Six Sigma es una metodología para reducir la variabilidad y defectos en procesos mediante 5 etapas: definir el problema, medir parámetros clave, analizar causas de variación, mejorar el proceso eliminando causas, y controlar los cambios. El objetivo es lograr menos de 3.4 defectos por millón mediante el uso de herramientas estadísticas para entender y mejorar procesos. Si se implementa correctamente con apoyo gerencial y capacitación, Six Sigma puede mejorar la calidad y reducir costos.