El documento describe cómo las actividades humanas están afectando los ciclos biogeoquímicos del azufre y el carbono. La quema de combustibles fósiles está incrementando las emisiones de dióxido de azufre y dióxido de carbono a la atmósfera a una tasa mayor que la absorción natural. Esto está causando la acumulación de estos contaminantes en los océanos y la atmósfera, lo que puede influir en el clima global y la acidificación de los ecosistemas.