El documento resume un sermón sobre Deuteronomio 11:18-12:32. Exhorta a los creyentes a poner las palabras de Dios en su corazón y enseñarlas a sus hijos. También habla sobre las bendiciones que Dios prometió si obedecían sus mandamientos, y las maldiciones si no lo hacían. Finalmente, dice que cuando entraran a la tierra prometida debían destruir los lugares de adoración de otros dioses y solo adorar a Dios en el lugar que El escogiera.