La entrega indiscriminada de créditos en España desde los años ochenta, junto con la integración a la zona euro, generó altas expectativas de crecimiento y un endeudamiento privado desmedido, llevando a una crisis de iliquidez. Actualmente, la demanda de vivienda ha disminuido, la productividad se ha visto afectada y el desempleo ha crecido debido a estrictas regulaciones laborales. Los expertos sugieren que España debería adoptar modelos económicos de Alemania y China para recuperar la estabilidad del sector bancario.