El documento aborda tres corrientes principales de análisis cultural: el estructuralismo de Lévi-Strauss, que busca modelos universales en el comportamiento humano; el neomarxismo, que examina la desigualdad cultural a través del concepto de dominación; y el interpretativismo de Geertz, que enfoca en el significado de las interacciones sociales. Cada corriente presenta su metodología y críticas, así como contribuciones al estudio de la cultura. Se enfatiza la importancia de la cultura como sistema de significados y su dinámica en las relaciones de poder.