El movimiento constructivista se fundó en Rusia en 1914 por Vladímir Tatlin, quien influenciado por el cubismo, utilizó el arte con un enfoque social. Este movimiento fue adoptado por otros artistas para propagar la revolución en la URSS. Se mencionan varias obras destacadas de sus referentes, incluyendo 'Rechevik' de Aleksandr Ródchenko y 'URSS en construcción' de El Lissitzky.