Los cuatro principales métodos de endurecimiento en metales son: 1) endurecimiento por deformación plástica, 2) endurecimiento por reducción del tamaño de grano, 3) endurecimiento por solución sólida, y 4) endurecimiento por precipitación o dispersión. Estos métodos restringen el movimiento de las dislocaciones en los metales para hacerlos más resistentes y duros.