Internet originalmente se usaba para intercambiar información pero se adaptó para el comercio electrónico. Se crearon mecanismos de seguridad como cifrado para proteger datos bancarios durante las compras en línea. Hoy en día, los consumidores usualmente buscan productos en línea, se informan sobre ellos, comparan precios entre tiendas, y finalmente compran usando métodos de pago como tarjetas de crédito o transferencias bancarias.