El informe económico de junio de 2014 destaca un crecimiento débil en la economía española, proyectando un aumento del PIB de alrededor del 1% y señalando un riesgo inminente de deflación. El Banco Central Europeo ha implementado medidas monetarias no convencionales, incluyendo la reducción de tipos de interés y una inyección de liquidez para favorecer el crédito, pero persisten preocupaciones sobre la fragmentación del sistema financiero. La recuperación económica es vulnerable y depende de un aumento en la demanda interna y la eficacia de las reformas estructurales en España.