La linfopenia CD8 debido a la deficiencia de zap 70 es una condición autosómica recesiva que afecta la señalización en linfocitos T y NK, llevando a una inmunodeficiencia variable y predominancia de CD4 sobre CD8. Las deficiencias de TAP I y II y de MHC II también son trastornos autosómicos recesivos que afectan la presentación de antígenos, resultando en una mayor susceptibilidad a infecciones. La disgenesia reticular es una forma rara de inmunodeficiencia combinada grave que afecta tanto la diferenciación linfoide como mieloide.