El documento aborda la importancia de la ética y el profesionalismo, definiendo la ética como la forma correcta de actuar y el profesionalismo como el ejercicio vocacional y excelente de una profesión. Se destaca la necesidad de educar en ética desde una edad temprana, enfatizando el papel de padres y educadores como modelos para los estudiantes. La conclusión plantea que, aunque la ética parece estar en desuso, cada individuo tiene la capacidad de decidir actuar éticamente y mejorar esta situación mediante la educación y el ejemplo.