La tercera generación de computadoras se caracterizó por el uso de circuitos integrados, los cuales permitieron colocar múltiples transistores en un solo chip de silicio. Esto hizo que las computadoras fueran más pequeñas, rápidas, eficientes energéticamente y económicas de fabricar. Además, surgieron las familias de computadores compatibles y la memoria cache para mejorar el rendimiento.