Los derrames de petróleo tienen graves efectos sobre los hábitats marinos. Contaminan el agua y forman una capa impermeable que impide la fotosíntesis y el intercambio gaseoso, asfixiando a muchos organismos. El petróleo también envenena la vida acuática al ser absorbido o entrar en contacto con ella, y destruye las fuentes de alimento. Además, los componentes tóxicos del petróleo se incorporan a la cadena alimenticia con efectos a largo plazo. La recuperación de los