Las quemaduras se definen como traumatismos producidos por agentes físicos o químicos que van desde una leve afectación de la piel hasta la destrucción total de los tejidos. Se clasifican por su profundidad, extensión, localización y gravedad. Las quemaduras más profundas pueden causar shock, pérdida de líquidos e incluso la muerte. Requieren tratamiento urgente para prevenir complicaciones como infecciones o fallo de múltiples órganos.