El principio de Pareto, también conocido como la regla del 80-20, establece que el 20% de las causas suelen generar el 80% de los efectos. Este principio se aplica en muchos ámbitos como la economía, las ventas y la logística. En logística, la clasificación ABC divide los productos en categorías A, B y C según su nivel de ventas, de modo que el 20% de productos A generan el 80% de las ventas y se gestionan de forma diferente en almacenes y distribución.