La reanimación cardiopulmonar (RCP) implica realizar maniobras como compresiones torácicas y ventilaciones para suplir la circulación y la respiración en caso de paro cardiorrespiratorio. Estas maniobras incluyen verificar la conciencia de la víctima, buscar pulso, dar ventilaciones o hacer compresiones torácicas al ritmo de 30 compresiones y 2 ventilaciones. El objetivo es revertir el paro y estabilizar a la persona hasta la llegada de servicios médicos de emergencia.