Laurita llega a casa llorando porque niñas en su clase se burlaron de ella por hablar español. Su papá la consuela contándole la historia de "Dos culturas convertidas en una" sobre una niña con raíces mexicanas que no es completamente aceptada ni en México ni en EE.UU. Él explica que Laurita debe estar orgullosa de hablar dos idiomas y le habla sobre exitosos hispanos para inspirarla. Laurita aprende que no está sola y que existen organizaciones de apoyo a hispanos como LUL