El documento describe cómo a pesar de las variaciones regionales en el vocabulario para referirse a lugares y actividades relacionadas con el agua (piscina, alberca, pileta), el transporte (cuadras, manzanas) y golpes (paliza, golpiza), la unidad fundamental del idioma español se mantiene. Aunque los hispanohablantes usen términos diferentes, comparten el mismo significado debido a que sus raíces lingüísticas son comunes.