La primera generación de computadoras (1945-1956) utilizaba tubos de vacío como componentes electrónicos principales y se caracterizaba por su gran tamaño y alto consumo de energía. La segunda generación (1957-1963) introdujo el transistor como componente clave, lo que permitió computadoras más pequeñas, eficientes y fiables. La tercera generación (1964-1971) vio el surgimiento de los circuitos integrados de silicio, llevando a máquinas aún más compactas, rápidas y económicas.