La geodesia satelital, impulsada por el avance tecnológico posterior a la Segunda Guerra Mundial, es crucial para el posicionamiento geodésico mediante sistemas GPS. Este método de triangulación permite calcular posiciones a través de distancias a satélites, a pesar de los errores de señal que pueden ser corregidos. Su aplicación abarca sectores como la construcción, navegación marítima y aviación, mejorando la calidad de vida mediante innovaciones en comunicación y transporte.