La fuente de alimentación convierte la corriente alterna en corriente continua para alimentar los circuitos electrónicos de dispositivos como computadoras, televisores e impresoras. Existen fuentes de alimentación lineales y conmutadas, siendo las lineales más simples pero menos eficientes, mientras que las conmutadas son más complejas pero también más pequeñas y eficientes. El cálculo de la potencia necesaria para la fuente de alimentación implica sumar los consumos de los componentes y añadir un margen de seguridad.