El documento habla sobre la vivencia e intencionalidad como funciones inherentes de la conciencia que permiten adquirir conocimiento. La vivencia es la experiencia vivida que se transforma en un hecho de conciencia, mientras que la intencionalidad es lo que le da orientación y sentido. Ambas son interdependientes y ocurren simultáneamente al entrar en relación con fenómenos, lo que permite calificarlos y dejar parte de ellos en la memoria.