Las primeras generaciones de ordenadores (1940-1956) utilizaban tubos de vacío y tarjetas perforadas, eran grandes, costosos y se limitaban a una sola función. La segunda generación (1956-1963) introdujo los transistores haciendo los ordenadores más pequeños y menos costosos. La tercera generación (1964-1971) vio la llegada de los circuitos integrados permitiendo ordenadores aún más pequeños y funcionales.