El documento trata sobre la enseñanza como un proceso evolutivo del ser humano. Explica que históricamente la enseñanza se ha centrado en los profesores como transmisores de conocimiento, pero que ahora se concibe como un proceso integrado donde los estudiantes tienen un papel protagónico. También discute cómo Vygotsky ve la enseñanza e interacción social como cruciales para el desarrollo infantil y cómo el aprendizaje escolar debe ajustarse al nivel de desarrollo del niño.