El control interno de una empresa tiene como objetivo obtener información financiera precisa y oportuna, proteger los activos de la empresa, y promover la eficiencia en las operaciones. Existen tres métodos para evaluar el control interno: descriptivo, cuestionario y gráfico. La evaluación del control interno implica comparar el sistema actual de una empresa con estándares ideales para determinar si es razonable o deficiente.