La expansión japonesa se produjo entre 1868-1945 y tuvo tres etapas: 1) expansión temprana hacia Corea y Taiwán entre 1868-1905; 2) consolidación del control sobre estas regiones y expansión hacia el sudeste asiático entre 1905-1931; 3) conversión en una potencia imperial que controló gran parte de Asia entre 1931-1945 hasta su derrota en la Segunda Guerra Mundial.