El desarrollo comunitario local se enfoca en mejorar la infraestructura y procesos de la comunidad, promoviendo la inclusión y el activismo. Fomenta la autosuficiencia, el liderazgo y la capacidad de los miembros para abordar problemas comunes, estableciendo una democracia participativa. Es un esfuerzo continuo que requiere la participación de todos los sectores de la comunidad para generar un cambio social positivo a largo plazo.