La gestión asociada es una estrategia de participación social que implica la colaboración entre actores locales, como el estado y organizaciones de la sociedad civil, para fomentar la acción comunitaria. Su objetivo principal es desarrollar nuevos modelos de enseñanza y sistemas de salud, centrándose en la inclusión social de grupos vulnerables. Este enfoque se basa en la capacitación, difusión e investigación, priorizando la legitimación de los actores más débiles para reducir desigualdades.