La programación orientada a objetos es un paradigma de programación basado en técnicas como la herencia, encapsulamiento y polimorfismo. Se centra en el uso de objetos y sus interacciones para diseñar aplicaciones. Ofrece ventajas como la reusabilidad del código, mantenibilidad y modificabilidad de los programas. Aunque también presenta algunas desventajas como la necesidad de cambiar la forma de pensar y la posible disminución en la velocidad de ejecución.