El documento discute el camino espiritual a través de la historia y las perspectivas futuras. Examina las concepciones bíblicas, históricas y críticas del desarrollo espiritual, concluyendo que no se pueden determinar grados fijos sino que depende de cada persona y contexto. Propone que el camino espiritual debe considerar al hombre concreto y su situación, abierto a la gracia de Dios para formarse como nuevo ser en Cristo.