalistas y
asociaciones con sus variadas res-
puestas a las doce tesis planteadas
en el Libro Verde.
Nos ha parecido que puede ser
enriquecedor, para los que se pre-
ocupan en nuestro país por esta
problemática, dar a conocer algu-
nos de los problemas apuntados en
las dos publicaciones.2
1. En España, las dos patronales de empresas relacionadas con la digitalización, ADIGITAL y AMETIC, manifestaron, en unas jornadas
celebradas en septiembre de 2016, su intención de proponer al nuevo Gobierno la creación de algún organismo encargado de promover,
supervisar y ejecutar la digitalización e incluso la creación del Ministerio de Economía y Sociedad Digital. Esta preocupación por la
incorporación de las nuevas tecnologías se evidenció también en el XXX Encuentro de Telecomunicaciones y Economía Digital (UIMP,
Santander, septiembre de 2016). El hecho de que al Ministerio de Energía y Turismo del Gobierno constituido en noviembre se haya
añadido Agenda Digital puede ser la respuesta a las demandas indicadas, aunque queda por ver qué atribuciones tendrá dicha Agenda.
2. Ambas publicaciones se encuentran disponibles en la web del BMWi: www.de.digital
En mayo de 2016 el Ministerio de
Economía y Energía alemán publicaba un
Libro Verde en el que trataba de identificar,
definir y estructurar las cuestiones
jurídicas y regulatorias que deben tomarse
en consideración en el marco de
la digitalización
59
TRIBUNA LIBRE
Síntesis de nuestro
planteamiento
Estructuraremos nuestra exposi-
ción con el siguiente orden:
·	 Primero trataremos de explicar
lo que se entiende por «platafor-
mas digitales», ya que son uno de
los instrumentos principales con
los que opera la «economía digi-
tal».
·	 A continuación analizaremos las
singularidades que caracterizan
a una «economía basada en da-
tos», que es algo fundamental de
la «digitalización».
·	 Después expondremos las inter-
dependencias entre las platafor-
mas digitales y las telecomuni-
caciones, porque esto nos lleva
a precisar dificultades muy con-
cretas que surgen en el funciona-
miento de la economía de merca-
do cuando se tiene en cuenta la
digitalización.
·	 Llegados a este punto, comen-
taremos la necesidad de definir
nuevas regulaciones para esta-
blecer un «derecho de competen-
cia» en el ámbito digital.
·	 Finalmente concretaremos lo
que puede ser una instituciona-
lización de la economía digital
para hacer viable su integración
en la ESM.
El concepto de «plataforma
digital»
Dado que tanto en el Libro Verde
como en el documento que recoge
los comentarios a sus tesis se atri-
buye a las «plataformas digitales»
un influjo muy importante en la
configuración de la economía digi-
tal, consideramos necesario expo-
ner las dificultades que se han en-
contrado a la hora de definir lo que
se entiende por «plataforma digi-
tal». Esto, además, nos puede ayu-
dar a tener en cuenta una cuestión
metodológica de gran importancia
utiliza internet para facilitar inte-
racciones entre dos o más grupos
de usuarios distintos, pero inter-
dependientes, para generar valor,
al menos para uno de los grupos.
Ciertas plataformas, por tanto, son
calificadas como proveedoras de
servicios intermediarios».
La digitalización como «una
economía basada en datos»
Entre las diferentes definiciones
que se suelen emplear al hablar de
la «digitalización», nos parece que
la más significativa para nuestro
ámbito de estudio es su caracteri-
zación como «una economía basa-
da en datos». Los datos tienen un
valor económico, que puede ser
muy diferente según la calidad y el
grado de su elaboración. Se trata,
por tanto, de tener en cuenta unos
mercados en los que su valor eco-
nómico central no serán produc-
tos físicos ni servicios normales,
sino datos. Numerosos modelos
de negocios en internet se basan
en utilizar económicamente datos
que pueden estar relacionados con
personas o que pueden ser datos
anónimos, con las consiguientes
consecuencias que esto puede te-
ner en el marco del ordenamien-
to del sistema económico. De esta
manera queda justificada la im-
portancia que se da a ese otro tér-
mino tan utilizado como es el de
Big Data.
Desde diferentes puntos de
vista se advierte que el operar con
datos puede llevar a una concen-
tración de poder que amenaza la
estructura de la competencia, lo
que pone en cuestión los modelos
para quien intente analizar con
cierto rigor todo lo que se refiere a
la «digitalización» por la ambigüe-
dad que presenta la rica terminolo-
gía que utilizan los que operan con
estas tecnologías.
El Libro Verde advierte que
«una definición unitaria de ‘pla-
taforma digital’ apenas es posible
dada su gran variedad», por lo que,
para facilitar el trabajo que se pro-
ponen, los autores recurren a una
definición poco precisa según la
cual «las plataformas digitales son
servicios basados en internet que,
a través de la agregación, selección
y presentación (de datos) dan a co-
nocer hechos».
Las dificultades se repiten
cuando se abordan «las particulari-
dades de las plataformas digitales».
Se empieza señalando que «no hay
todavía ninguna definición recono-
cida de las numerosas, y en parte,
muy diferentes plataformas en
línea o digitales», y se propone la
de la Comisión de Monopolios del
Ministerio alemán, que no presen-
ta cambios significativos respecto
a la anteriormente mencionada, al
describir las plataformas como «un
intermediador que relaciona dife-
rentes grupos de usuarios de forma
que se puedan integrar económica
o socialmente».
A continuación se añade, con
más detalle pero siguiendo las lí-
neas esenciales, la definición que
propuso la Comisión Europea (CE)
en una encuesta pública,3
en la que
literalmente se afirma que «la pla-
taforma en línea se refiere a una
forma de operar en dos mercados
(o en mercados muy variados) que
3. <https:ec.europa.eu/digital-single-market/news/public-consultation-regulatory-environment-platforms-online-intermediares-
data-and-cloud>
Pese a la dificultad por definir lo que
se entiende por «plataforma digital» debido
a su gran variedad, se puede describir como
«un intermediador que relaciona diferentes
grupos de usuarios de forma que se puedan
integrar económica o socialmente»
60
TRIBUNA LIBRE
que se conozca el verdadero valor
de los servicios que ofrece el ma-
nejo de dichos datos. Por eso, se
advierte que debe evitarse que se
fijen los precios con medios no
accesibles a los usuarios potencia-
les, y entre los comentaristas de la
consulta son mayoría quienes exi-
gen transparencia en favor de los
consumidores.
Por todo lo expuesto nos en-
contramos, por lo tanto, con una
importante dificultad para inte-
grar la economía digital en el co-
rrecto funcionamiento del merca-
do que establece la ESM: riesgos
que afectan a la libre competencia
y a la falta de transparencia res-
pecto a los sujetos de la demanda
en la determinación de los precios.
Temas que, como veremos, deben
ser objeto de revisión si se quiere
facilitar la integración en el siste-
ma económico clásico.
datos. Mediante una recopilación
sistemática de dichos datos y de
una elaboración rapidísima de
estos, pueden crear y difundir
publicidad, que es la fuente de
su financiación. Hay, sin embar-
go, ofertas de datos que suponen
servicios digitales sin retribución
monetaria. Es más, la intensa acu-
mulación de datos útiles a través
de plataformas puede llevar a una
clara desigualdad o asimetría de
información entre las empresas,
que disponen de los datos, y los
consumidores, que no tienen ac-
ceso a ellos. Respecto a este pun-
to, las opiniones entre los partici-
pantes en la consulta fueron muy
variadas. Para algunos, sería una
problemática poco importante.
Sin embargo, para los autores del
Libro Verde, estos desequilibrios
de información pueden perjudi-
car a los consumidores al impedir
de negocio existentes. Por ello, no
es sorprendente que el 77% de los
participantes consultados en el
Libro Verde reconocieran la nece-
sidad de que los datos se utilicen
con cierta moderación y que el 71%
admitieran expresamente la nece-
sidad de someter la «economía de
datos» a una cierta regulación.
No faltan ejemplos que mues-
tran que la competencia se va eli-
minando en determinados mer-
cados digitales. En Alemania 21
millones de ciudadanos utilizan
diariamente Facebook, y Google
tiene una participación del 90% en
el mercado de las búsquedas por
internet. Estas desproporciones
plantean cuestiones fundamenta-
les sobre el mercado competitivo
y hacen necesario un análisis muy
detenido del marco de ordena-
miento del sistema socioeconómi-
co, sin que esto signifique que no
se reconozcan las nuevas posibili-
dades que las plataformas ofrecen
para mejorar la situación de la eco-
nomía y de la sociedad.
Las plataformas digitales tra-
bajan frecuentemente con mode-
los de negocios que operan con
Los datos tienen un valor económico,
que puede ser muy diferente según
la calidad y el grado de su elaboración
61
TRIBUNA LIBRE
miento de un derecho de la com-
petencia es compatible con dicha
economía. También en la economía
digital es importante establecer un
derecho general de la competencia
que garantice la libertad de elec-
ción y defienda los derechos de los
consumidores y equilibre el terre-
no de juego entre empresas.
Un grupo de expertos, en com-
binación con los responsables de
la Administración de las prácticas
anticompetitivas,5
ha llegado a la
conclusión de que determinados
criterios de la economía de com-
petencia no se adecuan, sin modi-
ficaciones, a la economía digital.
En este contexto advierten que la
esencia del mercado no se limita al
mecanismo de los pre-
cios y que los usuarios de
internet pueden «pagar»
un servicio ofreciendo
datos al que antes tam-
bién les ha proporcio-
nado otros datos. Por
ello, para garantizar una
aplicación eficiente de
un tipo de mercado más
complejo, pero fiel a los principios
anticartel, consideran necesario
aclarar que puede existir un mer-
cado en el que la retribución mone-
taria se sustituya por una oferta de
rendimiento, en la que la relevancia
de los datos se aprecie por el traba-
jo conjunto de las autoridades res-
ponsables de evaluar las posibles
prácticas anticompetitivas y de los
responsables de la protección de
datos de las correspondientes pla-
taformas de internet.
Lascuestionesplanteadasmues-
tran con claridad la problemática
que supone la elaboración de ese
nuevo modelo, que debe sistema-
tizar la política económica y social
de esta cuarta revolución industrial
impulsada por el desarrollo tecno-
discriminación se evidencia cuan-
do las plataformas entran en con-
currencia con los servicios clásicos
de telecomunicación como ocu-
rre, por ejemplo, con los servicios
de mensajería de WhatsApp, que
compiten con el clásico sistema de
información SMS y con servicios
de voz por internet (VolP) como
Skype. Estas diferencias pueden
originar de nuevo desigualdades
en un mercado de competencia,
por lo que los autores del Libro
Verde se plantean si convendría
ampliar la regulación existente de
los servicios de telecomunicación
para incluir también a las platafor-
mas. A ello se objeta que esa nueva
regulación tendría que respetar el
sentido subyacente a ambas acti-
vidades; si esto fuera así, habría
dos alternativas: o un servicio
electrónico de comunicación, que
permitiría una regulación unitaria
para telecomunicación y platafor-
mas, o el desarrollo de una nueva
regulación solo para plataformas,
lo cual podría provocar incoheren-
cias entre diferentes regímenes de
regulación.
Problemática de un derecho de la
competencia en el ámbito digital
El éxito de algunas plataformas
digitales y su acceso a grandes can-
tidades de datos y clientes sobre
la base de unos costes marginales
prácticamente nulos han generado
la duda de si el marco de ordena-
Las plataformas digitales
y las telecomunicaciones
Una vez expuestos los elementos
que caracterizan a la economía
digital y sus principales proble-
mas, en el Libro Verde se sugieren
algunas de las posibilidades que
facilitarían la integración de la di-
gitalización en el sistema tradicio-
nal de una economía social, libre y
competitiva. Para ello, se exponen
las interdependencias técnicas y
económicas entre las plataformas
digitales y las infraestructuras de
las telecomunicaciones, y se sugie-
ren las posibles maneras de incor-
porar este nuevo planteamiento
económico al ordenamiento clá-
sico de una economía de mercado
competitiva.
Con esta finalidad,
el 30 de agosto del 2016
la CE publicó un regla-
mento para garantizar
la llamada «neutralidad
de internet», documen-
to que no ha resultado
satisfactorio para todos
los interesados en esta
cuestión.4
El Libro Verde afirma, por su
parte, que las plataformas digitales
no son técnicamente concebibles
sin redes de telecomunicación,
pero, desde un punto de vista eco-
nómico, los ofertantes de las pla-
taformas y los impulsores de las
redes de telecomunicación pueden
ofrecer rendimientos diferentes
a lo largo de la misma cadena de
creación de valor. Ello es así por-
que, mientras que los operadores
de las redes de telecomunicación
están sometidos a una regulación
específica, los ofertantes de las
plataformas digitales solo están
sometidos a las reglas generales
del comportamiento ciudadano y
a la ordenación del mercado. Dicha
4. Se trata de un problema de gran actualidad porque las operadoras de telecomunicaciones que operan en nuestro país (Telefónica, Vodafone
y Orange), advirtiendo que quieren una legislación «justa y para todos» en materia de internet y mostraron sus reservas ante el Reglamento
publicado por la CE el 30 de agosto del 2016 que pretende garantizar la llamada «neutralidad de internet). El principio general de neutralidad
de la red establece que no se pueden bloquear o discriminar los contenidos que se transmitan por la red (excepto en los casos en los que medie
una orden judicial). Los responsables de las operadoras de telecomunicaciones consideran que la propuesta de la CE las discrimina, puesto
que, al someterlas a reglas y controles, no tienen la libertad que se reconoce a las redes de internet. Poco después, el 14 de septiembre del 2016
la CE aprobó una serie de nuevos proyectos legislativos para adaptar el sector de las telecomunicaciones a la realidad digital del siglo xxi. Estos
proyectos establecen como un derecho universal el acceso a la banda ancha, por lo que obligan a las administraciones a garantizar una oferta de
internet asequible a todos los ciudadanos.
5. Libro Verde, págs. 46-47.
En el Libro Verde se exponen
las interdependencias técnicas y
económicas entre las plataformas
digitales y las infraestructuras de
las telecomunicaciones
62
TRIBUNA LIBRE
63
TRIBUNA LIBRE
lo tanto, difícil de integrar en el
sistema tradicionalmente bien es-
tructurado de una economía libre,
social y competitiva de mercado.
Sin embargo, sorprendentemente,
las personas que valoraron las tesis
del Libro Verde, al tratar sobre la
institucionalización, se limitaron a
mantenerse en un nivel genérico y
apenas debatieron aspectos concre-
tos de la Agencia Digital propuesta.
Asimismo, tampoco entraron a dis-
cutir sobre cómo podría garantizar-
se el funcionamiento del mercado
y la distribución de competencias
entre el nivel nacional y el europeo.
Muestra todo ello de las dificultades
y retos que deben afrontarse en este
debate.
En los documentos citados no
se plantean conclusiones formales
sobre la problemática que hemos
tratado de exponer porque se es-
pera que estas se recojan en el Li-
bro Blanco que, como hemos dicho
en la introducción, se prevé que el
Parlamento y la Comisión Europea
publiquen a principios del 2017, te-
niendo como base las sugerencias
del Libro Verde y los resultados de
la consulta promovida por este
cárteles o los organismos de de-
fensa del consumidor) en los pro-
cesos de digitalización, así como
identificar y eliminar los impedi-
mentos para la puesta en prácti-
ca de las estrategias políticas, tal
como hacen, en sus respectivos
sectores, el Servicio Federal del
Clima o el Servicio Federal para la
Migración y los Refugiados.
La Agencia Digital se centraría
sobre todo en el establecimiento
sostenible de competencias digi-
tales en los ámbitos económico,
jurídico y técnico. Dadas las con-
secuencias, en parte evolutivas y
en parte revolucionarias, de la di-
gitalización, se debe analizar con
objetividad el proceso dinámica-
mente efectivo, que debe ir acom-
pañado continuamente de una
valoración de las consecuencias de
la tecnología. A partir de esta base
de ciencia y experiencia, para la
transformación digital se debería
crear un grupo de reflexión o think
tank, científicamente neutral, que
asesorara al Gobierno federal en
materia de digitalización. De esta
manera, se intentaría ordenar un
sector demasiado anárquico y, por
lógico, la cual, según se señaló en el
Foro de Davos de enero del 2016,6
puede aportar fuertes estímulos al
crecimiento económico, si bien con
cambios transcendentales en la ges-
tión de los recursos humanos. Por
ello, sí parece necesario impulsar un
marco institucional relacionado con
la digitalización y plenamente cohe-
rente con los principios del modelo
de la ESM.
Institucionalización
de la economía digital
La ESM confiere un papel muy im-
portante al Estado y sus institucio-
nes para que el funcionamiento del
mercado libre y competitivo tenga
unos resultados que favorezcan
la cohesión social. Por eso, para
ser coherentes institucionalmente
con la dinámica y efectividad de la
digitalización, se necesitan con-
ceptos temporalmente adecuados
para el desarrollo socioeconómi-
co y político y para su ejecución.
Cuestiones específicas sobre la
competencia, el mercado y los
consumidores, así como las que se
refieren a la economía y seguridad
de los datos, deben ser tomadas en
consideración por las entidades
públicas competentes, que dispo-
nen de los recursos necesarios.
Por eso, el Libro Verde propo-
ne la creación de la Agencia Digi-
tal7
como organismo competente
capaz de elevados rendimientos y
unido internacionalmente a través
de la red. Esta agencia podría apo-
yar a otras autoridades (como la
Administración federal contra los
6. El lema escogido para la edición del Foro de Davos del 2016 fue precisamente «Dominando la cuarta revolución industrial». Asimismo, de
los estudios que han presentado renombradas consultorías internacionales como Accenture Strategy, KPMG, PwC o ADECCO se deduce una
doble vertiente del potencial de la digitalización: si bien, por una parte, podría incrementar el PIB mundial en 1,8 billones de euros según una
proyección realizada para el período 2015-2020, por otra, podría destruir 7,1 millones de puestos de trabajo, creando solo en dicho período
2 millones.
7. Como hemos indicado en la nota 1, las patronales españolas del sector de la digitalización se han preocupado de este tema y han propuesto
diversas soluciones, mientras que en la CE existe ya una comisión para el área digital cuyo comisario es el alemán G. Oettinger.
También en la economía digital es importante
establecer un derecho general de la competencia
que garantice la libertad de elección y defienda los
derechos de los consumidores y equilibre el terreno
de juego entre empresas
Las conclusiones formales sobre este
debate se han de recoger en el Libro
Blanco que el Parlamento y la Comisión
Europea tienen previsto publicar a
principios del 2017
64
BOOK REVIEWs
64
Geoffrey G. Parker, Marshall Van Alstyne y Sangeet
Choudary, WW Norton and Co., 2016. 336 páginas
L
as elecciones estadounidenses se han visto in-
fluenciadas por las falsas noticias en Facebook,
mientras que la campaña ayudó a la red social a
superar en ingresos publicitarios al conjunto de la
prensa tradicional del país. Google ya lo consiguió hace un
lustro. Netflix, Amazon y HBO acaparan el 70% de las no-
minaciones en los Globos de Oro en la categoría de series.
Mientras que el consumo de televisión decrece entre los
millennials, un youtuber sueco ingresó quince millones de
dólares en 2015 según Forbes. La regulación de servicios de
economía colaborativa como Uber o Lyft acapara titulares
por todo el globo desde Bar-
celona hasta Taipei. Airbnb
ha superado a las grandes
cadenas hoteleras sin con-
tar con ninguna habitación
en propiedad. Los mayores
centros comerciales a nivel
mundial son Amazon y Ali-
baba, lo que provoca el cie-
rre de cadenas de tiendas en
China y los Estados Unidos. En los Juegos Olímpicos de Río
aplicaciones como Tinder propiciaron que muchos atletas
se emparejaran, lo que no debería ser noticia si tenemos
en cuenta que el 15% de los adultos estadounidenses han
usado este tipo de aplicaciones alguna vez. WhatsApp ha
dejado obsoletos los servicios de mensajería de las telecoms
y da servicio a mil millones de usuarios con una plantilla
que recientemente no superaba la centena de trabajadores.
La obligación de la Comisión Europea a Apple de devolver
13.000 millones de euros en impuestos es la mayor sanción
económica de su historia.
¿Cómo ha sido posible está revolución? Todas estas
compañías comparten una característica: son plataformas.
Muchas de ellas no existían al comienzo del milenio, pero
ya ocupan seis posiciones entre las diez compañías con ma-
yor capitalización del mundo al cierre del tercer trimestre
de 2016.
Tuberías frente a plataformas
Las plataformas han superado a gran velocidad a gigantes
empresariales que han dominado sus respectivos merca-
dos durante décadas y que contaban con muchos más re-
cursos, considerados durante largo tiempo como impres-
cindibles. Según Geoffrey G. Parker, Marshall Van Alstyne
y Sangeet Choudary, autores de Platform Revolution, estas
grandes compañías tradicionales funcionan como «tube-
rías» lineales. La cadena de valor consiste en introducir
los insumos provenientes
de proveedores en la tu-
bería, los cuales, tras una
serie de procesos, se trans-
forman en un producto fi-
nal que aparece en el otro
extremo del conducto para
ir a parar al cliente. Basa-
das en economías de escala
de la oferta, el éxito de estas
empresas provenía del incremento del volumen para re-
ducir precios, lo que permitía continuar aumentando los
volúmenes. De esta manera, las «tuberías» se centran en
las cinco fuerzas competitivas de Michael Porter (la ame-
naza de nuevos competidores y la de productos o servicios
sustitutivos, el poder de negociación de clientes y el de
proveedores, y la intensidad de la competencia). Por ello,
sus esfuerzos se enfocan a la mejora de la eficiencia, el
control de los recursos y la limitación de la competencia.
Las plataformas, sin embargo, basan su éxito en la
economía de escala de la demanda. Ello es posible gracias
a la superación, a través de la tecnología, de la necesidad
de grandes costes fijos de activos físicos (Uber no posee
PLATFORM
REVOLUTION
(«Revolución de plataforma:
cómo los mercados en red están
transformando la economía y cómo
hacer que funcionen para usted»)
Álvaro Imbernón
Investigador no residente de ESADEgeo
Las plataformas basan su éxito en la
economía de escala de la demanda. Ello es
posible gracias a la superación a través de
la tecnología de la necesidad de grandes
costes fijos de activos físicos
65
BOOK REVIEWs
65
coches ni Airbnb habitaciones). El objetivo de las plata-
formas es el de «consumar matches entre los usuarios
y facilitar el intercambio de bienes, servicios o moneda
social, lo que permite la creación de valor para todos los
participantes». Gracias al efecto de red que facilita la tec-
nología y la eliminación de intermediarios ineficientes,
las plataformas pueden crecer más rápidamente que las
compañías «tubería». Cuanto más usuarios atraiga una
plataforma, mejor será la coincidencia o matches entre
oferta o demanda, lo que incrementará el valor del ecosis-
tema e iniciará un círculo virtuoso que se retroalimenta.
Así, cuando Uber incrementa usuarios, atrae a más con-
ductores, mejora el servicio y baja precios, lo que facili-
ta la atracción de más usuarios. Este efecto red propicia
mercados winner-takes-all en los que solo hay espacio
para unos pocos ganadores y empresas muy especializa-
das que se centran en nichos.
Círculo virtuoso de Uber, según David Sack usado en
Platform Revolution
Más demanda
Más conductores
Más y mejor
cobertura
geográfica,
saturación
Menor tiempo
de inactividad
para el conductor
Precios más bajos
Menor tiempo de
espera para el cliente
Además, este crecimiento proporcionará más datos que
pueden ser analizados con el objetivo de generar más valor
para el conjunto de la plataforma. La conectividad, la inte-
racción y el compromiso de los usuarios en la plataforma
son claves. Por ello, el conocimiento, la gestión y la puesta
en valor de la comunidad son prioridades para los directi-
vos de una plataforma ya que les permitirán personificar la
oferta y así ajustarse mejor a la demanda a fin de propiciar
más y mejores matches. Así, las aplicaciones de mapas, co-
rreo, calendario o traducción de Google amplían el conoci-
miento que la empresa tiene de sus usuarios y mejoran la
calidad de su buscador y de Android.
Lasplataformassonporsupropianaturalezamásabier-
tas que las tuberías, por lo que la separación entre clientes,
proveedores y competencia ya no es tan clara, y en muchos
casos las aportaciones desde el exterior de la plataforma
aportan valor al ecosistema. Es el caso de los desarrollado-
res de aplicaciones en plataformas como Android o iOS.
A lo largo del libro los autores desarrollan los factores
que inducen al éxito o al fracaso de las plataformas. Una
guía que hace digerible la compleja literatura académica
sobre el tema, si bien de forma un tanto sistemática, lo que
puede hacer perder interés al lector menos motivado. Men-
ción especial merecen los nuevos estilos de liderazgo que
las plataformas propician, caracterizados por una mayor
apertura, desintermediación y enfoque en la calidad de las
interacciones en la plataforma y sus parámetros de gober-
nanza. Así, las empresas «tubería» se verán forzadas a un
gran replanteamiento de sus modelos de negocio, incluso
en sectores en los que la disrupción hoy es menor como la
energía, las finanzas o la Administración pública. Los auto-
res presentan ejemplos de incapacidad de líderes empre-
sariales de adaptarse a este nuevo paradigma como los de
Sony, Nokia o el paradigmático caso de Rupert Murdoch
tras la compra del fallido Myspace.
El apartado sobre la regulación gubernamental de las
plataformas es más genérico. No aporta grandes soluciones
y, sobre todo, no hace hincapié en los perdedores que ge-
nera esta revolución a través de la destrucción de empleos
propios de la clase media y la exacerbación de las diferen-
cias salariales. Los autores de Platform Revolution afirman
que las plataformas se están comiendo el mundo: ¿termi-
naremos por amarlas como consumidores pero odiándolas
como trabajadores?
66
TEMAS A DEBATEBOOK REVIEWs
Branko Milanovic, The Belknap
Press of Harvard University, 2016.
299 páginas
Elefantes y olas
Los tiempos actuales parecen profun-
damente pesimistas. Los movimientos
antiglobalización y ultranacionalistas
están en auge. La idea de progreso ex-
perimenta un retroceso, crecen las des-
igualdades y los miembros de la próxi-
ma generación vivirán peor que sus
padres. La mayor apertura económica
que ha caracterizado la globalización
parece haber entrado en decadencia
mientras que el populismo y el nacio-
nalismo siguen creciendo. ¿Todo ello
es cierto? Desde una perspectiva glo-
bal, las afirmaciones anteriores, bas-
tante extendidas, son muy discutibles.
El mundo no ha dejado de progresar in-
cluso durante la Gran Recesión. Basta
con consultar los datos de los últimos
veinte años, que indican que la pobre-
za extrema y la mortalidad infantil se
han reducido y la enseñanza primaria
universal se ha generalizado. O sim-
plemente observar el desarrollo expe-
rimentado en Asia Oriental. De hecho,
el autor de este libro considera que el
proceso de globalización es probable-
mente el primer período desde la Re-
volución Industrial en que la desigual-
dad de ingresos se ha reducido a escala
global. Según Gallup, en la actualidad
los europeos, los japoneses y los esta-
dounidenses se muestran pesimistas
sobre las posibilidades de que mejore
su calidad de vida, mientras que 14 de
los 15 países cuya población es más op-
timista al respecto son africanos.
El incremento de los flujos de ca-
pitales, bienes, servicios y personas
ha generado grandes beneficios, pero
estos no han sido bien distribuidos.
¿Quiénes son los ganadores y los per-
dedores de la globalización? Si esta se
prolonga en el tiempo, ¿qué impacto
cabrá esperar de ella? Para responder a
estas preguntas, es preciso adoptar una
perspectiva multidisciplinaria y glo-
bal, basada en datos empíricos. Branko
Milanovic, economista serbio naciona-
lizado estadounidense, experto en de-
sarrollo y desigualdad de ingresos, es la
persona idónea para abordar esta tarea
puesto que posee una gran experiencia
en el tratamiento de los datos globales
sobre la desigualdad, tanto en el Banco
Mundial como en el Luxembourg Inco-
me Study. En esta obra, Milanovic lleva
a cabo un repaso de la historia de la des-
igualdad, que es un complemento per-
fecto de su libro anterior, titulado The
Haves and the Have-Nots: A Brief and
Idiosyncratic History of Global Inequa-
lity[«Losquetienenylosquenotienen.
Breve y particular historia de la des-
igualdad global»]. Milanovic acompaña
su análisis económico con un enfoque
histórico y político. El resultado es una
obra imprescindible para todos los lec-
tores interesados en la materia, ya sean
economistas, diseñadores de políticas
públicas y, en general, todos aquellos
que quieran entender cómo ha evolu-
cionado la desigualdad de ingresos.
La paradoja global del elefante
Global Inequality se centra más en la
desigualdad de ingresos que en la ri-
queza, y más en la desigualdad global
que en la nacional. El libro comienza
con el célebre diagrama del elefante,
que muestra la evolución de los in-
gresos reales a escala global de 1988 a
2008, distribuidos en deciles, de más
pobre a más rico. A simple vista, es fá-
cil apreciar que el período de globaliza-
ción que va desde aproximadamente la
caída del Muro de Berlín hasta el esta-
llido de la crisis financiera se caracteri-
za por a) la emergencia de lo que podría
calificarse como «la nueva clase media
mundial»; b) el estancamiento de los
ingresos de las clases medias y trabaja-
doras de los países desarrollados, y c) el
auge de la «plutocracia global».
Este período es, probablemente, el
de mayor globalización de la historia
(salvo en movilidad laboral), en que el
comercio ha crecido a un ritmo muy
superior al PIB mundial y los flujos de
capitales internacionales se han incre-
mentado de forma muy considerable,
incluyendo las inversiones extranjeras
directas. Esta mayor apertura, unida
al cambio tecnológico, que beneficia a
quienes disponen de más capacidades,
ha propiciado grandes cambios en el
reparto de los ingresos. Los grandes
ganadores han sido los que ocupan el
bloque central de la distribución de
los ingresos mundiales (percentiles
45 a 65), que en el período 1988-2011
han duplicado sus ingresos. Estos se
encuentran principalmente en China
y, en menor medida, en las principales
urbes de los países asiáticos en vías de
desarrollo (Vietnam, Tailandia), aun-
que todavía están muy lejos de la tra-
dicional clase media occidental. Buena
parte de ellos eran campesinos que han
emigrado a las ciudades para trabajar
en fábricas y talleres. Algunas de las
grandes incógnitas son si este proceso
proseguirá ahora que China se halla
más cerca de la media global de ingre-
sos y si los países del Asia meridional o
del África subsahariana serán capaces
de emular al Imperio Central. Por su
parte, las clases medias y trabajadoras
GLOBAL INEQUALITY:
A NEW APPROACH FOR THE AGE OF GLOBALIZATION
(«Desigualdad global: un nuevo enfoque
para la era de la globalización»)
Álvaro Imbernón
Investigador no residente de ESADEgeo
66
67
TEMAS A DEBATEBOOK REVIEWs
de los países occidentales (percentiles
80 a 95) han visto cómo sus ingresos
se congelaban, pese a las ganancias
en productividad. Serían los famosos
perdedores de la globalización, cada
vez más célebres a raíz del triunfo de
Trump, de la victoria de los partida-
rios del brexit y del auge del nativismo
en Europa. En este caso, los críticos
de Milanovic señalan que la curva del
elefante está muy condicionada por
las experiencias de Japón y de los es-
tados pertenecientes al espacio post-
soviético, y que el estancamiento de los
ingresos no es tan agudo. Otra crítica
plausible es que Milanovic no abunda
en la injusticia intergeneracional de
las sociedades occidentales, en que los
jóvenes salen perdiendo mucho más
que sus padres y abuelos.
Por último, el autor señala a los
súper ricos como los otros grandes
beneficiados del proceso de globaliza-
ción. No se trataría del «top 1%» mun-
dial, unos 70 millones de personas
que incluyen el 12% de la población
estadounidense, pues es-
tos habrían incrementado
sustancialmente sus in-
gresos entre 1988 y 2008,
pero habrían sufrido la cri-
sis de 2008 a 2011, sino de
los «plutócratas globales»,
unos billonarios que se
han visto beneficiados por
la mayor apertura econó-
mica y el progreso tecnológico.
Las olas de Kuznets
Mientras la desigualdad en los ingresos
se ha reducido a escala global gracias a
una mayor convergencia entre las eco-
nomías emergentes y las de los países
desarrollados, a escala nacional la des-
igualdad se ha incrementado sustan-
cialmente. La otra gran novedad que
aporta el libro es la reinterpretación de
la hipótesis del economista Simon Kuz-
nets. La curva de Kuznets indica que la
desigualdad es baja cuando los niveles
de desarrollo son reducidos, que se in-
crementa en los períodos de industria-
lización y que disminuye a medida que
los países alcanzan la madurez econó-
mica, especialmente a raíz de las me-
joras en la expansión de la educación.
Esta teoría se ha visto desacreditada
con el paso del tiempo, pero Milanovic
ahora la reinterpreta al considerar que
la desigualdad tiende a fluir en ciclos,
de modo que este proceso se produciría
a través de las «olas de Kuznets».
Piketty considera que, sin gran-
des medidas colectivas, las economías
modernas se caracterizan por un alto
grado de desigualdad. Solo aconteci-
mientos inusuales explicarían la re-
ducción de la desigualdad durante el
período de 1918 a 1980, como las dos
guerras mundiales y el esfuerzo impo-
sitivo para financiarlas, la Gran Depre-
sión o el triunfo del comunismo. Por
su parte, Milanovic no considera este
período de reducción de la desigualdad
como un mero accidente, pues sostie-
ne que los últimos cinco siglos pueden
explicarse por las olas de Kuznets. Las
fuerzas que incrementan la igualdad
pueden ser malignas (guerras y epide-
mias) y benignas (la presión política a
favor de un mayor bienestar, el enveje-
cimiento de la población y una mayor
expansión de la educación), mientras
que las que aumentan la desigualdad
son principalmente la tecnología, la
baja imposición y la movilidad de capi-
tales. Así pues, el incremento de la des-
igualdad durante un ciclo tendrá como
resultado inevitable su reducción du-
rante el siguiente, como el movimiento
de una ola.
Milanovic sostiene que la actual
curva de Kuznets en los países desarro-
llados está impulsada principalmente
por la revolución tecnológica y por la
globalización, fenómenos que están
muy imbricados entre ellos. Ambos
han facilitado la transferencia de mano
de obra, propia del paso de unas econo-
mías industriales más homogéneas a
unas economías más basadas en unos
servicios heterogéneos. Esto socava el
poder de negociación de los trabaja-
dores occidentales, cuyos puestos de
trabajos pueden ser reemplazados fá-
cilmente por la tecnología o bien tras-
ladarse a países menos desarrollados.
Ello se ve agravado por el menor poder
político de las clases medias y trabaja-
doras de los países desarrollados, que
no son capaces de evitar la elusión fis-
cal de las clases altas. Considera que en
los Estados Unidos y en el
resto del mundo occiden-
tal seguirá aumentando la
desigualdad de ingresos a
medio plazo, hasta que una
nueva ola de Kuznets susti-
tuya el ciclo actual.
El resto del libro es
de menor interés, aun-
que proporciona visiones
interesantes sobre algunos fenóme-
nos actuales y dibuja escenarios de
futuro. Un ejemplo de ello es la crisis
migratoria. Milanovic sostiene que el
lugar de nacimiento (la nacionalidad
y el nivel de renta de los padres) ex-
plica más del 60% de la variabilidad
de las rentas globales. Si se considera
que solo el 3% de la población mun-
dial reside en un país distinto al de
nacimiento, ello supone un incentivo
para la emigración, ya que la «prima
de ciudadanía» se situaría en los Esta-
dos Unidos en el 9.200% y en Suecia
en el 7.200%. Este es uno de los mu-
chos ejemplos que recoge el libro para
ilustrar que las fuerzas que impulsan
el incremento y la distribución de in-
gresos cada vez son más globales. Sin
embargo, la capacidad de influir sobre
estos factores desde la política sigue
siendo básicamente a escala nacional.
Esta es una paradoja más de la globa-
lización
67
Las clases medias y trabajadoras de los
países occidentales han visto cómo sus
ingresos se congelaban, pese a las ganancias
en productividad. Serían los famosos
perdedores de la globalización
68
Informe Económico 01
Mayo 2005
	Análisis y previsión de la co-
yuntura económica de la zona
euro (prof. F. Ballabriga y prof.
F. X. Mena)
	La crisis de la economía ale-
mana (prof. E. M. Recio)
	La crisis de los noventa en
Japón: recesión y deflación
(prof. J. M. Comajuncosa)
	La economía mexicana y las
elecciones presidenciales de
2006 (prof. L. de Sebastián)
	La Estrategia de Lisboa cinco
años después (prof. P. Puig)
http://itemsweb.esade.edu/biblioteca/
archivo/informeeconomico01.pdf
Informe Económico 02
Noviembre 2005
	Análisis y previsión de la co-
yuntura económica de la zona
euro (prof. F. Ballabriga y prof.
F. X. Mena)
	El fenómeno de la tempora-
lidad en el mercado laboral
español (prof. A. Laborda)
	La corrupción y las perspec-
tivas económicas de Brasil
(prof. L. de Sebastián)
	Informe FEMISE sobre la
Asociación Euro-Mediterránea
(prof. A. Ulied)
http://itemsweb.esade.edu/biblioteca/
archivo/informeeconomico02.pdf
Informe Económico 03
Mayo 2006
	Análisis y previsión de la co-
yuntura económica de la zona
euro (prof. F. Ballabriga y prof.
J. M. Comajuncosa)
	La crisis financiera argentina
(2001-2002): Una visión insti-
tucional (prof. J. M. Sayeras)
	El creciente deterioro del
déficit exterior, ¿cuestiona
la sostenibilidad de nuestro
crecimiento? (prof. P. Puig)
	Proyecto de Ley de Dependen-
cia (prof. E. M. Recio)
http://itemsweb.esade.edu/biblioteca/
archivo/informeeconomico03.pdf
Informe Económico 04
Noviembre 2006
	Análisis y previsión de la co-
yuntura económica de la zona
euro (prof. F. Ballabriga y prof.
J. M. Comajuncosa)
	Atlas mundial del petróleo y
de la energía fósil primaria
(prof. F. X. Mena)
	Una política común para la
energía en la Unión Europea
(prof. A. Ulied)
	Cambios en el mundo del
trabajo (prof. A. Laborda)
http://itemsweb.esade.edu/biblioteca/
archivo/informeeconomico04.pdf
Informe Económico 05
Mayo 2007
	Análisis y previsión de la co-
yuntura económica de la zona
euro (prof. F. Ballabriga y prof.
J. M. Comajuncosa)
	Renta Nacional e inmigración:
¿causa o efecto? (prof. A.
Laborda)
	La Ronda de Doha, ¿un
fracaso de la OMC? (prof.
L. de Sebastián y prof. J. M.
Sayeras)
	El Informe Económico de la
Presidencia del Gobierno del
año 2007 (prof. P. Puig)
http://itemsweb.esade.edu/biblioteca/
archivo/informeeconomico05.pdf
Informe Económico 06
Diciembre 2007
	Análisis y previsión de la co-
yuntura económica de la zona
euro (prof. F. Ballabriga y prof.
J. M. Comajuncosa)
	Marruecos: tan cerca, tan lejos
(prof. A. Ulied)
	El Fondo Monetario Internacio-
nal (FMI) (2004-2007): Rodri-
go Rato, Managing Director
(prof. F. X. Mena)
	El Informe Stern sobre la Eco-
nomía del Cambio Climático
(prof. P. Puig)
http://itemsweb.esade.edu/biblioteca/
archivo/informeeconomico06.pdf
Informe Económico 07
1er semestre 2008
	Análisis y previsión de la co-
yuntura económica de la zona
euro (prof. F. Ballabriga y prof.
F. X. Mena)
	La intervención económica
de China en África (prof. L. de
Sebastián)
	Las mayores compras apa-
lancadas (LBO) en España,
2005-2007 (prof. L. Alemany)
	La productividad y los resulta-
dos de la Agenda de Lisboa:
una medición necesaria y
rigurosa (prof. P. Puig)
http://itemsweb.esade.edu/biblioteca/
archivo/informeeconomico07.pdf
Informe Económico 08
2º semestre 2008
Análisis y previsión de la
coyuntura económica (prof. F.
Ballabriga y prof. F. X. Mena)
La reforma de la política agrí-
cola de la Unión Europea (prof.
A. Ulied)
http://itemsweb.esade.edu/biblioteca/
archivo/informeeconomico08.pdf
Informe Económico 09
Abril 2010
	Análisis y previsión de la coyun-
tura económica (prof. F. Balla-
briga y prof. J. M. Comajuncosa)
http://itemsweb.esade.edu/biblioteca/
archivo/informeeconomico09.pdf
Informe Económico 10
Enero 2011
	Análisis y previsión de la coyun-
tura económica (prof. F. Balla-
briga y prof. J. M. Comajuncosa)
http://itemsweb.esade.edu/biblioteca/
archivo/informeeconomico10.pdf
Informe Económico 11
Mayo 2011
Temas de Economía Española
	 (prof. F. Ballabriga y prof. J. M.
Comajuncosa)
http://itemsweb.esade.edu/biblioteca/
archivo/informeeconomico11.pdf
Informe Económico 12
Enero 2012
	Análisis y previsión de la coyun-
tura económica (prof. F. Balla-
briga y prof. J. M. Comajuncosa)
¿Qué significa rescatar un país?
(prof. J. M. Sayeras)
	Estímulo fiscal en Estados
Unidos (prof. J. M. Sayeras)
	Radiografía del paro en España
(prof. A. Laborda)
¿Cuántas empresas se ha lleva-
do la crisis? (prof. A. Laborda)
	La crisis del euro. ¿En qué
consiste y cómo se puede
solucionar? (prof. E. M. Recio)
http://itemsweb.esade.edu/biblioteca/
archivo/informeeconomico12.pdf
Informe Económico 13
Mayo 2012
	Nota de coyuntura económica	
(prof. J. M. Comajuncosa)
	Radiografía del gasto público
en España (prof. F. Ballabriga y
prof. J. M. Comajuncosa)
	La inflación en España desde
la adopción del euro (prof. J. M.
Comajuncosa)
	Supervivencia empresarial en
época de crisis (prof. Anna
Laborda)
http://itemsweb.esade.edu/biblioteca/
archivo/informeeconomico13.pdf
Informe Económico 14
Enero 2013
	Análisis y previsión de la co-
yuntura económica (prof. J. M.
Comajuncosa)
	Una vuelta de tuerca a la
Encuesta de Presupuestos
Familiares (prof. Anna Laborda)
	Repensando el Estado de Bien-
estar (prof. Eugenio M. Recio)
http://itemsweb.esade.edu/biblioteca/
archivo/informeeconomico14.pdf
Informe Económico 15
Junio 2013
Nota de coyuntura económica
	 (prof. Josep M. Comajuncosa)
	El paro: imposible no hablar
de él (prof. Anna Laborda)
http://itemsweb.esade.edu/biblioteca/
archivo/informeeconomico15.pdf
Informe Económico 16
Enero 2014
Análisis y previsión de la co-
yuntura económica (prof. J. M.
Comajuncosa)
	La reciente evolución económi-
ca y social de Alemania (prof.
Eugenio M. Recio)
http://itemsweb.esade.edu/biblioteca/
archivo/informeeconomicoenero2014.pdf
Informe Económico 17
Junio 2014
	Nota de coyuntura económica
(prof. J. M. Comajuncosa)
	El proceso de reestructuración
bancaria en España (prof. Anna
Laborda)
http://itemsweb.esade.edu/biblioteca/
archivo/informeeconomicojunio2014.
pdf
NÚMEROS ANTERIORES
69
NOTA DE COYUNTURA EQUIPO
Josep M. Comajuncosa
Profesor titular del Departamento
de Economía, Finanzas y Contabi-
lidad de ESADE
Fernando Ballabriga
Ph.D. y M.A. in Economics (Uni-
versity of Minnesota). Licenciado
en Ciencias Económicas y Empre-
sariales (UAB). Profesor catedráti-
co del Departamento de Economía,
Finanzas y Contabilidad de ESADE
Josep M. Comajuncosa
Ph.D. y M.Sc. in Economics (Prin-
ceton University). Licenciado en
Ciencias Económicas y Empre-
sariales (UAB). Profesor titular
del Departamento de Economía,
Finanzas y Contabilidad de ESADE
Anna Laborda
Doctora en Management Sciences
(ESADE). Licenciada en Ciencias
Económicas y Empresariales.
Máster en Fundamentos del Aná-
lisis Económico. Profesora titular
del Departamento de Economía,
Finanzas y Contabilidad de ESADE
Francisco Longo
Profesor titular del Departamento
de Dirección de Personas y Orga-
nización. Director general adjunto
de ESADE
David Vegara
Msc in Economics (London School
of Economics and Political Scien-
ce). Licenciado en Ciencias Eco-
nómicas y Empresariales (UAB).
Director del Informe económico
y financiero y profesor asociado
del Departamento de Economía,
Finanzas y Contabilidad de ESADE
Mar Vila
Doctora en Administración y
Dirección de Empresas (ESADE-
URL). Licenciada en Adminis-
tración y Dirección de Empre-
sas (ESADE-UPC). Máster en
Dirección de Empresas (ESADE).
Profesora titular y directora del
Departamento de Economía, Fi-
nanzas y Contabilidad de ESADE.
Coordinadora de GRUGET-
Grupo de Investigación en Gestión
Turística.
Consejo de redacción
CONSEJO EDITORIAL
Informe Económico
y Financiero 18
1er semestre 2015
Economía global, Unión
	 Europea y España
	 (prof. Josep. M. Comajuncosa)
El sistema financiero
	 (prof. Juan I. Sanz)
América Latina
	 (prof. Agustí Ulied)
El mercado de trabajo
	 en España
	 (prof. Esther Sánchez)
La revolución energética del 		
	 Fracking (prof. Xavier Mena)
La inversión china en Europa 		
	 y España (prof. Ivana Casaburi)
Shadow Banking (prof. Xavier 		
	 Mena)
Big Data (prof. Josep Lluís 		
	 Cano)
Qatar (prof. Xavier Mena)
Nadie olvida a un buen 		
	 maestro: prof. Jordi Galí
	 (prof. Xavier Mena)
http://itemsweb.esade.edu/biblioteca/
archivo/informeeconomicoyfinanciero-
18primersemestre2015.pdf
Informe Económico
y Financiero 19
1er semestre 2016
Nota de coyuntura (prof. J. M. 		
	 Comajuncosa y D. Vegara)
La reforma laboral de 2012
	 (Valeriano Gómez)
La reforma laboral: un paso 		
	 para resolver problemas de 		
	 asignación de décadas
	 (Álvaro Nadal)
China, transiciones y
	 escenarios (prof. D. Vegara)
Book Reviews (Á. Imbernón)
http://itemsweb.esade.edu/biblioteca/
archivo/informeeconomicojunio2016.pdf
David Vegara
Director del Informe económico y
financiero y profesor asociado del
Departamento de Economía, Finan-
zas y Contabilidad de ESADE
6969
70
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71
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2017: ¿eclosión de la política
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INFORME ECONÓMICO de ESADE - 1º Semestre de 2017

  • 1. 1ersemestre2017#20 Con la colaboración de INFORMEECONÓMICOYFINANCIERO 1er semestre 2017 #20 Departamento de Economía, Finanzas y Contabilidad NOTA DE COYUNTURA 2017: ¿eclosión de la política o cambio de tendencia? TEMAS A DEBATE La economía colaborativa: ¿buena para quién? Economía colaborativa para todos los consumidores TRIBUNA LIBRE Brexit: causas y consecuencias políticas Integración de la economía digital en el sistema económico clásico BOOK REVIEWS Platform Revolution Global Inequality INFORME ECONÓMICO Y FINANCIERO
  • 2. Con la colaboración de 1er semestre 2017 #20 Departamento de Economía, Finanzas y Contabilidad INFORME ECONÓMICO Y FINANCIERO
  • 3. 2 ESADE · INFORME ECONÓMICO Y FINANCIERO #20 Edita Departamento de Economía, Finanzas y Contabilidad ESADE www.esade.edu Av. Pedralbes, 60-62 08034 Barcelona Tel. 932 806 162 Av. Torre Blanca, 59 08172 Sant Cugat del Vallès Tel. 935 543 511 C. Mateo Inurria, 27E 28036 Madrid Tel. 913 597 714 Director David Vegara Tiraje 600 Depósito legal DL B 2088-2017 Realización Alacta Comunicació, SL Diseño carlarossignoli.com Fotografías Archivo ESADE; European Comission – Audiovisual Services; Wikimedia Commons; Flickr; Mercedes-Benz Passion eBlog; iStockphoto (baona, triloks, querbeet, peterhowell, Alija, GoodLifeStudio, -zlaki-, sinonimas, tupungato); Shutterstock (Pete Spiro, Scanrail1, Ikoimages, Georgethefourth, I Am Nikom, zaozaa19 (2), testing, Ms Jane Campbell (2), photo.ua, nito, Evan Lorne, Claudio Divizia, nullplus, JStone, Georgejmclittle, StockPhotosLV); 123rf (jordi2r, Nina Vlassova, dennizn). Versión online descargable en http://itemsweb.esade.edu/biblioteca/archivo/ informeeconomicoenero2017.pdf AVISO LEGAL (DISCLAIMER): El contenido y opiniones expresadas en los artículos son responsabilidad exclusiva de sus autores. ESADE y ESADE · INFORME ECONÓMICO Y FINANCIERO amparan la libertad de expresión y la libertad de cátedra en el marco de garantías de la legislación vigente y de los usos y costumbres de la comunidad universitaria. El autor debe explicitar en el artículo si tiene financia- ción ajena a ESADE o a ESADE. INFORME ECONÓMICO Y FINANCIERO en relación al objeto y contenido del trabajo publicado. El autor cede a ESADE · INFORME ECONÓMICO Y FINANCIE- RO la titularidad de los derechos de propiedad intelectual (copyright) para la publicación de su artículo en soporte digital (internet). El contenido de ESADE · INFORME ECONÓMICO Y FINANCIE- RO puede ser reproducido y distribuido a través de cualquier medio, citando al autor y la publicación en lugar destacado (portada o el inicio de la reproducción). Los contenidos de ESADE · INFORME ECONÓMICO Y FINANCIERO pueden ser remitidos desde una página web externa a través de un enlace electrónico (link). La publicación ESADE · INFORME ECONÓMICO Y FINANCIERO se edita por el Departamento de Economía, Finanzas y Contabilidad de ESADE y no puede ser objeto de transacción comercial mediante precio.
  • 4. 3Esade Informe económico y financiero Sumario 05 Presentación institucional David Vegara 06 NOTA DE COYUNTURA 2017: ¿eclosión de la política o cambio de tendencia? Josep M. Comajuncosa y David Vegara 22 TEMAS A DEBATE La economía colaborativa: ¿buena para quién? David Murillo Economía colaborativa para todos los consumidores Gerard Costa 46 TRIBUNA LIBRE Brexit: causas y consecuencias políticas Javier Solana y Ángel Saz-Carranza Integración de la economía digital en el sistema económico clásico Eugenio M. Recio 64 BOOK REVIEWs Álvaro Imbernón Platform Revolution (Geoffrey G. Parker, Marshall Van Alstyne y Sangeet Choudary, 2016) Global Inequality: A NEW APPROACH FOR THE AGE OF GLOBALIZATION (Branko Milanovic, 2016)
  • 5. 4
  • 6. David Vegara Director del Informe Económico y Financiero ESADE D esde hace algunos años, ESADE publica, con el apoyo inestimable del Banco Sabadell, el Informe Económico y Financiero. Fiel a la misión de ESADE de contribuir a la mejora de nuestra sociedad mediante la creación de conocimiento relevante y la promoción del debate público, el Informe se ha convertido en una publicación de referencia para el análisis de la coyuntura y de las tendencias de la economía española e internacional. El ejemplar que el lector tiene en sus manos se estructura en cuatro par- tes. La primera parte contiene un breve análisis de la coyuntura económica y de los mercados financieros, a cargo del profesor de ESADE Josep M. Coma- juncosa y de quien suscribe. La segunda sección, titulada «A debate», incluye dos artículos que abor- dan un mismo tema de gran actualidad en el debate público: los pros y los contras de la denominada «economía colaborativa». Lo abordan, desde dos perspectivas distintas, los profesores David Murillo, del Departamento de Ciencias Sociales y del Instituto de Innovación Social, y Gerard Costa, del Departamento de Dirección de Marketing de ESADE. En la sección «Tribuna libre», publicamos dos contribuciones que consi- deramos de gran interés: un artículo de Javier Solana y Ángel Saz-Carranza, presidente y director de ESADEgeo, respectivamente, sobre las causas y las posibles consecuencias del brexit, y un segundo artículo de Eugenio Recio, profesor honorario de ESADE, sobre la integración de la economía digital en el sistema económico clásico, que resume la estrategia digital del Gobierno federal de Alemania en el horizonte 2025. La sección final incorpora las reseñas de dos libros de indudable actua- lidad e interés: Platform Revolution, de Geoffrey G. Parker, Marshall Van Alstyne y Sangeet Choudary (WW Norton & Co., 2016) y Global Inequality: A NewApproachfortheAgeofGlobalizationdeBrankoMilanovic(TheBelknap Press of Harvard University, 2016). Espero que el lector disfrute de este nuevo Informe Económico y Finan- ciero de ESADE, que, como siempre, responde a la voluntad de ahondar en un ámbito de conocimiento útil para la sociedad, y de hacerlo de forma accesible para un amplio abanico de potenciales lectores interesados. presentación institucional 5
  • 8. 7 NOTA DE COYUNTURANOTA DE COYUNTURA 2017: ¿eclosión de la política y cambio de tendencia? Josep M. Comajuncosa ESADE David Vegara ESADE En el 2016 la economía global mantuvo un crecimiento moderado, por debajo de las cifras anteriores a la crisis. Ello es especialmente cierto en las economías desarrolladas, que experimentan una recuperación más modesta que las emergentes. 7
  • 9. 8 NOTA DE COYUNTURA Rasgos generales del año 2016 En el 2016 la economía global experimentó un crecimiento moderado, por debajo de las cifras anteriores a la crisis. Ello es especialmente cierto en las economías desarrolladas, que ex- perimentan una recuperación más modesta que las emergentes. Los Estados Unidos, una de las economías que más crecía en el 2015 y princi- pios del 2016, moderaron su crecimiento en la segunda mitad del año hasta una tasa ligeramen- te por encima del 1% anual. El consumo mantuvo su fortaleza, pero la inversión no residencial se mostró muy débil, afectada negativamente por la reducción de los gastos de capital del sector energético, el impacto de la fortaleza del dólar en la inversión en sectores orientados a la ex- portación, la incertidumbre generada por las tur- bulencias de principios de año en los mercados financieros y el miedo a un nuevo episodio de re- cesión. También la economía de la zona euro mo- deró su crecimiento en la segun- da mitad del año 2016, siendo igualmente la inversión empre- sarial la variable más importante para explicar esta debilidad. En cambio, el resultado del referén- dum sobre el brexit en el Reino Unido no parece haber afectado por ahora a la evolución de las variables macroeconómicas de la zona euro. Sí que lo notó la economía británica, aunque de momento la rápida actuación del Banco de Inglaterra ha con- tribuido a minimizar su impacto. La evolución de las economías desarrolladas se caracterizó, en todo caso, por un aumento débil de la productividad, niveles de inversión empre- sarial por debajo de lo deseable y tasas de infla- ción muy bajas. Las economías emergentes y en desarrollo mostraron en general una mejor evolución. Las economías emergentes de Asia experimentaron un crecimiento sólido. China estabilizó su creci- miento en la franja que las autoridades se habían puesto como objetivo, entre el 6,5% y el 7%, con una buena evolución del consumo y un desplaza- miento de la actividad del sector industrial al de servicios, en la línea del cambio de modelo en que se encuentra inmersa, aunque los volúme- nes de deuda pública y privada siguen aumentan- do a un ritmo elevado. También la economía de la India creció con solidez, un 7,6%, debido a la mejora del sector exterior y al buen resultado de las políticas económicas implementadas. Aunque en términos agregados la economía de Latinoamérica entró en recesión en el 2016, esto fue debido exclusivamente a las cifras muy negativas de Brasil, Venezuela y Ecuador. En cambio, otras economías de la zona como Colom- bia, Perú, Chile o México mostraron una buena evolución. Además, Brasil parece sobreponerse ya a los peores momentos a medida que se van superando los efectos de los shocks negativos que le afectaron: la caída del precio de las ma- terias primas, el ajuste en 2015 de los precios fijados por la Administración y los efectos de la incertidumbre política. La economía de Rusia está estabilizando su evolución tras superar el doble impacto de la caí- La evolución de las economías desarrolladas se caracterizó por un aumento débil de la productividad, niveles de inversión empresarial por debajo de lo deseable y tasas de inflación muy bajas
  • 10. NOTA DE COYUNTURA 9 da de los precios del petróleo y el gas y las san- ciones impuestas por la comunidad internacional. El resto de economías del este de Europa tam- bién mostraron una mejor evolución en el 2016 y superaron las dificultades del año anterior. Aunque en las economías avanzadas la tasa de inflación mejoró algo respecto al 2015, pa- sando de un 0,3% a un 0,5%, esta se encuen- tra por debajo del nivel deseado por los bancos centrales en la práctica totalidad de países, lo cual es muestra de una demanda agregada aún débil y de diferencias aún relevantes con relación a la producción potencial (los llamados output gap). La inflación subyacente, una vez eliminado el efecto de los precios más volátiles (energéti- cos, alimentación) es más elevada, si bien con importantes diferencias entre países. En las eco- nomías emergentes las tasas de inflación se es- tabilizaron y se alejaron de los elevados niveles del 2015 gracias a la estabilización de los tipos de cambio y después de que se fueran diluyendo los efectos de las depreciaciones anteriores. El precio de las materias primas se recupe- ró a lo largo del pasado 2016 y, según el Índice PCPI del FMI, en octubre aumentó un 22% con respecto al inicio del año. Los aumentos más destacados fueron los del petróleo y el carbón. Pero también se recuperaron los precios de los metales y de las materias primas alimentarias. Este aumento de precios fue un factor clave para la mejor evolución general de las economías emergentes y en desarrollo, muy dependientes de estas exportaciones. Otros factores importantes fueron la evo- lución de los tipos de cambio, de los flujos de capital y de las condiciones de financiación. Como se ha comentado anteriormente, las mo- nedas de los países exportadores de materias primas se apreciaron gradualmente después de las depreciaciones del 2015. Tras la importante caída del año 2015, los flujos de capital hacia estas economías se recuperaron debido a las mejores expectativas sobre la evolución de las economías y a las perspectivas de mantenimiento de tipos de interés bajos en los países de- sarrollados. Todo ello contribuyó a eliminar algunas tensiones ob- servadas en las condiciones de financiación de estas economías el año anterior. En China la moneda siguió depreciándose, aunque de forma más moderada que en el 2015. También se observó una disminu- ción de las reservas de divisas en la línea de lo esperado por las autoridades económicas en el contexto del cambio de modelo productivo. 1 2 El precio de las materias primas se recuperó a lo largo del pasado 2016, siendo los aumentos más destacados los del petróleo y el carbón, pero también los de los metales y de las materias primas alimentarias Crecimiento de la economía global Tasa de variación del PIB Fuente: FMI Crecimiento de las grandes economías desarrolladas Tasa de variación del PIB Fuente: FMI 0 0,5 1 1,5 2 2,5 3 3,5 4 4,5 2015 2016 Economías desarrolladas Economías emergentes 0 0,5 1 1,5 2 2,5 3 EE. UU. Eurozona Japón Reino Unido 2015 2016 1 2
  • 11. 10 NOTA DE COYUNTURA agravios de diversa naturaleza, y también son el resultado de los temores respecto al futuro. Sin duda, la prolongada crisis económica iniciada en el 2008 es su causa de fondo y refuerza una pulsión contraria a la globalización que se mani- fiesta en el deseo de controlar de alguna forma aquellos aspectos del comercio internacional, las inversiones transfronterizas, los tipos de cambio o la migración de personas que se perciben como contrarios a los propios intereses o, en numero- sas ocasiones, incluso como una amenaza. Di- chas opciones también suelen ser partidarias de fuertes expansiones fiscales, ya sea en la cons- trucción de infraestructuras o en gasto militar. Todo ello, si se implementa —tal y como ya ha ocurrido en el pasado—, puede menoscabar la independencia de la política monetaria en un in- tento de acomodarse a la expansión fiscal o de interferir en la evolución de los tipos de cambio, con el consiguiente aumento de la incertidumbre y la volatilidad. El populismo afecta a la agenda política y eco- nómica incluso sin ganar elecciones, pues fuerza a los partidos políticos convencionales a incluir algunas de sus exigencias en sus programas. El Partido Conservador británico es una muestra de ello, ya que se ha alejado de sus tradicionales postulados a favor del libre mercado e incluso ha introducido la «política industrial» en su discurso en un intento de emular las propuestas del más extremista UKIP. También lo es el programa del candidato conservador Fillon en Francia, pensado seguramente para desactivar el discurso más ra- dical del Frente Nacional. Otra fuente de problemas es la pobre evolu- ción de la productividad, puesto que implica al fi- nal una peor evolución de los salarios en general y de los de las clases medias en particular, y un deterioro de las rentas del trabajo frente a las del capital. Las políticas fiscales expansivas pueden ser un buen recurso a corto plazo, pero, si van demasiado lejos, pueden incluso crear un bucle negativo, perjudicar negativamente a la misma evolución de la productividad y conllevar que el ajuste posterior sea incluso más doloroso. En consecuencia, son especialmente necesa- rias políticas que mitiguen la desigualdad, ayuden a recuperar la movilidad entre estratos sociales y contribuyan al aumento de la productividad y, con ello, de los salarios. La inflación y los bancos centrales Desde el inicio de la Gran Recesión en el 2008, la gran mayoría de países han experimentado ni- veles muy bajos de inflación e incluso, en algunos casos, se han observado periodos de deflación. Desde mediados del 2014 la caída del precio del petróleo y el de otras materias primas se sumó a los factores deflacionarios. 2016: la eclosión del factor político A lo largo del pasado año se produjeron diversos eventos en el ámbito de la política que pusieron de manifiesto que los efectos de la crisis se han traducido en el auge de opciones políticas que hace pocos años hubieran parecido muy aleja- das de las líneas de actuación habituales. Estas opciones se focalizan en general en cuestionar el statu quo y aquello que es percibido como es- tablishment. El resultado del referéndum en el Reino Unido sobre la salida de la UE, la victoria electoral de Donald Trump en los Estados Unidos, la negativa en Italia a aprobar la reforma constitu- cional propuesta por el ex primer ministro Renzi, o el auge de los partidos políticos de extrema de- recha en Austria, Francia o Finlandia, entre otros países, ponen de relieve que el factor político eclosionó con fuerza en el 2016 y va a pasar de- finitivamente a un primer plano en el 2017. Este nuevo marco político introduce incertidumbre a la hora de predecir las políticas económicas que se van a implementar. En un número importante de países esto puede suponer un reflujo antiglobali- zación reticente a los movimientos de inmigración y a las relaciones comerciales y contrario al statu quo político y so- cial, todo ello con consecuencias imprevisibles. El auge de estas opciones, que se suelen calificar de populistas, es evidente. Aunque el concepto de populismo resulta difícil de definir con precisión, dichas opciones pa- recen tener como hilo común que surgen como reacción a las dificul- tades económicas, a la creciente desigualdad y a la percepción de El nuevo marco político introduce incertidumbre a la hora de predecir las políticas económicas que se van a implementar
  • 12. 11 NOTA DE COYUNTURA Mientras el crecimiento económico sea débil, los salarios no evolucionen al alza y las expec- tativas de inflación se encuentren por debajo de los niveles objetivos de los bancos centrales, será necesario mantener las políticas monetarias aco- modaticias implementadas en los últimos años. Deberán prolongarse las compras de activos por parte de los bancos centrales y en algunos casos también los tipos de interés negativos para poder mantener los tipos de interés a largo plazo a ni- veles bajos, reducir los costes de financiación de familias y empresas y elevar las expectativas de inflación. Ciertamente, los beneficios marginales de la implementación de estas políticas parecen decrecer con el paso del tiempo, pero una retirada prematura de estos estímulos podría tener conse- cuencias negativas. La intervención del Banco de Inglaterra des- pués del referéndum del brexit ha puesto otra vez de manifiesto que la actuación rápida de los bancos centrales con medidas no convencionales de inyección de liquidez puede ser útil para evitar recortes del flujo de crédito, mantener la evolución de la demanda y suavizar las reacciones de los mercados financieros. De todas formas, la expe- riencia de los últimos años muestra que la polí- tica monetaria expansiva no consigue por sí sola devolver la economía a la senda del crecimiento sostenido y que resulta también necesario algún tipo de estímulo fiscal. Además, la economía global se encuentra en una situación en que los tipos de interés de equi- librio son muy bajos debido a la abundancia de ahorro y a la escasez de demanda de inversión. En este contexto, el efecto expansivo de los tipos bajos es menor que en otros tiempos. En la zona euro, la evolución de la economía hace necesario que el BCE mantenga su política actual de inyecciones de liquidez. En esta línea, el pasado mes de diciembre su presidente anunció la extensión del programa de compra de activos al menos hasta finales del 2017 y dejó claro que el BCE se mantendrá con tipos muy bajos durante un periodo prolongado de tiempo. Si la actividad económica y los precios no repuntan, podría prorrogar el periodo de compra e incluso podría ampliar la magni- tud de las compras mensuales o incluir más tipos de activos en las operaciones. Para que esta política monetaria dé sus mayores frutos, también es importante que el conjunto de países de la zona siga adelante con la unión ban- caria, creando un esquema de garantía de depó- sitos común y avanzando en la concreción de un mecanismo común de apoyo fiscal a esta unión. En los Estados Unidos,la Reserva Federal (Fed) solo aumentó los tipos de interés oficiales en 0,25 puntos en diciembre del 2016, una estrategia muy gradual, acertada después de los problemas surgi- dos con el incremento de 0,25 puntos acordado en diciembre del 2015. Sin embargo, la evolución de la economía estadounidense hace pensar que en este 2017 la Fed va a realizar dos o tres aumentos adicionales de un cuarto de punto. O incluso más, en función de la expansión fiscal que finalmente lleve a cabo la nueva Administración Trump. En los últimos meses hay síntomas de que, en un número cada vez mayor de países, la in- flación se va situando más cerca de los niveles objetivos. En parte ello se debe a la recuperación de los precios del petróleo y las materias primas, pero también a la mejora de la actividad económi- ca, al aumento de los precios en algunas econo- Desde mediados de 2014 la caída del precio del petróleo y el de otras materias primas se sumó a los factores deflacionarios
  • 13. 12 NOTA DE COYUNTURA Inflación subyacente Fuente: FMI -1,5 Oct 14 Oct 15 Oct 16Feb15 Feb16Jun15 Jun16 1,5 2,5 3 2 -0,5 0,5 -1 1 0 EE. UU. Eurozona Reino Unido Japón mías emergentes y a la recuperación de las expecta- tivas de inflación, lo cual está provocando un repunte de la inflación subyacente en un número importante de economías. La única excepción notable es Japón, que sigue con problemas de deflación. 3 Este cambio de tendencia en la evolución de la inflación puede acelerar algo, en caso de confirmar- se, el inicio de las subidas de tipos de interés por parte de algunos grandes bancos centrales. Entre los países desarrollados, la Reserva Federal sería un candidato. El efecto Trump La victoria electoral de Donald Trump, con un pro- grama económico alejado de algunas de las líneas maestras que han seguido durante décadas tanto el Partido Republicano como el Partido Demócrata, es uno de los factores que introduce mayor incertidum- bre en la evolución de la economía en los tiempos venideros. Tanto de la americana como de la global. Además, esta incertidumbre es mayor no en el corto plazo, sino a medio y largo plazo. 4 A corto plazo, la economía estadounidense pro- bablemente experimentará una aceleración debido al impulso fiscal previsto en el programa de Trump. El recorte de impuestos contemplado en el programa y el aumento del gasto militar, así como los incentivos fiscales a la construcción de infraestructuras, serán probablemente apoyados por la mayoría republicana en ambas cámaras (Congreso y Senado). Esto parece anticipar que la política fiscal expansiva se hará reali- 3
  • 14. 13 NOTA DE COYUNTURA dad pronto, probablemente en los primeros meses del 2017. Esta política tendrá un efecto expansi- vo tanto a través del aumento del consumo como de la inversión. Sin embargo, probablemente este efecto no tardará en diluirse por la progresiva subida de los tipos de interés como consecuencia de un déficit público más elevado y del cambio de orientación de la política monetaria por parte de la Reserva Federal. A corto plazo, la economía norteamericana estará, por tan- to, entre las que más crezcan de las desarro- lladas. Esto mantendrá la fortaleza del dólar y, en la medida que aumente la demanda en los Estados Unidos, hará crecer el déficit por cuenta corriente norteamericano. Curiosamente, a corto plazo esto también puede beneficiar a la econo- mía global gracias a esa mayor demanda de los Estados Unidos, la cual volvería a tener el papel que había tenido como motor del crecimiento global a finales de la década de 1990 y hasta el inicio de la Gran Recesión en el 2007 (el con- sumidor norteamericano como consumidor de «último recurso»). Pero este escenario inicial puede cambiar rápidamente si los Estados Unidos comienzan a tomar medidas de tipo proteccionista. Esto es pro- bable no solo por estar anunciadas en la campa- ña presidencial, sino también porque el aumento inicial del déficit por cuenta corriente y la fortaleza del dólar aumentarán las presiones para revertir Tipo de cambio. Dólar estadounidense por euro Fuente: BCE 1 1,05 1,15 1,2 1,25 1,35 1,3 1,4 1,1 2012 2013 2014 2015 2016 esos déficits con las medidas de tipo proteccio- nista ya anunciadas. Las medidas proteccionistas pueden impli- car la introducción de aranceles, la retirada total o parcial de los Estados Unidos del Acuerdo de Libre Comercio de Norteamérica (NAFTA) y una actitud agresiva en los conflictos de comercio in- ternacional que puedan surgir. Ello puede tener efectos contraproducentes para el país y para la economía global a medio y largo plazo, puesto que puede desencadenar guerras comerciales, algo probable si en otras economías, tanto desarrolla- das como emergentes, también surgen gobiernos con propuestas proteccionistas. No se puede descartar que algunas voces importantes del Partido Republicano o grupos de presión vinculados al comercio internacional y a la globalización consigan suavizar la agenda eco- nómica de Trump obligándolo a un mayor control del déficit público y a mantener las medidas pro- teccionistas en un plano más simbólico. Pero, por el momento, y tomando en consideración los dis- tintos nombramientos en los puestos más impor- tantes de la próxima Administración, todo parece apuntar a que la presidencia seguirá en la línea anunciada durante la campaña. Ello nos llevaría al escenario comentado con anterioridad. El retorno de la política fiscal La política fiscal, que en líneas generales fue neutral en el 2016, va a tener un sesgo expansi- vo en el 2017, pues algunas grandes economías van a modificar la orientación de esta de manera relevante. A corto plazo, la economía estadounidense probablemente experimentará una aceleración debido al impulso fiscal previsto en el programa de Trump 4
  • 15. 14 NOTA DE COYUNTURA aumento de la inversión pública en la India y Su- dáfrica, mientras que en Brasil la clarificación de los compromisos de consolidación fiscal a medio plazo podría generar cierto espacio a corto plazo para la expansión, aunque limitado. En los países desarrollados la política fis- cal debería tener por objetivo tanto el apoyo de la demanda a corto plazo como el aumento del potencial de crecimiento, muy dañado después de la crisis. También debería concentrarse en la protección de los grupos más vulnerables de la población para contrarrestar así los efectos que la crisis ha tenido sobre la desigualdad. Esto de- bería contribuir además a frenar la mencionada eclosión del factor político. Para cada economía debería calibrarse el es- pacio existente en función de la deuda pública acumulada y de las posibilidades futuras de ree- quilibrio del presupuesto. Los compromisos creí- bles de recuperar el equilibrio presupuestario a medio plazo pueden ser útiles para crear espacio a corto plazo. 5 Es el caso ya comentado de los Estados Unidos. Pero también en el Reino Unido cabe esperar un cierto estímulo fiscal para hacer frente a un posible freno de la acti- vidad derivado de la incertidumbre en las negociaciones del brexit, aunque en este caso el espacio para el Gobierno es menor que en los Estados Unidos. China va a adoptar una política fiscal expan- siva en el contexto de los cambios de poder dentro del Partido Comu- nista previstos para este año, con el objetivo de apoyar la actividad económica en tiempos de incertidumbre. También Japón, con un crecimiento muy débil de apenas unas décimas, ha anunciado medidas fiscales expansivas para evitar el efecto adverso de la expiración de desgravaciones y recortes ya exis- tentes. Asimismo, algunas grandes economías emergentes podrían aplicar políticas expansivas: Para cada economía debería calibrarse el espacio existente en función de la deuda pública acumulada y de las posibilidades futuras de reequilibrio del presupuesto Espacio fiscal Indicadores del espacio fiscal en las economías avanzadas y en las economías con mercados emergentes y rentas medias Nota: Las etiquetas de la figura utilizan los códigos ISO de países. CDS = swap de incumplimiento crediticio. 1. En esta simple y parcial medida del espacio fiscal, cuanto mayor es el nivel de deuda y de riesgo crediticio, menor es el espacio fiscal. En realidad, el espacio fiscal depende de un abanico más amplio de aspectos fundamentales de la economía, incluyendo el nivel y la trayectoria de la deuda pública, el déficit, el crecimiento y el coste del endeudamiento, así como de la capacidad de generar nuevos ingresos y reducir el gasto menos prioritario. 2. Los umbrales alto y bajo se basan en la mediana muestral. 3. Los datos son del 24 de diciembre de 2015 al 24 de marzo de 2016. 4. La clasificación se basa en el cambio anual medio de la ratio de la deuda entre 2012 y 2015. Los límites inferior y superior de las categorías son del -2(-1) y el 2(1) por ciento del PIB para las economías avanzadas (economías de los mercados emergentes y de rentas medias, respectivamente). Obsérvese que en 2015 las ratios de deuda del Japón, España y Suecia bajaron. Fuente: Bloomberg, L.P.; Markit, y estimaciones del personal del FMI 250 Alto riesgo de crédito2 Deuda elevada2 Deuda elevada2 DiferencialesdeCDSacincoaños3 (mediadelosúltimostresmeses,%) DiferencialesdeCDSacincoaños3 (mediadelosúltimostresmeses1 ,%) Alto riesgo de crédito2 200 150 100 KOR ISL RUS KAZ TUR TAIIDN PER ROMSAU CHL PHL CHN MEX POL HUNIND MYS COL ZAF BRA PAK ESP SVN AUS AUT BEL FRA USA JPNNZL NOR DKN DEU SWE NDL GBR IRLCZE FIN CAN MLT PRT GRC ITA 100 200 300 400 500 600 50 0 Deuda 2015 (% del PIB) Deuda 2015 (% del PIB) 0 250200150100 100500 0 20 40 60 80 Deuda creciente en 2012-20154 Deuda estable en 2012-20154 Deuda decreciente en 2012-20154 5 Economías avanzadas Economías con mercados emergentes y rentas medias
  • 16. 15 A medio plazo persisten las dudas sobre la sostenibilidad de algunas de estas políticas fiscales expansivas Déficit público de las grandes economías desarrolladas % del PIB Fuente: FMI 2015 2016 -6 -5 -4 -3 -2 -1 0 EE. UU. Eurozona Japón Reino Unido 6 Deuda pública de las grandes economías desarrolladas % del PIB Fuente: FMI 2015 2016 0 50 100 150 200 250 300 EE. UU. Eurozona Japón Reino Unido 7 Hay otros objetivos también im- portantes para la política fiscal: el aumento de la inversión en inves- tigación y desarrollo (para lo que sería deseable aplicar reformas en la imposición a las empresas y proporcionar incentivos fiscales correctamente diseñados); en al- gunos casos, la construcción de in- fraestructuras para incrementar la capacidad productiva; y la inversión en educación y sanidad para aumentar el capital humano. En la zona euro debería explorarse mejor la posibilidad de programas de inversión pública fi- nanciados de forma centralizada, quizás con deu- da emitida por las instituciones europeas y vincu- lando el acceso a estos al cumplimiento del Pacto de Estabilidad, a la realización de las reformas estructurales necesarias o incluso al cumplimien- to de la legislación y los acuerdos comunitarios relativos a inmigración. En este sentido, deberían priorizarse aquellos proyectos con un mayor im- pacto sobre la productividad y el potencial de cre- cimiento de las economías. Sin embargo, a medio plazo persisten las du- das sobre la sostenibilidad de algunas de estas políticas fiscales expansivas, especialmente en un momento en que los presupuestos se ven positivamente afectados por unos costes de fi- nanciación muy reducidos. En los Estados Uni- dos el elevado volumen de deuda pública hará necesario un reequilibrio futuro, que de momento no se ha concretado. Las dudas sobre la viabi- lidad de la estrategia podrían incluso eliminar buena parte de su naturaleza expansiva si los consumidores y las empresas, anticipando futu- ros aumentos impositivos, deciden aumentar su nivel de ahorro presente (la llamada equivalencia ricardiana). Resulta imprescindible una pronta clarificación de toda la línea de actuación fiscal de la Administración Trump. 6 7 8 9
  • 17. 16 Déficit público de las grandes economías emergentes % del PIB Fuente: FMI 2015 2016 -12 -10 -8 -6 -4 -2 0 China India Rusia Brasil México Turquía 8 Deuda pública de las grandes economías emergentes % del PIB Fuente: FMI 2015 2016 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 China India Rusia Brasil México Turquía 9
  • 18. 17 NOTA DE COYUNTURA Déficit público de algunas economías de la Eurozona % del PIB Fuente: FMI 2015 2016 -6 -5 -4 -3 -2 -1 0 1 Alemania Francia Países Bajos Italia España Portugal Deuda pública de algunas economías de la Eurozona % del PIB Fuente: FMI 2015 2016 0 20 40 60 80 100 120 140 Alemania Francia Países Bajos Italia España Portugal La posición fiscal en la zona euro El pasado 2016 la posición fiscal en la zona euro fue ligeramente expansiva y se espera que se convierta en neutral en 2017-2018. El ratio de deuda pública respecto al PIB se va a reducir gradualmente. A nivel agregado este ratio alcan- zaba el 90,3% en el 2015 y se espera que se reduzca hasta el 87,0% del PIB en el 2018. Esta reducción será posible por la disminución de los tipos de interés y también por la aparición en algunas economías de superávits primarios y por la reducción del volumen de déficit público en otras, aunque existen realidades muy dispares entre países. Se espera que al finalizar el 2018 más de la mitad de los países de la zona supera- rán un ratio de deuda pública del 60% e incluso algunos verán como su ratio sigue aumentando. Mientras que algunos países tienen espacio para adoptar políticas fiscales de apoyo de la demanda (Alemania, Países Bajos), otros países deberán realizar un esfuerzo de consolidación fiscal para evitar que su ratio de endeudamiento siga aumentando. Esto es especialmente impor- tante porque estos países son vulnerables a po- sibles subidas de los tipos o turbulencias en los mercados financieros. 10 11 España: consolidación fiscal y crecimiento La reunión del Ecofin de julio del 2016 hizo públi- co que ni Portugal ni España habían tomado las acciones necesarias para corregir sus déficits ex- cesivos. Se recomendó a Portugal la reducción de su déficit público hasta un 2,5% del PIB mediante un ajuste fiscal equivalente al 0,25% del PIB, y se concedió a España una prórroga hasta el 2018 del plazo para reducir su déficit hasta el 3% del PIB. Estas cifras se producen en un contexto de un crecimiento notable de la economía española: creció en el 2016 un 3,1% y se espera que lo haga unas décimas por encima del 2% en el 2017. Aunque la tasa de desempleo se mantiene elevada, la creación de puestos de trabajo (medida por el núme- ro de afiliaciones a la Seguridad Social) aumentó un 3,5% a lo lar- go del pasado año. Aparte de la creación de empleo, el principal reto al que se enfrenta la econo- mía española es llevar a cabo el ajuste fiscal al que el Gobierno se ha comprometido con las autori- dades europeas como resultado del procedimiento de déficit ex- cesivo y combinarlo con el man- tenimiento de una buena tasa de crecimiento y la creación de puestos de trabajo. Pero el ajuste fiscal no debe producirse como 10 11 El ajuste fiscal debe producirse porque, con niveles de deuda pública del 100% del PIB, déficits públicos aún elevados y tipos de interés extremadamente reducidos, los riesgos de una senda no sostenible en la deuda pública no son pequeños
  • 19. 18 NOTA DE COYUNTURA consecuencia de un acuerdo con Bruselas. Debe producirse porque, con niveles de deuda pública del 100% del PIB, déficits públicos aún elevados y tipos de interés extremadamente reducidos, los riesgos de una senda no sostenible en la deuda pública no son pequeños. 12 13 Por ello, junto a cómo recuperar niveles de empleo anteriores a la crisis, el ajuste en las fi- nanzas públicas es el principal desafío que tiene ante sí la economía española. Supone un gran reto diseñar un ajuste fiscal que perjudique lo me- Crecimiento del Producto Interior Bruto real Tasa de variación anual (%) Fuente: Banco de España Inflación Tasa anual de inflación (%) Fuente: Banco de España -4 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 -3 -2 -1 0 1 2 3 4 5 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 -1 0 1 2 3 4 5 nos posible la tasa de crecimiento y la creación de empleo y que asegure la protección de los ciu- dadanos más vulnerables. El Gobierno anunció en diciembre que el ajus- te del presupuesto público se va a producir bási- camente por el lado de los ingresos, con un au- mento de los impuestos sobre las empresas (en realidad, una disminución de las desgravaciones del impuesto de sociedades) y, en menor medida, de algunos impuestos especiales sobre el consu- mo y otros de tipo ecológico. 14 15 12 13
  • 20. 19 NOTA DE COYUNTURA Saldo del presupuesto público % del PIB Fuente: Banco de España Deuda pública % del PIB Fuente: Banco de España 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 -12 -10 -8 -6 -4 -2 0 2 4 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 0 20 40 60 80 100 120 14 15
  • 21. 20 NOTA DE COYUNTURA zona euro verán caer su inflación algo por debajo del 1,5%, a excepción de algunas economías de la periferia como España, Irlanda y Grecia, donde se puede superar ligeramente el 2%, y de las econo- mías en desarrollo de la zona, que también supe- rarán el 2% o el 3%. 18 19 Algunas economías emergentes como Brasil, Rusia o Turquía tienen tasas de inflación que su- peran los objetivos de sus bancos centrales, pero verán como su inflación se modera en el 2017 a medida que se desvanece el efecto de las recien- tes depreciaciones y que las medidas tomadas por las políticas monetarias hacen su trabajo 20 Previsiones para el 2017 La recuperación económica proseguirá este 2017, pero se dará con más fuerza en las economías emergentes que en las desarrolladas. Estas se- guirán mostrando un crecimiento decepcionante, algo por debajo del 2% (un 1,8% según el FMI), mientras que las emergentes lo harán por encima del 4,5% (un 4,6% según el FMI), aumentando su ritmo gracias a que algunas economías con pro- blemas (especialmente Brasil o Rusia) mejoran su situación. Entre las grandes economías desarrolladas, tanto la zona euro como el Reino Unido crecerán algo por debajo del 2%, siendo Japón la que más dificultades muestra para recuperarse, con un cre- cimiento esperado este 2017 muy débil, del 0,5%. Los Estados Unidos podrían superar ligeramente el 2% dependiendo de la implementación concreta de la expansión fiscal de la nueva Administración. España superará probablemente también el 2%, puesto que se situará por debajo del 3,2% alcan- zado en el 2016 por la ausencia de algunos de los factores de impulso que han venido afectando positivamente a la economía. 16 Entre las grandes economías emergentes las que más crecerán serán la India, con una cifra por encima del 7%, y China, alrededor del 6,5%. En Latinoamérica se mantendrá la evolución dispar. Algunas economías exportadoras de mate- rias primas como Perú, Bolivia o Colombia crece- rán entre un 3%-4%; Chile y México lo harán algo por debajo del 3%. En cambio, otras economías mostrarán una evolución peor: Brasil saldrá de la recesión, pero crecerá probablemente apenas unas décimas, mientras que Venezuela y Ecuador seguirán en recesión. 17 En consonancia con el ligero repunte de la acti- vidad en las economías avanzadas y con la recupe- ración de los precios del petróleo y de las materias primas, la tasa de inflación empezó a repuntar en el 2016: en términos agregados, en las economías desarrolladas fue del 0,8% en el 2016, por encima del 0,3% del 2015. En algunas economías avan- zadas la inflación se situará este 2017 muy cerca del 2% que tienen por objetivo los bancos centrales. Este debería ser el caso de los Es- tados Unidos y Canadá y de algunas economías avanzadas de Asia como Corea del Sur y Australia. En Euro- pa solo el Reino Unido se situará por encima del objetivo, en parte gracias a la depreciación de la libra esterlina. En cambio, la zona euro, después de alcanzar una inflación cercana al 2% en el 2015, vio como esta evolucionó algo a la baja en el 2016 hasta el 1,7%; asimismo, se prevé que baje unas décimas más en el 2017. Todos los países de la Crecimiento de algunas economías de la Eurozona Tasa de variación del PIB (%) Fuente: FMI 2015 2016 0 0,5 1 1,5 2 2,5 3 3,5 Alemania Francia Países Bajos Italia España Portugal 16 Entre las grandes economías emergentes las que más crecerán serán la India, con una cifra por encima del 7%, y China, alrededor del 6,5%. En Latinoamérica se mantendrá la evolución dispar
  • 22. 21 NOTA DE COYUNTURA Inflación en las grandes economías emergentes Tasa anual de inflación (%) Fuente: FMI 2015 2016 0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 China India Rusia Brasil México Turquía 20 Inflación en algunas economías de la Eurozona Tasa anual de inflación (%) Fuente: FMI 2015 2016 -0,6 -0,4 -0,2 0 0,2 0,4 0,6 0,8 Alemania Francia Países Bajos Italia España Portugal 19 Inflación en las grandes economías desarrolladas Tasa anual de inflación (%) Fuente: FMI -0,4 -0,2 0 0,2 0,4 0,6 0,8 1 1,2 1,4 EE. UU. Eurozona Japón Reino Unido 2015 2016 18 Crecimiento por regiones de la economía global Tasa de variación del PIB (%) Fuente: FMI 2015 2016 -4 -2 0 2 4 6 8 Asia emergente Latinoamérica Estados Ind. Commonwealth En vías de desarrollo de la Europa del Este 17
  • 24. TEMAS A DEBATE La economía colaborativa: ¿buena para quién? David Murillo Instituto de Innovación Social Eric Sadin, en su libro La silicolonisation du Monde, sostiene una tesis difícil de digerir. Si el humanismo francés, el de la Ilustración, o el humanismo italiano, el del Renacimiento, fueron denominados humanistas por situar la autonomía del pensamiento y la libre elección individual en el centro de su época, y todo ello junto al principio de responsabilidad y al derecho de las sociedades a decidir en común su destino, ¿cómo calificar nuestra era, marcada por el tecnosolucionismo, las Singularity del mundo, la expansión del Big Data y la gestión por algoritmos? 23
  • 25. 24 TEMAS A DEBATE Introducción. La economía colaborativa: entre el grano y la paja Eric Sadin, en su libro La silicolonisation du Monde,1 sostiene una tesis difícil de digerir. Si el humanismo francés, el de la Ilustración, o el humanismo italiano, el del Renacimiento, fueron denominados humanistas por situar la autonomía del pensamiento y la libre elección individual en el centro de su época, y todo ello junto al principio de responsabilidad y al derecho de las sociedades a decidir en común su destino, ¿cómo calificar nues- tra era, marcada por el tecnosolucionismo, las Sin- gularity del mundo, la expansión del Big Data y la gestión por algoritmos? Para Sadin, el calificativo solo puede ser uno: estamos en una época antihumanista. Un reverso inquietante, sostiene, en la medida en que nuestro destino lo marcan de manera creciente intereses económicos opacos, desconocidos para la mayo- ría, que a menudo se esconden del debate público sobre la magnitud de la disrupción causada, a la vez que utilizan el dogma cuasi religioso de una innovación tecnológica que se nos presenta como autónoma, democrática en su naturaleza y benefi- ciosa. Tampoco podemos extrañarnos tanto. Si, al fin y al cabo, vivimos en tiempos de confianza cie- ga en sistemas económicos autorregulados con mercados perfectos y sin fricciones, ¿por qué no otorgar la misma fe a la disrupción tecnológica? En el presente artículo me dispongo a pre- sentar de manera breve los diferentes debates públicos suscitados por la llamada economía co- laborativa (EC). Empezaremos por definir lo que podemos denominar el Manifiesto de la EC. Esto es, la lectura optimista, a la vez que inocente e interesada, sobre el mundo de promesas y bon- dades que la EC va (iba) a traer a nuestras so- ciedades. Continuaré con un breve listado de las controversias que la acompañan en sus vertientes de mercado, regulatoria y laboral y en el impacto sobre los consumidores y el medio ambiente. Por último, expresaré lo que a mi modo de ver consti- tuyen las tres principales fuerzas que determinan la imposibilidad del Manifiesto y que, a la postre, hacen de la EC un movimiento disruptivo que de- beríamos problematizar. Por obvio, me limitaré a comentar el caveat a la tesis principal de este artículo en las siguientes líneas y solo en estas. La EC ha venido aquí para quedarse y, junto a todas las controversias que la acompañan, es imposible esconder el impacto positivo de muchas de sus manifestaciones para organizaciones e individuos concretos. Tomar un taxi de Uber en Ciudad del Cabo o en Bogotá no solo nos aporta seguridad, sino que también gene- ra una fuente de ingresos a personas hasta ahora excluidas del mercado. Wallapop nos permite deshacernos de esa cama de niño inservible de mane- ra rentable y, en principio, ecológi- ca. Airbnb permite dar a conocer esa zona rural poco conocida y menos transitada y democratizar el desarrollo económico fruto del turismo. Con los ratings de Trip- Advisor no solo escogemos hotel, sino que también mandamos un mensaje claro sobre qué aspec- tos de este necesitan una mejora urgente. Y podríamos seguir. Con todo, la discusión que debería ocuparnos no reside, pues, en recono- cer los múltiples impactos positivos de la EC, ni tampoco en dar a conocer las muchas organiza- ciones y movimientos de lo colaborativo que sí creen en la visión idealista o social de la EC, sino en determinar los interrogantes generados por la EC, sus efectos colaterales —menos conocidos y muy probablemente mucho más relevantes— y, sobre todo, en subrayar por qué deberíamos cuestionarnos de manera urgente y abierta cómo enfrentarnos al conjunto de transformaciones que la EC nos deja. A este propósito dedicaremos las próximas páginas. Cabe determinar los interrogantes generados por la EC, sus efectos colaterales y, sobre todo,cuestionarnos cómo enfrentarnos al conjunto de transformaciones que la EC nos deja 1. Sadin, E. (2016). La silicolonisation du monde. París: Éditions L’échappée.
  • 26. 25 TEMAS A DEBATE El Manifiesto de la EC: too good to be true Si cada revolución necesita su manifiesto, la visión de Botsman y Rogers,2 elaborada el año 2010, puede funcionar como Manifiesto de lo que inicial- mente se denominó consumo colaborativo, para posteriormente desplegar su significado más allá del mero acto de consumir. De acuerdo con este punto de vista, la EC puede ser percibida como un movimiento de naturaleza democrática, plana en su estructura y jerarquía, que se fundamenta en el empoderamiento de personas comunes a través de dinámicas de intercambio. Esta EC se manifies- ta principalmente como un movimiento de base, transparente en su cadena de provisión, que per- mite la generación de nuevos ámbitos de confianza de una manera considerablemente más participati- va, justa y sostenible que la economía tradicional. En resumen, la EC vendría a ser una forma de eco- nomía digital con causa, igualitaria por naturaleza y menos materialista que el resto de la ineficiente economía basada en el hiperconsumo del usar y ti- rar. Se trataría de una forma superior de economía de mayor eficiencia donde, según Rikfin,3 se privile- gia el acceso por encima de la propiedad. Una EC que debería verse como parte de una transforma- ción más general de la economía que pasa de la producción a la provisión de servicios.4 Dentro de ella encontraríamos un conjunto de empresas e individuos disruptivos dispues- tos a democratizar la economía a partir del en- frentamiento con los intereses corporativos (desde el lobby del taxi hasta los grandes gigantes hoteleros, pasando por el oligopo- lio de la provisión de servicios de internet o la banca) que frenan el progreso y el avance de nuestras sociedades. Es igualmente esta activación de activos subutilizados la que sirve para presentar la EC como un movimiento ecológico y, paradójicamente, anticonsumista. Todo ello potenciado por la dimen- sión tecnológica que se une a esta nueva gama de innovaciones —el auge de internet, los teléfonos inteligentes y la inteligencia artifi- cial— y que permite a las personas compartir propiedades, recursos, tiempo y habilidades a través de plataformas en línea.5 Las promesas del Manifiesto siguen latentes en los medios tec- nológicos, en gran parte de los me- dios de comunicación económicos y en no pocos foros sociales y de- bates de internet, y siguen siendo hábilmente utilizadas como argu- mentos de venta por muchas pla- taformas y start-ups en sus rondas de inversión. Desgraciadamente, como sucede con todo manifies- to, sus promesas chocan con una realidad que cuestiona esta visión social de la EC y con un conjunto de presiones económico-institucionales que avanzan en su con- tra y que exponemos a continuación. Una lista (sucinta) de desafíos6 Los desafíos y las controversias generados por la EC son numerosos, particularmente en lo que se refiere al impacto social de su expansión, que evoluciona en paralelo a todo el proceso de digita- lización avanzada de nuestras economías. Es ne- cesario, pues, realizar una rápida categorización y contrastarla con la lectura anterior hecha por los primeros promotores de la EC. Sobre el mercado: ¿una economía para la mayoría? Aunque es indudable que existen incentivos eco- nómicos para que la gente participe en la EC, la distribución de los beneficios de esta parece obe- decer a leyes económicas previsibles que distan mucho de la colaboración y aún más de cualquier principio de equidad. Un modelo en el que los usuarios o productores-consumidores parecen más bien transformados en herramientas para la maximización del beneficio de unos pocos. La EC se manifiesta como un movimiento de base, transparente en su cadena de provisión, que genera nuevos ámbitos de confianza de una manera más participativa, justa y sostenible que la economía tradicional 2. Hay que acudir a Botsman, R. y Rogers, R. (2010). What’s mine is yours. Collaborative consumption is changing the way we live. Harper Business; pero también al largo conjunto de artículos, publicaciones y TED Talks realizados por los dos autores, particularmente Botsman, cuyo hilo principal de relación es la difusión y venta de las bondades de la EC en la línea expuesta en esta sección y a la que me atrevo a darle el nombre de Manifiesto de la EC. 3. Rifkin, J. (2014). Zero Marginal Cost Society. The internet of things, the collaborative commons and the collapse of capitalism. Londres: St. Martin’s Griffin. 4. Dredge, D. y Gyimóthy, S. (2015). “The collaborative economy and tourism: Critical perspectives, questionable claims and silenced voices”. Tourism Recreation Research, 40(3), 286-302. 5. Wosskow, D. (2014). “Unlocking the sharing economy”. Independent review. Department for Business, Innovation and Skills. UK Government. 6. Para un análisis más extenso de las controversias surgidas en este punto, invitamos al lector a consultar: Buckland, H., Val, E. y Murillo, D. (2016). We Share. Who Wins? Unravelling the controversies of the collaborative economy. Antenna for Social Innovation. ESADE (disponible en línea).
  • 27. 26 Sobre lo público: ¿qué modelo de relación empresa-gobiernos? Si es cierto que la EC asigna recursos de mane- ra más eficiente que el Estado, ¿cuál debería ser el corolario implícito de esta afirmación? En ver- dad, ninguno. Hay literatura económica suficiente para justificar que los beneficios que los merca- dos pueden proporcionar no son necesariamente los mismos que la actuación del gobierno podría lograr. La igualdad de acceso a la EC no puede garantizarse únicamente a través de las platafor- mas. Las personas con dificultades de movilidad, a menos que sean rentables para las empresas, no verán su derecho a desplazarse garantizado por soluciones de mercado sin una interferen- cia exterior. El racismo de los programadores expresado en algoritmos específicos no puede resolverse sin intervención externa. Tampoco sin intervención pública puede fomentarse la compe- tencia leal y el respeto de la ley. Los mercados por sí mismos carecen, pues, de la capacidad para hacer cumplir las reglas y de los incentivos para suplir las funciones del Estado. La EC se basa en la idea de que la autorregu- lación del mercado ofrece beneficios, pero no nos habla de las distorsiones creadas y menos de cómo estas deberían corregirse. Uber, por poner un ejemplo, genera confianza entre conductores y usuarios allí donde la legislación, la calidad del servicio y las acreditaciones de seguridad no fun- cionan bien. Allí donde sí funcionan rediseña con La distribución de los benefi- cios entre los partícipes aparece como mínimo problemática. Así, según Owyang (2015),7 más de la mitad de la actividad en cada ca- tegoría de economía compartida es propiedad de una sola empre- sa: Kickstarter es responsable del 57% de las transacciones de crowdfunding; Craigslist, del 65% de los servicios profesionales; Uber, del 86% del viaje compartido; y Etsy, del 91% del mercado del producto de encargo. Según Slee (2015),8 Airbnb genera el 75% de sus ingresos por servicios para compartir vivien- das enteras (práctica también conocida como al- quiler). En Nueva York, el 93% de las pernoctacio- nes las concentran el 13% de los propietarios que tienen más de una propiedad en la plataforma de Airbnb. El mejor alojamiento de Airbnb en Roma, con un coste de 500€/noche, pertenece a un jo- ven ejecutivo de Texas que también comparte siete apartamentos más en Roma y dos en Barcelona. Por otro lado, ¿el hecho de que empresas tra- dicionales se sumen a la corriente del compartir no nos indica una devaluación sobre la transfor- mación misma del propósito social del Manifies- to? ¿Es la compra de Lyft y Zipcar por Avis un ejemplo de compartir? ¿BMW con Drive Now o Peugeot con ‘Moi voiture’ son empresas equiva- lentes a BlaBlaCar o a SocialCar? ¿El hecho de que Marriott se asocie con la compañía de tra- bajo compartido LiquidSpace para compartir sus vestíbulos y espacios comunes infrautilizados con- vierte a Marriott en una empresa de la EC? Las empresas tradicionales se acercan a la EC como vía para rentabilizar activos o expandir negocios. Compartir es el medio, pero el objetivo es otro. Las estrategias de adaptación varían y toman la forma de patrocinios, asociaciones, inversiones o adquisiciones, el desarrollo de nuevos modelos de negocio híbridos, pasando por el cobranding, la compra de acciones en empresas de la EC y la compra de plataformas de software (generalmente manteniendo la marca original). Esta tendencia ha dado incluso nombre a un libro, el del estratega del marketing Billee Howard: We-Commerce. A me- dida que la EC se expande, las reglas del juego se diluyen, la clasificación de una empresa como per- teneciente a la EC se transforma en problemática y la utilización del compartir desde una vertien- te puramente instrumental aleja el Manifiesto de cualquier aplicación práctica más allá de las teo- rías del win-win o el valor compartido. Con suerte. La distribución de los beneficios de la EC parece obedecer a leyes económicas previsibles que distan mucho de la colaboración y aún más de cualquier principio de equidad 7. Owyang, J. (2015). “The Collaborative Sharing Economy has Created 17 Billion-Dollar Companies (and 10 unicorns)”. Web personal. 8. Slee, T. (2015). What’s Yours Is Mine: Against the Sharing Economy. Nueva York y Londres: OR Books.
  • 28. 27 TEMAS A DEBATE cabeza para autoridades fiscales ya bajo presión por mantener sus precarios estados del bienes- tar. Uber Canadá paga impuestos en Holanda y siguen siendo los conductores de Uber quienes deciden si pagan impuestos. Slee considera que el negocio de estas plataformas es el de ampliar el área gris de la economía informal. La EC en su conjunto parece tener margen de maniobra para decidir si contribuye o no al erario público y dónde hacerlo. El resurgimiento de la discusión sobre la renta básica universal, ahora desde el ámbito científico-tecnológico,9 sería solo la enésima prue- ba de la magnitud del problema laboral y fiscal que se ha creado con la expansión, respectiva- mente, de la economía digital y de su hija, la EC. Sobre el mercado laboral: ¿la EC como oportunidad o como amenaza? Hemos visto que la EC se presenta como un pro- veedor de oportunidades de empleo flexibles. Sin embargo, uno de sus impactos es la reducción del empleo por cuenta ajena y el aumento de las relaciones «laborales» de corto plazo como freelance. Los conductores de Uber pueden ser considerados responsables de accidentes en el trabajo, los trabajadores de TaskRabbit no reciben ninguna pensión, y los trabajadores que buscan un seguro de salud o la estabilidad laboral no es probable que los encuentren en la EC. Por otro lado, la integración de medidas de seguridad no es el negocio de estas empresas: los costos de inspección y cumplimiento de la ley son simple- mente demasiado altos. En 2015 se llevó a cabo un estudio exhaus- tivo de los trabajadores autónomos en los Es- tados Unidos que trabajaban en la EC. El infor- me10 muestra un panorama bastante desolador sobre este nuevo microempresariado, donde la EC se presenta como dominada por empresas que utilizan trabajadores subcontratados de bajo coste para servir a un gran volumen de clientes a cambio de un porcentaje del servi- cio. En algunos casos, la precariedad de los empleos en la economía colaborativa genera demandas para que Uber, Lyft, Postmates o Instacart los reconozcan como empleados. La insatisfacción también ha sido expresada por empleados de compañías tradicionales, que valoran la seguridad sobre la flexibilidad y se sienten amenazados por la nueva ola de pla- taformas de microtareas bajo demanda como TaskRabbit o Amazon Mechanical Turk. su implantación las líneas de transporte público y altera la eficacia de los presupuestos públicos, al mismo tiempo que se presenta como una fuerza revolucionaria que actúa en nombre de los ciuda- danos comunes. ¿Son los beneficios los mismos en un país y en otro? ¿No sería el momento de exigir la cooperación, el trasvase de la informa- ción, como mínimo, entre plataformas y organis- mos públicos? Otro ejemplo, las plataformas de cursos en línea masivos (los MOOCs) se presentan como al- ternativas a la educación superior, pero ¿pueden realmente sustituir una educación pública o pri- vada que aún consideramos un bien de utilidad pública? El sistema tradicional de la universidad proporciona conocimientos, redes y credenciales aceptados que operan con la supervisión pública y las fuerzas del mercado. ¿Puede el mercado re- emplazar estos indicadores de calidad? Parece indudable que algunos de los campeo- nes de la EC —Uber y Airbnb particularmente, sus dos principales actores— juegan la carta de la disrupción a la vez que presentan a los gobier- nos como beneficiarios ineficientes de una tupida red de intereses. Siguiendo a Slee, el punto de vista común de muchas de estas grandes plata- formas parece ser que «la ley es obsoleta» y que el impacto de la disrupción «no es mi problema». La pequeña molestia que provoca un alquiler de viviendas ilegales en un área de una ciudad ya congestionada por el turismo desemboca en una auténtica pesadilla para los residentes locales al verse multiplicada por el impacto de escala de la economía digital. Cuando esto sucede, las plata- formas ofrecen poca o ninguna cooperación para aplicar la ley, lo que juega en contra de sus intere- ses. Cuando las dificultades son excesivas (Uber en Austin, Texas, por ejemplo), las plataformas dejan de operar en ese territorio. Por otro lado, no podemos ol- vidar que las empresas de la EC, en cuanto empresas de la llama- da economía digital, comparten muchas de sus características. El hecho de trabajar en la red les per- mite aprovechar las lagunas de las regulaciones de los Estados y jugar con los diferentes incentivos fisca- les de estos. Obtener una contribu- ción financiera de estas empresas es sin duda un gran quebradero de 9. Véase Brynjolfsson, E. y McAfee, A. (2014). The Second Machine Age: Work, Progress, and Prosperity in a Time of Brilliant Technologies. Nueva York: W.W. Norton. También, Sundararajan, A. (2016). The Sharing Economy: The End of Employment and the Rise of Crowd-Based Capitalism. MIT Press 10. Benner, K. (2015). “On-Demand Begins March on White-Collar Professions; ‘Uber Legal’ to Come?”. Bloomberg Brief: The Sharing Economy. Obtener una contribución financiera de estas empresas que trabajan en la red es un gran quebradero de cabeza para las autoridades fiscales
  • 29. 28 crucial para las empresas de la EC. Muchas de las principales empresas de distribución como Etsy, BlaBlaCar o Kickstarter tienen una reputa- ción corporativa que las hace enormemente po- pulares. Esta es efectivamente mantenida por un sofisticado sistema de mecanismos, algoritmos y herramientas de feedback ajustados para y por los usuarios que hacen que confiemos en ellas. Pero ¿de qué tipo de confianza estamos hablando? Slee, refiriéndose a Handy (que ofrece limpia- dores, fontaneros y otros servicios a domicilio), muestra cómo se prestan los servicios y cómo se supera la brecha de (des)confianza en la ad- quisición de servicios a través de internet: «No ofrecemos servicios, ofrecemos información y un método para obtener esos servicios». La proposi- ción detrás de este argumento es que algunos de estos unicornios multimillonarios son poco más que directorios telefónicos del siglo XXI. El proble- ma de la confianza se resuelve introduciendo un sentimiento de familiaridad, normalidad y rutina en el proceso de pedir los servicios en línea. Esto parece reducirse a una idea simple: confiamos en una pretensión de confianza. Este mundo hiperacreditable en el que todos califican a todo el mundo (conductores a pasaje- ros, anfitriones a propietarios y clientes a men- sajeros) abre la puerta a otro debate ético en torno a la creciente penetración de los mecanis- mos de retroalimentación de los usuarios: ¿cómo nos sentimos viviendo en un entorno de hyper- accountability, en un mundo con poca o ninguna privacidad en el que nuestros datos están listos para ser vendidos a cualquier persona dispuesta a pagar el precio? Un aspecto adicional, altamente problemáti- co, es el de la reputación digital y su potencial para el fraude y el sesgo. Un estudio reciente encontró que el 16% de las críticas de Yelp no son genuinas.13 Aquí surgen varias discusiones. ¿Quién va a asegurar que la reputación es un mé- rito merecido y no creado? ¿Quién va a compen- sar a las víctimas del robo de identidad? ¿Quién va a evitar que datos personales y sensibles lle- guen a las manos equivocadas? Los mecanismos del mercado pueden ofrecer una solución parcial a algunos de estos problemas, pero no a todos ellos. Por otro lado, deberíamos confrontar cómo entienden el binomio confiar-compartir los con- sumidores de la EC. Diferentes personas com- El economista Guy Standing calificó a este nuevo tipo de traba- jador autónomo como el nuevo pre- cariado, caracterizado por la incer- tidumbre crónica y la inseguridad permanente. Según Standing,11 es- tos trabajadores entran y salen de trabajos sin identidad ocupacional alguna y con poca perspectiva fu- tura. En la misma línea, para Hill,12 en esencia, los proveedores de la nueva economía están forjando un sistema económico en el cual aquellos con dinero podrán usar interacciones anónimas para contratar a aquellos sin dinero y forzarán una guerra de ofertas en línea para ver quién cobrará menos por su trabajo. Con todo ello, si el tipo de empleo creado es cuestionable, más preocupante es el impacto sobre el empleo existente y la presión a la baja sobre la calidad de este. Sobre el rol de los consumidores: ¿podemos confiar en la EC? La creación de nuevos marcos de confianza fue anunciada como una de las piedras angulares de la EC. La confianza en las marcas es ciertamente Si el tipo de empleo creado es cuestionable, más preocupante es el impacto sobre el empleo existente y la presión a la baja sobre su calidad 11. Standing, G. (2014). The Precariat: The New Dangerous Class. Londres: Bloomsbury. 12. Hill, S. (2015). Raw Deal. How the ‘Uber Economy’ and Runaway Capitalism Are Screwing American Workers. Nueva York: Martin’s Press; p. 13. 13. Zervas, G., Proserpio, J. y Byers, J. (2015). “The Rise of the Sharing Economy: Estimating the Impact of Airbnb on the Hotel Industry”. School of Management, Boston University, Draft paper.
  • 30. 29 TEMAS A DEBATE El medio ambiente: ¿es la EC buena para el planeta? Zipcar dirá que cada coche en su plataforma sus- tituye catorce coches de las calles. Airbnb afirma que sus clientes europeos consumen un 78% me- nos de energía que el equivalente de pernoctar en un hotel. Existe, pues, una concepción genera- lizada de que compartir es un método apropiado para reducir el hiperconsumo y disminuir el im- pacto ecológico de este. Con todo, ¿no puede la EC generar un mayor uso de recursos a través de un potencial «efecto boomerang» por el cual precios más bajos permiten más transacciones? Estudios recientes16 muestran la poca importan- cia que los consumidores dan a las preocupacio- nes ambientales en su participación en la EC o incluso, paradójicamente, cómo la movilidad com- partida podría ayudar a aumentar las ventas de coches.17 ¿Es pues la EC una herramienta para mejorar la salud del planeta? Si bien algunos estudios parecen revelar una reducción en las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas del uso compartido de au- tomóviles, cuando ampliamos el espectro al con- junto de intercambios que se suceden a través del comercio electrónico, los resultados son mucho más ambiguos. Así, una revisión exhaustiva de 56 trabajos de investigación científica revela que la huella ecológica del comercio elec- trónico B2C es significativamente mayor que el de su equivalente en el comercio tradicional.18 Aumenta el uso de furgonetas de entrega menos eficientes, el fracaso de las entregas a domicilio causan más viajes, los consumidores tienden a comprar en diferentes lugares, hay un mayor nú- mero de pequeñas entregas y devolu- ciones, y, finalmente, se produce un mayor uso de paquetería. Es, pues, cuestionable que la EC por sí misma nos conduzca hacia la sostenibilidad. parten por diferentes motivos, en- tre ellos la edad, la mentalidad o su disposición psicológica. Otros factores incluyen la filosofía per- sonal con respecto a la reciproci- dad, el nivel de generosidad y la identidad de la persona con la que comparten.14 Belk argumenta que muchos de estos aparentes casos de compartir se caracterizan mejor como pseudocompartir: simples intercambios de productos envuel- tos en el vocabulario del compar- tir.15 Si nos referimos a compartir la vivienda a través de Airbnb con alguien que ya dispone de quince viviendas en la plataforma, ¿no te- nemos ya un verbo para esa actividad? El impac- to de la EC sobre la aplicación de leyes vigentes aparece nuevamente como merecedor de un ur- gente debate público. 14. Hellwig, K., Morhart, F., Girardin, F. y Hauser M. (2015). “Exploring definitions of Sharing Exploring Different Types of Sharing: A Proposed Segmentation of the Market for ‘Sharing’ Businesses”. Psychology & Marketing, 32(9), pp. 891-906. 15. Belk, R. (2014). “Sharing versus pseudo-sharing in web 2.0”. Anthropologist, 18(1), pp. 7-23. 16. Barnes, S.J. y Mattsson, J. (2016). “Understanding current and future issues in collaborative consumption: A four-stage Delphi study”. Technological Forecasting & Social Change, 104, pp. 200-211. 17. Kawa, L. (2016). “How Sharing Cars Could Actually Boost Auto Sales”. Bloomberg markets. 28 de marzo. 18. Mangiaracina, R., Marchet, G., Perotti, S. y Tumino, A. (2015). “A review of the environmental implications of B2C e-commerce: a logistics perspective”. International Journal of Physical Distribution & Logistics Management, 07/2015; 45(6), pp. 565-591. Un aspecto altamente problemático es el de la reputación digital y su potencial para el fraude y el sesgo. ¿Quién va a asegurar que la reputación es un mérito merecido y no creado? Los datos apuntan a que la huella ecológica del comercio electrónico B2C es significativamente mayor que el de su equivalente en el comercio tradicional
  • 31. 30 TEMAS A DEBATE economía digital se fundamenta en la aparición de nuevos modelos de negocio en forma de pla- taformas, construidos en torno a los beneficios del crowding, las economías de escala y el efecto red de internet, donde el valor o funcionalidad de un recurso aumentan con cada usuario adicional conseguido. Como nos recuerdan estos economistas, en la economía digital no hay estrategias competiti- vas para las segundas mejores opciones, simple- Sobre por qué la EC nunca podrá cumplir las expectativas generadas Si el Manifiesto y sus seguidores elevaron las expectativas depositadas en la EC hasta límites insospechados, una lectura atenta del contexto nos permite comprender qué fuerzas operan en su contra y por qué las sociedades harían bien en tratar la EC como un factor disruptivo en todos sus ámbitos, con consecuencias a menudo negativas y que, por tanto, merecen su problematización. 1 Subrayaremos lo que a mi modo de ver son las tres fuerzas principales: Las dinámicas del mercado (de la economía digital) Algunos autores anteriores a la revolución de la EC ofrecieron una visión del camino que esta iba a tomar. «Los mercados están abriendo paso a las redes y la propiedad está siendo reemplazada por el acceso», en palabras de Rifkin.19 Si deci- mos que la EC actual debe entenderse como el resultado del auge de las interacciones entre desconocidos, donde el intercambio suele ser monetizado y sistemati- zado en un modelo de negocio facilitado por la tecnología,20 esta es una visión coherente con la eclosión de la economía digital presen- tada por Brynjolfsson y McAfee. Para estos profesores del MIT, la 19. Rifkin, J. (2000). The Age of Access. Penguin Putnam, p. 4. 20. Dredge y Gyimóthy, 2015, op. cit., p. 292. El núcleo ideología-poder Biopolitics (Foucault, 1980) Psychopolitics (Han, 2014) El Manifiesto de la EC (Botsman & Rogers 2010) La EC ante las presiones económico-institucionales La economía digital Access economy (Rifkin, 2000, 2014) Venture capitalism (Brynjolfsson & McAfee, 2014) La adaptación institucional Techno-solutionism (Morozov, 2013) Institutional transformation (Rodrik, 2011) Crowding-out mechanisms (Sandel, 2012) En la economía digital no hay estrategias competitivas para las segundas mejores opciones, simplemente porque no hay mercado para ellas 1
  • 32. 31 TEMAS A DEBATE mercado, el riesgo competitivo es demasiado ele- vado. ¿Qué espacio habrá para aquellos modelos de negocio que quieran sumarse al Manifiesto de la EC cuando este se construya contra los valores del mercado? La respuesta es simple: uno más reducido. O ninguno. La lógica de la economía di- gital nos lleva a una competición donde la EC no puede anteponer la lógica social del Manifiesto a las dinámicas propias del mercado. La adaptación institucional Los inversores de capital riesgo han cambiado las reglas del juego y han diluido el concepto de com- partir de la misma manera que Facebook ha dilui- do el concepto de amistad. Para Rodrik (2011),21 vivimos en una era de expansión del globalismo de mercado fomentada por la financiarización y el avance tecnológico. Vivimos inmersos en una carrera hacia el fondo donde los Estados compi- ten para atraer mercados a la vez que autolimitan la capacidad de ciudadanos y gobiernos de impo- ner su voluntad a estos. Sandel22 describe el alcance de la transfor- mación cultural que está teniendo lugar. Los mercados promueven ciertos valores mientras erosio- nan otros, desplazan normas de conducta y distorsionan las aspi- raciones democráticas construidas sobre la igualdad teórica de los agentes, con un efecto de exclu- sión sobre los valores no mercanti- mente porque no hay mercado para ellas. Es decir, ser Waze, Google Maps o Apple Maps no es lo mis- mo que ser la 3.ª, 4.ª o 5.ª app de movilidad por fecha de aparición y número de usuarios. Cuantos más usuarios tiene una plataforma, más desarro- lladores e inversores atrae. Quedar descabalga- dos de la carrera por la primera plaza implica muy probablemente quedar en la cuneta. Si los valores de este modelo de negocio, su visión o misión, chocan con los imperativos instrumentales del Los inversores de capital riesgo han cambiado las reglas del juego y han diluido el concepto de compartir 21. Rodrik, D. (2011). The Globalization Paradox. Democracy and the Future of World Economy. Nueva York: W.W. Norton & Company. Capítulo 9. 22. Sandel, M. (2012). What Money Can’t Buy: The moral limits of markets. Nueva York: Farrar, Straus and Giroux.
  • 33. 32 TEMAS A DEBATE ca en obtener ganancias. La EC quedaría, pues, simplemente como otro espacio tecnológico por colonizar fruto del proceso de evolución natural de nuestra actual forma de capitalismo. El núcleo ideología-poder Ya en la década de 1970 el filósofo francés Michel Foucault24 expuso la intrincada relación entre poder económico, poder político y lo que llamamos conocimiento. Contra el liberalismo clásico de Adam Smith, está ocurriendo una in- versión de términos. Allí donde Smith veía en el mercado un espacio digno de protección de la in- tervención del Estado, el (neo)liberalismo actual promueve su reverso: el mercado se convierte en un dominio que debe ser protegido de toda interferencia externa a la vez que expande su ámbito de actuación para abarcar la totalidad de la acción humana. La nueva distribución de po- der entre lo político y lo económico se resuelve a favor del segundo. Desde esta nueva aproximación, cualquier problema social tendrá una solución de mer- cado, y esta será superior a cualquiera de las alternativas no comerciales. El individualismo y el emprendimiento se convierten en el camino válido hacia el bienestar colectivo. A su vez, este nuevo liberalismo se convierte en un llamado a la vigilancia, el activismo y la intervención per- les. Motivaciones intrínsecas como la gratuidad y el altruismo, por aje- nas al mercado, serán reemplaza- das por otras de tipo instrumental. Los sentimientos de comunidad y de igualdad del Manifiesto de la EC se ven, pues, amenazados con la simple expansión de la lógica de mercado. Belk nos dice que en la EC nos encontramos con un pseudo- compartir que se caracteriza por la presencia de ánimo de lucro y la ausencia de sentimientos de comunidad y de expectativas de reciprocidad. Morozov23 añade su percepción de lo que él conside- ra la tendencia tecnosolucionista actual: la idea de que, dado el có- digo correcto, algoritmos, robots y tecnología pueden resolver todos los problemas de la humanidad y llevarnos a un mundo eficiente donde Silicon Valley, en lugar de los gobiernos, determine nuestro futuro. En otras palabras, el sentido primigenio de la EC habría sido secuestrado por medios de comunicación, corporaciones e inversores de capital riesgo y firmas de consultoría listos para vender el giro colaborativo a empresas cuyo único interés radi- 23. Morozov, E. (2013). “The ‘sharing economy’ undermines workers’ rights”. Financial Times. 14 de octubre. 24. Foucault, M. (1980). Power/Knowledge – Selected Interview and Other Writings 1972-1977. USA: Pantheon Books. El (neo) liberalismo actual promueve que el mercado se convierta en un dominio que debe ser protegido de toda interferencia externa, a la vez que expande su ámbito de actuación para abarcar la totalidad de la acción humana
  • 34. 33 TEMAS A DEBATE su carácter beneficioso. Entender sus múltiples aspectos teleológi- cos (la EC presentada como un fin en sí mismo), su aura divinizada (la EC entendida como futuro, pro- greso) y evidenciar el conjunto de intereses a los que sirve y la legiti- midad de aquellos a los que se en- frenta. Las líneas anteriores, final- mente, son, pues, una invitación a plantearnos la EC como un espa- cio de debate trascendental para abordar temas candentes como el del futuro del empleo y de la regu- lación, el del estado del bienestar o la necesidad de situar qué tipos de colaboraciones cabría o debe- ríamos esperar entre empresas (plataformas di- gitales de la EC) y gobiernos. Por la magnitud de los desafíos planteados hasta aquí y las fuerzas que operan en su apuntalamiento, creemos en la urgencia de abordar estos debates y hacerlo en las múltiples manifestaciones de la EC petua a favor del mercado. Con él se cierra el vínculo perfecto entre medios de comunicación, poder político, políticas públicas e intereses eco- nómicos. Ahora solo necesitamos la cooperación del individuo para hacer realidad la profecía neolibe- ral. La llamada permanente a la optimización de los activos infrautilizados, típica del movimiento colaborativo, puede y debe aplicarse también a nuestros cerebros y capacidades. Necesitamos optimizarnos a nosotros mismos. Para Han,25 la libertad contemporánea se entiende como esta autoinfligida capacidad de autoexplotación. Ne- cesitamos colaborar con la maximización inter- minable de las capacidades y con la mercantili- zación de los individuos reducidos a medios de producción e intercambio. ¿Qué quedaría de la EC si suprimimos los bienes, servicios y capaci- dades que no tienen un mercado? Este nuevo liberalismo es una forma combi- nada de positivismo, comunicación de masas, consumo masivo y vigilancia friendly en la que damos libremente información sobre nuestro paradero, habilidades, capacidades, gustos y riqueza para que alguien se beneficie de ellos. Esto se logra en un nivel prerreflexivo, prerracio- nal. De facto abrazamos felizmente la mercanti- lización y parametrización de los diversos órde- nes de nuestras vidas sin oponer resistencia ni pensar dónde quedan la intimidad, lo privado, lo no mercantilizable. Las personas se convierten, pues, en agrupaciones de datos disponibles para su explotación pública. Los principales actores de la EC simplemente recogerán el fruto maduro de esta construcción a la vez social e ideológico- política en la nueva era digital. El entramado de valores, ideología y conocimiento (mediático o científico) nos llevará a adoptar de manera natu- ral la lógica del mercado allí donde esta entre en conflicto con otra alternativa, como la del Mani- fiesto inicial. Un apunte final: ¿qué EC queremos? ¿Cuál sería la conclusión de todo el camino se- guido hasta aquí? Subrayar la imposibilidad del Manifiesto de la EC. Problematizar los intereses que la apuntalan. Cuestionarnos si el modo de acercarnos a ella debe ser el laisser faire propio del pensamiento económico habitual o debería- mos ir más allá. Si la EC, como sostengo, pre- senta como mínimo un número parecido de be- neficios y controversias, ¿qué deberíamos hacer con ella? Pues empezar por interrogarnos sobre Cabe cuestionarnos si el modo de acercarnos a la EC debe ser el laisser faire propio del pensamiento económico habitual o deberíamos ir más allá 25. Han, B-C. (2014). Psychopolitik: Neoliberalismus und die neuen Machttechniken. Frankfurt: S. Fischer Verlag.
  • 36. 35 TEMAS A DEBATETEMAS A DEBATE Economía colaborativa para todos los consumidores Gerard Costa Profesor titular del Departamento de Dirección de Marketing, ESADE-URL Economía colaborativa es uno de los diferentes términos que se refieren a las formas de intercambio económico facilitadas a través de plataformas en línea que abarcan una amplia diversidad de actividades empresariales y sociales que tienen en común facilitar el acceso a recursos infrautilizados. 35
  • 37. 36 TEMAS A DEBATE Introducción Economía colaborativa (EC) es uno de los dife- rentes términos que se refieren a las formas de intercambio económico facilitadas a través de plataformas en línea que abarcan una amplia di- versidad de actividades empresariales y sociales que tienen en común facilitar el acceso a recursos infrautilizados. Existen diferentes debates sobre los dos conceptos integrantes, economía y cola- borativa (Buckland et al., 2016), pero todos ellos en torno a las formas de cooperación entre las personas, como refleja la definición de «people co- ordinating the acquisition and [/or] distribution of a resource for a fee» (Belk, 2014: 1597). Es un concepto valorado como paradójico en sí mismo: un modelo que es alternativa y evolución al mismo tiempo del modelo capitalista. Así, es calificado como «neoliberalism on steroids» (Mo- rozov, 2013); el antídoto poscrisis al materialismo y exceso de consumo (The Economist, 2013); un remedio para la cultura hiperconsumista actual (Schor, 2015); o el cambio macroparadigmático por el que será conocido el siglo xxi (Botsman, 2015). Pero dichos puntos de vista quedan supe- ditados, en nuestra opinión, a una afirmación de Manyika (2014) recogida por la consultora McKin- sey: un modelo de negocio que ha llegado para quedarse y que, por lo tanto, supone una oportuni- dad tanto para las empresas emergentes basadas en el modelo colaborativo como para las empre- sas ya establecidas. El amplio concepto en torno a las actividades económicas de colaboración genera diferentes ámbitos de investigación, de los que destacamos tres. El primero es el porqué de su aparición ma- siva en este siglo xxi, cuando la infrautilización de los bienes privados es un problema antiguo y los mercados en línea tienen ya como mínimo veinte años de experiencia (Horton y Zec- khauser, 2016). Pero sin duda es en este siglo xxi cuando las inno- vaciones empresariales han priori- zado aspectos como el uso de las inversiones en sistemas de infor- mación y la sostenibilidad de la ac- tividad económica, ambos aún no suficientemente bien organizados dentro del sistema capitalista de maximización de beneficios (Schor et al., 2015). Una segunda área de investigación es la de modelizar esta actividad económica: trabajos como los de Belk (2014) y Edelman y Geradin (2015) muestran los aspectos comunes que comparten; mientras que las investigaciones de Benjaafar et al. (2015) y Horton y Zeckhauser (2016) revisan la posibilidad de que estas acti- vidades lleguen a generar en el futuro alternati- vas de propiedad sobre los bienes contratados. Y, finalmente, destacamos una tercera área que busca identificar cuáles son las estrategias com- petitivas más eficaces para que las organizacio- nes competidoras lleguen al nuevo consumidor colaborativo (Möhlmann, 2015). Nuestro artículo pretende señalar los princi- pales fundamentos de la EC, lo que nos permiti- rá contestar a la pregunta de si estamos a favor o en contra de este sector. Un objetivo que nos permitimos identificar con el título de un célebre artículo de Martin (2016): «The sharing economy: a pathway to sustainability or a nightmarish form of neoliberal capitalism?». Para ello, utilizamos una revisión de las investigaciones realizadas, así como diferentes investigaciones de mercado llevadas a cabo en torno a la percepción y satis- facción que la EC genera en el consumidor final. El concepto de economía colaborativa es paradójico, es alternativa y evolución al mismo tiempo del modelo capitalista
  • 38. 37 Una breve revisión de los actores y el mercado Iniciamos esta revisión con las organizaciones proveedoras de servicios al consumidor final. Los referentes más habituales en los medios masivos de comunicación son organizaciones como Airbnb, Couchsurfing, BlaBlaCar, Drivy o Uber. También existen aquellas organizaciones que identifican ineficiencias del mercado y transfieren el control a los consumidores sobre las transacciones en mercados, como los viajes en automóvil (Amo- vens), la ropa y complementos (Yerdle) o la comida (EatWith), o simplemente respecto a los recursos infrautilizados de tiempo disponible y habilidades personales (TaskRabbit o Shipeer). Un segundo grupo de operadores son las em- presas de la economía tradicional que han sabido diversificar sus actividades. Un ejemplo clave es el grupo automovilístico Daimler: ha mantenido su actividad tradicional de producción, ha desarrolla- do el modelo de servicio compartido de Car2Go y ha innovado, siendo un referente en EC con su plataforma de movilidad Moovel, que proporciona movilidad a través de diferentes medios de trans- porte. Una estrategia implantada mediante adqui- siciones de compañías existentes y el desarrollo de sus propias divisiones. Todos estos actores son organizaciones que modifican la intermediación preexistente, compar- ten los excesos de capacidades de producción y aumentan la productividad de los operadores exis- tentes en sus mercados. Y todos comparten un modelo de actuación (Cañigueral, 2014; Kathan et al., 2016): potencian la educación de sus prin- cipales stakeholders por encima de los beneficios a corto plazo del modelo económico colaborativo, sabiendo que desde el momento en que son re- levantes se inicia un proceso de litigación ininte- rrumpido respecto a la legislación vigente. La dimensión económica de esta actividad es difícil de calcular por su novedad y tendencia cre- ciente. La consultoría PWC (PWC, 2015) estima en unos 15 billones de dólares los ingresos en 2015 en el ámbito de la EC, mientras que un estudio pre- vio (PWC, 2014) calcula que el 51% de la población de EE. UU. partici- pa en la EC. Un mercado formado principalmente por la generación millennial, personas con una edad entre los 18 y los 34 años entre quienes la penetración del consu- mo colaborativo se sitúa alrededor del 33%, mientras que el segmento con menor penetración (27%) son los mayores de 55 años. Por otro lado, en general las mujeres com- parten algo más que los hombres (Hellwig et al. 2015). Todos ellos perciben que es un modelo más Principales razones para utilizar servicios de economía colaborativa Pregunta: Si durante los doce últimos meses ha utilizado una web o app para un servicio de colaboración, ¿cuál ha sido la razón para utilizarla? Comodidad 78% Precio 68% Calidad del producto/servicio 55% No hay otros sitios donde encontrarlo 40% Recomendación 33% Estilo de vida sostenible 25% Curiosidad 25% Conexión online 24% Conexión local 15% Posible acceso posterior a la propiedad 06% Fuente: Owiang y Samuel (2015) Los actores son organizaciones que modifican la intermediación preexistente, comparten los excesos de producción y aumentan la productividad de los operadores existentes en sus mercados 1
  • 39. 38 TEMAS A DEBATE Profundizando en un modelo con paradojas El modelo prevaleciente de posesión de bienes ha sido retado por otros modelos alternativos desde hace décadas (Lamberton y Rose, 2012). La EC aporta una alta accesibilidad gracias al uso intensivo de las nuevas tecnologías de informa- ción y comunicación (Botsman y Rogers, 2011), el acceso a objetos y redes que no desean su posesión en propiedad (Bardhi y Eckhardt, 2012), y un desarrollo multisectorial que incluye secto- res tan dispares como el retail, la automoción o la hospitalidad (Ismail et al., 2014). Y, finalmente, es un modelo que no se adapta al sistema de regulación comercial prevaleciente porque ello es innecesario: la EC autogenera la información sufi- ciente para disponer de un sistema de reputación suficiente para los consumidores (Koopman et al., 2015). Diferentes investigadores destacan en su análisis la paradoja de que coexistan dos submo- delos empresariales totalmente dispares. Por una parte, las plataformas sin ánimo de lucro que verdaderamente ofrecen activos compartidos y sin dinero a cambio, genuinamente colaborativas y comunitarias; y, por otra, la consolidación de sostenible que el de propiedad: un 75% creen que la EC tiene efectos positivos sobre el entorno y un 80%, para la sociedad en general. Las categorías más utilizadas son la artesanía, las recetas y el conocimiento compartido, mientras que los objetos personales son los menos proclives a ser compar- tidos. Un mercado que crece debido al aumento constante de la penetración tanto en segmentos de usuarios como en productos y servicios comercia- lizados (Samuel, 2015), cuya satisfacción se incre- menta y que genera previsiones de 335 billones de dólares para el año 2025 (PWC, 2015). Finalmente, dos estudios de consultorías (Ow- yang y Samuel, 2015; Steinmetz, 2016) aportan información adicio- nal sobre el perfil y los valores del consumidor actual. 1 2 Es decir, un mercado que crece en todas sus dimensiones: ope- radores puros, empresas que se incorporan con estrategias mixtas respecto a su actividad tradicional y consumidores satisfechos que cada vez compran más y por más razones. El aumento constante del mercado de la EC genera previsiones de 335 billones de dólares para el año 2025 Descripción del perfil y satisfacción del consumidor de servicios colaborativos % consumidores EE. UU. que participan de la economía colaborativa Usuarios Ofertantes Total Total Población 42% 22% 44% (muchos usuarios son también ofertantes) Viajes Compartidos (Uber, Lyft, Sidecar) 22% 10% Plataformas de servicios (Airbnb, VRBO, Homeaway) 17% 11% Alquiler automóvil (Car2Go, Zipcar, Getaround) 14% 6% Entrega de alimentos y bienes (Instacart, Postmates, Caviar) 11% 7% Ciudadanos de EE. UU. que han ofrecido servicios de economía colaborativa Hombres: 61% Mujeres: 47% Miembros de una minoría racial o étnica: 55% Resto población: 34% Jóvenes (18-34 años): 51% Resto población: 28% Residentes de un área urbana: 41% Resto población: 32% Fuente: Steinmetz (2016) 2
  • 40. 39 TEMAS A DEBATE • La EC es un modelo de mercado basado en la innovación digital que interrumpe el mode- lo económico establecido y evoluciona hacia beneficios sociales y medioambientales (Wos- skow, 2014). Una innovación social con el po- tencial de liberar a la sociedad de las prácticas insostenibles de hiperconsumismo (Botsman y Rogers, 2011) y crear una nueva ruta hacia la sostenibilidad (Heinrichs, 2013). Una solución generada de abajo hacia arriba, surgida de los intereses y valores de cada comunidad, califi- cada como «grassroots innovations» (Seyfang y Smith, 2007: 585). • Y al mismo tiempo la EC ha sido calificada de «neo-liberalism on steroids» (Morozov, 2013), de un liberalismo potenciado y poderoso de- bido a la incorporación de innovaciones tec- nológicas. Las plataformas referentes han sofisticado su capacidad de evitar el pago de impuestos y erosionar los derechos laborales de los trabajadores, priorizando reducir costes y crecer y vender más por encima de valores sociales como la sociabilidad o la sostenibili- dad. Un ejemplo de ello es Zipcar, calificada de «pseudo-sharing» (Belk, 2014) por la presunta reducción de la producción que conlleva, pero finalmente integrada en una empresa tradicio- nal como Avis; o Fair to Share, desarrollada por el grupo Airbnb (Peers, Airbnb hosts y el propio Airbnb) y generadora de grupos de presión al más puro estilo de lobby capitalista. Factores de la economía colaborativa que obligan a tomarla en serio La paradoja atribuida al modelo, consolidación y alternativa al mismo tiempo del sistema capita- lista, se concreta en las frecuentes dicotomías con las que se analiza. Hemos partido de la dico- tomía de Martin (2016) relativa a si la EC es un camino hacia la sostenibilidad o una pesadilla neoliberal. Kathan et al. (2016) lo plantean con la dicotomía «friend or foe». Todo lleva a plan- tearnos de forma dicotómica si es un modelo positivo o negativo, si estamos a favor o en con- tra. Mientras tanto, la EC sigue creciendo dentro de un marco de referencia claro (Tomás, 2015): capacita al individuo y le otorga mayor poder; las tecnologías digitales la convierten en inevitable; responde a un cambio de patrones de compor- tamiento, compra y trabajo de los ciudadanos; y, finalmente, promueve un uso más eficiente de los recursos. Es decir, tiene unos fuertes funda- mentos que están conllevando que sea un mo- delo generador de valor para el consumidor final. Los analizamos a continuación para ver cuál es su fortaleza y cuán inevitable es que pensemos en un modelo que ya está entre nosotros para siempre por cuanto crea más valor. auténticas empresas multinacio- nales de carácter comercial que tienen como objetivo prioritario el beneficio empresarial, altamen- te competitivas y motivadas por la obtención de beneficios (Na- deem, 2015). Esta coexistencia simplemente reflejaría la comple- ja interrelación entre la economía y la cultura (Richardson, 2015), puesto que en las sociedades actuales, si bien predominan los imperativos económicos, al mis- mo tiempo se reivindican modos más cooperativos de actuación (Nadeem, 2015). Estamos, pues, ante un mo- delo que al mismo tiempo agita y consolida el sistema empresarial existente. Una paradoja solo comprensible si se parte de un concepto de EC como un conjunto de actua- ciones deslavazadas, más que un conjunto co- herente de prácticas económicas sincronizadas. Más fácil de entender y asumir si es examinada dentro del marco propuesto por Tsing (2000: 143) de una evolución basada en «‘the continual emergence of new capitalist niches, cultures and forms of agency’ rather than any ‘capitalist mono- lith’». Veamos en detalle cada una de las partes de la contradicción: Las plataformas sin ánimo de lucro, que ofrecen activos compartidos, genuinamente colaborativas y comunitarias, coexisten con multinacionales comerciales, cuyo objetivo prioritario es el beneficio empresarial
  • 41. 40 TEMAS A DEBATE • El concepto de comunidad es inherente a la EC. La tecnología y las plataformas están orientadas hacia el concepto de comunidad, con proyectos iniciales como Crowdfunder y Change.org que muestran la esencia de la par- ticipación en proyectos de crowdfunding. • La comunidad genera y capitaliza sentimien- tos de afecto (Thrift, 2010): las plataformas permiten la interrelación con personas reales, auténticas, que generan experiencias únicas y familiares. Los huéspedes de Airbnb pasan a formar parte de un sitio donde experimentan sentimientos de pertenencia. • Los sentimientos son más cercanos por cuan- to son eminentemente locales: las relaciones son con personas cercanas y muchas veces generan contactos humanos. Se replican ini- ciativas locales con conceptos como la «ube- rización del sector». BlaBlaCar facilita las conversaciones durante el viaje con personas vecinas de mi localidad; Socialcar fomenta el alquiler de vehículos entre vecinos; Refugees Welcome conecta a propietarios de viviendas con refugiados que son nuevos vecinos... • En la actualidad los valores son de gran im- portancia para las personas que sufren una desestructuración de su estilo de vida. Di- llahunt y Malone (2015) concluyen que son es- pecialmente consumidores las personas que necesitan oportunidades de trabajo temporal o a tiempo parcial, o familias con dificultades financieras o con miembros desempleados. El fundamento de la tecnología Los modelos de negocios basados en permitir el acceso a bienes privados han existido desde El fundamento de los valores del individuo Los individuos que participan en la EC tienen en muchos casos una motivación social prioritaria. Estas personas actúan desde el convencimiento de que las cosas valiosas no son ya las posesiones físicas, sino las virtuales como el conocimiento o la reputación (Hen- nig-Thurau et al., 2007; Garcia, 2013). Bardhi y Eckhardt (2012) concluyen que es un mercado que evoluciona socioculturalmen- te desde la propiedad, como norma ideal, hacia el compartir, como la mejor alternativa. McArthur (2015) analiza en profundidad cómo en el caso de los consumidores de Landshare, la motivación era la necesidad social de pertenecer a un grupo por motivos políticos y éticos, y, además, por mo- tivos de aventura, realización personal o ventajas financieras. Esta motivación social queda reflejada en la evolución del «eres lo que tienes» a «eres lo que compartes», un cambio de valores que se evidencia en la transformación de una sociedad de baby boomers en una sociedad de centen- nials. Una evolución debida a diversos factores del entorno: las diferentes crisis económicas y del sector inmobiliario, la incerteza creciente del mercado laboral y la inestabilidad de las rela- ciones familiares clásicas. Todos ellos factores que conllevan estilos de vida más precarios y proclives a compartir (Cheshire et al., 2010). Estamos ante una sociedad más líquida, más adaptable a los cambios, donde la posesión es percibida como una limitación a la movilidad (Schaefers et al., 2016). Una sociedad donde la EC aporta soluciones concretas que detallamos a continuación: La motivación social queda reflejada en la evolución del «eres lo que tienes» a «eres lo que compartes»
  • 42. 41 TEMAS A DEBATE aportaban hasta ahora a las transacciones (Schor et al., 2015). Una disrupción que ha conllevado que las normas y regulaciones legales y la realidad de la EC se desalineen sin generar ninguna preocupación en el consu- midor. La legislación y las normas no pueden cambiar tan rápidamente como lo hace la tec- nología (Sundararajan, 2014), lo que provoca irregularidades en la contabilización o la liqui- dación de impuestos locales como en el caso de Uber que poco preocupan al usuario. El fundamento de la compensación económica La EC comporta unos costes menores que aca- ban convenciendo a los consumidores (Möhl- mann, 2015), tanto en el precio de utilización como en la reducción de riesgos y costes financie- ros adicionales que la propiedad conlleva (Moeller y Wittkowski, 2010), así como en los impuestos y seguros (Rifkin, 2014). Investigaciones como las de Bardhi y Eckhardt (2012) muestran que los consumidores en este modelo están finalmente más interesados en los costes bajos y la comodidad de la compra que en los valores sociales descritos o en la creación de un sentimiento de comunidad. Resultados simila- res se han obtenido entre los consumidores de Car2go y Airbnb en investigaciones sobre los fac- tores más influyentes en la satisfacción del con- sumidor, siendo prioritarios el ahorro de costes, la familiaridad, la calidad del servicio, la confianza y la utilidad (Möhlmann, 2015). Al mismo tiempo, el modelo colaborativo ge- nera un beneficio para el propietario al reducir el coste de mantener la propiedad sobre los objetos y aumentar sus ingresos a través de sus activos infrautilizados (Schaefers et al., 2016). El modelo permite convertir en ingresos tanto los activos o propiedades infrautilizados, con valores como los hace años, con ejemplos como los mercados de segunda mano o las lavanderías de autoservicio (Babio- ne, 1964). La EC aporta como in- novación clave que internet ofrece una escalabilidad nunca vista (Co- hen y Kietzmann, 2014) que, por lo tanto, facilita los intercambios en- tre personas que ni se conocen ni se conocerán (Schor y Fitzmaurice, 2015). Las tecnologías implicadas han generado múltiples beneficios. Las plataformas aumentan, por lo tanto, el mercado potencial, redu- cen el coste de usar respecto a la opción de propiedad y proporcionan una mayor seguridad en la criba de la demanda, en la elec- ción de clientes y en la forma de pago (The Econo- mist, 2013). El uso masivo de los smartphones y la caída de los precios de acceso a internet han impactado en los costes y la facilidad de búsque- da, lo que ha aumentado nuevamente la validez de los sistemas de recomendación y reputación (Bakos, 1997), la digitalización del boca a boca informando sobre la oferta existente (Dellarocas, 2003) y la necesaria personalización de la oferta en un mercado de bienes tan diferenciados como pueden ser los apartamentos turísticos. Pero la principal aportación de la tecnología para el consumidor es la confianza generada, la proclama «trust is what makes it work» de Airbnb. Estamos en un mercado donde los clientes pue- den llegar a destruir el bien compartido y por ello, a diferencia de la economía de compraventa, es un factor clave conocer perfectamente al cliente. Analizamos seguidamente las principales carac- terísticas de esta confianza: • Desde los inicios del comercio electrónico de eBay la confianza se ha construido con la tec- nología. Ello implica la creación de perfiles en línea que aportan datos personales validados por la conexión a redes sociales en línea, por el documento de identidad escaneado y por la acumulación de revisiones del perfil realizadas por otros usuarios. • La confianza se consolida mediante las eva- luaciones mutuas de la colaboración que las partes pueden realizar gracias a las tecnolo- gías con capacidad instantánea de medición (Varian, 2000). Así, la tecnología GPS permite la evaluación mutua de conductor y pasajero en Uber, mientras que la omnipresencia de las cámaras digitales permite conocer bien las ofertas de apartamentos de Airbnb. • La confianza generada acaba superando la seguridad que las estructuras institucionales La EC aporta como innovación clave que internet ofrece una escalabilidad nunca vista que facilita los intercambios entre personas que ni se conocen ni se conocerán
  • 43. 42 TEMAS A DEBATE Los beneficios concretos per- cibidos son un menor derroche de recursos, el alargamiento del ciclo de vida de los productos y la maxi- mización de su uso, con un efecto final de reducción de la huella de carbono del consumidor (Cohen y Kietzmann, 2014) proveniente tan- to de las emisiones generadas en la producción como en el transpor- te (Botsman y Rogers, 2011). El caso de Zipcar ha sido utili- zado en diferentes investigaciones para comprobar los beneficios en materia de sostenibilidad. Un auto- móvil en préstamo sustituye entre 9 y 13 vehícu- los privados, y sus usuarios utilizan el automóvil un 31% menos que cuando eran propietarios de uno, con un efecto conjunto de reducción de las emisiones de carbono (Zhao, 2010). Y esos mis- mos clientes aumentan el uso de opciones de movilidad sostenibles como andar, la bicicleta o el transporte público (Martin y Shaheen, 2011; Meijkamp, 1998). Es decir, compartir reduce el daño medioambiental y estimula la reflexión indi- vidual sobre todos sus comportamientos antieco- nómicos (Banister, 2008). El fundamento del impacto en las empresas competidoras El último fundamento valorado por los consumi- dores es el efecto que tiene sobre el resto de competidores tradicionales, un reto que sin duda es inclusivo (Samuel, 2014) desde el momento en que estas empresas consiguen reconstruir la confianza de los consumidores en sus capacida- des a través de las siguientes estrategias: • Empresas con una orientación al mercado (Schor y Fitzmaurice, 2015) que evoluciona de la venta de unidades a la venta de servicios prestados, de la venta al alquiler y del servi- cio de proveedor a crear redes de acuerdos con otras organizaciones. Cambios como el realizado por la cadena hotelera Westin al asociarse con New Balance para ofrecer a sus clientes servicios de préstamo de material de- portivo (Samuel, 2014). • Empresas que integran a pequeños producto- res, artesanos locales y microemprendedores con valores sociales. Aumentan las posibilida- des con el crecimiento de los espacios Fablab o con proyectos de cooperación de empresas con organizaciones sociales como el «Market- Place: shop by cause» de Toms Shoes, que dis- tribuye productos de pequeñas ONG locales. • Empresas que rediseñan su plantilla, redu- ciendo los empleados a jornada completa y 660 dólares al mes para los anfitriones en Airbnb (Airbnb, 2014) o los 250 dólares al mes en Turo (The Economist, 2013); su tiempo o sus habilida- des personales, con ejemplos como TaskRabbit (Samuel, 2014); o estrictamente su capacidad de trabajar como profesionales autónomos, siendo Etsy un claro ejemplo. Finalmente, aparecen como beneficiarios a nivel económico un tercer nivel de personas impli- cadas: los usuarios o los trabajadores que usan la EC para desarrollarse en un movimiento coo- perativista que incorpora innovadoras plataformas de software. Pueden ser cooperativas de trabaja- dores propietarios que convierten en ingresos sus habilidades personales (Loconomics) o de profe- sionales que buscan coworking (Enspiral). Un mo- delo con un gran potencial si logra implicar a los principales actores: ¿qué sucedería si Uber fuera propiedad de los conductores? (Gorenflo, 2015). El fundamento de la sostenibilidad La EC difunde sus prácticas empresariales más sostenibles (Cohen y Kietzmann, 2014) en el momento en que crece la importancia otorgada a las formas de consumo sostenible (Möhlmann, 2015). El modelo propone un cambio desde el pa- radigma de la propiedad individual hasta el valor de compartir; la consecuente menor demanda de productos se postula como la única alternativa de nueva economía creíble para el consumidor, don- de de modo inmediato se solucionan problemas como la polución o el insostenible consumo de energía (Prothero et al., 2011). Los beneficios concretos percibidos son un menor derroche de recursos, el alargamiento del ciclo de vida de los productos y la maximización de su uso
  • 44. 43 TEMAS A DEBATE (2013) de economías donde la información esté controlada por manos públicas para evitar un «ca- pitalismo datocéntrico emergente». También hemos visto que la integración de- finitiva del modelo colaborativo en la economía requiere aumentar su confianza empresarial. Di- rectivos del sector tradicional son contratados con este objetivo, como Rachel Whetstone de Google o David Plouffe de la administración Oba- ma, que se han incorporado a Uber. Y ello será un elemento a favor de que inicien procesos de asociación, alianzas y potenciación como refe- rentes sociales ante el debate social que están generando, así como de que logren de alguna manera alinearse con la regulación vigente (Sun- dararajan, 2014). La EC seguirá creciendo y generando insos- pechadas oportunidades económicas y sociales a nivel mundial. Como tal disrupción que es, su- pone una presión sobre los modelos de negocio y las legislaciones vigentes (Pacheco, 2016). Pero las personas así lo quieren, en cada una de sus dimensiones de consumidores, trabajadores y ciudadanos (Costa y Casabayo, 2013). Si nos preguntábamos al inicio sobre los puntos fuertes de la EC, ahora escogemos como corolario dos afirmaciones tan distintas y com- plementarias como la de Manyika (2014), para quien se trata de un modelo de negocio que ha llegado para quedarse, y la de Malhotra y Van Alstyne (2014), que conside- ran que serán los consumidores «who ultimately decide on whether they are willing to share in order to consume less or to solely pur- sue egocentric purposes». Nuestra duda es si escogerán las platafor- mas que vayan más allá del benefi- cio individual a corto plazo y si valo- rarán el efecto sobre la comunidad. Aunque este podría ser en todo caso el objetivo de otro dossier dedicación exclusiva y aceptando trabajar con empleados a tiempo parcial o profesionales independientes que pueden alternativamente trabajar para otras compañías o establecerse por su propia cuenta como microempresarios. • Empresas que compiten con las organizaciones de EC mediante dos estrategias bien definidas. En primer lugar, exigir que todos los competido- res cumplan la legislación vigente asociándose con otras empresas para ejercer la función de lobby y denuncia; y, en segundo lugar (Cusu- mano, 2015), proporcionar un tipo de servicios que las empresas colaborativas no podrán igua- lar, sea en capacidad de realizar reservas de sus servicios, de garantizar la estandarización del servicio o de ofrecer un concepto ampliado del servicio. Conclusión final La revisión de fundamentos, estrategias y cifras realizada en este artículo nos parece que reduce las dudas respecto al hecho de que la EC ya tie- ne más de realidad que de idealismo. Lo mismo concluye Tim O’Reilly (The Economist, 2013) al se- ñalar que «the idea of renting from a person rather than a faceless company will survive, even if the early idealism of the sharing economy does not». Hemos analizado diversos factores que per- miten compartir esta afirmación, y en todos ellos subyace la idea de que el modelo de EC ofrece al consumidor el atractivo de poder consumir e intercambiar al mismo tiempo que recibe un nue- vo valor: un sentimiento de afiliación a la comu- nidad y de comportamiento sostenible (Martin et al., 2015). Es un modelo que ha llegado para quedarse porque es una inversión en el futuro del consumo (Schrage, 2013) y ofrece una moti- vación intangible de pertenencia a la comunidad de un modo cada vez más orientado al mercado. Una opción más atractiva y comprensible para el consumidor que propuestas como la de Mazarov La EC crecerá y generará oportunidades económicas y sociales a nivel mundial. Como tal disrupción que es, presiona sobre los modelos de negocio y las legislaciones vigentes
  • 45. 44 TEMAS A DEBATE BIBLIOGRAFÍA AIRBNB (2014). “New Study: Airbnb Com- munity Generates $312 Million in Eco- nomic Impact in LA – Airbnb” [en línea]. [Consulta: 4 de diciembre de 2016]. Dis- ponible en: https://www.airbnb.es/press/ news/new-study-airbnb-community-gene- rates-312-million-in-economic-impact-in-la. BABIONE, F.A. (1964). “Retailer Ad- justment to a Rental Economy”. Journal of Retailing, vol. 40, n.º 3, p. 1. ISSN 00224359. BAKOS, Y. (1997). “Reducing Search Costs: Implications for Electronic Market- places”. Management Science, vol. 43, n.º 12, pp. 1676-1692. ISSN 0025-1909. DOI 10.1287/mnsc.43.12.1676. BANISTER, D. (2008). “The Sustainable Mobility Paradigm”. Transport Policy, vol. 15, n.º 2, pp. 73-80. BARDHI, F. y ECKHARDT, G.M. (2012). “Access-Based Consumption: The Case of Car Sharing”. Journal of Consumer Re- search, vol. 39, n.º 4, pp. 881-898. ISSN 00935301. DOI 10.1086/666376. BELK, R. 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  • 46. 45 TEMAS A DEBATE MARTIN, E. y SHAHEEN, S. (2011). “The Impact of Carsharing on Public Transit and Non-Motorized Travel: An Explora- tion of North American Carsharing Sur- vey Data”. Energies, vol. 4, n.º 11, pp. 2094-2114. MCARTHUR, E. (2015). “Many-to-Many Ex- change without Money: Why People Share Their Resources”. Consumption Markets & Culture, vol. 18, n.º 3, pp. 239-256. MEIJKAMP, R. (1998). “Changing Consu- mer Behaviour through Eco-efficient Servi- ces: an Empirical Study of Car Sharing in the Netherlands”. Business Strategy and the Environment, vol. 7, n.º 4, pp. 234- 244. MOELLER, S. y WITTKOWSKI, K. (2010). “The Burdens of Ownership: Reasons for Preferring Renting”. Managing Service Quality: An International Journal, vol. 20, n.º 2, pp. 176-191. MÖHLMANN, M. (2015). “Collaborative Consumption: Determinants of Satisfac- tion and the Likelihood of Using a Sha- ring Economy Option Again”. Journal of Consumer Behaviour, vol. 14, n.º 3, pp. 193-207. MOROZOV, E. 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  • 48. 47 TEMAS A DEBATE 47 TRIBUNA LIBRE Brexit: causas y consecuencias políticas Javier Solana y Ángel Saz-Carranza El resultado del referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea (el brexit) es uno de los acontecimientos europeos más importantes en décadas. Las últimas encuestas antes de su celebración no vaticinaban que ganara la opción «Leave». El sí a la salida del Reino Unido de la Unión Europea genera incertidumbre sobre el futuro de sus relaciones, en varios aspectos.
  • 49. 48 TRIBUNA LIBRE Introducción El resultado del referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea (el brexit) es uno de los acontecimientos euro- peos más importantes en décadas. Las últimas encuestas antes de la celebración del referéndum no vaticinaban este resultado. El sí a la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) genera incertidumbre sobre el futuro de sus relaciones, en varios aspectos. La permanencia en el mercado común, que garantiza la libre cir- culación de capitales, servicios, personas y mercancías entre sus miembros, es acaso la vertiente más importante. Todo ello se de- batirá en un largo proceso de ne- gociación, que culminará con la firma de un acuerdo entre el Reino Unido y la UE. La pri- mera ministra británica Theresa May anunció el mes de octubre pasado que activará el artículo 50 del Tratado de Lisboa antes del 31 de marzo de 2017, lo cual abrirá un pe- ríodo de dos años para negociar la salida de la UE. Este no es un análisis acadé- mico. Más bien quiere ser una pri- mera aproximación integral a lo sucedido hasta el momento en este caso y a lo que podemos esperar en el futuro próximo. En este artículo analizaremos el desarrollo de los acontecimientos que se han ido sucediendo hasta la fecha, y trata- remos de exponer los factores que han provocado el desencanto de la población británica y la han lleva- do a tomar esta decisión, los aspec- tos que provocaban preocupación en el país y el perfil de los votantes del sí al brexit. Explicaremos, entre otras parti- cularidades, qué pasos se dieron an- tes del referéndum, cuáles serán los aspectos claves de la negociación, asícomolasdistintasvíasquepuede seguir el Reino Unido. Aunque hay posiciones contrapuestas, es im- bour Party pidió el voto en contra de la adhesión en el referéndum celebrado en 1975.2 Pese a ello, ninguno de los dos partidos centrales del Reino Unido se había mostrado explíci- tamente partidario de salir de la UE. Así pues, ¿cuáles fueron los motivos que llevaron a celebrar el referéndum de 2016? Una causa que cabe destacar es la insatisfacción con respecto a la UE. El apoyo a la UE ha sido tradi- cionalmente bajo en el Reino Uni- do, pero en otros países (como en Francia y, en algún momento, en Italia) el apoyo había bajado más que en el Reino Unido e incluso se situaba por debajo en la última década. 1 Un motivo que, al parecer, im- pulsó a Cameron y a los conser- vadores a convocar un referéndum sobre la UE fue el rápido ascenso del United Kingdom Inde- pendence Party (UKIP), un partido de extrema derecha y profunda- mente antieuropeo. El UKIP consiguió 24 eurodiputados y el 27,5% de los votos en las elec- ciones europeas de 2014. 2 portante garantizar la estabilidad del país tras la salida. Por último, abordaremos el impacto del brexit en la opinión pública europea, en la economía y en la seguridad. El camino hacia el referéndum A principios de 2013, a mitad de su primer gobierno y para preparar las elecciones de 2015, David Ca- meron promete que celebrará un referéndum sobre la pertenencia de Reino Unido en la UE.1 En 2015, los tories de Cameron ganan con mayoría absoluta las elecciones y acuerdan celebrar el referéndum en junio de 2016. La relación de los británicos con la UE siempre ha contenido grandes dosis de ambigüedad. El Reino Unido no es un país fun- dador de la unión. Los tories no forman parte del Partido Popular Europeo, puesto que no son sufi- cientemente europeístas, y el La- 1. <http://www.bbc.com/news/uk-politics-21148282> 2. El Reino Unido votó por permanecer en la CEE en la cual había ingresado dos años antes (1973). En las filas del Partido Laborista, se impuso el NO a la CEE: <http://news.bbc.co.uk/onthisday/hi/dates/stories/april/26/newsid_2503000/2503155.stm> La relación de los británicos con la UE siempre ha contenido grandes dosis de ambigüedad Euroescepticismo tras el brexit Fuente: Spring 2016 Global Attitudes Survey. Q10c. "Euroskepticism Beyond Brexit". Pew Research Center 1 2004 0 100% 2006 2008 2010 2012 2014 2016 72 Polonia 58 Italia 50 Alemania 47 España 44 Reino Unido 38 Francia 27 Grecia 83 69 58 54 37 80 78
  • 50. 49 TRIBUNA LIBRE La inmigración ha sido uno de los factores que han movilizado a los partidarios del brexit, según Ipsos MORI.3 Sin embargo, visto en perspectiva, si se compara el Reino Unido con sus homólogos europeos, no parece que en aquel tan una proporción mayor entre la cantidad total de inmigrantes en el Reino Unido. Además, este no forma parte del espacio Schengen, de modo que tiene un control total sobre sus fronteras y sobre los vi- sados. 3 país exista un nivel de inmigración desproporcionadamente elevado, pues está por debajo del de España y Alemania, y algo por encima del de Italia y Francia. La única dife- rencia que se observa es que los ciudadanos no europeos represen- Año UKIP Ganador Número de votos % de voto Escaños Posición 1994 150.251 1,0 0 8ª Laborista 1999 696.057 7 3 4ª Conservador 2004 2.650.768 16 12 3ª Conservador 2009 2.498.226 17 13 2ª Conservador 2014 4.352.251 27,5 24 1ª UKIP Elecciones al Parlamento Europeo Cuota de extranjeros entre la población residente, 1 de enero de 2015 (en %) Fuente: <http://ec.europa.eu/eurostat/statistics-explained/index.php/File:Share_of_non-nationals_in_the_resident_population,_1_ January_2015_(%25)_YB16.png> 0 10 20 30 40 50 UE-28 Luxemburgo Chipre Letonia Estonia Austria Irlanda(*) Bélgica España Alemania ReinoUnido Italia Grecia Suecia Dinamarca Francia Malta Eslovenia PaísesBajos Rep.Checa Finlandia Portugal Hungría Eslovaquia Bulgaria Croacia Lituania Rumanía Polonia(*) Liechtenstein Suiza Noruega Islandia Ciudadanos de Estados no miembros de la UE Ciudadanos de otros Estados miembros de la UE 3 2 3. <https://www.ipsos-mori.com/researchpublications/researcharchive/3746/immigration-is-now-the-top-issue-for-voters-in-the-eu- referendum.aspx> (*) provisional
  • 51. 50 TRIBUNA LIBRE do, tras una justificación formal y adecuada del fenómeno, reducir los beneficios sociales de los recién llegados durante los primeros cua- tro años. Dicha medida solo podría estar vigente durante un período máximo de siete años. La segunda medida social acordada estaba re- lacionada con las prestaciones so- ciales por los hijos que reciben los ciudadanos británicos —y los euro- peos. Se acordó que, en el caso de los migrantes europeos residentes en el Reino Unido pero con hijos residiendo en el extranjero, se ten- dría en cuenta el coste de la vida en el país de residencia de los hijos a la hora de calcular la prestación. Este punto de la negociación relativo a la migración interna resultó un tema fundamental du- rante el referéndum y lo será en la futura negociación de salida. Y es que la UE entiende que las cuatro libertades (de mercancías, de capi- tales, de servicios y de trabajo) que conforman el mercado único son inseparables. cas en las cargas administrativas, de acuerdo con las iniciativas de la «better regulation», y a favor de reducir la actividad regulatoria in- necesaria a escala europea. En soberanía, el acuerdo ex- plicitaba la falta de compromiso del Reino Unido por alcanzar una mayor integración política en la UE. Las referencias, más bien re- tóricas, de los tratados a una unión cada vez más estrecha («ever closer union») no se aplicarían en el caso del Reino Unido. En cuanto a la dimensión de la migración interna —el punto más complicado de la negociación—, el acuerdo matizaba algunas presta- ciones sociales a que podrían tener derecho los europeos recién llega- dos al Reino Unido. Se acordaron dos medidas fundamentales. En primer lugar, la UE ofreció al Reino Unido un «freno de emergencia» ante casos extraordinarios de au- mento repentino e insostenible del número de migrantes europeos. Este freno permitiría al Reino Uni- Acuerdo con la Unión Europea El gobierno de Cameron negoció con la UE, concretamente a través de Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, para lograr un acuerdo sobre un estatuto especial del Reino Unido que consiguiera satisfacer las preocupaciones de los euroescépticos británicos y así permanecer en la UE. El referén- dum decidiría entre brexit y este nuevo acuerdo, y no entre el statu quo y el brexit. Cameronidentificócuatroáreas de mejora. Estas demandas se refe- rían esencialmente a cuestiones de gobernanza económica, competiti- vidad, soberanía y migración en el interior de la UE.4 Se llegó incluso a un acuerdo sobre un nuevo régimen para el Reino Unido en la Unión Eu- ropea, que habría entrado en vigor si el resultado del referéndum hu- biera sido la permanencia. El Reino Unido no forma parte de los estados que integran la zona euro. En materia de gobernanza económica, dicho acuerdo preten- día garantizar que aquellos países que no manejan la moneda única también serían tenidos en cuenta en las reuniones del Eurogrupo y del Consejo cuando las regulacio- nes económicas del euro pudieran afectar a países no miembros de la moneda. El Reino Unido busca- ba así una garantía de que la City (el barrio financiero de Londres y la principal plaza financiera de la zona euro) no se vería discrimina- da por la integración bancaria y fi- nanciera de la eurozona. En materia de competitividad, el acuerdo incluía el compromiso explícito de la UE a favor de una regulación mejor y más eficiente, promoviendo las buenas prácti- El gobierno de Cameron negoció con la UE un estatuto especial del Reino Unido que consiguiera satisfacer a los euroescépticos británicos y así permanecer en la UE 4. < https://www.gov.uk/government/speeches/ pms-statement-following-european-council- meeting-19-february-2016>
  • 52. 51 TRIBUNA LIBRE que se había mostrado ambigua ante el brexit, primero apoyándolo y después desmarcándose del mis- mo antes de finalizar la campaña, expresó su compromiso de respetar la voluntad de los ciudadanos bri- tánicos en las negociaciones para llevar adelante la salida del país de la Unión Europea. Para cerrar cual- quier posibilidad de reconsiderar la salida, May pronunció la famosa frase: «Brexit means brexit». artículo 50 del Tratado de Lisboa). El 28 de junio, Cameron informó al Consejo Europeo del resultado del referéndum en el Reino Unido y, al día siguiente, los demás Estados miembros mantuvieron distintas reuniones para discutir sobre las consecuencias del resultado sin la presencia del Reino Unido. El 14 de julio, se anunció que Theresa May sería la nueva prime- ra ministra del Reino Unido. May, Referéndum El 23 de junio de 2016, se celebró el referéndum, en el cual se plantea- ron estas dos alternativas: brexit o permanencia bajo el nuevo acuer- do. Registró una participación del 75% de la población, muy superior al de las elecciones generales. Al día siguiente, se conocería el re- sultado: el 51,89% de la población apoyó la salida, frente al 49,11% que votó la permanencia. Una primera lectura de los re- sultados subraya, una vez más, la incapacidad del mercado de prever el resultado. Las bookies (casas de apuestas) británicas, tradicional- mente más certeras que las encues- tas, daban al brexit poco más de un 22% de probabilidades a finales de mayo. Al día siguiente del referén- dum, la libra se desplomaba, sor- prendida por el resultado. En función de los resultados y de las encuestas pre- y postelecto- rales, observamos que han apoyado el brexit los grupos siguientes. 4 Los votantes del Partido Con- servador y del UKIP, partido de extrema derecha. Inglaterra, salvo Londres, y en particular las regiones de Yorkshi- re y Humberside, Anglia Oriental, Midlands Occidentales y Midlands Orientales. (Los ciudadanos de Es- cocia, Irlanda del Norte, Gales y la ciudad de Londres votaron a favor de la permanencia.) Los ciudadanos mayores de 50 años. (Los jóvenes de menos de 24 votaron de manera abrumadora a favor del «remain».) Las rentas medias-bajas y bajas. Los ciudadanos con solo la edu- cación secundaria. (Los graduados universitarios votaron mayorita- riamente por la permanencia.) Comienza la negociación Ante estos resultados, el primer mi- nistro David Cameron se vio obliga- do a presentar la dimisión y a dejar en manos de su sucesor en Downing Street la activación formal de la salida (mediante la invocación del -100 -80 -60 -40 -20 0 20 40 60 80 100 De 50 a 59 años de edad Yorkshire y Humberside Anglia Oriental Midlands Occidentales Simpatizantes conservadores Lectores de The Telegraph Midlands Orientales Clase social C2 (trabajadores cualificados) Clase social DE (proletariados y desemp.) De 60 años de edad o más Máxima calificación: educación secundaria Lectores de The Sun Lectores del Mail Lectores del Express Simpatizantes del Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP) Lectores de The Guardian Simpatizantes del Green Party Simpatizantes de los Lib Dem Votantes del Partido Nacional Escocés Simpatizantes laboristas De 18 a 29 años de edad Graduados universitarios Irlanda del Norte Escocia Lectores de The Times De 30 a 39 años de edad Clase social AB (media y media alta) Londres Máxima calificación: bachillerato superior Clase social C1 (media baja) Gales «Remain» «Leave» Para cerrar cualquier posibilidad de reconsiderar la salida, May pronunció la famosa frase: «Brexit means brexit» Principales partidarios del «Remain» y del «Leave» Fuente: 16.242 británicos adultos fueron encuestados del 21 de febrero al 3 de marzo de 2016. Los resultados excluyen los casos NS/NC y los que no iban a votar. Las cifras de Irlanda del Norte pertenecen a una encuesta reciente de LucidTalk. 4
  • 53. 52 TRIBUNA LIBRE tras no se active la negociación, el partido está dividido, ya que la in- certidumbre no beneficia a ningu- na de las partes. Pero en cuanto el Reino Unido invoque la salida, el poder de negociación recaerá en el lado europeo, ya que el reloj co- rrerá a su favor: si se extinguen los dos años sin acuerdo, la UE deter- minará los términos de la salida de manera unilateral. Pese a esta desventaja estraté- gica, Teresa May ya ha manifestado cuándo pretende activar el artícu- lo 50: lo hará, según sus palabras, en marzo de 2017. El negociador Barnier anunciaba recientemente que la negociación debería finali- zar a mediados de 2018 para que el acuerdo pudiera ser ratificado por el Parlamento, por el Consejo y por los países miembros antes de las elecciones al Parlamento Europeo de mayo de 2019.5 Opciones de brexit La opción por defecto de salir de la UE es establecer una relación con el bloque europeo como si se tratara de un país miembro de la Organización Mundial del Comer- cio (OMC). Este sería el caso más duro de brexit y no está exento de problemas, ya que requeriría que el Reino Unido se hiciera miem- al Consejo Europeo su intención de retirarse. El proceso de nego- ciación debe durar dos años como máximo. Según el artículo 50, el Consejo adopta el acuerdo por ma- yoría cualificada, con la aprobación previa del Parlamento Europeo. Si no se alcanza dicho acuerdo, la sali- da se efectuará en los términos que decidan las instituciones europeas. Para extender el plazo de la nego- ciación, se requiere la unanimidad del Consejo. Si el acuerdo contiene materias compartidas, tendrá ca- rácter mixto, por lo cual requerirá la ratificación de los parlamentos o de los gobiernos de los Estados miembros. Lo anterior se refiere al poder de negociación de las partes. Mien- Los negociadores Poco después de tomar posesión del cargo, May nombra un nuevo gobierno marcadamente favorable al brexit, a diferencia del gobierno de Cameron, compuesto por perfi- les diversos. David Davis es nom- brado ministro para la salida de la Unión Europea y el ex  alcalde de Londres Boris Johnson (furibundo partidario del brexit y competidor de May para ocupar la posición de primer ministro) se convierte en ministro de Asuntos Exteriores. Por parte de la Unión Europea, Michel Barnier lidera la negocia- ción en nombre de la Comisión, Didier Seeuws representa al Con- sejo y el liberal belga y europeísta Guy Verhofstadt representa al Par- lamento. Los elegidos en el bando la UE son perfiles antagónicos a los ministros de May: Barnier es francés (reavivando así la clásica rivalidad del Canal de la Mancha) y, al igual que Verhofstadt, cercano a posiciones eurofederalistas. El artículo 50 Una pregunta técnica, aunque im- buida de política, es: ¿Cómo se sale de la UE? El artículo 50 del Tratado de la Unión Europea prevé el pro- ceso de salida de un estado miem- bro. Es este quien debe notificar 5. <http://www.reuters.com/article/us-britain-eu-barnier-idUSKBN13V16V> En cuanto el Reino Unido invoque la salida, si se extinguen los dos años previstos para la negociación sin acuerdo, la UE determinará los términos de la salida de manera unilateral
  • 54. 53 TRIBUNA LIBRE acuerdo comercial. El acceso a los bienes y servicios en los mercados europeos y británicos se negociaría uno a uno. Este acuerdo no subor- dinaría el Reino Unido a las reglas europeas del mercado único ni tampoco le obligaría a contribuir al presupuesto europeo, pero le daría un acceso muy limitado al mercado europeo. 5 Por tanto, es previsible que el debate se centre, por un lado, (a) en encajar el acceso al mercado de ser- vicios y, por el otro, (b1) en limitar el movimiento de personas, (b2) no reconocer la jurisdicción del Tribu- nal de la UE y (b3) no contribuir al presupuesto europeo. Posiciones negociadoras Hasta aquí hemos revisado cómo se llegó al referéndum, cuáles fueron los motivos que llevaron a los bri- tánicos a votar por la salida, cómo es el proceso de salida y cuáles son las distintas fórmulas que pueden gobernar la relación entre la UE y el Reino Unido en adelante. Ahora bien, ¿cuáles son las posiciones ne- gociadoras de las distintas partes implicadas? Aunque ninguna de las partes ha hecho pública su po- sición, podemos intentar deducir lo siguiente. Recientemente, se ha filtrado una nota del equipo negociador del Reino Unido que reflejaba su objetivo: «Have the cake and eat it bería acatar sus normas ni contri- buiría financieramente al mismo. En el polo opuesto, está el Espacio Económico Europeo (EEE), en el cual participan la UE y los países de la Asociación Económica de Li- bre Comercio (EFTA), a excepción de Suiza. Creado en 1994, el EEE da acceso total al mercado único, aplica completamente la normati- va europea —que incluye las cuatro libertades y la jurisdicción del Tri- bunal de la UE—, y sus miembros no pertenecientes a la UE han de contribuir al presupuesto comu- nitario, aunque no participan en el proceso legislativo ni regulatorio. Esta opción, sin embargo, no resulta tan sencilla como parece. El Reino Unido tendría que ingre- sar de nuevo en la EFTA, de la cual forman parte tres estados del EEE (Islandia, Noruega y Liechtens- tein) y Suiza. Los británicos for- maban parte de la EFTA antes de su ingreso en la Comunidad Eco- nómica Europea en 1972. Rein- gresar en la EFTA requerirá, pues, una nueva negociación, especial- mente con Noruega. Suiza tiene un acuerdo menos intenso con la UE que el del EEE, así que está entre el EEE y un acuerdo de libre co- mercio (free trade agreement, FTA) más al uso. Un brexit relativamente duro, aunque menos que la primera op- ción apuntada, resultaría de un bro de la OMC —ahora mismo lo es porque pertenece a la UE, pues la unión es miembro de este organis- mo. Pero, para hacerse miembro, es necesario ser aceptado por los de- más miembros de la OMC tras ha- ber acordado un complejo sistema arancelario. Bajo este «hard brexit», el Rei- no Unido no tendría acceso total al mercado único, pero tampoco de- UE EEE FTA OMC Acceso al mercado de bienes Sí Sí Parcial Limitado Acceso al mercado de servicios (a) Sí Sí Limitado No Libre movimiento de personas (b1) Sí Sí No No Subordinación al Tribunal y a la reglas UE (b2) Sí Sí No No Participación regulatoria Sí No No No Financiación del presupuesto comunitario (b3) Sí Sí No No Tabla elaborada a partir de <http://bruegel.org/2016/10/beyond-hard-soft-and-no-brexit/?utm_content=buffer75ef2&utm_ medium=social&utm_source=twitter.com&utm_campaign=buffer+(bruegel)> Opciones de brexit 5
  • 55. 54 TRIBUNA LIBRE mente se posicionarán a favor de una UE fuerte, debido a las seña- les, cuando menos ambiguas, que llegan desde Moscú y Washington: a saber, de Putin y Trump. Consecuencias: ¿más Europa o menos? Concluimos este breve artículo apuntando algunas consecuencias políticas del brexit, más allá de la negociación en sí. Obviamente, las consecuen- cias para el Reino Unido serán —y ya están siendo— importantes. Como hemos podido comprobar, la libra esterlina se ha devaluado fuertemente desde que se conoció el resultado del brexit. Esta caída ha situado, de la noche a la maña- na, la economía británica por de- trás de la economía francesa, en términos relativos. Y la devalua- ción de la libra aumenta cada vez que los mercados entienden que el tipo de brexit que se producirá será el «duro».7 Además, el resultado del brexit puede provocar problemas inter- nos importantes en el Reino Uni- do. El 62% de los escoceses votó por la permanencia en la UE. Tras el referéndum sobre la indepen- dencia de Escocia en septiembre de 2014, y ante los resultados del brexit, la ministra principal de Es- cocia, Nicola Sturgeon, ya ha pre- sentado un nuevo proyecto de ley para solicitar un segundo referén- dum de independencia. Los países pertenecientes al Grupo Visegrád (Polonia, la Re- pública Checa, Hungría y Eslova- quia), junto con Rumanía y Bulga- ria, al igual que los anteriores, no quieren comprometer la libertad de circulación de personas, cues- tión que ya constituyó un requisi- to importante en sus respectivos acuerdos de integración. Países como España, Portugal y Grecia tampoco apoyarán la po- sición de permanecer en el merca- do interior sin la libre circulación de trabajadores. Además, estarán muy pendientes del ámbito pes- quero, ya que la pesca en las aguas del Atlántico Norte dejaría de ser accesible para sus flotas. Los países escandinavos y bál- ticos (Dinamarca, Suiza, Finlan- dia, Estonia, Letonia y Lituania), tradicionalmente alineados con el Reino Unido, esta vez probable- too».6 Es decir, mantener el acce- so al mercado único, pero no estar sujeto al Tribunal de Justicia de la UE (TJUE), y restringir la libre circulación de trabajadores. Esta es una posición racional, aunque no parece realista. Con respecto a los países miembros, podemos imaginar que, como de costumbre, habrá distin- tos grupos: Los países fundadores de la UniónEuropea,especialmenteAle- mania y Francia, defenderán —si no hay sorpresas en las elecciones ge- nerales que se celebrarán en estos países en 2017— la Unión Europea y sus logros. Además, intentarán evitar el efecto contagio a otros Es- tados miembros, procurando ceder lo menos posible en la negociación. Es decir, buscarán salvaguardar la inviolabilidad de las cuatro liberta- des del mercado único. Los países fundadores de la Unión Europea, especialmente Alemania y Francia, intentarán evitar el efecto contagio a otros Estados miembros, procurando ceder lo menos posible en la negociación 6. <http://www.telegraph.co.uk/ news/2016/11/29/shouldnt-try-have-brexit- cake-eat/> 7. Vid. “Pound sterling value drops as Theresa May signals ‘hard Brexit’”, The Independent, 3 de octubre de 2016. <http:// www.independent.co.uk/news/business/ news/pound-sterling-brexit-euro-dollar- hard-tory-conference-theresa-may- latest-a7342216.html>
  • 56. 55 TRIBUNA LIBRE para la Defensa Europea y el Plan de Implementación de Seguridad y Defensa, respectivamente. Conclusiones El brexit es un fenómeno para- digmático de un cambio profundo que está afectando notablemen- te a los países occidentales, es- pecialmente a los anglosajones. Aún falta mucho para entender en profundidad cuáles han sido las causas y las fuerzas que han provocado este desenlace político. Los relatos basados en las condi- ciones económicas, la inmigración o el nacionalismo no parecen sufi- cientes, por sí solos, para explicar estos resultados. Al tiempo que reflexionamos sobre las causas y los aconteci- mientos pasados, debemos tam- bién mirar hacia delante. Como fu- turo inmediato, podemos esperar que el proceso de salida del Reino Unido de la UE constituirá un reto enorme para todas las partes. La UE pierde una pieza importante con el brexit y entra en un proceso de inestabilidad que seguramente la tensionará internamente. Tras el sorprendente —y decepcionan- te— resultado del referéndum de junio de 2016, se ha iniciado un proceso incierto y con mucho en juego. Europa se debatirá entre al- canzar un acuerdo que le minimice los costes y evitar abrir la puerta a futuras renegociaciones bilatera- les de los términos de pertenencia a la UE por parte de los distintos miembros. Será difícil lograr este equilibrio: como hemos visto, con- viven distintos intereses dentro de la UE, con visiones distintas de cómo hay que abordar la salida del Reino Unido puesto que, durante un tiempo, el parlamento regional valón se negó a ratificarlo. Sin embargo, el apoyo de la opinión pública a favor de la UE ha crecido después del brexit. Según una encuesta realizada por Eupi- nion, el apoyo de la ciudadanía eu- ropea a la UE ahora es mayor que antes del brexit, sobre todo en Ale- mania, Francia, Polonia, España e Italia.9 Otra derivada positiva del brexit, reforzada tras la elección de Trump en los Estados Unidos, es el impulso para la integración militar europea. La salida del Reino Unido —sin duda, una potencia militar— de la UE no implica su salida de la OTAN, pero sí un alejamiento de las incipientes estructuras mili- tares europeas: la política común de defensa y seguridad, el Estado Mayor de la UE, el Comité Militar y la Agencia de Defensa Europea. Y, paradójicamente, ello puede su- poner un impulso a la integración militar, por dos motivos: (i) la sa- lida británica llevará a los demás miembros a buscar mecanismos que compensen esta pérdida y (ii), lo que es más importante, se allana el camino para dicha integración, ya que el Reino Unido tradicional- mente había bloqueado los avan- ces en este sentido, porque consi- deraba que la OTAN era la única estructura necesaria de coopera- ción militar europea. De hecho, poco después del re- feréndum, se presentó la Estrate- gia Global de la UE y, hace unas se- manas, en noviembre, la Comisión y Federica Mogherini, alta repre- sentante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, presentaban el Plan de Acción La vecina Irlanda también puede verse afectada debido a su integración geográfica y econó- mica con el Reino Unido. Irlanda es un país que mayoritariamente apoya la UE. Las relaciones que tendrá con el Reino Unido tras su salida de la UE son inciertas. Am- bos países mantienen un acuer- do fronterizo (independiente del acuerdo de Schengen y derivado del Acuerdo de Paz del Viernes Santo de 1998), y un cambio en el mismo podría ocasionar proble- mas comerciales y, sobre todo, po- líticos y de seguridad. Y más relevante será el efecto político que ello pueda tener sobre la UE. El resultado del referéndum ha generado diversas reacciones en Europa. Las corrientes nacio- nalistas, como el Frente Nacional francés, lo han recibido como un impulso a su campaña contra la UE. Asimismo, algunas corrientes dentro de los nuevos países miem- bros han aprovechado el resulta- do del referéndum para legitimar el concepto de la UE como una «unión de naciones» y debilitar así el ejecutivo europeo, la Comisión. De hecho, se ha llegado a plan- tear la dimisión de Jean Claude Juncker, presidente de la Comi- sión Europea.8 Precisamente, este clima es el que ha llevado al Conse- jo de la UE a exigir que el acuerdo comercial con el Canadá (CETA) tenga que ser ratificado nacional- mente por todos los países miem- bros y no únicamente por el Con- sejo y por el Parlamento Europeo —como se deriva de una interpre- tación europeísta de los tratados comunitarios. Esta decisión ha estado a punto de tumbar el CETA, 8. <http://www.euractiv.com/section/future-eu/news/eus-juncker-under-pressure-to-resign-after-brexit-vote/> 9. <https://www.bertelsmann-stiftung.de/en/topics/aktuelle-meldungen/2016/november/brexit-boosts-eu-survey-results/> La UE pierde una pieza importante con el brexit y entra en un proceso de inestabilidad que seguramente la tensionará internamente
  • 58. 57 TRIBUNA LIBRE 57 TRIBUNA LIBRE Integración de la economía digital en el sistema económico clásico Eugenio M. Recio Profesor honorario de ESADE El Ministerio Federal de Economía y Energía alemán se ha propuesto diseñar una estrategia digital para el 2025, y así garantizar para Alemania una posición relevante en la «cuarta revolución industrial» con una sociedad digitalizada.
  • 59. 58 TRIBUNA LIBRE Introducción El Ministerio Federal de Economía y Energía (BMWi) de Alemania se ha propuesto diseñar una estrate- gia digital para el 2025 con el fin de estructurar de forma eficiente el proceso de digitalización en la eco- nomía y en la sociedad. Pretende así garantizar para Alemania una posición relevante en la «cuarta re- volución industrial» con una socie- dad digitalizada.1 Para impulsar este proceso, el 30 de mayo de 2016 publicó un Li- bro Verde en el que se trataba de identificar, definir y estructurar las cuestiones jurí- dicas y regulatorias que deben tomarse en consideración en el marco de la digita- lización. Con esta especie de «consulta pública» el Ministerio alemán se proponía presentar un documen- to para debatirlo en el Parlamento y en la Comisión Europea (CE), de modo que a comienzos del 2017 se puedan recoger en un Libro Blanco los principios y las reglas que per- mitan un ordenamiento que inte- gre la digitalización en el sistema De los siete capítulos del Li- bro Verde, que recogen las doce tesis que han servido de base a las personas que han manifestado sus opiniones, vamos a centrar nues- tra atención en los aspectos que más directamente se refieren a la problemática de la integración de la economía digital en el sistema de la economía social de mercado (ESM). El Libro Verde parte de la constata- ción de que es nece- sario «un nuevo mar- co de ordenamiento porque los mercados digitales se diferen- cian en una parte fundamental de los mercados clásicos», y el ministro Gabriel, en el prólogo del se- gundo documento, coincide en que los principios bá- sicos de la ESM «están sometidos a una fuerte presión o son pasados por alto. Esto aparece sobre todo, teniendo en cuenta la presencia progresiva y la importancia de las ‘plataformas digitales’ tales como las máquinas buscadoras de datos, las redes sociales y los lugares de comercio online». económico y social vigente en la Unión Europea (UE). A finales de septiembre, el Mi- nisterio publicó las respuestas a di- cha consulta en un segundo docu- mento de noventa páginas titulado «Zwischenspeicher» («Almacena- miento intermedio»), en cuyo pró- logo, firmado por el ministro so- cialdemócrata Sigmar Gabriel, se agradece la colaboración de cien- tíficos, empresarios, sindicalistas y asociaciones con sus variadas res- puestas a las doce tesis planteadas en el Libro Verde. Nos ha parecido que puede ser enriquecedor, para los que se pre- ocupan en nuestro país por esta problemática, dar a conocer algu- nos de los problemas apuntados en las dos publicaciones.2 1. En España, las dos patronales de empresas relacionadas con la digitalización, ADIGITAL y AMETIC, manifestaron, en unas jornadas celebradas en septiembre de 2016, su intención de proponer al nuevo Gobierno la creación de algún organismo encargado de promover, supervisar y ejecutar la digitalización e incluso la creación del Ministerio de Economía y Sociedad Digital. Esta preocupación por la incorporación de las nuevas tecnologías se evidenció también en el XXX Encuentro de Telecomunicaciones y Economía Digital (UIMP, Santander, septiembre de 2016). El hecho de que al Ministerio de Energía y Turismo del Gobierno constituido en noviembre se haya añadido Agenda Digital puede ser la respuesta a las demandas indicadas, aunque queda por ver qué atribuciones tendrá dicha Agenda. 2. Ambas publicaciones se encuentran disponibles en la web del BMWi: www.de.digital En mayo de 2016 el Ministerio de Economía y Energía alemán publicaba un Libro Verde en el que trataba de identificar, definir y estructurar las cuestiones jurídicas y regulatorias que deben tomarse en consideración en el marco de la digitalización
  • 60. 59 TRIBUNA LIBRE Síntesis de nuestro planteamiento Estructuraremos nuestra exposi- ción con el siguiente orden: · Primero trataremos de explicar lo que se entiende por «platafor- mas digitales», ya que son uno de los instrumentos principales con los que opera la «economía digi- tal». · A continuación analizaremos las singularidades que caracterizan a una «economía basada en da- tos», que es algo fundamental de la «digitalización». · Después expondremos las inter- dependencias entre las platafor- mas digitales y las telecomuni- caciones, porque esto nos lleva a precisar dificultades muy con- cretas que surgen en el funciona- miento de la economía de merca- do cuando se tiene en cuenta la digitalización. · Llegados a este punto, comen- taremos la necesidad de definir nuevas regulaciones para esta- blecer un «derecho de competen- cia» en el ámbito digital. · Finalmente concretaremos lo que puede ser una instituciona- lización de la economía digital para hacer viable su integración en la ESM. El concepto de «plataforma digital» Dado que tanto en el Libro Verde como en el documento que recoge los comentarios a sus tesis se atri- buye a las «plataformas digitales» un influjo muy importante en la configuración de la economía digi- tal, consideramos necesario expo- ner las dificultades que se han en- contrado a la hora de definir lo que se entiende por «plataforma digi- tal». Esto, además, nos puede ayu- dar a tener en cuenta una cuestión metodológica de gran importancia utiliza internet para facilitar inte- racciones entre dos o más grupos de usuarios distintos, pero inter- dependientes, para generar valor, al menos para uno de los grupos. Ciertas plataformas, por tanto, son calificadas como proveedoras de servicios intermediarios». La digitalización como «una economía basada en datos» Entre las diferentes definiciones que se suelen emplear al hablar de la «digitalización», nos parece que la más significativa para nuestro ámbito de estudio es su caracteri- zación como «una economía basa- da en datos». Los datos tienen un valor económico, que puede ser muy diferente según la calidad y el grado de su elaboración. Se trata, por tanto, de tener en cuenta unos mercados en los que su valor eco- nómico central no serán produc- tos físicos ni servicios normales, sino datos. Numerosos modelos de negocios en internet se basan en utilizar económicamente datos que pueden estar relacionados con personas o que pueden ser datos anónimos, con las consiguientes consecuencias que esto puede te- ner en el marco del ordenamien- to del sistema económico. De esta manera queda justificada la im- portancia que se da a ese otro tér- mino tan utilizado como es el de Big Data. Desde diferentes puntos de vista se advierte que el operar con datos puede llevar a una concen- tración de poder que amenaza la estructura de la competencia, lo que pone en cuestión los modelos para quien intente analizar con cierto rigor todo lo que se refiere a la «digitalización» por la ambigüe- dad que presenta la rica terminolo- gía que utilizan los que operan con estas tecnologías. El Libro Verde advierte que «una definición unitaria de ‘pla- taforma digital’ apenas es posible dada su gran variedad», por lo que, para facilitar el trabajo que se pro- ponen, los autores recurren a una definición poco precisa según la cual «las plataformas digitales son servicios basados en internet que, a través de la agregación, selección y presentación (de datos) dan a co- nocer hechos». Las dificultades se repiten cuando se abordan «las particulari- dades de las plataformas digitales». Se empieza señalando que «no hay todavía ninguna definición recono- cida de las numerosas, y en parte, muy diferentes plataformas en línea o digitales», y se propone la de la Comisión de Monopolios del Ministerio alemán, que no presen- ta cambios significativos respecto a la anteriormente mencionada, al describir las plataformas como «un intermediador que relaciona dife- rentes grupos de usuarios de forma que se puedan integrar económica o socialmente». A continuación se añade, con más detalle pero siguiendo las lí- neas esenciales, la definición que propuso la Comisión Europea (CE) en una encuesta pública,3 en la que literalmente se afirma que «la pla- taforma en línea se refiere a una forma de operar en dos mercados (o en mercados muy variados) que 3. <https:ec.europa.eu/digital-single-market/news/public-consultation-regulatory-environment-platforms-online-intermediares- data-and-cloud> Pese a la dificultad por definir lo que se entiende por «plataforma digital» debido a su gran variedad, se puede describir como «un intermediador que relaciona diferentes grupos de usuarios de forma que se puedan integrar económica o socialmente»
  • 61. 60 TRIBUNA LIBRE que se conozca el verdadero valor de los servicios que ofrece el ma- nejo de dichos datos. Por eso, se advierte que debe evitarse que se fijen los precios con medios no accesibles a los usuarios potencia- les, y entre los comentaristas de la consulta son mayoría quienes exi- gen transparencia en favor de los consumidores. Por todo lo expuesto nos en- contramos, por lo tanto, con una importante dificultad para inte- grar la economía digital en el co- rrecto funcionamiento del merca- do que establece la ESM: riesgos que afectan a la libre competencia y a la falta de transparencia res- pecto a los sujetos de la demanda en la determinación de los precios. Temas que, como veremos, deben ser objeto de revisión si se quiere facilitar la integración en el siste- ma económico clásico. datos. Mediante una recopilación sistemática de dichos datos y de una elaboración rapidísima de estos, pueden crear y difundir publicidad, que es la fuente de su financiación. Hay, sin embar- go, ofertas de datos que suponen servicios digitales sin retribución monetaria. Es más, la intensa acu- mulación de datos útiles a través de plataformas puede llevar a una clara desigualdad o asimetría de información entre las empresas, que disponen de los datos, y los consumidores, que no tienen ac- ceso a ellos. Respecto a este pun- to, las opiniones entre los partici- pantes en la consulta fueron muy variadas. Para algunos, sería una problemática poco importante. Sin embargo, para los autores del Libro Verde, estos desequilibrios de información pueden perjudi- car a los consumidores al impedir de negocio existentes. Por ello, no es sorprendente que el 77% de los participantes consultados en el Libro Verde reconocieran la nece- sidad de que los datos se utilicen con cierta moderación y que el 71% admitieran expresamente la nece- sidad de someter la «economía de datos» a una cierta regulación. No faltan ejemplos que mues- tran que la competencia se va eli- minando en determinados mer- cados digitales. En Alemania 21 millones de ciudadanos utilizan diariamente Facebook, y Google tiene una participación del 90% en el mercado de las búsquedas por internet. Estas desproporciones plantean cuestiones fundamenta- les sobre el mercado competitivo y hacen necesario un análisis muy detenido del marco de ordena- miento del sistema socioeconómi- co, sin que esto signifique que no se reconozcan las nuevas posibili- dades que las plataformas ofrecen para mejorar la situación de la eco- nomía y de la sociedad. Las plataformas digitales tra- bajan frecuentemente con mode- los de negocios que operan con Los datos tienen un valor económico, que puede ser muy diferente según la calidad y el grado de su elaboración
  • 62. 61 TRIBUNA LIBRE miento de un derecho de la com- petencia es compatible con dicha economía. También en la economía digital es importante establecer un derecho general de la competencia que garantice la libertad de elec- ción y defienda los derechos de los consumidores y equilibre el terre- no de juego entre empresas. Un grupo de expertos, en com- binación con los responsables de la Administración de las prácticas anticompetitivas,5 ha llegado a la conclusión de que determinados criterios de la economía de com- petencia no se adecuan, sin modi- ficaciones, a la economía digital. En este contexto advierten que la esencia del mercado no se limita al mecanismo de los pre- cios y que los usuarios de internet pueden «pagar» un servicio ofreciendo datos al que antes tam- bién les ha proporcio- nado otros datos. Por ello, para garantizar una aplicación eficiente de un tipo de mercado más complejo, pero fiel a los principios anticartel, consideran necesario aclarar que puede existir un mer- cado en el que la retribución mone- taria se sustituya por una oferta de rendimiento, en la que la relevancia de los datos se aprecie por el traba- jo conjunto de las autoridades res- ponsables de evaluar las posibles prácticas anticompetitivas y de los responsables de la protección de datos de las correspondientes pla- taformas de internet. Lascuestionesplanteadasmues- tran con claridad la problemática que supone la elaboración de ese nuevo modelo, que debe sistema- tizar la política económica y social de esta cuarta revolución industrial impulsada por el desarrollo tecno- discriminación se evidencia cuan- do las plataformas entran en con- currencia con los servicios clásicos de telecomunicación como ocu- rre, por ejemplo, con los servicios de mensajería de WhatsApp, que compiten con el clásico sistema de información SMS y con servicios de voz por internet (VolP) como Skype. Estas diferencias pueden originar de nuevo desigualdades en un mercado de competencia, por lo que los autores del Libro Verde se plantean si convendría ampliar la regulación existente de los servicios de telecomunicación para incluir también a las platafor- mas. A ello se objeta que esa nueva regulación tendría que respetar el sentido subyacente a ambas acti- vidades; si esto fuera así, habría dos alternativas: o un servicio electrónico de comunicación, que permitiría una regulación unitaria para telecomunicación y platafor- mas, o el desarrollo de una nueva regulación solo para plataformas, lo cual podría provocar incoheren- cias entre diferentes regímenes de regulación. Problemática de un derecho de la competencia en el ámbito digital El éxito de algunas plataformas digitales y su acceso a grandes can- tidades de datos y clientes sobre la base de unos costes marginales prácticamente nulos han generado la duda de si el marco de ordena- Las plataformas digitales y las telecomunicaciones Una vez expuestos los elementos que caracterizan a la economía digital y sus principales proble- mas, en el Libro Verde se sugieren algunas de las posibilidades que facilitarían la integración de la di- gitalización en el sistema tradicio- nal de una economía social, libre y competitiva. Para ello, se exponen las interdependencias técnicas y económicas entre las plataformas digitales y las infraestructuras de las telecomunicaciones, y se sugie- ren las posibles maneras de incor- porar este nuevo planteamiento económico al ordenamiento clá- sico de una economía de mercado competitiva. Con esta finalidad, el 30 de agosto del 2016 la CE publicó un regla- mento para garantizar la llamada «neutralidad de internet», documen- to que no ha resultado satisfactorio para todos los interesados en esta cuestión.4 El Libro Verde afirma, por su parte, que las plataformas digitales no son técnicamente concebibles sin redes de telecomunicación, pero, desde un punto de vista eco- nómico, los ofertantes de las pla- taformas y los impulsores de las redes de telecomunicación pueden ofrecer rendimientos diferentes a lo largo de la misma cadena de creación de valor. Ello es así por- que, mientras que los operadores de las redes de telecomunicación están sometidos a una regulación específica, los ofertantes de las plataformas digitales solo están sometidos a las reglas generales del comportamiento ciudadano y a la ordenación del mercado. Dicha 4. Se trata de un problema de gran actualidad porque las operadoras de telecomunicaciones que operan en nuestro país (Telefónica, Vodafone y Orange), advirtiendo que quieren una legislación «justa y para todos» en materia de internet y mostraron sus reservas ante el Reglamento publicado por la CE el 30 de agosto del 2016 que pretende garantizar la llamada «neutralidad de internet). El principio general de neutralidad de la red establece que no se pueden bloquear o discriminar los contenidos que se transmitan por la red (excepto en los casos en los que medie una orden judicial). Los responsables de las operadoras de telecomunicaciones consideran que la propuesta de la CE las discrimina, puesto que, al someterlas a reglas y controles, no tienen la libertad que se reconoce a las redes de internet. Poco después, el 14 de septiembre del 2016 la CE aprobó una serie de nuevos proyectos legislativos para adaptar el sector de las telecomunicaciones a la realidad digital del siglo xxi. Estos proyectos establecen como un derecho universal el acceso a la banda ancha, por lo que obligan a las administraciones a garantizar una oferta de internet asequible a todos los ciudadanos. 5. Libro Verde, págs. 46-47. En el Libro Verde se exponen las interdependencias técnicas y económicas entre las plataformas digitales y las infraestructuras de las telecomunicaciones
  • 64. 63 TRIBUNA LIBRE lo tanto, difícil de integrar en el sistema tradicionalmente bien es- tructurado de una economía libre, social y competitiva de mercado. Sin embargo, sorprendentemente, las personas que valoraron las tesis del Libro Verde, al tratar sobre la institucionalización, se limitaron a mantenerse en un nivel genérico y apenas debatieron aspectos concre- tos de la Agencia Digital propuesta. Asimismo, tampoco entraron a dis- cutir sobre cómo podría garantizar- se el funcionamiento del mercado y la distribución de competencias entre el nivel nacional y el europeo. Muestra todo ello de las dificultades y retos que deben afrontarse en este debate. En los documentos citados no se plantean conclusiones formales sobre la problemática que hemos tratado de exponer porque se es- pera que estas se recojan en el Li- bro Blanco que, como hemos dicho en la introducción, se prevé que el Parlamento y la Comisión Europea publiquen a principios del 2017, te- niendo como base las sugerencias del Libro Verde y los resultados de la consulta promovida por este cárteles o los organismos de de- fensa del consumidor) en los pro- cesos de digitalización, así como identificar y eliminar los impedi- mentos para la puesta en prácti- ca de las estrategias políticas, tal como hacen, en sus respectivos sectores, el Servicio Federal del Clima o el Servicio Federal para la Migración y los Refugiados. La Agencia Digital se centraría sobre todo en el establecimiento sostenible de competencias digi- tales en los ámbitos económico, jurídico y técnico. Dadas las con- secuencias, en parte evolutivas y en parte revolucionarias, de la di- gitalización, se debe analizar con objetividad el proceso dinámica- mente efectivo, que debe ir acom- pañado continuamente de una valoración de las consecuencias de la tecnología. A partir de esta base de ciencia y experiencia, para la transformación digital se debería crear un grupo de reflexión o think tank, científicamente neutral, que asesorara al Gobierno federal en materia de digitalización. De esta manera, se intentaría ordenar un sector demasiado anárquico y, por lógico, la cual, según se señaló en el Foro de Davos de enero del 2016,6 puede aportar fuertes estímulos al crecimiento económico, si bien con cambios transcendentales en la ges- tión de los recursos humanos. Por ello, sí parece necesario impulsar un marco institucional relacionado con la digitalización y plenamente cohe- rente con los principios del modelo de la ESM. Institucionalización de la economía digital La ESM confiere un papel muy im- portante al Estado y sus institucio- nes para que el funcionamiento del mercado libre y competitivo tenga unos resultados que favorezcan la cohesión social. Por eso, para ser coherentes institucionalmente con la dinámica y efectividad de la digitalización, se necesitan con- ceptos temporalmente adecuados para el desarrollo socioeconómi- co y político y para su ejecución. Cuestiones específicas sobre la competencia, el mercado y los consumidores, así como las que se refieren a la economía y seguridad de los datos, deben ser tomadas en consideración por las entidades públicas competentes, que dispo- nen de los recursos necesarios. Por eso, el Libro Verde propo- ne la creación de la Agencia Digi- tal7 como organismo competente capaz de elevados rendimientos y unido internacionalmente a través de la red. Esta agencia podría apo- yar a otras autoridades (como la Administración federal contra los 6. El lema escogido para la edición del Foro de Davos del 2016 fue precisamente «Dominando la cuarta revolución industrial». Asimismo, de los estudios que han presentado renombradas consultorías internacionales como Accenture Strategy, KPMG, PwC o ADECCO se deduce una doble vertiente del potencial de la digitalización: si bien, por una parte, podría incrementar el PIB mundial en 1,8 billones de euros según una proyección realizada para el período 2015-2020, por otra, podría destruir 7,1 millones de puestos de trabajo, creando solo en dicho período 2 millones. 7. Como hemos indicado en la nota 1, las patronales españolas del sector de la digitalización se han preocupado de este tema y han propuesto diversas soluciones, mientras que en la CE existe ya una comisión para el área digital cuyo comisario es el alemán G. Oettinger. También en la economía digital es importante establecer un derecho general de la competencia que garantice la libertad de elección y defienda los derechos de los consumidores y equilibre el terreno de juego entre empresas Las conclusiones formales sobre este debate se han de recoger en el Libro Blanco que el Parlamento y la Comisión Europea tienen previsto publicar a principios del 2017
  • 65. 64 BOOK REVIEWs 64 Geoffrey G. Parker, Marshall Van Alstyne y Sangeet Choudary, WW Norton and Co., 2016. 336 páginas L as elecciones estadounidenses se han visto in- fluenciadas por las falsas noticias en Facebook, mientras que la campaña ayudó a la red social a superar en ingresos publicitarios al conjunto de la prensa tradicional del país. Google ya lo consiguió hace un lustro. Netflix, Amazon y HBO acaparan el 70% de las no- minaciones en los Globos de Oro en la categoría de series. Mientras que el consumo de televisión decrece entre los millennials, un youtuber sueco ingresó quince millones de dólares en 2015 según Forbes. La regulación de servicios de economía colaborativa como Uber o Lyft acapara titulares por todo el globo desde Bar- celona hasta Taipei. Airbnb ha superado a las grandes cadenas hoteleras sin con- tar con ninguna habitación en propiedad. Los mayores centros comerciales a nivel mundial son Amazon y Ali- baba, lo que provoca el cie- rre de cadenas de tiendas en China y los Estados Unidos. En los Juegos Olímpicos de Río aplicaciones como Tinder propiciaron que muchos atletas se emparejaran, lo que no debería ser noticia si tenemos en cuenta que el 15% de los adultos estadounidenses han usado este tipo de aplicaciones alguna vez. WhatsApp ha dejado obsoletos los servicios de mensajería de las telecoms y da servicio a mil millones de usuarios con una plantilla que recientemente no superaba la centena de trabajadores. La obligación de la Comisión Europea a Apple de devolver 13.000 millones de euros en impuestos es la mayor sanción económica de su historia. ¿Cómo ha sido posible está revolución? Todas estas compañías comparten una característica: son plataformas. Muchas de ellas no existían al comienzo del milenio, pero ya ocupan seis posiciones entre las diez compañías con ma- yor capitalización del mundo al cierre del tercer trimestre de 2016. Tuberías frente a plataformas Las plataformas han superado a gran velocidad a gigantes empresariales que han dominado sus respectivos merca- dos durante décadas y que contaban con muchos más re- cursos, considerados durante largo tiempo como impres- cindibles. Según Geoffrey G. Parker, Marshall Van Alstyne y Sangeet Choudary, autores de Platform Revolution, estas grandes compañías tradicionales funcionan como «tube- rías» lineales. La cadena de valor consiste en introducir los insumos provenientes de proveedores en la tu- bería, los cuales, tras una serie de procesos, se trans- forman en un producto fi- nal que aparece en el otro extremo del conducto para ir a parar al cliente. Basa- das en economías de escala de la oferta, el éxito de estas empresas provenía del incremento del volumen para re- ducir precios, lo que permitía continuar aumentando los volúmenes. De esta manera, las «tuberías» se centran en las cinco fuerzas competitivas de Michael Porter (la ame- naza de nuevos competidores y la de productos o servicios sustitutivos, el poder de negociación de clientes y el de proveedores, y la intensidad de la competencia). Por ello, sus esfuerzos se enfocan a la mejora de la eficiencia, el control de los recursos y la limitación de la competencia. Las plataformas, sin embargo, basan su éxito en la economía de escala de la demanda. Ello es posible gracias a la superación, a través de la tecnología, de la necesidad de grandes costes fijos de activos físicos (Uber no posee PLATFORM REVOLUTION («Revolución de plataforma: cómo los mercados en red están transformando la economía y cómo hacer que funcionen para usted») Álvaro Imbernón Investigador no residente de ESADEgeo Las plataformas basan su éxito en la economía de escala de la demanda. Ello es posible gracias a la superación a través de la tecnología de la necesidad de grandes costes fijos de activos físicos
  • 66. 65 BOOK REVIEWs 65 coches ni Airbnb habitaciones). El objetivo de las plata- formas es el de «consumar matches entre los usuarios y facilitar el intercambio de bienes, servicios o moneda social, lo que permite la creación de valor para todos los participantes». Gracias al efecto de red que facilita la tec- nología y la eliminación de intermediarios ineficientes, las plataformas pueden crecer más rápidamente que las compañías «tubería». Cuanto más usuarios atraiga una plataforma, mejor será la coincidencia o matches entre oferta o demanda, lo que incrementará el valor del ecosis- tema e iniciará un círculo virtuoso que se retroalimenta. Así, cuando Uber incrementa usuarios, atrae a más con- ductores, mejora el servicio y baja precios, lo que facili- ta la atracción de más usuarios. Este efecto red propicia mercados winner-takes-all en los que solo hay espacio para unos pocos ganadores y empresas muy especializa- das que se centran en nichos. Círculo virtuoso de Uber, según David Sack usado en Platform Revolution Más demanda Más conductores Más y mejor cobertura geográfica, saturación Menor tiempo de inactividad para el conductor Precios más bajos Menor tiempo de espera para el cliente Además, este crecimiento proporcionará más datos que pueden ser analizados con el objetivo de generar más valor para el conjunto de la plataforma. La conectividad, la inte- racción y el compromiso de los usuarios en la plataforma son claves. Por ello, el conocimiento, la gestión y la puesta en valor de la comunidad son prioridades para los directi- vos de una plataforma ya que les permitirán personificar la oferta y así ajustarse mejor a la demanda a fin de propiciar más y mejores matches. Así, las aplicaciones de mapas, co- rreo, calendario o traducción de Google amplían el conoci- miento que la empresa tiene de sus usuarios y mejoran la calidad de su buscador y de Android. Lasplataformassonporsupropianaturalezamásabier- tas que las tuberías, por lo que la separación entre clientes, proveedores y competencia ya no es tan clara, y en muchos casos las aportaciones desde el exterior de la plataforma aportan valor al ecosistema. Es el caso de los desarrollado- res de aplicaciones en plataformas como Android o iOS. A lo largo del libro los autores desarrollan los factores que inducen al éxito o al fracaso de las plataformas. Una guía que hace digerible la compleja literatura académica sobre el tema, si bien de forma un tanto sistemática, lo que puede hacer perder interés al lector menos motivado. Men- ción especial merecen los nuevos estilos de liderazgo que las plataformas propician, caracterizados por una mayor apertura, desintermediación y enfoque en la calidad de las interacciones en la plataforma y sus parámetros de gober- nanza. Así, las empresas «tubería» se verán forzadas a un gran replanteamiento de sus modelos de negocio, incluso en sectores en los que la disrupción hoy es menor como la energía, las finanzas o la Administración pública. Los auto- res presentan ejemplos de incapacidad de líderes empre- sariales de adaptarse a este nuevo paradigma como los de Sony, Nokia o el paradigmático caso de Rupert Murdoch tras la compra del fallido Myspace. El apartado sobre la regulación gubernamental de las plataformas es más genérico. No aporta grandes soluciones y, sobre todo, no hace hincapié en los perdedores que ge- nera esta revolución a través de la destrucción de empleos propios de la clase media y la exacerbación de las diferen- cias salariales. Los autores de Platform Revolution afirman que las plataformas se están comiendo el mundo: ¿termi- naremos por amarlas como consumidores pero odiándolas como trabajadores?
  • 67. 66 TEMAS A DEBATEBOOK REVIEWs Branko Milanovic, The Belknap Press of Harvard University, 2016. 299 páginas Elefantes y olas Los tiempos actuales parecen profun- damente pesimistas. Los movimientos antiglobalización y ultranacionalistas están en auge. La idea de progreso ex- perimenta un retroceso, crecen las des- igualdades y los miembros de la próxi- ma generación vivirán peor que sus padres. La mayor apertura económica que ha caracterizado la globalización parece haber entrado en decadencia mientras que el populismo y el nacio- nalismo siguen creciendo. ¿Todo ello es cierto? Desde una perspectiva glo- bal, las afirmaciones anteriores, bas- tante extendidas, son muy discutibles. El mundo no ha dejado de progresar in- cluso durante la Gran Recesión. Basta con consultar los datos de los últimos veinte años, que indican que la pobre- za extrema y la mortalidad infantil se han reducido y la enseñanza primaria universal se ha generalizado. O sim- plemente observar el desarrollo expe- rimentado en Asia Oriental. De hecho, el autor de este libro considera que el proceso de globalización es probable- mente el primer período desde la Re- volución Industrial en que la desigual- dad de ingresos se ha reducido a escala global. Según Gallup, en la actualidad los europeos, los japoneses y los esta- dounidenses se muestran pesimistas sobre las posibilidades de que mejore su calidad de vida, mientras que 14 de los 15 países cuya población es más op- timista al respecto son africanos. El incremento de los flujos de ca- pitales, bienes, servicios y personas ha generado grandes beneficios, pero estos no han sido bien distribuidos. ¿Quiénes son los ganadores y los per- dedores de la globalización? Si esta se prolonga en el tiempo, ¿qué impacto cabrá esperar de ella? Para responder a estas preguntas, es preciso adoptar una perspectiva multidisciplinaria y glo- bal, basada en datos empíricos. Branko Milanovic, economista serbio naciona- lizado estadounidense, experto en de- sarrollo y desigualdad de ingresos, es la persona idónea para abordar esta tarea puesto que posee una gran experiencia en el tratamiento de los datos globales sobre la desigualdad, tanto en el Banco Mundial como en el Luxembourg Inco- me Study. En esta obra, Milanovic lleva a cabo un repaso de la historia de la des- igualdad, que es un complemento per- fecto de su libro anterior, titulado The Haves and the Have-Nots: A Brief and Idiosyncratic History of Global Inequa- lity[«Losquetienenylosquenotienen. Breve y particular historia de la des- igualdad global»]. Milanovic acompaña su análisis económico con un enfoque histórico y político. El resultado es una obra imprescindible para todos los lec- tores interesados en la materia, ya sean economistas, diseñadores de políticas públicas y, en general, todos aquellos que quieran entender cómo ha evolu- cionado la desigualdad de ingresos. La paradoja global del elefante Global Inequality se centra más en la desigualdad de ingresos que en la ri- queza, y más en la desigualdad global que en la nacional. El libro comienza con el célebre diagrama del elefante, que muestra la evolución de los in- gresos reales a escala global de 1988 a 2008, distribuidos en deciles, de más pobre a más rico. A simple vista, es fá- cil apreciar que el período de globaliza- ción que va desde aproximadamente la caída del Muro de Berlín hasta el esta- llido de la crisis financiera se caracteri- za por a) la emergencia de lo que podría calificarse como «la nueva clase media mundial»; b) el estancamiento de los ingresos de las clases medias y trabaja- doras de los países desarrollados, y c) el auge de la «plutocracia global». Este período es, probablemente, el de mayor globalización de la historia (salvo en movilidad laboral), en que el comercio ha crecido a un ritmo muy superior al PIB mundial y los flujos de capitales internacionales se han incre- mentado de forma muy considerable, incluyendo las inversiones extranjeras directas. Esta mayor apertura, unida al cambio tecnológico, que beneficia a quienes disponen de más capacidades, ha propiciado grandes cambios en el reparto de los ingresos. Los grandes ganadores han sido los que ocupan el bloque central de la distribución de los ingresos mundiales (percentiles 45 a 65), que en el período 1988-2011 han duplicado sus ingresos. Estos se encuentran principalmente en China y, en menor medida, en las principales urbes de los países asiáticos en vías de desarrollo (Vietnam, Tailandia), aun- que todavía están muy lejos de la tra- dicional clase media occidental. Buena parte de ellos eran campesinos que han emigrado a las ciudades para trabajar en fábricas y talleres. Algunas de las grandes incógnitas son si este proceso proseguirá ahora que China se halla más cerca de la media global de ingre- sos y si los países del Asia meridional o del África subsahariana serán capaces de emular al Imperio Central. Por su parte, las clases medias y trabajadoras GLOBAL INEQUALITY: A NEW APPROACH FOR THE AGE OF GLOBALIZATION («Desigualdad global: un nuevo enfoque para la era de la globalización») Álvaro Imbernón Investigador no residente de ESADEgeo 66
  • 68. 67 TEMAS A DEBATEBOOK REVIEWs de los países occidentales (percentiles 80 a 95) han visto cómo sus ingresos se congelaban, pese a las ganancias en productividad. Serían los famosos perdedores de la globalización, cada vez más célebres a raíz del triunfo de Trump, de la victoria de los partida- rios del brexit y del auge del nativismo en Europa. En este caso, los críticos de Milanovic señalan que la curva del elefante está muy condicionada por las experiencias de Japón y de los es- tados pertenecientes al espacio post- soviético, y que el estancamiento de los ingresos no es tan agudo. Otra crítica plausible es que Milanovic no abunda en la injusticia intergeneracional de las sociedades occidentales, en que los jóvenes salen perdiendo mucho más que sus padres y abuelos. Por último, el autor señala a los súper ricos como los otros grandes beneficiados del proceso de globaliza- ción. No se trataría del «top 1%» mun- dial, unos 70 millones de personas que incluyen el 12% de la población estadounidense, pues es- tos habrían incrementado sustancialmente sus in- gresos entre 1988 y 2008, pero habrían sufrido la cri- sis de 2008 a 2011, sino de los «plutócratas globales», unos billonarios que se han visto beneficiados por la mayor apertura econó- mica y el progreso tecnológico. Las olas de Kuznets Mientras la desigualdad en los ingresos se ha reducido a escala global gracias a una mayor convergencia entre las eco- nomías emergentes y las de los países desarrollados, a escala nacional la des- igualdad se ha incrementado sustan- cialmente. La otra gran novedad que aporta el libro es la reinterpretación de la hipótesis del economista Simon Kuz- nets. La curva de Kuznets indica que la desigualdad es baja cuando los niveles de desarrollo son reducidos, que se in- crementa en los períodos de industria- lización y que disminuye a medida que los países alcanzan la madurez econó- mica, especialmente a raíz de las me- joras en la expansión de la educación. Esta teoría se ha visto desacreditada con el paso del tiempo, pero Milanovic ahora la reinterpreta al considerar que la desigualdad tiende a fluir en ciclos, de modo que este proceso se produciría a través de las «olas de Kuznets». Piketty considera que, sin gran- des medidas colectivas, las economías modernas se caracterizan por un alto grado de desigualdad. Solo aconteci- mientos inusuales explicarían la re- ducción de la desigualdad durante el período de 1918 a 1980, como las dos guerras mundiales y el esfuerzo impo- sitivo para financiarlas, la Gran Depre- sión o el triunfo del comunismo. Por su parte, Milanovic no considera este período de reducción de la desigualdad como un mero accidente, pues sostie- ne que los últimos cinco siglos pueden explicarse por las olas de Kuznets. Las fuerzas que incrementan la igualdad pueden ser malignas (guerras y epide- mias) y benignas (la presión política a favor de un mayor bienestar, el enveje- cimiento de la población y una mayor expansión de la educación), mientras que las que aumentan la desigualdad son principalmente la tecnología, la baja imposición y la movilidad de capi- tales. Así pues, el incremento de la des- igualdad durante un ciclo tendrá como resultado inevitable su reducción du- rante el siguiente, como el movimiento de una ola. Milanovic sostiene que la actual curva de Kuznets en los países desarro- llados está impulsada principalmente por la revolución tecnológica y por la globalización, fenómenos que están muy imbricados entre ellos. Ambos han facilitado la transferencia de mano de obra, propia del paso de unas econo- mías industriales más homogéneas a unas economías más basadas en unos servicios heterogéneos. Esto socava el poder de negociación de los trabaja- dores occidentales, cuyos puestos de trabajos pueden ser reemplazados fá- cilmente por la tecnología o bien tras- ladarse a países menos desarrollados. Ello se ve agravado por el menor poder político de las clases medias y trabaja- doras de los países desarrollados, que no son capaces de evitar la elusión fis- cal de las clases altas. Considera que en los Estados Unidos y en el resto del mundo occiden- tal seguirá aumentando la desigualdad de ingresos a medio plazo, hasta que una nueva ola de Kuznets susti- tuya el ciclo actual. El resto del libro es de menor interés, aun- que proporciona visiones interesantes sobre algunos fenóme- nos actuales y dibuja escenarios de futuro. Un ejemplo de ello es la crisis migratoria. Milanovic sostiene que el lugar de nacimiento (la nacionalidad y el nivel de renta de los padres) ex- plica más del 60% de la variabilidad de las rentas globales. Si se considera que solo el 3% de la población mun- dial reside en un país distinto al de nacimiento, ello supone un incentivo para la emigración, ya que la «prima de ciudadanía» se situaría en los Esta- dos Unidos en el 9.200% y en Suecia en el 7.200%. Este es uno de los mu- chos ejemplos que recoge el libro para ilustrar que las fuerzas que impulsan el incremento y la distribución de in- gresos cada vez son más globales. Sin embargo, la capacidad de influir sobre estos factores desde la política sigue siendo básicamente a escala nacional. Esta es una paradoja más de la globa- lización 67 Las clases medias y trabajadoras de los países occidentales han visto cómo sus ingresos se congelaban, pese a las ganancias en productividad. Serían los famosos perdedores de la globalización
  • 69. 68 Informe Económico 01 Mayo 2005 Análisis y previsión de la co- yuntura económica de la zona euro (prof. F. Ballabriga y prof. F. X. Mena) La crisis de la economía ale- mana (prof. E. M. Recio) La crisis de los noventa en Japón: recesión y deflación (prof. J. M. Comajuncosa) La economía mexicana y las elecciones presidenciales de 2006 (prof. L. de Sebastián) La Estrategia de Lisboa cinco años después (prof. P. Puig) http://itemsweb.esade.edu/biblioteca/ archivo/informeeconomico01.pdf Informe Económico 02 Noviembre 2005 Análisis y previsión de la co- yuntura económica de la zona euro (prof. F. Ballabriga y prof. F. X. Mena) El fenómeno de la tempora- lidad en el mercado laboral español (prof. A. Laborda) La corrupción y las perspec- tivas económicas de Brasil (prof. L. de Sebastián) Informe FEMISE sobre la Asociación Euro-Mediterránea (prof. A. Ulied) http://itemsweb.esade.edu/biblioteca/ archivo/informeeconomico02.pdf Informe Económico 03 Mayo 2006 Análisis y previsión de la co- yuntura económica de la zona euro (prof. F. Ballabriga y prof. J. M. Comajuncosa) La crisis financiera argentina (2001-2002): Una visión insti- tucional (prof. J. M. Sayeras) El creciente deterioro del déficit exterior, ¿cuestiona la sostenibilidad de nuestro crecimiento? (prof. P. Puig) Proyecto de Ley de Dependen- cia (prof. E. M. Recio) http://itemsweb.esade.edu/biblioteca/ archivo/informeeconomico03.pdf Informe Económico 04 Noviembre 2006 Análisis y previsión de la co- yuntura económica de la zona euro (prof. F. Ballabriga y prof. J. M. Comajuncosa) Atlas mundial del petróleo y de la energía fósil primaria (prof. F. X. Mena) Una política común para la energía en la Unión Europea (prof. A. Ulied) Cambios en el mundo del trabajo (prof. A. Laborda) http://itemsweb.esade.edu/biblioteca/ archivo/informeeconomico04.pdf Informe Económico 05 Mayo 2007 Análisis y previsión de la co- yuntura económica de la zona euro (prof. F. Ballabriga y prof. J. M. Comajuncosa) Renta Nacional e inmigración: ¿causa o efecto? (prof. A. Laborda) La Ronda de Doha, ¿un fracaso de la OMC? (prof. L. de Sebastián y prof. J. M. Sayeras) El Informe Económico de la Presidencia del Gobierno del año 2007 (prof. P. Puig) http://itemsweb.esade.edu/biblioteca/ archivo/informeeconomico05.pdf Informe Económico 06 Diciembre 2007 Análisis y previsión de la co- yuntura económica de la zona euro (prof. F. Ballabriga y prof. J. M. Comajuncosa) Marruecos: tan cerca, tan lejos (prof. A. Ulied) El Fondo Monetario Internacio- nal (FMI) (2004-2007): Rodri- go Rato, Managing Director (prof. F. X. Mena) El Informe Stern sobre la Eco- nomía del Cambio Climático (prof. P. Puig) http://itemsweb.esade.edu/biblioteca/ archivo/informeeconomico06.pdf Informe Económico 07 1er semestre 2008 Análisis y previsión de la co- yuntura económica de la zona euro (prof. F. Ballabriga y prof. F. X. Mena) La intervención económica de China en África (prof. L. de Sebastián) Las mayores compras apa- lancadas (LBO) en España, 2005-2007 (prof. L. Alemany) La productividad y los resulta- dos de la Agenda de Lisboa: una medición necesaria y rigurosa (prof. P. Puig) http://itemsweb.esade.edu/biblioteca/ archivo/informeeconomico07.pdf Informe Económico 08 2º semestre 2008 Análisis y previsión de la coyuntura económica (prof. F. Ballabriga y prof. F. X. Mena) La reforma de la política agrí- cola de la Unión Europea (prof. A. Ulied) http://itemsweb.esade.edu/biblioteca/ archivo/informeeconomico08.pdf Informe Económico 09 Abril 2010 Análisis y previsión de la coyun- tura económica (prof. F. Balla- briga y prof. J. M. Comajuncosa) http://itemsweb.esade.edu/biblioteca/ archivo/informeeconomico09.pdf Informe Económico 10 Enero 2011 Análisis y previsión de la coyun- tura económica (prof. F. Balla- briga y prof. J. M. Comajuncosa) http://itemsweb.esade.edu/biblioteca/ archivo/informeeconomico10.pdf Informe Económico 11 Mayo 2011 Temas de Economía Española (prof. F. Ballabriga y prof. J. M. Comajuncosa) http://itemsweb.esade.edu/biblioteca/ archivo/informeeconomico11.pdf Informe Económico 12 Enero 2012 Análisis y previsión de la coyun- tura económica (prof. F. Balla- briga y prof. J. M. Comajuncosa) ¿Qué significa rescatar un país? (prof. J. M. Sayeras) Estímulo fiscal en Estados Unidos (prof. J. M. Sayeras) Radiografía del paro en España (prof. A. Laborda) ¿Cuántas empresas se ha lleva- do la crisis? (prof. A. Laborda) La crisis del euro. ¿En qué consiste y cómo se puede solucionar? (prof. E. M. Recio) http://itemsweb.esade.edu/biblioteca/ archivo/informeeconomico12.pdf Informe Económico 13 Mayo 2012 Nota de coyuntura económica (prof. J. M. Comajuncosa) Radiografía del gasto público en España (prof. F. Ballabriga y prof. J. M. Comajuncosa) La inflación en España desde la adopción del euro (prof. J. M. Comajuncosa) Supervivencia empresarial en época de crisis (prof. Anna Laborda) http://itemsweb.esade.edu/biblioteca/ archivo/informeeconomico13.pdf Informe Económico 14 Enero 2013 Análisis y previsión de la co- yuntura económica (prof. J. M. Comajuncosa) Una vuelta de tuerca a la Encuesta de Presupuestos Familiares (prof. Anna Laborda) Repensando el Estado de Bien- estar (prof. Eugenio M. Recio) http://itemsweb.esade.edu/biblioteca/ archivo/informeeconomico14.pdf Informe Económico 15 Junio 2013 Nota de coyuntura económica (prof. Josep M. Comajuncosa) El paro: imposible no hablar de él (prof. Anna Laborda) http://itemsweb.esade.edu/biblioteca/ archivo/informeeconomico15.pdf Informe Económico 16 Enero 2014 Análisis y previsión de la co- yuntura económica (prof. J. M. Comajuncosa) La reciente evolución económi- ca y social de Alemania (prof. Eugenio M. Recio) http://itemsweb.esade.edu/biblioteca/ archivo/informeeconomicoenero2014.pdf Informe Económico 17 Junio 2014 Nota de coyuntura económica (prof. J. M. Comajuncosa) El proceso de reestructuración bancaria en España (prof. Anna Laborda) http://itemsweb.esade.edu/biblioteca/ archivo/informeeconomicojunio2014. pdf NÚMEROS ANTERIORES
  • 70. 69 NOTA DE COYUNTURA EQUIPO Josep M. Comajuncosa Profesor titular del Departamento de Economía, Finanzas y Contabi- lidad de ESADE Fernando Ballabriga Ph.D. y M.A. in Economics (Uni- versity of Minnesota). Licenciado en Ciencias Económicas y Empre- sariales (UAB). Profesor catedráti- co del Departamento de Economía, Finanzas y Contabilidad de ESADE Josep M. Comajuncosa Ph.D. y M.Sc. in Economics (Prin- ceton University). Licenciado en Ciencias Económicas y Empre- sariales (UAB). Profesor titular del Departamento de Economía, Finanzas y Contabilidad de ESADE Anna Laborda Doctora en Management Sciences (ESADE). Licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales. Máster en Fundamentos del Aná- lisis Económico. Profesora titular del Departamento de Economía, Finanzas y Contabilidad de ESADE Francisco Longo Profesor titular del Departamento de Dirección de Personas y Orga- nización. Director general adjunto de ESADE David Vegara Msc in Economics (London School of Economics and Political Scien- ce). Licenciado en Ciencias Eco- nómicas y Empresariales (UAB). Director del Informe económico y financiero y profesor asociado del Departamento de Economía, Finanzas y Contabilidad de ESADE Mar Vila Doctora en Administración y Dirección de Empresas (ESADE- URL). Licenciada en Adminis- tración y Dirección de Empre- sas (ESADE-UPC). Máster en Dirección de Empresas (ESADE). Profesora titular y directora del Departamento de Economía, Fi- nanzas y Contabilidad de ESADE. Coordinadora de GRUGET- Grupo de Investigación en Gestión Turística. Consejo de redacción CONSEJO EDITORIAL Informe Económico y Financiero 18 1er semestre 2015 Economía global, Unión Europea y España (prof. Josep. M. Comajuncosa) El sistema financiero (prof. Juan I. Sanz) América Latina (prof. Agustí Ulied) El mercado de trabajo en España (prof. Esther Sánchez) La revolución energética del Fracking (prof. Xavier Mena) La inversión china en Europa y España (prof. Ivana Casaburi) Shadow Banking (prof. Xavier Mena) Big Data (prof. Josep Lluís Cano) Qatar (prof. Xavier Mena) Nadie olvida a un buen maestro: prof. Jordi Galí (prof. Xavier Mena) http://itemsweb.esade.edu/biblioteca/ archivo/informeeconomicoyfinanciero- 18primersemestre2015.pdf Informe Económico y Financiero 19 1er semestre 2016 Nota de coyuntura (prof. J. M. Comajuncosa y D. Vegara) La reforma laboral de 2012 (Valeriano Gómez) La reforma laboral: un paso para resolver problemas de asignación de décadas (Álvaro Nadal) China, transiciones y escenarios (prof. D. Vegara) Book Reviews (Á. Imbernón) http://itemsweb.esade.edu/biblioteca/ archivo/informeeconomicojunio2016.pdf David Vegara Director del Informe económico y financiero y profesor asociado del Departamento de Economía, Finan- zas y Contabilidad de ESADE 6969
  • 74. 1ersemestre2017#20 Con la colaboración de INFORMEECONÓMICOYFINANCIERO 1er semestre 2017 #20 Departamento de Economía, Finanzas y Contabilidad NOTA DE COYUNTURA 2017: ¿eclosión de la política o cambio de tendencia? TEMAS A DEBATE La economía colaborativa: ¿buena para quién? Economía colaborativa para todos los consumidores TRIBUNA LIBRE Brexit: causas y consecuencias políticas Integración de la economía digital en el sistema económico clásico BOOK REVIEWS Platform Revolution Global Inequality INFORME ECONÓMICO Y FINANCIERO