La fenomenología y la hermenéutica han proporcionado marcos metodológicos para las ciencias del espíritu. La fenomenología se centra en la vivencia y la comprensión de los fenómenos tal como se dan, mientras que la hermenéutica busca interpretar los significados contenidos en las experiencias vividas a través del lenguaje y la cultura. Juntos, los métodos fenomenológico y hermenéutico han permitido estudios cualitativos e ideográficos del ser humano.