La computación en la nube permite el acceso a servicios y datos a través de internet sin necesidad de infraestructura propia, siendo ofrecida por diversos proveedores a nivel global. Aunque presenta ventajas como agilidad y costos reducidos, también conlleva desventajas relacionadas con seguridad, privacidad y dependencia de internet. Existen diferentes tipos de nubes (pública, privada e híbrida) y ejemplos prominentes incluyen Google Apps, Amazon Web Services y Microsoft Azure.