Escala de
Parentalidad
Positiva
E2P V.2
MANUAL
Esteban Gómez Muzzio
Leyla Contreras Yevenes
Manual
“Escala de Parentalidad Positiva – E2P v.2”
Autores: Esteban Gómez Muzzio y Leyla Contreras Yevenes
Asesor metodológico: José Pezoa
Diseño y diagramación: Karen Guerra
Ilustraciones: María Guadarrama
Colaboradores/as en el desarrollo de las distintas versiones: Teresa Muzzio, Catalina Figueroa, Álvaro
Pallamares, Marian Maureira, María Paz Badilla, María Magdalena Muñoz (primera versión de la E2P).
Jueces Expertos que trabajaron en el proceso de validación de contenido: Kyzzy Mainhard, Pamela
Araya, Francisca Montedónico, Ramiro Ramírez, Gaudencio Rodríguez, Luz del Carmen Aguilar, Álvaro
Pallamares, Marian Maureira, Constanza Baeza, Teresa Muzzio, Natali Alcántara, Mariana Gomes,
Magadalena Rosati, Ada Cabello, Stella Barbagelata, Jimena Olivera, María Paz Aguilera, María José
Barrera, Korin Maciulski, Sara Graham, Catalina Figueroa, Nikole Madrid, Nicolás Labbé, Rebeca Figueroa,
Consuelo Sillerico, Ximena de Toro, Claudia Contreras, Carola Sances, Nicolás Gabriel, María Cristina
Figueroa.
Ediciones Fundación América por la Infancia
Santiago, Octubre de 2019.
Número de registro de propiedad intelectual: A-309486
Manual Escala de Parentalidad Positiva E2P V.2 por Estéban Gómez Muzzio, Leyla Contreras Yévenes.
Se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0
Internacional.
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Esteban Gómez Muzzio
Leyla Contreras Yevenes
Psicólogo, Magíster en Psicología Clínica y Doctor en
Psicología por la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Actualmente es Director Ejecutivo de Fundación América por
la Infancia, organización que fundó junto a Álvaro Pallamares
en 2015. Creador del modelo de evaluación e intervención en
competencias parentales, apego y desarrollo socioemocional
“ODISEA”. Fue co-fundador, director ejecutivo y director de
innovación y estudios de Fundación Ideas para la Infancia,
Chile. Ex-Director de Estudios del Consejo Nacional de Infancia,
Gobierno de Chile. Fue académico de la Escuela de Trabajo
Social UC; es investigador asociado a CEANIM, y ha sido
docente de pre y postgrado en diversas universidades, así
como revisor en numerosas revistas científicas; cuenta con
especialización en evaluación de apego por la Universidad de
Leiden y en Videofeedback por la Universidad de Minnesota;
es entrenador de entrenadores y traductor de la Escala
NCFAS-G+R para Latinoamérica; conferencista internacional y
asesor gubernamental en materias de infancia; miembro de la
International Society for the Study of Behavioural Development
(ISSBD); y de la International Society for the Prevention of Child
Abuse and Neglect (ISPCAN). Es conferencista invitado y asesor
de políticas públicas de infancia en Chile y Latinoamérica. Ha
publicado más de 40 artículos en revistas especializadas y
capítulos de libros en temas de parentalidad, apego, desarrollo
y salud mental infantil, adopción, resiliencia, maltrato infantil y
protección a la infancia.
Esteban
Gómez Muzzio
SOBRE
LOS AUTORES
Profesional docente de Fundación América por la Infancia.
Trabajadora Social, Magíster en Salud Mental Infantil con
Mención en 0 a 3 años. Diplomada en Apego y Estrategias
de Evaluación e Intervención; Diplomada en Pericia Social en
Juicios Orales. Su línea de investigación actual es competencias
parentales, institucionalización del vínculo y desarrollo infantil
temprano. Se ha desempeñado en promoción de derechos de la
infancia en intervención reparatoria, como perito social, como
coordinadora de intervención familiar en contextos de alta
complejidad y en intervención con familia de origen en contextos
de institucionalización. Participó como investigadora de trabajo de
campo para la construcción del Modelo Formativo de Evaluación de
Idoneidad en Adopción, de SENAME; fue supervisora del proyecto
piloto en Videofeedback con Educadoras de Párvulo en JUNJI. Es
supervisora y entrenadora acreditada en la escala NCFAS G+R. Se ha
entrenado en diversos procedimientos para medir vínculos parento-
filiales como: CARE Index, Escala de Sensibilidad del Adulto E.S.A y
Escala de Apego durante Estrés ADS-III. Actualmente es docente y
relatora en temáticas de parentalidad positiva, apego, resiliencia e
instrumentos de evaluación familiar.
Leyla
Contreras Yevenes
Construir una Cultura de Buenos Tratos a la infancia apareja desafíos inspiradores que reúnen a una
comunidad sensible y motivada por el cambio de paradigma. Este es el caso de la construcción de
la nueva Escala de Parentalidad Positiva E2P, la que ha sido creada gracias al aporte de distintas
personas, entre ellos, padres, madres, cuidadores y profesionales quienes han creído en la posibilidad
de esta transformación. Queremos en estas líneas reconocer la contribución de tantos y tantas
que, con rigurosidad, generosidad y dedicación, participaron de este proyecto a través de sus
conocimientos, sabiduría y experiencia.
A los padres, madres y cuidadores de los colegios Belén Educa de la comuna de La Pintana, del
Colegio Emilia Láscar de Peñaflor, del Centro Educacional Municipal Dr. Amador Neghme de Estación
Central y del Colegio Herminda de la Victoria de Cerro Navia que participaron de la toma de muestra
presencial. A los padres, madres y cuidadores de la ciudad de Los Andes pertenecientes a programas
de reparación de maltrato que participaron del grupo focal destinado a la discusión de reactivos.
A todos los padres, madres y cuidadores que participaron en Chile y Latinoamérica en la toma de
muestra online.
A las alumnas de la Escuela de Trabajo Social de la Pontificia Universidad Católica de Chile (ETSUC)
que participaron en la discusión de ítems y en la toma de muestra presencial. A los voluntarios de
Fundación Ideas para la Infancia y Fundación América por la Infancia que participaron en la aplicación
de la muestra en terreno. A Andreas Hein, Doctor en Intervención Social por la Universidad de Oxford
quien, desde la ETSUC, participó como metodólogo para el muestreo de las primeras versiones de la
escala.
A cada uno de los miembros de FAI Chile y México quienes participaron con paciencia y dedicación
en la creación, discusión y análisis de cada ítem de esta nueva propuesta. A cada juez experto que
contribuyó desde sus conocimientos y sabiduría práctica en la evaluación de los ítems para cada
versión. A José Pezoa, metodólogo del Centro Mide UC, quien ejecutó todos los análisis para la
validación de estas nuevas versiones.
A la Dra. María Angélica Klotiarenco por ser la inspiración de nuestro trabajo desde una mirada
amorosa y cuidadosa del otro. A los maestros Jorge Barudy y Marjorie Dantagnan por ser pioneros en
promover la concepción de buenos tratos a la infancia y el análisis de las competencias parentales.
A Ana María Haz, que en paz descanse, por ser la primera guía en orientar este compromiso por la
infancia maltratada que conduce todo lo que hacemos.
AGRADECIMIENTOS
A la Dra. María José Rodrigo por enseñarnos sobre la Parentalidad Positiva, concepto central en
esta escala. A Mg. Magdalena Muñoz por contribuir en el desarrollo de la primera versión de la E2P
en calidad de co-autora y por apoyar la idea de desarrollar esta nueva versión desde FAI. A todos
los grandes maestros, a todas las grandes maestras que han inspirado nuestro trabajo, esta escala
es un fruto que se nutrió durante años de sus fértiles enseñanzas, de sus ideas transformadoras,
de su espíritu creativo y compasivo, de su ejemplo que inspira a las nuevas generaciones: John
Bowlby, Mary Ainsworth, Urie Bronfenbrenner, Marc Bornstein, Charles Zeanah, Michael Rutter, Boris
Cyrulnik, Michel Delage, Fromma Walsh, Salvador Minuchin, Mario Marrone, Andrew Meltzoff, Edward
Tronick, Mary Rothbart, Allan Schore, Henry Wellman, Ross Thompson, John Gross, Erika Hoff, Stanley
Greespan, Ruth Feldman, Nancy Eisenberg, Marinus van IJzendoorn, Jude Cassidy, Diana Baumrind,
Anne Masten, Dante Cicchetti, Suniya Luthar, Jack Shonkoff, Selma Freiberg, David Winnicott y tantos
y tanas otros. Gracias, su legado nos acompaña en cada página de este manual.
A todos nuestros alumnos y alumnas del diplomado y postítulo de Parentalidad, Apego y Desarrollo
Infantil, así como a los profesionales del Sistema Integral de Protección a la Infancia “Chile Crece
Contigo”, SENAME, JUNJI, INTEGRA, quienes a través del tiempo y en el uso práctico de la escala han
contribuido a su perfeccionamiento.
La Escala de Parentalidad Positiva E2P-v2 es una contribución que Fundación América por la Infancia
coloca a disposición de todos los profesionales que acompañan a los niños y sus familias para
apoyar trayectorias positivas de parentalidad y de desarrollo a lo largo del curso de vida. El espíritu
de la escala es solidario y se nutre de la perspectiva colaborativa, razón por la cual está escala es de
distribución y acceso gratuito, nunca será vendida y nunca debe ser comprada.
Esperamos estar contribuyendo a crear una comunidad sensible con la infancia, a crear prácticas
profesionales centradas en los buenos tratos a los niños, niñas, adolescentes y sus familias, y a forjar
de esta manera, el anhelado cambio de paradigma de los malos tratos a los buenos tratos, en todos
los países, en todas las familias, en todas las instituciones, en cada rincón del continente. Como nos
gusta decir en Fundación América por la Infancia… Juntos, Criando una Cultura de Paz.
Dr., Mg., Ps. Esteban Gómez Muzzio
Mg. T.S., Leyla Contreras Yevenes
Fundación América por la Infancia
Santiago de Chile, 01 de octubre de 2019.
AGRADECIMIENTOS
indice
Historia oficial de la E2P
Los inicios: la apuesta por evaluar “prácticas de crianza positiva”
El proceso de construcción de la primera E2P
La etapa de difusión de la E2P en distintos países y contextos
La renovación de la E2P: una historia de colaboración y rigurosidad
El modelo de competencias parentales
Las competencias parentales
Las competencias parentales vinculares
Las competencias parentales formativas
Las competencias parentales protectoras
Las competencias parentales reflexivas
La evaluación de competencias parentales
Presentación del enfoque teórico que sostiene el Modelo ODISEA
El desafío de evaluar competencias parentales
Antecedentes que preparan el camino a la evaluación
de competencias parentales
La aparición del concepto “Competencias Parentales” y la necesidad
de evaluarlas
¿Cómo evaluar competencias parentales desde el Modelo ODISEA?
14
15
17
18
25
26
29
33
36
40
46
46
47
52
Primera sección
Fundamentos teóricos y empíricos
Capítulo i 13
21
39
Capítulo iI
Capítulo iII
Presentación de la escala
Novedades en la E2P v2
Validez y Confiabilidad de la E2P
Actualización del concepto de validez y propósito de la escala
Fuentes de evidencias de validez del estudio E2P
Evidencias basadas en el contenido del test o instrumento
Evidencias basadas en la estructura interna del test o instrumento
Evidencias basadas en la relación con otras variables
Evidencias basadas en los procesos de respuesta
Evidencias basadas en las consecuencias de la medición
Obtención de evidencia de validez: producción de datos
y muestra final
Evidencias de validez de contenido y estructural
¿Qué estructura teórica de la E2P buscamos validar?
¿Cómo se midió la validez estructural de la nueva escala E2P?
¿Cómo se midió la validez de contenido de la escala E2P v2?
Procedimiento de evaluación de validez estructural y de contenido
Resultados de validez estructural y de contenido en todas las
escalas E2P
Evidencias de relación de la Escala E2P con otros instrumentos
Resultados de validez de relación con otras variables
Confiabilidad
Resultados de consistencia interna de los ítems de la prueba.
Interpretación de puntajes
Construcción de tablas de interpretación según percentiles
de la población
Interpretación de resultados
75
58
58
59
60
61
61
61
62
64
64
64
64
65
65
66
66
68
68
69
69
69
segunda sección
La escala de parentalidad positiva E2P v.2
Capítulo V 71
57
Capítulo IV
Administración de la escala
Condiciones físicas para la administración de la E2P
Condiciones psicológicas para la administración de la E2P
Instrucciones para el evaluador
Consideraciones especiales en la administración de la E2P
Incorporar a los padres
Contextos de institucionalización
Contextos de procesos judiciales
Diversidad cultural y étnica
Interpretación de la E2P
¿Cómo se corrige la Escala de Parentalidad Positiva E2P v2?
¿Cómo se tabula la Escala de Parentalidad Positiva E2P v2?
¿Cómo se interpreta la Escala de Parentalidad Positiva E2P v2?
preguntas frecuentes
78
79
80
80
80
81
82
82
86
86
86
Capítulo VI
Capítulo VII
Capítulo VIII
77
85
89
159
anexo 1
Versiones por edad
anexo 2
Tablas de interpretación por edad
anexo 3
Pruebas de validez por edad
anexo 4
Últimos estudios de la Escala E2P en Latinoamérica
anexo 5
Presentación del Comité de Jueces Expertos
TERCERa sección
ANEXOS
bibliografía
95
136
145
149
152
12
primera sección
Fundamentos
teóricos y empíricos
Capítulo
i
Historia
oficial de
la E2P
14 Capítulo I | Historia oficial de la E2P
En este manual se presenta la nueva versión de la Escala de Parentalidad Positiva - E2P v.2,
construida entre 2016 y 2019 por Esteban Gómez y Leyla Contreras junto a un gran equipo de
colaboradores y colaboradoras. La primera versión de la E2P fue creada por Esteban Gómez
y Magdalena Muñoz en 2011 y revisada sucesivamente en 2013, 2014 y 2015. Agradecemos
a Magdalena su contribución en el desarrollo de la primera versión de la E2P y su apoyo a que
continuemos con la evolución y perfeccionamiento del instrumento, ahora desde Fundación América
por la Infancia (FAI).
Respetando el espíritu original que inspiró la creación de la E2P, primero en CEANIM y luego en
Fundación Ideas para la Infancia (FIPI), asumimos nuestra responsabilidad de innovación en
respuesta a las necesidades de actualización que fueron diagnosticadas a lo largo de estos años y
que nos llevaron a plantear una profunda reformulación de la escala, como se explicará en detalle en
el capítulo V.
Por su parte, en el presente capítulo se narra la hermosa historia de construcción de este
cuestionario que a lo largo de casi una década ha cambiado radicalmente la forma en que evaluamos
competencias parentales en programas sociales, primera infancia, salud familiar, educación temprana
y en escuelas, hospitales y centros de investigación universitarios, entre otros espacios y contextos en
que la E2P ha sido usada (Cabriolié & Sanhueza, 2017; Morell, Barrera, & Martín, 2017; Matteoni, 2017;
López, 2017; Rúa & Patiño, 2017; Acevedo, de León & Delgadillo, 2018; Aguilar, 2018; Forero, 2018;
Montandon, 2018; Zua et al., 2018; Morán & Del Carmen, 2019; Resalba, 2019). Ahora, regresemos en
el tiempo a 2011, cuando toda esta historia inició.
La Escala de Parentalidad Positiva E2P fue creada en el marco de un proyecto piloto liderado por
el Centro de Estudios y Atención del Niño y la Mujer, CEANIM, llamado “Crecer en Familia” el cual
fue implementado en la comuna de Macul entre los años 2011 y 2013 (Muñoz & Gómez, 2015).
El proyecto, cuya dirección académica estaba a cargo de la Dra. María Angélica Kotliarenco y su
dirección ejecutiva a cargo de Mg. Magdalena Muñoz, tenía por objetivo abordar de manera integral
casos de graves vulneraciones de derecho en primera infancia, organizados desde un modelo
ecológico, la teoría del apego y la parentalidad positiva.
Para guiar las estrategias de intervención familiar y al mismo tiempo evaluar los resultados del
programa “Crecer en Familia” en el ámbito de las competencias parentales, y más específicamente,
de prácticas de crianza positiva, necesitábamos un conjunto de instrumentos que permitiesen una
evaluación integral con enfoque ecológico, informadas por la evidencia de las ciencias del desarrollo
humano, y coherentes con el marco de la resiliencia humana en el cual nuestros esfuerzos tenían
sentido y pertinencia. Teníamos instrumentos adecuados para evaluar las redes sociales (i.e.,
ecomapa), la estructura y dinámica familiar (i.e, genograma familiar, apgar familiar, FACES-IV, Salufam,
etc.), el estrés parental (i.e., Parenting Stress Index PSI-SF, Aracena et al., 2016), potencial de maltrato
infantil (PMF, Haz y Díaz, 2002), la historia vincular de los padres (PBI, Parker, 1989) y el desarrollo
infantil temprano (i.e., ASQ-3 y ASQ-SE, Squires, Bricker, Heo & Twombly, 2001; SDQ, Goodman, 2001)
pero no disponíamos de ningún instrumento óptimo para evaluar prácticas de crianza positiva.
Los inicios: la apuesta por evaluar “prácticas de crianza positiva”
Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
15
Para construir la Escala de Parentalidad Positiva se inició en 2011 una extensa revisión de la literatura
especializada, con énfasis en instrumentos desarrollados o validados en población hispana. Se
consultaron diversas bases de datos (EBSCO, SCIELO, REDALYC, Google Académico, etc.) ingresando
como descriptores “inventario”, “cuestionario”, “escala”, “instrumento”, “índice”, “competencias
parentales”, “parentalidad”, “parentalidad positiva”, “prácticas de crianza”, “estilos educativos”, “estilos
de crianza”.
De los numerosos artículos revisados, se estudiaron con mayor detalle los siguientes cuestionarios:
el Inventario de Conducta Parental (Merino, Díaz & DeRoma, 2004); la Escala de Competencia Parental
Percibida (Bayot, Hernández & de Julián, 2005); el Inventario de Prácticas de Crianza (Aguirre, 2010);
el Inventario de Estilo Educativo Familiar (Ibáñez-Valverde, 2002); y el Cuestionario de Prácticas
Parentales (Gaxiola, Frías, Cuamba, Franco & Olivas, 2006). Además, se estudió en profundidad
el Manual de Evaluación de las Competencias y Resiliencia Parental de Jorge Barudy y Maryorie
Dantagnan (2010).
El proceso de construcción de la primera E2P
Buscamos extensamente en la literatura, pero no encontramos cuestionarios que se ajustasen
al marco teórico que nos guiaba, ya que la mayoría provenía de líneas de trabajo conductistas o
cognitivo conductuales de investigación en parentalidad y estaban construidos incluyendo reactivos
orientados a explorar prácticas deficitarias, problemas o riesgos en el ejercicio de la crianza cotidiana.
Llegados a este punto, tomamos una primera e importante decisión: construir una nueva Escala de
Parentalidad Positiva, que incorporara los mejores desarrollos disponibles en la literatura hasta
ese momento, pero que avanzara en una serie de desafíos que desde nuestro marco teórico eran de
crítica importancia.
16 Capítulo I | Historia oficial de la E2P
Sobre la base de esta revisión, se generó un primer set de 93 ítems que cumpliesen con dos criterios
esenciales: por un lado, ser relevantes para el constructo que se deseaba evaluar, y por otro, ser
coherentes con el marco teórico sobre competencias parentales que hemos desarrollado en los
últimos años (Gómez, 2019) y que se presentará en detalle en los capítulos II y III. Este primer set
de ítems fue revisado, ponderado y comentado extensamente por 7 jueces expertos, todos con
especialización de posgrado y amplia experiencia profesional y/o en docencia e investigación; esta
primera prueba de validez de contenido en base a criterio experto mostró resultados positivos,
generándose una nueva versión de 130 ítems y permitiendo avanzar hacia los estudios de validez y
confiabilidad psicométrica con mayor confianza. Los detalles tanto del procedimiento, como de los
jueces expertos y resultados obtenidos se detallan en el Manual de la primera versión de la Escala
E2P (Gómez & Muñoz, 2013; 2015).
Se inició entonces una serie de tres estudios: (a) un primer estudio piloto, con una versión extensa de
130 ítems con 96 padres, madres y/o cuidadores de niños y niñas entre 1 y 17 años, el cual permitió
eliminar 55 ítems y agregar 1 ítem nuevo, con lo cual la segunda versión de la E2P quedó conformada
por 76 reactivos, agrupados en una Escala Global de Parentalidad Percibida y cuatro sub-escalas:
competencias vinculares, competencias formativas, competencias protectoras y competencias
reflexivas.
La segunda versión fue sometida a un nuevo estudio de validez y confiabilidad, siendo revisada
con la intención de crear una versión más breve del instrumento, aumentando su utilidad práctica
(considerando que suele haber poco tiempo para contestar instrumentos en la mayoría de los
contextos profesionales, 76 ítems seguía siendo demasiado extenso). Esto llevó a elaborar una
tercera versión de 42 ítems, que fue probada en terreno, y tras un año de uso, se realizó una revisión
del cuestionario, incorporando el juicio de nuevos profesionales expertos, alumnos y alumnas de
nuestros diplomados que usaban la escala en forma piloto, padres y madres.
A partir de esta revisión se tomó la decisión de realizar un aumento de ítems, con la finalidad de
mejorar la baja consistencia interna que mostraba el área de las competencias parentales protectoras,
llevando a una última versión de 54 ítems que es la que se ofrece en los Manuales de 2013 en FIPI y
2015 en FAI. Con esta versión se realizó un último estudio en dos partes: primero, con una muestra de
población general compuesta por 333 padres y madres, y segundo, con una muestra de 50 familias
con graves vulneraciones de derecho del proyecto Crecer en Familia (Muñoz & Gómez, 2015).
El proceso completo de desarrollo del instrumento se reseña en el Manual de la E2P de Gómez y
Muñoz (2013; 2015). Esta primera versión mostró indicadores psicométricos apropiados, con alfa de
Cronbach de .946 para la escala total, .898 para competencias vinculares, .860 para competencias
formativas, .845 para competencias protectoras y .817 para competencias reflexivas; la validez de
contenido fue refrendada por 14 jueces expertos, y ha correlacionado con otros instrumentos de
crianza y desarrollo infantil y adolescente como el ASQ y la escala NCFAS-G.
Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
17
Entre los años de 2013 y 2015 la escala E2P no tuvo mayores revisiones, y nuestras energías
profesionales se orientaron a otros proyectos. Sin embargo, se habían sentado las bases necesarias
y suficientes para que ocurriese una rápida difusión de la E2P a programas sociales, de protección
a la infancia, de salud familiar, infancia temprana, educación y salud mental, así como en proyectos
de investigación de diversas universidades y centros de estudios, inicialmente en Chile y luego
en otros países de Latinoamérica. Por ejemplo, Jael Vargas inicia el estudio y uso de la E2P en
Argentina, primero en el marco de una tesis de magíster que dirige (Molina, 2015) y luego en otras
investigaciones asociadas a proyectos de parentalidad positiva, arrojando valoraciones óptimas
tanto cuantitativa como cualitativamente, aunque con algunas observaciones de validez estructural
derivadas de análisis factoriales exploratorios que no replicaban con exactitud la estructura
originalmente propuesta por los autores. A continuación, se cita una de estas publicaciones, respecto
a la experiencia positiva referida por los participantes al usar la escala:
“Gracias a comentarios recibidos de los participantes, posteriores a
la toma, se pudo observar que la escala tuvo un efecto adicional no
esperado en algunos encuestados. Una buena parte expresó su agrado
respecto de lo que la escala decía y manifestó que luego de la evaluación
habían reflexionado en relación con el tema. Este suceso los llamó a
pensar respecto a su vínculo actual con sus hijos (…). También motivó a
los padres a vincularse de una nueva manera más positiva con sus hijos
de acuerdo con lo informado por ellos” (Molina, 2015, p. 32-33).
Simultáneamente, en un viaje a Uruguay, y
en el marco de una visita del primer autor de
la escala a la Universidad de Montevideo para
iniciar el desarrollo de un proyecto de Crianza
Positiva en los Centros CAIF, se recibe la visita de un
grupo de profesionales de una ONG dedicada a trabajar en
maltrato y abuso sexual infantil, que utilizaban sistemáticamente la
escala E2P como parte de su metodología de evaluación e intervención,
y que expresaron su gratitud por el gran aporte que la escala había
significado para su organización a lo largo de los años.
Este evento activa nuevamente el interés por conocer qué ha ido
sucediendo con la E2P, lo que lleva a numerosos reportes en Chile y otros
países como Argentina, Uruguay, México, Colombia y España respecto a
diversas experiencias de uso, la mayoría con valoraciones muy positivas y
testimonios de gratitud por el aporte que ha significado para muchos/as. Sin
embargo, en ese período también se recogen experiencias de mala praxis
con la E2P, por ejemplo, al ser usada en el marco de pericias de evaluación
de competencias parentales en programas especializados de Diagnóstico
Ambulatorio (programas DAM) de la red de protección a la infancia SENAME
en Chile, así como en informes elaborados por peritos particulares para
Tribunales de Familia en este país.
La etapa de difusión de la E2P en distintos países y contextos
18 Capítulo I | Historia oficial de la E2P
También se recibe en esos años comentarios de colegas académicos o evaluadores de proyectos y
programas sociales que deseaban usarla, pero consideraban que faltaban estudios más rigurosos y
publicaciones científicas para potenciar su uso con estos fines en Latinoamérica (por ejemplo, la E2P
original tuvo un solo estudio de validez y confiabilidad para todas las edades entre 1 y 18 años, sin
contar con estudios separados para cada versión). Nuestros alumnos y alumnas de diplomados en
FIPI y luego de Postítulo en FAI usaban activamente la E2P, pero reportaban problemas con algunos
ítems, y particularmente con el uso de la escala en recién nacidos y hasta el año o año y medio de
edad; también algunos/as nos señalaban que los ítems no ofrecían reales diferencias que permitiesen
capturar el cómo se ejerce la crianza de forma distinta a lo largo del ciclo vital, al ser una única versión
con los mismos ítems y con variaciones solamente en algunos ejemplos para cada rango de edad.
Todas estas consideraciones funcionaron como un diagnóstico que fundamentó la necesidad de
abordar un proyecto de innovación para construir una nueva versión de la escala E2P, que se inspira en
la versión original, pero va mucho más allá de ser una mera actualización, ya que propone una batería
de ítems completamente nueva y un proceso de construcción innovador para cada rango de edad
definido.
Una vez tomada la decisión en el equipo de Fundación América por la Infancia, proponiendo como
co-autores de esta nueva versión a Esteban Gómez y Leyla Contreras, y con la autorización de la
co-autora original Magdalena Muñoz de FIPI, se inició el proceso de construcción de la nueva escala
E2P. Así fue como, en 2016, se realiza un acuerdo inicial de colaboración entre FAI, FIPI y la Escuela
de Trabajo Social UC de Chile. Se realizan algunas reuniones iniciales de exploración de ítems,
estructura teórica y levantamiento de muestra presencial para la versión de escolares (gracias al
aporte, entre otros, de los colegios de Belén Educa), pero por diversos motivos de agenda, tiempos,
recursos y prioridades, esta alianza no prospera. De todas maneras, agradecemos a cada institución
sus esfuerzos, comprendiendo lo difícil que es sacar adelante proyectos de esta envergadura, sin
financiamientos externos comprometidos. Tras conversarlo con cada institución, se tomó el acuerdo
de que se retiraban del proyecto FIPI y la UC, y seguiría adelante únicamente Fundación América por la
Infancia.
En 2017 continuamos con el proyecto, encontrando un marco de investigación que nos dio estructura,
gracias a la oportunidad que se presentó de construir una de las versiones de la nueva E2P en la tesis
de magíster de Leyla Contreras (2018). Esta tesis fue clave para mejorar el estándar metodológico
de todo el proyecto, e implicó remirar todo lo que habíamos realizado en 2016, mejorándolo
significativamente. En 2017 se reinicia entonces todo el proyecto, fijando estándares comunes a
la construcción de todas las ocho versiones, lo que implicó, en resumen, realizar ocho estudios
simultáneos. Durante todo 2017 se invitó a numerosos jueces expertos a ser parte del proyecto para
refrendar la validez de contenido de cada ítem de cada versión de la escala y se tomó la decisión de
realizar los estudios mediante levantamientos de muestra online a través de las redes sociales de la
fundación (los detalles de la metodología están en el capítulo IV).
La renovación de la E2P: una historia de colaboración y rigurosidad
Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
19
Durante 2018 se inicia el análisis de datos trabajando con metodólogo externo del centro MIDE UC,
mientras se continuaba en simultáneo el inicio de los estudios restantes, desde la construcción de
cada escala, la realización de grupos focales con cuidadores/as de programas de la red SENAME,
la validación de contenido con jueces expertos, el levantamiento de muestra, el análisis de datos y
la elaboración de informes metodológicos para cada rango de edad. Como puede verse, se trató de
una tarea gigantesca, que involucró el esfuerzo y colaboración de muchísimas personas, de distintos
países, coordinadas secuencialmente, y simultáneamente, para llegar a puerto.
El año 2019 ha sido el periodo de cierre. Se terminaron las últimas versiones, se realizaron los últimos
análisis de datos y se elaboraron los últimos informes metodológicos, iniciando la redacción del
manual y el diseño y producción del curso online de capacitación en la E2P v.2. Estos cuatro años han
20 Capítulo I | Historia oficial de la E2P
sido una verdadera ODISEA, con escasos recursos, pero mucha pasión, compromiso, colaboración
y solidaridad latinoamericana para construir y proponer al mundo una herramienta de exploración
y promoción de prácticas de crianza positiva que sea válida, confiable, construida con los mejores
estándares internacionales de la comunidad científica y la sabiduría práctica de profesionales, padres,
madres y cuidadores/as que dieron su tiempo para que esto sea posible. Un cuestionario de este tipo,
con una historia de investigación y uso práctico de casi 10 años que lo respalda, no resuelve todos los
problemas, pero sin duda será un valioso aporte para avanzar hacia un cambio de paradigma, desde
una cultura de los malos tratos, a una de los buenos tratos a la infancia, donde no cualquier cosa
vale en la crianza, sino aquellas prácticas informadas por la investigación en ciencias del desarrollo
humano, que permiten a los responsables de crianza tomar conciencia, reflexionar y revisarse para
avanzar, día a día, hacia una parentalidad más positiva, respetuosa y bien tratante.
Capítulo
iI
el modelo de
competencias
parentales
22 Capítulo II | El modelo de competencias parentales
Las disciplinas científicas que se constituyen en torno al desarrollo humano dan cuenta de la
relevancia de la parentalidad como uno de los ejes primordiales en el moldeamiento de las
trayectorias de desarrollo1
a lo largo del curso de vida (De Wolff & van IJzendoorn, 1997; Eisenberg
et al., 2005; Sroufe, 2005; Karreman et al., 2006; McLeod, Wood & Weisz, 2007; Bornstein et al., 2008;
Feldman, 2012; Cordero et al., 2017).
Es así que, en los últimos 20 años, el concepto de “Competencias Parentales” (Barudy & Dantagnan,
2005, 2010; Rodrigo et al., 2009; Sallés & Ger, 2011; Bornstein, 2012) se ha transformado en la guía
fundamental de los actuales sistemas de protección integral a la infancia, ya sea en un nivel universal
(por ejemplo, el Sistema Chile Crece Contigo en Chile, Uruguay Crece Contigo en Uruguay, o Cero a
Siempre en Colombia) o a nivel especializado, en situaciones de graves vulneraciones de derecho
(como el SENAME en Chile, el INAU en Uruguay o los SIPPINA en México).
En el presente, es posible plantear que las competencias parentales representan un concepto
central y multidimensional, que además de ser el marco referencial que permite explicar situaciones
de riesgo, daño y/o trauma complejo, promueven el diseño de estrategias de evaluación e
intervención orientadas a restituir el derecho de los niños, niñas y/o adolescentes a vivir en familia.
En consecuencia, estas competencias facultan la evaluación de temáticas tan relevantes como: la
idoneidad de una familia adoptiva, decidir respecto a la susceptibilidad de adopción de un niño2
,
fundamentar medidas de protección que impliquen la salida de un niño de su sistema familiar de
origen y su colocación en un sistema de cuidado alternativo; además, para organizar planes de
apoyo a familias en crisis, o bien para determinar los puntos clave de fortalecimiento y estimulación
que promuevan un mejor desarrollo positivo de la infancia. Contribuyendo así, al mejoramiento las
trayectorias de vida de muchísimos niños y familias en cada país.
1
Que se comprende como la trayectoria del bebé, niño, niña o adolescente; la de las figuras parentales; y la de la comunidad.
2
Desde ahora en adelante, para referirse a niño, niña y/o adolescente.
Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
23
Pese a lo señalado, aún no existe un claro consenso científico respecto a su definición conceptual, su
estructura de áreas y componentes, los procesos asociados y las conexiones de cada competencia
parental con el desarrollo positivo de la infancia a lo largo del curso de vida. Esta disparidad
representa una tensión que ha dificultado avanzar hacia una metodología válida y confiable de
evaluación de competencias parentales, con la consiguiente deslegitimación pública y descrédito
social de los procesos de evaluación y toma de decisiones en los sistemas de protección integral a la
infancia. Lo que, sin duda, representa una responsabilidad y un desafío para la investigación actual.
Teniendo en consideración lo planteado por autores como Barudy y Dantagnan (2005; 2010) o
María José Rodrigo y colaboradores (2009; 2015), y basado en la definición original de nuestro
propio trabajo (Gómez & Muñoz, 2015), se propone la siguiente definición actualizada del concepto
“Competencias Parentales”:
Las competencias parentales son el conjunto de conocimientos, actitudes
y prácticas de crianza vinculares, formativas, protectoras y reflexivas,
aprendidas y actualizadas a partir de una historia y las oportunidades
que ofrece la ecología de la parentalidad. Las competencias parentales
permiten organizar la propia experiencia y conducir el comportamiento
parental a través de diversas situaciones de la vida familiar y la crianza,
acompañando, protegiendo y promoviendo trayectorias de desarrollo
positivo en el bebé, niño, niña o adolescente, con la finalidad última de
garantizar su bienestar y el ejercicio pleno de sus derechos humanos
(Gómez, 2019)
Esta definición, tiene varios elementos a destacar.
Primero, explicita que las competencias parentales suponen un conjunto de elementos
(conocimientos, actitudes y destrezas prácticas) que se adquieren mediante complejos procesos de
aprendizaje, a partir de la historia de apego y crianza vivida, y las oportunidades que ofrece el entorno
actual (Barudy & Dantagnan, 2005; 2010; Cassidy & Shaver, 2008; Rodrigo et al., 2015).
Segundo, las competencias parentales no son innatas, sino que se configuran en una historia y
un contexto psicosocial específico. Y son un aprendizaje dinámico, lo que significa que pueden
reaprenderse, perfeccionarse, consolidarse, bajo el supuesto de que se dispongan de oportunidades
de aprendizaje, pertinentes, adecuadas y bien-tratantes (Gómez, Muñoz & Santelices, 2008; NSC, 2012;
Gómez & Bascuñán, 2017).
Tercero, la definición refiere que se reconocen cuatro áreas de competencia parental: vincular,
formativa, protectora y reflexiva, con diversos componentes que se van entrelazando en formas
complejas y dinámicas mutuamente influyentes. Más adelante revisaremos en detalle cada una de
ellas.
Cuarto, a la luz de esta definición, la columna vertebral de todo el modelo es el concepto de
organización de la experiencia. La investigación en apego y desarrollo humano da cuenta de la
trascendencia de este proceso sobre la salud mental y el desarrollo; hoy sabemos los efectos
devastadores que puede tener sobre un niño o niña una parentalidad “desorganizada/desorganizante”
(van IJzendoorn, Schuengel & Bakermans-Kranenburg, 1999; Cyr et al., 2010; Solomon & George,
24 Capítulo II | El modelo de competencias parentales
Estas interacciones cotidianas son lo que Bronfenbrenner (1987; Bronfenbrenner & Evans, 2000)
denomina “Procesos Proximales”, y constituyen los engranajes del desarrollo humano. En ese
transcurrir, en esa danza de relaciones recursivas diarias, las figuras parentales se conectan con las
trayectorias o senderos de desarrollo de los niños, se entrelazan, influyen y se ven influenciadas a su
vez, acompañando, protegiendo y promoviendo un curso positivo del desarrollo (Cordero et al., 2017).
Sin embargo, la definición no estaría completa, si no considerara un horizonte ético: el fin último de
la crianza es asistir a garantizar el bienestar y ejercicio pleno de los derechos humanos del niño,
niña y/o adolescente (Rodrigo et al., 2015; Rodríguez, 2016). No sólo preservando las condiciones
y condicionantes actuales de ese estado de bienestar y ejercicio efectivo de derecho, sino también
contribuyendo a la formación de un ciudadano responsable y ético, que, en el futuro, cuente con las
herramientas necesarias que permitan garantizar un mundo más seguro y bien-tratante para una
nueva generación de personas.
2011; Lecannelier et al., 2011). Un cuidador competente en la crianza, en primer lugar, se organiza
a sí mismo, su estado emocional y mental, su posición corporal y su gestualidad, su narrativa y
su conducta, y desde esa posición organizada, se conecta con el niño o niña contribuyendo en
los complejos procesos de organización de la experiencia que conformarán sus trayectorias de
desarrollo.
Asimismo, la definición también nos remite a que los efectos de la crianza se ponen en juego en
los momentos cotidianos de la vida familiar, en el qué y cómo interactuamos en cada uno de esos
instantes sencillos y propios de la vida diaria.
Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
25
Por lo tanto, la competencia parental implica entonces, un proceso de integración de conocimientos,
actitudes y destrezas prácticas.
1. El conocimiento parental es la preparación y formación integral para el adecuado ejercicio del
rol parental, incluyendo:
(a) Desarrollo infantil a lo largo del ciclo vital: hitos, desafíos, necesidades y respuestas
apropiadas en cada etapa.
(b) Derechos de la niñez: cuáles son, qué es ser un sujeto de derecho, cómo asegurar el
derecho a la participación, qué implica el principio de autonomía progresiva.
(c) Apego y desarrollo: qué es el apego, estilos de apego, cuidados cotidianos, estrés
tóxico, cómo regular el estrés, cómo ser una base segura para la exploración.
(d) Tecnologías y aprendizaje: cuáles favorecen el aprendizaje, cómo incorporarlas en la
vida cotidiana, precauciones, redes sociales.
(e) Sistemas de apoyo a la crianza: políticas y programas disponibles, formas de acceso,
beneficios, uso de redes.
2. La actitud parental es la filosofía que orienta la parentalidad y da forma a un estilo parental
determinado en la crianza, que puede ser categorizado como autoritario, democrático,
permisivo o negligente (Baumrind, 1991; Capano & Ubach, 2013), o bien sensible, controlador
o no responsivo (Crittenden, 2013) y que se sostiene sobre la propia historia de crianza vivida,
aquella que dio forma a los modelos operativos internos o “constelaciones representacionales”
(Marrone, 2014; Di Bartolo, 2016).
3. Finalmente, las destrezas parentales se manifiestan a través de las prácticas cotidianas de
crianza, que pueden clasificarse en socioemocionales (vinculares en el modelo propuesto),
cognitivas (formativas en el modelo propuesto), y nutricias (protectoras en el modelo propuesto)
(Bornstein, 2012). A continuación, se revisarán cada una de las competencias parentales
señaladas.
Es importante mencionar que este modelo se ha ido desarrollando y construyendo durante la última
década, en colaboración inicial con Magdalena Muñoz y posteriormente, con distintos colegas, por
quienes expresamos la más profunda gratitud (Gómez, Muñoz & Santelices, 2008; Gómez & Muñoz,
2015; Figueroa, Gómez, Montedonico et al., 2017; Gómez & Maureira, 2017; Gómez & Contreras,
2019). Como ya se ha señalado, se distinguen cuatro competencias parentales: vinculares, formativas,
protectoras y reflexivas, cada una conformada a su vez por cinco componentes, que se muestran en la
Tabla 1.
LAS COMPETENCIAS PARENTALES
26 Capítulo II | El modelo de competencias parentales
Tabla 1: Esquema de competencias parentales y sus componentes
COMPETENCIA PARENTAL
VINCULARES
FORMATIVAS
PROTECTORAS
REFLEXIVAS
COMPONENTES
1.1 Observación y conocimiento sensible
2.1 Organización de la experiencia
3.1 Garantías de seguridad (física, emocional y psicosexual)
4.1 Construcción de proyecto de vida
1.3 Regulación del estrés
2.3 Mediación del aprendizaje
3.3 Provisión de cuidados cotidianos
4.3 Monitoreo de influencias y meta-parentalidad
1.5 Involucramiento
2.5 Socialización
3.5 Conexión con redes de apoyo
4.5 Auto-cuidado parental
1.2 Interpretación sensible (mentalización + empatía)
2.2 Desarrollo de la autonomía progresiva
3.2 Construcción de contextos bien-tratantes
4.2 Anticipación de escenarios relevantes
1.4 Calidez emocional
2.4 Disciplina positiva
3.4 Organización de la vida cotidiana
4.4 Historización de la parentalidad
Se definen como el conjunto de conocimientos, actitudes y prácticas cotidianas de crianza que
favorecen la conexión psicológica y emocional con el niño o niña, regulan su estrés y sufrimiento,
organizan su vida psíquica y protegen su salud mental, promoviendo un estilo de apego seguro y un
adecuado desarrollo socioemocional a lo largo del curso de vida.
Los componentes de la Tabla 1, podrían resumirse desde la Teoría del Apego como sensibilidad
parental + presencia cotidiana. Cada uno, ha sido extensamente estudiado y sus efectos sobre la
salud mental, el apego y el desarrollo socioemocional, sistemáticamente establecidos (Ainsworth
et al., 1978; De Wolff & van IJzendoorn, 1997; Fonagy & Target, 1997; Shore, 2001; Zhou et al., 2002;
Cassidy & Shaver, 2008; Raby et al., 2015).
1. LAS COMPETENCIAS PARENTALES VINCULARES
Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
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El primer componente de esta competencia es la observación y el conocimiento sensible, entendido
como la capacidad parental para prestar atención a las señales e interpretarlas de manera
contingente, así como también comprender, reconocer y actualizar permanentemente el conocimiento
sobre el niño. Referentes como Ainsworth (1978) ya pensaron la relevancia de la observación
y el conocimiento en la categoría vincular, al definir la sensibilidad materna (hoy sensibilidad
parental), como la habilidad para tomar conciencia, interpretar y responder de forma adecuada a
las necesidades de los niños; también Bretherton (2000) añade que sería una habilidad que permite
negociar los conflictos de forma flexible, creativa, cálida, tranquila, aceptando la individualidad del
niño, es decir, conociéndolo.
Un ejemplo de cómo se traspasó esta definición teórica a la redacción de los ítems de la escala puede
observarse en el siguiente reactivo (tomado de la E2P de 0-3 meses):
Percibo las nuevas señales que empieza a generar
mi hijo/a (ej., cuando sigue con la mirada, sonrisa
social, búsqueda de sonidos, etc.)
Logro comprender los miedos propios de la edad
de mi hijo/a (ej., cuando teme a la oscuridad, a
extraños, a monstruos, a animales, al agua, a
disfraces, etc.)
El segundo componente de las competencias parentales vinculares es la interpretación sensible o
mentalización, definido como la capacidad parental para interpretar el comportamiento del hijo/a
o niño a su cargo, mediante la atribución de estados mentales (creencias, sentimientos, actitudes,
deseos) respecto a la conducta observada en el niño/a y claves del contexto en que dicha conducta
tiene lugar (Fonagy, Steele, Moran, Steele & Higgit, 1991). Esta capacidad favorece en el niño el
autoconocimiento de sus propios estados mentales, emociones y conductas y las de los demás
(Fonagy y Target, 1997; Fonagy, 1999; Mundy y Newell 2007; Meltzoff, 2011).
Un ejemplo de cómo se traspasó esta definición teórica a la redacción de los ítems de la escala puede
observarse en el siguiente reactivo (tomado de la E2P de 19-36 meses):
28 Capítulo II | El modelo de competencias parentales
El tercer componente es la regulación del estrés, definida como la capacidad parental para
acompañar, modular y calmar estados emocionales de estrés y sufrimiento psicológico en el bebé,
niño, niña o adolescente, favoreciendo su transición a nuevos estados de equilibro fisiológico y
mental, seguridad física y psíquica, y reconexión con procesos de exploración y aprendizaje.
Uno de los aportes más significativos de Bolwby (1969) se relaciona con que el apego que se
desarrolla desde el bebé al cuidador se comprende como un sistema de regulación diádica. Las
conductas de cuidado regulan la organización afectiva del bebé (Eisenberg et al., 2005; Feldman,
2012; Raby et al., 2015) dado que la función del apego consiste en equilibrar los desórdenes
homeostáticos provenientes de este último (por ejemplo, al alimentarlo cuando siente hambre). En
consecuencia, la regulación del estrés alcanza niveles biológicos y psicológicos cuando se da en un
vínculo de apego, desde el cual se constituyen los mapas cognitivos y representativos del sí mismo,
los otros y el entorno.
Un ejemplo de cómo se traspasó esta definición teórica a la redacción de los ítems de la escala puede
observarse en el siguiente reactivo (tomado de la E2P de 3-5 años):
El cuarto componente es la calidez emocional, entendida como la capacidad parental para demostrar
en forma consistente expresiones de afecto y buenos tratos al niño o niña (Barudy & Dantagnan,
2005). La calidez emocional se relaciona directamente con los contextos bien tratantes, así
como también con la envoltura afectiva de la interacción, propiciada desde diferentes canales de
comunicación: cuerpo, mirada y voz, desde los cuales toman sustancia.
Un ejemplo de cómo se traspasó esta definición teórica a la redacción de los ítems de la escala puede
observarse en el siguiente reactivo (tomado de la E2P de 3-5 años):
Cuando mi hijo/a tiene pesadillas, hago cosas que
lo/la tranquilizan (ej., le permito dormir conmigo, le
cuento una historia que le gusta, etc.)
Le demuestro a mi hijo/a que es una persona valiosa
en mi vida (ej., le digo lo feliz que me hace, le digo lo
que aprecio de él/ella, etc.)
Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
29
La literatura es prolífera al proporcionar elementos que permitan pensar este componente. Winnicott
(1984) ya exponía que los cuidados maternos, hoy parentales, como la manipulación, el sostenimiento
y la presentación del mundo como objeto, modulan los procesos de integración, personalización y
el sentido de continuidad existencial del infante. Desde el inicio de su desarrollo ontogenético, el ser
humano emerge hacia una realidad predominantemente afectiva, donde el vínculo es crítico como
facilitador del desarrollo de un sentido estable y continuo de sí mismo (Guidano, 1994).
El quinto componente es el involucramiento cotidiano definido como a la capacidad parental para
mantenerse interesado, atento y conectado con la experiencia del niño. Deben considerarse tres
niveles de involucramiento: (a) aquel de la experiencia inmediata que conlleva sintonización y
sincronía, que incluye elementos sensoriales convocados como: lo visual, auditivo psíquico y corporal,
(b) el involucramiento de la experiencia mediada, de la experiencia cotidiana y eventos especiales y
(c) el involucramiento a largo plazo. Todos estos niveles tendrán importantes consecuencias en el
desarrollo posterior al niño.
Un ejemplo de cómo se traspasó esta definición teórica a la redacción de los ítems de la escala puede
observarse en el siguiente reactivo (tomado de la E2P de 3-5 años):
Aprovecho las actividades diarias para compartir
con mi hijo/a (ej., vamos juntos a la feria,
ordenamos juntos las frutas, regamos juntos las
plantas, etc.)
Se entienden como el conjunto de conocimientos, actitudes y prácticas cotidianas de crianza que
organizan el entorno de aprendizaje, físico y psicológico del niño o niña, ajustando la complejidad,
variedad, tipo y duración de las experiencias, objetos, espacios y actividades para favorecer la
exploración, aprendizaje y socialización de los niños y niñas (Barudy & Dantagnan, 2005; Hoff, 2006;
Rodrigo et al., 2009).
Alentar, desafiar y acompañar la exploración son elementos que permiten definir esta competencia.
Desde los aportes de Montessori (1986), quien en su método da realce al ambiente preparado para
el aprendizaje, se desprende que un ingrediente fundamental del ambiente es la constitución del
adulto como guía en la organización del proceso de enseñanza, lo que permitirá al niño conducir
sus procesos, pensar por sí mismo y mejorar su confianza y autoestima. El orden interno y externo
es una necesidad básica del ser humano precisando de un ambiente tranquilo y tranquilizador para
alcanzarlo (Scarpini, 2018; Reyes, 2019; Santos, 2019).
2. LAS COMPETENCIAS PARENTALES formativas
30 Capítulo II | El modelo de competencias parentales
El primer componente de las competencias formativas es la organización de la experiencia,
que se refiere a la capacidad para estructurar un entorno físico y psíquico adecuado a la edad
y características particulares del niño o niña. La capacidad para organizar adecuadamente la
experiencia es fundamental para favorecer los procesos de exploración y aprendizaje propios de lo
formativo, así como el progreso de competencias en las distintas áreas del desarrollo integral infantil.
Un ejemplo de cómo se traspasó esta definición teórica a la redacción de los ítems de la escala puede
observarse en el siguiente reactivo (tomado de la E2P de 4-10 meses):
El segundo componente es la autonomía progresiva, definida como la capacidad parental para
favorecer, acompañar, conducir y potenciar la autonomía progresiva en diversas situaciones de la vida
cotidiana. Favorecer la autonomía progresiva dice relación con poner a disposición del niño aquellas
condiciones físicas, materiales y de equipamiento que estimulen su deseo y posibilidad de autonomía.
Adquiere relevancia dado que en la Convención sobre los Derechos del Niño se regula el principio
de protección y promoción de la autonomía como derecho, señalando que el niño desarrollará
progresivamente el ejercicio de sus derechos de acuerdo con la evolución de sus facultades (Cillero,
2011) resguardándose además su participación en los asuntos que le conciernen (Art. 5, dirección y
orientación de los padres y madres, Art. 12, opinión del niño).
Un ejemplo de cómo se traspasó esta definición teórica a la redacción de los ítems de la escala puede
observarse en el siguiente reactivo (tomado de la E2P de 13-17 años):
Organizo las salidas o paseos respetando las
necesidades básicas de mi hijo/a (ej., respeto su
hora de siesta, procuro que no sea un lugar muy
estresante para él/ella, etc.)
Cuando mi hijo/a me lo pide, lo aconsejo y oriento
sobre cómo manejar sus conflictos (ej., con un
profesor, compañero, con su pareja, etc.)
Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
31
Un tercer componente es la mediación del aprendizaje, definida como la capacidad parental
para favorecer la exploración y el descubrimiento del mundo, y la integración de aprendizajes
significativos. La organización de la experiencia, el desarrollo de la autonomía progresiva y la
mediación del aprendizaje en la práctica son matices del mismo proceso de crianza, que utiliza
el modelamiento, la mediación, el diálogo y la reflexión como pedagogía cotidiana frente a las
experiencias, actividades y vivencias del niño/a.
El componente alude al concepto de andamiaje (Brunner, 1985) desarrollado a partir del concepto de
la zona de desarrollo próximo de Vygotsky. El andamiaje es una metáfora que implica la utilización
de andamios por parte de quien enseña, y en la medida en que el aprendiz va adquiriendo las
enseñanzas, los andamios pueden ser removidos. En este caso la mediación parental implica conocer
el actual estado de competencia de los niños y propiciar el aprendizaje que suponga avanzar hacia
la zona de desarrollo próximo. Ello implica el desarrollo de la competencia vincular de observación y
conocimiento sensible del niño.
Un ejemplo de cómo se traspasó esta definición teórica a la redacción de los ítems de la escala puede
observarse en el siguiente reactivo (tomado de la E2P de 11-18 meses):
El cuarto componente, disciplina positiva, definida como la capacidad parental para regular y
conducir el comportamiento del niño mediante el uso preferente de la anticipación, explicación, el
ejemplo, la negociación, la toma de perspectiva. La disciplina positiva es respetuosa de los derechos
de la infancia y no intenta controlar la conducta mediante el castigo si no que permite regular las
emociones mediante la educación de estas mismas, de manera que promueve un desarrollo humano
ético y la colaboración más que la obediencia.
La disciplina positiva adquiere relevancia en la propuesta del cambio de paradigma hacia los buenos
tratos a la infancia, pues se ha visto que los malos tratos generan un impacto negativo en el desarrollo
infantil. Diversos estudios demuestran por ejemplo que los niños que han recibido castigos físicos
presentan dificultades de aprendizaje, mayor incidencia de problemas de salud mental y mayores
probabilidades de presentar conflictos con la ley en edades adultas (Gershoff, 2002).
Sigo los juegos de causa-efecto que me propone
(ej., cuando lanza las llaves al suelo las recojo una y
otra vez, busco los objetos que él/ella esconde, etc.)
32 Capítulo II | El modelo de competencias parentales
Un ejemplo de cómo se traspasó esta definición teórica a la redacción de los ítems de la escala puede
observarse en el siguiente reactivo (tomado de la E2P de 8-12 años):
El quinto componente es la socialización, definida como la capacidad parental para transmitir al
niño/a las normas y reglas socialmente aceptadas de comportamiento en los espacios públicos,
introduciéndolo/a en los valores y costumbres de su comunidad y cultura. La socialización es
una capacidad que articula prácticas de crianza centradas en preparar al niño/a para la vida en
comunidad, promoviendo el desarrollo gradual de sus habilidades sociales la que se relaciona con
el aprendizaje de normas y reglas que se internalizan a través de los cuidadores quienes transmiten,
usos, costumbres y la cultura de la sociedad en la cual el niño se inserta.
La socialización es relevante porque la concepción que los niños tienen de sí mismos es una imagen
que se va desarrollando mediante el proceso relacional con los otros y depende en parte importante
de la imagen que los padres presenten de sus hijos/as. A causa de ello en la nueva propuesta teórica,
la socialización se da en tres niveles: (a) familia, (b) escuela y (c) comunidad.
Un ejemplo de cómo se traspasó esta definición teórica a la redacción de los ítems de la escala puede
observarse en el siguiente reactivo (tomado de la E2P de 19-36 meses):
Cuando establezco normas y/o límites le explico
las razones a mi hijo/a (ej., por qué es importante y
cuáles son las consecuencias de no hacerlo)
Muestro a través del ejemplo las conductas sociales
que espero ver en mi hijo/a (ej., saludo a las
personas, les doy las gracias, pido permiso, etc.)
Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
33
Monitoreo la actividad de mi hijo/a en redes sociales
(ej., conozco a sus amigos en Facebook, las
fotografías que comparte en Instagram, los temas
que habla por chats como WhatsApp u otros)
Se definen como el conjunto de conocimientos, actitudes y prácticas cotidianas de crianza dirigidas
a crear condiciones propicias para el desarrollo, disminuir o eliminar fuentes de estrés tóxico, cuidar
y proteger adecuadamente a los niños y niñas, resguardando sus necesidades de desarrollo humano,
garantizando sus derechos y protegiendo su integridad física, emocional y sexual (Appleyard et al.,
2005; Barudy & Dantagnan, 2005; 2010; Cyr et al., 2010; NSC, 2012; Rodrigo et al., 2015).
El primer componente de las competencias protectoras son las garantías de seguridad física,
emocional y psicosexual. El componente de garantías de seguridad se define como la capacidad
parental para proteger el desarrollo físico, emocional y psicosexual del niño/a, necesarias para
resguardarle frente a todo tipo de mal trato, como abuso sexual, negligencia y malos tratos físicos o
emocionales.
El cuidador competente en estos términos monitorea activamente el trato que el niño recibe por parte
de familiares, amigos, vecinos, educadoras y otros agentes de contacto cotidiano o regular, sea de
forma presencial o virtual (por ejemplo, a través de chats, redes sociales, etc.).
Un ejemplo de cómo se traspasó esta definición teórica a la redacción de los ítems de la escala puede
observarse en el siguiente reactivo (tomado de la E2P de 13-17 años):
El segundo componente es la construcción de contextos bien tratantes definido como la capacidad
parental para comprender la relevancia de los buenos tratos a la infancia, como una filosofía de
respeto y dignidad en el trato, en concordancia con el enfoque de derechos humanos. Los buenos
tratos a la infancia (Barudy & Dartagnan, 2010) favorecen una experiencia interpersonal que permiten
el sano desarrollo de la mente, su reparación y recreación, así como la estimulación de los procesos
de auto organización.
Un ejemplo de cómo se traspasó esta definición teórica a la redacción de los ítems de la escala puede
observarse en el siguiente reactivo (tomado de la E2P de 13-17 años):
3. Las competencias parentales protectoras
34 Capítulo II | El modelo de competencias parentales
Intento que mi hijo/a no presencie discusiones
familiares (ej., cuando discuto con mi pareja u otros
miembros de la familia, no lo hago frente a él, etc.)
El tercer componente de las competencias protectoras es la provisión de cuidados cotidianos.
El componente de provisión de cuidados cotidianos se define como la capacidad parental para
organizar un conjunto de acciones y prácticas de crianza que permitan satisfacer las necesidades
básicas del niño/a. Entre estas se incluye la higiene y aseo personal del niño/a, su vestuario y abrigo
apropiado a la estación, su alimentación balanceada, y el cuidado de su salud física y psicológica.
Bornstein (2012) los denomina “cuidados nutricios”, asociados a los requerimientos físicos del niño,
proveyéndolos de sustento, protección, supervisión, higiene entre otros. La nutrición balanceada es
pre-requisito para el bienestar y supervivencia y otros aspectos de la satisfacción de las necesidades
como el vestuario y abrigo de acuerdo con cada estación del año. Aunque se adscriben a las
competencias parentales protectoras, los cuidados cotidianos son también plataforma concreta
sobre la cual se despliegan las competencias vinculares, por ejemplo: en el amamantamiento, en
donde se suplen las necesidades del bebé, pero además se constituye una oportunidad para la
sincronía (Feldman, 2012).
Un ejemplo de cómo se traspasó esta definición teórica a la redacción de los ítems de la escala puede
observarse en el siguiente reactivo (tomado de la E2P de 13-17 años):
El cuarto componente, organización de la vida cotidiana, se define como la capacidad parental para
estructurar un entorno ecológico que aporte elementos de predictibilidad, rutinas y rituales a la vida
del niño.
Cuando ha sido necesario, me he preocupado
de llevar a mi hijo/a a atención en salud (ej., al
psicólogo si lo derivan del colegio, al ginecólogo, a
la urgencia si ha tenido algún accidente, etc.)
Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
35
Si sufro un imprevisto laboral o de salud, logro
orientar a mi hijo/a para que siga su rutina cotidiana
(ej., logra hacer sus tareas, pedir ayuda a un vecino,
en caso de ser mayor volver en locomoción a la
casa, etc.)
Cuando la crianza se me hace difícil, busco ayuda de
mis amigos o familiares (ej., cuando mi hijo/a está
enfermo/a, cuando yo me siento sobrepasado/a,
etc.)
La capacidad parental de organización de la vida cotidiana supone definir procedimientos en la
vida doméstica para manejar la resolución de las tensiones habituales de cada día: iniciar el día,
desayunar, ir al jardín infantil o colegio, almorzar, regresar a casa, cumplir con los deberes escolares,
asegurar momentos para la recreación, salir de compras o paseo, visitas a familiares o amigos,
cenar, bañarse, acostarse y dormir/descansar. La programación anticipada y flexible, así como su
organización en momentos críticos, como enfermedades y problemas laborales, resultan importantes
para esta competencia.
Un ejemplo de cómo se traspasó esta definición teórica a la redacción de los ítems de la escala puede
observarse en el siguiente reactivo (tomado de la E2P de 13-17 años):
El quinto componente es la conexión con redes y búsqueda de apoyo social, definida como la
capacidad parental para identificar, acceder y utilizar fuentes de soporte emocional, instrumental o
económico según resulte necesario para el logro óptimo de los objetivos actuales de la crianza.
Bajo el supuesto de que la parentalidad es una práctica social y como tal requiere de un soporte
vincular, en esta competencia se hace referencia a la existencia de red familiar social y a la capacidad
de participar y procurar apoyo en las redes que se constituyan en un soporte para la crianza.
Un ejemplo de cómo se traspasó esta definición teórica a la redacción de los ítems de la escala puede
observarse en el siguiente reactivo (tomado de la E2P de 0-3 meses):
36 Capítulo II | El modelo de competencias parentales
Se definen como el conjunto de conocimientos, actitudes y prácticas cotidianas de parentalidad y
crianza que permiten organizar la propia experiencia de parentalidad, metabolizando las influencias
y trayectorias propias, monitoreando las prácticas parentales actuales y evaluando el curso del
desarrollo del hijo/a, con la finalidad de retroalimentar y enriquecer las otras áreas de competencia
(Gershoff et al., 2007; Nicholson, Howard & Borkowski, 2008).
El primer componente de esta competencia es la construcción de un proyecto familiar, definido como
la capacidad parental para explorar, negociar y organizar un conjunto de expectativas, razonablemente
positivas y realistas, en torno al tipo de familia que se desea construir, la trayectoria de desarrollo
esperada para los hijos, el estilo parental, las prioridades de inversión de los recursos familiares, y la
relación con otros actores e instituciones de la sociedad.
Esta organización interpela a un relato identitario de quiénes somos como familia, (Walsh, 2004;
Delage,2010) construido en base al diálogo que ordena las expectativas y prioridades. Este
componente tiene su eje temporal en el futuro, porque organiza la trayectoria de desarrollo esperada
para cada uno de los miembros y para el grupo familiar.
Un ejemplo de cómo se traspasó esta definición teórica a la redacción de los ítems de la escala puede
observarse en el siguiente reactivo (tomado de la E2P de 4-10 meses):
El segundo componente es la anticipación de escenarios relevantes, definida como la capacidad
parental para visualizar, anticipar, analizar y preparar alternativas de acción frente a diversos tópicos
de la crianza o escenarios desafiantes, estresantes o adversos que pudiesen llegar a surgir en el
proceso de la crianza.
La anticipación requiere de funciones ejecutivas porque implica la planificación de la crianza y la
adquisición de información relevante que permita pensarla para obtener información importante
sobre diversos tópicos. Así, la anticipación contribuye a la organización de la propia parentalidad,
evitando situaciones de desborde, estrés tóxico y del maltrato derivado de verse superado por la
contingencia.
4. LAS COMPETENCIAS PARENTALES REFLEXIVAS
Reflexiono sobre lo que sueño
para el futuro de mi hijo/a
Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
37
El tercer componente es monitorear influencias y metaparentalidad definido como la capacidad
parental para identificar y realizar un seguimiento de las distintas influencias biopsicosociales
actuales sobre el desarrollo del niño/a, en sus distintos nichos ecológicos de pertenencia, y para
observar y reflexionar respecto a la propia influencia y ejercicio del rol parental en la crianza cotidiana.
Esto nos remite al concepto de metaparentalidad, el cual implica pensarse en el ejercicio del rol
parental, identificando sensaciones y respuestas que se otorgan en distintos escenarios de la relación
parento filial.
Un ejemplo de cómo se traspasó esta definición teórica a la redacción de los ítems de la escala puede
observarse en el siguiente reactivo (tomado de la E2P de 4-10 meses):
El cuarto componente es la historización de la parentalidad, definida como la capacidad parental
para recordar y explorar la historia personal y familiar, construir un relato equilibrado de la crianza
recibida, identificar y transitar hacia un proceso de sanación de las experiencias dolorosas o
traumáticas heredadas, haciendo consciente la influencia multidimensional de esa historia en su
propia parentalidad y desarrollar una actitud de crecimiento y sabiduría parental que favorezca la
predominancia de los buenos tratos en la crianza del hijo o hija.
Me preparo para los momentos difíciles que vendrán
en esta etapa de crianza (ej., caída de dientes de
leche, exigencias escolares mayores, etc.)
Dedico tiempo a evaluar y pensar cómo estoy
desarrollando mi rol como madre/padre (u otro
cuidador) (ej., pensar si estoy satisfecho, alegre, si
me siento agotado, etc.)
Un ejemplo de cómo se traspasó esta definición teórica a la redacción de los ítems de la escala puede
observarse en el siguiente reactivo (tomado de la E2P de 6-7 años):
38 Capítulo II | El modelo de competencias parentales
He pensado que como padre, madre o cuidador soy
importante para la vida de mi hijo, porque soy parte
de su historia
Logro identificar mis señales de agotamiento para
no perder el control con mi hijo/a
El quinto componente de las competencias parentales reflexivas es el auto-cuidado parental, definido
como la capacidad parental para desplegar actitudes y prácticas que favorezcan una apropiada salud
física y mental (o bienestar subjetivo), con la finalidad de disponer de las energías y recursos que
permitan desempeñarse adecuadamente en las otras dimensiones de la parentalidad.
No obstante, este componente no puede ser entendido solo desde una lógica individual, sino debe
comprenderse en el ejercicio de sostén que debiese proporcionar una comunidad sensible, que cuida
para posibilitar el cuidado, que protege para posibilitar la protección. El principio subyacente es que
no se pueden otorgar buenos tratos si no se han recibido y que la crianza es responsabilidad de una
comunidad y no de sujetos aislados.
Un ejemplo de cómo se traspasó esta definición teórica a la redacción de los ítems de la escala puede
observarse en el siguiente reactivo (tomado de la E2P de 11-18 meses):
Un ejemplo de cómo se traspasó esta definición teórica a la redacción de los ítems de la escala puede
observarse en el siguiente reactivo (tomado de la E2P de 6-7 años):
Capítulo
IiI
La evaluación
de competencias
parentales
40 Capítulo III | La evaluación de competencias parentales
Presentación del enfoque teórico que sostiene el Modelo ODISEA
La escala de parentalidad positiva se inscribe dentro del modelo de evaluación e intervención
ODISEA3
, propuesto por Esteban Gómez y elaborado durante la última década junto a diversos
colegas con quienes se ha desarrollado múltiples proyectos de intervención en infancia y familia,
especialmente pertenecientes a contextos de alto riesgo social y vulneración de derechos (Gómez,
Muñoz & Santelices, 2008; Gómez & Muñoz, 2015; Figueroa et al., 2017; Gómez, 2017a; Gómez, 2017b;
Gómez & Maureira, 2017; Gómez & Contreras, 2019; Gómez, 2019)
ODISEA es un acróstico cuyas letras dan cuenta de conceptos sustanciales para el trabajo en
parentalidad e infancia. Su significado es Oportunidades para el Desarrollo de Interacciones Sensibles,
Eficaces y Afectuosas. Como modelo procura condensar cuatro marcos teóricos esenciales a nivel de
persona, familia y comunidad: la Teoría Ecológica del Desarrollo Humano (Bronfenbrenner, 1987), la
Teoría del Apego (Bowlby, 1969; Ainsworth et al., 1978), la Teoría de la Parentalidad Positiva (Barudy
& Dantagnan, 2005; Rodrigo, 2015) y la Teoría de la Resiliencia Humana (Cyrulnik, 2002, Walsh, 2004;
Masten & Obradovic, 2006; Delage, 2010).
El modelo ODISEA se basa en el concepto de “trayectorias del desarrollo”, pensado en tres niveles: la
trayectoria del bebé, niño, niña o adolescente, la de las figuras parentales y la de la comunidad. Todas
estas trayectorias están en permanente interacción e influencia mutua, posibilitando la emergencia
de escenarios disímiles con al menos dos trayectorias observables: la de los buenos tratos que se
constituye en el andamiaje hacia la salud mental y la de los malos tratos que se constituye en el
andamiaje hacia la psicopatología.
3
Para mayor referencia, consultar capítulo de Gómez, E. sobre “El Modelo ODISEA”, publicado en M., Marrone & E., Wolfberg (Eds.) (2019).
Apego y Parentalidad. Ed. Psimática: Madrid.
Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
41
El concepto de oportunidades interpela al profesional a pensar sobre la disponibilidad de
circunstancias pertinentes y honestas para la recuperabilidad de las personas. Ello apareja el
siguiente imperativo ético: la intervención debe posibilitar un espacio de apertura emocional para el
cambio, donde el primer paso consiste siempre en sostener el malestar y el sufrimiento de quienes
han resultado heridos por historias de malos tratos, con miras a generar procesos reflexivos. De
cara al dolor queda reconocer que las historias de muchos cuidadores están marcadas por los
malos tratos recibidos en su infancia, configurando modelos operativos internos de los cuales se
desprenden guiones relacionales y cargas emocionales congruentes con esa historia (Sroufe, 2005;
Solomon & George, 2011; Di Bartolo, 2016; Marrone & Wolfberg, 2020). Lo sustantivo constituido en
las historias de apego y crianza es lo que Marrone (2014) nomina “constelación representacional” y
Gómez (2019) especifica como “constelación representacional de la parentalidad”
Pero la historia no es destino y en las oportunidades que la ecología de crianza ofrece, pueden
encontrarse las posibilidades para reparar la constelación parental, transformar las interacciones
de maltrato en prácticas de crianza positiva y avanzar en las competencias parentales hacia la
sensibilidad parental, los cuidados apropiados y los buenos tratos cotidianos (Barudy & Dantagnan,
2010; Rodrigo et al., 2015; Gómez, 2019). Esta idea no es ingenua, no se trata de una fe ciega, sin
fundamento científico, sino todo lo contrario. Hoy disponemos de evidencia científica sólida para
sostener la propuesta teórica y la visión que nos mueve a quienes trabajamos con el modelo ODISEA.
Revisemos esa evidencia. Un primer ejemplo
lo encontramos en el meta-análisis de 77
estudios sobre intervenciones en parentalidad
de Kaminski y colaboradores (2008, en
Gómez, 2017a), que mostró un tamaño de
efecto global de d = .34 y estadísticamente
significativo (es decir, ¡la intervención
funciona!). Más aún, al comparar aquellos
programas que ofrecían la oportunidad
de practicar con el propio hijo/a las
competencias parentales enseñadas versus
aquellos que no lo hacían, se encontró un tamaño de efecto de .91 (versus .33) en competencias
parentales y de .69 (versus .18) en síntomas conductuales de los niños.
Otro ejemplo lo encontramos en el siguiente estudio de dos meta-análisis de programas de
parentalidad publicado por Leijten y colaboradores (2019). En el primer meta-análisis de 154 ensayos
clínicos y con 398 efectos, se encontró que el tamaño de efecto de los programas de parentalidad
sobre el comportamiento disruptivo de los niños, aumenta gradualmente según el nivel de prevención
considerado (prevención universal d = - 0.21, prevención selectiva d = - 0.27, prevención indicada d =
- 0.55) y tratamiento (d = - 0.69). El tamaño de efecto para la prevención universal no fue significativo,
lo que muestra que el abordaje de problemas de conducta en niños/as debiese ser enfocado más
que universal. Por otra parte, es altamente positivo que los programas de parentalidad tengan
impactos significativos con tamaños de efecto moderado-bajo en prevención selectiva, moderados
en prevención indicada y moderado-altos en tratamiento especializado. El segundo de estos meta-
análisis (Leijten et al., 2019) de 42 ensayos y 157 efectos encontró que, de 26 técnicas parentales y
herramientas de crianza enseñadas en estos programas y evaluadas en el estudio, tres se asociaron
42 Capítulo III | La evaluación de competencias parentales
con efectos más fuertes del programa: (a) usar refuerzo positivo (d = -0.63), (b) usar elogios
específicos (d = -.064) y (c) implementar consecuencias naturales/lógicas (d = -0.68). En este caso
el time-out no alcanzó significancia estadística, por lo que se presume no se justificaría incluirlo,
especialmente cuando hay otras herramientas de crianza positiva disponibles y que serían más
efectivas.
En otro meta-análisis reciente (Chen & Ling, 2016) de 37 estudios RCT (ensayos clínicos
aleatorizados) publicados, se evaluó la efectividad de 31 programas de competencias parentales
en reducir el maltrato infantil y modificar factores de riesgo y protectores asociados, con un total
de 7.142 familias. Del total, 13 programas incluyeron padres y madres (y 18 sólo madres); en 13
programas se incluyeron seguimientos desde 3 meses hasta 15 años. Sólo 2 programas reportaron
efectos negativos y 29 tuvieron efectos positivos. El tamaño de efecto global, para todos los 31
programas, en todos los resultados evaluados y en todos los momentos considerados, fue de
d = 0.288, lo que implica un tamaño moderado-bajo y significativo. El efecto inmediato post-test fue
de d = 0.3, aumentando en los seguimientos a los 4 a 6 meses con valores entre d = 0.5 y d = 0.6
(moderado y moderado-alto). Hay una baja en los efectos en los seguimientos a los 1, 2 y 3 años,
aunque sigue siendo significativo, con tamaños de efecto entre d = 0.1 y d = 0.02, pero a los 15 años
el efecto llega a un significativo d = 0.757.
El efecto especifico en maltrato infantil fue de
d = 0.2 y significativo, suficiente para justificar invertir
en estos programas como política pública a
gran escala para prevenir y erradicar el maltrato
infantil, ya sea en formato de visita domiciliaria,
talleres o educación para padres en
crianza respetuosa. Notablemente, estos
programas tienen efectos cercanos a d
= 0.6 cuando se evalúan competencias
parentales lo que resulta coherente con el
foco de la intervención y específicamente
de d = 0.651 cuando se evalúa prácticas
de crianza maltratantes (harsh parenting).
Los programas no mostraron efectos
significativos ni en depresión (d = 0.026) ni
en estrés parental (d = -0.002), lo que cobra
sentido dado que no fueron diseñados para
abordar directamente estos problemas.
Respecto a factores protectores, los
programas de parenting obtuvieron
tamaños de efecto de d = 0.523 en
actitudes parentales positivas, d = 0.397
en parentalidad positiva, d = 0.743
en interacciones, d = 0.340 en sensibilidad
parental, y d = 0.220 en auto-eficacia parental
(Chen & Ling, 2016).
Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
43
De esta forma estos estudios (Lundahl, Nimer & Parsons, 2006; Kaminski et al., 2008; Chen &
Ling, 2016; Leijten et al., 2019) demuestran que la posibilidad ofrecer experiencias parento filiales
centradas en las prácticas de crianza positiva, proporciona una posibilidad única de intervención y
desde donde adquieren valor instrumentos de evaluación como la presente Escala de Parentalidad
Positiva E2P v.2. Además, se demuestra la importancia de avanzar hacia modelos de disciplina
positiva en los programas de crianza que aborden problemas de conducta de niños y adolescentes.
En Latinoamérica existe un desafío al respecto, porque la evidencia referenciada recoge estudios
realizados en Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Australia, Nueva Zelanda, Tailandia e Irán, pero no
de Chile, Argentina, Colombia, Uruguay, México, Perú, Venezuela, Bolivia, por la escasa investigación
en nuestra región y la falta de desarrollo de modelos propios que permitan realizar mediciones en
nuestra propia realidad.
El concepto de “Oportunidad” entonces, nos permite re-pensar la forma en que tradicionalmente
hemos concebido la evaluación y la intervención en programas sociales, salud y educación,
avanzando hacia modelos “formativos” de evaluación y hacia modelos “reflexivos” de intervención.
El concepto “Desarrollo” se vincula a la idea de trayectorias o senderos de desarrollo. El desarrollo es
la posibilidad de devenir en algo, parte de un lugar, considera un punto de inicio ponderable para quien
está evaluando y quien adquirirá el desafío de proyectar, en clave de un potencial en el otro, en el
sistema familiar, los elementos pesquisados en ese punto de arranque. Pensar en esa posibilidad de
crecimiento (en términos recursivos, no lineales ni exitistas) no es una tarea solitaria del profesional,
al contrario, es un proceso de co-construcción que se realiza con la persona y familia acompañada, a
quienes se invita a recorrer este camino respetando sus ritmos y motivaciones.
La “Zona de Desarrollo Próximo de la Parentalidad” (Gómez, 2019), noción derivada de la teoría de
Vigotsky (1931) y aplicada a la parentalidad, permitirá a los profesionales valorar las competencias
parentales vinculares, formativas, protectoras y reflexivas, en un sistema de cuidado, desde donde
se pretende hallar recursos, una adecuación parental mínima resiliente, y desde donde se pretender
pesquisar fragilidades que resulten gravitantes para la parentalidad.
Zona de desarrollo próximo, Gómez (2012)
44 Capítulo III | La evaluación de competencias parentales
Concluir la evaluación, permitirá avanzar a un siguiente desafío profesional, la construcción de un
mapa de oportunidades de crecimiento parental, que incluirá las experiencias y narrativas de apoyo
de aquellos recursos reconocidos, así como oportunidades para el aprendizaje y crecimiento, para
reescribir la historia en las áreas más fragilizadas.
En este sentido, el profesional es un “mediador” de la Zona de Desarrollo Próximo de la Parentalidad,
y la metodología de evaluación e intervención, será un “andamiaje” que sostiene ese camino, cuyo
primer objetivo debe ser propiciar movimientos reflexivos en los padres y cuidadores, los cuales
deben surgir primeramente en el profesional que se dispone al servicio de la reflexión de sus propias
prácticas e historia.
El concepto de Interacciones está presente desde la Teoría Ecológica del Desarrollo Humano, en
la que Bronfenbrenner las denomina como “Procesos Proximales” y desde la Teoría del Apego,
desde donde se definen como un aspecto observable de las relaciones o vínculos de apego (Di
Bartolo, 2016). Las interacciones se constituyen en la matriz relacional esencial para explicar el
desarrollo, la psicopatología y la salud mental, así como la posibilidad de la resiliencia humana o
el trauma complejo (Cyrulnik, 2002; van der Kolk, 2015). Producto de nuestra condición de seres
sociales, el infante se reconoce a si mismo a través de otro significativo con el cual se establece un
vínculo afectivo (Guidano & Liotti, 1983, en Uribe & Lopera, 2011). Es a través de ese vínculo afectivo
significativo, específico y estable que el ser humano construye una imagen de si mismo, una imagen
de los demás y de cómo opera el mundo y sus significados (Di Bartolo, 2016).
Las interacciones, son la materia prima con la que trabaja el profesional formado en el modelo
ODISEA, entendiendo que éstas pueden ser distinguidas en diferentes nichos ecológicos del
desarrollo: el hogar, la escuela, el centro de cuidados, las calles del barrio, las instituciones, plazas y
parques, inclusive, en las redes sociales como Facebook, Instagram u otras (Rodrigo et al., 2015). Sea
cual sea la fuente de interacción, el profesional para garantizar un mínimo de disposición reflexiva
en la creación de oportunidades de interacción transformativas, deberá siempre reflexionar primero
sobre sus propias prácticas intercomunicativas, pensarse desde las propias interrelaciones que
genera, sus motivaciones, significados y consecuencias para hacer buen uso de este elemento como
estrategia.
Por último, los conceptos Sensibles, Eficaces y Afectuosas, son elementos cualitativos de las
interacciones parentales cotidianas que busca favorecer el modelo ODISEA. Dichos elementos están
basados en la extensa observación de la investigación en teoría del apego (Sroufe, 2005; Cassidy
& Shaver, 2008; Solomon & George, 2011; Raby et al., 2015), desarrollo socioemocional temprano
(Propper & Moore, 2006; Pollak, 2008; Gross, 2014) y salud mental infantil (Zeanah, 2009) las cuales
han dado cuenta del rol preponderante de la constitución de la seguridad emocional en el apego y en
el desarrollo de competencias socioemocionales, como la regulación emocional, todas, claves para
los elementos descritos.
La sensibilidad es un elemento que aporta el sistema de cuidado a la interacción, cuyos ejes como
la atención, la interpretación y la respuesta contingente en tiempo y forma (Ainsworth, 1978) son
sustanciales, constitutivos e insoslayables al momento de evaluar competencias parentales. La
eficacia remite a que la práctica parental debe producir efectos acordes a las motivaciones y
necesidades expresadas por los niños, calma en un momento de estrés, aliento en momentos de
exploración y reconocimiento de señales del niño en cualquier momento, entre otros escenarios
posibles. Por su parte, la cualidad de afectuosas proviene del paradigma de los buenos tratos,
Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
45
coherente con el enfoque de la niñez (Rodríguez, 2016) y otorga una impronta positiva a la envoltura
afectiva de la interacción parento-filial, desde donde puede emerger el disfrute, la alegría, el cariño,
entre otras emociones de bienestar.
a) El desarrollo
socioemocional
a lo largo del
curso de vida,
incluyendo el
estilo de apego
en el niño, niña o
adolescente
b) las
competencias
parentales y las
constelaciones
presentacionales
de parentalidad
c) el sistema
familiar y su
dinámica
d) la ecología
de la crianza,
incluyendo redes
informales y
formales.
En conclusión, el profesional que se forma en el Modelo ODISEA de evaluación de competencias
parentales comprende todos los elementos descritos anteriormente. Se constituye, además, desde
un imperativo ético superlativo aún más importante, y es que logra comprender que el primer y más
relevante instrumento de evaluación que debe colocar a disposición del proceso evaluativo es su
propia persona, además del marco teórico que sostiene su labor. El profesional forja un profundo
sentido de ética relacional, en que la evaluación por ningún motivo debe usarse para castigar, juzgar
y/o discriminar, sino más bien, para comprender, acoger y acompañar, con respeto, la cultura e
historia de cada persona y de su sistema familiar. La importancia otorgada a los Buenos Tratos,
como condición fundante del rol profesional, es el punto de partida y el horizonte último de todo este
modelo.
Es así como, entendiendo, valorando y trabajando arduamente para integrar esta mirada en su trabajo,
la maestría en los instrumentos y métodos que conforman el modelo adquieren en dicha ética su
máximo sentido, de lo contrario, cualquier evaluación podría llegar a considerarse iatrogénica o
peligrosa. El modelo ODISEA distingue 4 ejes evaluativos:
A continuación, se revisará el eje (b) las competencias parentales.
46 Capítulo III | La evaluación de competencias parentales
el desafío de evaluar competencias parentales
La ratificación de la Convención sobre los Derechos del Niño realizada en Chile en el año 1990
inició un proceso de apertura hacia políticas de infancia pensadas desde un enfoque de derechos,
generándose diferentes leyes e iniciativas en favor de los niños, niñas y adolescentes de nuestro
país. Esta mayor visibilización de la infancia, especialmente de aquella más vulnerada, por parte del
Estado y numerosas organizaciones de la sociedad civil y el mundo académico, ha llevado aparejado
un proceso de desafío, tecnificación y profesionalización de las disciplinas ligadas a la intervención
social en diversos frentes: salud, educación y protección, así como de las políticas públicas y leyes
asociadas.
Uno de los mayores desafíos que hemos enfrentado en este enorme movimiento hacia una Cultura
de Buenos Tratos a la Infancia ha sido incorporar el concepto de competencias parentales en el
diseño de estas nuevas políticas públicas. La evaluación de competencias parentales es un campo
en construcción, de reciente aparición y en constante debate teórico, metodológico, ético y legislativo,
con múltiples alcances y desafíos. Sin embargo, es posible rastrear una historia en la que estos
desafíos se inscriben y cobran sentido, siendo un marco importante de conocer y comprender para
situar el actual uso de la Escala de Parentalidad Positiva que estamos proponiendo. Intentemos
reconstruir una parte de esa historia en un recorrido por los diversos instrumentos de evaluación y
las áreas que estos instrumentos han ido iluminando, como constructos relevantes de considerar por
parte del profesional que evalúa.
En Chile, desde los años 90 y con algunos antecedentes rastreables a la década de los 80, es posible
observar la emergencia de instrumentos ligados a la evaluación del desarrollo infantil en áreas como
el desarrollo psicosocial, conductual y emocional. Para evaluar desarrollo psicomotor se ha usado
el EEDP con niños entre 0 y 2 años y el TEPSI para niños entre 2 y 5 años (Bedregal, 2008). Para la
evaluación de problemas conductuales y emocionales se destaca el uso del Inventario de Problemas
Conductuales y Socio-emocionales, como prueba de tamizaje IPCS (Rodríguez et al., 2000) para
niños entre 3 a 5 años, con altos niveles de validez y confiabilidad en nuestra población, siendo
complementado con el uso del CBCL (Child Behavioral Check List, Achenbach & Edelbrock, 1983)
instrumento que evalúa conductas desadaptativas presente en niños entre 1,5 y 5 años y 6 a 18 años,
también validado psicométricamente para la población nacional (Montenegro et al., 1983).
Paralelamente, se avanza en la década de los 90 en el difícil desafío de evaluar sistemas familiares
(Cumsille, 1994) incorporando herramientas como el instrumento de auto reporte FACES III
(Olson et al., 1985). El FACES III está organizado de acuerdo con tres dimensiones familiares:
cohesión, adaptabilidad y comunicación, utilizándose solo las dos primeras en nuestro país,
con adecuados indicadores de validez y confiabilidad. Otro insumo relevante para la evaluación
familiar, y ampliamente usado tanto en salud familiar como en programas sociales, ha sido el
Genograma, conocido por representar gráficamente la estructura y relaciones en un sistema familiar
esquematizando al menos tres generaciones en línea ascendente.
A mediados de los años 90, surge un mayor interés por evaluar otros tópicos ligados a problemas
y vulneraciones de derechos en la infancia y la familia, especialmente aquellos relacionados con
Antecedentes que preparan el camino a la evaluación de competencias parentales
Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
47
Con esta trayectoria de una década evaluando funcionamiento familiar, desarrollo y maltrato infantil,
el país sentó las bases teóricas y metodológicas para enfrentar un nuevo desafío: la evaluación de
competencias parentales. En torno al año 2000 emerge entonces este concepto, al comprenderse que
el bienestar infantil es travesado por una variable fundamental: el bienestar de los cuidadores.
La aparición del concepto “Competencias Parentales” y la necesidad de evaluarlas
el maltrato infantil, fenómeno situado en la ratificación de la CDN por el Estado de Chile en 1990 y
la promulgación de la ley sobre violencia intrafamiliar el año 1995. Como instrumento técnico de
evaluación se destacó el cuestionario de auto-reporte Inventario Potencial de Maltrato Físico o PMF
(Haz &Ramírez, 1998), basado en el Child Abuse Potential Inventory (CAPI, Milner, 1980) que pondera
las características de personalidad e interacción del adulto con su entorno social y familiar, indicando
la existencia de potencial de maltrato infantil. El cuestionario fue validado en Chile para población en
riesgo de maltrato (Haz & Ramírez, 1998; 2002), constituyéndose en un valioso insumo para sondear y
alertar sobre el potencial de maltrato especialmente para programas de prevención secundaria.
En los últimos 15 años, además del PMF se incorporó el Parenting Stres Index o PSI-SF (Abidin.,
1983), cuestionario de autoreporte en su versión abreviada que permite evaluar estrés parental. El
PSI-SF se perfiló como un instrumento relevante al quedar demostrado que el estrés en la crianza
se relaciona con diversos resultados negativos en el desarrollo infantil, el bienestar del adulto y el
desarrollo familiar. El cuestionario ha sido un relevante aporte en la evaluación de competencias
parentales y en el 2016 se realizó su validación con muestra chilena, resultados que fueron publicados
en el Journal of Child and Family Studies (Aracena, Gómez et al., 2016).
Otro insumo técnico relevante ha sido la incorporación del Parental Bonding Instrument – PBI (Parker,
Tupling & Brown, 1979; Parker, 1989) cuestionario de autoreporte basado en la teoría del apego de
John Bowlby, el que pretende medir la percepción que las personas tienen respecto de las actitudes
y conductas de sus propios cuidadores en la infancia. Este instrumento cuenta con una adaptación
para Chile (Albala & Sepúlveda, 1997) así como una estandarización para la población chilena entre 16
y 64 años de Santiago (Melis et al., 2001), resultando un instrumento válido y confiable para nuestra
población. El PBI es requerido desde las líneas técnicas de algunos programas de la red SENAME
con fines diagnósticos, tal como se puede apreciar en los lineamientos de los programas DAM y FAE
desde el 2015.
Asimismo, el aislamiento social ha sido una de las variables más importante para comprender el
fenómeno del maltrato (CEPAL & UNICEF, 2009), en consideración a ello y posteriormente es que
luego adquiere relevancia el uso del Mapa de Redes, creado para identificar las características
estructurales de las redes, sus funciones y atributos, siendo utilizado ampliamente en Centros de
Salud Familiar CESFAM y en programas de la red SENAME.
Este periodo culmina entonces con la existencia de 3 tipos de cuestionarios: (a) aquellos ligados al
desarrollo infantil y la detección de problemas emocionales y conductuales; (b) aquellos ligados a
la evaluación del funcionamiento familiar; y (c) aquellos relacionados con la evaluación del maltrato
infantil y sus variables asociadas.
48 Capítulo III | La evaluación de competencias parentales
A nivel teórico, el año 2005 Barudy y Dantagnan publican el
libro “Los buenos tratos a la infancia” texto fundamental
para dar impulso al cambio de paradigma desde el marco
de la teoría del apego, la resiliencia y la parentalidad.
Gracias al trabajo de estos autores se da un giro
paradigmático en la concepción del bienestar infantil,
transitando del foco de los malos tratos hacia
los buenos tratos a la infancia como base para su
sano desarrollo. Paralelamente, comenzó a cobrar
relevancia los estudios y evidencia de la teoría del
apego y la resiliencia, con los trabajos pioneros
de Felipe Lecannelier, María Angélica Kotliarenco,
María Pía Santelices, Ana María Aarón, Ana María
Haz, Paula Bedregal, entre otros.
A nivel de hitos relevantes ocurridos en el país, el año 2004 se produce en la red SENAME un
proceso masivo de des-intitucionalización de niños y niñas ubicados en residencias de protección
por pobreza (UNICEF, 2005), lo que conllevó el desafío de poder realizar intervenciones desde líneas
programáticas preventivas, cuestionándose las medidas de internación o colocación en sistemas de
cuidado alternativo por causal de pobreza, y demandándose el avance hacia causales exclusivamente
asociadas a graves vulneraciones de derechos. Este doble desafío (por un lado, prevenir la internación
trabajando con las figuras parentales en las familias de los niños y niñas; y por otro, evaluar con
rigurosidad las causales de colocación en cuidado alternativo para documentar graves vulneraciones
de derechos) cimentó el camino para la exigencia de evaluar competencias parentales. Entonces, y en
el contexto de la ley 19.968 que crea los Tribunales de Familia, se comienzan a solicitar evaluaciones
de competencias parentales, en causas judiciales tales como: cuidado personal, relación directa y
regular, medidas de protección, adopción, violencia intrafamiliar, etc.
En la búsqueda de elementos técnicos que permitiesen orientar esta evaluación se pretendió utilizar
el Ackerman-Shoendorf Scale of Parent Evaluation of Custody (ASPECT), uno de los instrumentos
utilizados en Norteamérica para estos fines, que permite evaluar a los cuidadores en causas de
relación directa y regular y cuidado personal. Sin embargo, pese a las adaptaciones semánticas que
se realizaron, no fue estandarizado para la población chilena, lo que imposibilitó su uso práctico
(Martínez, Gallardo, Molina, Valdivia & Órdenes, 2010).
El año 2005, Budd publica el artículo “Assessing Parenting Capacity in a Child Welfare Context”
en la revista Children and Youth Services Review, convirtiéndose en un referente internacional para
la evaluación de competencias parentales en el ámbito forense, considerando aspectos como la
parentalidad positiva, el enfoque de la resiliencia y el modelo ecológico en la evaluación.
El siguiente paso vino de la política pública en primera infancia. En el gobierno de la presidenta
Michelle Bachelet, se constituye en 2006 la primera política intersectorial para el abordaje de
problemas de desarrollo infantil temprano: el Subsistema de Protección Integral a la Infancia Chile
Crece Contigo. La política fue implementada a partir de 2007 e institucionalizada mediante la ley
20.379 el año 2009, convirtiéndose en un hito y referente mundial para políticas públicas en primera
Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
49
infancia, al agrupar y coordinar a los sectores de salud, educación, protección social, justica y trabajo
a nivel comunal, regional y nacional (Bedregal, 2014). En este marco es que se empieza a valorar cada
vez más la evaluación vincular en las relaciones parento-filiales, lo que dará paso a la incorporación de
escalas de observación de interacciones en contextos de salud (Cárcamo, Van IJzendoorn, Vermeer &
Van der Veer, 2014).
En el área proteccional, el año 2007 se dio paso a la apertura de una serie de programas de
intervención focalizados en la prevención ambulatoria y se crean los programas de intervención
breve (modelo PIB), asociados a situaciones de mediana complejidad, no constitutivas de delitos,
desde donde se comienza a intervenir en competencias parentales. Ese mismo año se tradujo la
Escala NCFAS (North Carolina Family Assesment Scale), asociado a un proceso de profesionalización
y tecnificación de los programas sociales en Chile (Valencia & Gómez, 2010). La escala NCFAS,
que evalúa funcionamiento familiar, fue estudiada en nuestra población resultando válida, con
consistencia interna y validez de constructo para su versión en español. Por esta razón se introdujo
como instrumento de uso obligatorio desde el 2015 para la oferta ejecutada directamente por
SENAME y desde el 2016 para organismos colaboradores que otorgan oferta de cuidado alternativo y
de tipo residencial.
En el contexto de la creación del Sistema Chile Crece Contigo, y considerando el alto porcentaje
de niños que acuden al Control Sano, durante el año 2008 se comenzó a utilizar la Escala Massie
Campbell o ADS (Attachment During Stress Scale), guía para realizar una observación estandarizada
de la interacción madre-hijo, destinada a evaluar estilo de apego y problemas en la relación cuidador-
bebé. La escala fue utilizada como instrumento de tamizaje en los controles de niños de 4 a 12
meses, fue aplicada masivamente llegando a evaluarse a 200.000 díadas en el país, pero luego fue
suspendida debido a los problemas de validez que presentó para nuestra población, si bien un estudio
reciente corrigió algunos de esos problemas (Cárcamo et al., 2014).
50 Capítulo III | La evaluación de competencias parentales
El año 2010 gracias a una serie de Seminarios Internacionales de Parentalidad Positiva, organizados
por el Centro de Atención al Niño y la Mujer (CEANIM) y con la presencia en Chile de diversos expertos
incluyendo a María José Rodrigo de España, se comienza a instaurar el concepto de “parentalidad
positiva”, concepto que el 2012 se integra oficialmente a la política pública de infancia, valorándose
entonces la importancia de contar con una metodología ecológica de evaluación de competencias
parentales.
Ese mismo año se comienza a utilizar la guía de evaluación de competencias y resiliencia parental de
Barudy y Dantagnan (2010), evaluación basada en las características individuales de los cuidadores,
sus relaciones sociales con la comunidad, su capacidad para pedir ayuda, la solicitud de apoyo,
activación de redes, la valoración de la calidad de las relaciones parento-filiales y la observación de
las habilidades en la práctica.
Jorge Barudy y Margorie Dantagnan
Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
51
Más recientemente, conocemos en el país la Escala PICCOLO, que permite microanalizar videos de
interacciones lúdicas en niños/as de 1 a 4 años de edad para evaluar prácticas de crianza positiva, en
un marco teórico muy coherente con el modelo ODISEA y la Escala E2P v2 (Roggman, Cook, Innocenti,
Jump & Christiansen, 2013).
Así, en el camino por procurar instrumentos que permitan valorar las competencias parentales, el
año 2011 se publica la primera versión de la Escala de Parentalidad Positiva E2P (Gómez & Muñoz,
2011) desarrollada en el contexto del desarrollo del proyecto piloto Crecer en Familia perteneciente a
CEANIM a cargo de la Dra. María Angélica Kotliarenco (véase el capítulo 1 de este manual para más
detalles).
Como parte de este proceso también han existido controversias respecto del concepto de
competencias parentales, por considerar las evaluaciones de este constructo desde un lugar
normativo y homogeneizante. Un ejemplo de ello es lo señalado por Vergara (2018), quien indica
que las evaluaciones de competencias parentales, “conllevan el riesgo de favorecer una comprensión
homogénea, unilateral, ahistórica y descontextualizada de prácticas sociales complejas y diversas,
además de facilitar el predominio implícito de las representaciones de clase que los profesionales
de estratos medios y altos tienen respecto a la parentalidad de los estratos bajos, beneficiarios
preferenciales de estos programas” (p. 2).
Acogiendo esta visión, quisiéramos recalcar que desde el Modelo ODISEA la evaluación de
competencias parentales nunca debe pensarse fuera del contexto social, histórico y político en que
ésta ocurre. Contrario a la crítica de operar desde lógicas normativas, este modelo se forja desde una
lógica formativa y reflexiva, donde la evaluación nunca debe ser usada para denostar o devaluar el
rol parental, menos para culpabilizar, sino más bien para ofrecer oportunidades y experiencias bien
tratantes por parte de los profesionales, construyendo condiciones que permitan el despliegue de las
competencias parentales. La evaluación es pensada como un dispositivo reflexivo que la comunidad
coloca a disposición de las familias para integrar su historia, especialmente para quienes han
resultado heridos y vulnerados. Este dispositivo trasciende las lógicas constatativas de la realidad,
así como también intenta aprehender la complejidad de la parentalidad más allá del saber-hacer de
la competencia, razón por la cual hemos abordado este constructo como un fenómeno complejo, en
donde la competencia es sólo un área a evaluar.
52 Capítulo III | La evaluación de competencias parentales
Las prácticas de crianzas que la escala recoge son aquellas que van en la línea de los buenos tratos,
pues en ninguna cultura las prácticas mal tratantes tienen efectos positivos en el desarrollo de los
niños. En este sentido, su validez es universal. La propuesta que se ha trabajado en esta nueva versión
de la escala, con ocho formas distintas según rango etario, y el hecho de que la escala tenga en total
ochenta revisiones, de jueces de distintas nacionalidades latinoamericanas y representantes de
distintos enfoques teóricos y profesiones, es para resguardar de alguna forma potenciales sesgos
homogeneizantes y moralizantes la realidad que se intenta evaluar. Los ejemplos construidos
para cada ítem representan una variedad de formas en que se concretan las prácticas evaluadas,
pero siempre iluminadas por la evidencia científica respecto a aquello que resulta positivo para un
niño, niña o adolescente. Por otra parte, siempre es prudente recalcar que los cuestionarios tienen
limitaciones y no alcanzan matices que deben quedar a la reflexión profesional. En este sentido, ni
este cuestionario, ni ningún otro, reemplaza el juicio, la reflexión y la experiencia profesional desde la
cual deben ser interpretados sus resultados y los responsables de cuidar esos aspectos y sutilezas
son los profesionales desde el marco de su ética y formación profesional.
En este contexto es que la Escala de Parentalidad Positiva E2P intenta ser una contribución para la
comprensión del constructo competencias parentales, considerando además que el requerimiento de
análisis y valoraciones de esta variable va en aumento, ya no sólo en el contexto judicial, si no que ha
trascendido a áreas como educación, salud e intervención familiar. Desafíos que se van ampliando
en la medida que se va apostando por la construcción de un Sistema de Garantías de Derechos de la
Niñez asociado a avances en leyes como aquellas que crean en Chile la Sub-Secretaría de la Niñez,
dependiente del Ministerio de Desarrollo Social, la Defensoría de la Niñez, la Ley que Sanciona el
Maltrato y la Entrevista Videograbada, la modificación del reglamento de la Ley 20.032 que incorpora
el subprograma de acompañamiento adoptivo, entre otras leyes y adecuaciones administrativas
(Ponce, 2018).
¿Cómo evaluar competencias parentales desde el Modelo ODISEA?
Desde el Modelo ODISEA se postula que la parentalidad es un fenómeno profundo, trascendente e
intrincado que no ha sido analizado desde la óptica de su complejidad. Reiteradamente se le reduce
al análisis de las prácticas de crianza, estilos parentales o actitudes ante la crianza por una parte, o al
análisis de los sistemas de cuidados desde la sensibilidad parental y los modelos operativos internos
que propone la teoría del apego, por otra. Si bien, estos elementos son de lo sumo importantes,
no explican del todo su profundidad, razón por la cual desde el Modelo ODISEA se ha trabajado en
desarrollar una teoría compleja de la parentalidad (Gómez, 2019), desde donde se distinguen diversos
dominios, tales como Lo Heredado, Lo Vivido y Lo Soñado, por un lado y por otro los dominios de Lo
Aprendido, Lo Narrado y Lo Ecológico.
El dominio de Lo Heredado es la historia genético/social con la que se da origen a la parentalidad,
y abarca la propia experiencia como hijo/a y las representaciones de crianza heredadas. El dominio
de Lo Vivido, contiene no sólo la práctica cotidiana de crianza, sino que todo el registro sensorial
de lo que va aconteciendo en la relación con el niño/a. El dominio de Lo Soñado apunta al proyecto
parental y familiar, y a las esperanzas que se forjan sobre el futuro de forma más o menos consciente.
El dominio de Lo Aprendido, donde se establecen las competencias parentales vinculares, formativas,
protectoras y reflexivas. El dominio de Lo Narrado, que involucra el relato y todas las representaciones
Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
53
asociadas a la crianza. El dominio de Lo Ecológico que es la apertura a los sistemas de influencia de
la parentalidad y la vida familiar, considerando a la pareja, otros familiares y la cultura en su conjunto
(Gómez, 2017; 2019)4
La evaluación de competencias parentales, abarca solo algunos de estos dominios, por lo que no
representa el análisis de la experiencia parental en su completitud. La evaluación de competencias
corresponde al dominio de Lo Aprendido y Lo Vivido, por lo tanto, tiene ese alcance temporal: el
presente. Por esta razón se debe tener precaución y comprender que evaluar la competencia no
es evaluar la parentalidad, es solo un aspecto de uno de sus dominios, y sus resultados deben ser
interpretados y valorados en dicha temporalidad.
La evaluación parental será comprendida como un proceso recursivo cuyo fin es promover el
desarrollo de una parentalidad positiva en los adultos responsables de la crianza de un niño para
desplegar cuidados y protección que este necesita. Una de las preguntas que pretende responder
la evaluación de competencias parentales es: ¿Qué oportunidades necesita este adulto para
progresar en su parentalidad de forma que pueda aportar al desarrollo del niño? Para responder esta
interrogante el profesional deberá construir un mapa de oportunidades de crecimiento parental y
familiar que le permita a los cuidadores transitar desde su zona actual de competencia hacia la zona
de desarrollo próximo de la parentalidad.
Como respuesta a esta interrogante, la Escala de Parentalidad Positiva otorga a los profesionales los
insumos mínimos para comprender las prácticas de crianza recomendadas para cada rango etario,
para poder contar con herramientas que le permitan construir una ruta de trabajo para la intervención
con foco en la parentalidad.
En este caso, a través de la evaluación de prácticas de crianza con la Escala de Parentalidad Positiva
E2P v2 es posible indagar aquellas prácticas parentales que la literatura sobre parentalidad y
desarrollo infantil han demostrado que son relevantes para cada ciclo evolutivo de los niños, así como
también se ha considerado la experiencia práctica de los profesionales que intervienen con familias
para su construcción. Pese a que son diversos los factores que impactan en el desarrollo de los niños,
la escala resulta una guía para articular la intervención con foco en la parentalidad, pues es conocido
el impacto que tiene en el desarrollo infantil el despliegue de ciertas prácticas de crianza, prácticas
que, para el mejor análisis y comprensión, han sido organizadas en las dimensiones, vinculares,
formativas, protectoras y reflexivas.
Así, la escala responde al desafío de evaluar competencias parentales mediante el reporte de los
cuidadores, con una estructura amable para quien la contesta, pues invita a través de una serie de
afirmaciones específicas y diversificadas a la reflexión parental. Al plantearse ítems específicos con
ejemplos cotidianos, cercanos y reales, se evitan generalizaciones en la comprensión de quien lee,
así como también se promueven respuestas más honestas y representativas, efecto que también
permitiría reducir, de alguna forma, la deseabilidad social, que es una de las limitaciones de los
instrumentos de autoreporte.
4
Para mayor profundización del Modelo ODISEA, consultar Gómez, E. en Marrone, M., Wolfberg, E., (2019). Apego y Parentalidad. Madrid.
Psimática
54 Capítulo III | La evaluación de competencias parentales
Cabe mencionar que la evaluación con la Escala de Parentalidad Positiva v2 como instrumento de
autoreporte no exime al profesional de utilizar otras herramientas de evaluación que provengan
de otras fuentes de información, pues esta escala otorga un elemento para la comprensión del
desarrollo de las competencias parentales desde el cuidador, pero sus resultados deben ser también
triangulados con insumos obtenidos desde otros sistemas de análisis y otras técnicas evaluativas,
como las sugeridas desde este modelo.
Asimismo, se espera que el profesional, al utilizar esta herramienta evaluativa, cumpla con los
aspectos actitudinales éticos requeridos y nombrados en el primer apartado de este capítulo,
asociados a una actitud constructiva, reflexiva y formativa que promueva emociones de apertura en
las personas.
Al ser, la escala de parentalidad positiva un insumo para evaluar competencias parentales desde
la autopercepción de los cuidadores, son necesarias tener en consideración algunas aclaraciones
respectos de las implicancias de evaluar competencias parentales (Budd, 2005). La evaluación de
competencias parentales debiese considerar los siguientes aspectos:
a) Debe centrarse en las características de la parentalidad y las relaciones padres-hijos no tanto
en la personalidad o funcionamiento cognitivo de los adultos: no interesa tanto el diagnóstico DSM,
sino cómo repercute en el niño. Razón por la cual desde el Modelo ODISEA se descarta el uso de
instrumentos técnicos de estas características y se apuesta por herramientas formativas, como la
Escala de Parentalidad Positiva y la Entrevista de Parentalidad.
b) Analizar las creencias y conocimientos evolutivo-educativos de los padres, sus expectativas
sobre los logros del hijo y sobre sus metas educativas. Este tópico se encuentra reflejado en los
reactivos y ejemplos de la Escala de Parentalidad Positiva.
c) Analizar los comportamientos educativos y las habilidades parentales que despliegan en las
actividades de la vida cotidiana. Este tópico se encuentra reflejado en los reactivos y ejemplos de
la Escala de Parentalidad Positiva.
d) Describir las fortalezas actuales de los padres y no sólo las debilidades en lo que se refiere a
las relaciones padres-hijos y a la cobertura de las necesidades específicas de los hijos. Razón por
la cual la escala de parentalidad positiva tiene como marco referencial la teoría de la resiliencia
y sus reactivos están redactados desde acciones positivas de crianza, pero dentro del rango de
respuestas también pueden ser detectadas tanto las potencialidades como las fragilidades.
e) Identificar aquellas condiciones contextuales que pudieran estar influyendo positiva o
negativamente en la capacidad parental (riesgos y apoyos con visión ecosistémica). Por este
motivo el Modelo ODISEA incluye en su batería técnica de evaluación el Mapa de Redes ODISEA y
se sugiere su uso en conjunto con esta escala en intervención familiar.
Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
55
f) La evaluación debería incluir un pronóstico, así como recomendaciones sobre posibles
intervenciones a realizar para fortalecer las competencias parentales, y los servicios y recursos
que podrían ser de utilidad. Los resultados de este y otros instrumentos técnicos siempre deben
ser pensados en la lógica del insumo para construir el andamiaje necesario para que el cuidador
avance en la zona de desarrollo próxima de la parentalidad, ese es el fin de utilizar formativamente
este tipo de herramientas técnicas.
La evaluación es el proceso de identificar, recolectar y sopesar información en diversos ámbitos
y niveles, para comprender los factores significativos que afectan la protección, permanencia y
bienestar infantil, las capacidades protectoras parentales y la habilidad de la familia para garantizar la
seguridad y desarrollo positivo de los niños, niñas y adolescentes (Jhonson et al, 2006).
La identificación está relacionada con el marco teórico desde el cual se articula la intervención.
Para los profesionales que trabajan desde el Modelo ODISEA existen ciertos referentes teóricos que
ayudan a iluminar aquello que se requiere identificar, esos referentes son: la teoría de la parentalidad
positiva, la teoría del apego, de la resiliencia y el modelo ecológico del desarrollo humano.
Para la recolección de la información se utilizan diversos instrumentos en el marco de los referentes
teóricos señalados y en distintos niveles como se exhibe a continuación:
· ASQ- 3; ASQ -SE
· SDQ-Cas
· FEAS
Evaluación del niño
· Escala de Parentalidad Positiva E2P
· Entrevista E2P para la evaluacIón de competencias parentales
· PBI; PMF; PSI
· PICCOLO
Evaluación del cuidador
· Microanálisis de interacción videada en juego libre
Evaluación vincular
· Mapa de Redes ODISEA
Evaluación de redes
· Escala de Funcionamiento Famiiiar NCFAS-G+R
Evaluación familiar
56 Capítulo III | La evaluación de competencias parentales
En el nivel de evaluación del cuidador, la Escala de Parentalidad Positiva adquiere relevancia, pero
como se puede observar es nutrida con otros referentes evaluativos (ej., la escala PICCOLO, Roggman,
Cook, Innocenti, Jump & Christiansen, 2013) que luego permitirán triangular la información para
sopesarla. Sopesar los datos dentro de la evaluación es un momento crucial, pues permite calibrar
y ponderar la información que se ha obtenido, darle sentido en una lógica de acompañamiento,
recuperar los recursos para crear una intervención a la medida de las familias y pensar en las
oportunidades que ese padre, esa madre o cuidador necesitan para integrar su historia de manera
constructiva. En el Modelo ODISEA la herramienta técnica que cumple esa función es la Escala de
Evaluación Familiar NCFAS-G+R.
De esta forma quedan explicitadas las características de esta propuesta de evaluación, sus alcances
teóricos, éticos y prácticos contextualizados en un marco internacional que demanda con premura la
existencia de herramientas que permitan construir oportunidades para el desarrollo de buenos tratos
hacia las familias y los niños que en ellas habitan.
Capítulo
iv
Validez y
Confiabilidad
de la E2P
58 Capítulo IV | Validez y Confiabilidad de la E2P
Frecuentemente escuchamos decir que la validez es el grado en que una prueba mide lo que se
propone medir. Es decir, sería una propiedad intrínseca a la prueba o test. Esta definición clásica
se ha ido transformando a través del tiempo, discutiéndose la importancia del concepto de validez
de constructo en relación a otras fuentes de validez (Cronbach & Meehl, 1955), y se incorporaron
aspectos éticos, tales como el rol de las consecuencias de la aplicación de las pruebas (Messick,
1989; Messick, 1998).
Estas discusiones desembocaron en un concepto más amplio de validez, que integra tanto diferentes
fuentes, como los aspectos éticos de la aplicación de los instrumentos. Kane (2006) la entiende como
el grado en que la evidencia y teoría pueden justificar los usos propuestos del test o instrumento. En
la misma línea, actualmente la AERA, APA y NCME (2018) definen la validez como “el grado en que
evidencia y teoría respaldan las interpretaciones de puntajes de pruebas para sus usos propuestos”
(p. 11).
Una característica importante de las nuevas definiciones de validez es que ésta deja de ser una
característica propia de los instrumentos de evaluación, ya no se habla de “instrumentos válidos” sino
de la existencia de evidencia a favor del uso e interpretación de los puntajes del test o instrumento
para cierto propósito. Entonces, para poder validar la Escala de Parentalidad Positiva E2P v2,
básicamente buscaremos, en múltiples fuentes, evidencia empírica que permita la interpretación
de puntajes, para el siguiente propósito del instrumento: evaluar reflexivamente la frecuencia de
prácticas de crianza positiva reportadas por un padre, madre o cuidador significativo de niños, niñas y
adolescente entre 0 y 17 años 11 meses de edad.
La pregunta que sigue ahora es: ¿dónde se debe buscar evidencia que permita la validación de la
escala de parentalidad positiva E2P?
Los Standard for Educational & Psychological Testing (AERA, APA & NCME, 2014), proponen diferentes
fuentes de evidencia: (a) evidencias basadas en el contenido del test; (b) evidencias basadas en
los procesos de respuesta; (c) evidencias basadas en la estructura interna del test; (d) evidencias
basadas en la relación con otras variables; (e) evidencias basadas en las consecuencias de la
medición.
Siendo coherente con las definiciones actuales de validez, cada una de estas dimensiones no
corresponden a tipos de validez independientes unas de otras: cada dimensión es una fuente desde
donde recolectar evidencia empírica que permita generar un argumento a favor de las interpretaciones
y usos propuestos.
1. Actualización del concepto de validez
y propósito de la escala
2. Fuentes de evidencias de validez del estudio E2P
Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
59
La búsqueda de información sobre el contenido del test o instrumento busca producir información
sobre la relación del constructo y el contenido del mismo. En el proceso de validación de la escala
E2P, para garantizar la representación del constructo, se elaboró una tabla de especificación,
que desagregaba el constructo de “parentalidad positiva” en: (a) Competencias vinculares, (b)
Competencias formativas, (c) Competencias protectoras, y (d) Competencias reflexivas. A su vez,
cada una de estas dimensiones se desagregó en subdimensiones como se muestra en la figura
1. A cada profesional que participó construyendo propuestas de ítems para un rango de edad
determinado, se les pidió que generaran 5 ítems por cada subdominio, con un total de 25 ítems por
Competencia y un total de 100 ítems iniciales por cada versión de la E2P, para así asegurar que los
ítems representasen la multidimensionalidad del constructo de parentalidad positiva.
Una vez construidos los ítems, se le pidió a 10 jueces expertos en cada versión de la escala, que
evaluaran la coherencia, relevancia y claridad de los ítems puntuándolos en cada dimensión de 1
a 4 según se muestra en la tabla 1 (Escobar-Pérez & Cuervo-Martínez, 2008). Con este puntaje se
construyó un Índice de Validez de Contenido que sirve como evidencia sobre qué tan coherente,
relevante y claro es el ítem, para medir la subdimensión a la que pertenece el ítem.
Figura 1.
2.1 Evidencias basadas en el contenido del test o instrumento
Observación y conocimiento sensible
Interpretación sensible (mentalización)
Regularización del estrés
Calidez emocional
Involucramiento
Garantías de seguridad
Construcción de contextos bien-tratantes
Cuidado y satisfacción de necesidades
Organización de la vida cotidiana
Conexión de redes con apoyo
Construcción de proyecto familiar
Anticipar escenarios relevantes
Monitorear influencias y meta-parentalidad
Historización de la parentalidad
Auto-cuidado parental
Competencias vinculares
Competencias protectoras Competencias reflexivas
Organización de la experiencia
Desarrollo de la autonomía progresiva
Mediación del aprendizaje
Disciplina positiva
Socialización
Competencias formativas
60 Capítulo IV | Validez y Confiabilidad de la E2P
Pudiera ser que los ítems tengan un buen índice de validez de contenido otorgado por los jueces,
pero que empíricamente no midan de forma precisa el constructo. Por ejemplo, imaginemos una
prueba de 80 preguntas que pretende medir competencias parentales a través de situaciones
cotidianas. En dicha prueba, cada pregunta contiene una situación de 200 palabras. Probablemente
2.2 Evidencias basadas en la estructura interna del test o instrumento
Tabla 2. Dimensiones evaluadas por ítem
CATEGORÍA CALIFICACIÓN INDICADOR
CLARIDAD
El ítem se comprende fácilmente,
es decir, su sintáctica y
semántica son adecuados.
COHERENCIA
El ítem tiene relación lógica con
la dimensión o indicador que está
midiendo.
RELEVANCIA
El ítem es esencial o importante,
es decir debe ser incluido
1. No cumple con el criterio
2. Bajo nivel
3. Moderado Nivel
4. Alto Nivel
1. No cumple con el criterio
2. Bajo nivel
3. Moderado Nivel
4. Alto Nivel
1. No cumple con el criterio
2. Bajo nivel
3. Moderado Nivel
4. Alto Nivel
1. El ítem no es claro.
2. El ítem requiere bastantes
modificaciones o una modificación
muy grande en el uso de las palabras
de acuerdo con su significado o por
la ordenación de las mismas.
3. Se requiere una modificación
muy específica de algunos de los
términos del ítem.
4. El ítem es claro, tiene semántica y
sintaxis adecuada.
1. El ítem no tiene relación lógica con
la dimensión.
2. El ítem no tiene una relación
tangencial con la dimensión.
3. El ítem tiene una relación
moderada con la dimensión que está
midiendo.
4. El ítem se encuentra
completamente relacionado con la
dimensión que está midiendo.
1. El ítem puede ser eliminado sin
que se vea afectada la medición de la
dimensión.
2. El ítem tiene alguna relevancia,
pero otro ítem puede estar
incluyendo lo que mide éste.
3. El ítem es relativamente
importante.
4. El ítem es muy relevante y debe ser
Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
61
Se produce evidencia de relación con otras variables para conocer el grado en que un constructo se
relaciona con otros constructos con los que, sustantivamente, deberían relacionarse. Por ejemplo,
si aumentan las competencias parentales vinculares, se esperaría que las mediciones de problemas
emocionales del niño disminuyeran. Esta evidencia de relación con otras variables puede ser
convergente o discriminante. Se busca evidencia convergente cuando se espera que los puntajes de
dos instrumentos varíen de forma positiva y significativa. Se busca evidencia discriminante cuando
teóricamente se piensa que dos variables varían de forma negativa y significativa.
Una fuente de información para la validez consiste en evaluar en qué medida los reactivos activan los
procesos cognitivos que son necesarios para dar cuenta del constructo que se necesita medir. Esta
fuente de validez está recomendada para las ocasiones en que son observadores o jueces los que
evalúan a los evaluados (AERA, APA, y NCME, 2014), por este motivo, no se usó dicha fuente en la
validación de la escala de parentalidad positiva.
2.3 Evidencias basadas en la relación con otras variables.
2.4 Evidencias basadas en los procesos de respuesta.
Esta fuente de información tiene que ver con el análisis de las consecuencias esperadas y no
esperadas de los instrumentos de evaluación. Como las escalas están en proceso de validación, no
existe información sobre las consecuencias de la aplicación del instrumento.
2.5 Evidencias basadas en las consecuencias de la medición
la última pregunta, aunque sea coherente, clara y relevante (buen índice de validez de contenido),
estará midiendo en mayor medida “comprensión lectora bajo cansancio” que “parentalidad positiva”.
También es posible que un ítem de una dimensión no sea lo suficientemente preciso, y que, por tanto,
sirva para medir dos dimensiones.
El Análisis Factorial Confirmatorio (AFC) es un análisis que modela una variable latente (no
observada) que predice los ítems observados. Con este análisis se puede: 1) evaluar si al agrupar los
ítems según la dimensionalidad teórica de la escala, se explican los datos observados, 2) Confirmar
empíricamente la dimensionalidad teórica de la escala, y 3) Evaluar y eliminar los ítems que no son
explicados de buena forma por el constructo latente de cada dimensión o competencia parental.
En definitiva, este análisis permite:
• Saber si los ítems construidos sirven para medir la dimensión o competencia
para la que fue hecha.
• Eliminar los ítems que no sirven para medir la dimensión o competencia para
la que fue hecha.
62 Capítulo IV | Validez y Confiabilidad de la E2P
La muestra fue recolectada a través de cuestionarios aplicados en formato online, y en algunos casos,
formato presencial. Como la validación es para la población chilena, se dejó fuera del análisis a las
madres, padres y/o cuidadores que residían fuera de Chile. También se dejó fuera a los cuidadores
que no aceptaron el consentimiento, a los que reportaban que sus hijos pertenecían a una población
clínica, y aquellos casos en que los padres reportaban que su hijo tenía algún problema grave que le
preocupara. En la siguiente tabla se muestra la cantidad de madres, padres y cuidadores encuestados
para cada una de las escalas (N total = 5.129), y la cantidad de casos de población chilena que
finalmente se utilizó para la validación de las escalas (N total para Chile = 3.187)
El promedio de las muestras producidas para la validación de cada una de las escalas está sobre 300
padres, madres y cuidadores, lo que está dentro del rango aceptable para la cantidad de parámetros
a estimar en una prueba de 60 ítems (Klein, 2015). Las características muestrales se muestran en la
siguiente tabla 4.
3. Obtención de evidencia de validez: producción de datos
y muestra final.
641
398
Muestra con total de
casos recolectados
Muestra final con casos
chilenos usados
Escalas de Parentalidad Positiva E2P v2
11-18
meses
461
278
4-10
meses
526
296
0-3
meses
595
316
19-36
meses
657
418
3-5
años
1354
689
6-7
años
428
280
8-12
años
414
393
13-17
años
694
517
Promedio
Muestra
Tabla 3. Cantidad de casos recolectados y cantidad de casos chilenos usados en la validación
Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
63
Mujer
Mujer
1
Madre
Padre
Abuelo/a
Otro familiar
Cuidador no familiar
C. Básica
Casado/a
Promedio
Hombre
Hombre
2
4
Prefiere no decirlo
3
5 o +
C. Media
Soltero/a
C. Técnica-superior
Divorciado/a
Desv. Estándar
Prefiere no decirlo
C. Media-Ed. Técnica
Separado/a
C. Educación universitaria
Viudo/a
Sexo
Sexo
Cantidad de hijos/as
Parentesco
Escolaridad
Estado civil
Edad
11-18
meses
95,3%
45,7%
61,2%
32,30
4,3%
54,0%
28,4%
1,8%
0,4%
8,3%
0,4%
5,60
93,5%
3,6%
0,4%
2,2%
0,4%
1,1%
7,6%
2,5%
9,7%
79,1%
43,9%
52,9%
1,4%
1,8%
0,0%
0,4%
4-10
meses
97,0%
50,0%
63,2%
32,10
3,0%
50,0%
30,1%
1,4%
0,0%
5,4%
0,0%
5,97
97,0%
1,7%
0,7%
0,7%
0,0%
0,3%
7,8%
3,4%
7,4%
81,1%
44,3%
53,7%
0,7%
1,4%
0,0%
0,0%
0-3
meses
94,0%
44,3%
65,5%
29,89
4,4%
51,6%
24,4%
0,9%
4,1%
7,9%
1,3%
5,39
92,1%
4,4%
0,3%
1,6%
1,6%
1,9%
9,2%
7,0%
29,7%
51,9%
64,2%
32,9%
1,3%
1,6%
0,0%
1,6%
19-36
meses
95,9%
47,1%
S/i
32,80
3,6%
52,2%
S/i
S/i
0,7%
S/i
S/i
4,82
95,9%
3,8%
0,2%
0,0%
0,0%
0,0%
5,7%
0,0%
6,7%
87,6%
52,2%
42,1%
3,1%
2,2%
0,5%
0,5%
3-5
años
96,5%
47,6%
48,3%
34,10
2,9%
50,8%
40,5%
1,5%
1,6%
9,6%
0,1%
5,11
96,2%
2,8%
0,1%
0,6%
0,3%
0,3%
5,1%
3,9%
9,3%
81,4%
49,9%
43,8%
3,8%
2,2%
0,3%
0,6%
6-7
años
97,5%
49,3%
41,1%
35,90
2,1%
48,9%
39,3%
2,1%
1,8%
16,8%
0,7%
6,33
94,6%
2,5%
1,4%
1,4%
0,0%
0,4%
11,4%
1,1%
7,9%
79,3%
45,0%
43,6%
6,1%
5,4%
0,0%
0,4%
8-12
años
87,0%
47,6%
S/i
38,32
11,7%
49,9%
S/i
S/i
2,5%
S/i
S/i
9,14
75,3%
9,2%
2,8%
4,1%
8,6%
12,7%
48,1%
12,7%
22,4%
4,1%
44,3%
37,2%
5,6%
6,9%
2,5%
1,3%
13-17
años
89,2%
44,7%
S/i
41,00
9,1%
48,2%
S/i
S/i
7,1%
S/i
S/i
8,56
85,5%
6,8%
2,1%
0,8%
1,4%
25,3%
7,7%
5,6%
9,7%
51,6%
53,6%
27,9%
8,9%
7,4%
1,2%
1,7%
Cuidador
Bebé, niño/a o adolescente
Sistema familiar
Tabla 4. Caracterización de la muestra según versión de la nueva E2P v2
64 Capítulo IV | Validez y Confiabilidad de la E2P
4. Evidencias de validez de contenido y estructural
La estructura teórica, que se busca validar empíricamente es la mostrada en la figura 1:
Para saber si los ítems permiten medir las dimensiones y/o competencias de la escala E2P
(competencias vinculares, competencias formativas, competencias protectoras y competencias
reflexivas), se construyeron 25 ítems por cada una de las competencias. Posteriormente se modeló
un análisis factorial confirmatorio (AFC) asociando los ítems a cada una de las competencias para la
que fue construido. A partir de estos resultados, se evaluó la cantidad de varianza que comparte el
ítem con la competencia parental respectiva (cargas factoriales, para detalles ver Anexo 2). También
se evaluaron los indicadores de ajuste CFI, TLI, SMSR, RMSEA que dan información sobre si el
modelo teórico reproduce los datos empíricos de buena forma. Posteriormente, se seleccionaron 3
ítems por cada subdominio, con 15 ítems por competencias parental, que tuviesen mejores cargas
factoriales y/o mejor índice de validez de contenido, y luego se volvió a correr el AFC con esos 15
ítems por competencia parental. Los resultados detallados de estos análisis para cada rango de edad
se reportan en el Anexo 3.
Para asegurar la representatividad y cobertura de la complejidad del constructo de parentalidad
positiva, en primera instancia se usó una tabla de especificaciones como se indicó en el apartado
2.1. Esto permite que se construyan 5 ítems por cada subdimensión de cada competencia que se
medirá, y garantiza que en la prueba final existan 3 ítems por cada subdominio de cada competencia
parental.
4.1 ¿Qué estructura teórica de la E2P buscamos validar?
4.2 ¿Cómo se midió la validez estructural de la nueva escala E2P?
4.3 ¿Cómo se midió la validez de contenido de la escala E2P v2?
Observación y conocimiento sensible
Interpretación sensible (mentalización)
Regularización del estrés
Calidez emocional
Involucramiento
Garantías de seguridad
Construcción de contextos bien-tratantes
Cuidado y satisfacción de necesidades
Organización de la vida cotidiana
Conexión de redes con apoyo
Construcción de proyecto familiar
Anticipar escenarios relevantes
Monitorear influencias y meta-parentalidad
Historización de la parentalidad
Auto-cuidado parental
Competencias vinculares
Competencias protectoras Competencias reflexivas
Organización de la experiencia
Desarrollo de la autonomía progresiva
Mediación del aprendizaje
Disciplina positiva
Socialización
Competencias formativas
Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
65
Posterior a la construcción de ítems, se les pidió a 10 jueces para cada rango de edad de la E2P
v2, que evaluaran qué tan claro, coherente y relevante era cada ítem. Con estas puntuaciones se
construyeron tres Índices de Validez de Contenido. El índice de validez de contenido de cada ítem
(I-IVC) construido con la proporción de jueces que consideraron válido el ítem para cada dimensión; el
índice de validez de contenido de la escala completa versión liberal (S-IVC/Ave) construido como un
promedio de todo los I-IVC para cada dimensión, y el índice de validez de contenido versión estricta
(S-IVC/UA), construido como la proporción de ítems que lograron validez por parte de todos los jueces
en todas sus dimensiones (Polit & Beck, p. 492, 2006).
Se construyeron 100 ítems, 25 por cada competencia parental y 5 para cada subdimensión. Como
la prueba final debía ser de 60 reactivos, se eliminaron 40 afirmaciones, 10 en cada competencia
parental (2 en cada subdimensión). Para este proceso, se evaluaron en forma conjunta los índices de
validez de contenido, y la cargas factoriales del análisis factorial confirmatorio. En definitiva, se dejó
fuera los ítems con menores cargas factoriales e índices de validez de contenido.
Una excepción para este procedimiento fueron las escalas de 8 a 12 años y de 13 a 17, pues
la versión final de estas escalas es de 56 ítems. Esto, debido a que, para garantizar la validez
estructural, se tuvo que eliminar 4 ítems más de lo planificado.
Como se muestra en la Tabla 5, el promedio de los índices
de validez de contenido tanto liberal, como estricto se
encuentran por sobre 0.9 y 0.8 respectivamente, que es
lo considerado deseable para asegurar una validez de
contenido por parte de los jueces (Polit & Beck, p. 492,
2006).
Por otro lado, tanto la mediana como el promedio de
las cargas factoriales es cercano a 0.7, lo que indica
que el conjunto de ítems comparte cerca del
50% de la varianza correspondiente al
constructo latente de la competencia
parental respectiva. Si bien se observa
que en todas las escalas existen
cargas factoriales mínimas bajo 0.5,
la desviación estándar de las cargas
es pequeña, lo que quiere decir que
la mayoría de las cargas factoriales
se encuentra entre 0.6 y 0.8 (para
detalles de las cargas factoriales,
consultar Anexo 3).
4.4 Procedimiento de evaluación de validez estructural y de contenido
4.5 Resultados de validez estructural y de contenido en todas
las escalas E2P
66 Capítulo IV | Validez y Confiabilidad de la E2P
0.99
0.68
0.42
0.81
0.69
0.90
0.10
S-IVC/AVE
Promedio de cargas
factoriales
Min
S-IVC/UA
Mediana carga factoriales
Max
Desv. Estándar
Escala E2P
11-18
meses
0.99
0.68
0.41
0.93
0.70
0.84
0.10
4-10
meses
0.97
0.72
0.35
0.57
0.74
1.00
0.11
0-3
meses
0.98
0.71
0.45
0.85
0.71
0.95
0.11
19-36
meses
0.99
0.65
0.36
--
0.66
0.86
0.09
3-5
años
0.99
0.68
0.44
0.83
0.67
0.92
0.09
6-7
años
0.99
0.69
0.45
0.75
0.70
0.93
0.10
8-12
años
0.99
0.61
0.42
0.88
0.61
0.82
0.10
13-17
años
0.99
0.70
0.46
Promedio de
todas las escalas
Validez de Contenido
Validez Estructural
Tabla 5. Resumen de índices de validez de contenido y validez estructural
0.85
0.71
0.89
0.09
El análisis de relación con otras variables muestra evidencia convergente y discriminante confirmando
empíricamente las hipótesis de cómo deberían comportarse teóricamente las escalas. La E2P
v2 se relaciona negativamente con sintomatología emocional negativa, problemas conductuales,
hiperactividad y problemas con compañeros (SDQ), estrés parental, interacción disfuncional cuidador-
hijo y con las percepciones de los padres respecto a las conductas de los niños (PSI-SF). A su vez,
la E2P v2 se relaciona positivamente con la autoeficacia respecto al rol parental (EEP), y con las
mediciones de prosocialidad (SDQ) y seguridad emocional percibida en el niño o niña (DECA).
5.1 Resultados de validez de relación con otras variables
Se evaluaron las relaciones lineales de las escalas de parentalidad positiva, con otros instrumentos.
Dado que sustantivamente se espera que las competencias de parentalidad positiva se relacionen
significativamente con distintos constructos según la edad, se usaron distintos instrumentos
según el rango de edad de la escala: la escala EEP que mide la autoeficacia respecto al propio rol
parental (Farkas-Klein, 2008); una dimensión de seguridad emocional percibida por los cuidadores
de la escala DECA (Powell, Mackrain, & LeBuffe, 2007); la escala SDQ que mide problemas de
conducta, hiperactividad, síntomas emocionales, problemas con compañeros y conducta prosocial
(Goodman, 2001); y la escala PSI-SF que mide estrés parental, interacción disfuncional cuidador-hijo,
y percepciones de los padres respecto de las conductas de los niños (Abidin, 1995; Aracena et al.,
2016) (Tabla 3)
5. Evidencias de relación de la Escala E2P con otros
instrumentos
Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
67
A pesar de lo anterior, se observa que la escala de 13 a 17 años no se relaciona ni positiva, ni
negativamente con síntomas emocionales, problemas de conducta, hiperactividad, y problemas con
compañeros. Esto puede deberse a que, al aumentar la edad cronológica, las fuentes que tienen
un efecto en los problemas emocionales, problemas de conducta, hiperactividad, y problemas con
compañeros del adolescente se vuelven menos dependientes de las competencias parentales de los
padres.
EEP
Síntomas
emocionales
Hiperactividad
Interacción
disfuncional
DECA (Apego)
Problemas
de conducta
Estrés parental
Problemas con
compañeros
Niño difícil
Prosocialidad
Escalas de Parentalidad Positiva
11-18
meses
.250***
.344***
4-10
meses
.360***
.417***
0-3
meses
.376***
.354***
19-36
meses
-.233**
-.169**
-.265**
-.151**
.303**
3-5 años
3 a
-.224***
-.169*
-.314***
-.268***
.405***
4-5 a
-.271***
-.147**
-.244***
-.254***
.407***
6-7
años
13-17
años
-.367*** -.038
-.030
-.320***
-.164
-.212***
-.354***
-.003
-.104
-.436***
.035
284*** .409***
8-12
años
-.225**
-.108*
Tabla 6. Correlación entre puntaje total de la E2P v2 y otros instrumentos de evaluación
-.162**
-.089
.375***
SDQ
PSI
*** = p < .001
** = p < .01
* = p < .05
68 Capítulo IV | Validez y Confiabilidad de la E2P
6. confiabilidad
Intuitivamente podemos pensar en una persona que un día nos dice que nos guardará un secreto
y al día siguiente lo cuenta. Probablemente no confiemos en esa persona porque su palabra es
inconsistente en el tiempo. Este mismo principio se aplica a los instrumentos de evaluación. La
confiabilidad es la consistencia de los puntajes obtenidos entre replicaciones de un procedimiento de
evaluación (AERA, et al, 2018). Es decir, un instrumento será confiable si sistemáticamente arroja los
mismos puntajes en presencia de la misma magnitud del atributo medido.
Como la definición de confiabilidad contiene una dimensión temporal, se han desarrollado formas de
acercarse a la definición de confiabilidad para pruebas aplicadas una sola vez. Entre los coeficientes
de coherencia interna, se encuentra el Alpha de Cronbach. Este índice entrega información sobre qué
tan consistentes son los puntajes al interior de la prueba. Es decir, evalúa en qué medida el conjunto
de ítems está midiendo el o los mismos atributos en un momento dado. Esta característica es la
principal diferencia que tiene con los análisis factoriales en el contexto de validación: mientras que
el Alpha de Cronbach evalúa si el conjunto de ítems se comporta de manera consistente, el análisis
factorial confirmatorio evalúa la dimensionalidad del test.
Tal como se observa en la tabla 7, los índices de consistencia interna se mantienen sobre 0.7 lo que
indica que las escalas miden el o los mismos constructos de la dimensión, pero además en promedio
no sobrepasan el 0.95 para ser considerados ítems redundantes.
6.1 Resultados de consistencia interna de los ítems de la prueba.
Escalas de Parentalidad Positiva E2P v2
11-18
meses
4-10
meses
0-3
meses
19-36
meses
3-5
años
6-7
años
8-12
años
13-17
años
Promedio
0.88
0.94
0.78
0.87
0.87
Vinculares
Escala total
Protectoras
Formativas
Reflexivas
0.86
0.93
0.73
0.83
0.84
0.90
0.95
0.79
0.86
0.87
0.87
0.96
0.78
0.89
0.89
0.86
0.94
0.73
0.87
0.86
0.87
0.94
0.77
0.88
0.87
0.88
0.95
0.81
0.87
0.89
0.87
0.93
0.73
0.83
0.81
0.89
0.96
0.89
0.96
0.90
Tabla 7. Índices de consistencia interna (Alpha de Cronbach) de las Escalas E2P según dimensión
Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
69
Las tablas de interpretación se construyeron asignando puntajes que indican mayor presencia de la
competencia a cada nivel de la escala. Los puntajes van desde 0 a 4 para los niveles nunca y siempre
respectivamente. Luego se calcularon los totales brutos de cada dimensión (competencias vinculares,
competencias, formativas, competencias protectoras y competencias reflexivas), y de toda la escala.
A partir de estos puntajes se calcularon los deciles de la muestra, y se asignaron tres categorías:
los puntajes desde el mínimo al tercer decil corresponden a la Zona de Baja Frecuencia; los
puntajes sobre el tercer decil y hasta el 5to decil, corresponden a la Zona de Frecuencia Intermedia;
los puntajes sobre el 5to decil hasta el máximo corresponden a la Zona de Alta Frecuencia. Esta
categorización en zonas se realizó para cada dimensión y para el puntaje total de la escala. También
se transformaron los puntajes brutos de cada dimensión y los puntajes de la escala total a puntajes
T, lo que permite comparar los resultados entre dimensiones en función del promedio del puntaje
obtenido en cada subdimensión (T= 50). Para acceder a las tablas de puntajes T, escribir a
leyla.contreras@americaporlainfancia.com
Siendo coherente con la concepción desarrollada en el escrito, en cuanto no hay instrumentos válidos,
sino que la validez es una característica de los puntajes de la prueba (no de la prueba) (AERA, APA,
y NCME, 2014), se puede decir que los puntajes de la Escala de Parentalidad Positiva E2P v2 se
pueden interpretar como un indicador que entrega información sobre la complejidad del constructo
competencias parentales, utilizando como proxy la autopercepción de prácticas de crianza positivas,
tanto de forma agregada (puntaje total) como de forma desagregada (competencias vinculares,
formativas, reflexivas y protectoras).
7.2 Interpretación de resultados
7. Interpretación de puntajes
7.1 Construcción de tablas de interpretación según percentiles de la población
70 Capítulo V | Presentación de la escala
SEGUNDA sección
La escala de
parentalidadpositiva
E2P v.2
Capítulo
V
Presentación
de la escala
72 Capítulo V | Presentación de la escala
La Escala de Parentalidad Positiva E2P v2 fue construida entre 2016 y 2019 por Esteban Gómez y
Leyla Contreras en calidad de autores, junto a un gran equipo de colaboradores de Fundación América
por la Infancia y otras instituciones, jueces expertos de distintas profesiones y países, y José Pezoa,
asesor metodológico perteneciente al Centro de Mediciones de la Pontificia Universidad Católica de
Chile, MIDE-UC. La escala se construyó sobre la base de una serie de estudios entrelazados (todos
apuntaban al mismo objetivo de diseñar un nuevo cuestionario en el área de la crianza respetuosa) y
al mismo tiempo únicos (ya que cada versión cubre un rango de edad con características específicas
a esa edad).
El resultado de este esfuerzo fue contar con ocho estudios, cada uno con 10 jueces expertos para
ofrecer un total de 80 revisiones en profundidad, una muestra final de 3.187 sujetos para Chile y un
total de 5.129 para Latinoamérica. Estos ocho estudios aportaron indicadores de validez de contenido
mediante uso de jueces expertos, validez estructural mediante análisis factorial confirmatorio,
validez concurrente y discriminante mediante correlaciones con otros instrumentos, así como de
su confiabilidad mediante análisis de consistencia interna para cada una de las ocho escalas (los
detalles se presentan en el capítulo IV y en los Anexos de este Manual; así mismo, se dispone de
informes detallados para cada uno de los 8 estudios realizados, que pueden solicitarse escribiendo a
leyla.contreras@americaporlainfancia.com).
La E2P v2.0 se basa en la primera versión del instrumento desarrollada por Gómez y Muñoz en 2011,
pero actualizada y mejorada en varios aspectos: (a) se renueva por completo su estructura teórica,
incorporando un nuevo esquema de competencias parentales desarrollado y actualizado por Gómez
(2016; 2019); (b) se crean ocho versiones en vez de una sola, diferenciando según rangos de edad
de los niños y niñas, comenzando a los 0 meses y finalizando a los 17 años 11 meses de edad; (c) se
incorporan análisis estadísticos y de validez de contenido más sofisticados que la primera versión;
(d) se usan muestras adecuadas en cada rango de edad, fluctuando entre 300 y 500 casos; (e) se
construyen reactivos específicos a cada rango de edad, a partir tanto de un análisis de la literatura
sobre desarrollo infanto-juvenil esperado, como de análisis de otros cuestionarios de crianza y la
sabiduría práctica de padres, madres y cuidadores, profesionales expertos y de los propios autores; (f)
se incluyen ejemplos prácticos de situaciones concretas de la crianza en cada rango de edad.
La nueva Escala de Parentalidad Positiva E2P v2.0. es un cuestionario de auto-reporte que presenta
60 afirmaciones sobre prácticas cotidianas de crianza, organizadas en cuatro áreas de competencia
parental: vinculares, formativas, protectoras y reflexivas. Frente a cada afirmación, la persona debe
reflexionar pensando en los últimos tres meses y auto-evaluarse respecto al grado de frecuencia con
que realiza cada una de esas prácticas de crianza con un hijo/a en particular, en una escala Likert de
cinco opciones: nunca, casi nunca, a veces, casi siempre y siempre. Todas las afirmaciones describen
prácticas de crianza positivas, esto es, beneficiosas para el desarrollo positivo de bebés, niños, niñas
y adolescentes según la evidencia científica disponible. Por ello, la dirección de las respuestas es una
sola: a mayor frecuencia, mayor puntaje, y a mayor puntaje se considera un escenario más favorable
para los niños y niñas del sistema familiar evaluado.
Como cuestionario perteneciente al Modelo ODISEA, la E2P responde a una lógica formativa, es
decir trasciende la lógica constatativa de las intervenciones basadas en el control y emerge desde el
paradigma evaluativo-formativo. Sus implicancias son variadas, supone situarse desde una ética del
Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
73
acompañamiento, en donde la evaluación es un acto reflexivo, parte de un mecanismo de resiliencia
y además concibe la evaluación como un dispositivo que se ofrece a la familia como posibilidad de
crecimiento parental.
La Escala de Parentalidad Positiva es un instrumento bifocal, su primer objetivo al encontrarse
al servicio de los padres y cuidadores, es suscitar procesos comprensivos y sanadores en ellos
y un segundo objetivo es que el profesional adquiera una óptica de las competencias parentales,
interpretando siempre los resultados desde una matriz de oportunidades, es decir, pensar qué
necesita este padre o cuidador para desarrollar una parentalidad más sensible. Pensar desde la
oportunidad supone reconocer que no todos los padres o cuidadores parten desde el mismo lugar,
pues varios se encuentran en puntos de partidas de considerable vulnerabilidad y desarrollan la
parentalidad en contextos discapacitantes que complejizan su potencial (Ramírez, 2019 en contacto
personal).
Los resultados de este cuestionario no constituyen un diagnóstico, si no que más bien constituyen
una posibilidad para conocer la forma en que el adulto se piensa como cuidador, es una medida de
la persona consigo misma, que permite acceder a la representación parental en la cotidianeidad y por
eso que no está permitido su uso en la práctica forense. La interpretación de los resultados, en esta
versión, se realizará mediante una propuesta de análisis de perfiles, para endilgar una reflexión que
represente de manera más genuina las diferentes formas de ser padres y poder construir caminos de
acompañamiento más eficaces.
El supuesto teórico que hay detrás de esta medición, es que la práctica de crianza es una
manifestación conductual de un sistema de creencias y actitudes, sostenidas en un contexto que le
dan sentido y posibilidad. Así la práctica, situada en el presente, es la posibilidad de manifestación de
la actitud que se encuentra inscrita en una experiencia histórica, la de haber sido hijo, a la cual se le
insuma, conocimientos y creencias de la crianza en el presente.
La agrupación de la comprensión de estas prácticas en un esquema de competencias es útil en la
medida que permite establecer una organización comprensiva de estas. Además, la existencia de
rangos etarios representa la idea de dinamismo de la parentalidad en desarrollo, lo que supone
la posibilidad de abrir un espacio para pensar como “ir siendo” padres y no asumir una titularidad
nominativa a priori desde la condición de ser padres y cuidadores.
El esquema de competencias, organizado en cuatro factores, posibilita comprender cómo se
distribuyen las competencias en un sistema de cuidado, no desde una unidad de cuidado, pues no son
individuos los que cuidan, sino que son sujetos en un contexto. El reconocimiento de esta realidad
permite pensar dos aspectos relevantes: primero, el importante desamparo en el cual se sienten
muchos padres y cuidadores, lo que da sentido a la existencia de este tipo de herramientas y en
segundo lugar, permite pensar los roles parentales desde la función parental, es decir no son roles
adscritos y restringidos de quienes tienen la titularidad de padre o madre sino más bien son funciones
74 Capítulo V | Presentación de la escala
de cuidado que se distribuyen en un sistema, el cual interactúa con la cultura, costumbres, momentos
históricos y políticos. Por esta razón este cuestionario debiese ser respondido por los adultos que
conforman el sistema de cuidado, pues se parte del supuesto de que no se puede pedir a una sola
persona que resulte altamente eficiente en el desarrollo de todas las competencias, sino que, por el
contrario, la evaluación se dirige hacia la adecuación parental mínima y no máxima de un sujeto dado
que lo que se buscar es un estándar mínimo resiliente.
La Escala de Parentalidad Positiva, está ligada no solo a las nociones de trayectoria de parentalidad
y desarrollo de la parentalidad previamente indicados, sino también al concepto de parentalidad del
desarrollo, en inglés, developmental parenting (Roggman et al., 2008) el cual dentro de lógica de la
hipótesis de trabajo del Modelo ODISEA, explica el impacto que tiene la parentalidad en el desarrollo
infantil en tres focos: desarrollo socioemocional, cognición y lenguaje. El concepto de parentalidad
del desarrollo invita a identificar las prácticas parentales para apoyar las competencias de aprendizaje
y del desarrollo de los niños. Lo medular del concepto dice relación con valorar el desarrollo del niño
y ajustarse a sus cambios, es decir pensarse en un continuo que va construyendo un terreno para la
parentalidad. Un desafío relevante para los padres es poder valorar no solo aquellos hitos “positivos”,
es decir aquellos que demuestran un nivel de logro y avance en el desarrollo de los niños, por
ejemplo, la primera sonrisa, las primeras palabras, los primeros pasos, sino que también aquellos que
aparentemente pudiesen ser interpretados como aspectos “negativos” como los: “¿por qué no?”, “¿por
qué?”, “no quiero”, “no me gusta”, pero que también se constituyen en logros del desarrollo, pues se
requieren habilidades de exploración y comunicación para que estos emerjan (Roggman et al.,, 2008).
Así, este concepto es crucial para la escala de parentalidad positiva porque sitúa el foco en ayudar
a los cuidadores a reflexionar acerca de sus hijos mediante sus propias prácticas parentales. Esto
implica que los ítems de la escala intentan ser sensibles a la experiencia parental, en cuanto a los
pensamientos y emociones que en ella emergen, así como también intenta abordar estas prácticas en
un marco representativo de los aspectos sustantivos del desarrollo infantil.
La propuesta de developmental parenting diferencia entre tres modelos de aproximación hacia la
intervención a la infancia: (a) programas basados en el niño, asociado a los profesionales que trabajan
directamente con el niño estimulando ciertas áreas del desarrollo pero que no transfieren estás
competencias a los padres para dar continuidad a los resultados, (b) basados en los padres, donde se
trabaja con estos desde un niño que no está presente y desde donde se otorgan directrices respecto
de “qué se debe hacer” con él, (c) programas basados en la parentalidad, en donde se trabaja en la
relación “in situ”. La propuesta de la presente escala se encuentra pensada en la lógica de promover
intervenciones desde el último modelo, es decir propiciando el desarrollo de las competencias
parentales desde la experiencia práctica y cotidiana de la parentalidad y sus reactivos están pensados
para constituirse en un insumo valioso para este tipo de abordajes.
Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
75
Novedades en la E2P v2
Esta segunda versión de la escala E2P fue construida para ofrecer mayor validez y sensibilidad a las
diferencias y cambios observados en las prácticas de crianza positiva y respetuosa a lo largo del ciclo
vital, identificando para ello ocho rangos de edad: (1) 0-3 meses: desde 0 meses y 1 día hasta 3 meses
y 30 días; (2) 4-10 meses: desde los 4 meses y 0 días hasta 10 meses y 30 días; (3) 11-18 meses:
desde los 11 meses y 0 días hasta los 18 meses y 30 días; (4) 19 a 36 meses: desde los 19 meses y
0 días hasta los 36 meses y 30 días; (5) 3 a 5 años: desde los 37 meses y 0 días hasta los 5 años, 11
meses y 30 días; (6) 6 a 7 años: desde los 6 años, 0 meses y 0 días hasta los 7 años, 11 meses y 30
días; (7) 8 a 12 años: desde los 8 años, 0 meses y 0 días hasta los 12 años, 11 meses y 30 días; (8) 13
a 17 años: desde los 13 años, 0 meses y 0 días hasta los 17 años, 11 meses y 30 días.
El cuestionario tiene 5 opciones de respuesta en todas las versiones. Se le pide a la persona que
marque la opción “Nunca” si la frase describe una situación que nunca sucede o que no representa
su vida cotidiana; “Casi Nunca”, si la frase describe una situación que sucede muy poco en su vida
cotidiana; “A veces” si la frase describe una situación que sucede a veces o en ocasiones; “Casi
siempre” si la frase describe una situación que sucede habitualmente en su vida cotidiana; y “Siempre”
si la frase describe una situación que sucede siempre en su vida cotidiana.
Cada una de las escalas tiene un área con el rango de edad claramente señalado en la parte superior,
un área de identificación para completar con los datos de la persona que responde, un área de
breve presentación e instrucciones para completar el cuestionario, y luego los 60 reactivos con sus
respectivas opciones de respuesta, como se muestra en la siguiente imagen:
Nótese que los reactivos están separados
por líneas delgadas, pero cada 15 ítems
hay una línea gruesa: ésta demarca el paso
de un área de competencia parental a la
siguiente (vincular, formativa, protectora,
reflexiva), con la intención de facilitar la
posterior tarea de asignación de puntajes
y cálculo de perfiles (esto se revisa en el
capítulo de Interpretación de la escala E2P).
Al final de todo el cuestionario se ha
añadido un área de observaciones, para
consignar cualquier información que
pueda resultar importante de tener en
consideración a la hora de corregir e
interpretar los resultados del cuestionario
(aspecto que será particularmente
importante cuando se trate de un uso
clínico para intervención en competencias
parentales).
76 Capítulo V | Presentación de la escala
Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
77
Capítulo
VI
administración
de la escala
78 Capítulo V | Presentación de la escala
La escala E2P es un cuestionario de auto-reporte y fácil administración. A continuación, se
especifican las condiciones físicas y psicológicas mínimas a tener en cuenta cuando se administre la
escala, así como consideraciones especiales respecto a la incorporación de los padres, la aplicación
en contextos de institucionalización, en procesos judiciales y con culturas y etnias diversas.
Condiciones físicas para la administración de la E2P
Para administrar adecuadamente la E2P se necesita un espacio tranquilo, libre de ruidos molestos,
con adecuada luminosidad y temperatura. Se requiere disponer de equipamiento mínimo para que
la persona pueda responder, como silla cómoda y mesa o escritorio. Si la E2P será utilizada para
tamizaje de grandes grupos, puede usarse una sala de clases, una sala amplia acondicionada para
realizar talleres o cursos, incluso una sala de espera en un Centro de Salud, Hospital, Jardín Infantil,
Centro Comunitario o de Junta de Vecinos, Colegio y Programa Social.
La E2P puede administrarse en formato de papel o electrónico. En el primer caso, el profesional debe
revisar el material a utilizar con anticipación, cuidando haber elegido la versión correcta según la edad
del hijo/a o niño/a a cargo de la figura parental que contestará la E2P. Debe revisar que estén todas
las páginas que incluye la versión escogida, cuidando que la calidad de la impresión o fotocopia sea
legible. Para administrar el formato de papel de la E2P se requiere además disponer de lápices en
caso de que la persona no traiga consigo.
En el segundo caso, el profesional o la institución que utilizará la E2P puede optar por construir
un formulario online para aplicar masivamente el cuestionario o para ir registrando respuestas
individuales en una base de datos común (siempre en estos casos deben cuidarse los aspectos
éticos de la administración, considerando el uso de Consentimiento Informado y protección de datos
sensibles). Para ello, deberá habilitar computadoras personales o tablets conectados a internet.
Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
79
Condiciones psicológicas para la administración de la E2P
Al administrar la E2P, se debe cuidar la intimidad de la persona, por lo que una vez iniciado el proceso
de respuesta, no se le debe interrumpir, cuestionar o inducir en ninguna dirección. Tampoco se debe
observar lo que la persona está respondiendo ya que puede alterar los resultados de la evaluación. Se
está evaluando aspectos delicados de la vida íntima de cada padre, madre o cuidador, que remiten a
su historia de crianza, a su experiencia de vida actual y a diversas situaciones que pueden movilizar
emociones en quien responde. El ambiente entonces, que rodea la evaluación, debe ser respetuoso,
protegido y bien tratante en todo momento.
Un aspecto importante es que la persona debe estar en condiciones adecuadas para contestar
el cuestionario. Esto implica que debe chequearse que las necesidades básicas de alimentación,
hidratación, descanso y seguridad personal estén cubiertas antes de aplicar la E2P. En nuestra
experiencia, hemos registrado casos en que se pasa por alto estas necesidades, alterando la
disposición, nivel de conciencia y honestidad con que la persona abordaba el proceso de examen
reflexivo de las propias prácticas de crianza que demanda la E2P.
Otro elemento a considerar dice relación con el momento del proceso evaluativo en que se pasa el
instrumento. Porque se ha visto que cuando se aplica en momentos muy iniciales de un proceso
de intervención en competencias parentales, la persona puede no tener la apertura emocional para
responder con honestidad y confianza un cuestionario de este tipo. Esta consideración no implica
que no pueda usarse la E2P en una primera entrevista, pero el profesional debe tener en cuenta estos
elementos para la posterior interpretación de los resultados de la escala.
La E2P puede activar reacciones emocionales diversas. La experiencia de estos años ha mostrado
que mayoritariamente genera procesos reflexivos positivos en las personas, caracterizado por llevar
a realizar un examen sistemático de la propia parentalidad, así como una conexión con la propia
historia, la propia infancia, y lo hermoso y doloroso de esa historia. Por ello, es habitual que las
personas se emocionen al contestar la E2P, se sorprendan y evoquen recuerdos de su historia pasada
y presente. En algunos pocos casos, pueden generar la remoción de experiencias dolorosas y activar
en quien responde la necesidad de compartir parte de esa historia con alguien. En esos casos, el
profesional que administra la escala debe estar atento y disponible para oficiar de refugio seguro en
la tormenta, o de acompañante y guía reflexivo en el aprendizaje, una vez finalizado el proceso de
respuesta de toda la escala.
En nuestra experiencia, la administración de la E2P toma en promedio 15 a 20 minutos para
personas con un nivel básico de alfabetización y comprensión lectora. En caso contrario, cuando
hay dificultades en esta área, o cuando hay impedimentos físicos (temblor de manos, dificultades
visuales, etc), el profesional puede auxiliar la administración de la escala. Por ejemplo, leyendo cada
ítem e indicarle a la persona dónde están las posibilidades de respuesta y cuáles son esas opciones;
o en casos extremos, el profesional puede marcar las respuestas, previa petición explícita de quien
responde. También puede ser útil imprimir un tarjetón grande con las opciones de respuesta en letras
de gran tamaño que la persona puede indicar con su dedo, y así se facilita el proceso de selección de
respuestas que el profesional va llenando en la escala.
80 Capítulo V | Presentación de la escala
Instrucciones para el evaluador
Consideraciones especiales en la administración de la E2P
Una vez que ha chequeado todas las condiciones previas de implementación, el profesional o técnico
que realiza la aplicación debe explicar la consigna que viene escrita en el cuestionario, ya sea en
formato de respuesta individual o en formato de respuesta grupal. La consigna sugerida (que puede
ser adaptada según necesidades culturales o institucionales) es la siguiente:
“La Escala de Parentalidad Positiva (E2P) es un cuestionario muy sencillo que puede
contestarlo cualquier adulto responsable de la crianza de un niño o niña. Su objetivo
es identificar aquellas prácticas que usted usa al relacionarse con su hijo, hija, niño o
niña a su cargo. Por favor asegúrese de entender muy bien estas instrucciones antes de
continuar.
En el cuestionario se presentan una serie de frases que describen situaciones habituales
de crianza. Frente a cada afirmación se le pide escoger entre 5 opciones: Nunca, Casi
Nunca, A veces, Casi Siempre y Siempre. Si la frase describe una situación que nunca
sucede o que no representa su vida cotidiana marque Nunca. Si la frase describe una
situación que sucede muy poco en su vida cotidiana marque Casi Nunca. Si la frase
describe una situación que sucede a veces o en ocasiones marque A Veces. Si la frase
describe una situación que sucede habitualmente en su vida cotidiana marque Casi
Siempre. Si la frase describe una situación que sucede siempre en su vida cotidiana
marque Siempre.
Por ejemplo, si durante los 3 últimos meses la afirmación: Me doy cuenta cuando algo
es agradable o desagradable para mi hijo/a (ej., en su forma de moverse, sus caras, sus
palabras, etc.) describe una situación que sucede a veces o en ocasiones marque A Veces.
Si usted no es el padre o madre del niño/a, asuma que donde dice “hijo” o “hija” se refiere
al niño, niña o adolescente que usted está criando o cuidando. Recuerde marcar una sola
opción en cada afirmación. Conteste todas las preguntas del cuestionario. Por favor,
conteste con la mayor sinceridad posible. No hay respuestas correctas o incorrectas; por
ello, escoja la respuesta que mejor refleje su realidad”.
La E2P es un cuestionario sencillo que cualquier responsable de crianza puede contestar. Sin
embargo, hay ciertas situaciones que tienen matices que un profesional puede pasar por alto,
sin ver su importancia o particularidad.
La E2P es una herramienta coherente con el enfoque de la parentalidad positiva, que nos invita
a trabajar desde una mirada ecológica y sistémica del desarrollo humano. En esta mirada,
anclada en el cambio de paradigma que estamos viviendo, la inclusión activa y determinada
de los padres en la evaluación e intervención se vuelve un imperativo teórico, profesional y
ético (Rohner & Veneziano, 2001). Dicho de otra forma, no puede concebirse la evaluación e
1. Incorporar a los padres
Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
81
intervención familiar, sin considerar a los padres (incluso cuando éstos no están presentes,
en un plano simbólico siempre están presentes5
). Entonces, conminamos a los profesionales
que administren la E2P a siempre explorar la presencia y disposición del padre a participar en
la evaluación de competencias parentales contestando la E2P. Y en aquellos casos en que no
exista un padre presente, o éste no quiera participar contestando la escala, invitamos a explorar
qué otra persona del sistema familiar podría estar cumpliendo ese rol para incorporarla en la
evaluación.
Incluir a los padres o a quien cumpla ese rol en la administración de la Escala E2P permite
construir perfiles complejos del “Sistema de Parentalidad”, permitiendo comprender diversas
formas en que se distribuyen o no las competencias parentales evaluadas. La construcción
de estos perfiles y sus consecuencias para la evaluación es un aspecto que se abordará en el
capítulo de Interpretación de la E2P.
5
Obviamente, para contestar la E2P se requiere de alguien físicamente presente. Aquí queremos señalar que el padre biológico, incluso en
casos de muerte o abandono, siempre está presente simbólicamente en la narrativa familiar, de múltiples maneras, con múltiples efectos
importantes de considerar en la evaluación. Si bien la E2P no permite acceder a la complejidad de este fenómeno, existen otras formas de
hacerlo, como la Entrevista de Apego Adulto, las Historias Lúdicas de Apego o entrevistas semi - estructuradas ad hoc.
La escala de parentalidad positiva E2P contiene un conjunto de afirmaciones que dan cuenta
de prácticas de crianza pensadas en un cotidiano, razón por la cual su consigna remite a que
la persona piense en un periodo de tiempo que cubra los últimos tres meses de su vida y las
opciones de respuesta para cada ítem se plantean en términos de frecuencia (nunca, casi
nunca, etc.). En contextos de institucionalización, puede ocurrir que los padres o cuidadores
no hayan tenido un contacto regular y suficiente que permita un despliegue mínimo de
sus prácticas de crianza, o que éstas hayan sido interrumpidas del todo, razón por la cual
los ítems no serán necesariamente representativos de su experiencia parental previa a la
institucionalización.
2. Contextos de institucionalización
82 Capítulo V | Presentación de la escala
En este caso, se sugiere no administrar el instrumento dado que podría perjudicar a las
personas evaluadas o el sesgo de deseabilidad social podría resultar inevitable y la evaluación
sería finalmente estéril. Hace unos años, en Fundación Ideas para la Infancia se inició la
construcción de una E2P especial para contextos de institucionalización, que en vez de ítems
que evaluaban frecuencia en el despliegue de prácticas de crianza, evaluaban el sentido
de autoeficacia parental en la eventualidad de tener que desempeñar dichas prácticas. Sin
embargo, a la fecha aún no se cuenta con estudios sobre su validez y confiabilidad, por lo que el
criterio precedente debe respetarse hasta contar con herramientas pertinentes a este contexto.
En estos casos, es importante procurar una figura que mantenga un vínculo estable en el tiempo
en la vida del niño y que sea participe de su sistema de cuidados, por ejemplo, una educadora
de trato directo o a quien la consulta por las prácticas de crianza le resulte atingente y cuyos
resultados tengan una utilidad práctica en el diseño de un plan de intervención.
La Escala de Parentalidad Positiva no debiese ser utilizada para tomar decisiones en procesos
judiciales, pues en estos las implicancias de las resoluciones son taxativas y las decisiones
impactan diversas áreas de la vida de los niños y sus padres. La lógica de la escala E2P v2 es
formativa, trasciende la concepción constatativa de la realidad y la lógica binaria de comprender
los fenómenos sociales.
La E2P fue construida desde un enfoque de
parentalidad positiva, siendo por tanto una
herramienta que está impregnada de una
mirada ecológica, sistémica, con enfoque
de derechos humanos y respeto a la
diversidad cultural y étnica en los procesos
de crianza. En el proceso de construcción
de nuevos ítems se chequeó literatura
sobre crianza y sobre instrumentos de
evaluación similares construidos en
distintos países de Latinoamérica y se
consideraron 30 jueces expertos con
distintas profesiones, nacionalidades,
género y trasfondos culturales. Al mismo
tiempo, se buscó equilibrar una lógica de
redacción respetuosa de dichas diferencias,
con la incorporación de aquellas prácticas
de crianza que, de forma universal y
transcultural, han demostrado en la
investigación científica ser beneficiosas
para el desarrollo positivo de la infancia,
niñez y adolescencia (por ejemplo, la
sensibilidad parental o los buenos tratos).
3. Contextos de procesos judiciales
4. Diversidad cultural y étnica
Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
83
El desafío es contar con una escala que contenga prácticas de crianza positivas para el
desarrollo de bebés, niños, niñas y adolescentes, resistente a la diversidad cultural y étnica,
para que pueda ser un aporte en todo el continente. Esto no excluye la necesidad de continuar
investigando y proponiendo estudios de validación transcultural que enriquezcan y mejoren el
respeto a la diversidad que un instrumento de esta naturaleza debe tener. Mientras se desarrolla
esa necesaria y compleja investigación en los próximos años, recomendamos decididamente a
los profesionales que apliquen la E2P tener siempre en consideración el espíritu que los autores
estamos declarando y la petición de conocer, comprender y respetar el trasfondo sociocultural
e histórico de las comunidades en que las competencias parentales están siendo evaluadas.
Dicho de otra forma: la E2P no evalúa “objetivamente” las competencias parentales, ni ofrece
resultados externos a quien contesta, a su manera de evaluarse a sí mismo. La E2P es un
valioso examen sistemático de prácticas de crianza positiva para cada momento del ciclo vital,
pero es sólo una de variadas fuentes de información que deben estar siempre presentes en una
evaluación de competencias parentales de calidad. Reiteramos entonces, que una evaluación
de calidad construida desde este enfoque debiese incluir mapa de redes, visita domiciliaria,
entrevista en profundidad, triangulación de métodos y perspectivas, entre otras consideraciones
desarrolladas en el capítulo 3 de este Manual.
84 Capítulo V | Presentación de la escala
Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
85
Capítulo
VII
Interpretación
de la E2P
86 Capítulo V | Presentación de la escala
¿Cómo se corrige la Escala de Parentalidad Positiva E2P v2?
¿Cómo se tabula la Escala de Parentalidad Positiva E2P v2?
¿Cómo se interpreta la Escala de Parentalidad Positiva E2P v2?
El cuestionario consta de 60 ítems para todos los rangos de edad, salvo la versión de 8-12 años y la de
13-17 años las cuales tienen 56 ítems. Cada ítem cuenta con 5 opciones de respuesta que van desde
Nunca, Casi Nunca, A Veces, Casi Siempre y Siempre:
• Si la afirmación es “Nunca” asigne un puntaje de 0 punto.
• Si la afirmación es “Casi Nunca” asigne un puntaje de 1 punto.
• Si la afirmación es “A Veces” asigne un puntaje de 2 puntos.
• Si la afirmación es “Casi Siempre” asigne un puntaje de 3 puntos.
• Si la afirmación es “Siempre” asigne un puntaje de 4 puntos.
NOTA: una excepción a lo anterior es para la versión de 0-3 meses. Para esa versión, y
únicamente para esa versión, la asignación de puntajes debe hacerse de la siguiente manera:
• Si la afirmación es “Nunca”, “Casi Nunca” o “A veces”, asigne 2 puntos.
• Si la afirmación es “Casi Siempre”, asigne 3 puntos.
• Si la afirmación es “Siempre”, asigne 4 puntos.
Una vez asignados los puntajes a cada reactivo, proceda a sumarlos por Competencia Parental:
Vinculares desde la afirmación 1 a la 15; Formativas, desde la afirmación 16 a la 30; Protectoras,
desde la afirmación 31 a la 45; y Reflexivas, desde la afirmación 46 a la 60. Recuerde que en cada
formato la división entre un área y la siguiente viene dada por una línea más gruesa que las otras.
En el caso de las versiones 8-12 y 13-17 años se suma del ítem 1 al 14 para competencias vinculares;
del ítem 15 al 29 para competencias formativas; del ítem 30 al 42 para competencias protectoras; y
del ítem 43 al 56 para competencias reflexivas.
Con este ejercicio, se contará con 4 puntajes, uno por cada Competencia Parental, que reflejan la
frecuencia con que la persona despliega prácticas de crianza positivas en cada área evaluada.
Para interpretar cada versión de la E2P v2, debe utilizar las tablas del Anexo 2 “Tablas de
Interpretación por Edad”:
• Paso 1: tome el puntaje bruto de cada competencia parental y ubíquelo en la Tabla
correspondiente.
• Paso 2: busque en la primera columna el decil correspondiente (decil 1, 2, 3, 4…).
• Paso 3: identifique la categoría conceptual correspondiente a dicho decil. Existen 3 opciones
posibles: “Alta Frecuencia”, “Frecuencia Intermedia” y “Baja Frecuencia” de prácticas de
crianza positiva. Es importante este cambio interpretativo respecto a la primera versión, ya que
resulta más válido para un cuestionario que evalúa frecuencia de prácticas de crianza que la
interpretación directamente derivada de los puntajes sea en términos del grado de frecuencia.
Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
87
Tras realizar estos tres pasos, usted tendrá 4 categorías, una para cada área de competencia
parental: Vinculares, Formativas, Protectoras y Reflexivas. El siguiente paso es construir un “PERFIL
DE COMPETENCIAS PARENTALES” con estas cuatro categorías, siguiendo el siguiente protocolo de
interpretación:
• ZONA DE RIESGO: si el perfil contiene 2 o más áreas ubicadas en “Baja Frecuencia”, entonces
se considera que las competencias parentales están en zona de riesgo y se recomienda indicar
intervención especializada (ej., video-feedback, psicoterapia infanto-parental, terapia familiar,
etc.). Un caso especial es si las competencias vinculares están en baja frecuencia; en este caso,
aunque sólo esta área esté en baja frecuencia, se considera igualmente en riesgo y se procede
a indicar intervención especializada. La razón para esto se desprende de la gran cantidad de
literatura que otorga una relevancia trascendental a las competencias parentales vinculares
(sensibilidad parental, regulación del estrés, mentalización, etc) para la salud mental de niños,
niñas y adolescentes (véase el marco teórico en este Manual para referencias bibliográficas).
• ZONA DE MONITOREO: si el perfil contiene sólo 1 área (distinta de competencias vinculares)
ubicada en “Baja Frecuencia”, entonces se considera en zona de monitoreo o acompañamiento
preventivo, y debiese ofrecerse consejería, psicoeducación o talleres de competencias
parentales sumado a una nueva evaluación en un periodo máximo de 6 meses. Si ninguna área
está en Baja Frecuencia, pero hay dos o más en frecuencia intermedia, se considera de la misma
forma Zona de Monitoreo o Acompañamiento Preventivo y se toman las mismas medidas o
recomendaciones.
• ZONA ÓPTIMA: si ninguna área está en Baja Frecuencia y 3 o más están en Alta Frecuencia, se
considera en Zona Optima y se refuerza positivamente, sin mayor intervención. Un caso especial
sería si la persona solicita voluntariamente un trabajo de acompañamiento a su parentalidad, lo
que siempre será acogido positivamente, en la medida de los recursos disponibles.
Alta frecuencia 3 o más
Frecuencia intermedia 2 o más 1 o menos
Baja frecuencia 2 o más* 1 o ninguna ninguna
Zona de monitoreo
Zona de riesgo Zona óptima
Tabla 8: Interpretación de puntajes E2P v2 a partir de Perfiles de Competencias Parentales
* NOTA: una excepción es si las
competencias vinculares están en baja
frecuencia. En ese caso, se considera
“Zona de Riesgo”.
88 Capítulo V | Presentación de la escala
Interpretar la E2P en términos de “Perfiles de Competencias Parentales” es otro de los cambios
importantes de esta nueva versión, ya que se evita construir interpretaciones binarias de todo o nada,
obligando al profesional a considerar la combinación de categorías de frecuencia en las prácticas
de crianza positiva evaluadas por la propia persona en su vida cotidiana. La asignación de la Zona
(de Riesgo, Monitoreo u Óptima) ya no se realiza entonces en función de un puntaje total, sino tras
analizar la combinación de competencias parentales y la frecuencia con que se reportan las prácticas
de crianza correspondientes. Este análisis puede resultar muy valioso para el diseño de los mapas
de oportunidades de crecimiento parental y familiar (planes de intervención) o recomendaciones en
informes de evaluación de competencias parentales que hayan incorporado, entre otros instrumentos,
la Escala de Parentalidad Positiva E2P v2.
Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
89
Capítulo
VIII
PREGUNTAS
FRECUENTES
90 Capítulo V | Presentación de la escala
1. ¿Cómo fue construida la E2P?
2. ¿Puede ser utilizada sin entrenamiento?
3. ¿Qué mide la Escala de Parentalidad Positiva?
La Escala de Parentalidad Positiva, fue construida en base a la escalas predecesoras,
sin embargo, en esta oportunidad se crearon ítems mayormente sensibles a los
rangos etarios propuestos, en base a dos criterios: 1. La modificación del esquema
de competencias parentales que dio origen a la escala, 2. En respuesta a la
sugerencia de los jueces expertos implicados en el primer proceso de validación,
quienes sugieren mejorar la sensibilidad de los reactivos, especialmente de los
correspondientes al rango de infancia temprana. Así, los ajustes actuales se han
desarrollado a la luz de la literatura sobre prácticas, competencias y estilos parentales
actualizada con literatura de desarrollo infantil, toda, basada en evidencia y al amparo
del enfoque de derechos de la infancia, la teoría del apego, neurociencias, resiliencia y
modelo ecológico del desarrollo humano.
En el proceso de validación participaron 10 jueces expertos por escala, de
procedencia nacional e internacional, con una amplia y destacada carrera profesional,
con experiencia tanto en la clínica infantil en programas de primera línea y como
académicos e investigadores. Cada juez participante tenía como mínimo 10 años
de experiencia profesional, la mayor parte con grado de magíster o doctorado,
muchos con especializaciones de diplomado o postítulo, y representantes de
diversas áreas: trabajo social, psicología clínica, psicología educacional, psicología
social, psicomotricidad, psicopedagogía, fonoaudiología, terapia ocupacional,
pediatría, educación diferencial, educación de párvulos y pedagogía. Tanto el
proceso de validación y confiabilidad de la escala fue exteriorizado a investigadores
independientes de FAI a fin de transparentar el proceso.
Si bien el manual de la escala se encuentra liberado y es de acceso gratuito, se
recomienda poder recibir un entrenamiento mínimo de 8 horas del modelo que
lo sustenta, Modelo ODISEA, para comprender la lógica formativa de la escala y
no incurrir en errores en su aplicación e interpretación final, pues son recurrentes
confusiones en cuanto a los contextos de aplicación y la interpretación de los
resultados.
La Escala de Parentalidad Positiva mide prácticas parentales que son interpretadas en
un esquema de competencias parentales. El supuesto teórico que hay detrás es que
la práctica es una manifestación conductual de un sistema de creencias y actitudes,
sostenidas en un contexto que le dan sentido y posibilidad, de esta forma dichas
prácticas son interpretadas en un esquema de competencias parentales definidas
como competencias: Vinculares, Formativas, Protectoras y Reflexivas.
Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
91
5. ¿Puede usarse la E2P en contextos judiciales?
6. ¿Cada cuánto tiempo debe ser tomada la escala?
4. ¿Puede la E2P tomarse como instrumento único para medir
prácticas parentales?
No, la Escala de Parentalidad Positiva se encuentra validada para ser utilizada como
screening y en procesos de intervención, pero no puede ser utilizada para tomar
decisiones en la vida de las personas como en un proceso judicial, pues en estos las
implicancias de las resoluciones son taxativas y las decisiones impactan diversas áreas
de la vida de los niños y sus padres. La lógica de la escala es formativa, trasciende la
concepción constatativa de la realidad y la lógica binaria de comprender los fenómenos
sociales.
En un proceso de intervención se recomienda un mínimo de dos aplicaciones, al inicio
y al cierre de la intervención. Al inicio es pertinente conocer el sentido de competencias
que portan los cuidadores y de esta forma poder construir la zona de desarrollo próximo
de la parentalidad con las oportunidades necesarias. Al finalizar el proceso resulta
conveniente volver a tomar la escala para medir cambios en las distintas áreas de
competencia y poder asignar puntajes para futuras derivaciones o egresos.
Idealmente se aconsejan 3 momentos de medición, esto significa sumar otra aplicación
como evaluación de proceso, pues teniendo tres momentos: inicio, proceso y cierre
es posible establecer una curva de cambio que permita comprender el impacto de la
intervención en las competencias parentales.
No, la Escala de Parentalidad Positiva no puede ser aplicado como único instrumento
para medir el constructo de competencias parentales, existen otros instrumentos
utilizados dentro del Modelo ODISEA que pueden ser utilizados para complementar esta
información, así como también existen otros diversos instrumentos que, aunque no
considerados dentro del modelo pueden ser de utilidad. Debe recordarse que la E2P es
una escala de autoreporte y como herramienta tiene la ventaja de acceder al sentido de
competencia personal de cada cuidador, pero también la limitación del sesgo propio de
los instrumentos de autoreporte.
92 Capítulo V | Presentación de la escala
9. ¿A cuántas personas debe ser aplicada la Escala de
Parentalidad Positiva?
10. ¿Se puede aplicar en contexto de institucionalización?
A quienes participen del cuidado del niño. La Escala de Parentalidad Positiva se
encuentra inscrita en el modelo teórico de la Parentalidad Positiva, desde donde la
crianza no es solo responsabilidad de un adulto si no de quienes participen en las
funciones de cuidado, motivo por el cual se indica que la lógica formativa debe invitar
a evaluar sistemas de cuidado. Por esta razón es esperable que un adulto aparezca
con competencias fortalecidas en algunas áreas y disminuidas en otras, sin embargo,
se espera que otro adulto, parte de ese sistema de cuidado pueda compensar las
fragilidades del otro. En virtud de lo anterior, las aplicaciones son individuales y las
interpretaciones globales.
No es recomendable debido a que en ese contexto los cuidadores tienen una
participación escasa o neutra en la rutina de los niños, razón por la cual la mayor
cantidad de los ítems no representará su experiencia parental.
8. ¿Puede contestarla alguien que no sea padre, madre o
cuidador del niño?
No, un requisito para contestar la Escala de Parentalidad Positiva es encontrarse
ejerciendo o participando el cuidado del niño. Dado que los ítems corresponden a
prácticas cotidianas de crianza se requiere de la experiencia actual, la escala plantea
las prácticas desde los 3 últimos meses.
7. ¿Qué ocurre si la persona que contesta tiene dificultades
de lecto escritura?
En caso de que la persona que contesta tenga dificultades de lecto escritura el
profesional podrá apoyarlo en lo que requiera, ya sea leyendo las preguntas y/o
marcando las alternativas de respuesta, siempre y cuando el participante lo autorice.
Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
93
11. ¿Puede la persona llevarse el cuestionario y después
traerlo contestado?
13. ¿Se puede usar libremente?
12. ¿Qué significa que la E2P se constituya en una oportunidad
doblefocal?
Sí, ocurre que en ocasiones por tiempo y por extensión del cuestionario los
cuidadores prefieren llevárselo para contestar tranquilamente en sus hogares. Esto no
constituye una dificultad, está permitido, aunque deben resguardarse los tiempos de
devolución. Se recomienda que no sobrepase los 10 días.
Para uso clínico la escala puede ser utilizada LIBRE Y GRATUITAMENTE, sin embargo,
para su inclusión en proyectos de investigación debe solicitarse autorización de los
autores.
Significa que el cuestionario pretender alcanzar dos objetivos. El primero,
fundamental, es que los ítems pretenden remover la experiencia del cuidador y
de esta forma generar procesos reflexivos internos de la parentalidad solo con el
hecho de que la persona se vea interpelada a responder cada ítem. El segundo, es
que el profesional pueda llegar a un resultado comprensivo de las competencias
parentales desde una lógica que trascienda la mirada cuantitativa, siendo capaz de
comprender la ecología y la trayectoria de la parentalidad para proponer espacios
de acompañamiento y crecimiento.
94 Capítulo V | Presentación de la escala
tercera sección
anexos
95
anexo 1
Versiones por edad
Escala de Parentalidad Positiva (E2P)
0-3 meses
1/5
Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 0-3 meses
2. Instrucciones
La Escala de Parentalidad Positiva (E2P) es un cuestionario muy sencillo que puede contestarlo cualquier
adulto responsable de la crianza de un niño o niña. Su objetivo es identificar aquellas prácticas que usted
usa al relacionarse con su hijo, hija, niño o niña a su cargo. Por favor asegúrese de entender muy bien estas
instrucciones antes de continuar.
En el cuestionario se presentan una serie de frases que describen situaciones habituales de crianza. Frente a
cada afirmación se le pide escoger entre 5 opciones: Nunca, Casi Nunca, A veces, Casi Siempre y Siempre. Si la
frase describe una situación que nunca sucede o que no representa su vida cotidiana marque Nunca. Si la frase
describe una situación que sucede muy poco en su vida cotidiana marque Casi Nunca. Si la frase describe una
situación que sucede a veces o en ocasiones marque A Veces. Si la frase describe una situación que sucede
habitualmente en su vida cotidiana marque Casi Siempre. Si la frase describe una situación que sucede siempre
en su vida cotidiana marque Siempre.
Por ejemplo: si durante los 3 últimos meses la afirmación: Me doy cuenta cuando algo es agradable o
desagradable para mi hijo/a (ej., en su forma de moverse, sus caras, sus palabras, etc.) describe una situación
que sucede a veces o en ocasiones marque A veces.
Si usted no es el padre o madre del niño/a, asuma que donde dice “hijo” o “hija” se refiere al niño, niña o
adolescente que usted está criando o cuidando. Recuerde marcar una sola opción en cada afirmación. Conteste
todas las preguntas del cuestionario. Por favor, conteste con la mayor sinceridad posible. No hay respuestas
correctas o incorrectas; por ello, escoja la respuesta que mejor refleje su realidad.
1. Datos de quien contesta:
NOMBRE:
Nombre del Niño/a:
¿Cuál es su relación con el niño/a?:
Ingreso Familiar Total (al mes) : $ OCUPACIÓN (en que trabaja):
En su domicilio, ¿cuántos dormitorios hay?
¿Cuántas personas viven en su casa? Total:
Dirección:
Sobre el niño/a respecto al cual contestará el cuestionario, por favor señale:
Comuna de residencia:
Personas menores de 18 años:
NACIONALIDAD:
SEXO:
Sexo Niño/a: Asiste a sala de cuna:
El niño/a, ¿tiene alguna discapacidad diagnosticada?:
El niño/a, ¿tiene algún problema que le preocupe?:
ESTADO CIVIL:
ESCOLARIDAD:
EDAD:
EDAD:
¿Cuál?:
¿Cuál?:
años
meses
(M)
(M) Si
Si
Si
soltero/a
padre madre abuelo/a otro familiar cuidador no familiar
casado/a separado/a divorciado/a viudo/a
(F) Otro
(F) No
No
No
Percibo las nuevas señales que empieza a generar mi hijo/a (ej., cuando sigue con la
mirada, sonrisa social, búsqueda de sonidos, etc.)
Busco encontrarme con los ojos de mi hijo/a (ej., me acerco a la distancia que permita
contacto visual y me doy minutos de calma para disfrutarlo)
Intento ponerme en el lugar de mi hijo/a para entender lo que le pasa (ej., que le cueste
dormir porque hay mucho ruido, que no quiere quedarse solo, etc.)
Cambio la actividad cuando veo que mi hijo/a esta muy cansado/a o estresado/a
(ej., lo cambio de posición, lo llevo a otro lugar, etc.)
Neutralizo los estímulos que puedan estresar a mi hijo/a (ej., mantengo el volumen
bajo de la radio, regulo la temperatura de la habitación, etc.)
Estoy atento y respondo cuando me sonríe (ej., intercambiamos sonrisas, jugamos al
"esta no está" (pick a boo) etc.)
Participo activamente en las actividades diarias de mi hijo/a (ej., lo/la hago dormir,
lo/a tomo en brazos, lo/a baño, lo/la mudo, etc.)
Juego con mi hijo/a haciendo sonidos, mirándonos a la cara, o le acerco juguetes
apropiados a su edad.
Logro reconocer señales de incomodidad de mi hijo/a antes de que se ponga a llorar
(ej., movimientos de brazos, quejidos, búsqueda con la cabeza, etc.)
Logro comprender lo que mi hijo/a necesita (ej., si tiene hambre, sueño, ganas de ser
acurrucado, dolor, etc.)
Logro darme cuenta cuando mi hijo/a se está fatigando (ej., se frota los ojos, se queja,
corre la mirada, etc.)
Logro calmar rápidamente a mi hijo/a cuando lo necesita (en pocos minutos)
Acaricio y acuno suavemente a mi hijo/a
Le hablo de manera suave y amorosa (ej., llamo su atención con mi voz, le repito una
misma frase varias veces, etc.)
Al estar con mi hijo/a me mantengo pendiente de él o ella (ej., lo/la escucho, lo/la miro
a los ojos, sigo sus propuestas, no veo el celular, etc.)
Le hablo a mi hijo/a sobre lo que está pasando (ej., "ella es tu abuela", "vamos a salir",
etc.)
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Nunca
A
veces
Casi
Nunca
Casi
Siempre
Siempre
2/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 0-3 meses
Durante los últimos 3 meses, en la
crianza de mi hijo o hija yo…
Nro
Organizo las salidas o paseos respetando las necesidades básicas de mi hijo/a (ej.,
respeto las siestas, procuro que no sea un lugar muy estresante, etc.)
Respeto los momentos de inactividad que tiene mi hijo/a (ej., cuando luego de jugar
con algún objeto se queda quieto/a por un momento, etc.)
Cada vez que intenta alcanzar algo a su alrededor lo animo para que lo logre
Imito los sonidos que hace mi hijo/a y jugamos a la repetición
Entiendo que a esta edad no comprenden la palabra NO y que requieren de mi presen-
cia para prevenir incidentes
Con mi comportamiento doy el ejemplo de las cosas que me gustaría inculcar en mi
hijo/a
Interactúo por medio de sonrisas con mi hijo/a
Me preocupo de que no haya objetos peligrosos cerca de mi bebé
Organizo pequeñas rutinas con mi hijo/a (ej., lo/la saco a pasear por el barrio, canto
una canción durante el baño, etc.)
Pongo a mi hijo/a en posiciones seguras y en que pueda moverse con libertad
Le presento un nuevo juguete y le muestro lo que puede hacer con el
Me dispongo en una posición que me permite jugar o interactuar con él/ella de mane-
ra cómoda y cercana (ej., me dispongo cercano y a su altura, que nos permita contacto
visual, etc.)
Cuando las cosas no resultan como esperaba, lo expreso de manera regulada y no me
voy en contra de mi hijo/a
Estoy atento/a y respondo cuando mi hijo/a me busca con la mirada y hace algún
sonido
Permito que otras personas de la familia o amistades se relacionen con mi hijo/a de
manera cuidadosa y amorosa
Cuando no estoy con mi bebé, estoy segura/o de que la persona que lo cuida lo trata
bien
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Nunca
A
veces
Casi
Nunca
Casi
Siempre
Siempre
Durante los últimos 3 meses, en la
crianza de mi hijo o hija yo…
Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 0-3 meses 3/5
Nro
Me preocupo de que el ambiente en donde crece mi hijo/a este libre de consumo de
cigarrillo, alcohol, drogas, etc.
Cuando cometo un error en el trato con mi hijo/a, me disculpo con él/ella a pesar de
que mi bebé pueda no entender
Mi hijo/a se alimenta con lactancia materna exclusiva a libre demanda o con leche de
fórmula según indicación médica, sin dar nada complementario (ej., aguas de hierbas,
jugo de frutas, etc.
Mi hijo/a duerme en la misma habitación que sus padres, ya sea en su propia cuna, o
bien en colecho. En esta última, procuro las condiciones mínimas de seguridad para
prevenir accidentes (ej., no hay consumo de alcohol, medicamentos o cigarrillo, etc.)
Logro darme cuenta de los horarios naturales que va desarrollando mi hijo/a y voy
adecuando y generando una rutina asociado a ello (ej., despierta siempre a las 7:00
am. a tomar leche y se incorpora ese como el horario de despertar, etc.)
Cuando la crianza se me hace difícil, busco ayuda de mis amigos o familiares
(ej., cuando mi hijo/a está enfermo/a, cuando yo me siento sobrepasado/a, etc.)
Comparto con otros padres que también se encuentran en el período de crianza (ej.,
participo en grupos de crianza, comparto con amigos que también están criando, etc.)
Reflexiono sobre lo que sueño para nuestra familia
Transmito a mi hijo/ una imagen segura y valiosa de mi persona, evitando quejarme
del da a día, o de los aspectos dolorosos de mi vida frente a él/ella
Me preocupo por hacer que el lugar donde está mi hijo/a sea un entorno amoroso y
respetuoso con todos
Me ocupo de que mi hijo/a mantenga un buen estado de salud (ej., asiste a controles
sanos, tiene vacunas al día, su peso y talla son acordes a su edad, etc.)
Genero pequeñas rutinas de manera consistente y repetida en el tiempo (ej., canto una
canción antes de dormir, le baño a la misma hora, etc.)
Comprendo que los niños no duermen de corrido toda la noche
Pregunto por los recursos o servicios que hay en mi comuna apara activarlos en caso
de necesitarlos para la crianza de mi hijo/a (ej., consultorio, municipio, etc.)
Reflexiono sobre lo que sueño para el futuro de mi hijo/a
Reviso mis prioridades para asegurarme de proteger el desarrollo de mi hijo/a (ej., en
qué gastar el dinero, el tiempo destinado al trabajo versus la familia, etc.)
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Nunca
A
veces
Casi
Nunca
Casi
Siempre
Siempre
Durante los últimos 3 meses, en la
crianza de mi hijo o hija yo…
4/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 0-3 meses
Nro
Me preparo para los momentos difíciles que vendrán en esta etapa de crianza (ej.,
dormir poco, lactancia, etc.)
Planifico con tiempo las actividades de la semana o del mes que involucran o se
relacionan con mi hijo/a (ej., controles médicos, vacunas, etc.)
Dedico tiempo a evaluar y pensar como estoy desarrollando mi rol como madre, padre
u otro cuidador (ej., pensar si estoy satisfecho/a, alegre, si me siento agotado/a, etc.)
Logro pensar en aspectos de mi propia historia que no me gustaría repetir como
padre o madre
Pienso en cómo mi historia con mis padres influye en la forma que hoy tengo de criar
a mi hijo/a
Logro identificar mis señales de agotamiento para no perder el control con mi hijo/a
Anticipo situaciones conflictivas que podrían dificultar mi vida familiar y la crianza (ej.,
poco tiempo para compartir en pareja, un primer tiempo de quedarse más en casa y
salir menos con amigos, etc.)
Dedico tiempo a evaluar y pensar sobre cómo se está desarrollando mi hijo/a (ej., su
desarrollo físico, emocional, comunicacional, etc.)
Evalúo críticamente los consejos que me pueden dar y acojo los que van en línea con
una crianza respetuosa
Logro pensar y reconocer los aspectos positivos que me dejaron mis padres o
cuidadores para la crianza de mi hijo/a
Me mantengo en buen estado de salud para poder cuidar de mis hijo/a (ej., cuido el
consumo de comidas, de bebidas alcohólicas, consumo de tabaco, realizo chequeos
médicos, hábitos de sueño, etc.)
Me permito espacios descanso (ej., leo un libro, salgo a caminar, me distraigo con
actividades que disfruto, etc.)
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Nunca
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Casi
Nunca
Casi
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Durante los últimos 3 meses, en la
crianza de mi hijo o hija yo…
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Observaciones
Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 0-3 meses
Nro
Escala de Parentalidad Positiva (E2P)
4-10 meses
2. Instrucciones
La Escala de Parentalidad Positiva (E2P) es un cuestionario muy sencillo que puede contestarlo cualquier
adulto responsable de la crianza de un niño o niña. Su objetivo es identificar aquellas prácticas que usted
usa al relacionarse con su hijo, hija, niño o niña a su cargo. Por favor asegúrese de entender muy bien estas
instrucciones antes de continuar.
En el cuestionario se presentan una serie de frases que describen situaciones habituales de crianza. Frente a
cada afirmación se le pide escoger entre 5 opciones: Nunca, Casi Nunca, A veces, Casi Siempre y Siempre. Si la
frase describe una situación que nunca sucede o que no representa su vida cotidiana marque Nunca. Si la frase
describe una situación que sucede muy poco en su vida cotidiana marque Casi Nunca. Si la frase describe una
situación que sucede a veces o en ocasiones marque A Veces. Si la frase describe una situación que sucede
habitualmente en su vida cotidiana marque Casi Siempre. Si la frase describe una situación que sucede siempre
en su vida cotidiana marque Siempre.
Por ejemplo: si durante los 3 últimos meses la afirmación: Me doy cuenta cuando algo es agradable o
desagradable para mi hijo/a (ej., en su forma de moverse, sus caras, sus palabras, etc.) describe una situación
que sucede a veces o en ocasiones marque A veces.
Si usted no es el padre o madre del niño/a, asuma que donde dice “hijo” o “hija” se refiere al niño, niña o
adolescente que usted está criando o cuidando. Recuerde marcar una sola opción en cada afirmación. Conteste
todas las preguntas del cuestionario. Por favor, conteste con la mayor sinceridad posible. No hay respuestas
correctas o incorrectas; por ello, escoja la respuesta que mejor refleje su realidad.
1/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 4-10 meses
1. Datos de quien contesta:
NOMBRE:
Nombre del Niño/a:
¿Cuál es su relación con el niño/a?:
Ingreso Familiar Total (al mes) : $ OCUPACIÓN (en qué trabaja):
En su domicilio, ¿cuántos dormitorios hay?
¿Cuántas personas viven en su casa? Total:
Dirección:
Sobre el niño/a respecto al cual contestará el cuestionario, por favor señale:
Comuna de residencia:
Personas menores de 18 años:
NACIONALIDAD:
SEXO:
Sexo Niño/a: Asiste a sala de cuna:
El niño/a, ¿tiene alguna discapacidad diagnosticada?:
El niño/a, ¿tiene algún problema que le preocupe?:
ESTADO CIVIL:
EDAD:
EDAD:
¿Cuál?:
¿Cuál?:
años
meses
(M)
(M) Si
Si
Si
soltero/a
padre madre abuelo/a otro familiar cuidador no familiar
casado/a separado/a divorciado/a viudo/a
(F) No
No
No
ESCOLARIDAD:
(F) Otro
Logro ver señales de diferentes emociones en mi hijo/a (ej., pongo atención a la
rigidez de su cuerpo, me fijo en sus ojos, boca y gestos, etc.)
Logro darme cuenta cuando mi hijo/a se encuentra con un ánimo disminuido (ej.,
porque tiene sueño, porque se está enfermando, porque está cansado/a, etc.)
Intento ponerme en el lugar de mi hijo/a para entender lo que le pasa (ej., que le cueste
dormir porque hay mucho ruido, que no quiere quedarse solo, que no quiere estar con
desconocidos, etc.)
Cambio la actividad cuando veo que mi hijo/a esta muy cansado o estresado (ej., lo
cambio de posición, lo llevo a otro lugar, etc.)
No dejo llorar solo a mi hijo/a en ninguna circunstancia
Disfrutamos de jugar a intercambiar sonrisas y sonidos (ej., juegos de imitación de
turnos, jugamos al "está no está", jugamos a mirarnos al espejo, etc.)
Participo activamente en las actividades diarias de mi hijo/a (ej., lo hago dormir, lo
tomo en brazos, lo baño, lo mudo, etc.)
Me preocupo por hechos importantes y relevantes que le estén sucediendo (ej., si
se enferma sé lo que tiene y lo que debe tomar, si le está saliendo un diente y esta
incómodo, etc.)
Me doy cuenta cuando algo es agradable o desagradable para mi hijo/a (ej., en su
forma de moverse, sus caras, sus vocalizaciones, etc.)
Logro comprender lo que mi hijo/a necesita (ej., si tiene hambre, sueño, ganas de ser
acurrucado, ganas de estar en brazos, etc.)
Entiendo que la conducta de mi hijo/a tiene que ver con una necesidad (ej., llora
porque necesita seguridad a la hora del sueño y no porque quiere manipularme para
acostarse conmigo, etc.)
Logro calmar rápidamente a mi hijo/a cuando lo necesita (en pocos minutos)
Acaricio y acuno suavemente a mi hijo/a
Le hablo a mi hijo/a de manera suave y amorosa (ej., llamo su atención con mi voz y
gestos, le repito una misma frase varias veces, etc.)
Al estar con mi hijo/a me mantengo pendiente de él o ella (ej., lo escucho, lo miro a los
ojos, sigo sus propuestas, no veo el celular, etc.)
Le hablo a mi hijo/a sobre lo que está pasando y sobre lo que va a pasar (ej., le digo:
"vamos a salir donde tu abuela", "te vendrá a cuidar tu tía", etc.)
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Nunca
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Casi
Nunca
Casi
Siempre
Siempre
Durante los últimos 3 meses, en la
crianza de mi hijo o hija yo…
2/5
Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 4-10 meses
Nro
Organizo las salidas o paseos respetando las necesidades básicas de mi hijo/a (ej.,
respeto su hora siesta, procuro que no sea un lugar muy estresante para él/ella, etc.)
Respeto los momentos de inactividad que tiene mi hijo/a (ej., cuando luego de jugar
con algún objeto se queda quieto por un momento, etc.)
Le permito tocar y explorar objetos que se encuentran a su alrededor
Sigo los juegos de causa-efecto que me propone (ej., cuando lanza las llaves al suelo,
las recojo una y otra vez, busco los objetos que él/ella esconde, etc.)
Entiendo que a esta edad aún no comprenden totalmente la palabra NO y requieren de
mi presencia para prevenir incidentes
Con mi comportamiento doy el ejemplo de las cosas que me gustaría inculcar en mi
hijo/a (ej., calma, paciencia, etc.)
Salimos de paseo por el barrio u otro lugar y le voy contando lo que hay en el entorno
Me preocupo de que no haya objetos peligrosos cerca de mi bebé
Le ofrezco juegos u objetos adecuados a su edad (ej., sonajeros, mordedores,
muñecos con diferentes texturas, llaves de goma, etc.)
Acompaño los momentos de juego en el suelo para que se sienta seguro y libre de
explorar
Imito los sonidos que hace mi hijo/a y jugamos a la repetición
Le leo pequeños cuentos o cuento historias en un ambiente calmado y afectuoso
Soy consistente con las instrucciones que quiero establecer para mi hijo/a y actúo en
concordancia con ello (ej., no le permito chupar cables bajo ninguna circunstancia, etc.)
Interactúo por medio de sonrisas y vocalizaciones con mi hijo/a
Permito que otras personas de la familia o amistades se relacionen con mi hijo/a de
manera cuidadosa y amorosa
Cuando no estoy con mi bebé, estoy seguro/a de que la persona que lo cuida lo trata
bien
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Durante los últimos 3 meses, en la
crianza de mi hijo o hija yo…
3/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 4-10 meses
Nro
Me preocupo de que el ambiente en donde crece mi hijo/a este libre de consumo de
cigarrillo, alcohol, drogas, etc.
Cuando cometo un error en el trato con mi hijo, me disculpo con él/ella a pesar de que
mi hijo/a sea pequeño aún
Mi hijo/a se alimenta con lactancia materna exclusiva, leche de fórmula o a iniciado la
alimentación complementaria, según indicación médica
Cuando mi hijo/a está enfermo, sigo los tratamientos indicados por el especialista (ej.,
no automedico, sigo el tiempo indicado, etc.)
Me doy cuenta cuando las necesidades de mi hijo/a van cambiando y debo realizar
cambios de rutina (ej., cuando dejan de dormir tres siestas y duermen dos, cuando
necesitan conocer el mundo llevándose los objetos a la boca, etc.)
Cuando la crianza se me hace difícil, busco ayuda de mis amigos o familiares (ej.,
cuando está enfermo/a, cuando me siento sobrepasado, etc.)
Utilizo los recursos o servicios para apoyarme en la crianza (ej., el consultorio, la
municipalidad, los beneficios de Chile Crece Contigo, etc.)
Reviso mis prioridades para asegurarme de proteger el desarrollo de mi hijo/a (ej., en
qué gastar el dinero, el tiempo destinado al trabajo versus la familia, etc.)
Intento que mi hijo/a no presencie discusiones familiares (ej., cuando discuto con mi
pareja u otros miembros de la familia, no lo hago frente a él, etc.)
Me preocupo por hacer que el lugar donde mi hijo/a está sea un entorno amoroso y
respetuoso con todos
Me ocupo de que mi hijo/a mantenga un buen estado de salud (ej., asiste a controles
sanos, tiene vacunas al día, su peso y talla son acordes a su edad, etc.)
Genero pequeñas rutinas de manera consistente y repetida en el tiempo (ej., le hago
masaje después del baño, le leo un cuento antes de dormir, etc.)
Incorporo a mi hijo/a a las costumbres de la vida familiar, de manera progresiva, para
que no le resulte amenazante (ej., celebrar cumpleaños, navidad, vacacionar,etc.)
Pregunto por los recursos o servicios que hay en mi comuna, para activarlos en caso
de necesitarlos para la crianza de mi hijo (ej., en el consultorio, la municipalidad, los
beneficios de Chile Crece Contigo, etc.)
Reflexiono sobre lo que sueño para nuestra familia
Intento tener expectativas realistas sobre el desarrollo de mi hijo/a de manera de no
ejercer presiones inadecuadas
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veces
Casi
Nunca
Casi
Siempre
Siempre
Durante los últimos 3 meses, en la
crianza de mi hijo o hija yo…
4/5
Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 4-10 meses
Nro
Me preparo para los momentos difíciles que vendrán en esta etapa de crianza (ej.,
dolor por la salida de los dientes, salivación excesiva, mayores necesidades de juego,
cambios en la rutina de sueño, mayor autonomía, etc.)
Cuando tengo alguna duda o inquietud, busco información seria que me permita
tomar mejores decisiones (ej., me asesoro en grupos de crianza respetuosa, busco
información con sustento científico, etc.)
Dedico tiempo a evaluar y pensar como estoy desarrollando mi rol como madre/padre
o cuidador (ej., pensar si estoy satisfecho, alegre, si me siento agotado, etc.)
Logro pensar en aspectos de mi propia historia que no me gustaría repetir como
padre o madre
Pienso en cómo mi historia con mis padres o cuidadores, influye en la forma que hoy
tengo de criar a mi hijo/a
Logro identificar mis señales de agotamiento para no perder el control con mi hijo/a
Planifico con tiempo las actividades de la semana o del mes que involucran o se
relacionan con mi hijo/a (ej., controles médicos, vacunas, etc.)
Dedico tiempo a evaluar y pensar sobre cómo se está desarrollando mi hijo/a (ej., su
desarrollo físico, emocional, comunicacional, etc.)
Evalúo críticamente los consejos que me pueden dar y acojo los que van en línea con
una crianza respetuosa
Logro pensar y reconocer los aspectos positivos que me dejaron mis padres o
cuidadores para la crianza de mi hijo/a
Me mantengo en buen estado de salud para poder cuidar de mis hijo/a (ej., cuido el
consumo de comidas, de bebidas alcohólicas, consumo de tabaco, realizo chequeos
médicos, hábitos de sueño, etc.)
Me doy espacios para mí mismo/a, distintos de la crianza (ej., dormir una siesta,
descansar, jugar fútbol, clases de baile, etc.)
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Nunca
Casi
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Siempre
Durante los últimos 3 meses, en la
crianza de mi hijo o hija yo…
Observaciones
5/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 4-10 meses
Nro
Escala de Parentalidad Positiva (E2P)
11-18 meses
1/5
Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 11-18 meses
1. Datos de quien contesta:
NOMBRE:
Nombre del Niño/a:
¿Cuál es su relación con el niño/a?:
Ingreso Familiar Total (al mes) : $
En su domicilio, ¿cuántos dormitorios hay?
¿Cuántas personas viven en su casa? Total:
Dirección:
Sobre el niño/a respecto al cual contestará el cuestionario, por favor señale:
Comuna de residencia:
Personas menores de 18 años:
NACIONALIDAD:
SEXO:
Sexo Niño/a: Asiste a sala de cuna:
El niño/a, ¿tiene alguna discapacidad diagnosticada?:
El niño/a, ¿tiene algún problema que le preocupe?:
ESTADO CIVIL:
EDAD:
EDAD:
¿Cuál?:
¿Cuál?:
años
meses
(M)
(M) Si
Si
Si
soltero/a
padre madre abuelo/a otro familiar cuidador no familiar
casado/a separado/a divorciado/a viudo/a
(F) No
No
No
ESCOLARIDAD:
(F)
2. Instrucciones
La Escala de Parentalidad Positiva (E2P) es un cuestionario muy sencillo que puede contestarlo cualquier
adulto responsable de la crianza de un niño o niña. Su objetivo es identificar aquellas prácticas que usted
usa al relacionarse con su hijo, hija, niño o niña a su cargo. Por favor asegúrese de entender muy bien estas
instrucciones antes de continuar.
En el cuestionario se presentan una serie de frases que describen situaciones habituales de crianza. Frente a
cada afirmación se le pide escoger entre 5 opciones: Nunca, Casi Nunca, A veces, Casi Siempre y Siempre. Si la
frase describe una situación que nunca sucede o que no representa su vida cotidiana marque Nunca. Si la frase
describe una situación que sucede muy poco en su vida cotidiana marque Casi Nunca. Si la frase describe una
situación que sucede a veces o en ocasiones marque A Veces. Si la frase describe una situación que sucede
habitualmente en su vida cotidiana marque Casi Siempre. Si la frase describe una situación que sucede siempre
en su vida cotidiana marque Siempre.
Por ejemplo: si durante los 3 últimos meses la afirmación: Me doy cuenta cuando algo es agradable o
desagradable para mi hijo/a (ej., en su forma de moverse, sus caras, sus palabras, etc.) describe una situación
que sucede a veces o en ocasiones marque A veces.
Si usted no es el padre o madre del niño/a, asuma que donde dice “hijo” o “hija” se refiere al niño, niña o
adolescente que usted está criando o cuidando. Recuerde marcar una sola opción en cada afirmación. Conteste
todas las preguntas del cuestionario. Por favor, conteste con la mayor sinceridad posible. No hay respuestas
correctas o incorrectas; por ello, escoja la respuesta que mejor refleje su realidad.
OCUPACIÓN (en que trabaja):
Otro
Me doy cuenta cuando algo es agradable o desagradable para mi hijo/a (ej., en su
forma de moverse, sus caras, sus palabras, etc.)
Reconozco algunas actividades que mi hijo/a disfruta (ej., jugar conmigo, colocar y
sacar cosas de un recipiente, mirarse al espejo, alcanzar objetos, etc.)
Intento ponerme en el lugar de mi hijo/a para entender lo que le pasa (ej., que le cueste
dormir porque hay mucho ruido, que no quiere quedarse solo/a, que no quiere estar con
desconocidos, etc.)
Cambio la actividad cuando veo que mi hijo/a esta muy cansado/a o estresado/a (ej.,
le ofrezco otras alternativas, lo llevo a otro lugar, etc.)
Doy pronta respuesta a las necesidades que observo en mi hijo/a
Le digo a mi hijo/a que lo quiero y lo/la importante que es para mi
Le converso a mi hijo/a sobre lo que estoy haciendo con él/ella (ej., "te voy a mudar",
"vamos a salir", "es hora de descansar", etc.)
Todos los días me doy momentos de juego con mi hijo/a (ej., intercambiamos sonidos,
cantamos, buscamos objetos escondidos, aplaudimos, etc.)
Logro darme cuenta cuando mi hijo/a se encuentra con un ánimo bajo (ej., porque
tiene sueño, porque se está enfermando, porque está cansado, etc.)
Entiendo que para calmarse, la mayoría de las veces busca a su madre, padre,
cuidador y no desea estar con otros (ej., llora cuando la mamá, el papá o el cuidador se
aleja, etc.)
Entiendo que la conducta de mi hijo/a tiene que ver con una necesidad (ej., llora
porque necesita seguridad a la hora del sueño y no porque quiere manipularme para
acostarse conmigo, etc.)
Logro calmar prontamente a mi hijo/a cuando lo necesita (en pocos minutos)
Acaricio y cobijo suavemente a mi hijo/a
Disfrutamos de jugar a intercambiar sonrisas y sonidos (ej., juegos de imitación de
sonidos de animales, mirarnos y sonreír frente al espejo, etc.)
Me preocupo por hechos importantes y relevantes que le estén sucediendo (ej., si se
enferma sé lo que tiene y lo que debe tomar, si gatea o camina lo acompaño y estimulo,
etc.)
Preparo un espacio para que pueda practicar cómo ponerse de pie, gatear o caminar
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Casi
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Durante los últimos 3 meses, en la
crianza de mi hijo o hija yo…
Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 11-18 meses
Le ofrezco juegos u objetos adecuados a su edad (ej., cubos y objetos de diferentes
tamaños, lápices, etc.)
Acompaño los momentos de juego para que se sienta seguro/a y libre de explorar
Respeto cuando mi hijo/a no desea usar algún juguete o hacer una actividad (escucho
y respeto sus señales)
Le canto canciones en algún momento de la rutina diaria
Soy consistente con las instrucciones que quiero establecer para mi hijo/a y actúo en
concordancia a ello (ej., no le permito chupar cables bajo ninguna circunstancia, etc.)
Con mi comportamiento doy el ejemplo de las cosas que me gustaría inculcar en mi
hijo/a (ej., actúo con calma, paciencia, etc.)
Salimos de paseo por el barrio u otro lugar y le voy contando lo que hay en el entorno
Me preocupo de proteger a mi hijo/a de objetos y lugares peligrosos (ej.,
medicamentos, objetos que pudiese tragar, objetos punzantes, piscinas, etc.)
Organizo pequeñas rutinas con mi hijo/a (ej., lo llevo a pasear por el barrio después de
comer, canto una canción mientras lo baño, etc.)
Le permito tocar y explorar objetos que se encuentran a su alrededor
Le presento un nuevo juguete describiéndolo para que lo conozca
Sigo los juegos de causa-efecto que me propone (ej., cuando lanza las llaves al suelo
las recojo una y otra vez, busco los objetos que él/ella esconde, etc.)
No me río o apruebo cosas que mi hijo/a hace y que pueden ser peligrosas (ej., no me
río si se echa algo pequeño a la boca)
Interactúo por medio de sonrisas y palabras con mi hijo/a
Permito que otras personas de la familia o amistades se relacionen con mi hijo/a de
manera cuidadosa y amorosa
Cuando no estoy con mi bebé, estoy segura de que la persona que lo cuida lo trata
bien
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Casi
Nunca
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Siempre
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crianza de mi hijo o hija yo…
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Nro
Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 11-18 meses
Cuando estoy con mi hijo/a, preparo un espacio en la casa para que pueda sentirse
cómodo/a y jugar de manera segura (ej., coloco cojines a su alrededor por si se llega a
voltear, etc.)
Me aseguro de que tanto yo como los miembros del hogar tratemos bien a mi hijo/a
Me ocupo de que mi hijo/a mantenga un buen estado de salud (ej., asiste a controles
sanos, tiene vacunas al día, su peso y talla son acordes a su edad, etc.)
Cuando mi hijo/a está enfermo/a, sigo los tratamientos indicados por el especialista
(ej., no automedico, sigo la medicación el tiempo indicado, etc.)
Me doy cuenta cuando las necesidades de mi hijo/a van cambiando y debo realizar
cambios de rutina (ej., cuando necesita dormir menos siestas que antes, etc.)
Pregunto por los recursos o servicios que hay en mi comuna para activarlos en caso
de necesitarlos para la crianza de mi hijo/a (ej., consultorio, municipio)
Comparto con otros padres que también se encuentran en el período de crianza (ej.,
participo en grupos de crianza, comparto con amigos que también están criando, etc.)
Reflexiono sobre lo que sueño para nuestra familia
Cuando cometo un error en el trato con mi hijo/a, me disculpo con él/ella a pesar de
que mi hijo/a sea pequeño aún
Me preocupo por hacer que el lugar donde está mi hijo/ sea un entorno amoroso y
respetuoso
Cuido de la higiene de mi hijo/a (ej., baño su cuerpo, lavo sus manos y cara, etc.)
Genero pequeñas rutinas de manera consistente y repetida en el tiempo (ej., le hago
masaje después del baño, le leo un cuento antes de dormir, etc.)
Si tengo un imprevisto laboral o de salud logro reorganizar la rutina de mi hijo/a (ej.,
ver quien me puede ayudar a cuidarlo/a, etc.)
Cuento con una lista de personas a las que sé que puedo acudir cuando necesito
ayuda
Reflexiono sobre lo que sueño para el futuro de mi hijo/a
Reviso mis prioridades para asegurarme de proteger el desarrollo de mi hijo/a (ej., en
qué gastar el dinero, el tiempo destinado al trabajo versus la familia, etc.)
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Nunca
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4/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 11-18 meses
Nro
Me preparo para los momentos difíciles que vendrán en esta etapa de crianza (ej.,
iniciar primeros pasos, aprender a caminar, mayor autonomía etc.)
Planifico con tiempo las actividades de la semana o del mes que involucran o se
relacionan con mi hijo/a (ej., controles médicos, vacunas, etc.)
Dedico tiempo a evaluar y pensar cómo estoy desarrollando mi rol cómo madre/padre
u otro cuidador (ej., pienso si estoy satisfecho, alegre, si me siento agotado, etc.)
Logro pensar en aspectos de mi propia historia que no me gustaría repetir como
padre o madre
He pensado que como padre/madre o cuidador soy importante para la vida de mi hijo
porque soy parte de su historia
He logrado mantener una buena salud mental (ej., me siento feliz, me gusta cómo me
veo, etc.)
Anticipo situaciones conflictivas que podrían dificultar mi vida familiar y la crianza (ej.,
poco tiempo para compartir en pareja, un primer tiempo de quedarse más tiempo en
casa, etc.)
Dedico tiempo a evaluar y pensar sobre cómo se está desarrollando mi hijo/a (ej., su
desarrollo físico, emocional, lenguaje, etc.)
Reflexiono acerca de si las prácticas de crianza que utilizo con mi hijo/a son
adecuadas a su edad
Logro pensar y reconocer los aspectos positivos que me dejaron mis padres o
cuidadores para la crianza de mi hijo/a
Logro identificar mis señales de agotamiento para no perder el control con mi hijo/a
Me permito espacios descanso (ej., leo un libro, salgo a caminar, salgo a comprar, etc.)
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crianza de mi hijo o hija yo…
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Observaciones
Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 11-18 meses
Nro
Escala de Parentalidad Positiva (E2P)
19-36 meses
4/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 19-36 meses
1. Datos de quien contesta:
NOMBRE:
Nombre del Niño/a:
¿Cuál es su relación con el niño/a?:
Ingreso Familiar Total (al mes) : $
En su domicilio, ¿cuántos dormitorios hay?
¿Cuántas personas viven en su casa? Total:
Dirección:
Sobre el niño/a respecto al cual contestará el cuestionario, por favor señale:
Comuna de residencia:
Personas menores de 18 años:
NACIONALIDAD:
SEXO:
Sexo Niño/a: Asiste a jardin infantil:
El niño/a, ¿tiene alguna discapacidad diagnosticada?:
El niño/a, ¿tiene algún problema que le preocupe?:
ESTADO CIVIL:
ESCOLARIDAD:
EDAD:
EDAD:
¿Cuál?:
¿Cuál?:
años
meses
(M)
(M) Si
Si
Si
soltero/a
padre madre abuelo/a otro familiar cuidador no familiar
casado/a separado/a divorciado/a viudo/a
(F)
(F) No
No
No
2. Instrucciones
La Escala de Parentalidad Positiva (E2P) es un cuestionario muy sencillo que puede contestarlo cualquier
adulto responsable de la crianza de un niño o niña. Su objetivo es identificar aquellas prácticas que usted
usa al relacionarse con su hijo, hija, niño o niña a su cargo. Por favor asegúrese de entender muy bien estas
instrucciones antes de continuar.
En el cuestionario se presentan una serie de frases que describen situaciones habituales de crianza. Frente a
cada afirmación se le pide escoger entre 5 opciones: Nunca, Casi Nunca, A veces, Casi Siempre y Siempre. Si la
frase describe una situación que nunca sucede o que no representa su vida cotidiana marque Nunca. Si la frase
describe una situación que sucede muy poco en su vida cotidiana marque Casi Nunca. Si la frase describe una
situación que sucede a veces o en ocasiones marque A Veces. Si la frase describe una situación que sucede
habitualmente en su vida cotidiana marque Casi Siempre. Si la frase describe una situación que sucede siempre
en su vida cotidiana marque Siempre.
Por ejemplo: si durante los 3 últimos meses la afirmación: Me doy cuenta cuando algo es agradable o
desagradable para mi hijo/a (ej., en su forma de moverse, sus caras, sus palabras, etc.) describe una situación
que sucede a veces o en ocasiones marque A veces.
Si usted no es el padre o madre del niño/a, asuma que donde dice “hijo” o “hija” se refiere al niño, niña o
adolescente que usted está criando o cuidando. Recuerde marcar una sola opción en cada afirmación. Conteste
todas las preguntas del cuestionario. Por favor, conteste con la mayor sinceridad posible. No hay respuestas
correctas o incorrectas; por ello, escoja la respuesta que mejor refleje su realidad.
OCUPACIÓN (en qué trabaja):
Otro
Me doy cuenta de las situaciones que estresan o enojan a mi hijo/a (ej., cuando no
desea bañarse, cuando le quitan un juguete, cuando no le resulta algo que lo tenía
entusiasmado/a, etc.)
Logro identificar distintas emociones en mi hijo/a (ej., cuando está alegre, sorprendido,
interesado, etc.)
Logro comprender los miedos propios de la edad de mi hijo/a (ej., cuando teme a la
oscuridad, a extraños, a monstruos, a animales, al agua, a disfraces, etc.)
Cuando mi hijo/a se siente triste o llora, lo ayudo a entender lo que pasó (ej., le digo:
"parece que te pusiste triste por perder tu peluche", "parece que te dio pena que tu
hermano no te prestara sus juguetes", etc.)
Cuando han ocurrido situaciones difíciles en la familia, acompaño el enojo, pena o
malestar de mi hijo/a (ej., lo abrazo, lo escucho, le converso, le doy un tiempo, etc.)
Le hago cariño a mi hijo/a de la manera en que le gusta (ej., lo/la acurruco, lo/la
abrazo, acaricio su cabeza, etc.)
Me doy tiempo para hacer actividades con mi hijo/a (ej., jugamos, cantamos,
dibujamos juntos, inventamos historias, cocinamos, etc.)
Al estar con mi hijo/a me mantengo atento a él o ella (ej., lo escucho, lo miro a los ojos,
sigo sus propuestas, no veo el celular, etc.)
Identifico las señales que da mi hijo/a cuando está agobiado o perdiendo la
tranquilidad (ej., se está quejando muy seguido, está más irritable, se siente cansado o
aburrido/a, etc.)
Cuando mi hijo/a está estresado/a o molesto/a intento entenderlo sin colocarle
"etiquetas" (ej., evito decirle: mañoso/a, manipulador/a, pataletero/a, berrinchudo/a,
sobrenombres, eres igual a...)
Logro comprender lo que mi hijo/a necesita (ej., si tiene hambre, sueño, miedo, ganas
de ser acurrucado, etc.)
Cuando mi hijo/a se siente, estresado/a, molesto/a, o triste lo/la calmo
amorosamente (ej., lo abrazo, me pongo a su altura, lo acaricio, trato de enfocar su
atención en algo positivo, etc.)
Le demuestro a mi hijo/a que es una persona valiosa en mi vida (ej., le digo lo feliz que
me hace, le hablo sobre su embarazo o de cuando le esperábamos, le cuento por qué
elegimos su nombre, etc.)
Logro comunicarme afectuosamente con mi hijo/a (ej., le sonrío, le digo palabras
positivas, uso un tono de voz cálido, le canto canciones infantiles, etc.)
Me doy el tiempo para conversar con mi hijo/a (ej., le hablo de lo que hacemos juntos,
de su mascota, de las plantas, de los otros niños, de los abuelos, etc.)
Al iniciar el día, realizo una serie de pasos para que mi hijo/a comience su día
tranquilamente (ej., lo despierto suavemente conversándole, lo despierto con tiempo
para que alcance a tomar desayuno, etc.)
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Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 19-36 meses
Acompaño a mi hijo/a en el paso de una actividad a otra (ej., le canto una canción
para que guarde los juguetes, le digo lo que vamos a hacer: "cuando termines de comer,
vamos a salir", etc.)
Permito que mi hijo/a enfrente desafíos (ej., que experimente con los cubiertos para
comer su comida, que camine y explore los espacios, que lleve solo/a un vaso de agua,
etc.)
Aliento a mi hijo/a a que participe de algunas decisiones (ej., le permito escoger el
color de su ropa, jugamos a lo que él o ella prefiere jugar, etc.)
Cuando algo no le resulta lo/la ayudo a resolverlo (ej., le pongo una silla para que
alcance un lugar más alto, le alcanzo un muñeco etc.)
Le cuento sobre las decisiones que se toman por su bienestar (ej., le digo: "te voy
a colocar chaqueta porque hoy hace frio"," vamos a ir al médico para que te ayude a
sentirte mejor", etc.)
Cuando quiero que mi hijo coopere, le doy instrucciones sencillas
Le enseño a mi hijo/a su nombre y el nombre de los miembros de su familia
Me preocupo de proteger a mi hijo/a de objetos y lugares peligrosos (ej.,
medicamentos, objetos que pudiese tragar, objetos punzantes, piscinas, etc.)
Al finalizar el día, realizo una serie de pasos para que mi hijo/a pueda ir a descansar
(ej., los juguetes son guardados, se disminuye el ruido y la luz en el hogar, lo cambio de
ropa, le leo un cuento o canto una canción, etc.)
Cuando mi hijo/a siente curiosidad por las cosas permito que las descubra (ej.,
cuando abre un cajón, le preguntó ¿qué habrá ahí?, etc.)
Al promover hábitos en mi hijo/a lo hago de forma entretenida (ej., al lavar los dientes
canto una canción, al cepillar el cabello le cuento una historia, etc.)
Le leo un cuento, canto una canción o cuento una historia, antes de dormir o en otro
momento del día
Consigo que mi hijo/a coopere sin recurrir a castigos ni gritos
Muestro a través del ejemplo las conductas sociales que espero ver en mi hijo/a (ej.,
saludo a las personas, les doy las gracias, pido permiso, etc.)
Le enseño a relacionarse con niños y niñas de su edad (ej., compartir los juguetes,
respetar los turnos, no pegar, etc.)
Cuando no estoy con mi hijo/a, me he asegurado de que el adulto que lo cuida lo trata
bien (ej., que no lo maltrate, que lo proteja, que lo consuele cuando llora, etc.)
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Durante los últimos 3 meses, en la
crianza de mi hijo o hija yo…
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3/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 19-36 meses
Protejo a mi hijo/a y me aseguro de que lo note (ej., lo/la tomo de la mano al cruzar la
calle, lo/la tomo en brazos en lugares públicos, le digo que no recoja cosas del suelo
cuando vamos por la calle, etc.)
Intento que mi hijo/a no presencie discusiones familiares (ej., cuando discuto con mi
pareja u otros miembros de la familia, no lo hago frente a él, etc.)
Me preocupo de proporcionar una alimentación saludable a mi hijo/a (ej., que coma
legumbres, verduras, frutas, raciones apropiadas, etc.)
Cuido de la higiene y presentación personal de mi hijo/a (ej., baño su cuerpo, sus
dientes, lo peino, lavo sus manos antes de comer, etc.)
Dedicamos tiempo a celebrar costumbres y tradiciones familiares (ej., celebrar
cumpleaños, navidad, vacacionar, etc.)
Cuando necesito ayuda en la crianza, busco ayuda en mis amigos o familiares (ej.,
cuando está enfermo/a y tengo que ir al trabajo, cuando me siento estresado y requiero
apoyo, etc.)
Utilizo los recursos o servicios para apoyarme en la crianza (ej., el consultorio, la
municipalidad, los beneficios de Chile Crece Contigo, etc.)
Priorizo gastos y acciones que protegen el futuro de nuestra familia (ej., alimentación
saludable, estudios, salidas recreativas familiares, etc.)
Transmito a mi hijo/ una imagen segura y valiosa de mi persona, evitando quejarme
del día a día, o de los aspectos dolorosos de mi vida frente a él/ella
Cuando cometo un error en el trato con mi hijo/a, me disculpo con él/ella y le explico
que las personas se pueden equivocar
Me preocupo de que mi hijo/a mantenga un buen estado de salud (ej., asiste a
controles sanos, tiene vacunas al día, su peso y talla son acordes a su edad, etc.)
En casa, hemos establecido como familia una organización de horarios y rutinas para
mi hijo/a (ej., hora de levantarse, de desayunar, de jugar, descansar, etc.)
Si tengo un imprevisto laboral o de salud, logro reorganizar la rutina de mi hijo/a (ej., si
tiene que ir al jardín, al control médico, etc.)
Pregunto por los recursos o servicios que hay en mi comunidad, para hacer uso de
ellos en caso de necesitarlos para la crianza de mi hijo/a (ej., consultorio, municipio,
etc.)
Priorizo gastos y acciones que protegen el futuro de mi hijo/a (ej., invertir en
materiales de estimulación, en libros y cuentos, en actividades que desarrollan sus
capacidades, etc.)
Reviso mis prioridades para asegurarme de proteger el desarrollo de mi hijo/a (ej., en
qué gastar el dinero, el tiempo destinado al trabajo versus la familia, etc.)
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Durante los últimos 3 meses, en la
crianza de mi hijo o hija yo…
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Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 19-36 meses
Me preparo para los momentos difíciles que vendrán en esta etapa de crianza (ej.,
control de esfínter, destete, comer de forma independiente, ingreso al jardín, etc.)
Planifico con tiempo las actividades de la semana o del mes que involucran o se
relacionan con mi hijo/a (ej., asistencia al jardín, a controles médicos, etc.)
Dedico tiempo a evaluar y pensar sobre cómo estoy desarrollando mi rol de crianza
(ej., pensar si estoy satisfecho, alegre, si me siento agotado, etc.)
Logro pensar en aspectos de mi propia historia que no me gustaría repetir como
padre o madre
Pienso en cómo la historia con mis padres influye en la forma que hoy tengo de criar
a mi hijo/a
Logro identificar mis señales de agotamiento para no perder el control con mi hijo/a
Anticipo situaciones conflictivas que podrían dificultar mi vida familiar y la crianza
(ej., problemas de pareja, la visita de un familiar conflictivo, una etapa especialmente
exigente en mi trabajo, etc.)
Dedico tiempo a evaluar y pensar sobre cómo se está desarrollando mi hijo/a (ej., su
desarrollo físico, emocional, comunicacional, etc.)
Evito contaminar la relación con mi hijo/a con mi enojo, penas y/o frustraciones (ej.,
respiro para calmarme, me preocupo de no transmitirle mis problemas de adulto, etc.)
Logro pensar y reconocer los aspectos positivos que me dejaron mis padres o
cuidadores para la crianza de mi hijo/a
Me mantengo saludable para poder cuidar de mis hijos/as (ej., cuido el consumo
de comidas, de bebidas alcohólicas, consumo de tabaco, realizo chequeos médicos,
hábitos de sueño, etc.)
Me doy espacios para mí mismo/a, distintos de la crianza (ej., salir a caminar,
descansar, clases de baile, jugar fútbol, etc.)
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Durante los últimos 3 meses, en la
crianza de mi hijo o hija yo…
Observaciones
Nro
5/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 19-36 meses
Escala de Parentalidad Positiva (E2P)
3-5 años
1/5
Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 3-5 años
NOMBRE:
Nombre del Niño/a:
¿Cuál es su relación con el niño/a?:
Ingreso Familiar Total (al mes) : $
En su domicilio, ¿cuántos dormitorios hay?
¿Cuántas personas viven en su casa? Total:
Dirección:
Sobre el niño/a respecto al cual contestará el cuestionario, por favor señale:
Comuna de residencia:
Personas menores de 18 años:
NACIONALIDAD:
SEXO:
Sexo Niño/a: Escolaridad actual:
El niño/a, ¿tiene alguna discapacidad diagnosticada?:
El niño/a, ¿tiene algún problema que le preocupe?:
ESTADO CIVIL:
EDAD:
EDAD:
¿Cuál?:
¿Cuál?:
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(M)
(M)
Si
Si
soltero/a
padre madre abuelo/a otro familiar cuidador no familiar
casado/a separado/a divorciado/a viudo/a
(F)
No
No
1. Datos de quien contesta:
ESCOLARIDAD:
(F)
OCUPACIÓN (en que trabaja):
2. Instrucciones
La Escala de Parentalidad Positiva (E2P) es un cuestionario muy sencillo que puede contestarlo cualquier
adulto responsable de la crianza de un niño o niña. Su objetivo es identificar aquellas prácticas que usted
usa al relacionarse con su hijo, hija, niño o niña a su cargo. Por favor asegúrese de entender muy bien estas
instrucciones antes de continuar.
En el cuestionario se presentan una serie de frases que describen situaciones habituales de crianza. Frente a
cada afirmación se le pide escoger entre 5 opciones: Nunca, Casi Nunca, A veces, Casi Siempre y Siempre. Si la
frase describe una situación que nunca sucede o que no representa su vida cotidiana marque Nunca. Si la frase
describe una situación que sucede muy poco en su vida cotidiana marque Casi Nunca. Si la frase describe una
situación que sucede a veces o en ocasiones marque A Veces. Si la frase describe una situación que sucede
habitualmente en su vida cotidiana marque Casi Siempre. Si la frase describe una situación que sucede siempre
en su vida cotidiana marque Siempre.
Por ejemplo: si durante los 3 últimos meses la afirmación: Me doy cuenta cuando algo es agradable o
desagradable para mi hijo/a (ej., en su forma de moverse, sus caras, sus palabras, etc.) describe una situación
que sucede a veces o en ocasiones marque A veces.
Si usted no es el padre o madre del niño/a, asuma que donde dice “hijo” o “hija” se refiere al niño, niña o
adolescente que usted está criando o cuidando. Recuerde marcar una sola opción en cada afirmación. Conteste
todas las preguntas del cuestionario. Por favor, conteste con la mayor sinceridad posible. No hay respuestas
correctas o incorrectas; por ello, escoja la respuesta que mejor refleje su realidad.
Otro
Conozco qué cosas le dan miedo a mi hijo/a (ej., la oscuridad, personajes imaginarios,
etc.)
Conozco los gustos de mi hijo/a (ej., sé que prefiere usar zapatillas sin cordones, que le
gusta jugar con su mascota, etc.)
Logro identificar distintas emociones en mi hijo (ej., sé cuándo está alegre,
sorprendido, interesado, etc.)
Ayudo a mi hijo/a a calmarse cuando está estresado/a (ej., cuando llora porque
enfermó, cuando está frustrado porque ha tenido un problema en el colegio, cuando
pierde en un juego, etc.)
Ayudo a mi hijo/a a contarme la historia de lo que lo ha alterado (ej., le pido que me
cuente cómo se cayó, cómo se le rompió el juguete, qué soñó en su pesadilla, etc.)
Le demuestro explícitamente mi amor a mi hijo/a (ej., le digo "hijo/a, te amo"," te quiero
mucho", le doy besos, lo/la abrazo, etc.)
Estoy atento/a si necesita ayuda para resolver algún problema (ej., buscamos juntos
su juguete, lo acompaño al baño si es necesario, etc.)
Converso con mi hijo/a de los temas que a él/ella le interesan (ej., sus amigos del
colegio y barrio, su mascota, sus comidas favoritas, etc.)
Procuro poner atención a mi hijo/a cuando está realizando alguna actividad (ej.,
cuando juega en la plaza, cuando dibuja, etc.)
Logro ponerme en el lugar de mi hijo/a (ej., entiendo su pena cuando pierde un juguete
muy querido, comprendo que le cueste probar comidas nuevas, que le da miedo ir al
dentista, etc.)
Puedo imaginar estados de ánimo de mi hijo/a (ej., tristeza si no cumplo lo que le
prometo, miedo si llego tarde a buscarlo al jardín de infantes, etc.)
Cuando mi hijo/a tiene pesadillas, hago cosas que lo/la tranquilizan (ej., le permito
dormir conmigo, le cuento una historia que le gusta, etc.)
Con mi hijo/a, nos reímos juntos de cosas divertidas (ej., de un chiste, de bromas, una
película graciosa, nos disfrazamos, etc.)
Le demuestro a mi hijo/a que es una persona valiosa en mi vida (ej., le digo lo feliz que
me hace, le digo lo que aprecio de él/ella, etc.)
Aprovecho las actividades diarias para compartir con mi hijo/a (ej., vamos juntos a la
feria, ordenamos juntos las frutas, regamos juntos las plantas, etc.)
Le explico cómo espero que se comporte antes de salir de casa (ej., le digo: "mantente
cerca mío cuando estemos en la calle", "si vamos al supermercado solo podrás elegir
una cosa",etc.)
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crianza de mi hijo o hija yo…
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2/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 3-5 años
Le explico a mi hijo qué haremos antes de ir a alguna parte (ej., le digo:"vamos a visitar
a tus abuelos, ir de compras, ir al médico, ir al zoológico", etc.)
Lo motivo a tomar sus propias decisiones, ofreciéndole alternativas de acuerdo a su
edad (ej., elegir su ropa o qué película quiere ver, etc.)
Invito a mi hijo/a a colaborar en la realización de las actividades cotidianas en la casa
(ej., ordenar sus juguetes, poner la mesa, regar las plantas, etc.)
Respondo a las preguntas de mi hijo/a utilizando un vocabulario preciso para que
aprenda nuevas palabras (ej., zapato en vez de tato, mira el malabarista en vez de mira
eso, cerezas en vez de fruta, etc.)
Me disculpo con mi hijo/a cuando me equivoco (ej., si le he gritado, si no le he
respondido cuando me ha hablado, etc.)
Cuando mi hijo/a comete un error, buscamos juntos formas positivas de repararlo (ej.,
pedir disculpas, ayudar a ordenar, reparar el juguete roto, hacer y regalar un dibujo al
que ofendió, etc.)
Procuro que mi hijo/a aprenda sus datos personales y los de sus padres (ej., su sexo,
nombre y edad, nombres, apellidos y labor de sus padres, etc.)
Establezco límites de seguridad para el desarrollo de los juegos (ej., procuro que el
espacio sea el adecuado, que no haya riesgos como fuego, electricidad, piscina, etc.)
Le anticipo a mi hijo/a los planes del día siguiente, especialmente si se salen de
la rutina normal (ej., le digo quién los retirará del colegio, si llegaré más tarde, si
tendremos visitas, si lo llevaré de compras, etc.)
Procuro que realice acciones por si mismo cuando lo llevo al jardín de infantes o
salimos (ej., que lleve su mochila, que cargue su lonchera, etc.)
Lo acompaño a encontrar una solución a sus problemas por si mismo (ej., le doy
"pistas" para que tenga éxito en una tarea, sin darle la solución, etc.)
Le muestro a mi hijo/a cómo hacer cosas nuevas apropiadas a su edad (ej., le digo
"mira, esto se abre así y se cierra así, ahora hazlo tú", etc.)
Anticipo a mi hijo/a las pautas de convivencia familiar (ej., le digo: "antes de comer hay
que lavarse las manos", "no vemos tv cuando estamos almorzando", etc.)
Le enseño a mi hijo/a cómo debe comportarse en la calle, reuniones, cumpleaños (ej.,
le enseño a cruzar la calle de mi mano, a mirar la luz del semáforo, a saludar, a felicitar
al que está de cumpleaños, etc.)
Fomento que mi hijo/a haga amigo/as en el barrio y en escuela
Enseño a mi hijo/a cuáles son sus partes íntimas y cómo deben ser cuidadas en
cuanto a privacidad e higiene.
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Durante los últimos 3 meses, en la
crianza de mi hijo o hija yo…
Nro
3/5
Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 3-5 años
Cuando no estoy con mi hijo/a, estoy seguro/a que el adulto o los adultos que lo
cuidan lo tratan bien
Cuando cometo un error en el trato con mi hijo/a, me disculpo con él/ella y le explico
que las personas pueden equivocarse
Cuido de la higiene y presentación personal de mi hijo/a (ej., baño su cuerpo, lo ayudo
a lavar sus dientes, lo peino, lo ayudo a lavar sus manos antes de comer, etc.)
Procuro que mi hijo/a pueda mantener un estado sano de salud realizando
actividades físicas (ej., jugar a saltar, a correr, trepar, andar en bicicleta con ayuda, etc.)
Si tengo un imprevisto laboral o de salud logro reorganizar la rutina de mi hijo/a (ej.,
si tiene que ir al jardín, al control médico, etc.)
Utilizo los recursos o servicios para apoyarme en la crianza (ej., el consultorio, la
municipalidad, los beneficios del Chile Crece Contigo u otros estatales etc.)
Cuando tengo dudas acerca de cómo apoyar a mi hijo/a en su desempeño, conducta
o relación con sus compañeros de escuela, solicito reuniones con su profesor/a u
orientador escolar
Reflexiono acerca de lo que deseo para mi hijo/a en el futuro (ej., tener buena salud,
tener valores, ser trabajador/a, etc.)
Procuro que mi hijo no esté expuesto a violencia física ni verbal en nuestra familia
Le explico de manera calmada a mi hijo/a cómo me siento en determinadas
circunstancias cuando no puedo responder a sus requerimientos (ej., le digo "me
siento agotada y necesito descansar un momento antes de jugar contigo", etc.)
Me preocupo de proporcionar alimentación saludable a mi hijo/a (ej., frutas, verduras,
cereales, agua, etc.)
Mi hijo/a puede usar un espacio especial de la casa para jugar y distraerse (ej., ver sus
cuentos, armar sus rompecabezas, pintar, etc.)
Procuro que el ambiente del hogar facilite la actividad que se realizará en ese
momento (ej., apago el televisor antes de las comidas, apago luces y procuro que haya
silencio antes de irnos a dormir, etc.)
Pregunto por los recursos o servicios que hay en mi comunidad para hacer uso
de ellos en caso de necesitarlos para la crianza de mi hijo/a (ej., consultorio,
municipalidad, etc.)
Conversamos acerca de quiénes somos como familia (ej., nuestras costumbres de
vida, tradiciones familiares, creencias, normas de convivencia, deseos de cada uno,
etc.)
Reviso mis prioridades para asegurarme de proteger el desarrollo de mi hijo/a (ej., en
qué gastar el dinero, el tiempo destinado al trabajo versus la familia, etc.)
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Nunca
A
veces
Casi
Nunca
Casi
Siempre
Siempre
Durante los últimos 3 meses, en la
crianza de mi hijo o hija yo…
Nro
4/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 3-5 años
Me preparo para los momentos difíciles que vendrán en esta etapa de crianza (ej.,
me informo de cómo apoyarlo en su ingreso al colegio, sé que presentará conductas
desafiantes, que tendrá interés por conocer el porqué de las cosas y hechos, etc.)
Anticipo situaciones conflictivas que podrían dificultar mi vida familiar y la crianza
(ej., problemas de pareja, la visita de un familiar conflictivo, una etapa especialmente
exigente en mi trabajo, etc.)
He logrado mantener un clima familiar bueno para el desarrollo de mi hijo/a (ej., las
discusiones no son frente al niño/a, hay tiempo como familia para disfrutar y reírnos,
etc.)
Logro pensar en los aspectos de mi propia historia que no me gustaría repetir como
padre o madre
Intento estar alerta a qué aspectos de mi historia pueden aflorar en mi crianza y estoy
dispuesto/a a buscar apoyo si es necesario (ej., buscar apoyo psicológico, social, etc.)
Logro identificar mis señales de agotamiento para no perder el control con mi hijo/a
Le explico a mi hijo/a si algún día cambiamos los horarios habituales (ej., le digo: "hoy
llegaré más tarde a casa porque debo quedarme a trabajar", etc.)
Dedico tiempo a evaluar y pensar sobre cómo se está desarrollando mi hijo/a (ej., su
desarrollo físico, emocional, su lenguaje, etc.)
Reflexiono acerca de si las prácticas de crianza que utilizo con mi hijo/a son
adecuadas a su edad
Logro pensar y reconocer los aspectos positivos que me dejaron mis padres o
cuidadores para la crianza de mi hijo/a
Me mantengo saludable para poder cuidar de mi hijos/as (ej., cuido el consumo de
comidas y bebidas alcohólicas, consumo de tabaco, realizo chequeos médicos, hábitos
de sueño, etc.)
Siento que he logrado mantener una buena salud mental (ej., me siento contenta/o, me
gusta cómo me veo, etc.)
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A
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Casi
Nunca
Casi
Siempre
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Durante los últimos 3 meses, en la
crianza de mi hijo o hija yo…
Observaciones
Nro
5/5
Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 3-5 años
Escala de Parentalidad Positiva (E2P)
6-7 AÑOS
NOMBRE:
Nombre del Niño/a:
¿Cuál es su relación con el niño/a?:
Ingreso Familiar Total (al mes) : $
En su domicilio, ¿cuántos dormitorios hay?
¿Cuántas personas viven en su casa? Total:
Dirección:
Sobre el niño/a respecto al cual contestará el cuestionario, por favor señale:
Comuna de residencia:
Personas menores de 18 años:
NACIONALIDAD:
SEXO:
Sexo Niño/a: Escolaridad actual:
El niño/a, ¿tiene alguna discapacidad diagnosticada?:
El niño/a, ¿tiene algún problema que le preocupe?:
ESTADO CIVIL:
EDAD:
EDAD:
¿Cuál?:
¿Cuál?:
años
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(M)
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Si
Si
soltero/a
padre madre abuelo/a otro familiar cuidador no familiar
casado/a separado/a divorciado/a viudo/a
(F)
No
No
1. Datos de quien contesta:
1/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 6-7 años
ESCOLARIDAD:
(F)
2. Instrucciones
La Escala de Parentalidad Positiva (E2P) es un cuestionario muy sencillo que puede contestarlo cualquier
adulto responsable de la crianza de un niño o niña. Su objetivo es identificar aquellas prácticas que usted
usa al relacionarse con su hijo, hija, niño o niña a su cargo. Por favor asegúrese de entender muy bien estas
instrucciones antes de continuar.
En el cuestionario se presentan una serie de frases que describen situaciones habituales de crianza. Frente a
cada afirmación se le pide escoger entre 5 opciones: Nunca, Casi Nunca, A veces, Casi Siempre y Siempre. Si la
frase describe una situación que nunca sucede o que no representa su vida cotidiana marque Nunca. Si la frase
describe una situación que sucede muy poco en su vida cotidiana marque Casi Nunca. Si la frase describe una
situación que sucede a veces o en ocasiones marque A Veces. Si la frase describe una situación que sucede
habitualmente en su vida cotidiana marque Casi Siempre. Si la frase describe una situación que sucede siempre
en su vida cotidiana marque Siempre.
Por ejemplo: si durante los 3 últimos meses la afirmación: Me doy cuenta cuando algo es agradable o
desagradable para mi hijo/a (ej., en su forma de moverse, sus caras, sus palabras, etc.) describe una situación
que sucede a veces o en ocasiones marque A veces.
Si usted no es el padre o madre del niño/a, asuma que donde dice “hijo” o “hija” se refiere al niño, niña o
adolescente que usted está criando o cuidando. Recuerde marcar una sola opción en cada afirmación. Conteste
todas las preguntas del cuestionario. Por favor, conteste con la mayor sinceridad posible. No hay respuestas
correctas o incorrectas; por ello, escoja la respuesta que mejor refleje su realidad.
OCUPACIÓN (en qué trabaja):
Otro
Reconozco las emociones de mi hijo/a a través de diversos lenguajes en que las
expresa (ej., sonrisa, tonos de voz, bostezos, frases como "no quiero ir al colegio", etc.)
Conozco lo que le desagrada a mi hijo/a (ej., estudiar, que se acabe el permiso para ver
televisión, obedecer normas, etc.)
Ayudo a mi hijo/a a que exprese lo que necesita con sus palabras (ej., le digo:
"cuéntame qué quieres", "dime en qué parte del cuerpo te pegaste", "conversemos de lo
que pasó",etc.)
Procuro ser paciente cuando mi hijo/a está molesto o enfadado (ej., le doy el espacio y
el tiempo que necesita para calmarse, me muestro disponible para conversar, etc.)
Evito reprimir la expresión de las emociones de mi hijo/a cuando está estresado/a (ej.,
evito decirle:“no llores más”, "no debes estar asustado/a","los hombres no lloran", "no es
para tanto", etc.)
Le demuestro explícitamente mi amor a mi hijo/a (ej., le digo: “hijo/a, te quiero mucho"
lo abrazo, le hago cariño en su cabeza, etc.)
Lo ayudo cuando necesita resolver algún problema (ej., para recortar, abotonarse,
limpiarse al ir al baño, etc.)
Converso con mi hijo/a de los temas que a él/ella le interesan (ej., sus amigos del
colegio y barrio, su mascota, sus comidas favoritas, etc.)
Conozco las cosas que le dan alegría a mi hijo/a (ej., que vaya a mirarlo/a jugar fútbol,
que le prepare su comida favorita, que le enseñe a andar en bicicleta, etc.)
Ayudo a mi hijo/a, a que reconozca sus emociones y les ponga nombre (ej., le digo:
"parece que estás sintiendo rabia", "te ves con pena, "noto que estás contento", etc.)
Trato de comprender lo que está sintiendo mi hijo/a (ej., pienso que quizás tuvo un día
difícil y por eso no desea conversar, quizás está triste porque no lo/la seleccionaron
para una actividad en el colegio, etc.)
Ayudo a mi hijo/a a encontrar sus propios recursos para actuar en determinadas
situaciones (ej., le digo: “si te enojaste por lo que te dijo tu amiga, ¿qué crees que le
puedes decir la próxima vez?, etc.)
Con mi hijo/a nos reímos juntos de cosas divertidas (ej., de un chiste, de bromas, de
anécdotas, etc.)
Le digo a mi hijo/a las cualidades o talentos que veo en él/ella (ej., le digo: "cantaste
muy bonito", "fuiste muy generoso/a", "fuiste un buen amigo", etc.)
Aprovecho las actividades diarias para compartir con mi hijo/a (ej., vamos juntos a la
feria, ordenamos juntos las frutas, regamos juntos las plantas, etc.)
Le explico cómo espero que se comporte antes de salir de casa (ej., le digo: "recuerda
que en la calle debes darme la mano para cruzar", "vamos al supermercado esta vez no
me pidas juguetes", etc.)
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Durante los últimos 3 meses, en la
crianza de mi hijo o hija yo…
Nro
2/5
Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 6-7 años
Le explico a mi hijo qué haremos, antes de ir a alguna parte (ej., le digo: “vamos a
visitar a tus abuelos, ir de compras, ir al médico, ir al zoológico", etc.)
Incentivo a mi hijo/a a encontrar una solución a sus problemas por si mismo/a (ej., le
doy pistas para que tenga éxito en una tarea, le pregunto cómo solucionó una situación
parecida antes, etc.)
Considero la opinión de mi hijo/a cuando decidimos algo (ej., dónde ir de paseo, qué
hacer de almuerzo el domingo, a qué jugar juntos, etc.)
Le ayudo a mi hijo/a a que relacione sus aprendizajes escolares con la vida diaria
(ej., si está aprendiendo a restar, calculamos juntos el vuelto al comprar el pan, si está
aprendiendo a leer, le pido que lea la receta para preparar un postre sencillo, etc.)
Le señalo de manera firme y amable cuándo debe cumplir una orden (ej., deja de
molestar a tu hermana ahora, necesito que te vistas para ir a la escuela, etc.)
Me disculpo con mi hijo/a cuando me equivoco (ej., si le he gritado, le he llamado la
atención injustamente, lo he ignorado, etc.)
Llevo a mi hijo/a a los eventos sociales a los que lo invitan (ej., cumpleaños de sus
amigos, paseos de curso, actividades en el barrio, etc.)
Le enseño a mi hijo/ a a cuidarse cuando está en la vía pública (ej, estar atento a
semáforos, cuidado en las esquinas si anda en bicicleta, etc.)
Procuro armar espacios apropiados al desarrollo de mi hijo (ej., hago espacio en la
casa o patio para que juegue, pongo su ropa, útiles y juguetes en cajoneras que estén a
su alcance, etc.)
Lo motivo a tomar sus propias decisiones ofreciéndole alternativas de acuerdo a su
edad (ej., le digo: "prefieres comer de postre naranja o manzana", "quieres colocarte los
pantalones azules o rojos", etc.)
Cuando mi hijo/a no entiende una idea encuentro otra manera de explicársela para
que la comprenda (ej., le doy ejemplos de cosas que conoce, se lo explico de forma
práctica, etc.)
Lo ayudo a realizar sus tareas escolares cuando lo necesita (ej., buscamos
información juntos, preparamos una disertación, preparamos una prueba, armamos un
disfraz, etc.)
Si mi hijo/a no cumple una orden, me pregunto qué le está pasando (ej., ¿estará
cansado, malhumorado, aburrido, preocupado, enfermo, etc.?)
Participo con mi hijo/a en las actividades sociales de la escuela (ej., paseos de curso,
reuniones de apoderado, actividades artísticas, etc.)
Le explico a mi hijo/a que debe cuidar el medio ambiente (ej., no botar basura en la
calle, no arrancar ramas o flores, no maltratar animales, etc.)
Le enseño a mi hijo/a a cuidar y respetar su cuerpo (ej., no desvestirse frente a
personas extrañas, saludar a los demás de la forma en que le acomode, que reconozca
emociones que no le agradan, etc.)
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Durante los últimos 3 meses, en la
crianza de mi hijo o hija yo…
Nro
3/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 6-7 años
Mantengo a mi hijo/a alejado de peligros en el hogar (ej., no dejo herramientas, armas,
objetos tóxicos a su alcance, lo superviso si hay piscina en casa, etc.)
Procuro que en mi familia nos tratemos con respeto (ej., nos saludamos de buenos
días y buenas noches, nos recibimos y despedimos de forma afectuosa, etc.)
Superviso la higiene y cuidado que necesita mi hijo/a (ej., lavarse los dientes, bañarse,
vestirse, cambiar su ropa si está sucia, cortarse las uñas, etc.)
Procuro que mi hijo pueda mantener un estado sano de salud realizando actividades
físicas (ej., jugar a saltar, a correr, trepar, etc.)
Procuro que el ambiente del hogar facilite la actividad que se realizará en ese
momento (ej., apago el televisor antes de las comidas, apago luces y procuro que haya
silencio antes de irnos a dormir, etc.)
Cuando la crianza se me hace difícil, busco ayuda de mis amigos o familiares (ej.,
cuando está enfermo/a y necesito apoyo para cuidarlo, cuando me siento sobrepasada,
etc.)
Recurro a alguien de confianza cuando no puedo llevar a mi hijo/a a la escuela
Conversamos acerca de quiénes somos como familia (ej., nuestras costumbres de
vida, tradiciones familiares, creencias, normas de convivencia, deseos de cada uno,
etc.)
En mi familia tratamos bien a los niños (ej., sin gritos, sin zamarreos, sin golpes, etc.)
Reservamos momentos para compartir en familia (ej., comer, jugar, ver y comentar un
programa de televisión juntos, etc.)
Me preocupo de que mi hijo/a mantenga un buen estado de salud (ej., asiste a
controles médicos, su peso y talla son acordes a su edad, etc.)
Mi hijo/a puede usar un espacio especial de la casa para jugar y distraerse (ej., ver sus
cuentos, armar sus rompecabezas, pintar, etc.)
En casa hemos establecido como familia una organización de horarios y rutinas para
mi hijo/a (ej., hora de levantarse, de desayunar, de jugar, de descansar, etc.)
Si tengo dudas sobre un tema de crianza, pido consejos, orientación y ayuda a
personas confiables
Pienso en los valores que deseo inculcar en mi hijo/a (ej., que sea honesto/a, que sea
respetuoso/a, que sea solidario/a, etc.)
Pensamos en qué desearíamos cambiar como familia (ej., "nos gustaría que nos
tratáramos mejor", "queremos divertirnos más en familia", "queremos ser más unidos",
etc.)
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Durante los últimos 3 meses, en la
crianza de mi hijo o hija yo…
Nro
4/5
Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 6-7 años
Me preparo para los momentos difíciles que vendrán en esta etapa de crianza (ej.,
caída de dientes de leche, exigencias escolares mayores, etc.)
Le anticipo a mi hijo/a si algún día cambiamos los horarios habituales (ej., le digo: "hoy
llegaré más tarde a casa porque debo quedarme a trabajar", etc.)
Me pregunto cómo me siento en mi rol de padre/madre o cuidador de mi hijo/a (ej., si
estoy satisfecho, contento, feliz, abrumado, angustiado, confundido, etc.)
Logro pensar en los aspectos de mi propia historia que no me gustaría repetir como
padre, madre o cuidador
He pensado que como padre, madre o cuidador soy importante para la vida de mi hijo,
porque soy parte de su historia
Logro identificar mis señales de agotamiento para no perder el control con mi hijo/a
Anticipo situaciones conflictivas que podrían dificultar mi vida familiar y la crianza
(ej., problemas de pareja, la visita de un familiar conflictivo, una etapa especialmente
exigente en mi trabajo, etc.)
Dedico tiempo a evaluar y pensar sobre cómo se está desarrollando mi hijo/a (ej., su
desarrollo físico, emocional, su lenguaje, etc.)
Reflexiono acerca de si las prácticas de crianza que utilizo con mi hijo/a son
adecuadas a su edad.
Pienso en cómo la historia con mis padres influye en la forma que hoy tengo de criar
a mi hijo/a
Siento que he logrado mantener una buena salud mental (ej., me siento contenta/o, me
gusta cómo me veo, etc.)
Me mantengo saludable para poder cuidar de mi hijo/a (ej., cuido el consumo de
comidas y bebidas alcohólicas, consumo de tabaco, realizo chequeos médicos, cuido
mis hábitos de sueño, etc.)
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Nunca
A
veces
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Durante los últimos 3 meses, en la
crianza de mi hijo o hija yo…
Observaciones
Nro
5/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 6-7 años
Escala de Parentalidad Positiva (E2P)
8-12 años
1/5
Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 8-12 años
NOMBRE:
Nombre del Niño/a:
¿Cuál es su relación con el niño/a?:
Ingreso Familiar Total (al mes) : $
En su domicilio, ¿cuántos dormitorios hay?
¿Cuántas personas viven en su casa? Total:
Dirección:
Sobre el niño/a respecto al cual contestará el cuestionario, por favor señale:
Comuna de residencia:
Personas menores de 18 años:
NACIONALIDAD:
SEXO:
Sexo Niño/a: Escolaridad actual:
El niño/a, ¿tiene alguna discapacidad diagnosticada?:
El niño/a, ¿tiene algún problema que le preocupe?:
ESTADO CIVIL:
EDAD:
EDAD:
¿Cuál?:
¿Cuál?:
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años meses
(M)
(M)
Si
Si
soltero/a
padre madre abuelo/a otro familiar cuidador no familiar
casado/a separado/a divorciado/a viudo/a
(F)
No
No
1. Datos de quien contesta:
ESCOLARIDAD:
(F)
OCUPACIÓN (en que trabaja):
2. Instrucciones
La Escala de Parentalidad Positiva (E2P) es un cuestionario muy sencillo que puede contestarlo cualquier
adulto responsable de la crianza de un niño o niña. Su objetivo es identificar aquellas prácticas que usted
usa al relacionarse con su hijo, hija, niño o niña a su cargo. Por favor asegúrese de entender muy bien estas
instrucciones antes de continuar.
En el cuestionario se presentan una serie de frases que describen situaciones habituales de crianza. Frente a
cada afirmación se le pide escoger entre 5 opciones: Nunca, Casi Nunca, A veces, Casi Siempre y Siempre. Si la
frase describe una situación que nunca sucede o que no representa su vida cotidiana marque Nunca. Si la frase
describe una situación que sucede muy poco en su vida cotidiana marque Casi Nunca. Si la frase describe una
situación que sucede a veces o en ocasiones marque A Veces. Si la frase describe una situación que sucede
habitualmente en su vida cotidiana marque Casi Siempre. Si la frase describe una situación que sucede siempre
en su vida cotidiana marque Siempre.
Por ejemplo: si durante los 3 últimos meses la afirmación: Me doy cuenta cuando algo es agradable o
desagradable para mi hijo/a (ej., en su forma de moverse, sus caras, sus palabras, etc.) describe una situación
que sucede a veces o en ocasiones marque A veces.
Si usted no es el padre o madre del niño/a, asuma que donde dice “hijo” o “hija” se refiere al niño, niña o
adolescente que usted está criando o cuidando. Recuerde marcar una sola opción en cada afirmación. Conteste
todas las preguntas del cuestionario. Por favor, conteste con la mayor sinceridad posible. No hay respuestas
correctas o incorrectas; por ello, escoja la respuesta que mejor refleje su realidad.
Otro
Logro reconocer cuándo mi hijo/a necesita conversar conmigo (ej., de algo que le
preocupa, de cómo estuvo su día, de una compañera/o que le gusta, etc.)
Intento comprender las emociones y pensamientos que mi hijo/a vivencia (ej., si está
enamorado/a, si le frustra no ser considerado para jugar en un equipo, etc.)
Cuando mi hijo se niega a hacer lo que pido me pregunto por los motivos detrás de su
conducta (ej., si tendrá pena, estará cansado o no le gusta lo que le pido)
Cuando mi hijo/a llora o se enoja, logro que se calme en poco tiempo (ej., menos de
15 min.)
Mantengo una comunicación afectuosa y cariñosa con mi hija/o (ej., le digo “te quiero
mucho”, ocupo palabras positivas hacia él/ella, uso un tono de voz cálido, etc.)
A mi hijo/a, le demuestro mi cariño de forma explícita y respetuosa (ej., nos miramos
con cariño o nos abrazamos, le sonrío, etc.)
Reservo un momento del día para compartir de forma exclusiva con mi hijo/a (ej.,
conversamos sobre su día, leemos juntos, vamos a comprar el pan juntos)
Al levantarse para ir al colegio, facilito una secuencia de pasos para que mi hijo/a
inicie bien el día (ej., despertarlo de a poco, que se vista y desayune)
Logro entender, en poco tiempo, qué necesita mi hijo/a (ej., que quiere que lo abrace si
está triste, pasar un tiempo solo, jugar con sus amigos, etc.)
Sé reconocer las situaciones que angustian o abruman a mi hijo/a (ej., sé cuándo
mi hijo/a se siente incómodo con una persona; cuando no la está pasando bien en un
cumpleaños, etc.)
Cuando mi hijo/a necesita ser calmado lo ayudo a sentirse mejor (ej. si tiene pena lo
abrazo, le pregunto qué le pasa, le ayudo a respirar, le doy espacio para que exprese su
enojo)
Cuando mi hijo/a se siente inseguro de sus capacidades, logro que recupere su
confianza en sí mismo /a (ej., cuando no se siente preparado para una prueba, o para
una competencia deportiva)
Con mi hijo/a, la pasamos bien y nos reímos juntos
Me hago el tiempo para hacer actividades y hacer cosas que a mi hijo/a le interesan
(ej., salimos de paseo, vamos al cine, a la casa de amigos, etc.)
Al estar con mi hijo/a me mantengo involucrado con él o ella (ej., sigo sus propuestas,
dejo de ver el celular, le hago preguntas de lo que está haciendo, etc.)
Cuando mi hijo/a llega del colegio, facilito una secuencia de pasos para que pueda
recrearse y estudiar (ej., que almuerce y se cambie de ropa, que descanse y prepare su
espacio de estudio)
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Nunca
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Durante los últimos 3 meses, en la
crianza de mi hijo o hija yo…
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2/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 8-12 años
Cuando es hora de dormir, facilito una secuencia de pasos para que mi hijo/a pueda
descansar (ej., disminuyo gradualmente el ruido, apago la televisión)
Lo acompaño y oriento en las decisiones sobre el uso de su tiempo libre (ej., qué
actividad extra escolar hacer, si leer, descansar o hacer deporte)
Ofrezco a mi hijo/a experiencias de aprendizaje distintas de lo que realiza en la
escuela (ej., vamos al museo, plazas, campamentos, teatro, actividades deportivas,
etc.)
Comparto con mi hijo algunas de mis experiencias y aprendizajes positivos para
orientar los suyos (ej., “yo a tu edad también me sentía así”, “a mí me pasó lo mismo”,
etc.)
Cuando establezco normas y/o límites le explico las razones a mi hijo/a (ej., por qué
es importante y cuáles son las consecuencias de no hacerlo)
Procuro que mi hijo/a dé un buen trato a las personas (ej., le explico que debe
agradecer, disculparse, respetar turnos, resolver conflictos sin golpes ni gritos)
Le explico cómo comportarse cuando salimos juntos o con otras personas (ej., tener
cuidado al cruzar la calle, cómo comportarse en reuniones familiares, cumpleaños)
Monitoreo la relación de mi hijo/a con su escuela (ej., asisto a reuniones escolares
y me informo de su asistencia y rendimiento, me informo de la relación con sus
compañeros de curso)
Lo acompaño y oriento en las decisiones sobre su apariencia (ej., qué ropa o corte de
pelo usar)
Lo acompaño y oriento sobre cómo manejar sus conflictos (ej., con un profesor o un
compañero del colegio)
Cuando mi hijo/a no entiende una idea o concepto, encuentro otra manera de
explicársela para que comprenda (ej., le doy ejemplos de cosas o lugares que conoce)
Cuando discutimos o tenemos un conflicto con mi hijo/a, logro mantener la calma y
hablo sin gritar
Cuando tenemos un conflicto, mi hijo/a y yo buscamos formas positivas de reparar el
error (ej., pedir disculpas o ayudar a ordenar)
Me he preocupado de ser un modelo positivo para mi hijo/a, dando buen ejemplo con
mis acciones (ej., no botar basura en la calle, cuando voy de compras agradezco al
vendedor)
Monitoreo el comportamiento de mi hijo/a en redes sociales (ej., conozco a sus
amigos en Facebook, los videos que ve en Youtube, los temas que habla por chats
como whatsapp u otros, etc.)
Le enseño a mi hijo cómo protegerse y cuidarse a sí mismo (ej., reconocer en qué
personas confiar, que nadie puede tocar sus partes íntimas)
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Siempre
Siempre
Durante los últimos 3 meses, en la
crianza de mi hijo o hija yo…
Nro
3/5
Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 8-12 años
Uso un tono de voz cálido y respetuoso para relacionarme con mi hijo/a y explicarle
las cosas
Cuando no estoy con mi hijo/a, estoy seguro/a que el adulto o los adultos que lo
cuidan lo tratan bien
Me preocupo de monitorear el desarrollo de hábitos de alimentación saludable de mi
hijo
Si sufro un imprevisto (ej., laboral, de salud) logro reorganizar la rutina cotidiana de mi
hijo/a
Dedicamos tiempo a celebrar costumbres y rituales familiares (ej., comer juntos como
familia, celebrar los cumpleaños y fechas importantes, etc.)
Reflexiono sobre lo que me gustaría para el futuro de mi hijo/a (ej., en sus estudios, en
sus amistades, en su desarrollo personal)
Reflexiono sobre las expectativas que tengo de mi hijo/a (ej., sobre su rendimiento
escolar, sobre nuestra relación, sobre sus logros personales)
Me preparo para los momentos difíciles que vendrán en esta etapa de crianza (ej., me
informo sobre los cambios que se producen en la pre-adolescencia)
Respeto y cuido los espacios y objetos personales de mi hijo (ej., le pido si puedo usar
algo que es suyo, entro a su pieza de forma cuidadosa)
Me preocupo de monitorear el desarrollo de hábitos en su aseo y cuidado personal
(ej., rutina de higiene, cepillado de dientes)
Me preocupo de llevar a mi hijo/a a controles preventivos de salud (ej., sus vacunas,
control pediátrico, dentista, etc.)
Motivo a mi hijo a participar de las tareas que son parte de la rutina familiar (ej., le
pido ayuda en las tareas domésticas, cocinamos juntos, le animo a hacer su cama)
Me relaciono con los apoderados del curso de mi hijo/a (ej., asisto a ceremonias y
actividades extraprogramáticas, participo en celebraciones de las familias del curso)
Reviso mis prioridades para asegurarme de proteger el desarrollo de mi hijo/a (ej., en
qué gastar el dinero, el tiempo destinado al trabajo versus la familia, etc.)
Anticipo situaciones conflictivas que podrían dificultar mi vida familiar y la crianza (ej.,
la época de gripes o alergias, la visita de un familiar conflictivo, un periodo de muchas
pruebas y trabajos en el colegio, una etapa especialmente exigente en mi trabajo, etc.)
Planifico con tiempo las actividades de la semana o del mes que involucran o se
relacionan con mi hijo/a (ej., reuniones de apoderados, trabajos del colegio, eventos
deportivos o artísticos, cumpleaños o fiestas familiares, etc.)
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Nunca
A
veces
Casi
Nunca
Casi
Siempre
Siempre
Durante los últimos 3 meses, en la
crianza de mi hijo o hija yo…
Nro
4/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 8-12 años
Dedico tiempo a evaluar y pensar sobre cómo se está desarrollando mi hijo/a (ej., si
habla de acuerdo a su edad, si su estatura y peso está normal, si tiene buenos amigos/
as, etc.)
Antes de relacionarme con mi hijo/a, me limpio de rabias, penas o frustraciones (ej.,
respiro hondo antes de entrar a casa)
Me doy tiempo para pensar cómo fue mi relación con mis padres, y cómo esta historia
influye en la forma que hoy tengo de criar a mi hijo/a
He logrado mantener una buena salud mental (ej., me siento contenta/o, me gusta
cómo me veo)
Me he asegurado de que mi vida personal no dañe a mi hijo/a (ej., las peleas con mi
pareja o familiares son en privado, no delante de mi hijo)
Logro reconocer aspectos del legado positivo que me dejaron mis padres (o
cuidadores) para la crianza de mi hijo/a
Logro pensar en aspectos de mi propia historia que no me gustaría repetir como
padre o madre
Me doy espacios para mí mismo/a, distintos de la crianza (ej., salir a caminar,
descansar, clases de baile, jugar fútbol, etc.)
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Nunca
A
veces
Casi
Nunca
Casi
Siempre
Siempre
Durante los últimos 3 meses, en la
crianza de mi hijo o hija yo…
Observaciones
Nro
5/5
Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 8-12 años
Escala de Parentalidad Positiva (E2P)
13-17 AÑOS
NOMBRE:
Nombre de el/la adolescente:
¿Cuál es su relación con el niño/a?:
Ingreso Familiar Total (al mes) : $
En su domicilio, ¿cuántos dormitorios hay?
¿Cuántas personas viven en su casa? Total:
Dirección:
Sobre el/la adolescente respecto al cual contestará el cuestionario, por favor señale:
Comuna de residencia:
Personas menores de 18 años:
NACIONALIDAD:
SEXO:
Sexo el/la adolescente: Escolaridad actual:
El/la adolescente, ¿tiene alguna discapacidad diagnosticada?:
El/la adolescente, ¿tiene algún problema que le preocupe?:
ESTADO CIVIL:
EDAD:
EDAD:
¿Cuál?:
¿Cuál?:
años
años meses
(M)
(M)
Si
Si
soltero/a
padre madre abuelo/a otro familiar cuidador no familiar
casado/a separado/a divorciado/a viudo/a
(F) Otro
No
No
1. Datos de quien contesta:
1/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 13-17 años
ESCOLARIDAD:
(F) Otro
2. Instrucciones
La Escala de Parentalidad Positiva (E2P) es un cuestionario muy sencillo que puede contestarlo cualquier
adulto responsable de la crianza de un niño o niña. Su objetivo es identificar aquellas prácticas que usted
usa al relacionarse con su hijo, hija, niño o niña a su cargo. Por favor asegúrese de entender muy bien estas
instrucciones antes de continuar.
En el cuestionario se presentan una serie de frases que describen situaciones habituales de crianza. Frente a
cada afirmación se le pide escoger entre 5 opciones: Nunca, Casi Nunca, A veces, Casi Siempre y Siempre. Si la
frase describe una situación que nunca sucede o que no representa su vida cotidiana marque Nunca. Si la frase
describe una situación que sucede muy poco en su vida cotidiana marque Casi Nunca. Si la frase describe una
situación que sucede a veces o en ocasiones marque A Veces. Si la frase describe una situación que sucede
habitualmente en su vida cotidiana marque Casi Siempre. Si la frase describe una situación que sucede siempre
en su vida cotidiana marque Siempre.
Por ejemplo: si durante los 3 últimos meses la afirmación: Me doy cuenta cuando algo es agradable o
desagradable para mi hijo/a (ej., en su forma de moverse, sus caras, sus palabras, etc.) describe una situación
que sucede a veces o en ocasiones marque A veces.
Si usted no es el padre o madre del niño/a, asuma que donde dice “hijo” o “hija” se refiere al niño, niña o
adolescente que usted está criando o cuidando. Recuerde marcar una sola opción en cada afirmación. Conteste
todas las preguntas del cuestionario. Por favor, conteste con la mayor sinceridad posible. No hay respuestas
correctas o incorrectas; por ello, escoja la respuesta que mejor refleje su realidad.
OCUPACIÓN (en qué trabaja):
Logro reconocer cuándo mi hijo/a necesita conversar conmigo (ej., de algo que le
preocupa, de cómo estuvo su día, de una compañera/o que le gusta, etc.)
Cuando he notado distante o diferente a mi hijo/a, logro entender en poco tiempo qué
le pasa y qué necesita (ej., que quiere que lo abrace si está triste, pasar un tiempo solo,
salir con sus amigos, etc.)
Cuando mi hijo/a se niega a hacer lo que pido me pregunto por los motivos detrás
de su conducta (ej., pienso: "será lo difícil de esta edad", “está cansado o molesto por
algo”, “no le gusta lo que le pido”, etc.)
Cuando mi hijo/a se enoja y necesita estar solo/a, respeto sus ritmos y tiempos (ej.,
si se encierra en su pieza, si me dice que no quiere hablar ahora, lo espero y busco un
mejor momento para hablar)
Cuando nos proponemos hacer actividades con mi hijo/a lo pasamos bien (ej., nos
reímos juntos, tenemos conversaciones entretenidas, buscamos intereses comunes,
etc.)
A mi hijo/a, le demuestro mi cariño de forma explícita (ej., lo saludo de forma amorosa
en las mañanas, lo llamo por teléfono o mando whatsapp, nos miramos con cariño, nos
abrazamos, le sonrío habitualmente, etc.)
Me hago el tiempo durante el día para estar cerca de mi hijo/a (ej., lo invito a ver
algún programa en la tele juntos, le pregunto sobre algo de tecnología o videojuegos,
cocinamos, conversamos, etc.)
Al levantarse para ir al colegio, monitoreo que mi hijo/a se guíe por una secuencia de
pasos que le ayude a iniciar bien el día (ej., me preocupo de que tome desayuno, que
tenga su uniforme, que salga a la hora, etc.)
Sé reconocer las situaciones que estresan, angustian o abruman a mi hijo/a (ej., sé
cuándo se siente incómodo con una persona, cuando está bajo mucha presión por no
sentirse capaz de hacer algo, cuando no lo está pasando bien en el colegio, etc.)
Intento comprender las emociones y pensamientos de mi hijo/a (ej., si está
enamorado/a, si le frustra no ser considerado para jugar en un equipo, si siente miedo
de contarme una equivocación)
Cuando mi hijo/a necesita ser contenido/a en sus emociones logro ayudarlo a
sentirse mejor (ej., si siente tristeza lo abrazo, le pregunto qué le pasa, o le doy espacio
para que exprese su enojo, etc.)
Cuando mi hijo/a se siente inseguro de sus capacidades, sé cómo apoyarlo para que
recupere su confianza en si mismo /a (ej,. cuando no se siente preparado para una
prueba, o para una competencia deportiva, cuando quiere invitar a salir a alguien, ha
recibido burlas, cuando siente que la ropa no le queda bien, etc.)
Mantengo una comunicación afectuosa y cariñosa con mi hijo/a (ej., le digo "te quiero
mucho", ocupo palabras positivas hacia él/ella, uso un tono de voz cálido, etc.)
Me hago el tiempo para hacer actividades que a mi hijo/a le interesan (ej., vamos a
comprar algo que le guste, jugamos videojuegos, escuchamos la música que le gusta,
lo acompaño en actividades recreativas como jugar fútbol, vemos su serie favorita etc.)
Cuando estoy en una actividad con mi hijo/a logro poner mi atención en él o ella,
manteniéndome interesado en lo que estamos haciendo. (ej., dejo de ver el celular,
le hago preguntas sobre lo que está haciendo/diciendo, muestro interés en lo que me
cuenta, etc.)
Durante la semana monitoreo que mi hijo/a tenga una rutina de sueño adecuada para
su edad (ej., comemos a una hora similar, negociamos horarios para acostarse, que no
vea televisión hasta tan tarde, negociamos el uso de videojuegos, etc.)
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A
veces
Casi
Nunca
Casi
Siempre
Siempre
Durante los últimos 3 meses, en la
crianza de mi hijo o hija yo…
Nro
2/5
Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 13-17 años
Cuando mi hijo/a llega del colegio, facilito una secuencia de pasos para que pueda
recrearse y estudiar (ej., que almuerce y se cambie de ropa, que descanse y prepare su
espacio de estudio, etc.)
Lo/ la acompaño en la toma de decisiones sobre el uso de su tiempo libre (ej., qué
actividad extra escolar hacer, si leer, descansar o hacer deporte, etc.)
Apoyo y motivo a mi hijo/a para que tenga experiencias de aprendizaje diferentes de
las que realiza en el colegio (ej., que asista a campamentos scout, participe de talleres
artísticos, asista a actividades deportivas de la comunidad, etc.)
Le hablo a mi hijo/a de mi historia para que aprenda de mi experiencia (ej., “yo a tu
edad también me sentía así”, “a mí me pasó lo mismo”, etc)
Cuando tenemos un conflicto, nos damos el tiempo para encontrar formas positivas
de solucionarlo (ej., dialogamos, llegamos a un acuerdo, le doy una segunda
oportunidad, pedir disculpas, etc.)
Oriento a mi hijo/a respecto a cómo comportarse según la situación, lugar o personas
con las que esté (ej., cuando tiene que hablar con el director del colegio, cuando vamos
donde algún familiar, cuando sale a una cita, cuando está con su pareja, etc.)
Procuro que mi hijo/a dé un buen trato a las personas (ej., le explico que debe
respetarlas, disculparse si es necesario, agradecer, resolver conflictos sin golpes ni
gritos)
Monitoreo la relación de mi hijo/a con su colegio/liceo (ej., asisto a reuniones
escolares y me informo de su asistencia y rendimiento, me informo de la relación con
sus compañeros de curso, etc.)
Cuando algo no me parece sobre su apariencia, busco orientarlo pero respetando
sus propias preferencias (ej., estilo de su ropa, corte o color de pelo, hacerse tatuajes,
piercing, etc.)
Cuando mi hijo/a me lo pide, lo aconsejo y oriento sobre cómo manejar sus conflictos
(ej., con un profesor, compañero, con su pareja, etc.)
Le ayudo a mi hijo/a a comprender lo que no entiende (ej., a través de ejemplo,
anécdotas, etc.)
Cuando discutimos o tenemos un conflicto con mi hijo/a, logro mantener la calma
(ej.,hablo sin gritar, no hago amenazas, no golpeo cosas, no le insulto, etc.)
Cuando negociamos reglas o normas con mi hijo/a logramos llegar a un acuerdo
común (ej., respecto de los horarios de llegada, las salidas, el uso de aparatos
electrónicos, las visitas de parejas, etc.)
Soy un modelo positivo para mi hijo/a, dando buen ejemplo con mis acciones (ej., no
botar basura en la calle, cuidar el entorno, respetar la diversidad, ser solidario cuando
alguien necesita ayuda, no hablar mal de la gente o de forma grosera, no agredir a las
personas, etc.)
Monitoreo la actividad de mi hijo/a en redes sociales (ej., conozco a sus amigos en
Facebook, las fotografías que comparte en Instagram, los temas que habla por chats
como whatsapp u otros)
Le enseño a mi hijo cómo protegerse y cuidarse a si mismo (ej., reconocer en qué
personas confiar, cuidarse cuando va a fiestas, le hablo sobre el consumo de alcohol,
drogas, prevención sexual, etc.)
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Nunca
A
veces
Casi
Nunca
Casi
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Durante los últimos 3 meses, en la
crianza de mi hijo o hija yo…
Nro
3/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 13-17 años
Respeto y cuido los espacios y objetos personales de mi hijo/a (ej., le pido si puedo
usar algo que es suyo, entro a su pieza de forma cuidadosa, etc.)
Promuevo en mi familia que mi hijo/a sea escuchado (ej. si quiere opinar pido que lo
escuchen, si hay que decidir algo preguntamos su opinión, etc.)
Me preocupo de monitorear el desarrollo de hábitos en su aseo y cuidado personal
Dedicamos tiempo a celebrar costumbres y rituales familiares (ej., comer juntos como
familia los domingos, celebramos los cumpleaños, etc.)
Si sufro un imprevisto laboral o de salud, logro orientar a mi hijo/a para que siga su
rutina cotidiana (ej., logra hacer sus tareas, pedir ayuda a un vecino, en caso de ser
mayor volver en locomoción a la casa, etc.)
Reflexiono junto a mi hijo/a sobre su futuro (ej., en sus estudios, en sus amistades, en
su desarrollo personal, etc.)
Reviso mis prioridades para asegurarme de proteger el desarrollo de mi hijo/a (ej., en
qué gastar el dinero, el tiempo destinado al trabajo versus la familia, etc.)
Anticipo situaciones conflictivas que podrían dificultar mi vida familiar y la crianza (ej.,
problemas de pareja, la visita de un familiar conflictivo, un periodo de muchas pruebas y
trabajos en el colegio, una etapa especialmente exigente en mi trabajo, etc.)
Cuando está mi hijo/a presente, promuevo los buenos tratos en la familia (ej. no
gritarnos ni tratarnos mal, evitar descalificarnos o humillarnos, mantener un clima
armonioso y respetuoso, etc.)
Cuido que mi hijo/a se alimente de manera saludable (ej., comemos alimentos sanos,
le he hablado sobre las consecuencias de los malos hábitos, etc.)
Cuando ha sido necesario, me he preocupado de llevar a mi hijo/a a atención en salud
(ej., al psicólogo si lo derivan del colegio, al ginecólogo, a la urgencia si ha tenido algún
accidente, etc.)
Le pido a mi hijo/a que participe de las actividades que son parte de la rutina familiar
(ej., le doy responsabilidades en alguna de las tareas domésticas, cocinamos juntos, ir a
comprar algo que se necesite en casa, etc.)
Cuando la crianza se me hace difícil, busco ayuda de mis amigos o familiares
(ej., cuando estoy enfermo y mi hijo/a tiene que ir al colegio, cuando me siento
sobrepasada/o, etc.)
Reflexiono sobre las expectativas que tengo de mi hijo/a (ej., sobre su rendimiento
escolar, sobre nuestra relación, sobre sus logros personales)
Me preparo para los momentos difíciles que vendrán en esta etapa de crianza (ej., los
cambios que se producen en la adolescencia, el cómo orientar el desarrollo psicosexual
de mi hijo/a, el cuestionamiento a los padres como autoridad, regular el consumo de
alcohol, etc.)
Planifico con tiempo las actividades de la semana o del mes que involucran o se
relacionan con mi hijo/a (ej., reuniones de padres, trabajos del colegio, eventos
deportivos o artísticos, cumpleaños o fiestas familiares, etc.)
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Nunca
A
veces
Casi
Nunca
Casi
Siempre
Siempre
Durante los últimos 3 meses, en la
crianza de mi hijo o hija yo…
Nro
4/5
Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 13-17 años
Dedico tiempo a evaluar y pensar sobre cómo se está desarrollando o cómo se ha
desarrollado mi hijo/a (ej., respecto de sus valores, el desarrollo de sus capacidades y
talentos, si tiene buenos amigos/as, etc.)
Resguardo no contaminar con mis rabias, penas y/o frustraciones la relación con
mi hijo/a (ej., respiro para calmarme, me preocupo de que no sea confidente de mis
problemas adultos, etc.)
Logro pensar y reconocer el legado positivo que me dejaron mis padres o cuidadores
para la crianza de mi hijo/a
La crianza me ha dejado tiempo para disfrutar de otras cosas que me gustan (ej.,
juntarme con mis amigos, ver películas, ver series, tener mis proyectos personales, etc.)
Me he asegurado de que mi vida personal no dañe a mi hijo/a (ej., las peleas con mi
pareja o familiares son en privado, no delante de mi hijo, etc.)
Logro pensar en aspectos de mi propia historia que no me gustaría repetir como
padre o madre
Me doy tiempo para pensar cómo fue mi relación con mis padres y cómo esta historia
influye en la forma que hoy tengo de criar a mi hijo/a
He logrado mantener una buena salud mental (ej., me siento contenta/o, me gusta
cómo me veo, siento que puedo manejar el estrés adecuadamente, etc.)
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Nunca
A
veces
Casi
Nunca
Casi
Siempre
Siempre
Durante los últimos 3 meses, en la
crianza de mi hijo o hija yo…
Observaciones
Nro
5/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 13-17 años
136
anexo 2
Tablas de
interpretación por edad
Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
Protectoras
59-60
56
51-52
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54
56
0-50
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Formativas
ZONA
60
57
46-50
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53
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0-45
58
51-52
54-55
Alta
frecuencia
Frecuencia
intermedia
Baja
frecuencia
Vinculares
DECIL
60
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48-50
59
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55-56
0-47
58
51-52
54
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4
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3
5
Reflexivas
59-60
56
45-48
58
52
54-55
0-44
57
49-51
53
TOTAL
235-máx
225-227
196-203
230-234
212-215
221-224
0-195
228-229
204-211
216-220
Tabla de Interpretación E2P
0-3 meses
Protectoras
59-60
55
45-48
58
51
54
0-44
56-57
49-50
52-53
Formativas
ZONA
59-60
55-56
46-48
58
52
54
0-45
57
49-51
53
Alta
frecuencia
Frecuencia
intermedia
Baja
frecuencia
Vinculares
DECIL
60
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49-51
59
55
57
0-48
58
52-54
56
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2
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1
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5
Reflexivas
59-60
54-55
43-45
57-58
50
53
0-42
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46-49
51-52
TOTAL
233-máx
221-224
190-200
228-232
207-211
217-220
0-189
225-227
201-206
212-216
Tabla de Interpretación E2P
4-10 meses
Protectoras
59-60
56
48-50
58
52-53
55
0-47
57
51
54
Formativas
ZONA
59-60
56
47-49
58
52-53
55
0-46
57
50-51
54
Alta
frecuencia
Frecuencia
intermedia
Baja
frecuencia
Vinculares
DECIL
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51-52
60
55
58
0-50
59
53-54
56-57
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2
9
4
6
1
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3
5
Reflexivas
58-60
53-54
43-44
56-57
48-49
51-52
0-42
55
45-47
50
TOTAL
233-máx
222-224
191-202
228-232
209-213
218-221
0-190
225-227
203-208
214-217
Tabla de Interpretación E2P
11-18 meses
Protectoras
58-60
53
43-46
56-57
48-49
51-52
0-42
54-55
47
50
Formativas
ZONA
58-60
54
42-45
57
48-49
52-53
0-41
55-56
46-47
50-51
Alta
frecuencia
Frecuencia
intermedia
Baja
frecuencia
Vinculares
DECIL
59-60
54-55
45-48
57-58
50-51
53
0-44
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49
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7
2
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4
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1
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3
5
Reflexivas
57-60
52-53
40-44
55-56
47-48
51
0-39
54
45-46
49-50
TOTAL
229-máx
211-216
174-186
222-228
196-201
207-210
0-173
217-221
187-195
202-206
Tabla de Interpretación E2P
19-36 meses
Protectoras
58-60
54
44-46
57
50
52-53
0-43
55-56
47-49
51
Formativas
ZONA
59-60
56
45-47
58
51-52
54-55
0-44
57
48-50
53
Alta
frecuencia
Frecuencia
intermedia
Baja
frecuencia
Vinculares
DECIL
59-60
56
47-49
58
52-53
55
0-46
57
50-51
54
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7
2
9
4
6
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5
Reflexivas
59-60
55
44-47
57-58
50-51
54
0-43
56
48-49
52-53
TOTAL
231-máx
219-221
187-197
227-230
205-209
215-218
0-186
222-226
198-204
210-214
Tabla de Interpretación E2P
3-5 AÑOS
Protectoras
59-60
56
45-48
58
51-52
54-55
0-44
57
49-50
53
Formativas
ZONA
59-60
54
44-47
57-58
50
53
0-43
55-56
48-49
51-52
Alta
frecuencia
Frecuencia
intermedia
Baja
frecuencia
Vinculares
DECIL
59-60
54
44-47
57-58
50
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0-43
55-56
48-49
51-52
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2
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4
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Reflexivas
58-60
53
41-44
55-57
48-49
51-52
0-40
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45-47
50
TOTAL
231-máx
214-219
181-191
225-230
200-204
209-213
0-180
220-224
192-199
205-208
Tabla de Interpretación E2P
6-7 AÑOS
Protectoras
52-máx
49
42-43
51
46
48
0-41
50
44-45
47
Formativas
ZONA
59-máx
55
45-46
57-58
50
53-54
0-44
56
48-49
51-52
Alta
frecuencia
Frecuencia
intermedia
Baja
frecuencia
Vinculares
DECIL
55-máx
51
38-41
54
44-46
49-50
0-37
52-53
42-43
47-48
10
7
2
9
4
6
1
8
3
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Reflexivas
55-máx
51
41-43
53-54
46-47
50
0-40
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44-45
48-49
TOTAL
218-máx
203-207
172-180
213-217
190-194
199-202
0-171
208-212
181-189
195-198
Tabla de Interpretación E2P
8-12 AÑOS
Protectoras
50-máx
47
35-39
49
42-43
46
0-34
48
40-41
44-45
Formativas
ZONA
57-máx
52-53
37-41
55-56
45-47
50-51
0-36
54
42-44
48-49
Alta
frecuencia
Frecuencia
intermedia
Baja
frecuencia
Vinculares
DECIL
53-máx
47-48
34-37
50-52
41-42
45-46
0-33
49
38-40
43-44
10
7
2
9
4
6
1
8
3
5
Reflexivas
53-máx
48-49
34-38
51-52
42-43
46-47
0-33
50
39-41
44-45
TOTAL
211-máx
193-197
146-160
204-210
171-178
185-192
0-145
198-203
161-170
179-184
Tabla de Interpretación E2P
13-17 AÑOS
145
anexo 3
Pruebas de validez
por edad
Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
Cargas factoriales de escalas de parentalidad positiva
Tabla: Cargas factoriales de escalas finales de todas las escalas
11-18
meses
0.734
0.731
0.693
0.703
0.723
0.544
0.674
0.724
0.582
0.749
0.746
0.667
0.649
0.706
0.686
0.761
0.699
0.734
0.571
0.473
0.737
0.646
0.674
0.549
0.739
0.544
0.796
0.674
0.763
0.583
4-10
meses
Posición
del ítem
1
7
14
4
10
17
24
21
28
2
8
15
5
11
18
25
22
29
3
9
16
20
27
6
13
12
19
26
23
30
0.742
0.833
0.696
0.696
0.737
0.553
0.813
0.430
0.645
0.614
0.842
0.794
0.775
0.830
0.573
0.658
0.735
0.809
0.685
0.630
0.703
0.735
0.758
0.798
0.740
0.668
0.922
0.818
0.777
0.715
0-3
meses
Competencias
Vinculares
Formativas
0.692
0.685
0.698
0.594
0.771
0.950
0.778
0.841
0.683
0.622
0.811
0.730
0.751
0.644
0.654
0.676
0.746
0.795
0.711
0.652
0.685
0.653
0.700
0.650
0.756
0.653
0.848
0.846
0.618
0.667
19-36
meses
0.538
0.633
0.664
0.832
0.711
0.611
0.656
0.546
0.633
0.517
0.640
0.615
0.691
0.597
0.678
0.711
0.603
0.798
0.586
0.646
0.556
0.785
0.668
0.660
0.756
0.642
0.688
0.787
0.674
0.735
3-5
años
0.600
0.692
0.645
0.602
0.778
0.637
0.802
0.645
0.598
0.678
0.920
0.663
0.581
0.529
0.673
0.804
0.756
0.521
0.643
0.691
0.755
0.687
0.68
0.736
0.558
0.715
0.799
0.661
0.546
0.757
6-7
años
0.629
0.717
0.518
0.602
0.622
0.537
0.733
0.712
0.811
0.601
0.830
0.661
0.629
0.757
0.654
0.701
0.778
0.927
0.638
0.644
0.637
0.530
0.748
0.774
0.633
0.753
0.559
0.825
0.598
0.677
8-12
años
0.712
0.633
0.619
0.731
0.710
0.602
0.687
0.704
0.649
0.727
0.541
0.588
0.750
0.604
0.511
0.518
0.699
0.613
0.607
0.706
0.611
0.603
0.612
0.704
0.469
0.429
0.618
0.721
0.654
13-17
años
0.665
0.573
0.583
0.732
0.758
0.704
0.723
0.869
0.596
0.784
0.654
0.548
0.650
0.698
0.682
0.525
0.785
0.659
0.713
0.700
0.695
0.644
0.743
0.754
0.615
0.736
0.652
0.793
0.684
Cargas factoriales de escalas finales de todas las escalas
Cargas factoriales de escalas de parentalidad positiva
11-18
meses
0.666
0.836
0.543
0.667
0.678
0.689
0.502
0.538
0.573
0.768
0.461
0.745
0.811
0.644
0.414
0.819
0.605
0.805
0.806
0.563
0.786
0.656
0.782
0.825
0.660
0.780
0.763
0.751
0.724
0.782
4-10
meses
Posición
del ítem
31
37
44
34
40
47
54
51
58
32
38
45
35
41
48
55
52
59
33
39
46
50
57
36
43
42
49
56
53
60
0.797
0.879
0.669
0.611
0.649
0.730
0.759
0.607
0.845
0.806
0.502
0.536
0.858
0.999
0.719
0.699
0.628
0.664
0.757
0.739
0.738
0.599
0.773
0.728
0.769
0.632
0.745
0.662
0.753
0.352
0-3
meses
Competencias
Protectoras
Reflexivas
0.784
0.733
0.664
0.633
0.684
0.540
0.463
0.535
0.891
0.841
0.483
0.578
0.703
0.858
0.507
0.891
0.716
0.780
0.939
0.733
0.779
0.582
0.757
0.872
0.759
0.736
0.776
0.771
0.749
0.452
19-36
meses
0.683
0.564
0.615
0.861
0.611
0.674
0.564
0.705
0.757
0.652
0.408
0.672
0.683
0.658
0.547
0.663
0.603
0.758
0.721
0.595
0.661
0.581
0.710
0.808
0.670
0.693
0.692
0.690
0.542
0.361
3-5
años
0.82
0.635
0.550
0.649
0.609
0.855
0.68
0.699
0.637
0.674
0.442
0.646
0.661
0.654
0.676
0.752
0.738
0.721
0.646
0.776
0.782
0.468
0.748
0.793
0.736
0.619
0.716
0.663
0.652
0.492
6-7
años
0.823
0.744
0.609
0.735
0.781
0.822
0.572
0.825
0.572
0.745
0.453
0.695
0.593
0.734
0.468
0.815
0.675
0.782
0.626
0.738
0.775
0.690
0.573
0.776
0.665
0.716
0.729
0.721
0.917
0.596
8-12
años
0.421
0.676
0.695
0.823
0.535
0.480
0.582
0.574
0.582
0.459
0.484
0.415
0.616
0.664
0.574
0.479
0.752
0.514
0.599
0.470
0.722
0.661
0.593
0.511
0.556
0.677
0.656
13-17
años
0.613
0.713
0.739
0.891
0.723
0.660
0.737
0.827
0.831
0.485
0.695
0.648
0.706
0.865
0.706
0.653
0.845
0.703
0.758
0.461
0.826
0.764
0.753
0.588
0.752
0.652
0.760
Cargas factoriales de escalas finales de todas las escalas
Versión E2P
Índice de Bondad de Ajuste AFC
11-18 meses
p
< .001
< .001
< .001
< .001
< .001
< .001
< .001
< .001
4-10 meses
Chi
2328
2838
2795
5656
5611
7121
2059
4047
0-3 meses
N
316
296
278
418
689
280
393
517
19-36 meses
CFI
.90
.91
3-5 años
TLI
.90
.90
.87
.95
.81 (.95 DWLS)
.88
.98
.98
6-7 años
SRMR
.086
.099
.119
.082
.086
.094
.084
.066
8-12 años
RMSEA
.036
.047
.048
.069
.058
.041
.038
.061
13-17 años
.88
.95
.82 (.95 DWLS)
.88
.98
.98
tabla: Resumen de índices de validez de contenido
y validez estructural
Resumen de índices de validez de contenido y validez estructural
149
anexo 4
Últimos estudios
de la Escala E2P en
Latinoamérica
Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
A continuación, se nombran diferentes investigaciones nacionales e internacionales en las cuales la
escala ha sido utilizada.
• Soto., P. et al (2018). Los Estilos de Crianza y la Educación Emocional en Niños de Preparatoria de la
Escuela de Educación Básica “América y España”. Trabajo de Titulación Previo a la Obtención del Título
de Licenciado (A) en Ciencias de la Educación, Mención Educación Infantil. Universidad de las Fuerzas
Armadas, Pichincha, Ecuador.
• Forero., D. (2018). Evaluación de Competencias de Parentalidad Reflexiva Ante Situaciones Con Hijos
Discapacitados. Universidad, Ciencia y Tecnología, Vol. 23, Nº 93 Agosto 2019 (pp. 75-81), Guayaquil,
Ecuador.
• Eisendecher Melgarejo, E. (Julio-Agosto 2018). Programa de Apoyo a Padres, Madres y/o Cuidadores
de un Centro de Estimulación Temprana de una Universidad Privada en Santiago de Chile. Revista
Akadèmeia, 17 (1), 110-136.
• Bernal-Ruiz, F., Rodríguez-Vera, M., González-Campos, J., & Torres-Álvarez, A. (2018). Competencias
Parentales que Favorecen el Desarrollo de Funciones Ejecutivas en Escolares. Revista Latinoamericana
de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, 16(1), 163-176. doi:10.11600/1692715x.16109.
• Zuza., M. et al. (2018). Habilidades Parentales: Gametos Femeninos Donados y Propios. Trabajo
Original, Centro de Reproducción del Oeste, Mendoza, Argentina.
• Matteoni., M. (2017). Estudio descriptivo sobre la influencia de la situación laboral de los padres en el
ejercicio de la Parentalidad Positiva. Universidad de Alicante, España.
• Herrero., M. et al (2018). Modos Parentales: Una Propuesta de Intervención y Evaluación para la
Primera Infancia. Proyecto «CONSOLIDAR»; Res Secyt 478/18.
Educación
DISCAPACIDAD
INFANTIL
DESARROLLO
INFANTIL
DESARROLLO
INFANTIL
SALUD
SALUD
Últimos estudios de la escala E2P en Latinoamérica
• López., M. (2017). Competencias Parentales en Madres Adolescentes. Hospital universitario Dr.. Ángel
Larralde. Proyecto de Investigación de la Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad de Carabobo,
Bárbula, Venezuela.
• Godoy, R., Correa, D., Gil, C., Gana, C., & Mesa, T. (2018). Intervenciones de niños, niñas y adolescentes
con vulneración de derechos: Evaluación de funciones ejecutivas y habilidades parentales. Revista Chilena
de Psiquiatría y Neurología De La Infancia, 29(2), 18.
• Gutiérrez., B. (2018). Identificación de las Competencias de Parentalidad de un Grupo de Padres
de Familia, y la Percepción Respecto al Afecto y Normas de los Estudiantes de 8vo Año de Básica y su
Relación con el Género en una Institución Educativa de Cuenca. Tesis para Optar al Grado de Magíster en
Orientación y Educación Familiar, Universidad Técnica Particular de Loja, Cuenca, Ecuador.
• Acevedo., J. et al (2018). Ante la Crianza con Violencia: las Competencias Parentales. Revista de Trabajo
Social, UNAM, Ciudad de México, México.
• Aguilar., N. (2018). Percepción de las Familias y Profesionales de la Comuna de Huara sobre los Derechos
de los Niños, Niñas y Adolescentes. Tesis para optar al grado de Magister en Intervención Socio-Jurídica
con familia. Universidad Andrés Bello, Santiago, Chile.
• Ruiz., M. del Rocío., C. (2016). Competencias Parentales Desarrolladas en Mayor Grado por los Padres y
Madres de los Niños/as y Adolescentes en Situación de No Abandono, Según Mandato Judicial de la Corte
Superior de Justicia- La Libertad. 2015. Tesis para Optar al Título Profesional de Trabajo Social, Universidad
Nacional de Trujillo. Perú
• Sierras., N. (2014/205). Programa de Intervención para Familias en Riesgo de Exclusión Social. Trabajo de
fin de grado en psicología. Universidad Miguel Hernández, Elche, España.
• Díaz., K., Villalobos., L. (2018). Propiedades Psicométricas de la Escala de Parentalidad Positiva
E2P Adaptada para Adolescentes del Distrito de San Juan de Lurigancho. Tesis para optar al grado de
psicología. Universidad César Vallejo, Perú.
• Tucumbi., J. (2019). Estructura Factorial y Confiabilidad de la Escala de Parentalidad Positiva (E2P)
aplicado a una muestra de padres de familia ecuatorianos con hijos de 12 a 36 meses de edad de los
Centros de Desarrollo Infantil del Gobierno Autónomo Descentralizado (GAD) de Calderón. Trabajo de
Titulación modalidad Proyecto de Investigación previo a la obtención del Título de Psicóloga Infantil y
Psicorrehabilitadora. Quito, Ecuador.
SALUD
SALUD
protección
infantil
protección
infantil
psicometría
psicometría
Últimos estudios de la escala E2P en Latinoamérica
152
anexo 5
Presentación del Comité
de Jueces Expertos
Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
Trabajadora Social de la Pontificia Universidad Católica de Chile; Estudiante de Doctorado en
Psicología, PUC; Magíster en Estudios de Infancia de la Universidad de Edimburgo; Diplomada en
Niñez y Políticas Públicas; Diplomada en Intervención en Abuso Sexual Infantil; Diplomada en Género,
familia y políticas públicas. Ha trabajado en investigaciones vinculada a compromiso escolar, familia
e infancia y trabajado en instituciones públicas y organizaciones no gubernamentales vinculadas a
dichas temáticas. Actualmente es profesora adjunta de la Escuela de Trabajo Social de la PUC.
Psicóloga, Magister en Psicología Clínica de la Universidad Andrés Bello. Diplomada en Parentalidad
Positiva, CEANIM. Especialización en primera infancia, parentalidad positiva, teoría del apego y
resiliencia. Experiencia en evaluación e intervención con infancia vulnerada en sus derechos y con
necesidades especiales. Fue docente en la Universidad Alberto Hurtado. Certificada en evaluación
de Apego mediante “Situación Extraña”, Universidad de Leiden, Holanda. Supervisora certificada en la
escala E2P y NCFAS. Fue supervisora clínica del proyecto Videofeedback con Educadoras de Párvulo
en JUNJI, Gobierno de Chile. Co-autora del Manual de videofeedback ODISEA 2.0 (Gómez y Maureira,
2017). Actualmente desarrollando el Dispositivo Terapéutico de la Parentalidad y el estudio de
efectividad del modelo de Videofeedback ODISEA 2.0.
Psicólogo Pontificia Universidad Católica de Chile, Magíster en Psicología Clínica Universidad Adolfo
Ibañez; Secretario Nacional de la Comisión de Derechos Humanos, Colegio de Psicólogos de Chile;
Past President de la Asociación Latinoamericana de Psicoterapias Integrativas. Psicoterapeuta de
Niños, Niñas, Jóvenes y Adultos; Colaborador en diversos movimientos sociales ligados a la niñez y la
protección y defensa de sus derechos.
Trabajadora Social, Universidad de Valparaíso, Magíster en Trabajo Social y Familia de la Pontificia
Universidad Católica de Chile. Experiencia en docencia en las áreas de trabajo social, intervención
familiar, seguridad social y políticas públicas. Ejercicio profesional, desarrollado directamente en
el trabajo con niños y niñas en situaciones de graves vulneraciones de derechos como violencia
intrafamiliar, negligencia, maltrato y abuso sexual; y procesos de intervención sociofamiliar con
familias de alta complejidad, desempeñando cargos técnicos, directivos y de coordinación en
instituciones privadas.
Ximena
de Toro Consuagra
Marian
Maureira Flores
Ramiro
Ramírez Stuardo
Nikol
Madrid Arancibia
Presentación del Comité de Jueces Expertos
Educadora diferencial, psicóloga, psicomotrisista. Experiencia profesional de 12 años en atención
clínica con niños y niñas que presentan discapacidad en el área psicomotriz y vincular, además de
docencia en temáticas de apego y desarrollo.
Educadora de Párvulos, profesión que ha ejercido durante 18 años en Argentina, España y Colombia.
Magíster en Psicomotricidad. Conferencista, fundadora del Centro de Desarrollo Infantil “Miradas”.
Tanto en Argentina como en Colombia destinó parte de su tiempo a la educación de niños en sectores
rurales de alta vulnerabilidad. Actualmente psicomotricista del Centro Miradas.
Psicóloga de la Universidad Nacional Autónoma de México. Magíster en Psicología y Educación en
la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido. Actualmente cursa el doctorado en Psicología en la
Pontificia Universidad Católica de Chile. Desde el 2012 ha participado en proyectos de investigación
en el área educativa, en temas enfocados a procesos de desarrollo, alfabetización, enseñanza-
aprendizaje, interacción y diálogo educativo.
Psicóloga clínica infanto juvenil de la Universidad de Chile. Postgraduada en salud mental de niños
y adolescentes University of Auckland. Formación en psicoterapia infanto juvenil de orientación
relacional. Especializada en desarrollo infantil temprano y atención clínica en primera infancia.
Docente de pre y postgrado en diversas Universidades y programas de formación en temas de
desarrollo infantil, intervención temprana y psicoterapia infanto-parental. Directora del Centro de
Intervención Temprana- Santiago.
Catalina
Figueroa Rojo
Jimena
Olivera
María José
Barrera Olmedo
Francisca
Montedonico Godoy
Psicóloga, Magíster (c) en Psicología Clínica Adultos de la Universidad de Chile. Especializada en la
atención clínica de adolescentes, adultos, parejas y familia. Estudios realizados en la Universidad de
Salamanca, España. Postítulo en psicoterapia y diplomados UC en el área de la psicología jurídica.
Más de 10 años de experiencia en la evaluación e intervención de problemáticas asociadas a violencia
sexual y maltrato. Se desempeña como perito en CAVAS de la Policía de Investigaciones de Chile,
inscrita además en la corte de Apelaciones de Santiago.
Pamela
Araya Fernández
Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
Psicóloga clínica especialista en apego y psicología perinatal. Magíster en Salud Mental Infantil.
Fundadora del sitio Apego Seguro.
Psicóloga y Magíster en estrategias de Intervención Temprana en Salud Mental Infantil. Actualmente
se desempeña como docente de la Facultad de Psicología de la Pontificia Universidad Católica del
Perú, miembro del grupo de investigación “Relaciones Vinculares y Desarrollo Socioemocional” de la
misma universidad.
María Paz
Aguilera Oportus
Natali
Alcántara Zapata
Psicóloga, egresada de Magíster en Intervención Social, Mención en gerencia y políticas públicas.
Experiencia en la dirección y coordinación de programas de intervención social de alta complejidad.
Durante 14 años se ha dedicado a la atención de niños, niñas y adolescentes en contextos de
judiciales y en reunificación familiar.
Kyzzy
Mainhard Muñoz
Médico Pediatra de la Universidad de Chile, docente en pregrado y postgrado en la Universidad de
Santiago de Chile, docente pregrado en Universidad Finis Terrae. Jefa subrogante de Servicio de
Pediatría Hospital el Carmen Maipú. Residente Hospital El Carmen. Diplomada en dermatología
pediátrica.
Psicóloga, Magister en Salud Mental Infantil. Experiencia como piscologa clínica y educacional,
además de atención clínica a niños y niñas. Coordinadora del Programa Alma, aprendo a leer, mamá
en la Región Metropolitana, dirigido a cuidadores principales para fomentar el desarrollo del lenguaje
oral y escrito y socioemocional de niños de 4 y 5 años.
StelLa
Barbagelata Gálvez
Magdalena
Rosati Bustamante
Profesora de enseñanza media, Pontificia Universidad Católica de Chile, 18 años de docencia en
contextos de vulnerabilidad social, especialización en sexualidad adolescente y en metodología
Montessori.
Claudia
Contreras Yévenes
Presentación del Comité de Jueces Expertos
Psicopedagoga, Magíster en Psicopedagogía, titulada con distinción máxima en la Universidad de
Los Andes. Trabajó en consulta particular en población clínica de NNA de alto riesgo. Licenciada
en Biología Molecular (PUCV). Actualmente ejerce docencia en temáticas de parentalidad, apego y
desarrollo Infantil.
Psicóloga Clínica con postítulo en clínica infanto-juvenil. Especialista en adolescentes. Además de
su labor clínica, se ha desempeñado en el ámbito escolar y como docente universitaria, trabajando
especialmente en la formación de profesores en temáticas de infancia, adolescencia y convivencia
escolar.
Teresa
Muzzio Castelletto
Carola
Sances Silva
Psicólogo clínico, Magíster en Psicología Clínica, Mención Psicoterapia Integrativa, Universidad
Adolfo Ibáñez. Post título en Psicoterapia Infanto-Juvenil, Instituto Chileno de Psicoterapia Integrativa.
Diplomado en Psicodiagnóstico, Universidad Adolfo Ibáñez y Diplomado en Parentalidad, Apego y
Desarrollo. Post título en Familia, Infancia y Adolescencia Mención Consejero Técnico de Tribunales
de Familia en Universidad Central. Ex coordinador de los programas de especialidad de Infancia y
Adolescencia en COSAM SJM. Docente en temáticas de intervención en crisis, desarrollo infantil,
parentalidad y apego.
Nicolás
Gabriel Vacher
Terapeuta Ocupacional, Magister en Estrategias de Intervención en Salud Mental Infantil. Diplomada
en Apego y Salud Mental Infantil. Certificación Completa en Integración Sensorial. Instructora de yoga
pre- postnatal y doula. Creadora de Yoga y Danza Materna. Experiencia laboral en gestación, puerperio
y primera infancia.
Consuelo
Sillerico Asenjo
Psicólogo clínico infantil. Diplomado en Apego y Psicopatología Universidad del Desarrollo. Docente
en temáticas como Psicología de: la comunicación, del desarrollo, del aprendizaje, clínica infantil,
asertividad, creatividad e innovación y Vínculo de Apego en diferentes Universidades (Universidad
Central, Universidad de las Américas, Universidad Adolfo Ibáñez, UNIACC en Chile y la Universidad
Jesuita ITESO en México). Miembro del International Liaision Committe de IAN. Miembro del IASA:
The International Association for the Study of Attachment. Director del Centro de Intervención
Temprana Internacional.
Álvaro
Pallamares Valladares
Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
Psicólogo clínico, Profesor Asistente Extraordinario, Universidad de los Andes. Magister en Psicología
Clínica Infanto-Juvenil. Experiencia profesional en trastornos de la personalidad en adolescentes y
adultos y en psicoterapia basada en la transferencia y mentalización.
Nicolás
Labbé Arocca
Psicóloga de la Universidad de Chile. Diplomada en Intervenciones Psicoanalíticas en Instituciones
de Salud. Cuenta con experiencia en población infanto-juvenil de alta vulnerabilidad psicosocial.
Actualmente se desempeña como coordinadora de Programa Infanto-adolescente de centro de salud
mental del área norte de Santiago.
Sara
Graham
Fonoaudióloga, Magíster en Estrategias de Intervención de Salud Mental Infantil. Formación como
consejera de lactancia (academia de la leche). Experiencia en ámbito escolar en escuelas de lenguaje
y especiales. Facilitadora en programa AMAR - familia en sociedad protectora para la infancia como
parte de investigación de la Universidad del desarrollo. Profesional de apoyo en proyecto ALMA,
aprendo a leer mamá. Fundación Alma. Cuenta con 20 años de experiencia en diagnóstico prevención
y estimulación en alteraciones del habla lenguaje y alimentación infantil. Ejerce su práctica profesional
en atenciones domiciliarias y en consulta en Centro Miradas. Entrenada en Escala de apego durante
estrés ADS, Masaje infantil Shantala y Facilitadora del Taller Apego Seguro Madre -bebé (UDD).
Ada
Cabello Maturana
Psicóloga, diplomado en Psicoterapia Infantil con Enfoque Gestalt, Máster en Ecología Emocional,
Diplomada en Parentalidad, Apego y Desarrrollo de la Infancia, Representante en International
Attachment Network México - IAN México. Relatora en cursos y seminarios sobre apego, crianza,
intervenciones en primera infancia Certificada en Disciplina Positiva por la Positive Discipline
Association.
Mariana
Gómes Ramírez
Educadora Indiana University - Purdue University at Fort Wayne EEUU. especializada en enseñanza
secundaria. Ha trabajado como profesora en España, East Chicago, EEUU, y en Chile. Tiene
experiencia docente en diversos lugares con poblaciones vulneradas: España, EEUU, y en Chile. Ha
formado profesionales en Chile, México, Argentina, Uruguay, Ecuador y Colombia. Ha sido entrenada
por Mindful Schools en: Mindfulness Fundamentals, Mindful Educator Essentials, y Mindful Teacher
Certification Year-Long Program.
Korin
Maciulski
Presentación del Comité de Jueces Expertos
Psicóloga, maestría en terapia infantil, 19 años de experiencia profesional en atención de niños, niñas
adolescentes y familias. Directora general de Casa Integrativa de Potencial Humano, México. Relatora
y conferencista internacional en temas de infancia, familia y resiliencia.
Psicóloga, Magíster en Arte Terapia. Cuenta con 16 años de experiencia en intervención en programas
sociales, promoción de la resiliencia, apego y desarrollo infantil. Fue directora ejecutiva durante 7
años de la Corporación CreArte, destinada a crear habilidades resilientes y creativas para la infancia
vulnerada.
Luz
Aguilar Delgado
Constanza
Baeza Fuentes
Educadora de Párvulos de la Universidad de Chile, Máster en Asesoramiento Familiar Universidad
Complutense de Madrid. Cuenta con 29 años de experiencia profesional en aula y como docente
universitaria en la carrera de pedagogía en la Universidad de los Andes.
Rebeca
Figueroa Ferrer
Pedagoga Pontificia Universidad Católica de Chile, experiencia profesional de 20 años en consejería
educacional y vocacional de adolescentes en contextos escolares y pre-universitarios. Orientadora en
Colegio Montessori.
Psicólogo, Máster en Psicoterapia Analítica de Grupo. Psicoterapeuta de niños, niñas y adolescentes,
conferencista internacional en la temática de buenos tratos a la infancia, desarrollo infantil y
adolescente. Autor del libro “Cero golpes”.
María
Cristina Figueroa
Gaudencio
Rodríguez Juárez
Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
159
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Vergara del Solar, A. C., Sepúlveda Galeas, M. A., & Chávez Ibarra, P. B. (2018). Parentalidades
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Psicoperspectivas, 17(2), 67-77.
Vygotsky, L. S. (1989). El Desarrollo de los Procesos Psicológicos Superiores. Barcelona: Crítica.
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Empathy-Related Responding and Social Functioning: A Longitudinal Study. Child Development,
73(3), 893-915.
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  • 1. Escala de Parentalidad Positiva E2P V.2 MANUAL Esteban Gómez Muzzio Leyla Contreras Yevenes
  • 2. Manual “Escala de Parentalidad Positiva – E2P v.2” Autores: Esteban Gómez Muzzio y Leyla Contreras Yevenes Asesor metodológico: José Pezoa Diseño y diagramación: Karen Guerra Ilustraciones: María Guadarrama Colaboradores/as en el desarrollo de las distintas versiones: Teresa Muzzio, Catalina Figueroa, Álvaro Pallamares, Marian Maureira, María Paz Badilla, María Magdalena Muñoz (primera versión de la E2P). Jueces Expertos que trabajaron en el proceso de validación de contenido: Kyzzy Mainhard, Pamela Araya, Francisca Montedónico, Ramiro Ramírez, Gaudencio Rodríguez, Luz del Carmen Aguilar, Álvaro Pallamares, Marian Maureira, Constanza Baeza, Teresa Muzzio, Natali Alcántara, Mariana Gomes, Magadalena Rosati, Ada Cabello, Stella Barbagelata, Jimena Olivera, María Paz Aguilera, María José Barrera, Korin Maciulski, Sara Graham, Catalina Figueroa, Nikole Madrid, Nicolás Labbé, Rebeca Figueroa, Consuelo Sillerico, Ximena de Toro, Claudia Contreras, Carola Sances, Nicolás Gabriel, María Cristina Figueroa. Ediciones Fundación América por la Infancia Santiago, Octubre de 2019. Número de registro de propiedad intelectual: A-309486 Manual Escala de Parentalidad Positiva E2P V.2 por Estéban Gómez Muzzio, Leyla Contreras Yévenes. Se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Usted es libre de usar y compartir el material sin propósitos comerciales, mientras otorgue el crédito a sus autores de manera adecuada. Usted no podrá distribuir este manual si lo transforma o modifica. https://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/deed.es
  • 3. Esteban Gómez Muzzio Leyla Contreras Yevenes
  • 4. Psicólogo, Magíster en Psicología Clínica y Doctor en Psicología por la Pontificia Universidad Católica de Chile. Actualmente es Director Ejecutivo de Fundación América por la Infancia, organización que fundó junto a Álvaro Pallamares en 2015. Creador del modelo de evaluación e intervención en competencias parentales, apego y desarrollo socioemocional “ODISEA”. Fue co-fundador, director ejecutivo y director de innovación y estudios de Fundación Ideas para la Infancia, Chile. Ex-Director de Estudios del Consejo Nacional de Infancia, Gobierno de Chile. Fue académico de la Escuela de Trabajo Social UC; es investigador asociado a CEANIM, y ha sido docente de pre y postgrado en diversas universidades, así como revisor en numerosas revistas científicas; cuenta con especialización en evaluación de apego por la Universidad de Leiden y en Videofeedback por la Universidad de Minnesota; es entrenador de entrenadores y traductor de la Escala NCFAS-G+R para Latinoamérica; conferencista internacional y asesor gubernamental en materias de infancia; miembro de la International Society for the Study of Behavioural Development (ISSBD); y de la International Society for the Prevention of Child Abuse and Neglect (ISPCAN). Es conferencista invitado y asesor de políticas públicas de infancia en Chile y Latinoamérica. Ha publicado más de 40 artículos en revistas especializadas y capítulos de libros en temas de parentalidad, apego, desarrollo y salud mental infantil, adopción, resiliencia, maltrato infantil y protección a la infancia. Esteban Gómez Muzzio SOBRE LOS AUTORES
  • 5. Profesional docente de Fundación América por la Infancia. Trabajadora Social, Magíster en Salud Mental Infantil con Mención en 0 a 3 años. Diplomada en Apego y Estrategias de Evaluación e Intervención; Diplomada en Pericia Social en Juicios Orales. Su línea de investigación actual es competencias parentales, institucionalización del vínculo y desarrollo infantil temprano. Se ha desempeñado en promoción de derechos de la infancia en intervención reparatoria, como perito social, como coordinadora de intervención familiar en contextos de alta complejidad y en intervención con familia de origen en contextos de institucionalización. Participó como investigadora de trabajo de campo para la construcción del Modelo Formativo de Evaluación de Idoneidad en Adopción, de SENAME; fue supervisora del proyecto piloto en Videofeedback con Educadoras de Párvulo en JUNJI. Es supervisora y entrenadora acreditada en la escala NCFAS G+R. Se ha entrenado en diversos procedimientos para medir vínculos parento- filiales como: CARE Index, Escala de Sensibilidad del Adulto E.S.A y Escala de Apego durante Estrés ADS-III. Actualmente es docente y relatora en temáticas de parentalidad positiva, apego, resiliencia e instrumentos de evaluación familiar. Leyla Contreras Yevenes
  • 6. Construir una Cultura de Buenos Tratos a la infancia apareja desafíos inspiradores que reúnen a una comunidad sensible y motivada por el cambio de paradigma. Este es el caso de la construcción de la nueva Escala de Parentalidad Positiva E2P, la que ha sido creada gracias al aporte de distintas personas, entre ellos, padres, madres, cuidadores y profesionales quienes han creído en la posibilidad de esta transformación. Queremos en estas líneas reconocer la contribución de tantos y tantas que, con rigurosidad, generosidad y dedicación, participaron de este proyecto a través de sus conocimientos, sabiduría y experiencia. A los padres, madres y cuidadores de los colegios Belén Educa de la comuna de La Pintana, del Colegio Emilia Láscar de Peñaflor, del Centro Educacional Municipal Dr. Amador Neghme de Estación Central y del Colegio Herminda de la Victoria de Cerro Navia que participaron de la toma de muestra presencial. A los padres, madres y cuidadores de la ciudad de Los Andes pertenecientes a programas de reparación de maltrato que participaron del grupo focal destinado a la discusión de reactivos. A todos los padres, madres y cuidadores que participaron en Chile y Latinoamérica en la toma de muestra online. A las alumnas de la Escuela de Trabajo Social de la Pontificia Universidad Católica de Chile (ETSUC) que participaron en la discusión de ítems y en la toma de muestra presencial. A los voluntarios de Fundación Ideas para la Infancia y Fundación América por la Infancia que participaron en la aplicación de la muestra en terreno. A Andreas Hein, Doctor en Intervención Social por la Universidad de Oxford quien, desde la ETSUC, participó como metodólogo para el muestreo de las primeras versiones de la escala. A cada uno de los miembros de FAI Chile y México quienes participaron con paciencia y dedicación en la creación, discusión y análisis de cada ítem de esta nueva propuesta. A cada juez experto que contribuyó desde sus conocimientos y sabiduría práctica en la evaluación de los ítems para cada versión. A José Pezoa, metodólogo del Centro Mide UC, quien ejecutó todos los análisis para la validación de estas nuevas versiones. A la Dra. María Angélica Klotiarenco por ser la inspiración de nuestro trabajo desde una mirada amorosa y cuidadosa del otro. A los maestros Jorge Barudy y Marjorie Dantagnan por ser pioneros en promover la concepción de buenos tratos a la infancia y el análisis de las competencias parentales. A Ana María Haz, que en paz descanse, por ser la primera guía en orientar este compromiso por la infancia maltratada que conduce todo lo que hacemos. AGRADECIMIENTOS
  • 7. A la Dra. María José Rodrigo por enseñarnos sobre la Parentalidad Positiva, concepto central en esta escala. A Mg. Magdalena Muñoz por contribuir en el desarrollo de la primera versión de la E2P en calidad de co-autora y por apoyar la idea de desarrollar esta nueva versión desde FAI. A todos los grandes maestros, a todas las grandes maestras que han inspirado nuestro trabajo, esta escala es un fruto que se nutrió durante años de sus fértiles enseñanzas, de sus ideas transformadoras, de su espíritu creativo y compasivo, de su ejemplo que inspira a las nuevas generaciones: John Bowlby, Mary Ainsworth, Urie Bronfenbrenner, Marc Bornstein, Charles Zeanah, Michael Rutter, Boris Cyrulnik, Michel Delage, Fromma Walsh, Salvador Minuchin, Mario Marrone, Andrew Meltzoff, Edward Tronick, Mary Rothbart, Allan Schore, Henry Wellman, Ross Thompson, John Gross, Erika Hoff, Stanley Greespan, Ruth Feldman, Nancy Eisenberg, Marinus van IJzendoorn, Jude Cassidy, Diana Baumrind, Anne Masten, Dante Cicchetti, Suniya Luthar, Jack Shonkoff, Selma Freiberg, David Winnicott y tantos y tanas otros. Gracias, su legado nos acompaña en cada página de este manual. A todos nuestros alumnos y alumnas del diplomado y postítulo de Parentalidad, Apego y Desarrollo Infantil, así como a los profesionales del Sistema Integral de Protección a la Infancia “Chile Crece Contigo”, SENAME, JUNJI, INTEGRA, quienes a través del tiempo y en el uso práctico de la escala han contribuido a su perfeccionamiento. La Escala de Parentalidad Positiva E2P-v2 es una contribución que Fundación América por la Infancia coloca a disposición de todos los profesionales que acompañan a los niños y sus familias para apoyar trayectorias positivas de parentalidad y de desarrollo a lo largo del curso de vida. El espíritu de la escala es solidario y se nutre de la perspectiva colaborativa, razón por la cual está escala es de distribución y acceso gratuito, nunca será vendida y nunca debe ser comprada. Esperamos estar contribuyendo a crear una comunidad sensible con la infancia, a crear prácticas profesionales centradas en los buenos tratos a los niños, niñas, adolescentes y sus familias, y a forjar de esta manera, el anhelado cambio de paradigma de los malos tratos a los buenos tratos, en todos los países, en todas las familias, en todas las instituciones, en cada rincón del continente. Como nos gusta decir en Fundación América por la Infancia… Juntos, Criando una Cultura de Paz. Dr., Mg., Ps. Esteban Gómez Muzzio Mg. T.S., Leyla Contreras Yevenes Fundación América por la Infancia Santiago de Chile, 01 de octubre de 2019. AGRADECIMIENTOS
  • 8. indice Historia oficial de la E2P Los inicios: la apuesta por evaluar “prácticas de crianza positiva” El proceso de construcción de la primera E2P La etapa de difusión de la E2P en distintos países y contextos La renovación de la E2P: una historia de colaboración y rigurosidad El modelo de competencias parentales Las competencias parentales Las competencias parentales vinculares Las competencias parentales formativas Las competencias parentales protectoras Las competencias parentales reflexivas La evaluación de competencias parentales Presentación del enfoque teórico que sostiene el Modelo ODISEA El desafío de evaluar competencias parentales Antecedentes que preparan el camino a la evaluación de competencias parentales La aparición del concepto “Competencias Parentales” y la necesidad de evaluarlas ¿Cómo evaluar competencias parentales desde el Modelo ODISEA? 14 15 17 18 25 26 29 33 36 40 46 46 47 52 Primera sección Fundamentos teóricos y empíricos Capítulo i 13 21 39 Capítulo iI Capítulo iII
  • 9. Presentación de la escala Novedades en la E2P v2 Validez y Confiabilidad de la E2P Actualización del concepto de validez y propósito de la escala Fuentes de evidencias de validez del estudio E2P Evidencias basadas en el contenido del test o instrumento Evidencias basadas en la estructura interna del test o instrumento Evidencias basadas en la relación con otras variables Evidencias basadas en los procesos de respuesta Evidencias basadas en las consecuencias de la medición Obtención de evidencia de validez: producción de datos y muestra final Evidencias de validez de contenido y estructural ¿Qué estructura teórica de la E2P buscamos validar? ¿Cómo se midió la validez estructural de la nueva escala E2P? ¿Cómo se midió la validez de contenido de la escala E2P v2? Procedimiento de evaluación de validez estructural y de contenido Resultados de validez estructural y de contenido en todas las escalas E2P Evidencias de relación de la Escala E2P con otros instrumentos Resultados de validez de relación con otras variables Confiabilidad Resultados de consistencia interna de los ítems de la prueba. Interpretación de puntajes Construcción de tablas de interpretación según percentiles de la población Interpretación de resultados 75 58 58 59 60 61 61 61 62 64 64 64 64 65 65 66 66 68 68 69 69 69 segunda sección La escala de parentalidad positiva E2P v.2 Capítulo V 71 57 Capítulo IV
  • 10. Administración de la escala Condiciones físicas para la administración de la E2P Condiciones psicológicas para la administración de la E2P Instrucciones para el evaluador Consideraciones especiales en la administración de la E2P Incorporar a los padres Contextos de institucionalización Contextos de procesos judiciales Diversidad cultural y étnica Interpretación de la E2P ¿Cómo se corrige la Escala de Parentalidad Positiva E2P v2? ¿Cómo se tabula la Escala de Parentalidad Positiva E2P v2? ¿Cómo se interpreta la Escala de Parentalidad Positiva E2P v2? preguntas frecuentes 78 79 80 80 80 81 82 82 86 86 86 Capítulo VI Capítulo VII Capítulo VIII 77 85 89
  • 11. 159 anexo 1 Versiones por edad anexo 2 Tablas de interpretación por edad anexo 3 Pruebas de validez por edad anexo 4 Últimos estudios de la Escala E2P en Latinoamérica anexo 5 Presentación del Comité de Jueces Expertos TERCERa sección ANEXOS bibliografía 95 136 145 149 152
  • 14. 14 Capítulo I | Historia oficial de la E2P En este manual se presenta la nueva versión de la Escala de Parentalidad Positiva - E2P v.2, construida entre 2016 y 2019 por Esteban Gómez y Leyla Contreras junto a un gran equipo de colaboradores y colaboradoras. La primera versión de la E2P fue creada por Esteban Gómez y Magdalena Muñoz en 2011 y revisada sucesivamente en 2013, 2014 y 2015. Agradecemos a Magdalena su contribución en el desarrollo de la primera versión de la E2P y su apoyo a que continuemos con la evolución y perfeccionamiento del instrumento, ahora desde Fundación América por la Infancia (FAI). Respetando el espíritu original que inspiró la creación de la E2P, primero en CEANIM y luego en Fundación Ideas para la Infancia (FIPI), asumimos nuestra responsabilidad de innovación en respuesta a las necesidades de actualización que fueron diagnosticadas a lo largo de estos años y que nos llevaron a plantear una profunda reformulación de la escala, como se explicará en detalle en el capítulo V. Por su parte, en el presente capítulo se narra la hermosa historia de construcción de este cuestionario que a lo largo de casi una década ha cambiado radicalmente la forma en que evaluamos competencias parentales en programas sociales, primera infancia, salud familiar, educación temprana y en escuelas, hospitales y centros de investigación universitarios, entre otros espacios y contextos en que la E2P ha sido usada (Cabriolié & Sanhueza, 2017; Morell, Barrera, & Martín, 2017; Matteoni, 2017; López, 2017; Rúa & Patiño, 2017; Acevedo, de León & Delgadillo, 2018; Aguilar, 2018; Forero, 2018; Montandon, 2018; Zua et al., 2018; Morán & Del Carmen, 2019; Resalba, 2019). Ahora, regresemos en el tiempo a 2011, cuando toda esta historia inició. La Escala de Parentalidad Positiva E2P fue creada en el marco de un proyecto piloto liderado por el Centro de Estudios y Atención del Niño y la Mujer, CEANIM, llamado “Crecer en Familia” el cual fue implementado en la comuna de Macul entre los años 2011 y 2013 (Muñoz & Gómez, 2015). El proyecto, cuya dirección académica estaba a cargo de la Dra. María Angélica Kotliarenco y su dirección ejecutiva a cargo de Mg. Magdalena Muñoz, tenía por objetivo abordar de manera integral casos de graves vulneraciones de derecho en primera infancia, organizados desde un modelo ecológico, la teoría del apego y la parentalidad positiva. Para guiar las estrategias de intervención familiar y al mismo tiempo evaluar los resultados del programa “Crecer en Familia” en el ámbito de las competencias parentales, y más específicamente, de prácticas de crianza positiva, necesitábamos un conjunto de instrumentos que permitiesen una evaluación integral con enfoque ecológico, informadas por la evidencia de las ciencias del desarrollo humano, y coherentes con el marco de la resiliencia humana en el cual nuestros esfuerzos tenían sentido y pertinencia. Teníamos instrumentos adecuados para evaluar las redes sociales (i.e., ecomapa), la estructura y dinámica familiar (i.e, genograma familiar, apgar familiar, FACES-IV, Salufam, etc.), el estrés parental (i.e., Parenting Stress Index PSI-SF, Aracena et al., 2016), potencial de maltrato infantil (PMF, Haz y Díaz, 2002), la historia vincular de los padres (PBI, Parker, 1989) y el desarrollo infantil temprano (i.e., ASQ-3 y ASQ-SE, Squires, Bricker, Heo & Twombly, 2001; SDQ, Goodman, 2001) pero no disponíamos de ningún instrumento óptimo para evaluar prácticas de crianza positiva. Los inicios: la apuesta por evaluar “prácticas de crianza positiva”
  • 15. Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2 15 Para construir la Escala de Parentalidad Positiva se inició en 2011 una extensa revisión de la literatura especializada, con énfasis en instrumentos desarrollados o validados en población hispana. Se consultaron diversas bases de datos (EBSCO, SCIELO, REDALYC, Google Académico, etc.) ingresando como descriptores “inventario”, “cuestionario”, “escala”, “instrumento”, “índice”, “competencias parentales”, “parentalidad”, “parentalidad positiva”, “prácticas de crianza”, “estilos educativos”, “estilos de crianza”. De los numerosos artículos revisados, se estudiaron con mayor detalle los siguientes cuestionarios: el Inventario de Conducta Parental (Merino, Díaz & DeRoma, 2004); la Escala de Competencia Parental Percibida (Bayot, Hernández & de Julián, 2005); el Inventario de Prácticas de Crianza (Aguirre, 2010); el Inventario de Estilo Educativo Familiar (Ibáñez-Valverde, 2002); y el Cuestionario de Prácticas Parentales (Gaxiola, Frías, Cuamba, Franco & Olivas, 2006). Además, se estudió en profundidad el Manual de Evaluación de las Competencias y Resiliencia Parental de Jorge Barudy y Maryorie Dantagnan (2010). El proceso de construcción de la primera E2P Buscamos extensamente en la literatura, pero no encontramos cuestionarios que se ajustasen al marco teórico que nos guiaba, ya que la mayoría provenía de líneas de trabajo conductistas o cognitivo conductuales de investigación en parentalidad y estaban construidos incluyendo reactivos orientados a explorar prácticas deficitarias, problemas o riesgos en el ejercicio de la crianza cotidiana. Llegados a este punto, tomamos una primera e importante decisión: construir una nueva Escala de Parentalidad Positiva, que incorporara los mejores desarrollos disponibles en la literatura hasta ese momento, pero que avanzara en una serie de desafíos que desde nuestro marco teórico eran de crítica importancia.
  • 16. 16 Capítulo I | Historia oficial de la E2P Sobre la base de esta revisión, se generó un primer set de 93 ítems que cumpliesen con dos criterios esenciales: por un lado, ser relevantes para el constructo que se deseaba evaluar, y por otro, ser coherentes con el marco teórico sobre competencias parentales que hemos desarrollado en los últimos años (Gómez, 2019) y que se presentará en detalle en los capítulos II y III. Este primer set de ítems fue revisado, ponderado y comentado extensamente por 7 jueces expertos, todos con especialización de posgrado y amplia experiencia profesional y/o en docencia e investigación; esta primera prueba de validez de contenido en base a criterio experto mostró resultados positivos, generándose una nueva versión de 130 ítems y permitiendo avanzar hacia los estudios de validez y confiabilidad psicométrica con mayor confianza. Los detalles tanto del procedimiento, como de los jueces expertos y resultados obtenidos se detallan en el Manual de la primera versión de la Escala E2P (Gómez & Muñoz, 2013; 2015). Se inició entonces una serie de tres estudios: (a) un primer estudio piloto, con una versión extensa de 130 ítems con 96 padres, madres y/o cuidadores de niños y niñas entre 1 y 17 años, el cual permitió eliminar 55 ítems y agregar 1 ítem nuevo, con lo cual la segunda versión de la E2P quedó conformada por 76 reactivos, agrupados en una Escala Global de Parentalidad Percibida y cuatro sub-escalas: competencias vinculares, competencias formativas, competencias protectoras y competencias reflexivas. La segunda versión fue sometida a un nuevo estudio de validez y confiabilidad, siendo revisada con la intención de crear una versión más breve del instrumento, aumentando su utilidad práctica (considerando que suele haber poco tiempo para contestar instrumentos en la mayoría de los contextos profesionales, 76 ítems seguía siendo demasiado extenso). Esto llevó a elaborar una tercera versión de 42 ítems, que fue probada en terreno, y tras un año de uso, se realizó una revisión del cuestionario, incorporando el juicio de nuevos profesionales expertos, alumnos y alumnas de nuestros diplomados que usaban la escala en forma piloto, padres y madres. A partir de esta revisión se tomó la decisión de realizar un aumento de ítems, con la finalidad de mejorar la baja consistencia interna que mostraba el área de las competencias parentales protectoras, llevando a una última versión de 54 ítems que es la que se ofrece en los Manuales de 2013 en FIPI y 2015 en FAI. Con esta versión se realizó un último estudio en dos partes: primero, con una muestra de población general compuesta por 333 padres y madres, y segundo, con una muestra de 50 familias con graves vulneraciones de derecho del proyecto Crecer en Familia (Muñoz & Gómez, 2015). El proceso completo de desarrollo del instrumento se reseña en el Manual de la E2P de Gómez y Muñoz (2013; 2015). Esta primera versión mostró indicadores psicométricos apropiados, con alfa de Cronbach de .946 para la escala total, .898 para competencias vinculares, .860 para competencias formativas, .845 para competencias protectoras y .817 para competencias reflexivas; la validez de contenido fue refrendada por 14 jueces expertos, y ha correlacionado con otros instrumentos de crianza y desarrollo infantil y adolescente como el ASQ y la escala NCFAS-G.
  • 17. Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2 17 Entre los años de 2013 y 2015 la escala E2P no tuvo mayores revisiones, y nuestras energías profesionales se orientaron a otros proyectos. Sin embargo, se habían sentado las bases necesarias y suficientes para que ocurriese una rápida difusión de la E2P a programas sociales, de protección a la infancia, de salud familiar, infancia temprana, educación y salud mental, así como en proyectos de investigación de diversas universidades y centros de estudios, inicialmente en Chile y luego en otros países de Latinoamérica. Por ejemplo, Jael Vargas inicia el estudio y uso de la E2P en Argentina, primero en el marco de una tesis de magíster que dirige (Molina, 2015) y luego en otras investigaciones asociadas a proyectos de parentalidad positiva, arrojando valoraciones óptimas tanto cuantitativa como cualitativamente, aunque con algunas observaciones de validez estructural derivadas de análisis factoriales exploratorios que no replicaban con exactitud la estructura originalmente propuesta por los autores. A continuación, se cita una de estas publicaciones, respecto a la experiencia positiva referida por los participantes al usar la escala: “Gracias a comentarios recibidos de los participantes, posteriores a la toma, se pudo observar que la escala tuvo un efecto adicional no esperado en algunos encuestados. Una buena parte expresó su agrado respecto de lo que la escala decía y manifestó que luego de la evaluación habían reflexionado en relación con el tema. Este suceso los llamó a pensar respecto a su vínculo actual con sus hijos (…). También motivó a los padres a vincularse de una nueva manera más positiva con sus hijos de acuerdo con lo informado por ellos” (Molina, 2015, p. 32-33). Simultáneamente, en un viaje a Uruguay, y en el marco de una visita del primer autor de la escala a la Universidad de Montevideo para iniciar el desarrollo de un proyecto de Crianza Positiva en los Centros CAIF, se recibe la visita de un grupo de profesionales de una ONG dedicada a trabajar en maltrato y abuso sexual infantil, que utilizaban sistemáticamente la escala E2P como parte de su metodología de evaluación e intervención, y que expresaron su gratitud por el gran aporte que la escala había significado para su organización a lo largo de los años. Este evento activa nuevamente el interés por conocer qué ha ido sucediendo con la E2P, lo que lleva a numerosos reportes en Chile y otros países como Argentina, Uruguay, México, Colombia y España respecto a diversas experiencias de uso, la mayoría con valoraciones muy positivas y testimonios de gratitud por el aporte que ha significado para muchos/as. Sin embargo, en ese período también se recogen experiencias de mala praxis con la E2P, por ejemplo, al ser usada en el marco de pericias de evaluación de competencias parentales en programas especializados de Diagnóstico Ambulatorio (programas DAM) de la red de protección a la infancia SENAME en Chile, así como en informes elaborados por peritos particulares para Tribunales de Familia en este país. La etapa de difusión de la E2P en distintos países y contextos
  • 18. 18 Capítulo I | Historia oficial de la E2P También se recibe en esos años comentarios de colegas académicos o evaluadores de proyectos y programas sociales que deseaban usarla, pero consideraban que faltaban estudios más rigurosos y publicaciones científicas para potenciar su uso con estos fines en Latinoamérica (por ejemplo, la E2P original tuvo un solo estudio de validez y confiabilidad para todas las edades entre 1 y 18 años, sin contar con estudios separados para cada versión). Nuestros alumnos y alumnas de diplomados en FIPI y luego de Postítulo en FAI usaban activamente la E2P, pero reportaban problemas con algunos ítems, y particularmente con el uso de la escala en recién nacidos y hasta el año o año y medio de edad; también algunos/as nos señalaban que los ítems no ofrecían reales diferencias que permitiesen capturar el cómo se ejerce la crianza de forma distinta a lo largo del ciclo vital, al ser una única versión con los mismos ítems y con variaciones solamente en algunos ejemplos para cada rango de edad. Todas estas consideraciones funcionaron como un diagnóstico que fundamentó la necesidad de abordar un proyecto de innovación para construir una nueva versión de la escala E2P, que se inspira en la versión original, pero va mucho más allá de ser una mera actualización, ya que propone una batería de ítems completamente nueva y un proceso de construcción innovador para cada rango de edad definido. Una vez tomada la decisión en el equipo de Fundación América por la Infancia, proponiendo como co-autores de esta nueva versión a Esteban Gómez y Leyla Contreras, y con la autorización de la co-autora original Magdalena Muñoz de FIPI, se inició el proceso de construcción de la nueva escala E2P. Así fue como, en 2016, se realiza un acuerdo inicial de colaboración entre FAI, FIPI y la Escuela de Trabajo Social UC de Chile. Se realizan algunas reuniones iniciales de exploración de ítems, estructura teórica y levantamiento de muestra presencial para la versión de escolares (gracias al aporte, entre otros, de los colegios de Belén Educa), pero por diversos motivos de agenda, tiempos, recursos y prioridades, esta alianza no prospera. De todas maneras, agradecemos a cada institución sus esfuerzos, comprendiendo lo difícil que es sacar adelante proyectos de esta envergadura, sin financiamientos externos comprometidos. Tras conversarlo con cada institución, se tomó el acuerdo de que se retiraban del proyecto FIPI y la UC, y seguiría adelante únicamente Fundación América por la Infancia. En 2017 continuamos con el proyecto, encontrando un marco de investigación que nos dio estructura, gracias a la oportunidad que se presentó de construir una de las versiones de la nueva E2P en la tesis de magíster de Leyla Contreras (2018). Esta tesis fue clave para mejorar el estándar metodológico de todo el proyecto, e implicó remirar todo lo que habíamos realizado en 2016, mejorándolo significativamente. En 2017 se reinicia entonces todo el proyecto, fijando estándares comunes a la construcción de todas las ocho versiones, lo que implicó, en resumen, realizar ocho estudios simultáneos. Durante todo 2017 se invitó a numerosos jueces expertos a ser parte del proyecto para refrendar la validez de contenido de cada ítem de cada versión de la escala y se tomó la decisión de realizar los estudios mediante levantamientos de muestra online a través de las redes sociales de la fundación (los detalles de la metodología están en el capítulo IV). La renovación de la E2P: una historia de colaboración y rigurosidad
  • 19. Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2 19 Durante 2018 se inicia el análisis de datos trabajando con metodólogo externo del centro MIDE UC, mientras se continuaba en simultáneo el inicio de los estudios restantes, desde la construcción de cada escala, la realización de grupos focales con cuidadores/as de programas de la red SENAME, la validación de contenido con jueces expertos, el levantamiento de muestra, el análisis de datos y la elaboración de informes metodológicos para cada rango de edad. Como puede verse, se trató de una tarea gigantesca, que involucró el esfuerzo y colaboración de muchísimas personas, de distintos países, coordinadas secuencialmente, y simultáneamente, para llegar a puerto. El año 2019 ha sido el periodo de cierre. Se terminaron las últimas versiones, se realizaron los últimos análisis de datos y se elaboraron los últimos informes metodológicos, iniciando la redacción del manual y el diseño y producción del curso online de capacitación en la E2P v.2. Estos cuatro años han
  • 20. 20 Capítulo I | Historia oficial de la E2P sido una verdadera ODISEA, con escasos recursos, pero mucha pasión, compromiso, colaboración y solidaridad latinoamericana para construir y proponer al mundo una herramienta de exploración y promoción de prácticas de crianza positiva que sea válida, confiable, construida con los mejores estándares internacionales de la comunidad científica y la sabiduría práctica de profesionales, padres, madres y cuidadores/as que dieron su tiempo para que esto sea posible. Un cuestionario de este tipo, con una historia de investigación y uso práctico de casi 10 años que lo respalda, no resuelve todos los problemas, pero sin duda será un valioso aporte para avanzar hacia un cambio de paradigma, desde una cultura de los malos tratos, a una de los buenos tratos a la infancia, donde no cualquier cosa vale en la crianza, sino aquellas prácticas informadas por la investigación en ciencias del desarrollo humano, que permiten a los responsables de crianza tomar conciencia, reflexionar y revisarse para avanzar, día a día, hacia una parentalidad más positiva, respetuosa y bien tratante.
  • 22. 22 Capítulo II | El modelo de competencias parentales Las disciplinas científicas que se constituyen en torno al desarrollo humano dan cuenta de la relevancia de la parentalidad como uno de los ejes primordiales en el moldeamiento de las trayectorias de desarrollo1 a lo largo del curso de vida (De Wolff & van IJzendoorn, 1997; Eisenberg et al., 2005; Sroufe, 2005; Karreman et al., 2006; McLeod, Wood & Weisz, 2007; Bornstein et al., 2008; Feldman, 2012; Cordero et al., 2017). Es así que, en los últimos 20 años, el concepto de “Competencias Parentales” (Barudy & Dantagnan, 2005, 2010; Rodrigo et al., 2009; Sallés & Ger, 2011; Bornstein, 2012) se ha transformado en la guía fundamental de los actuales sistemas de protección integral a la infancia, ya sea en un nivel universal (por ejemplo, el Sistema Chile Crece Contigo en Chile, Uruguay Crece Contigo en Uruguay, o Cero a Siempre en Colombia) o a nivel especializado, en situaciones de graves vulneraciones de derecho (como el SENAME en Chile, el INAU en Uruguay o los SIPPINA en México). En el presente, es posible plantear que las competencias parentales representan un concepto central y multidimensional, que además de ser el marco referencial que permite explicar situaciones de riesgo, daño y/o trauma complejo, promueven el diseño de estrategias de evaluación e intervención orientadas a restituir el derecho de los niños, niñas y/o adolescentes a vivir en familia. En consecuencia, estas competencias facultan la evaluación de temáticas tan relevantes como: la idoneidad de una familia adoptiva, decidir respecto a la susceptibilidad de adopción de un niño2 , fundamentar medidas de protección que impliquen la salida de un niño de su sistema familiar de origen y su colocación en un sistema de cuidado alternativo; además, para organizar planes de apoyo a familias en crisis, o bien para determinar los puntos clave de fortalecimiento y estimulación que promuevan un mejor desarrollo positivo de la infancia. Contribuyendo así, al mejoramiento las trayectorias de vida de muchísimos niños y familias en cada país. 1 Que se comprende como la trayectoria del bebé, niño, niña o adolescente; la de las figuras parentales; y la de la comunidad. 2 Desde ahora en adelante, para referirse a niño, niña y/o adolescente.
  • 23. Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2 23 Pese a lo señalado, aún no existe un claro consenso científico respecto a su definición conceptual, su estructura de áreas y componentes, los procesos asociados y las conexiones de cada competencia parental con el desarrollo positivo de la infancia a lo largo del curso de vida. Esta disparidad representa una tensión que ha dificultado avanzar hacia una metodología válida y confiable de evaluación de competencias parentales, con la consiguiente deslegitimación pública y descrédito social de los procesos de evaluación y toma de decisiones en los sistemas de protección integral a la infancia. Lo que, sin duda, representa una responsabilidad y un desafío para la investigación actual. Teniendo en consideración lo planteado por autores como Barudy y Dantagnan (2005; 2010) o María José Rodrigo y colaboradores (2009; 2015), y basado en la definición original de nuestro propio trabajo (Gómez & Muñoz, 2015), se propone la siguiente definición actualizada del concepto “Competencias Parentales”: Las competencias parentales son el conjunto de conocimientos, actitudes y prácticas de crianza vinculares, formativas, protectoras y reflexivas, aprendidas y actualizadas a partir de una historia y las oportunidades que ofrece la ecología de la parentalidad. Las competencias parentales permiten organizar la propia experiencia y conducir el comportamiento parental a través de diversas situaciones de la vida familiar y la crianza, acompañando, protegiendo y promoviendo trayectorias de desarrollo positivo en el bebé, niño, niña o adolescente, con la finalidad última de garantizar su bienestar y el ejercicio pleno de sus derechos humanos (Gómez, 2019) Esta definición, tiene varios elementos a destacar. Primero, explicita que las competencias parentales suponen un conjunto de elementos (conocimientos, actitudes y destrezas prácticas) que se adquieren mediante complejos procesos de aprendizaje, a partir de la historia de apego y crianza vivida, y las oportunidades que ofrece el entorno actual (Barudy & Dantagnan, 2005; 2010; Cassidy & Shaver, 2008; Rodrigo et al., 2015). Segundo, las competencias parentales no son innatas, sino que se configuran en una historia y un contexto psicosocial específico. Y son un aprendizaje dinámico, lo que significa que pueden reaprenderse, perfeccionarse, consolidarse, bajo el supuesto de que se dispongan de oportunidades de aprendizaje, pertinentes, adecuadas y bien-tratantes (Gómez, Muñoz & Santelices, 2008; NSC, 2012; Gómez & Bascuñán, 2017). Tercero, la definición refiere que se reconocen cuatro áreas de competencia parental: vincular, formativa, protectora y reflexiva, con diversos componentes que se van entrelazando en formas complejas y dinámicas mutuamente influyentes. Más adelante revisaremos en detalle cada una de ellas. Cuarto, a la luz de esta definición, la columna vertebral de todo el modelo es el concepto de organización de la experiencia. La investigación en apego y desarrollo humano da cuenta de la trascendencia de este proceso sobre la salud mental y el desarrollo; hoy sabemos los efectos devastadores que puede tener sobre un niño o niña una parentalidad “desorganizada/desorganizante” (van IJzendoorn, Schuengel & Bakermans-Kranenburg, 1999; Cyr et al., 2010; Solomon & George,
  • 24. 24 Capítulo II | El modelo de competencias parentales Estas interacciones cotidianas son lo que Bronfenbrenner (1987; Bronfenbrenner & Evans, 2000) denomina “Procesos Proximales”, y constituyen los engranajes del desarrollo humano. En ese transcurrir, en esa danza de relaciones recursivas diarias, las figuras parentales se conectan con las trayectorias o senderos de desarrollo de los niños, se entrelazan, influyen y se ven influenciadas a su vez, acompañando, protegiendo y promoviendo un curso positivo del desarrollo (Cordero et al., 2017). Sin embargo, la definición no estaría completa, si no considerara un horizonte ético: el fin último de la crianza es asistir a garantizar el bienestar y ejercicio pleno de los derechos humanos del niño, niña y/o adolescente (Rodrigo et al., 2015; Rodríguez, 2016). No sólo preservando las condiciones y condicionantes actuales de ese estado de bienestar y ejercicio efectivo de derecho, sino también contribuyendo a la formación de un ciudadano responsable y ético, que, en el futuro, cuente con las herramientas necesarias que permitan garantizar un mundo más seguro y bien-tratante para una nueva generación de personas. 2011; Lecannelier et al., 2011). Un cuidador competente en la crianza, en primer lugar, se organiza a sí mismo, su estado emocional y mental, su posición corporal y su gestualidad, su narrativa y su conducta, y desde esa posición organizada, se conecta con el niño o niña contribuyendo en los complejos procesos de organización de la experiencia que conformarán sus trayectorias de desarrollo. Asimismo, la definición también nos remite a que los efectos de la crianza se ponen en juego en los momentos cotidianos de la vida familiar, en el qué y cómo interactuamos en cada uno de esos instantes sencillos y propios de la vida diaria.
  • 25. Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2 25 Por lo tanto, la competencia parental implica entonces, un proceso de integración de conocimientos, actitudes y destrezas prácticas. 1. El conocimiento parental es la preparación y formación integral para el adecuado ejercicio del rol parental, incluyendo: (a) Desarrollo infantil a lo largo del ciclo vital: hitos, desafíos, necesidades y respuestas apropiadas en cada etapa. (b) Derechos de la niñez: cuáles son, qué es ser un sujeto de derecho, cómo asegurar el derecho a la participación, qué implica el principio de autonomía progresiva. (c) Apego y desarrollo: qué es el apego, estilos de apego, cuidados cotidianos, estrés tóxico, cómo regular el estrés, cómo ser una base segura para la exploración. (d) Tecnologías y aprendizaje: cuáles favorecen el aprendizaje, cómo incorporarlas en la vida cotidiana, precauciones, redes sociales. (e) Sistemas de apoyo a la crianza: políticas y programas disponibles, formas de acceso, beneficios, uso de redes. 2. La actitud parental es la filosofía que orienta la parentalidad y da forma a un estilo parental determinado en la crianza, que puede ser categorizado como autoritario, democrático, permisivo o negligente (Baumrind, 1991; Capano & Ubach, 2013), o bien sensible, controlador o no responsivo (Crittenden, 2013) y que se sostiene sobre la propia historia de crianza vivida, aquella que dio forma a los modelos operativos internos o “constelaciones representacionales” (Marrone, 2014; Di Bartolo, 2016). 3. Finalmente, las destrezas parentales se manifiestan a través de las prácticas cotidianas de crianza, que pueden clasificarse en socioemocionales (vinculares en el modelo propuesto), cognitivas (formativas en el modelo propuesto), y nutricias (protectoras en el modelo propuesto) (Bornstein, 2012). A continuación, se revisarán cada una de las competencias parentales señaladas. Es importante mencionar que este modelo se ha ido desarrollando y construyendo durante la última década, en colaboración inicial con Magdalena Muñoz y posteriormente, con distintos colegas, por quienes expresamos la más profunda gratitud (Gómez, Muñoz & Santelices, 2008; Gómez & Muñoz, 2015; Figueroa, Gómez, Montedonico et al., 2017; Gómez & Maureira, 2017; Gómez & Contreras, 2019). Como ya se ha señalado, se distinguen cuatro competencias parentales: vinculares, formativas, protectoras y reflexivas, cada una conformada a su vez por cinco componentes, que se muestran en la Tabla 1. LAS COMPETENCIAS PARENTALES
  • 26. 26 Capítulo II | El modelo de competencias parentales Tabla 1: Esquema de competencias parentales y sus componentes COMPETENCIA PARENTAL VINCULARES FORMATIVAS PROTECTORAS REFLEXIVAS COMPONENTES 1.1 Observación y conocimiento sensible 2.1 Organización de la experiencia 3.1 Garantías de seguridad (física, emocional y psicosexual) 4.1 Construcción de proyecto de vida 1.3 Regulación del estrés 2.3 Mediación del aprendizaje 3.3 Provisión de cuidados cotidianos 4.3 Monitoreo de influencias y meta-parentalidad 1.5 Involucramiento 2.5 Socialización 3.5 Conexión con redes de apoyo 4.5 Auto-cuidado parental 1.2 Interpretación sensible (mentalización + empatía) 2.2 Desarrollo de la autonomía progresiva 3.2 Construcción de contextos bien-tratantes 4.2 Anticipación de escenarios relevantes 1.4 Calidez emocional 2.4 Disciplina positiva 3.4 Organización de la vida cotidiana 4.4 Historización de la parentalidad Se definen como el conjunto de conocimientos, actitudes y prácticas cotidianas de crianza que favorecen la conexión psicológica y emocional con el niño o niña, regulan su estrés y sufrimiento, organizan su vida psíquica y protegen su salud mental, promoviendo un estilo de apego seguro y un adecuado desarrollo socioemocional a lo largo del curso de vida. Los componentes de la Tabla 1, podrían resumirse desde la Teoría del Apego como sensibilidad parental + presencia cotidiana. Cada uno, ha sido extensamente estudiado y sus efectos sobre la salud mental, el apego y el desarrollo socioemocional, sistemáticamente establecidos (Ainsworth et al., 1978; De Wolff & van IJzendoorn, 1997; Fonagy & Target, 1997; Shore, 2001; Zhou et al., 2002; Cassidy & Shaver, 2008; Raby et al., 2015). 1. LAS COMPETENCIAS PARENTALES VINCULARES
  • 27. Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2 27 El primer componente de esta competencia es la observación y el conocimiento sensible, entendido como la capacidad parental para prestar atención a las señales e interpretarlas de manera contingente, así como también comprender, reconocer y actualizar permanentemente el conocimiento sobre el niño. Referentes como Ainsworth (1978) ya pensaron la relevancia de la observación y el conocimiento en la categoría vincular, al definir la sensibilidad materna (hoy sensibilidad parental), como la habilidad para tomar conciencia, interpretar y responder de forma adecuada a las necesidades de los niños; también Bretherton (2000) añade que sería una habilidad que permite negociar los conflictos de forma flexible, creativa, cálida, tranquila, aceptando la individualidad del niño, es decir, conociéndolo. Un ejemplo de cómo se traspasó esta definición teórica a la redacción de los ítems de la escala puede observarse en el siguiente reactivo (tomado de la E2P de 0-3 meses): Percibo las nuevas señales que empieza a generar mi hijo/a (ej., cuando sigue con la mirada, sonrisa social, búsqueda de sonidos, etc.) Logro comprender los miedos propios de la edad de mi hijo/a (ej., cuando teme a la oscuridad, a extraños, a monstruos, a animales, al agua, a disfraces, etc.) El segundo componente de las competencias parentales vinculares es la interpretación sensible o mentalización, definido como la capacidad parental para interpretar el comportamiento del hijo/a o niño a su cargo, mediante la atribución de estados mentales (creencias, sentimientos, actitudes, deseos) respecto a la conducta observada en el niño/a y claves del contexto en que dicha conducta tiene lugar (Fonagy, Steele, Moran, Steele & Higgit, 1991). Esta capacidad favorece en el niño el autoconocimiento de sus propios estados mentales, emociones y conductas y las de los demás (Fonagy y Target, 1997; Fonagy, 1999; Mundy y Newell 2007; Meltzoff, 2011). Un ejemplo de cómo se traspasó esta definición teórica a la redacción de los ítems de la escala puede observarse en el siguiente reactivo (tomado de la E2P de 19-36 meses):
  • 28. 28 Capítulo II | El modelo de competencias parentales El tercer componente es la regulación del estrés, definida como la capacidad parental para acompañar, modular y calmar estados emocionales de estrés y sufrimiento psicológico en el bebé, niño, niña o adolescente, favoreciendo su transición a nuevos estados de equilibro fisiológico y mental, seguridad física y psíquica, y reconexión con procesos de exploración y aprendizaje. Uno de los aportes más significativos de Bolwby (1969) se relaciona con que el apego que se desarrolla desde el bebé al cuidador se comprende como un sistema de regulación diádica. Las conductas de cuidado regulan la organización afectiva del bebé (Eisenberg et al., 2005; Feldman, 2012; Raby et al., 2015) dado que la función del apego consiste en equilibrar los desórdenes homeostáticos provenientes de este último (por ejemplo, al alimentarlo cuando siente hambre). En consecuencia, la regulación del estrés alcanza niveles biológicos y psicológicos cuando se da en un vínculo de apego, desde el cual se constituyen los mapas cognitivos y representativos del sí mismo, los otros y el entorno. Un ejemplo de cómo se traspasó esta definición teórica a la redacción de los ítems de la escala puede observarse en el siguiente reactivo (tomado de la E2P de 3-5 años): El cuarto componente es la calidez emocional, entendida como la capacidad parental para demostrar en forma consistente expresiones de afecto y buenos tratos al niño o niña (Barudy & Dantagnan, 2005). La calidez emocional se relaciona directamente con los contextos bien tratantes, así como también con la envoltura afectiva de la interacción, propiciada desde diferentes canales de comunicación: cuerpo, mirada y voz, desde los cuales toman sustancia. Un ejemplo de cómo se traspasó esta definición teórica a la redacción de los ítems de la escala puede observarse en el siguiente reactivo (tomado de la E2P de 3-5 años): Cuando mi hijo/a tiene pesadillas, hago cosas que lo/la tranquilizan (ej., le permito dormir conmigo, le cuento una historia que le gusta, etc.) Le demuestro a mi hijo/a que es una persona valiosa en mi vida (ej., le digo lo feliz que me hace, le digo lo que aprecio de él/ella, etc.)
  • 29. Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2 29 La literatura es prolífera al proporcionar elementos que permitan pensar este componente. Winnicott (1984) ya exponía que los cuidados maternos, hoy parentales, como la manipulación, el sostenimiento y la presentación del mundo como objeto, modulan los procesos de integración, personalización y el sentido de continuidad existencial del infante. Desde el inicio de su desarrollo ontogenético, el ser humano emerge hacia una realidad predominantemente afectiva, donde el vínculo es crítico como facilitador del desarrollo de un sentido estable y continuo de sí mismo (Guidano, 1994). El quinto componente es el involucramiento cotidiano definido como a la capacidad parental para mantenerse interesado, atento y conectado con la experiencia del niño. Deben considerarse tres niveles de involucramiento: (a) aquel de la experiencia inmediata que conlleva sintonización y sincronía, que incluye elementos sensoriales convocados como: lo visual, auditivo psíquico y corporal, (b) el involucramiento de la experiencia mediada, de la experiencia cotidiana y eventos especiales y (c) el involucramiento a largo plazo. Todos estos niveles tendrán importantes consecuencias en el desarrollo posterior al niño. Un ejemplo de cómo se traspasó esta definición teórica a la redacción de los ítems de la escala puede observarse en el siguiente reactivo (tomado de la E2P de 3-5 años): Aprovecho las actividades diarias para compartir con mi hijo/a (ej., vamos juntos a la feria, ordenamos juntos las frutas, regamos juntos las plantas, etc.) Se entienden como el conjunto de conocimientos, actitudes y prácticas cotidianas de crianza que organizan el entorno de aprendizaje, físico y psicológico del niño o niña, ajustando la complejidad, variedad, tipo y duración de las experiencias, objetos, espacios y actividades para favorecer la exploración, aprendizaje y socialización de los niños y niñas (Barudy & Dantagnan, 2005; Hoff, 2006; Rodrigo et al., 2009). Alentar, desafiar y acompañar la exploración son elementos que permiten definir esta competencia. Desde los aportes de Montessori (1986), quien en su método da realce al ambiente preparado para el aprendizaje, se desprende que un ingrediente fundamental del ambiente es la constitución del adulto como guía en la organización del proceso de enseñanza, lo que permitirá al niño conducir sus procesos, pensar por sí mismo y mejorar su confianza y autoestima. El orden interno y externo es una necesidad básica del ser humano precisando de un ambiente tranquilo y tranquilizador para alcanzarlo (Scarpini, 2018; Reyes, 2019; Santos, 2019). 2. LAS COMPETENCIAS PARENTALES formativas
  • 30. 30 Capítulo II | El modelo de competencias parentales El primer componente de las competencias formativas es la organización de la experiencia, que se refiere a la capacidad para estructurar un entorno físico y psíquico adecuado a la edad y características particulares del niño o niña. La capacidad para organizar adecuadamente la experiencia es fundamental para favorecer los procesos de exploración y aprendizaje propios de lo formativo, así como el progreso de competencias en las distintas áreas del desarrollo integral infantil. Un ejemplo de cómo se traspasó esta definición teórica a la redacción de los ítems de la escala puede observarse en el siguiente reactivo (tomado de la E2P de 4-10 meses): El segundo componente es la autonomía progresiva, definida como la capacidad parental para favorecer, acompañar, conducir y potenciar la autonomía progresiva en diversas situaciones de la vida cotidiana. Favorecer la autonomía progresiva dice relación con poner a disposición del niño aquellas condiciones físicas, materiales y de equipamiento que estimulen su deseo y posibilidad de autonomía. Adquiere relevancia dado que en la Convención sobre los Derechos del Niño se regula el principio de protección y promoción de la autonomía como derecho, señalando que el niño desarrollará progresivamente el ejercicio de sus derechos de acuerdo con la evolución de sus facultades (Cillero, 2011) resguardándose además su participación en los asuntos que le conciernen (Art. 5, dirección y orientación de los padres y madres, Art. 12, opinión del niño). Un ejemplo de cómo se traspasó esta definición teórica a la redacción de los ítems de la escala puede observarse en el siguiente reactivo (tomado de la E2P de 13-17 años): Organizo las salidas o paseos respetando las necesidades básicas de mi hijo/a (ej., respeto su hora de siesta, procuro que no sea un lugar muy estresante para él/ella, etc.) Cuando mi hijo/a me lo pide, lo aconsejo y oriento sobre cómo manejar sus conflictos (ej., con un profesor, compañero, con su pareja, etc.)
  • 31. Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2 31 Un tercer componente es la mediación del aprendizaje, definida como la capacidad parental para favorecer la exploración y el descubrimiento del mundo, y la integración de aprendizajes significativos. La organización de la experiencia, el desarrollo de la autonomía progresiva y la mediación del aprendizaje en la práctica son matices del mismo proceso de crianza, que utiliza el modelamiento, la mediación, el diálogo y la reflexión como pedagogía cotidiana frente a las experiencias, actividades y vivencias del niño/a. El componente alude al concepto de andamiaje (Brunner, 1985) desarrollado a partir del concepto de la zona de desarrollo próximo de Vygotsky. El andamiaje es una metáfora que implica la utilización de andamios por parte de quien enseña, y en la medida en que el aprendiz va adquiriendo las enseñanzas, los andamios pueden ser removidos. En este caso la mediación parental implica conocer el actual estado de competencia de los niños y propiciar el aprendizaje que suponga avanzar hacia la zona de desarrollo próximo. Ello implica el desarrollo de la competencia vincular de observación y conocimiento sensible del niño. Un ejemplo de cómo se traspasó esta definición teórica a la redacción de los ítems de la escala puede observarse en el siguiente reactivo (tomado de la E2P de 11-18 meses): El cuarto componente, disciplina positiva, definida como la capacidad parental para regular y conducir el comportamiento del niño mediante el uso preferente de la anticipación, explicación, el ejemplo, la negociación, la toma de perspectiva. La disciplina positiva es respetuosa de los derechos de la infancia y no intenta controlar la conducta mediante el castigo si no que permite regular las emociones mediante la educación de estas mismas, de manera que promueve un desarrollo humano ético y la colaboración más que la obediencia. La disciplina positiva adquiere relevancia en la propuesta del cambio de paradigma hacia los buenos tratos a la infancia, pues se ha visto que los malos tratos generan un impacto negativo en el desarrollo infantil. Diversos estudios demuestran por ejemplo que los niños que han recibido castigos físicos presentan dificultades de aprendizaje, mayor incidencia de problemas de salud mental y mayores probabilidades de presentar conflictos con la ley en edades adultas (Gershoff, 2002). Sigo los juegos de causa-efecto que me propone (ej., cuando lanza las llaves al suelo las recojo una y otra vez, busco los objetos que él/ella esconde, etc.)
  • 32. 32 Capítulo II | El modelo de competencias parentales Un ejemplo de cómo se traspasó esta definición teórica a la redacción de los ítems de la escala puede observarse en el siguiente reactivo (tomado de la E2P de 8-12 años): El quinto componente es la socialización, definida como la capacidad parental para transmitir al niño/a las normas y reglas socialmente aceptadas de comportamiento en los espacios públicos, introduciéndolo/a en los valores y costumbres de su comunidad y cultura. La socialización es una capacidad que articula prácticas de crianza centradas en preparar al niño/a para la vida en comunidad, promoviendo el desarrollo gradual de sus habilidades sociales la que se relaciona con el aprendizaje de normas y reglas que se internalizan a través de los cuidadores quienes transmiten, usos, costumbres y la cultura de la sociedad en la cual el niño se inserta. La socialización es relevante porque la concepción que los niños tienen de sí mismos es una imagen que se va desarrollando mediante el proceso relacional con los otros y depende en parte importante de la imagen que los padres presenten de sus hijos/as. A causa de ello en la nueva propuesta teórica, la socialización se da en tres niveles: (a) familia, (b) escuela y (c) comunidad. Un ejemplo de cómo se traspasó esta definición teórica a la redacción de los ítems de la escala puede observarse en el siguiente reactivo (tomado de la E2P de 19-36 meses): Cuando establezco normas y/o límites le explico las razones a mi hijo/a (ej., por qué es importante y cuáles son las consecuencias de no hacerlo) Muestro a través del ejemplo las conductas sociales que espero ver en mi hijo/a (ej., saludo a las personas, les doy las gracias, pido permiso, etc.)
  • 33. Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2 33 Monitoreo la actividad de mi hijo/a en redes sociales (ej., conozco a sus amigos en Facebook, las fotografías que comparte en Instagram, los temas que habla por chats como WhatsApp u otros) Se definen como el conjunto de conocimientos, actitudes y prácticas cotidianas de crianza dirigidas a crear condiciones propicias para el desarrollo, disminuir o eliminar fuentes de estrés tóxico, cuidar y proteger adecuadamente a los niños y niñas, resguardando sus necesidades de desarrollo humano, garantizando sus derechos y protegiendo su integridad física, emocional y sexual (Appleyard et al., 2005; Barudy & Dantagnan, 2005; 2010; Cyr et al., 2010; NSC, 2012; Rodrigo et al., 2015). El primer componente de las competencias protectoras son las garantías de seguridad física, emocional y psicosexual. El componente de garantías de seguridad se define como la capacidad parental para proteger el desarrollo físico, emocional y psicosexual del niño/a, necesarias para resguardarle frente a todo tipo de mal trato, como abuso sexual, negligencia y malos tratos físicos o emocionales. El cuidador competente en estos términos monitorea activamente el trato que el niño recibe por parte de familiares, amigos, vecinos, educadoras y otros agentes de contacto cotidiano o regular, sea de forma presencial o virtual (por ejemplo, a través de chats, redes sociales, etc.). Un ejemplo de cómo se traspasó esta definición teórica a la redacción de los ítems de la escala puede observarse en el siguiente reactivo (tomado de la E2P de 13-17 años): El segundo componente es la construcción de contextos bien tratantes definido como la capacidad parental para comprender la relevancia de los buenos tratos a la infancia, como una filosofía de respeto y dignidad en el trato, en concordancia con el enfoque de derechos humanos. Los buenos tratos a la infancia (Barudy & Dartagnan, 2010) favorecen una experiencia interpersonal que permiten el sano desarrollo de la mente, su reparación y recreación, así como la estimulación de los procesos de auto organización. Un ejemplo de cómo se traspasó esta definición teórica a la redacción de los ítems de la escala puede observarse en el siguiente reactivo (tomado de la E2P de 13-17 años): 3. Las competencias parentales protectoras
  • 34. 34 Capítulo II | El modelo de competencias parentales Intento que mi hijo/a no presencie discusiones familiares (ej., cuando discuto con mi pareja u otros miembros de la familia, no lo hago frente a él, etc.) El tercer componente de las competencias protectoras es la provisión de cuidados cotidianos. El componente de provisión de cuidados cotidianos se define como la capacidad parental para organizar un conjunto de acciones y prácticas de crianza que permitan satisfacer las necesidades básicas del niño/a. Entre estas se incluye la higiene y aseo personal del niño/a, su vestuario y abrigo apropiado a la estación, su alimentación balanceada, y el cuidado de su salud física y psicológica. Bornstein (2012) los denomina “cuidados nutricios”, asociados a los requerimientos físicos del niño, proveyéndolos de sustento, protección, supervisión, higiene entre otros. La nutrición balanceada es pre-requisito para el bienestar y supervivencia y otros aspectos de la satisfacción de las necesidades como el vestuario y abrigo de acuerdo con cada estación del año. Aunque se adscriben a las competencias parentales protectoras, los cuidados cotidianos son también plataforma concreta sobre la cual se despliegan las competencias vinculares, por ejemplo: en el amamantamiento, en donde se suplen las necesidades del bebé, pero además se constituye una oportunidad para la sincronía (Feldman, 2012). Un ejemplo de cómo se traspasó esta definición teórica a la redacción de los ítems de la escala puede observarse en el siguiente reactivo (tomado de la E2P de 13-17 años): El cuarto componente, organización de la vida cotidiana, se define como la capacidad parental para estructurar un entorno ecológico que aporte elementos de predictibilidad, rutinas y rituales a la vida del niño. Cuando ha sido necesario, me he preocupado de llevar a mi hijo/a a atención en salud (ej., al psicólogo si lo derivan del colegio, al ginecólogo, a la urgencia si ha tenido algún accidente, etc.)
  • 35. Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2 35 Si sufro un imprevisto laboral o de salud, logro orientar a mi hijo/a para que siga su rutina cotidiana (ej., logra hacer sus tareas, pedir ayuda a un vecino, en caso de ser mayor volver en locomoción a la casa, etc.) Cuando la crianza se me hace difícil, busco ayuda de mis amigos o familiares (ej., cuando mi hijo/a está enfermo/a, cuando yo me siento sobrepasado/a, etc.) La capacidad parental de organización de la vida cotidiana supone definir procedimientos en la vida doméstica para manejar la resolución de las tensiones habituales de cada día: iniciar el día, desayunar, ir al jardín infantil o colegio, almorzar, regresar a casa, cumplir con los deberes escolares, asegurar momentos para la recreación, salir de compras o paseo, visitas a familiares o amigos, cenar, bañarse, acostarse y dormir/descansar. La programación anticipada y flexible, así como su organización en momentos críticos, como enfermedades y problemas laborales, resultan importantes para esta competencia. Un ejemplo de cómo se traspasó esta definición teórica a la redacción de los ítems de la escala puede observarse en el siguiente reactivo (tomado de la E2P de 13-17 años): El quinto componente es la conexión con redes y búsqueda de apoyo social, definida como la capacidad parental para identificar, acceder y utilizar fuentes de soporte emocional, instrumental o económico según resulte necesario para el logro óptimo de los objetivos actuales de la crianza. Bajo el supuesto de que la parentalidad es una práctica social y como tal requiere de un soporte vincular, en esta competencia se hace referencia a la existencia de red familiar social y a la capacidad de participar y procurar apoyo en las redes que se constituyan en un soporte para la crianza. Un ejemplo de cómo se traspasó esta definición teórica a la redacción de los ítems de la escala puede observarse en el siguiente reactivo (tomado de la E2P de 0-3 meses):
  • 36. 36 Capítulo II | El modelo de competencias parentales Se definen como el conjunto de conocimientos, actitudes y prácticas cotidianas de parentalidad y crianza que permiten organizar la propia experiencia de parentalidad, metabolizando las influencias y trayectorias propias, monitoreando las prácticas parentales actuales y evaluando el curso del desarrollo del hijo/a, con la finalidad de retroalimentar y enriquecer las otras áreas de competencia (Gershoff et al., 2007; Nicholson, Howard & Borkowski, 2008). El primer componente de esta competencia es la construcción de un proyecto familiar, definido como la capacidad parental para explorar, negociar y organizar un conjunto de expectativas, razonablemente positivas y realistas, en torno al tipo de familia que se desea construir, la trayectoria de desarrollo esperada para los hijos, el estilo parental, las prioridades de inversión de los recursos familiares, y la relación con otros actores e instituciones de la sociedad. Esta organización interpela a un relato identitario de quiénes somos como familia, (Walsh, 2004; Delage,2010) construido en base al diálogo que ordena las expectativas y prioridades. Este componente tiene su eje temporal en el futuro, porque organiza la trayectoria de desarrollo esperada para cada uno de los miembros y para el grupo familiar. Un ejemplo de cómo se traspasó esta definición teórica a la redacción de los ítems de la escala puede observarse en el siguiente reactivo (tomado de la E2P de 4-10 meses): El segundo componente es la anticipación de escenarios relevantes, definida como la capacidad parental para visualizar, anticipar, analizar y preparar alternativas de acción frente a diversos tópicos de la crianza o escenarios desafiantes, estresantes o adversos que pudiesen llegar a surgir en el proceso de la crianza. La anticipación requiere de funciones ejecutivas porque implica la planificación de la crianza y la adquisición de información relevante que permita pensarla para obtener información importante sobre diversos tópicos. Así, la anticipación contribuye a la organización de la propia parentalidad, evitando situaciones de desborde, estrés tóxico y del maltrato derivado de verse superado por la contingencia. 4. LAS COMPETENCIAS PARENTALES REFLEXIVAS Reflexiono sobre lo que sueño para el futuro de mi hijo/a
  • 37. Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2 37 El tercer componente es monitorear influencias y metaparentalidad definido como la capacidad parental para identificar y realizar un seguimiento de las distintas influencias biopsicosociales actuales sobre el desarrollo del niño/a, en sus distintos nichos ecológicos de pertenencia, y para observar y reflexionar respecto a la propia influencia y ejercicio del rol parental en la crianza cotidiana. Esto nos remite al concepto de metaparentalidad, el cual implica pensarse en el ejercicio del rol parental, identificando sensaciones y respuestas que se otorgan en distintos escenarios de la relación parento filial. Un ejemplo de cómo se traspasó esta definición teórica a la redacción de los ítems de la escala puede observarse en el siguiente reactivo (tomado de la E2P de 4-10 meses): El cuarto componente es la historización de la parentalidad, definida como la capacidad parental para recordar y explorar la historia personal y familiar, construir un relato equilibrado de la crianza recibida, identificar y transitar hacia un proceso de sanación de las experiencias dolorosas o traumáticas heredadas, haciendo consciente la influencia multidimensional de esa historia en su propia parentalidad y desarrollar una actitud de crecimiento y sabiduría parental que favorezca la predominancia de los buenos tratos en la crianza del hijo o hija. Me preparo para los momentos difíciles que vendrán en esta etapa de crianza (ej., caída de dientes de leche, exigencias escolares mayores, etc.) Dedico tiempo a evaluar y pensar cómo estoy desarrollando mi rol como madre/padre (u otro cuidador) (ej., pensar si estoy satisfecho, alegre, si me siento agotado, etc.) Un ejemplo de cómo se traspasó esta definición teórica a la redacción de los ítems de la escala puede observarse en el siguiente reactivo (tomado de la E2P de 6-7 años):
  • 38. 38 Capítulo II | El modelo de competencias parentales He pensado que como padre, madre o cuidador soy importante para la vida de mi hijo, porque soy parte de su historia Logro identificar mis señales de agotamiento para no perder el control con mi hijo/a El quinto componente de las competencias parentales reflexivas es el auto-cuidado parental, definido como la capacidad parental para desplegar actitudes y prácticas que favorezcan una apropiada salud física y mental (o bienestar subjetivo), con la finalidad de disponer de las energías y recursos que permitan desempeñarse adecuadamente en las otras dimensiones de la parentalidad. No obstante, este componente no puede ser entendido solo desde una lógica individual, sino debe comprenderse en el ejercicio de sostén que debiese proporcionar una comunidad sensible, que cuida para posibilitar el cuidado, que protege para posibilitar la protección. El principio subyacente es que no se pueden otorgar buenos tratos si no se han recibido y que la crianza es responsabilidad de una comunidad y no de sujetos aislados. Un ejemplo de cómo se traspasó esta definición teórica a la redacción de los ítems de la escala puede observarse en el siguiente reactivo (tomado de la E2P de 11-18 meses): Un ejemplo de cómo se traspasó esta definición teórica a la redacción de los ítems de la escala puede observarse en el siguiente reactivo (tomado de la E2P de 6-7 años):
  • 40. 40 Capítulo III | La evaluación de competencias parentales Presentación del enfoque teórico que sostiene el Modelo ODISEA La escala de parentalidad positiva se inscribe dentro del modelo de evaluación e intervención ODISEA3 , propuesto por Esteban Gómez y elaborado durante la última década junto a diversos colegas con quienes se ha desarrollado múltiples proyectos de intervención en infancia y familia, especialmente pertenecientes a contextos de alto riesgo social y vulneración de derechos (Gómez, Muñoz & Santelices, 2008; Gómez & Muñoz, 2015; Figueroa et al., 2017; Gómez, 2017a; Gómez, 2017b; Gómez & Maureira, 2017; Gómez & Contreras, 2019; Gómez, 2019) ODISEA es un acróstico cuyas letras dan cuenta de conceptos sustanciales para el trabajo en parentalidad e infancia. Su significado es Oportunidades para el Desarrollo de Interacciones Sensibles, Eficaces y Afectuosas. Como modelo procura condensar cuatro marcos teóricos esenciales a nivel de persona, familia y comunidad: la Teoría Ecológica del Desarrollo Humano (Bronfenbrenner, 1987), la Teoría del Apego (Bowlby, 1969; Ainsworth et al., 1978), la Teoría de la Parentalidad Positiva (Barudy & Dantagnan, 2005; Rodrigo, 2015) y la Teoría de la Resiliencia Humana (Cyrulnik, 2002, Walsh, 2004; Masten & Obradovic, 2006; Delage, 2010). El modelo ODISEA se basa en el concepto de “trayectorias del desarrollo”, pensado en tres niveles: la trayectoria del bebé, niño, niña o adolescente, la de las figuras parentales y la de la comunidad. Todas estas trayectorias están en permanente interacción e influencia mutua, posibilitando la emergencia de escenarios disímiles con al menos dos trayectorias observables: la de los buenos tratos que se constituye en el andamiaje hacia la salud mental y la de los malos tratos que se constituye en el andamiaje hacia la psicopatología. 3 Para mayor referencia, consultar capítulo de Gómez, E. sobre “El Modelo ODISEA”, publicado en M., Marrone & E., Wolfberg (Eds.) (2019). Apego y Parentalidad. Ed. Psimática: Madrid.
  • 41. Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2 41 El concepto de oportunidades interpela al profesional a pensar sobre la disponibilidad de circunstancias pertinentes y honestas para la recuperabilidad de las personas. Ello apareja el siguiente imperativo ético: la intervención debe posibilitar un espacio de apertura emocional para el cambio, donde el primer paso consiste siempre en sostener el malestar y el sufrimiento de quienes han resultado heridos por historias de malos tratos, con miras a generar procesos reflexivos. De cara al dolor queda reconocer que las historias de muchos cuidadores están marcadas por los malos tratos recibidos en su infancia, configurando modelos operativos internos de los cuales se desprenden guiones relacionales y cargas emocionales congruentes con esa historia (Sroufe, 2005; Solomon & George, 2011; Di Bartolo, 2016; Marrone & Wolfberg, 2020). Lo sustantivo constituido en las historias de apego y crianza es lo que Marrone (2014) nomina “constelación representacional” y Gómez (2019) especifica como “constelación representacional de la parentalidad” Pero la historia no es destino y en las oportunidades que la ecología de crianza ofrece, pueden encontrarse las posibilidades para reparar la constelación parental, transformar las interacciones de maltrato en prácticas de crianza positiva y avanzar en las competencias parentales hacia la sensibilidad parental, los cuidados apropiados y los buenos tratos cotidianos (Barudy & Dantagnan, 2010; Rodrigo et al., 2015; Gómez, 2019). Esta idea no es ingenua, no se trata de una fe ciega, sin fundamento científico, sino todo lo contrario. Hoy disponemos de evidencia científica sólida para sostener la propuesta teórica y la visión que nos mueve a quienes trabajamos con el modelo ODISEA. Revisemos esa evidencia. Un primer ejemplo lo encontramos en el meta-análisis de 77 estudios sobre intervenciones en parentalidad de Kaminski y colaboradores (2008, en Gómez, 2017a), que mostró un tamaño de efecto global de d = .34 y estadísticamente significativo (es decir, ¡la intervención funciona!). Más aún, al comparar aquellos programas que ofrecían la oportunidad de practicar con el propio hijo/a las competencias parentales enseñadas versus aquellos que no lo hacían, se encontró un tamaño de efecto de .91 (versus .33) en competencias parentales y de .69 (versus .18) en síntomas conductuales de los niños. Otro ejemplo lo encontramos en el siguiente estudio de dos meta-análisis de programas de parentalidad publicado por Leijten y colaboradores (2019). En el primer meta-análisis de 154 ensayos clínicos y con 398 efectos, se encontró que el tamaño de efecto de los programas de parentalidad sobre el comportamiento disruptivo de los niños, aumenta gradualmente según el nivel de prevención considerado (prevención universal d = - 0.21, prevención selectiva d = - 0.27, prevención indicada d = - 0.55) y tratamiento (d = - 0.69). El tamaño de efecto para la prevención universal no fue significativo, lo que muestra que el abordaje de problemas de conducta en niños/as debiese ser enfocado más que universal. Por otra parte, es altamente positivo que los programas de parentalidad tengan impactos significativos con tamaños de efecto moderado-bajo en prevención selectiva, moderados en prevención indicada y moderado-altos en tratamiento especializado. El segundo de estos meta- análisis (Leijten et al., 2019) de 42 ensayos y 157 efectos encontró que, de 26 técnicas parentales y herramientas de crianza enseñadas en estos programas y evaluadas en el estudio, tres se asociaron
  • 42. 42 Capítulo III | La evaluación de competencias parentales con efectos más fuertes del programa: (a) usar refuerzo positivo (d = -0.63), (b) usar elogios específicos (d = -.064) y (c) implementar consecuencias naturales/lógicas (d = -0.68). En este caso el time-out no alcanzó significancia estadística, por lo que se presume no se justificaría incluirlo, especialmente cuando hay otras herramientas de crianza positiva disponibles y que serían más efectivas. En otro meta-análisis reciente (Chen & Ling, 2016) de 37 estudios RCT (ensayos clínicos aleatorizados) publicados, se evaluó la efectividad de 31 programas de competencias parentales en reducir el maltrato infantil y modificar factores de riesgo y protectores asociados, con un total de 7.142 familias. Del total, 13 programas incluyeron padres y madres (y 18 sólo madres); en 13 programas se incluyeron seguimientos desde 3 meses hasta 15 años. Sólo 2 programas reportaron efectos negativos y 29 tuvieron efectos positivos. El tamaño de efecto global, para todos los 31 programas, en todos los resultados evaluados y en todos los momentos considerados, fue de d = 0.288, lo que implica un tamaño moderado-bajo y significativo. El efecto inmediato post-test fue de d = 0.3, aumentando en los seguimientos a los 4 a 6 meses con valores entre d = 0.5 y d = 0.6 (moderado y moderado-alto). Hay una baja en los efectos en los seguimientos a los 1, 2 y 3 años, aunque sigue siendo significativo, con tamaños de efecto entre d = 0.1 y d = 0.02, pero a los 15 años el efecto llega a un significativo d = 0.757. El efecto especifico en maltrato infantil fue de d = 0.2 y significativo, suficiente para justificar invertir en estos programas como política pública a gran escala para prevenir y erradicar el maltrato infantil, ya sea en formato de visita domiciliaria, talleres o educación para padres en crianza respetuosa. Notablemente, estos programas tienen efectos cercanos a d = 0.6 cuando se evalúan competencias parentales lo que resulta coherente con el foco de la intervención y específicamente de d = 0.651 cuando se evalúa prácticas de crianza maltratantes (harsh parenting). Los programas no mostraron efectos significativos ni en depresión (d = 0.026) ni en estrés parental (d = -0.002), lo que cobra sentido dado que no fueron diseñados para abordar directamente estos problemas. Respecto a factores protectores, los programas de parenting obtuvieron tamaños de efecto de d = 0.523 en actitudes parentales positivas, d = 0.397 en parentalidad positiva, d = 0.743 en interacciones, d = 0.340 en sensibilidad parental, y d = 0.220 en auto-eficacia parental (Chen & Ling, 2016).
  • 43. Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2 43 De esta forma estos estudios (Lundahl, Nimer & Parsons, 2006; Kaminski et al., 2008; Chen & Ling, 2016; Leijten et al., 2019) demuestran que la posibilidad ofrecer experiencias parento filiales centradas en las prácticas de crianza positiva, proporciona una posibilidad única de intervención y desde donde adquieren valor instrumentos de evaluación como la presente Escala de Parentalidad Positiva E2P v.2. Además, se demuestra la importancia de avanzar hacia modelos de disciplina positiva en los programas de crianza que aborden problemas de conducta de niños y adolescentes. En Latinoamérica existe un desafío al respecto, porque la evidencia referenciada recoge estudios realizados en Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Australia, Nueva Zelanda, Tailandia e Irán, pero no de Chile, Argentina, Colombia, Uruguay, México, Perú, Venezuela, Bolivia, por la escasa investigación en nuestra región y la falta de desarrollo de modelos propios que permitan realizar mediciones en nuestra propia realidad. El concepto de “Oportunidad” entonces, nos permite re-pensar la forma en que tradicionalmente hemos concebido la evaluación y la intervención en programas sociales, salud y educación, avanzando hacia modelos “formativos” de evaluación y hacia modelos “reflexivos” de intervención. El concepto “Desarrollo” se vincula a la idea de trayectorias o senderos de desarrollo. El desarrollo es la posibilidad de devenir en algo, parte de un lugar, considera un punto de inicio ponderable para quien está evaluando y quien adquirirá el desafío de proyectar, en clave de un potencial en el otro, en el sistema familiar, los elementos pesquisados en ese punto de arranque. Pensar en esa posibilidad de crecimiento (en términos recursivos, no lineales ni exitistas) no es una tarea solitaria del profesional, al contrario, es un proceso de co-construcción que se realiza con la persona y familia acompañada, a quienes se invita a recorrer este camino respetando sus ritmos y motivaciones. La “Zona de Desarrollo Próximo de la Parentalidad” (Gómez, 2019), noción derivada de la teoría de Vigotsky (1931) y aplicada a la parentalidad, permitirá a los profesionales valorar las competencias parentales vinculares, formativas, protectoras y reflexivas, en un sistema de cuidado, desde donde se pretende hallar recursos, una adecuación parental mínima resiliente, y desde donde se pretender pesquisar fragilidades que resulten gravitantes para la parentalidad. Zona de desarrollo próximo, Gómez (2012)
  • 44. 44 Capítulo III | La evaluación de competencias parentales Concluir la evaluación, permitirá avanzar a un siguiente desafío profesional, la construcción de un mapa de oportunidades de crecimiento parental, que incluirá las experiencias y narrativas de apoyo de aquellos recursos reconocidos, así como oportunidades para el aprendizaje y crecimiento, para reescribir la historia en las áreas más fragilizadas. En este sentido, el profesional es un “mediador” de la Zona de Desarrollo Próximo de la Parentalidad, y la metodología de evaluación e intervención, será un “andamiaje” que sostiene ese camino, cuyo primer objetivo debe ser propiciar movimientos reflexivos en los padres y cuidadores, los cuales deben surgir primeramente en el profesional que se dispone al servicio de la reflexión de sus propias prácticas e historia. El concepto de Interacciones está presente desde la Teoría Ecológica del Desarrollo Humano, en la que Bronfenbrenner las denomina como “Procesos Proximales” y desde la Teoría del Apego, desde donde se definen como un aspecto observable de las relaciones o vínculos de apego (Di Bartolo, 2016). Las interacciones se constituyen en la matriz relacional esencial para explicar el desarrollo, la psicopatología y la salud mental, así como la posibilidad de la resiliencia humana o el trauma complejo (Cyrulnik, 2002; van der Kolk, 2015). Producto de nuestra condición de seres sociales, el infante se reconoce a si mismo a través de otro significativo con el cual se establece un vínculo afectivo (Guidano & Liotti, 1983, en Uribe & Lopera, 2011). Es a través de ese vínculo afectivo significativo, específico y estable que el ser humano construye una imagen de si mismo, una imagen de los demás y de cómo opera el mundo y sus significados (Di Bartolo, 2016). Las interacciones, son la materia prima con la que trabaja el profesional formado en el modelo ODISEA, entendiendo que éstas pueden ser distinguidas en diferentes nichos ecológicos del desarrollo: el hogar, la escuela, el centro de cuidados, las calles del barrio, las instituciones, plazas y parques, inclusive, en las redes sociales como Facebook, Instagram u otras (Rodrigo et al., 2015). Sea cual sea la fuente de interacción, el profesional para garantizar un mínimo de disposición reflexiva en la creación de oportunidades de interacción transformativas, deberá siempre reflexionar primero sobre sus propias prácticas intercomunicativas, pensarse desde las propias interrelaciones que genera, sus motivaciones, significados y consecuencias para hacer buen uso de este elemento como estrategia. Por último, los conceptos Sensibles, Eficaces y Afectuosas, son elementos cualitativos de las interacciones parentales cotidianas que busca favorecer el modelo ODISEA. Dichos elementos están basados en la extensa observación de la investigación en teoría del apego (Sroufe, 2005; Cassidy & Shaver, 2008; Solomon & George, 2011; Raby et al., 2015), desarrollo socioemocional temprano (Propper & Moore, 2006; Pollak, 2008; Gross, 2014) y salud mental infantil (Zeanah, 2009) las cuales han dado cuenta del rol preponderante de la constitución de la seguridad emocional en el apego y en el desarrollo de competencias socioemocionales, como la regulación emocional, todas, claves para los elementos descritos. La sensibilidad es un elemento que aporta el sistema de cuidado a la interacción, cuyos ejes como la atención, la interpretación y la respuesta contingente en tiempo y forma (Ainsworth, 1978) son sustanciales, constitutivos e insoslayables al momento de evaluar competencias parentales. La eficacia remite a que la práctica parental debe producir efectos acordes a las motivaciones y necesidades expresadas por los niños, calma en un momento de estrés, aliento en momentos de exploración y reconocimiento de señales del niño en cualquier momento, entre otros escenarios posibles. Por su parte, la cualidad de afectuosas proviene del paradigma de los buenos tratos,
  • 45. Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2 45 coherente con el enfoque de la niñez (Rodríguez, 2016) y otorga una impronta positiva a la envoltura afectiva de la interacción parento-filial, desde donde puede emerger el disfrute, la alegría, el cariño, entre otras emociones de bienestar. a) El desarrollo socioemocional a lo largo del curso de vida, incluyendo el estilo de apego en el niño, niña o adolescente b) las competencias parentales y las constelaciones presentacionales de parentalidad c) el sistema familiar y su dinámica d) la ecología de la crianza, incluyendo redes informales y formales. En conclusión, el profesional que se forma en el Modelo ODISEA de evaluación de competencias parentales comprende todos los elementos descritos anteriormente. Se constituye, además, desde un imperativo ético superlativo aún más importante, y es que logra comprender que el primer y más relevante instrumento de evaluación que debe colocar a disposición del proceso evaluativo es su propia persona, además del marco teórico que sostiene su labor. El profesional forja un profundo sentido de ética relacional, en que la evaluación por ningún motivo debe usarse para castigar, juzgar y/o discriminar, sino más bien, para comprender, acoger y acompañar, con respeto, la cultura e historia de cada persona y de su sistema familiar. La importancia otorgada a los Buenos Tratos, como condición fundante del rol profesional, es el punto de partida y el horizonte último de todo este modelo. Es así como, entendiendo, valorando y trabajando arduamente para integrar esta mirada en su trabajo, la maestría en los instrumentos y métodos que conforman el modelo adquieren en dicha ética su máximo sentido, de lo contrario, cualquier evaluación podría llegar a considerarse iatrogénica o peligrosa. El modelo ODISEA distingue 4 ejes evaluativos: A continuación, se revisará el eje (b) las competencias parentales.
  • 46. 46 Capítulo III | La evaluación de competencias parentales el desafío de evaluar competencias parentales La ratificación de la Convención sobre los Derechos del Niño realizada en Chile en el año 1990 inició un proceso de apertura hacia políticas de infancia pensadas desde un enfoque de derechos, generándose diferentes leyes e iniciativas en favor de los niños, niñas y adolescentes de nuestro país. Esta mayor visibilización de la infancia, especialmente de aquella más vulnerada, por parte del Estado y numerosas organizaciones de la sociedad civil y el mundo académico, ha llevado aparejado un proceso de desafío, tecnificación y profesionalización de las disciplinas ligadas a la intervención social en diversos frentes: salud, educación y protección, así como de las políticas públicas y leyes asociadas. Uno de los mayores desafíos que hemos enfrentado en este enorme movimiento hacia una Cultura de Buenos Tratos a la Infancia ha sido incorporar el concepto de competencias parentales en el diseño de estas nuevas políticas públicas. La evaluación de competencias parentales es un campo en construcción, de reciente aparición y en constante debate teórico, metodológico, ético y legislativo, con múltiples alcances y desafíos. Sin embargo, es posible rastrear una historia en la que estos desafíos se inscriben y cobran sentido, siendo un marco importante de conocer y comprender para situar el actual uso de la Escala de Parentalidad Positiva que estamos proponiendo. Intentemos reconstruir una parte de esa historia en un recorrido por los diversos instrumentos de evaluación y las áreas que estos instrumentos han ido iluminando, como constructos relevantes de considerar por parte del profesional que evalúa. En Chile, desde los años 90 y con algunos antecedentes rastreables a la década de los 80, es posible observar la emergencia de instrumentos ligados a la evaluación del desarrollo infantil en áreas como el desarrollo psicosocial, conductual y emocional. Para evaluar desarrollo psicomotor se ha usado el EEDP con niños entre 0 y 2 años y el TEPSI para niños entre 2 y 5 años (Bedregal, 2008). Para la evaluación de problemas conductuales y emocionales se destaca el uso del Inventario de Problemas Conductuales y Socio-emocionales, como prueba de tamizaje IPCS (Rodríguez et al., 2000) para niños entre 3 a 5 años, con altos niveles de validez y confiabilidad en nuestra población, siendo complementado con el uso del CBCL (Child Behavioral Check List, Achenbach & Edelbrock, 1983) instrumento que evalúa conductas desadaptativas presente en niños entre 1,5 y 5 años y 6 a 18 años, también validado psicométricamente para la población nacional (Montenegro et al., 1983). Paralelamente, se avanza en la década de los 90 en el difícil desafío de evaluar sistemas familiares (Cumsille, 1994) incorporando herramientas como el instrumento de auto reporte FACES III (Olson et al., 1985). El FACES III está organizado de acuerdo con tres dimensiones familiares: cohesión, adaptabilidad y comunicación, utilizándose solo las dos primeras en nuestro país, con adecuados indicadores de validez y confiabilidad. Otro insumo relevante para la evaluación familiar, y ampliamente usado tanto en salud familiar como en programas sociales, ha sido el Genograma, conocido por representar gráficamente la estructura y relaciones en un sistema familiar esquematizando al menos tres generaciones en línea ascendente. A mediados de los años 90, surge un mayor interés por evaluar otros tópicos ligados a problemas y vulneraciones de derechos en la infancia y la familia, especialmente aquellos relacionados con Antecedentes que preparan el camino a la evaluación de competencias parentales
  • 47. Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2 47 Con esta trayectoria de una década evaluando funcionamiento familiar, desarrollo y maltrato infantil, el país sentó las bases teóricas y metodológicas para enfrentar un nuevo desafío: la evaluación de competencias parentales. En torno al año 2000 emerge entonces este concepto, al comprenderse que el bienestar infantil es travesado por una variable fundamental: el bienestar de los cuidadores. La aparición del concepto “Competencias Parentales” y la necesidad de evaluarlas el maltrato infantil, fenómeno situado en la ratificación de la CDN por el Estado de Chile en 1990 y la promulgación de la ley sobre violencia intrafamiliar el año 1995. Como instrumento técnico de evaluación se destacó el cuestionario de auto-reporte Inventario Potencial de Maltrato Físico o PMF (Haz &Ramírez, 1998), basado en el Child Abuse Potential Inventory (CAPI, Milner, 1980) que pondera las características de personalidad e interacción del adulto con su entorno social y familiar, indicando la existencia de potencial de maltrato infantil. El cuestionario fue validado en Chile para población en riesgo de maltrato (Haz & Ramírez, 1998; 2002), constituyéndose en un valioso insumo para sondear y alertar sobre el potencial de maltrato especialmente para programas de prevención secundaria. En los últimos 15 años, además del PMF se incorporó el Parenting Stres Index o PSI-SF (Abidin., 1983), cuestionario de autoreporte en su versión abreviada que permite evaluar estrés parental. El PSI-SF se perfiló como un instrumento relevante al quedar demostrado que el estrés en la crianza se relaciona con diversos resultados negativos en el desarrollo infantil, el bienestar del adulto y el desarrollo familiar. El cuestionario ha sido un relevante aporte en la evaluación de competencias parentales y en el 2016 se realizó su validación con muestra chilena, resultados que fueron publicados en el Journal of Child and Family Studies (Aracena, Gómez et al., 2016). Otro insumo técnico relevante ha sido la incorporación del Parental Bonding Instrument – PBI (Parker, Tupling & Brown, 1979; Parker, 1989) cuestionario de autoreporte basado en la teoría del apego de John Bowlby, el que pretende medir la percepción que las personas tienen respecto de las actitudes y conductas de sus propios cuidadores en la infancia. Este instrumento cuenta con una adaptación para Chile (Albala & Sepúlveda, 1997) así como una estandarización para la población chilena entre 16 y 64 años de Santiago (Melis et al., 2001), resultando un instrumento válido y confiable para nuestra población. El PBI es requerido desde las líneas técnicas de algunos programas de la red SENAME con fines diagnósticos, tal como se puede apreciar en los lineamientos de los programas DAM y FAE desde el 2015. Asimismo, el aislamiento social ha sido una de las variables más importante para comprender el fenómeno del maltrato (CEPAL & UNICEF, 2009), en consideración a ello y posteriormente es que luego adquiere relevancia el uso del Mapa de Redes, creado para identificar las características estructurales de las redes, sus funciones y atributos, siendo utilizado ampliamente en Centros de Salud Familiar CESFAM y en programas de la red SENAME. Este periodo culmina entonces con la existencia de 3 tipos de cuestionarios: (a) aquellos ligados al desarrollo infantil y la detección de problemas emocionales y conductuales; (b) aquellos ligados a la evaluación del funcionamiento familiar; y (c) aquellos relacionados con la evaluación del maltrato infantil y sus variables asociadas.
  • 48. 48 Capítulo III | La evaluación de competencias parentales A nivel teórico, el año 2005 Barudy y Dantagnan publican el libro “Los buenos tratos a la infancia” texto fundamental para dar impulso al cambio de paradigma desde el marco de la teoría del apego, la resiliencia y la parentalidad. Gracias al trabajo de estos autores se da un giro paradigmático en la concepción del bienestar infantil, transitando del foco de los malos tratos hacia los buenos tratos a la infancia como base para su sano desarrollo. Paralelamente, comenzó a cobrar relevancia los estudios y evidencia de la teoría del apego y la resiliencia, con los trabajos pioneros de Felipe Lecannelier, María Angélica Kotliarenco, María Pía Santelices, Ana María Aarón, Ana María Haz, Paula Bedregal, entre otros. A nivel de hitos relevantes ocurridos en el país, el año 2004 se produce en la red SENAME un proceso masivo de des-intitucionalización de niños y niñas ubicados en residencias de protección por pobreza (UNICEF, 2005), lo que conllevó el desafío de poder realizar intervenciones desde líneas programáticas preventivas, cuestionándose las medidas de internación o colocación en sistemas de cuidado alternativo por causal de pobreza, y demandándose el avance hacia causales exclusivamente asociadas a graves vulneraciones de derechos. Este doble desafío (por un lado, prevenir la internación trabajando con las figuras parentales en las familias de los niños y niñas; y por otro, evaluar con rigurosidad las causales de colocación en cuidado alternativo para documentar graves vulneraciones de derechos) cimentó el camino para la exigencia de evaluar competencias parentales. Entonces, y en el contexto de la ley 19.968 que crea los Tribunales de Familia, se comienzan a solicitar evaluaciones de competencias parentales, en causas judiciales tales como: cuidado personal, relación directa y regular, medidas de protección, adopción, violencia intrafamiliar, etc. En la búsqueda de elementos técnicos que permitiesen orientar esta evaluación se pretendió utilizar el Ackerman-Shoendorf Scale of Parent Evaluation of Custody (ASPECT), uno de los instrumentos utilizados en Norteamérica para estos fines, que permite evaluar a los cuidadores en causas de relación directa y regular y cuidado personal. Sin embargo, pese a las adaptaciones semánticas que se realizaron, no fue estandarizado para la población chilena, lo que imposibilitó su uso práctico (Martínez, Gallardo, Molina, Valdivia & Órdenes, 2010). El año 2005, Budd publica el artículo “Assessing Parenting Capacity in a Child Welfare Context” en la revista Children and Youth Services Review, convirtiéndose en un referente internacional para la evaluación de competencias parentales en el ámbito forense, considerando aspectos como la parentalidad positiva, el enfoque de la resiliencia y el modelo ecológico en la evaluación. El siguiente paso vino de la política pública en primera infancia. En el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet, se constituye en 2006 la primera política intersectorial para el abordaje de problemas de desarrollo infantil temprano: el Subsistema de Protección Integral a la Infancia Chile Crece Contigo. La política fue implementada a partir de 2007 e institucionalizada mediante la ley 20.379 el año 2009, convirtiéndose en un hito y referente mundial para políticas públicas en primera
  • 49. Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2 49 infancia, al agrupar y coordinar a los sectores de salud, educación, protección social, justica y trabajo a nivel comunal, regional y nacional (Bedregal, 2014). En este marco es que se empieza a valorar cada vez más la evaluación vincular en las relaciones parento-filiales, lo que dará paso a la incorporación de escalas de observación de interacciones en contextos de salud (Cárcamo, Van IJzendoorn, Vermeer & Van der Veer, 2014). En el área proteccional, el año 2007 se dio paso a la apertura de una serie de programas de intervención focalizados en la prevención ambulatoria y se crean los programas de intervención breve (modelo PIB), asociados a situaciones de mediana complejidad, no constitutivas de delitos, desde donde se comienza a intervenir en competencias parentales. Ese mismo año se tradujo la Escala NCFAS (North Carolina Family Assesment Scale), asociado a un proceso de profesionalización y tecnificación de los programas sociales en Chile (Valencia & Gómez, 2010). La escala NCFAS, que evalúa funcionamiento familiar, fue estudiada en nuestra población resultando válida, con consistencia interna y validez de constructo para su versión en español. Por esta razón se introdujo como instrumento de uso obligatorio desde el 2015 para la oferta ejecutada directamente por SENAME y desde el 2016 para organismos colaboradores que otorgan oferta de cuidado alternativo y de tipo residencial. En el contexto de la creación del Sistema Chile Crece Contigo, y considerando el alto porcentaje de niños que acuden al Control Sano, durante el año 2008 se comenzó a utilizar la Escala Massie Campbell o ADS (Attachment During Stress Scale), guía para realizar una observación estandarizada de la interacción madre-hijo, destinada a evaluar estilo de apego y problemas en la relación cuidador- bebé. La escala fue utilizada como instrumento de tamizaje en los controles de niños de 4 a 12 meses, fue aplicada masivamente llegando a evaluarse a 200.000 díadas en el país, pero luego fue suspendida debido a los problemas de validez que presentó para nuestra población, si bien un estudio reciente corrigió algunos de esos problemas (Cárcamo et al., 2014).
  • 50. 50 Capítulo III | La evaluación de competencias parentales El año 2010 gracias a una serie de Seminarios Internacionales de Parentalidad Positiva, organizados por el Centro de Atención al Niño y la Mujer (CEANIM) y con la presencia en Chile de diversos expertos incluyendo a María José Rodrigo de España, se comienza a instaurar el concepto de “parentalidad positiva”, concepto que el 2012 se integra oficialmente a la política pública de infancia, valorándose entonces la importancia de contar con una metodología ecológica de evaluación de competencias parentales. Ese mismo año se comienza a utilizar la guía de evaluación de competencias y resiliencia parental de Barudy y Dantagnan (2010), evaluación basada en las características individuales de los cuidadores, sus relaciones sociales con la comunidad, su capacidad para pedir ayuda, la solicitud de apoyo, activación de redes, la valoración de la calidad de las relaciones parento-filiales y la observación de las habilidades en la práctica. Jorge Barudy y Margorie Dantagnan
  • 51. Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2 51 Más recientemente, conocemos en el país la Escala PICCOLO, que permite microanalizar videos de interacciones lúdicas en niños/as de 1 a 4 años de edad para evaluar prácticas de crianza positiva, en un marco teórico muy coherente con el modelo ODISEA y la Escala E2P v2 (Roggman, Cook, Innocenti, Jump & Christiansen, 2013). Así, en el camino por procurar instrumentos que permitan valorar las competencias parentales, el año 2011 se publica la primera versión de la Escala de Parentalidad Positiva E2P (Gómez & Muñoz, 2011) desarrollada en el contexto del desarrollo del proyecto piloto Crecer en Familia perteneciente a CEANIM a cargo de la Dra. María Angélica Kotliarenco (véase el capítulo 1 de este manual para más detalles). Como parte de este proceso también han existido controversias respecto del concepto de competencias parentales, por considerar las evaluaciones de este constructo desde un lugar normativo y homogeneizante. Un ejemplo de ello es lo señalado por Vergara (2018), quien indica que las evaluaciones de competencias parentales, “conllevan el riesgo de favorecer una comprensión homogénea, unilateral, ahistórica y descontextualizada de prácticas sociales complejas y diversas, además de facilitar el predominio implícito de las representaciones de clase que los profesionales de estratos medios y altos tienen respecto a la parentalidad de los estratos bajos, beneficiarios preferenciales de estos programas” (p. 2). Acogiendo esta visión, quisiéramos recalcar que desde el Modelo ODISEA la evaluación de competencias parentales nunca debe pensarse fuera del contexto social, histórico y político en que ésta ocurre. Contrario a la crítica de operar desde lógicas normativas, este modelo se forja desde una lógica formativa y reflexiva, donde la evaluación nunca debe ser usada para denostar o devaluar el rol parental, menos para culpabilizar, sino más bien para ofrecer oportunidades y experiencias bien tratantes por parte de los profesionales, construyendo condiciones que permitan el despliegue de las competencias parentales. La evaluación es pensada como un dispositivo reflexivo que la comunidad coloca a disposición de las familias para integrar su historia, especialmente para quienes han resultado heridos y vulnerados. Este dispositivo trasciende las lógicas constatativas de la realidad, así como también intenta aprehender la complejidad de la parentalidad más allá del saber-hacer de la competencia, razón por la cual hemos abordado este constructo como un fenómeno complejo, en donde la competencia es sólo un área a evaluar.
  • 52. 52 Capítulo III | La evaluación de competencias parentales Las prácticas de crianzas que la escala recoge son aquellas que van en la línea de los buenos tratos, pues en ninguna cultura las prácticas mal tratantes tienen efectos positivos en el desarrollo de los niños. En este sentido, su validez es universal. La propuesta que se ha trabajado en esta nueva versión de la escala, con ocho formas distintas según rango etario, y el hecho de que la escala tenga en total ochenta revisiones, de jueces de distintas nacionalidades latinoamericanas y representantes de distintos enfoques teóricos y profesiones, es para resguardar de alguna forma potenciales sesgos homogeneizantes y moralizantes la realidad que se intenta evaluar. Los ejemplos construidos para cada ítem representan una variedad de formas en que se concretan las prácticas evaluadas, pero siempre iluminadas por la evidencia científica respecto a aquello que resulta positivo para un niño, niña o adolescente. Por otra parte, siempre es prudente recalcar que los cuestionarios tienen limitaciones y no alcanzan matices que deben quedar a la reflexión profesional. En este sentido, ni este cuestionario, ni ningún otro, reemplaza el juicio, la reflexión y la experiencia profesional desde la cual deben ser interpretados sus resultados y los responsables de cuidar esos aspectos y sutilezas son los profesionales desde el marco de su ética y formación profesional. En este contexto es que la Escala de Parentalidad Positiva E2P intenta ser una contribución para la comprensión del constructo competencias parentales, considerando además que el requerimiento de análisis y valoraciones de esta variable va en aumento, ya no sólo en el contexto judicial, si no que ha trascendido a áreas como educación, salud e intervención familiar. Desafíos que se van ampliando en la medida que se va apostando por la construcción de un Sistema de Garantías de Derechos de la Niñez asociado a avances en leyes como aquellas que crean en Chile la Sub-Secretaría de la Niñez, dependiente del Ministerio de Desarrollo Social, la Defensoría de la Niñez, la Ley que Sanciona el Maltrato y la Entrevista Videograbada, la modificación del reglamento de la Ley 20.032 que incorpora el subprograma de acompañamiento adoptivo, entre otras leyes y adecuaciones administrativas (Ponce, 2018). ¿Cómo evaluar competencias parentales desde el Modelo ODISEA? Desde el Modelo ODISEA se postula que la parentalidad es un fenómeno profundo, trascendente e intrincado que no ha sido analizado desde la óptica de su complejidad. Reiteradamente se le reduce al análisis de las prácticas de crianza, estilos parentales o actitudes ante la crianza por una parte, o al análisis de los sistemas de cuidados desde la sensibilidad parental y los modelos operativos internos que propone la teoría del apego, por otra. Si bien, estos elementos son de lo sumo importantes, no explican del todo su profundidad, razón por la cual desde el Modelo ODISEA se ha trabajado en desarrollar una teoría compleja de la parentalidad (Gómez, 2019), desde donde se distinguen diversos dominios, tales como Lo Heredado, Lo Vivido y Lo Soñado, por un lado y por otro los dominios de Lo Aprendido, Lo Narrado y Lo Ecológico. El dominio de Lo Heredado es la historia genético/social con la que se da origen a la parentalidad, y abarca la propia experiencia como hijo/a y las representaciones de crianza heredadas. El dominio de Lo Vivido, contiene no sólo la práctica cotidiana de crianza, sino que todo el registro sensorial de lo que va aconteciendo en la relación con el niño/a. El dominio de Lo Soñado apunta al proyecto parental y familiar, y a las esperanzas que se forjan sobre el futuro de forma más o menos consciente. El dominio de Lo Aprendido, donde se establecen las competencias parentales vinculares, formativas, protectoras y reflexivas. El dominio de Lo Narrado, que involucra el relato y todas las representaciones
  • 53. Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2 53 asociadas a la crianza. El dominio de Lo Ecológico que es la apertura a los sistemas de influencia de la parentalidad y la vida familiar, considerando a la pareja, otros familiares y la cultura en su conjunto (Gómez, 2017; 2019)4 La evaluación de competencias parentales, abarca solo algunos de estos dominios, por lo que no representa el análisis de la experiencia parental en su completitud. La evaluación de competencias corresponde al dominio de Lo Aprendido y Lo Vivido, por lo tanto, tiene ese alcance temporal: el presente. Por esta razón se debe tener precaución y comprender que evaluar la competencia no es evaluar la parentalidad, es solo un aspecto de uno de sus dominios, y sus resultados deben ser interpretados y valorados en dicha temporalidad. La evaluación parental será comprendida como un proceso recursivo cuyo fin es promover el desarrollo de una parentalidad positiva en los adultos responsables de la crianza de un niño para desplegar cuidados y protección que este necesita. Una de las preguntas que pretende responder la evaluación de competencias parentales es: ¿Qué oportunidades necesita este adulto para progresar en su parentalidad de forma que pueda aportar al desarrollo del niño? Para responder esta interrogante el profesional deberá construir un mapa de oportunidades de crecimiento parental y familiar que le permita a los cuidadores transitar desde su zona actual de competencia hacia la zona de desarrollo próximo de la parentalidad. Como respuesta a esta interrogante, la Escala de Parentalidad Positiva otorga a los profesionales los insumos mínimos para comprender las prácticas de crianza recomendadas para cada rango etario, para poder contar con herramientas que le permitan construir una ruta de trabajo para la intervención con foco en la parentalidad. En este caso, a través de la evaluación de prácticas de crianza con la Escala de Parentalidad Positiva E2P v2 es posible indagar aquellas prácticas parentales que la literatura sobre parentalidad y desarrollo infantil han demostrado que son relevantes para cada ciclo evolutivo de los niños, así como también se ha considerado la experiencia práctica de los profesionales que intervienen con familias para su construcción. Pese a que son diversos los factores que impactan en el desarrollo de los niños, la escala resulta una guía para articular la intervención con foco en la parentalidad, pues es conocido el impacto que tiene en el desarrollo infantil el despliegue de ciertas prácticas de crianza, prácticas que, para el mejor análisis y comprensión, han sido organizadas en las dimensiones, vinculares, formativas, protectoras y reflexivas. Así, la escala responde al desafío de evaluar competencias parentales mediante el reporte de los cuidadores, con una estructura amable para quien la contesta, pues invita a través de una serie de afirmaciones específicas y diversificadas a la reflexión parental. Al plantearse ítems específicos con ejemplos cotidianos, cercanos y reales, se evitan generalizaciones en la comprensión de quien lee, así como también se promueven respuestas más honestas y representativas, efecto que también permitiría reducir, de alguna forma, la deseabilidad social, que es una de las limitaciones de los instrumentos de autoreporte. 4 Para mayor profundización del Modelo ODISEA, consultar Gómez, E. en Marrone, M., Wolfberg, E., (2019). Apego y Parentalidad. Madrid. Psimática
  • 54. 54 Capítulo III | La evaluación de competencias parentales Cabe mencionar que la evaluación con la Escala de Parentalidad Positiva v2 como instrumento de autoreporte no exime al profesional de utilizar otras herramientas de evaluación que provengan de otras fuentes de información, pues esta escala otorga un elemento para la comprensión del desarrollo de las competencias parentales desde el cuidador, pero sus resultados deben ser también triangulados con insumos obtenidos desde otros sistemas de análisis y otras técnicas evaluativas, como las sugeridas desde este modelo. Asimismo, se espera que el profesional, al utilizar esta herramienta evaluativa, cumpla con los aspectos actitudinales éticos requeridos y nombrados en el primer apartado de este capítulo, asociados a una actitud constructiva, reflexiva y formativa que promueva emociones de apertura en las personas. Al ser, la escala de parentalidad positiva un insumo para evaluar competencias parentales desde la autopercepción de los cuidadores, son necesarias tener en consideración algunas aclaraciones respectos de las implicancias de evaluar competencias parentales (Budd, 2005). La evaluación de competencias parentales debiese considerar los siguientes aspectos: a) Debe centrarse en las características de la parentalidad y las relaciones padres-hijos no tanto en la personalidad o funcionamiento cognitivo de los adultos: no interesa tanto el diagnóstico DSM, sino cómo repercute en el niño. Razón por la cual desde el Modelo ODISEA se descarta el uso de instrumentos técnicos de estas características y se apuesta por herramientas formativas, como la Escala de Parentalidad Positiva y la Entrevista de Parentalidad. b) Analizar las creencias y conocimientos evolutivo-educativos de los padres, sus expectativas sobre los logros del hijo y sobre sus metas educativas. Este tópico se encuentra reflejado en los reactivos y ejemplos de la Escala de Parentalidad Positiva. c) Analizar los comportamientos educativos y las habilidades parentales que despliegan en las actividades de la vida cotidiana. Este tópico se encuentra reflejado en los reactivos y ejemplos de la Escala de Parentalidad Positiva. d) Describir las fortalezas actuales de los padres y no sólo las debilidades en lo que se refiere a las relaciones padres-hijos y a la cobertura de las necesidades específicas de los hijos. Razón por la cual la escala de parentalidad positiva tiene como marco referencial la teoría de la resiliencia y sus reactivos están redactados desde acciones positivas de crianza, pero dentro del rango de respuestas también pueden ser detectadas tanto las potencialidades como las fragilidades. e) Identificar aquellas condiciones contextuales que pudieran estar influyendo positiva o negativamente en la capacidad parental (riesgos y apoyos con visión ecosistémica). Por este motivo el Modelo ODISEA incluye en su batería técnica de evaluación el Mapa de Redes ODISEA y se sugiere su uso en conjunto con esta escala en intervención familiar.
  • 55. Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2 55 f) La evaluación debería incluir un pronóstico, así como recomendaciones sobre posibles intervenciones a realizar para fortalecer las competencias parentales, y los servicios y recursos que podrían ser de utilidad. Los resultados de este y otros instrumentos técnicos siempre deben ser pensados en la lógica del insumo para construir el andamiaje necesario para que el cuidador avance en la zona de desarrollo próxima de la parentalidad, ese es el fin de utilizar formativamente este tipo de herramientas técnicas. La evaluación es el proceso de identificar, recolectar y sopesar información en diversos ámbitos y niveles, para comprender los factores significativos que afectan la protección, permanencia y bienestar infantil, las capacidades protectoras parentales y la habilidad de la familia para garantizar la seguridad y desarrollo positivo de los niños, niñas y adolescentes (Jhonson et al, 2006). La identificación está relacionada con el marco teórico desde el cual se articula la intervención. Para los profesionales que trabajan desde el Modelo ODISEA existen ciertos referentes teóricos que ayudan a iluminar aquello que se requiere identificar, esos referentes son: la teoría de la parentalidad positiva, la teoría del apego, de la resiliencia y el modelo ecológico del desarrollo humano. Para la recolección de la información se utilizan diversos instrumentos en el marco de los referentes teóricos señalados y en distintos niveles como se exhibe a continuación: · ASQ- 3; ASQ -SE · SDQ-Cas · FEAS Evaluación del niño · Escala de Parentalidad Positiva E2P · Entrevista E2P para la evaluacIón de competencias parentales · PBI; PMF; PSI · PICCOLO Evaluación del cuidador · Microanálisis de interacción videada en juego libre Evaluación vincular · Mapa de Redes ODISEA Evaluación de redes · Escala de Funcionamiento Famiiiar NCFAS-G+R Evaluación familiar
  • 56. 56 Capítulo III | La evaluación de competencias parentales En el nivel de evaluación del cuidador, la Escala de Parentalidad Positiva adquiere relevancia, pero como se puede observar es nutrida con otros referentes evaluativos (ej., la escala PICCOLO, Roggman, Cook, Innocenti, Jump & Christiansen, 2013) que luego permitirán triangular la información para sopesarla. Sopesar los datos dentro de la evaluación es un momento crucial, pues permite calibrar y ponderar la información que se ha obtenido, darle sentido en una lógica de acompañamiento, recuperar los recursos para crear una intervención a la medida de las familias y pensar en las oportunidades que ese padre, esa madre o cuidador necesitan para integrar su historia de manera constructiva. En el Modelo ODISEA la herramienta técnica que cumple esa función es la Escala de Evaluación Familiar NCFAS-G+R. De esta forma quedan explicitadas las características de esta propuesta de evaluación, sus alcances teóricos, éticos y prácticos contextualizados en un marco internacional que demanda con premura la existencia de herramientas que permitan construir oportunidades para el desarrollo de buenos tratos hacia las familias y los niños que en ellas habitan.
  • 58. 58 Capítulo IV | Validez y Confiabilidad de la E2P Frecuentemente escuchamos decir que la validez es el grado en que una prueba mide lo que se propone medir. Es decir, sería una propiedad intrínseca a la prueba o test. Esta definición clásica se ha ido transformando a través del tiempo, discutiéndose la importancia del concepto de validez de constructo en relación a otras fuentes de validez (Cronbach & Meehl, 1955), y se incorporaron aspectos éticos, tales como el rol de las consecuencias de la aplicación de las pruebas (Messick, 1989; Messick, 1998). Estas discusiones desembocaron en un concepto más amplio de validez, que integra tanto diferentes fuentes, como los aspectos éticos de la aplicación de los instrumentos. Kane (2006) la entiende como el grado en que la evidencia y teoría pueden justificar los usos propuestos del test o instrumento. En la misma línea, actualmente la AERA, APA y NCME (2018) definen la validez como “el grado en que evidencia y teoría respaldan las interpretaciones de puntajes de pruebas para sus usos propuestos” (p. 11). Una característica importante de las nuevas definiciones de validez es que ésta deja de ser una característica propia de los instrumentos de evaluación, ya no se habla de “instrumentos válidos” sino de la existencia de evidencia a favor del uso e interpretación de los puntajes del test o instrumento para cierto propósito. Entonces, para poder validar la Escala de Parentalidad Positiva E2P v2, básicamente buscaremos, en múltiples fuentes, evidencia empírica que permita la interpretación de puntajes, para el siguiente propósito del instrumento: evaluar reflexivamente la frecuencia de prácticas de crianza positiva reportadas por un padre, madre o cuidador significativo de niños, niñas y adolescente entre 0 y 17 años 11 meses de edad. La pregunta que sigue ahora es: ¿dónde se debe buscar evidencia que permita la validación de la escala de parentalidad positiva E2P? Los Standard for Educational & Psychological Testing (AERA, APA & NCME, 2014), proponen diferentes fuentes de evidencia: (a) evidencias basadas en el contenido del test; (b) evidencias basadas en los procesos de respuesta; (c) evidencias basadas en la estructura interna del test; (d) evidencias basadas en la relación con otras variables; (e) evidencias basadas en las consecuencias de la medición. Siendo coherente con las definiciones actuales de validez, cada una de estas dimensiones no corresponden a tipos de validez independientes unas de otras: cada dimensión es una fuente desde donde recolectar evidencia empírica que permita generar un argumento a favor de las interpretaciones y usos propuestos. 1. Actualización del concepto de validez y propósito de la escala 2. Fuentes de evidencias de validez del estudio E2P
  • 59. Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2 59 La búsqueda de información sobre el contenido del test o instrumento busca producir información sobre la relación del constructo y el contenido del mismo. En el proceso de validación de la escala E2P, para garantizar la representación del constructo, se elaboró una tabla de especificación, que desagregaba el constructo de “parentalidad positiva” en: (a) Competencias vinculares, (b) Competencias formativas, (c) Competencias protectoras, y (d) Competencias reflexivas. A su vez, cada una de estas dimensiones se desagregó en subdimensiones como se muestra en la figura 1. A cada profesional que participó construyendo propuestas de ítems para un rango de edad determinado, se les pidió que generaran 5 ítems por cada subdominio, con un total de 25 ítems por Competencia y un total de 100 ítems iniciales por cada versión de la E2P, para así asegurar que los ítems representasen la multidimensionalidad del constructo de parentalidad positiva. Una vez construidos los ítems, se le pidió a 10 jueces expertos en cada versión de la escala, que evaluaran la coherencia, relevancia y claridad de los ítems puntuándolos en cada dimensión de 1 a 4 según se muestra en la tabla 1 (Escobar-Pérez & Cuervo-Martínez, 2008). Con este puntaje se construyó un Índice de Validez de Contenido que sirve como evidencia sobre qué tan coherente, relevante y claro es el ítem, para medir la subdimensión a la que pertenece el ítem. Figura 1. 2.1 Evidencias basadas en el contenido del test o instrumento Observación y conocimiento sensible Interpretación sensible (mentalización) Regularización del estrés Calidez emocional Involucramiento Garantías de seguridad Construcción de contextos bien-tratantes Cuidado y satisfacción de necesidades Organización de la vida cotidiana Conexión de redes con apoyo Construcción de proyecto familiar Anticipar escenarios relevantes Monitorear influencias y meta-parentalidad Historización de la parentalidad Auto-cuidado parental Competencias vinculares Competencias protectoras Competencias reflexivas Organización de la experiencia Desarrollo de la autonomía progresiva Mediación del aprendizaje Disciplina positiva Socialización Competencias formativas
  • 60. 60 Capítulo IV | Validez y Confiabilidad de la E2P Pudiera ser que los ítems tengan un buen índice de validez de contenido otorgado por los jueces, pero que empíricamente no midan de forma precisa el constructo. Por ejemplo, imaginemos una prueba de 80 preguntas que pretende medir competencias parentales a través de situaciones cotidianas. En dicha prueba, cada pregunta contiene una situación de 200 palabras. Probablemente 2.2 Evidencias basadas en la estructura interna del test o instrumento Tabla 2. Dimensiones evaluadas por ítem CATEGORÍA CALIFICACIÓN INDICADOR CLARIDAD El ítem se comprende fácilmente, es decir, su sintáctica y semántica son adecuados. COHERENCIA El ítem tiene relación lógica con la dimensión o indicador que está midiendo. RELEVANCIA El ítem es esencial o importante, es decir debe ser incluido 1. No cumple con el criterio 2. Bajo nivel 3. Moderado Nivel 4. Alto Nivel 1. No cumple con el criterio 2. Bajo nivel 3. Moderado Nivel 4. Alto Nivel 1. No cumple con el criterio 2. Bajo nivel 3. Moderado Nivel 4. Alto Nivel 1. El ítem no es claro. 2. El ítem requiere bastantes modificaciones o una modificación muy grande en el uso de las palabras de acuerdo con su significado o por la ordenación de las mismas. 3. Se requiere una modificación muy específica de algunos de los términos del ítem. 4. El ítem es claro, tiene semántica y sintaxis adecuada. 1. El ítem no tiene relación lógica con la dimensión. 2. El ítem no tiene una relación tangencial con la dimensión. 3. El ítem tiene una relación moderada con la dimensión que está midiendo. 4. El ítem se encuentra completamente relacionado con la dimensión que está midiendo. 1. El ítem puede ser eliminado sin que se vea afectada la medición de la dimensión. 2. El ítem tiene alguna relevancia, pero otro ítem puede estar incluyendo lo que mide éste. 3. El ítem es relativamente importante. 4. El ítem es muy relevante y debe ser
  • 61. Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2 61 Se produce evidencia de relación con otras variables para conocer el grado en que un constructo se relaciona con otros constructos con los que, sustantivamente, deberían relacionarse. Por ejemplo, si aumentan las competencias parentales vinculares, se esperaría que las mediciones de problemas emocionales del niño disminuyeran. Esta evidencia de relación con otras variables puede ser convergente o discriminante. Se busca evidencia convergente cuando se espera que los puntajes de dos instrumentos varíen de forma positiva y significativa. Se busca evidencia discriminante cuando teóricamente se piensa que dos variables varían de forma negativa y significativa. Una fuente de información para la validez consiste en evaluar en qué medida los reactivos activan los procesos cognitivos que son necesarios para dar cuenta del constructo que se necesita medir. Esta fuente de validez está recomendada para las ocasiones en que son observadores o jueces los que evalúan a los evaluados (AERA, APA, y NCME, 2014), por este motivo, no se usó dicha fuente en la validación de la escala de parentalidad positiva. 2.3 Evidencias basadas en la relación con otras variables. 2.4 Evidencias basadas en los procesos de respuesta. Esta fuente de información tiene que ver con el análisis de las consecuencias esperadas y no esperadas de los instrumentos de evaluación. Como las escalas están en proceso de validación, no existe información sobre las consecuencias de la aplicación del instrumento. 2.5 Evidencias basadas en las consecuencias de la medición la última pregunta, aunque sea coherente, clara y relevante (buen índice de validez de contenido), estará midiendo en mayor medida “comprensión lectora bajo cansancio” que “parentalidad positiva”. También es posible que un ítem de una dimensión no sea lo suficientemente preciso, y que, por tanto, sirva para medir dos dimensiones. El Análisis Factorial Confirmatorio (AFC) es un análisis que modela una variable latente (no observada) que predice los ítems observados. Con este análisis se puede: 1) evaluar si al agrupar los ítems según la dimensionalidad teórica de la escala, se explican los datos observados, 2) Confirmar empíricamente la dimensionalidad teórica de la escala, y 3) Evaluar y eliminar los ítems que no son explicados de buena forma por el constructo latente de cada dimensión o competencia parental. En definitiva, este análisis permite: • Saber si los ítems construidos sirven para medir la dimensión o competencia para la que fue hecha. • Eliminar los ítems que no sirven para medir la dimensión o competencia para la que fue hecha.
  • 62. 62 Capítulo IV | Validez y Confiabilidad de la E2P La muestra fue recolectada a través de cuestionarios aplicados en formato online, y en algunos casos, formato presencial. Como la validación es para la población chilena, se dejó fuera del análisis a las madres, padres y/o cuidadores que residían fuera de Chile. También se dejó fuera a los cuidadores que no aceptaron el consentimiento, a los que reportaban que sus hijos pertenecían a una población clínica, y aquellos casos en que los padres reportaban que su hijo tenía algún problema grave que le preocupara. En la siguiente tabla se muestra la cantidad de madres, padres y cuidadores encuestados para cada una de las escalas (N total = 5.129), y la cantidad de casos de población chilena que finalmente se utilizó para la validación de las escalas (N total para Chile = 3.187) El promedio de las muestras producidas para la validación de cada una de las escalas está sobre 300 padres, madres y cuidadores, lo que está dentro del rango aceptable para la cantidad de parámetros a estimar en una prueba de 60 ítems (Klein, 2015). Las características muestrales se muestran en la siguiente tabla 4. 3. Obtención de evidencia de validez: producción de datos y muestra final. 641 398 Muestra con total de casos recolectados Muestra final con casos chilenos usados Escalas de Parentalidad Positiva E2P v2 11-18 meses 461 278 4-10 meses 526 296 0-3 meses 595 316 19-36 meses 657 418 3-5 años 1354 689 6-7 años 428 280 8-12 años 414 393 13-17 años 694 517 Promedio Muestra Tabla 3. Cantidad de casos recolectados y cantidad de casos chilenos usados en la validación
  • 63. Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2 63 Mujer Mujer 1 Madre Padre Abuelo/a Otro familiar Cuidador no familiar C. Básica Casado/a Promedio Hombre Hombre 2 4 Prefiere no decirlo 3 5 o + C. Media Soltero/a C. Técnica-superior Divorciado/a Desv. Estándar Prefiere no decirlo C. Media-Ed. Técnica Separado/a C. Educación universitaria Viudo/a Sexo Sexo Cantidad de hijos/as Parentesco Escolaridad Estado civil Edad 11-18 meses 95,3% 45,7% 61,2% 32,30 4,3% 54,0% 28,4% 1,8% 0,4% 8,3% 0,4% 5,60 93,5% 3,6% 0,4% 2,2% 0,4% 1,1% 7,6% 2,5% 9,7% 79,1% 43,9% 52,9% 1,4% 1,8% 0,0% 0,4% 4-10 meses 97,0% 50,0% 63,2% 32,10 3,0% 50,0% 30,1% 1,4% 0,0% 5,4% 0,0% 5,97 97,0% 1,7% 0,7% 0,7% 0,0% 0,3% 7,8% 3,4% 7,4% 81,1% 44,3% 53,7% 0,7% 1,4% 0,0% 0,0% 0-3 meses 94,0% 44,3% 65,5% 29,89 4,4% 51,6% 24,4% 0,9% 4,1% 7,9% 1,3% 5,39 92,1% 4,4% 0,3% 1,6% 1,6% 1,9% 9,2% 7,0% 29,7% 51,9% 64,2% 32,9% 1,3% 1,6% 0,0% 1,6% 19-36 meses 95,9% 47,1% S/i 32,80 3,6% 52,2% S/i S/i 0,7% S/i S/i 4,82 95,9% 3,8% 0,2% 0,0% 0,0% 0,0% 5,7% 0,0% 6,7% 87,6% 52,2% 42,1% 3,1% 2,2% 0,5% 0,5% 3-5 años 96,5% 47,6% 48,3% 34,10 2,9% 50,8% 40,5% 1,5% 1,6% 9,6% 0,1% 5,11 96,2% 2,8% 0,1% 0,6% 0,3% 0,3% 5,1% 3,9% 9,3% 81,4% 49,9% 43,8% 3,8% 2,2% 0,3% 0,6% 6-7 años 97,5% 49,3% 41,1% 35,90 2,1% 48,9% 39,3% 2,1% 1,8% 16,8% 0,7% 6,33 94,6% 2,5% 1,4% 1,4% 0,0% 0,4% 11,4% 1,1% 7,9% 79,3% 45,0% 43,6% 6,1% 5,4% 0,0% 0,4% 8-12 años 87,0% 47,6% S/i 38,32 11,7% 49,9% S/i S/i 2,5% S/i S/i 9,14 75,3% 9,2% 2,8% 4,1% 8,6% 12,7% 48,1% 12,7% 22,4% 4,1% 44,3% 37,2% 5,6% 6,9% 2,5% 1,3% 13-17 años 89,2% 44,7% S/i 41,00 9,1% 48,2% S/i S/i 7,1% S/i S/i 8,56 85,5% 6,8% 2,1% 0,8% 1,4% 25,3% 7,7% 5,6% 9,7% 51,6% 53,6% 27,9% 8,9% 7,4% 1,2% 1,7% Cuidador Bebé, niño/a o adolescente Sistema familiar Tabla 4. Caracterización de la muestra según versión de la nueva E2P v2
  • 64. 64 Capítulo IV | Validez y Confiabilidad de la E2P 4. Evidencias de validez de contenido y estructural La estructura teórica, que se busca validar empíricamente es la mostrada en la figura 1: Para saber si los ítems permiten medir las dimensiones y/o competencias de la escala E2P (competencias vinculares, competencias formativas, competencias protectoras y competencias reflexivas), se construyeron 25 ítems por cada una de las competencias. Posteriormente se modeló un análisis factorial confirmatorio (AFC) asociando los ítems a cada una de las competencias para la que fue construido. A partir de estos resultados, se evaluó la cantidad de varianza que comparte el ítem con la competencia parental respectiva (cargas factoriales, para detalles ver Anexo 2). También se evaluaron los indicadores de ajuste CFI, TLI, SMSR, RMSEA que dan información sobre si el modelo teórico reproduce los datos empíricos de buena forma. Posteriormente, se seleccionaron 3 ítems por cada subdominio, con 15 ítems por competencias parental, que tuviesen mejores cargas factoriales y/o mejor índice de validez de contenido, y luego se volvió a correr el AFC con esos 15 ítems por competencia parental. Los resultados detallados de estos análisis para cada rango de edad se reportan en el Anexo 3. Para asegurar la representatividad y cobertura de la complejidad del constructo de parentalidad positiva, en primera instancia se usó una tabla de especificaciones como se indicó en el apartado 2.1. Esto permite que se construyan 5 ítems por cada subdimensión de cada competencia que se medirá, y garantiza que en la prueba final existan 3 ítems por cada subdominio de cada competencia parental. 4.1 ¿Qué estructura teórica de la E2P buscamos validar? 4.2 ¿Cómo se midió la validez estructural de la nueva escala E2P? 4.3 ¿Cómo se midió la validez de contenido de la escala E2P v2? Observación y conocimiento sensible Interpretación sensible (mentalización) Regularización del estrés Calidez emocional Involucramiento Garantías de seguridad Construcción de contextos bien-tratantes Cuidado y satisfacción de necesidades Organización de la vida cotidiana Conexión de redes con apoyo Construcción de proyecto familiar Anticipar escenarios relevantes Monitorear influencias y meta-parentalidad Historización de la parentalidad Auto-cuidado parental Competencias vinculares Competencias protectoras Competencias reflexivas Organización de la experiencia Desarrollo de la autonomía progresiva Mediación del aprendizaje Disciplina positiva Socialización Competencias formativas
  • 65. Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2 65 Posterior a la construcción de ítems, se les pidió a 10 jueces para cada rango de edad de la E2P v2, que evaluaran qué tan claro, coherente y relevante era cada ítem. Con estas puntuaciones se construyeron tres Índices de Validez de Contenido. El índice de validez de contenido de cada ítem (I-IVC) construido con la proporción de jueces que consideraron válido el ítem para cada dimensión; el índice de validez de contenido de la escala completa versión liberal (S-IVC/Ave) construido como un promedio de todo los I-IVC para cada dimensión, y el índice de validez de contenido versión estricta (S-IVC/UA), construido como la proporción de ítems que lograron validez por parte de todos los jueces en todas sus dimensiones (Polit & Beck, p. 492, 2006). Se construyeron 100 ítems, 25 por cada competencia parental y 5 para cada subdimensión. Como la prueba final debía ser de 60 reactivos, se eliminaron 40 afirmaciones, 10 en cada competencia parental (2 en cada subdimensión). Para este proceso, se evaluaron en forma conjunta los índices de validez de contenido, y la cargas factoriales del análisis factorial confirmatorio. En definitiva, se dejó fuera los ítems con menores cargas factoriales e índices de validez de contenido. Una excepción para este procedimiento fueron las escalas de 8 a 12 años y de 13 a 17, pues la versión final de estas escalas es de 56 ítems. Esto, debido a que, para garantizar la validez estructural, se tuvo que eliminar 4 ítems más de lo planificado. Como se muestra en la Tabla 5, el promedio de los índices de validez de contenido tanto liberal, como estricto se encuentran por sobre 0.9 y 0.8 respectivamente, que es lo considerado deseable para asegurar una validez de contenido por parte de los jueces (Polit & Beck, p. 492, 2006). Por otro lado, tanto la mediana como el promedio de las cargas factoriales es cercano a 0.7, lo que indica que el conjunto de ítems comparte cerca del 50% de la varianza correspondiente al constructo latente de la competencia parental respectiva. Si bien se observa que en todas las escalas existen cargas factoriales mínimas bajo 0.5, la desviación estándar de las cargas es pequeña, lo que quiere decir que la mayoría de las cargas factoriales se encuentra entre 0.6 y 0.8 (para detalles de las cargas factoriales, consultar Anexo 3). 4.4 Procedimiento de evaluación de validez estructural y de contenido 4.5 Resultados de validez estructural y de contenido en todas las escalas E2P
  • 66. 66 Capítulo IV | Validez y Confiabilidad de la E2P 0.99 0.68 0.42 0.81 0.69 0.90 0.10 S-IVC/AVE Promedio de cargas factoriales Min S-IVC/UA Mediana carga factoriales Max Desv. Estándar Escala E2P 11-18 meses 0.99 0.68 0.41 0.93 0.70 0.84 0.10 4-10 meses 0.97 0.72 0.35 0.57 0.74 1.00 0.11 0-3 meses 0.98 0.71 0.45 0.85 0.71 0.95 0.11 19-36 meses 0.99 0.65 0.36 -- 0.66 0.86 0.09 3-5 años 0.99 0.68 0.44 0.83 0.67 0.92 0.09 6-7 años 0.99 0.69 0.45 0.75 0.70 0.93 0.10 8-12 años 0.99 0.61 0.42 0.88 0.61 0.82 0.10 13-17 años 0.99 0.70 0.46 Promedio de todas las escalas Validez de Contenido Validez Estructural Tabla 5. Resumen de índices de validez de contenido y validez estructural 0.85 0.71 0.89 0.09 El análisis de relación con otras variables muestra evidencia convergente y discriminante confirmando empíricamente las hipótesis de cómo deberían comportarse teóricamente las escalas. La E2P v2 se relaciona negativamente con sintomatología emocional negativa, problemas conductuales, hiperactividad y problemas con compañeros (SDQ), estrés parental, interacción disfuncional cuidador- hijo y con las percepciones de los padres respecto a las conductas de los niños (PSI-SF). A su vez, la E2P v2 se relaciona positivamente con la autoeficacia respecto al rol parental (EEP), y con las mediciones de prosocialidad (SDQ) y seguridad emocional percibida en el niño o niña (DECA). 5.1 Resultados de validez de relación con otras variables Se evaluaron las relaciones lineales de las escalas de parentalidad positiva, con otros instrumentos. Dado que sustantivamente se espera que las competencias de parentalidad positiva se relacionen significativamente con distintos constructos según la edad, se usaron distintos instrumentos según el rango de edad de la escala: la escala EEP que mide la autoeficacia respecto al propio rol parental (Farkas-Klein, 2008); una dimensión de seguridad emocional percibida por los cuidadores de la escala DECA (Powell, Mackrain, & LeBuffe, 2007); la escala SDQ que mide problemas de conducta, hiperactividad, síntomas emocionales, problemas con compañeros y conducta prosocial (Goodman, 2001); y la escala PSI-SF que mide estrés parental, interacción disfuncional cuidador-hijo, y percepciones de los padres respecto de las conductas de los niños (Abidin, 1995; Aracena et al., 2016) (Tabla 3) 5. Evidencias de relación de la Escala E2P con otros instrumentos
  • 67. Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2 67 A pesar de lo anterior, se observa que la escala de 13 a 17 años no se relaciona ni positiva, ni negativamente con síntomas emocionales, problemas de conducta, hiperactividad, y problemas con compañeros. Esto puede deberse a que, al aumentar la edad cronológica, las fuentes que tienen un efecto en los problemas emocionales, problemas de conducta, hiperactividad, y problemas con compañeros del adolescente se vuelven menos dependientes de las competencias parentales de los padres. EEP Síntomas emocionales Hiperactividad Interacción disfuncional DECA (Apego) Problemas de conducta Estrés parental Problemas con compañeros Niño difícil Prosocialidad Escalas de Parentalidad Positiva 11-18 meses .250*** .344*** 4-10 meses .360*** .417*** 0-3 meses .376*** .354*** 19-36 meses -.233** -.169** -.265** -.151** .303** 3-5 años 3 a -.224*** -.169* -.314*** -.268*** .405*** 4-5 a -.271*** -.147** -.244*** -.254*** .407*** 6-7 años 13-17 años -.367*** -.038 -.030 -.320*** -.164 -.212*** -.354*** -.003 -.104 -.436*** .035 284*** .409*** 8-12 años -.225** -.108* Tabla 6. Correlación entre puntaje total de la E2P v2 y otros instrumentos de evaluación -.162** -.089 .375*** SDQ PSI *** = p < .001 ** = p < .01 * = p < .05
  • 68. 68 Capítulo IV | Validez y Confiabilidad de la E2P 6. confiabilidad Intuitivamente podemos pensar en una persona que un día nos dice que nos guardará un secreto y al día siguiente lo cuenta. Probablemente no confiemos en esa persona porque su palabra es inconsistente en el tiempo. Este mismo principio se aplica a los instrumentos de evaluación. La confiabilidad es la consistencia de los puntajes obtenidos entre replicaciones de un procedimiento de evaluación (AERA, et al, 2018). Es decir, un instrumento será confiable si sistemáticamente arroja los mismos puntajes en presencia de la misma magnitud del atributo medido. Como la definición de confiabilidad contiene una dimensión temporal, se han desarrollado formas de acercarse a la definición de confiabilidad para pruebas aplicadas una sola vez. Entre los coeficientes de coherencia interna, se encuentra el Alpha de Cronbach. Este índice entrega información sobre qué tan consistentes son los puntajes al interior de la prueba. Es decir, evalúa en qué medida el conjunto de ítems está midiendo el o los mismos atributos en un momento dado. Esta característica es la principal diferencia que tiene con los análisis factoriales en el contexto de validación: mientras que el Alpha de Cronbach evalúa si el conjunto de ítems se comporta de manera consistente, el análisis factorial confirmatorio evalúa la dimensionalidad del test. Tal como se observa en la tabla 7, los índices de consistencia interna se mantienen sobre 0.7 lo que indica que las escalas miden el o los mismos constructos de la dimensión, pero además en promedio no sobrepasan el 0.95 para ser considerados ítems redundantes. 6.1 Resultados de consistencia interna de los ítems de la prueba. Escalas de Parentalidad Positiva E2P v2 11-18 meses 4-10 meses 0-3 meses 19-36 meses 3-5 años 6-7 años 8-12 años 13-17 años Promedio 0.88 0.94 0.78 0.87 0.87 Vinculares Escala total Protectoras Formativas Reflexivas 0.86 0.93 0.73 0.83 0.84 0.90 0.95 0.79 0.86 0.87 0.87 0.96 0.78 0.89 0.89 0.86 0.94 0.73 0.87 0.86 0.87 0.94 0.77 0.88 0.87 0.88 0.95 0.81 0.87 0.89 0.87 0.93 0.73 0.83 0.81 0.89 0.96 0.89 0.96 0.90 Tabla 7. Índices de consistencia interna (Alpha de Cronbach) de las Escalas E2P según dimensión
  • 69. Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2 69 Las tablas de interpretación se construyeron asignando puntajes que indican mayor presencia de la competencia a cada nivel de la escala. Los puntajes van desde 0 a 4 para los niveles nunca y siempre respectivamente. Luego se calcularon los totales brutos de cada dimensión (competencias vinculares, competencias, formativas, competencias protectoras y competencias reflexivas), y de toda la escala. A partir de estos puntajes se calcularon los deciles de la muestra, y se asignaron tres categorías: los puntajes desde el mínimo al tercer decil corresponden a la Zona de Baja Frecuencia; los puntajes sobre el tercer decil y hasta el 5to decil, corresponden a la Zona de Frecuencia Intermedia; los puntajes sobre el 5to decil hasta el máximo corresponden a la Zona de Alta Frecuencia. Esta categorización en zonas se realizó para cada dimensión y para el puntaje total de la escala. También se transformaron los puntajes brutos de cada dimensión y los puntajes de la escala total a puntajes T, lo que permite comparar los resultados entre dimensiones en función del promedio del puntaje obtenido en cada subdimensión (T= 50). Para acceder a las tablas de puntajes T, escribir a leyla.contreras@americaporlainfancia.com Siendo coherente con la concepción desarrollada en el escrito, en cuanto no hay instrumentos válidos, sino que la validez es una característica de los puntajes de la prueba (no de la prueba) (AERA, APA, y NCME, 2014), se puede decir que los puntajes de la Escala de Parentalidad Positiva E2P v2 se pueden interpretar como un indicador que entrega información sobre la complejidad del constructo competencias parentales, utilizando como proxy la autopercepción de prácticas de crianza positivas, tanto de forma agregada (puntaje total) como de forma desagregada (competencias vinculares, formativas, reflexivas y protectoras). 7.2 Interpretación de resultados 7. Interpretación de puntajes 7.1 Construcción de tablas de interpretación según percentiles de la población
  • 70. 70 Capítulo V | Presentación de la escala SEGUNDA sección La escala de parentalidadpositiva E2P v.2
  • 72. 72 Capítulo V | Presentación de la escala La Escala de Parentalidad Positiva E2P v2 fue construida entre 2016 y 2019 por Esteban Gómez y Leyla Contreras en calidad de autores, junto a un gran equipo de colaboradores de Fundación América por la Infancia y otras instituciones, jueces expertos de distintas profesiones y países, y José Pezoa, asesor metodológico perteneciente al Centro de Mediciones de la Pontificia Universidad Católica de Chile, MIDE-UC. La escala se construyó sobre la base de una serie de estudios entrelazados (todos apuntaban al mismo objetivo de diseñar un nuevo cuestionario en el área de la crianza respetuosa) y al mismo tiempo únicos (ya que cada versión cubre un rango de edad con características específicas a esa edad). El resultado de este esfuerzo fue contar con ocho estudios, cada uno con 10 jueces expertos para ofrecer un total de 80 revisiones en profundidad, una muestra final de 3.187 sujetos para Chile y un total de 5.129 para Latinoamérica. Estos ocho estudios aportaron indicadores de validez de contenido mediante uso de jueces expertos, validez estructural mediante análisis factorial confirmatorio, validez concurrente y discriminante mediante correlaciones con otros instrumentos, así como de su confiabilidad mediante análisis de consistencia interna para cada una de las ocho escalas (los detalles se presentan en el capítulo IV y en los Anexos de este Manual; así mismo, se dispone de informes detallados para cada uno de los 8 estudios realizados, que pueden solicitarse escribiendo a leyla.contreras@americaporlainfancia.com). La E2P v2.0 se basa en la primera versión del instrumento desarrollada por Gómez y Muñoz en 2011, pero actualizada y mejorada en varios aspectos: (a) se renueva por completo su estructura teórica, incorporando un nuevo esquema de competencias parentales desarrollado y actualizado por Gómez (2016; 2019); (b) se crean ocho versiones en vez de una sola, diferenciando según rangos de edad de los niños y niñas, comenzando a los 0 meses y finalizando a los 17 años 11 meses de edad; (c) se incorporan análisis estadísticos y de validez de contenido más sofisticados que la primera versión; (d) se usan muestras adecuadas en cada rango de edad, fluctuando entre 300 y 500 casos; (e) se construyen reactivos específicos a cada rango de edad, a partir tanto de un análisis de la literatura sobre desarrollo infanto-juvenil esperado, como de análisis de otros cuestionarios de crianza y la sabiduría práctica de padres, madres y cuidadores, profesionales expertos y de los propios autores; (f) se incluyen ejemplos prácticos de situaciones concretas de la crianza en cada rango de edad. La nueva Escala de Parentalidad Positiva E2P v2.0. es un cuestionario de auto-reporte que presenta 60 afirmaciones sobre prácticas cotidianas de crianza, organizadas en cuatro áreas de competencia parental: vinculares, formativas, protectoras y reflexivas. Frente a cada afirmación, la persona debe reflexionar pensando en los últimos tres meses y auto-evaluarse respecto al grado de frecuencia con que realiza cada una de esas prácticas de crianza con un hijo/a en particular, en una escala Likert de cinco opciones: nunca, casi nunca, a veces, casi siempre y siempre. Todas las afirmaciones describen prácticas de crianza positivas, esto es, beneficiosas para el desarrollo positivo de bebés, niños, niñas y adolescentes según la evidencia científica disponible. Por ello, la dirección de las respuestas es una sola: a mayor frecuencia, mayor puntaje, y a mayor puntaje se considera un escenario más favorable para los niños y niñas del sistema familiar evaluado. Como cuestionario perteneciente al Modelo ODISEA, la E2P responde a una lógica formativa, es decir trasciende la lógica constatativa de las intervenciones basadas en el control y emerge desde el paradigma evaluativo-formativo. Sus implicancias son variadas, supone situarse desde una ética del
  • 73. Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2 73 acompañamiento, en donde la evaluación es un acto reflexivo, parte de un mecanismo de resiliencia y además concibe la evaluación como un dispositivo que se ofrece a la familia como posibilidad de crecimiento parental. La Escala de Parentalidad Positiva es un instrumento bifocal, su primer objetivo al encontrarse al servicio de los padres y cuidadores, es suscitar procesos comprensivos y sanadores en ellos y un segundo objetivo es que el profesional adquiera una óptica de las competencias parentales, interpretando siempre los resultados desde una matriz de oportunidades, es decir, pensar qué necesita este padre o cuidador para desarrollar una parentalidad más sensible. Pensar desde la oportunidad supone reconocer que no todos los padres o cuidadores parten desde el mismo lugar, pues varios se encuentran en puntos de partidas de considerable vulnerabilidad y desarrollan la parentalidad en contextos discapacitantes que complejizan su potencial (Ramírez, 2019 en contacto personal). Los resultados de este cuestionario no constituyen un diagnóstico, si no que más bien constituyen una posibilidad para conocer la forma en que el adulto se piensa como cuidador, es una medida de la persona consigo misma, que permite acceder a la representación parental en la cotidianeidad y por eso que no está permitido su uso en la práctica forense. La interpretación de los resultados, en esta versión, se realizará mediante una propuesta de análisis de perfiles, para endilgar una reflexión que represente de manera más genuina las diferentes formas de ser padres y poder construir caminos de acompañamiento más eficaces. El supuesto teórico que hay detrás de esta medición, es que la práctica de crianza es una manifestación conductual de un sistema de creencias y actitudes, sostenidas en un contexto que le dan sentido y posibilidad. Así la práctica, situada en el presente, es la posibilidad de manifestación de la actitud que se encuentra inscrita en una experiencia histórica, la de haber sido hijo, a la cual se le insuma, conocimientos y creencias de la crianza en el presente. La agrupación de la comprensión de estas prácticas en un esquema de competencias es útil en la medida que permite establecer una organización comprensiva de estas. Además, la existencia de rangos etarios representa la idea de dinamismo de la parentalidad en desarrollo, lo que supone la posibilidad de abrir un espacio para pensar como “ir siendo” padres y no asumir una titularidad nominativa a priori desde la condición de ser padres y cuidadores. El esquema de competencias, organizado en cuatro factores, posibilita comprender cómo se distribuyen las competencias en un sistema de cuidado, no desde una unidad de cuidado, pues no son individuos los que cuidan, sino que son sujetos en un contexto. El reconocimiento de esta realidad permite pensar dos aspectos relevantes: primero, el importante desamparo en el cual se sienten muchos padres y cuidadores, lo que da sentido a la existencia de este tipo de herramientas y en segundo lugar, permite pensar los roles parentales desde la función parental, es decir no son roles adscritos y restringidos de quienes tienen la titularidad de padre o madre sino más bien son funciones
  • 74. 74 Capítulo V | Presentación de la escala de cuidado que se distribuyen en un sistema, el cual interactúa con la cultura, costumbres, momentos históricos y políticos. Por esta razón este cuestionario debiese ser respondido por los adultos que conforman el sistema de cuidado, pues se parte del supuesto de que no se puede pedir a una sola persona que resulte altamente eficiente en el desarrollo de todas las competencias, sino que, por el contrario, la evaluación se dirige hacia la adecuación parental mínima y no máxima de un sujeto dado que lo que se buscar es un estándar mínimo resiliente. La Escala de Parentalidad Positiva, está ligada no solo a las nociones de trayectoria de parentalidad y desarrollo de la parentalidad previamente indicados, sino también al concepto de parentalidad del desarrollo, en inglés, developmental parenting (Roggman et al., 2008) el cual dentro de lógica de la hipótesis de trabajo del Modelo ODISEA, explica el impacto que tiene la parentalidad en el desarrollo infantil en tres focos: desarrollo socioemocional, cognición y lenguaje. El concepto de parentalidad del desarrollo invita a identificar las prácticas parentales para apoyar las competencias de aprendizaje y del desarrollo de los niños. Lo medular del concepto dice relación con valorar el desarrollo del niño y ajustarse a sus cambios, es decir pensarse en un continuo que va construyendo un terreno para la parentalidad. Un desafío relevante para los padres es poder valorar no solo aquellos hitos “positivos”, es decir aquellos que demuestran un nivel de logro y avance en el desarrollo de los niños, por ejemplo, la primera sonrisa, las primeras palabras, los primeros pasos, sino que también aquellos que aparentemente pudiesen ser interpretados como aspectos “negativos” como los: “¿por qué no?”, “¿por qué?”, “no quiero”, “no me gusta”, pero que también se constituyen en logros del desarrollo, pues se requieren habilidades de exploración y comunicación para que estos emerjan (Roggman et al.,, 2008). Así, este concepto es crucial para la escala de parentalidad positiva porque sitúa el foco en ayudar a los cuidadores a reflexionar acerca de sus hijos mediante sus propias prácticas parentales. Esto implica que los ítems de la escala intentan ser sensibles a la experiencia parental, en cuanto a los pensamientos y emociones que en ella emergen, así como también intenta abordar estas prácticas en un marco representativo de los aspectos sustantivos del desarrollo infantil. La propuesta de developmental parenting diferencia entre tres modelos de aproximación hacia la intervención a la infancia: (a) programas basados en el niño, asociado a los profesionales que trabajan directamente con el niño estimulando ciertas áreas del desarrollo pero que no transfieren estás competencias a los padres para dar continuidad a los resultados, (b) basados en los padres, donde se trabaja con estos desde un niño que no está presente y desde donde se otorgan directrices respecto de “qué se debe hacer” con él, (c) programas basados en la parentalidad, en donde se trabaja en la relación “in situ”. La propuesta de la presente escala se encuentra pensada en la lógica de promover intervenciones desde el último modelo, es decir propiciando el desarrollo de las competencias parentales desde la experiencia práctica y cotidiana de la parentalidad y sus reactivos están pensados para constituirse en un insumo valioso para este tipo de abordajes.
  • 75. Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2 75 Novedades en la E2P v2 Esta segunda versión de la escala E2P fue construida para ofrecer mayor validez y sensibilidad a las diferencias y cambios observados en las prácticas de crianza positiva y respetuosa a lo largo del ciclo vital, identificando para ello ocho rangos de edad: (1) 0-3 meses: desde 0 meses y 1 día hasta 3 meses y 30 días; (2) 4-10 meses: desde los 4 meses y 0 días hasta 10 meses y 30 días; (3) 11-18 meses: desde los 11 meses y 0 días hasta los 18 meses y 30 días; (4) 19 a 36 meses: desde los 19 meses y 0 días hasta los 36 meses y 30 días; (5) 3 a 5 años: desde los 37 meses y 0 días hasta los 5 años, 11 meses y 30 días; (6) 6 a 7 años: desde los 6 años, 0 meses y 0 días hasta los 7 años, 11 meses y 30 días; (7) 8 a 12 años: desde los 8 años, 0 meses y 0 días hasta los 12 años, 11 meses y 30 días; (8) 13 a 17 años: desde los 13 años, 0 meses y 0 días hasta los 17 años, 11 meses y 30 días. El cuestionario tiene 5 opciones de respuesta en todas las versiones. Se le pide a la persona que marque la opción “Nunca” si la frase describe una situación que nunca sucede o que no representa su vida cotidiana; “Casi Nunca”, si la frase describe una situación que sucede muy poco en su vida cotidiana; “A veces” si la frase describe una situación que sucede a veces o en ocasiones; “Casi siempre” si la frase describe una situación que sucede habitualmente en su vida cotidiana; y “Siempre” si la frase describe una situación que sucede siempre en su vida cotidiana. Cada una de las escalas tiene un área con el rango de edad claramente señalado en la parte superior, un área de identificación para completar con los datos de la persona que responde, un área de breve presentación e instrucciones para completar el cuestionario, y luego los 60 reactivos con sus respectivas opciones de respuesta, como se muestra en la siguiente imagen: Nótese que los reactivos están separados por líneas delgadas, pero cada 15 ítems hay una línea gruesa: ésta demarca el paso de un área de competencia parental a la siguiente (vincular, formativa, protectora, reflexiva), con la intención de facilitar la posterior tarea de asignación de puntajes y cálculo de perfiles (esto se revisa en el capítulo de Interpretación de la escala E2P). Al final de todo el cuestionario se ha añadido un área de observaciones, para consignar cualquier información que pueda resultar importante de tener en consideración a la hora de corregir e interpretar los resultados del cuestionario (aspecto que será particularmente importante cuando se trate de un uso clínico para intervención en competencias parentales).
  • 76. 76 Capítulo V | Presentación de la escala
  • 77. Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2 77 Capítulo VI administración de la escala
  • 78. 78 Capítulo V | Presentación de la escala La escala E2P es un cuestionario de auto-reporte y fácil administración. A continuación, se especifican las condiciones físicas y psicológicas mínimas a tener en cuenta cuando se administre la escala, así como consideraciones especiales respecto a la incorporación de los padres, la aplicación en contextos de institucionalización, en procesos judiciales y con culturas y etnias diversas. Condiciones físicas para la administración de la E2P Para administrar adecuadamente la E2P se necesita un espacio tranquilo, libre de ruidos molestos, con adecuada luminosidad y temperatura. Se requiere disponer de equipamiento mínimo para que la persona pueda responder, como silla cómoda y mesa o escritorio. Si la E2P será utilizada para tamizaje de grandes grupos, puede usarse una sala de clases, una sala amplia acondicionada para realizar talleres o cursos, incluso una sala de espera en un Centro de Salud, Hospital, Jardín Infantil, Centro Comunitario o de Junta de Vecinos, Colegio y Programa Social. La E2P puede administrarse en formato de papel o electrónico. En el primer caso, el profesional debe revisar el material a utilizar con anticipación, cuidando haber elegido la versión correcta según la edad del hijo/a o niño/a a cargo de la figura parental que contestará la E2P. Debe revisar que estén todas las páginas que incluye la versión escogida, cuidando que la calidad de la impresión o fotocopia sea legible. Para administrar el formato de papel de la E2P se requiere además disponer de lápices en caso de que la persona no traiga consigo. En el segundo caso, el profesional o la institución que utilizará la E2P puede optar por construir un formulario online para aplicar masivamente el cuestionario o para ir registrando respuestas individuales en una base de datos común (siempre en estos casos deben cuidarse los aspectos éticos de la administración, considerando el uso de Consentimiento Informado y protección de datos sensibles). Para ello, deberá habilitar computadoras personales o tablets conectados a internet.
  • 79. Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2 79 Condiciones psicológicas para la administración de la E2P Al administrar la E2P, se debe cuidar la intimidad de la persona, por lo que una vez iniciado el proceso de respuesta, no se le debe interrumpir, cuestionar o inducir en ninguna dirección. Tampoco se debe observar lo que la persona está respondiendo ya que puede alterar los resultados de la evaluación. Se está evaluando aspectos delicados de la vida íntima de cada padre, madre o cuidador, que remiten a su historia de crianza, a su experiencia de vida actual y a diversas situaciones que pueden movilizar emociones en quien responde. El ambiente entonces, que rodea la evaluación, debe ser respetuoso, protegido y bien tratante en todo momento. Un aspecto importante es que la persona debe estar en condiciones adecuadas para contestar el cuestionario. Esto implica que debe chequearse que las necesidades básicas de alimentación, hidratación, descanso y seguridad personal estén cubiertas antes de aplicar la E2P. En nuestra experiencia, hemos registrado casos en que se pasa por alto estas necesidades, alterando la disposición, nivel de conciencia y honestidad con que la persona abordaba el proceso de examen reflexivo de las propias prácticas de crianza que demanda la E2P. Otro elemento a considerar dice relación con el momento del proceso evaluativo en que se pasa el instrumento. Porque se ha visto que cuando se aplica en momentos muy iniciales de un proceso de intervención en competencias parentales, la persona puede no tener la apertura emocional para responder con honestidad y confianza un cuestionario de este tipo. Esta consideración no implica que no pueda usarse la E2P en una primera entrevista, pero el profesional debe tener en cuenta estos elementos para la posterior interpretación de los resultados de la escala. La E2P puede activar reacciones emocionales diversas. La experiencia de estos años ha mostrado que mayoritariamente genera procesos reflexivos positivos en las personas, caracterizado por llevar a realizar un examen sistemático de la propia parentalidad, así como una conexión con la propia historia, la propia infancia, y lo hermoso y doloroso de esa historia. Por ello, es habitual que las personas se emocionen al contestar la E2P, se sorprendan y evoquen recuerdos de su historia pasada y presente. En algunos pocos casos, pueden generar la remoción de experiencias dolorosas y activar en quien responde la necesidad de compartir parte de esa historia con alguien. En esos casos, el profesional que administra la escala debe estar atento y disponible para oficiar de refugio seguro en la tormenta, o de acompañante y guía reflexivo en el aprendizaje, una vez finalizado el proceso de respuesta de toda la escala. En nuestra experiencia, la administración de la E2P toma en promedio 15 a 20 minutos para personas con un nivel básico de alfabetización y comprensión lectora. En caso contrario, cuando hay dificultades en esta área, o cuando hay impedimentos físicos (temblor de manos, dificultades visuales, etc), el profesional puede auxiliar la administración de la escala. Por ejemplo, leyendo cada ítem e indicarle a la persona dónde están las posibilidades de respuesta y cuáles son esas opciones; o en casos extremos, el profesional puede marcar las respuestas, previa petición explícita de quien responde. También puede ser útil imprimir un tarjetón grande con las opciones de respuesta en letras de gran tamaño que la persona puede indicar con su dedo, y así se facilita el proceso de selección de respuestas que el profesional va llenando en la escala.
  • 80. 80 Capítulo V | Presentación de la escala Instrucciones para el evaluador Consideraciones especiales en la administración de la E2P Una vez que ha chequeado todas las condiciones previas de implementación, el profesional o técnico que realiza la aplicación debe explicar la consigna que viene escrita en el cuestionario, ya sea en formato de respuesta individual o en formato de respuesta grupal. La consigna sugerida (que puede ser adaptada según necesidades culturales o institucionales) es la siguiente: “La Escala de Parentalidad Positiva (E2P) es un cuestionario muy sencillo que puede contestarlo cualquier adulto responsable de la crianza de un niño o niña. Su objetivo es identificar aquellas prácticas que usted usa al relacionarse con su hijo, hija, niño o niña a su cargo. Por favor asegúrese de entender muy bien estas instrucciones antes de continuar. En el cuestionario se presentan una serie de frases que describen situaciones habituales de crianza. Frente a cada afirmación se le pide escoger entre 5 opciones: Nunca, Casi Nunca, A veces, Casi Siempre y Siempre. Si la frase describe una situación que nunca sucede o que no representa su vida cotidiana marque Nunca. Si la frase describe una situación que sucede muy poco en su vida cotidiana marque Casi Nunca. Si la frase describe una situación que sucede a veces o en ocasiones marque A Veces. Si la frase describe una situación que sucede habitualmente en su vida cotidiana marque Casi Siempre. Si la frase describe una situación que sucede siempre en su vida cotidiana marque Siempre. Por ejemplo, si durante los 3 últimos meses la afirmación: Me doy cuenta cuando algo es agradable o desagradable para mi hijo/a (ej., en su forma de moverse, sus caras, sus palabras, etc.) describe una situación que sucede a veces o en ocasiones marque A Veces. Si usted no es el padre o madre del niño/a, asuma que donde dice “hijo” o “hija” se refiere al niño, niña o adolescente que usted está criando o cuidando. Recuerde marcar una sola opción en cada afirmación. Conteste todas las preguntas del cuestionario. Por favor, conteste con la mayor sinceridad posible. No hay respuestas correctas o incorrectas; por ello, escoja la respuesta que mejor refleje su realidad”. La E2P es un cuestionario sencillo que cualquier responsable de crianza puede contestar. Sin embargo, hay ciertas situaciones que tienen matices que un profesional puede pasar por alto, sin ver su importancia o particularidad. La E2P es una herramienta coherente con el enfoque de la parentalidad positiva, que nos invita a trabajar desde una mirada ecológica y sistémica del desarrollo humano. En esta mirada, anclada en el cambio de paradigma que estamos viviendo, la inclusión activa y determinada de los padres en la evaluación e intervención se vuelve un imperativo teórico, profesional y ético (Rohner & Veneziano, 2001). Dicho de otra forma, no puede concebirse la evaluación e 1. Incorporar a los padres
  • 81. Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2 81 intervención familiar, sin considerar a los padres (incluso cuando éstos no están presentes, en un plano simbólico siempre están presentes5 ). Entonces, conminamos a los profesionales que administren la E2P a siempre explorar la presencia y disposición del padre a participar en la evaluación de competencias parentales contestando la E2P. Y en aquellos casos en que no exista un padre presente, o éste no quiera participar contestando la escala, invitamos a explorar qué otra persona del sistema familiar podría estar cumpliendo ese rol para incorporarla en la evaluación. Incluir a los padres o a quien cumpla ese rol en la administración de la Escala E2P permite construir perfiles complejos del “Sistema de Parentalidad”, permitiendo comprender diversas formas en que se distribuyen o no las competencias parentales evaluadas. La construcción de estos perfiles y sus consecuencias para la evaluación es un aspecto que se abordará en el capítulo de Interpretación de la E2P. 5 Obviamente, para contestar la E2P se requiere de alguien físicamente presente. Aquí queremos señalar que el padre biológico, incluso en casos de muerte o abandono, siempre está presente simbólicamente en la narrativa familiar, de múltiples maneras, con múltiples efectos importantes de considerar en la evaluación. Si bien la E2P no permite acceder a la complejidad de este fenómeno, existen otras formas de hacerlo, como la Entrevista de Apego Adulto, las Historias Lúdicas de Apego o entrevistas semi - estructuradas ad hoc. La escala de parentalidad positiva E2P contiene un conjunto de afirmaciones que dan cuenta de prácticas de crianza pensadas en un cotidiano, razón por la cual su consigna remite a que la persona piense en un periodo de tiempo que cubra los últimos tres meses de su vida y las opciones de respuesta para cada ítem se plantean en términos de frecuencia (nunca, casi nunca, etc.). En contextos de institucionalización, puede ocurrir que los padres o cuidadores no hayan tenido un contacto regular y suficiente que permita un despliegue mínimo de sus prácticas de crianza, o que éstas hayan sido interrumpidas del todo, razón por la cual los ítems no serán necesariamente representativos de su experiencia parental previa a la institucionalización. 2. Contextos de institucionalización
  • 82. 82 Capítulo V | Presentación de la escala En este caso, se sugiere no administrar el instrumento dado que podría perjudicar a las personas evaluadas o el sesgo de deseabilidad social podría resultar inevitable y la evaluación sería finalmente estéril. Hace unos años, en Fundación Ideas para la Infancia se inició la construcción de una E2P especial para contextos de institucionalización, que en vez de ítems que evaluaban frecuencia en el despliegue de prácticas de crianza, evaluaban el sentido de autoeficacia parental en la eventualidad de tener que desempeñar dichas prácticas. Sin embargo, a la fecha aún no se cuenta con estudios sobre su validez y confiabilidad, por lo que el criterio precedente debe respetarse hasta contar con herramientas pertinentes a este contexto. En estos casos, es importante procurar una figura que mantenga un vínculo estable en el tiempo en la vida del niño y que sea participe de su sistema de cuidados, por ejemplo, una educadora de trato directo o a quien la consulta por las prácticas de crianza le resulte atingente y cuyos resultados tengan una utilidad práctica en el diseño de un plan de intervención. La Escala de Parentalidad Positiva no debiese ser utilizada para tomar decisiones en procesos judiciales, pues en estos las implicancias de las resoluciones son taxativas y las decisiones impactan diversas áreas de la vida de los niños y sus padres. La lógica de la escala E2P v2 es formativa, trasciende la concepción constatativa de la realidad y la lógica binaria de comprender los fenómenos sociales. La E2P fue construida desde un enfoque de parentalidad positiva, siendo por tanto una herramienta que está impregnada de una mirada ecológica, sistémica, con enfoque de derechos humanos y respeto a la diversidad cultural y étnica en los procesos de crianza. En el proceso de construcción de nuevos ítems se chequeó literatura sobre crianza y sobre instrumentos de evaluación similares construidos en distintos países de Latinoamérica y se consideraron 30 jueces expertos con distintas profesiones, nacionalidades, género y trasfondos culturales. Al mismo tiempo, se buscó equilibrar una lógica de redacción respetuosa de dichas diferencias, con la incorporación de aquellas prácticas de crianza que, de forma universal y transcultural, han demostrado en la investigación científica ser beneficiosas para el desarrollo positivo de la infancia, niñez y adolescencia (por ejemplo, la sensibilidad parental o los buenos tratos). 3. Contextos de procesos judiciales 4. Diversidad cultural y étnica
  • 83. Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2 83 El desafío es contar con una escala que contenga prácticas de crianza positivas para el desarrollo de bebés, niños, niñas y adolescentes, resistente a la diversidad cultural y étnica, para que pueda ser un aporte en todo el continente. Esto no excluye la necesidad de continuar investigando y proponiendo estudios de validación transcultural que enriquezcan y mejoren el respeto a la diversidad que un instrumento de esta naturaleza debe tener. Mientras se desarrolla esa necesaria y compleja investigación en los próximos años, recomendamos decididamente a los profesionales que apliquen la E2P tener siempre en consideración el espíritu que los autores estamos declarando y la petición de conocer, comprender y respetar el trasfondo sociocultural e histórico de las comunidades en que las competencias parentales están siendo evaluadas. Dicho de otra forma: la E2P no evalúa “objetivamente” las competencias parentales, ni ofrece resultados externos a quien contesta, a su manera de evaluarse a sí mismo. La E2P es un valioso examen sistemático de prácticas de crianza positiva para cada momento del ciclo vital, pero es sólo una de variadas fuentes de información que deben estar siempre presentes en una evaluación de competencias parentales de calidad. Reiteramos entonces, que una evaluación de calidad construida desde este enfoque debiese incluir mapa de redes, visita domiciliaria, entrevista en profundidad, triangulación de métodos y perspectivas, entre otras consideraciones desarrolladas en el capítulo 3 de este Manual.
  • 84. 84 Capítulo V | Presentación de la escala
  • 85. Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2 85 Capítulo VII Interpretación de la E2P
  • 86. 86 Capítulo V | Presentación de la escala ¿Cómo se corrige la Escala de Parentalidad Positiva E2P v2? ¿Cómo se tabula la Escala de Parentalidad Positiva E2P v2? ¿Cómo se interpreta la Escala de Parentalidad Positiva E2P v2? El cuestionario consta de 60 ítems para todos los rangos de edad, salvo la versión de 8-12 años y la de 13-17 años las cuales tienen 56 ítems. Cada ítem cuenta con 5 opciones de respuesta que van desde Nunca, Casi Nunca, A Veces, Casi Siempre y Siempre: • Si la afirmación es “Nunca” asigne un puntaje de 0 punto. • Si la afirmación es “Casi Nunca” asigne un puntaje de 1 punto. • Si la afirmación es “A Veces” asigne un puntaje de 2 puntos. • Si la afirmación es “Casi Siempre” asigne un puntaje de 3 puntos. • Si la afirmación es “Siempre” asigne un puntaje de 4 puntos. NOTA: una excepción a lo anterior es para la versión de 0-3 meses. Para esa versión, y únicamente para esa versión, la asignación de puntajes debe hacerse de la siguiente manera: • Si la afirmación es “Nunca”, “Casi Nunca” o “A veces”, asigne 2 puntos. • Si la afirmación es “Casi Siempre”, asigne 3 puntos. • Si la afirmación es “Siempre”, asigne 4 puntos. Una vez asignados los puntajes a cada reactivo, proceda a sumarlos por Competencia Parental: Vinculares desde la afirmación 1 a la 15; Formativas, desde la afirmación 16 a la 30; Protectoras, desde la afirmación 31 a la 45; y Reflexivas, desde la afirmación 46 a la 60. Recuerde que en cada formato la división entre un área y la siguiente viene dada por una línea más gruesa que las otras. En el caso de las versiones 8-12 y 13-17 años se suma del ítem 1 al 14 para competencias vinculares; del ítem 15 al 29 para competencias formativas; del ítem 30 al 42 para competencias protectoras; y del ítem 43 al 56 para competencias reflexivas. Con este ejercicio, se contará con 4 puntajes, uno por cada Competencia Parental, que reflejan la frecuencia con que la persona despliega prácticas de crianza positivas en cada área evaluada. Para interpretar cada versión de la E2P v2, debe utilizar las tablas del Anexo 2 “Tablas de Interpretación por Edad”: • Paso 1: tome el puntaje bruto de cada competencia parental y ubíquelo en la Tabla correspondiente. • Paso 2: busque en la primera columna el decil correspondiente (decil 1, 2, 3, 4…). • Paso 3: identifique la categoría conceptual correspondiente a dicho decil. Existen 3 opciones posibles: “Alta Frecuencia”, “Frecuencia Intermedia” y “Baja Frecuencia” de prácticas de crianza positiva. Es importante este cambio interpretativo respecto a la primera versión, ya que resulta más válido para un cuestionario que evalúa frecuencia de prácticas de crianza que la interpretación directamente derivada de los puntajes sea en términos del grado de frecuencia.
  • 87. Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2 87 Tras realizar estos tres pasos, usted tendrá 4 categorías, una para cada área de competencia parental: Vinculares, Formativas, Protectoras y Reflexivas. El siguiente paso es construir un “PERFIL DE COMPETENCIAS PARENTALES” con estas cuatro categorías, siguiendo el siguiente protocolo de interpretación: • ZONA DE RIESGO: si el perfil contiene 2 o más áreas ubicadas en “Baja Frecuencia”, entonces se considera que las competencias parentales están en zona de riesgo y se recomienda indicar intervención especializada (ej., video-feedback, psicoterapia infanto-parental, terapia familiar, etc.). Un caso especial es si las competencias vinculares están en baja frecuencia; en este caso, aunque sólo esta área esté en baja frecuencia, se considera igualmente en riesgo y se procede a indicar intervención especializada. La razón para esto se desprende de la gran cantidad de literatura que otorga una relevancia trascendental a las competencias parentales vinculares (sensibilidad parental, regulación del estrés, mentalización, etc) para la salud mental de niños, niñas y adolescentes (véase el marco teórico en este Manual para referencias bibliográficas). • ZONA DE MONITOREO: si el perfil contiene sólo 1 área (distinta de competencias vinculares) ubicada en “Baja Frecuencia”, entonces se considera en zona de monitoreo o acompañamiento preventivo, y debiese ofrecerse consejería, psicoeducación o talleres de competencias parentales sumado a una nueva evaluación en un periodo máximo de 6 meses. Si ninguna área está en Baja Frecuencia, pero hay dos o más en frecuencia intermedia, se considera de la misma forma Zona de Monitoreo o Acompañamiento Preventivo y se toman las mismas medidas o recomendaciones. • ZONA ÓPTIMA: si ninguna área está en Baja Frecuencia y 3 o más están en Alta Frecuencia, se considera en Zona Optima y se refuerza positivamente, sin mayor intervención. Un caso especial sería si la persona solicita voluntariamente un trabajo de acompañamiento a su parentalidad, lo que siempre será acogido positivamente, en la medida de los recursos disponibles. Alta frecuencia 3 o más Frecuencia intermedia 2 o más 1 o menos Baja frecuencia 2 o más* 1 o ninguna ninguna Zona de monitoreo Zona de riesgo Zona óptima Tabla 8: Interpretación de puntajes E2P v2 a partir de Perfiles de Competencias Parentales * NOTA: una excepción es si las competencias vinculares están en baja frecuencia. En ese caso, se considera “Zona de Riesgo”.
  • 88. 88 Capítulo V | Presentación de la escala Interpretar la E2P en términos de “Perfiles de Competencias Parentales” es otro de los cambios importantes de esta nueva versión, ya que se evita construir interpretaciones binarias de todo o nada, obligando al profesional a considerar la combinación de categorías de frecuencia en las prácticas de crianza positiva evaluadas por la propia persona en su vida cotidiana. La asignación de la Zona (de Riesgo, Monitoreo u Óptima) ya no se realiza entonces en función de un puntaje total, sino tras analizar la combinación de competencias parentales y la frecuencia con que se reportan las prácticas de crianza correspondientes. Este análisis puede resultar muy valioso para el diseño de los mapas de oportunidades de crecimiento parental y familiar (planes de intervención) o recomendaciones en informes de evaluación de competencias parentales que hayan incorporado, entre otros instrumentos, la Escala de Parentalidad Positiva E2P v2.
  • 89. Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2 89 Capítulo VIII PREGUNTAS FRECUENTES
  • 90. 90 Capítulo V | Presentación de la escala 1. ¿Cómo fue construida la E2P? 2. ¿Puede ser utilizada sin entrenamiento? 3. ¿Qué mide la Escala de Parentalidad Positiva? La Escala de Parentalidad Positiva, fue construida en base a la escalas predecesoras, sin embargo, en esta oportunidad se crearon ítems mayormente sensibles a los rangos etarios propuestos, en base a dos criterios: 1. La modificación del esquema de competencias parentales que dio origen a la escala, 2. En respuesta a la sugerencia de los jueces expertos implicados en el primer proceso de validación, quienes sugieren mejorar la sensibilidad de los reactivos, especialmente de los correspondientes al rango de infancia temprana. Así, los ajustes actuales se han desarrollado a la luz de la literatura sobre prácticas, competencias y estilos parentales actualizada con literatura de desarrollo infantil, toda, basada en evidencia y al amparo del enfoque de derechos de la infancia, la teoría del apego, neurociencias, resiliencia y modelo ecológico del desarrollo humano. En el proceso de validación participaron 10 jueces expertos por escala, de procedencia nacional e internacional, con una amplia y destacada carrera profesional, con experiencia tanto en la clínica infantil en programas de primera línea y como académicos e investigadores. Cada juez participante tenía como mínimo 10 años de experiencia profesional, la mayor parte con grado de magíster o doctorado, muchos con especializaciones de diplomado o postítulo, y representantes de diversas áreas: trabajo social, psicología clínica, psicología educacional, psicología social, psicomotricidad, psicopedagogía, fonoaudiología, terapia ocupacional, pediatría, educación diferencial, educación de párvulos y pedagogía. Tanto el proceso de validación y confiabilidad de la escala fue exteriorizado a investigadores independientes de FAI a fin de transparentar el proceso. Si bien el manual de la escala se encuentra liberado y es de acceso gratuito, se recomienda poder recibir un entrenamiento mínimo de 8 horas del modelo que lo sustenta, Modelo ODISEA, para comprender la lógica formativa de la escala y no incurrir en errores en su aplicación e interpretación final, pues son recurrentes confusiones en cuanto a los contextos de aplicación y la interpretación de los resultados. La Escala de Parentalidad Positiva mide prácticas parentales que son interpretadas en un esquema de competencias parentales. El supuesto teórico que hay detrás es que la práctica es una manifestación conductual de un sistema de creencias y actitudes, sostenidas en un contexto que le dan sentido y posibilidad, de esta forma dichas prácticas son interpretadas en un esquema de competencias parentales definidas como competencias: Vinculares, Formativas, Protectoras y Reflexivas.
  • 91. Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2 91 5. ¿Puede usarse la E2P en contextos judiciales? 6. ¿Cada cuánto tiempo debe ser tomada la escala? 4. ¿Puede la E2P tomarse como instrumento único para medir prácticas parentales? No, la Escala de Parentalidad Positiva se encuentra validada para ser utilizada como screening y en procesos de intervención, pero no puede ser utilizada para tomar decisiones en la vida de las personas como en un proceso judicial, pues en estos las implicancias de las resoluciones son taxativas y las decisiones impactan diversas áreas de la vida de los niños y sus padres. La lógica de la escala es formativa, trasciende la concepción constatativa de la realidad y la lógica binaria de comprender los fenómenos sociales. En un proceso de intervención se recomienda un mínimo de dos aplicaciones, al inicio y al cierre de la intervención. Al inicio es pertinente conocer el sentido de competencias que portan los cuidadores y de esta forma poder construir la zona de desarrollo próximo de la parentalidad con las oportunidades necesarias. Al finalizar el proceso resulta conveniente volver a tomar la escala para medir cambios en las distintas áreas de competencia y poder asignar puntajes para futuras derivaciones o egresos. Idealmente se aconsejan 3 momentos de medición, esto significa sumar otra aplicación como evaluación de proceso, pues teniendo tres momentos: inicio, proceso y cierre es posible establecer una curva de cambio que permita comprender el impacto de la intervención en las competencias parentales. No, la Escala de Parentalidad Positiva no puede ser aplicado como único instrumento para medir el constructo de competencias parentales, existen otros instrumentos utilizados dentro del Modelo ODISEA que pueden ser utilizados para complementar esta información, así como también existen otros diversos instrumentos que, aunque no considerados dentro del modelo pueden ser de utilidad. Debe recordarse que la E2P es una escala de autoreporte y como herramienta tiene la ventaja de acceder al sentido de competencia personal de cada cuidador, pero también la limitación del sesgo propio de los instrumentos de autoreporte.
  • 92. 92 Capítulo V | Presentación de la escala 9. ¿A cuántas personas debe ser aplicada la Escala de Parentalidad Positiva? 10. ¿Se puede aplicar en contexto de institucionalización? A quienes participen del cuidado del niño. La Escala de Parentalidad Positiva se encuentra inscrita en el modelo teórico de la Parentalidad Positiva, desde donde la crianza no es solo responsabilidad de un adulto si no de quienes participen en las funciones de cuidado, motivo por el cual se indica que la lógica formativa debe invitar a evaluar sistemas de cuidado. Por esta razón es esperable que un adulto aparezca con competencias fortalecidas en algunas áreas y disminuidas en otras, sin embargo, se espera que otro adulto, parte de ese sistema de cuidado pueda compensar las fragilidades del otro. En virtud de lo anterior, las aplicaciones son individuales y las interpretaciones globales. No es recomendable debido a que en ese contexto los cuidadores tienen una participación escasa o neutra en la rutina de los niños, razón por la cual la mayor cantidad de los ítems no representará su experiencia parental. 8. ¿Puede contestarla alguien que no sea padre, madre o cuidador del niño? No, un requisito para contestar la Escala de Parentalidad Positiva es encontrarse ejerciendo o participando el cuidado del niño. Dado que los ítems corresponden a prácticas cotidianas de crianza se requiere de la experiencia actual, la escala plantea las prácticas desde los 3 últimos meses. 7. ¿Qué ocurre si la persona que contesta tiene dificultades de lecto escritura? En caso de que la persona que contesta tenga dificultades de lecto escritura el profesional podrá apoyarlo en lo que requiera, ya sea leyendo las preguntas y/o marcando las alternativas de respuesta, siempre y cuando el participante lo autorice.
  • 93. Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2 93 11. ¿Puede la persona llevarse el cuestionario y después traerlo contestado? 13. ¿Se puede usar libremente? 12. ¿Qué significa que la E2P se constituya en una oportunidad doblefocal? Sí, ocurre que en ocasiones por tiempo y por extensión del cuestionario los cuidadores prefieren llevárselo para contestar tranquilamente en sus hogares. Esto no constituye una dificultad, está permitido, aunque deben resguardarse los tiempos de devolución. Se recomienda que no sobrepase los 10 días. Para uso clínico la escala puede ser utilizada LIBRE Y GRATUITAMENTE, sin embargo, para su inclusión en proyectos de investigación debe solicitarse autorización de los autores. Significa que el cuestionario pretender alcanzar dos objetivos. El primero, fundamental, es que los ítems pretenden remover la experiencia del cuidador y de esta forma generar procesos reflexivos internos de la parentalidad solo con el hecho de que la persona se vea interpelada a responder cada ítem. El segundo, es que el profesional pueda llegar a un resultado comprensivo de las competencias parentales desde una lógica que trascienda la mirada cuantitativa, siendo capaz de comprender la ecología y la trayectoria de la parentalidad para proponer espacios de acompañamiento y crecimiento.
  • 94. 94 Capítulo V | Presentación de la escala tercera sección anexos
  • 96. Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 0-3 meses 1/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 0-3 meses 2. Instrucciones La Escala de Parentalidad Positiva (E2P) es un cuestionario muy sencillo que puede contestarlo cualquier adulto responsable de la crianza de un niño o niña. Su objetivo es identificar aquellas prácticas que usted usa al relacionarse con su hijo, hija, niño o niña a su cargo. Por favor asegúrese de entender muy bien estas instrucciones antes de continuar. En el cuestionario se presentan una serie de frases que describen situaciones habituales de crianza. Frente a cada afirmación se le pide escoger entre 5 opciones: Nunca, Casi Nunca, A veces, Casi Siempre y Siempre. Si la frase describe una situación que nunca sucede o que no representa su vida cotidiana marque Nunca. Si la frase describe una situación que sucede muy poco en su vida cotidiana marque Casi Nunca. Si la frase describe una situación que sucede a veces o en ocasiones marque A Veces. Si la frase describe una situación que sucede habitualmente en su vida cotidiana marque Casi Siempre. Si la frase describe una situación que sucede siempre en su vida cotidiana marque Siempre. Por ejemplo: si durante los 3 últimos meses la afirmación: Me doy cuenta cuando algo es agradable o desagradable para mi hijo/a (ej., en su forma de moverse, sus caras, sus palabras, etc.) describe una situación que sucede a veces o en ocasiones marque A veces. Si usted no es el padre o madre del niño/a, asuma que donde dice “hijo” o “hija” se refiere al niño, niña o adolescente que usted está criando o cuidando. Recuerde marcar una sola opción en cada afirmación. Conteste todas las preguntas del cuestionario. Por favor, conteste con la mayor sinceridad posible. No hay respuestas correctas o incorrectas; por ello, escoja la respuesta que mejor refleje su realidad. 1. Datos de quien contesta: NOMBRE: Nombre del Niño/a: ¿Cuál es su relación con el niño/a?: Ingreso Familiar Total (al mes) : $ OCUPACIÓN (en que trabaja): En su domicilio, ¿cuántos dormitorios hay? ¿Cuántas personas viven en su casa? Total: Dirección: Sobre el niño/a respecto al cual contestará el cuestionario, por favor señale: Comuna de residencia: Personas menores de 18 años: NACIONALIDAD: SEXO: Sexo Niño/a: Asiste a sala de cuna: El niño/a, ¿tiene alguna discapacidad diagnosticada?: El niño/a, ¿tiene algún problema que le preocupe?: ESTADO CIVIL: ESCOLARIDAD: EDAD: EDAD: ¿Cuál?: ¿Cuál?: años meses (M) (M) Si Si Si soltero/a padre madre abuelo/a otro familiar cuidador no familiar casado/a separado/a divorciado/a viudo/a (F) Otro (F) No No No
  • 97. Percibo las nuevas señales que empieza a generar mi hijo/a (ej., cuando sigue con la mirada, sonrisa social, búsqueda de sonidos, etc.) Busco encontrarme con los ojos de mi hijo/a (ej., me acerco a la distancia que permita contacto visual y me doy minutos de calma para disfrutarlo) Intento ponerme en el lugar de mi hijo/a para entender lo que le pasa (ej., que le cueste dormir porque hay mucho ruido, que no quiere quedarse solo, etc.) Cambio la actividad cuando veo que mi hijo/a esta muy cansado/a o estresado/a (ej., lo cambio de posición, lo llevo a otro lugar, etc.) Neutralizo los estímulos que puedan estresar a mi hijo/a (ej., mantengo el volumen bajo de la radio, regulo la temperatura de la habitación, etc.) Estoy atento y respondo cuando me sonríe (ej., intercambiamos sonrisas, jugamos al "esta no está" (pick a boo) etc.) Participo activamente en las actividades diarias de mi hijo/a (ej., lo/la hago dormir, lo/a tomo en brazos, lo/a baño, lo/la mudo, etc.) Juego con mi hijo/a haciendo sonidos, mirándonos a la cara, o le acerco juguetes apropiados a su edad. Logro reconocer señales de incomodidad de mi hijo/a antes de que se ponga a llorar (ej., movimientos de brazos, quejidos, búsqueda con la cabeza, etc.) Logro comprender lo que mi hijo/a necesita (ej., si tiene hambre, sueño, ganas de ser acurrucado, dolor, etc.) Logro darme cuenta cuando mi hijo/a se está fatigando (ej., se frota los ojos, se queja, corre la mirada, etc.) Logro calmar rápidamente a mi hijo/a cuando lo necesita (en pocos minutos) Acaricio y acuno suavemente a mi hijo/a Le hablo de manera suave y amorosa (ej., llamo su atención con mi voz, le repito una misma frase varias veces, etc.) Al estar con mi hijo/a me mantengo pendiente de él o ella (ej., lo/la escucho, lo/la miro a los ojos, sigo sus propuestas, no veo el celular, etc.) Le hablo a mi hijo/a sobre lo que está pasando (ej., "ella es tu abuela", "vamos a salir", etc.) 1 3 5 7 9 11 13 15 2 4 6 8 10 12 14 16 Nunca A veces Casi Nunca Casi Siempre Siempre 2/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 0-3 meses Durante los últimos 3 meses, en la crianza de mi hijo o hija yo… Nro
  • 98. Organizo las salidas o paseos respetando las necesidades básicas de mi hijo/a (ej., respeto las siestas, procuro que no sea un lugar muy estresante, etc.) Respeto los momentos de inactividad que tiene mi hijo/a (ej., cuando luego de jugar con algún objeto se queda quieto/a por un momento, etc.) Cada vez que intenta alcanzar algo a su alrededor lo animo para que lo logre Imito los sonidos que hace mi hijo/a y jugamos a la repetición Entiendo que a esta edad no comprenden la palabra NO y que requieren de mi presen- cia para prevenir incidentes Con mi comportamiento doy el ejemplo de las cosas que me gustaría inculcar en mi hijo/a Interactúo por medio de sonrisas con mi hijo/a Me preocupo de que no haya objetos peligrosos cerca de mi bebé Organizo pequeñas rutinas con mi hijo/a (ej., lo/la saco a pasear por el barrio, canto una canción durante el baño, etc.) Pongo a mi hijo/a en posiciones seguras y en que pueda moverse con libertad Le presento un nuevo juguete y le muestro lo que puede hacer con el Me dispongo en una posición que me permite jugar o interactuar con él/ella de mane- ra cómoda y cercana (ej., me dispongo cercano y a su altura, que nos permita contacto visual, etc.) Cuando las cosas no resultan como esperaba, lo expreso de manera regulada y no me voy en contra de mi hijo/a Estoy atento/a y respondo cuando mi hijo/a me busca con la mirada y hace algún sonido Permito que otras personas de la familia o amistades se relacionen con mi hijo/a de manera cuidadosa y amorosa Cuando no estoy con mi bebé, estoy segura/o de que la persona que lo cuida lo trata bien 17 19 21 23 25 27 29 31 18 20 22 24 26 28 30 32 Nunca A veces Casi Nunca Casi Siempre Siempre Durante los últimos 3 meses, en la crianza de mi hijo o hija yo… Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 0-3 meses 3/5 Nro
  • 99. Me preocupo de que el ambiente en donde crece mi hijo/a este libre de consumo de cigarrillo, alcohol, drogas, etc. Cuando cometo un error en el trato con mi hijo/a, me disculpo con él/ella a pesar de que mi bebé pueda no entender Mi hijo/a se alimenta con lactancia materna exclusiva a libre demanda o con leche de fórmula según indicación médica, sin dar nada complementario (ej., aguas de hierbas, jugo de frutas, etc. Mi hijo/a duerme en la misma habitación que sus padres, ya sea en su propia cuna, o bien en colecho. En esta última, procuro las condiciones mínimas de seguridad para prevenir accidentes (ej., no hay consumo de alcohol, medicamentos o cigarrillo, etc.) Logro darme cuenta de los horarios naturales que va desarrollando mi hijo/a y voy adecuando y generando una rutina asociado a ello (ej., despierta siempre a las 7:00 am. a tomar leche y se incorpora ese como el horario de despertar, etc.) Cuando la crianza se me hace difícil, busco ayuda de mis amigos o familiares (ej., cuando mi hijo/a está enfermo/a, cuando yo me siento sobrepasado/a, etc.) Comparto con otros padres que también se encuentran en el período de crianza (ej., participo en grupos de crianza, comparto con amigos que también están criando, etc.) Reflexiono sobre lo que sueño para nuestra familia Transmito a mi hijo/ una imagen segura y valiosa de mi persona, evitando quejarme del da a día, o de los aspectos dolorosos de mi vida frente a él/ella Me preocupo por hacer que el lugar donde está mi hijo/a sea un entorno amoroso y respetuoso con todos Me ocupo de que mi hijo/a mantenga un buen estado de salud (ej., asiste a controles sanos, tiene vacunas al día, su peso y talla son acordes a su edad, etc.) Genero pequeñas rutinas de manera consistente y repetida en el tiempo (ej., canto una canción antes de dormir, le baño a la misma hora, etc.) Comprendo que los niños no duermen de corrido toda la noche Pregunto por los recursos o servicios que hay en mi comuna apara activarlos en caso de necesitarlos para la crianza de mi hijo/a (ej., consultorio, municipio, etc.) Reflexiono sobre lo que sueño para el futuro de mi hijo/a Reviso mis prioridades para asegurarme de proteger el desarrollo de mi hijo/a (ej., en qué gastar el dinero, el tiempo destinado al trabajo versus la familia, etc.) 33 35 37 39 41 43 45 47 34 36 38 40 42 44 46 48 Nunca A veces Casi Nunca Casi Siempre Siempre Durante los últimos 3 meses, en la crianza de mi hijo o hija yo… 4/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 0-3 meses Nro
  • 100. Me preparo para los momentos difíciles que vendrán en esta etapa de crianza (ej., dormir poco, lactancia, etc.) Planifico con tiempo las actividades de la semana o del mes que involucran o se relacionan con mi hijo/a (ej., controles médicos, vacunas, etc.) Dedico tiempo a evaluar y pensar como estoy desarrollando mi rol como madre, padre u otro cuidador (ej., pensar si estoy satisfecho/a, alegre, si me siento agotado/a, etc.) Logro pensar en aspectos de mi propia historia que no me gustaría repetir como padre o madre Pienso en cómo mi historia con mis padres influye en la forma que hoy tengo de criar a mi hijo/a Logro identificar mis señales de agotamiento para no perder el control con mi hijo/a Anticipo situaciones conflictivas que podrían dificultar mi vida familiar y la crianza (ej., poco tiempo para compartir en pareja, un primer tiempo de quedarse más en casa y salir menos con amigos, etc.) Dedico tiempo a evaluar y pensar sobre cómo se está desarrollando mi hijo/a (ej., su desarrollo físico, emocional, comunicacional, etc.) Evalúo críticamente los consejos que me pueden dar y acojo los que van en línea con una crianza respetuosa Logro pensar y reconocer los aspectos positivos que me dejaron mis padres o cuidadores para la crianza de mi hijo/a Me mantengo en buen estado de salud para poder cuidar de mis hijo/a (ej., cuido el consumo de comidas, de bebidas alcohólicas, consumo de tabaco, realizo chequeos médicos, hábitos de sueño, etc.) Me permito espacios descanso (ej., leo un libro, salgo a caminar, me distraigo con actividades que disfruto, etc.) 49 51 53 55 57 59 50 52 54 56 58 60 Nunca A veces Casi Nunca Casi Siempre Siempre Durante los últimos 3 meses, en la crianza de mi hijo o hija yo… 5/5 Observaciones Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 0-3 meses Nro
  • 101. Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 4-10 meses 2. Instrucciones La Escala de Parentalidad Positiva (E2P) es un cuestionario muy sencillo que puede contestarlo cualquier adulto responsable de la crianza de un niño o niña. Su objetivo es identificar aquellas prácticas que usted usa al relacionarse con su hijo, hija, niño o niña a su cargo. Por favor asegúrese de entender muy bien estas instrucciones antes de continuar. En el cuestionario se presentan una serie de frases que describen situaciones habituales de crianza. Frente a cada afirmación se le pide escoger entre 5 opciones: Nunca, Casi Nunca, A veces, Casi Siempre y Siempre. Si la frase describe una situación que nunca sucede o que no representa su vida cotidiana marque Nunca. Si la frase describe una situación que sucede muy poco en su vida cotidiana marque Casi Nunca. Si la frase describe una situación que sucede a veces o en ocasiones marque A Veces. Si la frase describe una situación que sucede habitualmente en su vida cotidiana marque Casi Siempre. Si la frase describe una situación que sucede siempre en su vida cotidiana marque Siempre. Por ejemplo: si durante los 3 últimos meses la afirmación: Me doy cuenta cuando algo es agradable o desagradable para mi hijo/a (ej., en su forma de moverse, sus caras, sus palabras, etc.) describe una situación que sucede a veces o en ocasiones marque A veces. Si usted no es el padre o madre del niño/a, asuma que donde dice “hijo” o “hija” se refiere al niño, niña o adolescente que usted está criando o cuidando. Recuerde marcar una sola opción en cada afirmación. Conteste todas las preguntas del cuestionario. Por favor, conteste con la mayor sinceridad posible. No hay respuestas correctas o incorrectas; por ello, escoja la respuesta que mejor refleje su realidad. 1/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 4-10 meses 1. Datos de quien contesta: NOMBRE: Nombre del Niño/a: ¿Cuál es su relación con el niño/a?: Ingreso Familiar Total (al mes) : $ OCUPACIÓN (en qué trabaja): En su domicilio, ¿cuántos dormitorios hay? ¿Cuántas personas viven en su casa? Total: Dirección: Sobre el niño/a respecto al cual contestará el cuestionario, por favor señale: Comuna de residencia: Personas menores de 18 años: NACIONALIDAD: SEXO: Sexo Niño/a: Asiste a sala de cuna: El niño/a, ¿tiene alguna discapacidad diagnosticada?: El niño/a, ¿tiene algún problema que le preocupe?: ESTADO CIVIL: EDAD: EDAD: ¿Cuál?: ¿Cuál?: años meses (M) (M) Si Si Si soltero/a padre madre abuelo/a otro familiar cuidador no familiar casado/a separado/a divorciado/a viudo/a (F) No No No ESCOLARIDAD: (F) Otro
  • 102. Logro ver señales de diferentes emociones en mi hijo/a (ej., pongo atención a la rigidez de su cuerpo, me fijo en sus ojos, boca y gestos, etc.) Logro darme cuenta cuando mi hijo/a se encuentra con un ánimo disminuido (ej., porque tiene sueño, porque se está enfermando, porque está cansado/a, etc.) Intento ponerme en el lugar de mi hijo/a para entender lo que le pasa (ej., que le cueste dormir porque hay mucho ruido, que no quiere quedarse solo, que no quiere estar con desconocidos, etc.) Cambio la actividad cuando veo que mi hijo/a esta muy cansado o estresado (ej., lo cambio de posición, lo llevo a otro lugar, etc.) No dejo llorar solo a mi hijo/a en ninguna circunstancia Disfrutamos de jugar a intercambiar sonrisas y sonidos (ej., juegos de imitación de turnos, jugamos al "está no está", jugamos a mirarnos al espejo, etc.) Participo activamente en las actividades diarias de mi hijo/a (ej., lo hago dormir, lo tomo en brazos, lo baño, lo mudo, etc.) Me preocupo por hechos importantes y relevantes que le estén sucediendo (ej., si se enferma sé lo que tiene y lo que debe tomar, si le está saliendo un diente y esta incómodo, etc.) Me doy cuenta cuando algo es agradable o desagradable para mi hijo/a (ej., en su forma de moverse, sus caras, sus vocalizaciones, etc.) Logro comprender lo que mi hijo/a necesita (ej., si tiene hambre, sueño, ganas de ser acurrucado, ganas de estar en brazos, etc.) Entiendo que la conducta de mi hijo/a tiene que ver con una necesidad (ej., llora porque necesita seguridad a la hora del sueño y no porque quiere manipularme para acostarse conmigo, etc.) Logro calmar rápidamente a mi hijo/a cuando lo necesita (en pocos minutos) Acaricio y acuno suavemente a mi hijo/a Le hablo a mi hijo/a de manera suave y amorosa (ej., llamo su atención con mi voz y gestos, le repito una misma frase varias veces, etc.) Al estar con mi hijo/a me mantengo pendiente de él o ella (ej., lo escucho, lo miro a los ojos, sigo sus propuestas, no veo el celular, etc.) Le hablo a mi hijo/a sobre lo que está pasando y sobre lo que va a pasar (ej., le digo: "vamos a salir donde tu abuela", "te vendrá a cuidar tu tía", etc.) 1 3 5 7 9 11 13 15 2 4 6 8 10 12 14 16 Nunca A veces Casi Nunca Casi Siempre Siempre Durante los últimos 3 meses, en la crianza de mi hijo o hija yo… 2/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 4-10 meses Nro
  • 103. Organizo las salidas o paseos respetando las necesidades básicas de mi hijo/a (ej., respeto su hora siesta, procuro que no sea un lugar muy estresante para él/ella, etc.) Respeto los momentos de inactividad que tiene mi hijo/a (ej., cuando luego de jugar con algún objeto se queda quieto por un momento, etc.) Le permito tocar y explorar objetos que se encuentran a su alrededor Sigo los juegos de causa-efecto que me propone (ej., cuando lanza las llaves al suelo, las recojo una y otra vez, busco los objetos que él/ella esconde, etc.) Entiendo que a esta edad aún no comprenden totalmente la palabra NO y requieren de mi presencia para prevenir incidentes Con mi comportamiento doy el ejemplo de las cosas que me gustaría inculcar en mi hijo/a (ej., calma, paciencia, etc.) Salimos de paseo por el barrio u otro lugar y le voy contando lo que hay en el entorno Me preocupo de que no haya objetos peligrosos cerca de mi bebé Le ofrezco juegos u objetos adecuados a su edad (ej., sonajeros, mordedores, muñecos con diferentes texturas, llaves de goma, etc.) Acompaño los momentos de juego en el suelo para que se sienta seguro y libre de explorar Imito los sonidos que hace mi hijo/a y jugamos a la repetición Le leo pequeños cuentos o cuento historias en un ambiente calmado y afectuoso Soy consistente con las instrucciones que quiero establecer para mi hijo/a y actúo en concordancia con ello (ej., no le permito chupar cables bajo ninguna circunstancia, etc.) Interactúo por medio de sonrisas y vocalizaciones con mi hijo/a Permito que otras personas de la familia o amistades se relacionen con mi hijo/a de manera cuidadosa y amorosa Cuando no estoy con mi bebé, estoy seguro/a de que la persona que lo cuida lo trata bien 17 19 21 23 25 27 29 31 18 20 22 24 26 28 30 32 Nunca A veces Casi Nunca Casi Siempre Siempre Durante los últimos 3 meses, en la crianza de mi hijo o hija yo… 3/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 4-10 meses Nro
  • 104. Me preocupo de que el ambiente en donde crece mi hijo/a este libre de consumo de cigarrillo, alcohol, drogas, etc. Cuando cometo un error en el trato con mi hijo, me disculpo con él/ella a pesar de que mi hijo/a sea pequeño aún Mi hijo/a se alimenta con lactancia materna exclusiva, leche de fórmula o a iniciado la alimentación complementaria, según indicación médica Cuando mi hijo/a está enfermo, sigo los tratamientos indicados por el especialista (ej., no automedico, sigo el tiempo indicado, etc.) Me doy cuenta cuando las necesidades de mi hijo/a van cambiando y debo realizar cambios de rutina (ej., cuando dejan de dormir tres siestas y duermen dos, cuando necesitan conocer el mundo llevándose los objetos a la boca, etc.) Cuando la crianza se me hace difícil, busco ayuda de mis amigos o familiares (ej., cuando está enfermo/a, cuando me siento sobrepasado, etc.) Utilizo los recursos o servicios para apoyarme en la crianza (ej., el consultorio, la municipalidad, los beneficios de Chile Crece Contigo, etc.) Reviso mis prioridades para asegurarme de proteger el desarrollo de mi hijo/a (ej., en qué gastar el dinero, el tiempo destinado al trabajo versus la familia, etc.) Intento que mi hijo/a no presencie discusiones familiares (ej., cuando discuto con mi pareja u otros miembros de la familia, no lo hago frente a él, etc.) Me preocupo por hacer que el lugar donde mi hijo/a está sea un entorno amoroso y respetuoso con todos Me ocupo de que mi hijo/a mantenga un buen estado de salud (ej., asiste a controles sanos, tiene vacunas al día, su peso y talla son acordes a su edad, etc.) Genero pequeñas rutinas de manera consistente y repetida en el tiempo (ej., le hago masaje después del baño, le leo un cuento antes de dormir, etc.) Incorporo a mi hijo/a a las costumbres de la vida familiar, de manera progresiva, para que no le resulte amenazante (ej., celebrar cumpleaños, navidad, vacacionar,etc.) Pregunto por los recursos o servicios que hay en mi comuna, para activarlos en caso de necesitarlos para la crianza de mi hijo (ej., en el consultorio, la municipalidad, los beneficios de Chile Crece Contigo, etc.) Reflexiono sobre lo que sueño para nuestra familia Intento tener expectativas realistas sobre el desarrollo de mi hijo/a de manera de no ejercer presiones inadecuadas 33 35 37 39 41 43 45 47 34 36 38 40 42 44 46 48 Nunca A veces Casi Nunca Casi Siempre Siempre Durante los últimos 3 meses, en la crianza de mi hijo o hija yo… 4/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 4-10 meses Nro
  • 105. Me preparo para los momentos difíciles que vendrán en esta etapa de crianza (ej., dolor por la salida de los dientes, salivación excesiva, mayores necesidades de juego, cambios en la rutina de sueño, mayor autonomía, etc.) Cuando tengo alguna duda o inquietud, busco información seria que me permita tomar mejores decisiones (ej., me asesoro en grupos de crianza respetuosa, busco información con sustento científico, etc.) Dedico tiempo a evaluar y pensar como estoy desarrollando mi rol como madre/padre o cuidador (ej., pensar si estoy satisfecho, alegre, si me siento agotado, etc.) Logro pensar en aspectos de mi propia historia que no me gustaría repetir como padre o madre Pienso en cómo mi historia con mis padres o cuidadores, influye en la forma que hoy tengo de criar a mi hijo/a Logro identificar mis señales de agotamiento para no perder el control con mi hijo/a Planifico con tiempo las actividades de la semana o del mes que involucran o se relacionan con mi hijo/a (ej., controles médicos, vacunas, etc.) Dedico tiempo a evaluar y pensar sobre cómo se está desarrollando mi hijo/a (ej., su desarrollo físico, emocional, comunicacional, etc.) Evalúo críticamente los consejos que me pueden dar y acojo los que van en línea con una crianza respetuosa Logro pensar y reconocer los aspectos positivos que me dejaron mis padres o cuidadores para la crianza de mi hijo/a Me mantengo en buen estado de salud para poder cuidar de mis hijo/a (ej., cuido el consumo de comidas, de bebidas alcohólicas, consumo de tabaco, realizo chequeos médicos, hábitos de sueño, etc.) Me doy espacios para mí mismo/a, distintos de la crianza (ej., dormir una siesta, descansar, jugar fútbol, clases de baile, etc.) 49 51 53 55 57 59 50 52 54 56 58 60 Nunca A veces Casi Nunca Casi Siempre Siempre Durante los últimos 3 meses, en la crianza de mi hijo o hija yo… Observaciones 5/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 4-10 meses Nro
  • 106. Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 11-18 meses 1/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 11-18 meses 1. Datos de quien contesta: NOMBRE: Nombre del Niño/a: ¿Cuál es su relación con el niño/a?: Ingreso Familiar Total (al mes) : $ En su domicilio, ¿cuántos dormitorios hay? ¿Cuántas personas viven en su casa? Total: Dirección: Sobre el niño/a respecto al cual contestará el cuestionario, por favor señale: Comuna de residencia: Personas menores de 18 años: NACIONALIDAD: SEXO: Sexo Niño/a: Asiste a sala de cuna: El niño/a, ¿tiene alguna discapacidad diagnosticada?: El niño/a, ¿tiene algún problema que le preocupe?: ESTADO CIVIL: EDAD: EDAD: ¿Cuál?: ¿Cuál?: años meses (M) (M) Si Si Si soltero/a padre madre abuelo/a otro familiar cuidador no familiar casado/a separado/a divorciado/a viudo/a (F) No No No ESCOLARIDAD: (F) 2. Instrucciones La Escala de Parentalidad Positiva (E2P) es un cuestionario muy sencillo que puede contestarlo cualquier adulto responsable de la crianza de un niño o niña. Su objetivo es identificar aquellas prácticas que usted usa al relacionarse con su hijo, hija, niño o niña a su cargo. Por favor asegúrese de entender muy bien estas instrucciones antes de continuar. En el cuestionario se presentan una serie de frases que describen situaciones habituales de crianza. Frente a cada afirmación se le pide escoger entre 5 opciones: Nunca, Casi Nunca, A veces, Casi Siempre y Siempre. Si la frase describe una situación que nunca sucede o que no representa su vida cotidiana marque Nunca. Si la frase describe una situación que sucede muy poco en su vida cotidiana marque Casi Nunca. Si la frase describe una situación que sucede a veces o en ocasiones marque A Veces. Si la frase describe una situación que sucede habitualmente en su vida cotidiana marque Casi Siempre. Si la frase describe una situación que sucede siempre en su vida cotidiana marque Siempre. Por ejemplo: si durante los 3 últimos meses la afirmación: Me doy cuenta cuando algo es agradable o desagradable para mi hijo/a (ej., en su forma de moverse, sus caras, sus palabras, etc.) describe una situación que sucede a veces o en ocasiones marque A veces. Si usted no es el padre o madre del niño/a, asuma que donde dice “hijo” o “hija” se refiere al niño, niña o adolescente que usted está criando o cuidando. Recuerde marcar una sola opción en cada afirmación. Conteste todas las preguntas del cuestionario. Por favor, conteste con la mayor sinceridad posible. No hay respuestas correctas o incorrectas; por ello, escoja la respuesta que mejor refleje su realidad. OCUPACIÓN (en que trabaja): Otro
  • 107. Me doy cuenta cuando algo es agradable o desagradable para mi hijo/a (ej., en su forma de moverse, sus caras, sus palabras, etc.) Reconozco algunas actividades que mi hijo/a disfruta (ej., jugar conmigo, colocar y sacar cosas de un recipiente, mirarse al espejo, alcanzar objetos, etc.) Intento ponerme en el lugar de mi hijo/a para entender lo que le pasa (ej., que le cueste dormir porque hay mucho ruido, que no quiere quedarse solo/a, que no quiere estar con desconocidos, etc.) Cambio la actividad cuando veo que mi hijo/a esta muy cansado/a o estresado/a (ej., le ofrezco otras alternativas, lo llevo a otro lugar, etc.) Doy pronta respuesta a las necesidades que observo en mi hijo/a Le digo a mi hijo/a que lo quiero y lo/la importante que es para mi Le converso a mi hijo/a sobre lo que estoy haciendo con él/ella (ej., "te voy a mudar", "vamos a salir", "es hora de descansar", etc.) Todos los días me doy momentos de juego con mi hijo/a (ej., intercambiamos sonidos, cantamos, buscamos objetos escondidos, aplaudimos, etc.) Logro darme cuenta cuando mi hijo/a se encuentra con un ánimo bajo (ej., porque tiene sueño, porque se está enfermando, porque está cansado, etc.) Entiendo que para calmarse, la mayoría de las veces busca a su madre, padre, cuidador y no desea estar con otros (ej., llora cuando la mamá, el papá o el cuidador se aleja, etc.) Entiendo que la conducta de mi hijo/a tiene que ver con una necesidad (ej., llora porque necesita seguridad a la hora del sueño y no porque quiere manipularme para acostarse conmigo, etc.) Logro calmar prontamente a mi hijo/a cuando lo necesita (en pocos minutos) Acaricio y cobijo suavemente a mi hijo/a Disfrutamos de jugar a intercambiar sonrisas y sonidos (ej., juegos de imitación de sonidos de animales, mirarnos y sonreír frente al espejo, etc.) Me preocupo por hechos importantes y relevantes que le estén sucediendo (ej., si se enferma sé lo que tiene y lo que debe tomar, si gatea o camina lo acompaño y estimulo, etc.) Preparo un espacio para que pueda practicar cómo ponerse de pie, gatear o caminar 1 Nro 3 5 7 9 11 13 15 2 4 6 8 10 12 14 16 Nunca A veces Casi Nunca Casi Siempre Siempre 2/5 Durante los últimos 3 meses, en la crianza de mi hijo o hija yo… Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 11-18 meses
  • 108. Le ofrezco juegos u objetos adecuados a su edad (ej., cubos y objetos de diferentes tamaños, lápices, etc.) Acompaño los momentos de juego para que se sienta seguro/a y libre de explorar Respeto cuando mi hijo/a no desea usar algún juguete o hacer una actividad (escucho y respeto sus señales) Le canto canciones en algún momento de la rutina diaria Soy consistente con las instrucciones que quiero establecer para mi hijo/a y actúo en concordancia a ello (ej., no le permito chupar cables bajo ninguna circunstancia, etc.) Con mi comportamiento doy el ejemplo de las cosas que me gustaría inculcar en mi hijo/a (ej., actúo con calma, paciencia, etc.) Salimos de paseo por el barrio u otro lugar y le voy contando lo que hay en el entorno Me preocupo de proteger a mi hijo/a de objetos y lugares peligrosos (ej., medicamentos, objetos que pudiese tragar, objetos punzantes, piscinas, etc.) Organizo pequeñas rutinas con mi hijo/a (ej., lo llevo a pasear por el barrio después de comer, canto una canción mientras lo baño, etc.) Le permito tocar y explorar objetos que se encuentran a su alrededor Le presento un nuevo juguete describiéndolo para que lo conozca Sigo los juegos de causa-efecto que me propone (ej., cuando lanza las llaves al suelo las recojo una y otra vez, busco los objetos que él/ella esconde, etc.) No me río o apruebo cosas que mi hijo/a hace y que pueden ser peligrosas (ej., no me río si se echa algo pequeño a la boca) Interactúo por medio de sonrisas y palabras con mi hijo/a Permito que otras personas de la familia o amistades se relacionen con mi hijo/a de manera cuidadosa y amorosa Cuando no estoy con mi bebé, estoy segura de que la persona que lo cuida lo trata bien 17 19 21 23 25 27 29 31 18 20 22 24 26 28 30 32 Nunca A veces Casi Nunca Casi Siempre Siempre Durante los últimos 3 meses, en la crianza de mi hijo o hija yo… 3/5 Nro Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 11-18 meses
  • 109. Cuando estoy con mi hijo/a, preparo un espacio en la casa para que pueda sentirse cómodo/a y jugar de manera segura (ej., coloco cojines a su alrededor por si se llega a voltear, etc.) Me aseguro de que tanto yo como los miembros del hogar tratemos bien a mi hijo/a Me ocupo de que mi hijo/a mantenga un buen estado de salud (ej., asiste a controles sanos, tiene vacunas al día, su peso y talla son acordes a su edad, etc.) Cuando mi hijo/a está enfermo/a, sigo los tratamientos indicados por el especialista (ej., no automedico, sigo la medicación el tiempo indicado, etc.) Me doy cuenta cuando las necesidades de mi hijo/a van cambiando y debo realizar cambios de rutina (ej., cuando necesita dormir menos siestas que antes, etc.) Pregunto por los recursos o servicios que hay en mi comuna para activarlos en caso de necesitarlos para la crianza de mi hijo/a (ej., consultorio, municipio) Comparto con otros padres que también se encuentran en el período de crianza (ej., participo en grupos de crianza, comparto con amigos que también están criando, etc.) Reflexiono sobre lo que sueño para nuestra familia Cuando cometo un error en el trato con mi hijo/a, me disculpo con él/ella a pesar de que mi hijo/a sea pequeño aún Me preocupo por hacer que el lugar donde está mi hijo/ sea un entorno amoroso y respetuoso Cuido de la higiene de mi hijo/a (ej., baño su cuerpo, lavo sus manos y cara, etc.) Genero pequeñas rutinas de manera consistente y repetida en el tiempo (ej., le hago masaje después del baño, le leo un cuento antes de dormir, etc.) Si tengo un imprevisto laboral o de salud logro reorganizar la rutina de mi hijo/a (ej., ver quien me puede ayudar a cuidarlo/a, etc.) Cuento con una lista de personas a las que sé que puedo acudir cuando necesito ayuda Reflexiono sobre lo que sueño para el futuro de mi hijo/a Reviso mis prioridades para asegurarme de proteger el desarrollo de mi hijo/a (ej., en qué gastar el dinero, el tiempo destinado al trabajo versus la familia, etc.) 33 35 37 39 41 43 45 47 34 36 38 40 42 44 46 48 Nunca A veces Casi Nunca Casi Siempre Siempre Durante los últimos 3 meses, en la crianza de mi hijo o hija yo… 4/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 11-18 meses Nro
  • 110. Me preparo para los momentos difíciles que vendrán en esta etapa de crianza (ej., iniciar primeros pasos, aprender a caminar, mayor autonomía etc.) Planifico con tiempo las actividades de la semana o del mes que involucran o se relacionan con mi hijo/a (ej., controles médicos, vacunas, etc.) Dedico tiempo a evaluar y pensar cómo estoy desarrollando mi rol cómo madre/padre u otro cuidador (ej., pienso si estoy satisfecho, alegre, si me siento agotado, etc.) Logro pensar en aspectos de mi propia historia que no me gustaría repetir como padre o madre He pensado que como padre/madre o cuidador soy importante para la vida de mi hijo porque soy parte de su historia He logrado mantener una buena salud mental (ej., me siento feliz, me gusta cómo me veo, etc.) Anticipo situaciones conflictivas que podrían dificultar mi vida familiar y la crianza (ej., poco tiempo para compartir en pareja, un primer tiempo de quedarse más tiempo en casa, etc.) Dedico tiempo a evaluar y pensar sobre cómo se está desarrollando mi hijo/a (ej., su desarrollo físico, emocional, lenguaje, etc.) Reflexiono acerca de si las prácticas de crianza que utilizo con mi hijo/a son adecuadas a su edad Logro pensar y reconocer los aspectos positivos que me dejaron mis padres o cuidadores para la crianza de mi hijo/a Logro identificar mis señales de agotamiento para no perder el control con mi hijo/a Me permito espacios descanso (ej., leo un libro, salgo a caminar, salgo a comprar, etc.) 49 51 53 55 57 59 50 52 54 56 58 60 Nunca A veces Casi Nunca Casi Siempre Siempre Durante los últimos 3 meses, en la crianza de mi hijo o hija yo… 5/5 Observaciones Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 11-18 meses Nro
  • 111. Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 19-36 meses 4/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 19-36 meses 1. Datos de quien contesta: NOMBRE: Nombre del Niño/a: ¿Cuál es su relación con el niño/a?: Ingreso Familiar Total (al mes) : $ En su domicilio, ¿cuántos dormitorios hay? ¿Cuántas personas viven en su casa? Total: Dirección: Sobre el niño/a respecto al cual contestará el cuestionario, por favor señale: Comuna de residencia: Personas menores de 18 años: NACIONALIDAD: SEXO: Sexo Niño/a: Asiste a jardin infantil: El niño/a, ¿tiene alguna discapacidad diagnosticada?: El niño/a, ¿tiene algún problema que le preocupe?: ESTADO CIVIL: ESCOLARIDAD: EDAD: EDAD: ¿Cuál?: ¿Cuál?: años meses (M) (M) Si Si Si soltero/a padre madre abuelo/a otro familiar cuidador no familiar casado/a separado/a divorciado/a viudo/a (F) (F) No No No 2. Instrucciones La Escala de Parentalidad Positiva (E2P) es un cuestionario muy sencillo que puede contestarlo cualquier adulto responsable de la crianza de un niño o niña. Su objetivo es identificar aquellas prácticas que usted usa al relacionarse con su hijo, hija, niño o niña a su cargo. Por favor asegúrese de entender muy bien estas instrucciones antes de continuar. En el cuestionario se presentan una serie de frases que describen situaciones habituales de crianza. Frente a cada afirmación se le pide escoger entre 5 opciones: Nunca, Casi Nunca, A veces, Casi Siempre y Siempre. Si la frase describe una situación que nunca sucede o que no representa su vida cotidiana marque Nunca. Si la frase describe una situación que sucede muy poco en su vida cotidiana marque Casi Nunca. Si la frase describe una situación que sucede a veces o en ocasiones marque A Veces. Si la frase describe una situación que sucede habitualmente en su vida cotidiana marque Casi Siempre. Si la frase describe una situación que sucede siempre en su vida cotidiana marque Siempre. Por ejemplo: si durante los 3 últimos meses la afirmación: Me doy cuenta cuando algo es agradable o desagradable para mi hijo/a (ej., en su forma de moverse, sus caras, sus palabras, etc.) describe una situación que sucede a veces o en ocasiones marque A veces. Si usted no es el padre o madre del niño/a, asuma que donde dice “hijo” o “hija” se refiere al niño, niña o adolescente que usted está criando o cuidando. Recuerde marcar una sola opción en cada afirmación. Conteste todas las preguntas del cuestionario. Por favor, conteste con la mayor sinceridad posible. No hay respuestas correctas o incorrectas; por ello, escoja la respuesta que mejor refleje su realidad. OCUPACIÓN (en qué trabaja): Otro
  • 112. Me doy cuenta de las situaciones que estresan o enojan a mi hijo/a (ej., cuando no desea bañarse, cuando le quitan un juguete, cuando no le resulta algo que lo tenía entusiasmado/a, etc.) Logro identificar distintas emociones en mi hijo/a (ej., cuando está alegre, sorprendido, interesado, etc.) Logro comprender los miedos propios de la edad de mi hijo/a (ej., cuando teme a la oscuridad, a extraños, a monstruos, a animales, al agua, a disfraces, etc.) Cuando mi hijo/a se siente triste o llora, lo ayudo a entender lo que pasó (ej., le digo: "parece que te pusiste triste por perder tu peluche", "parece que te dio pena que tu hermano no te prestara sus juguetes", etc.) Cuando han ocurrido situaciones difíciles en la familia, acompaño el enojo, pena o malestar de mi hijo/a (ej., lo abrazo, lo escucho, le converso, le doy un tiempo, etc.) Le hago cariño a mi hijo/a de la manera en que le gusta (ej., lo/la acurruco, lo/la abrazo, acaricio su cabeza, etc.) Me doy tiempo para hacer actividades con mi hijo/a (ej., jugamos, cantamos, dibujamos juntos, inventamos historias, cocinamos, etc.) Al estar con mi hijo/a me mantengo atento a él o ella (ej., lo escucho, lo miro a los ojos, sigo sus propuestas, no veo el celular, etc.) Identifico las señales que da mi hijo/a cuando está agobiado o perdiendo la tranquilidad (ej., se está quejando muy seguido, está más irritable, se siente cansado o aburrido/a, etc.) Cuando mi hijo/a está estresado/a o molesto/a intento entenderlo sin colocarle "etiquetas" (ej., evito decirle: mañoso/a, manipulador/a, pataletero/a, berrinchudo/a, sobrenombres, eres igual a...) Logro comprender lo que mi hijo/a necesita (ej., si tiene hambre, sueño, miedo, ganas de ser acurrucado, etc.) Cuando mi hijo/a se siente, estresado/a, molesto/a, o triste lo/la calmo amorosamente (ej., lo abrazo, me pongo a su altura, lo acaricio, trato de enfocar su atención en algo positivo, etc.) Le demuestro a mi hijo/a que es una persona valiosa en mi vida (ej., le digo lo feliz que me hace, le hablo sobre su embarazo o de cuando le esperábamos, le cuento por qué elegimos su nombre, etc.) Logro comunicarme afectuosamente con mi hijo/a (ej., le sonrío, le digo palabras positivas, uso un tono de voz cálido, le canto canciones infantiles, etc.) Me doy el tiempo para conversar con mi hijo/a (ej., le hablo de lo que hacemos juntos, de su mascota, de las plantas, de los otros niños, de los abuelos, etc.) Al iniciar el día, realizo una serie de pasos para que mi hijo/a comience su día tranquilamente (ej., lo despierto suavemente conversándole, lo despierto con tiempo para que alcance a tomar desayuno, etc.) 1 3 5 7 9 11 13 15 2 4 6 8 10 12 14 16 Nunca A veces Casi Nunca Casi Siempre Siempre Durante los últimos 3 meses, en la crianza de mi hijo o hija yo… Nro 5/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 19-36 meses
  • 113. Acompaño a mi hijo/a en el paso de una actividad a otra (ej., le canto una canción para que guarde los juguetes, le digo lo que vamos a hacer: "cuando termines de comer, vamos a salir", etc.) Permito que mi hijo/a enfrente desafíos (ej., que experimente con los cubiertos para comer su comida, que camine y explore los espacios, que lleve solo/a un vaso de agua, etc.) Aliento a mi hijo/a a que participe de algunas decisiones (ej., le permito escoger el color de su ropa, jugamos a lo que él o ella prefiere jugar, etc.) Cuando algo no le resulta lo/la ayudo a resolverlo (ej., le pongo una silla para que alcance un lugar más alto, le alcanzo un muñeco etc.) Le cuento sobre las decisiones que se toman por su bienestar (ej., le digo: "te voy a colocar chaqueta porque hoy hace frio"," vamos a ir al médico para que te ayude a sentirte mejor", etc.) Cuando quiero que mi hijo coopere, le doy instrucciones sencillas Le enseño a mi hijo/a su nombre y el nombre de los miembros de su familia Me preocupo de proteger a mi hijo/a de objetos y lugares peligrosos (ej., medicamentos, objetos que pudiese tragar, objetos punzantes, piscinas, etc.) Al finalizar el día, realizo una serie de pasos para que mi hijo/a pueda ir a descansar (ej., los juguetes son guardados, se disminuye el ruido y la luz en el hogar, lo cambio de ropa, le leo un cuento o canto una canción, etc.) Cuando mi hijo/a siente curiosidad por las cosas permito que las descubra (ej., cuando abre un cajón, le preguntó ¿qué habrá ahí?, etc.) Al promover hábitos en mi hijo/a lo hago de forma entretenida (ej., al lavar los dientes canto una canción, al cepillar el cabello le cuento una historia, etc.) Le leo un cuento, canto una canción o cuento una historia, antes de dormir o en otro momento del día Consigo que mi hijo/a coopere sin recurrir a castigos ni gritos Muestro a través del ejemplo las conductas sociales que espero ver en mi hijo/a (ej., saludo a las personas, les doy las gracias, pido permiso, etc.) Le enseño a relacionarse con niños y niñas de su edad (ej., compartir los juguetes, respetar los turnos, no pegar, etc.) Cuando no estoy con mi hijo/a, me he asegurado de que el adulto que lo cuida lo trata bien (ej., que no lo maltrate, que lo proteja, que lo consuele cuando llora, etc.) 17 19 21 23 25 27 29 31 18 20 22 24 26 28 30 32 Nunca A veces Casi Nunca Casi Siempre Siempre Durante los últimos 3 meses, en la crianza de mi hijo o hija yo… Nro 3/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 19-36 meses
  • 114. Protejo a mi hijo/a y me aseguro de que lo note (ej., lo/la tomo de la mano al cruzar la calle, lo/la tomo en brazos en lugares públicos, le digo que no recoja cosas del suelo cuando vamos por la calle, etc.) Intento que mi hijo/a no presencie discusiones familiares (ej., cuando discuto con mi pareja u otros miembros de la familia, no lo hago frente a él, etc.) Me preocupo de proporcionar una alimentación saludable a mi hijo/a (ej., que coma legumbres, verduras, frutas, raciones apropiadas, etc.) Cuido de la higiene y presentación personal de mi hijo/a (ej., baño su cuerpo, sus dientes, lo peino, lavo sus manos antes de comer, etc.) Dedicamos tiempo a celebrar costumbres y tradiciones familiares (ej., celebrar cumpleaños, navidad, vacacionar, etc.) Cuando necesito ayuda en la crianza, busco ayuda en mis amigos o familiares (ej., cuando está enfermo/a y tengo que ir al trabajo, cuando me siento estresado y requiero apoyo, etc.) Utilizo los recursos o servicios para apoyarme en la crianza (ej., el consultorio, la municipalidad, los beneficios de Chile Crece Contigo, etc.) Priorizo gastos y acciones que protegen el futuro de nuestra familia (ej., alimentación saludable, estudios, salidas recreativas familiares, etc.) Transmito a mi hijo/ una imagen segura y valiosa de mi persona, evitando quejarme del día a día, o de los aspectos dolorosos de mi vida frente a él/ella Cuando cometo un error en el trato con mi hijo/a, me disculpo con él/ella y le explico que las personas se pueden equivocar Me preocupo de que mi hijo/a mantenga un buen estado de salud (ej., asiste a controles sanos, tiene vacunas al día, su peso y talla son acordes a su edad, etc.) En casa, hemos establecido como familia una organización de horarios y rutinas para mi hijo/a (ej., hora de levantarse, de desayunar, de jugar, descansar, etc.) Si tengo un imprevisto laboral o de salud, logro reorganizar la rutina de mi hijo/a (ej., si tiene que ir al jardín, al control médico, etc.) Pregunto por los recursos o servicios que hay en mi comunidad, para hacer uso de ellos en caso de necesitarlos para la crianza de mi hijo/a (ej., consultorio, municipio, etc.) Priorizo gastos y acciones que protegen el futuro de mi hijo/a (ej., invertir en materiales de estimulación, en libros y cuentos, en actividades que desarrollan sus capacidades, etc.) Reviso mis prioridades para asegurarme de proteger el desarrollo de mi hijo/a (ej., en qué gastar el dinero, el tiempo destinado al trabajo versus la familia, etc.) 33 35 37 39 41 43 45 47 34 36 38 40 42 44 46 48 Nunca A veces Casi Nunca Casi Siempre Siempre Durante los últimos 3 meses, en la crianza de mi hijo o hija yo… Nro 4/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 19-36 meses
  • 115. Me preparo para los momentos difíciles que vendrán en esta etapa de crianza (ej., control de esfínter, destete, comer de forma independiente, ingreso al jardín, etc.) Planifico con tiempo las actividades de la semana o del mes que involucran o se relacionan con mi hijo/a (ej., asistencia al jardín, a controles médicos, etc.) Dedico tiempo a evaluar y pensar sobre cómo estoy desarrollando mi rol de crianza (ej., pensar si estoy satisfecho, alegre, si me siento agotado, etc.) Logro pensar en aspectos de mi propia historia que no me gustaría repetir como padre o madre Pienso en cómo la historia con mis padres influye en la forma que hoy tengo de criar a mi hijo/a Logro identificar mis señales de agotamiento para no perder el control con mi hijo/a Anticipo situaciones conflictivas que podrían dificultar mi vida familiar y la crianza (ej., problemas de pareja, la visita de un familiar conflictivo, una etapa especialmente exigente en mi trabajo, etc.) Dedico tiempo a evaluar y pensar sobre cómo se está desarrollando mi hijo/a (ej., su desarrollo físico, emocional, comunicacional, etc.) Evito contaminar la relación con mi hijo/a con mi enojo, penas y/o frustraciones (ej., respiro para calmarme, me preocupo de no transmitirle mis problemas de adulto, etc.) Logro pensar y reconocer los aspectos positivos que me dejaron mis padres o cuidadores para la crianza de mi hijo/a Me mantengo saludable para poder cuidar de mis hijos/as (ej., cuido el consumo de comidas, de bebidas alcohólicas, consumo de tabaco, realizo chequeos médicos, hábitos de sueño, etc.) Me doy espacios para mí mismo/a, distintos de la crianza (ej., salir a caminar, descansar, clases de baile, jugar fútbol, etc.) 49 51 53 55 57 59 50 52 54 56 58 60 Nunca A veces Casi Nunca Casi Siempre Siempre Durante los últimos 3 meses, en la crianza de mi hijo o hija yo… Observaciones Nro 5/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 19-36 meses
  • 116. Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 3-5 años 1/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 3-5 años NOMBRE: Nombre del Niño/a: ¿Cuál es su relación con el niño/a?: Ingreso Familiar Total (al mes) : $ En su domicilio, ¿cuántos dormitorios hay? ¿Cuántas personas viven en su casa? Total: Dirección: Sobre el niño/a respecto al cual contestará el cuestionario, por favor señale: Comuna de residencia: Personas menores de 18 años: NACIONALIDAD: SEXO: Sexo Niño/a: Escolaridad actual: El niño/a, ¿tiene alguna discapacidad diagnosticada?: El niño/a, ¿tiene algún problema que le preocupe?: ESTADO CIVIL: EDAD: EDAD: ¿Cuál?: ¿Cuál?: años años meses (M) (M) Si Si soltero/a padre madre abuelo/a otro familiar cuidador no familiar casado/a separado/a divorciado/a viudo/a (F) No No 1. Datos de quien contesta: ESCOLARIDAD: (F) OCUPACIÓN (en que trabaja): 2. Instrucciones La Escala de Parentalidad Positiva (E2P) es un cuestionario muy sencillo que puede contestarlo cualquier adulto responsable de la crianza de un niño o niña. Su objetivo es identificar aquellas prácticas que usted usa al relacionarse con su hijo, hija, niño o niña a su cargo. Por favor asegúrese de entender muy bien estas instrucciones antes de continuar. En el cuestionario se presentan una serie de frases que describen situaciones habituales de crianza. Frente a cada afirmación se le pide escoger entre 5 opciones: Nunca, Casi Nunca, A veces, Casi Siempre y Siempre. Si la frase describe una situación que nunca sucede o que no representa su vida cotidiana marque Nunca. Si la frase describe una situación que sucede muy poco en su vida cotidiana marque Casi Nunca. Si la frase describe una situación que sucede a veces o en ocasiones marque A Veces. Si la frase describe una situación que sucede habitualmente en su vida cotidiana marque Casi Siempre. Si la frase describe una situación que sucede siempre en su vida cotidiana marque Siempre. Por ejemplo: si durante los 3 últimos meses la afirmación: Me doy cuenta cuando algo es agradable o desagradable para mi hijo/a (ej., en su forma de moverse, sus caras, sus palabras, etc.) describe una situación que sucede a veces o en ocasiones marque A veces. Si usted no es el padre o madre del niño/a, asuma que donde dice “hijo” o “hija” se refiere al niño, niña o adolescente que usted está criando o cuidando. Recuerde marcar una sola opción en cada afirmación. Conteste todas las preguntas del cuestionario. Por favor, conteste con la mayor sinceridad posible. No hay respuestas correctas o incorrectas; por ello, escoja la respuesta que mejor refleje su realidad. Otro
  • 117. Conozco qué cosas le dan miedo a mi hijo/a (ej., la oscuridad, personajes imaginarios, etc.) Conozco los gustos de mi hijo/a (ej., sé que prefiere usar zapatillas sin cordones, que le gusta jugar con su mascota, etc.) Logro identificar distintas emociones en mi hijo (ej., sé cuándo está alegre, sorprendido, interesado, etc.) Ayudo a mi hijo/a a calmarse cuando está estresado/a (ej., cuando llora porque enfermó, cuando está frustrado porque ha tenido un problema en el colegio, cuando pierde en un juego, etc.) Ayudo a mi hijo/a a contarme la historia de lo que lo ha alterado (ej., le pido que me cuente cómo se cayó, cómo se le rompió el juguete, qué soñó en su pesadilla, etc.) Le demuestro explícitamente mi amor a mi hijo/a (ej., le digo "hijo/a, te amo"," te quiero mucho", le doy besos, lo/la abrazo, etc.) Estoy atento/a si necesita ayuda para resolver algún problema (ej., buscamos juntos su juguete, lo acompaño al baño si es necesario, etc.) Converso con mi hijo/a de los temas que a él/ella le interesan (ej., sus amigos del colegio y barrio, su mascota, sus comidas favoritas, etc.) Procuro poner atención a mi hijo/a cuando está realizando alguna actividad (ej., cuando juega en la plaza, cuando dibuja, etc.) Logro ponerme en el lugar de mi hijo/a (ej., entiendo su pena cuando pierde un juguete muy querido, comprendo que le cueste probar comidas nuevas, que le da miedo ir al dentista, etc.) Puedo imaginar estados de ánimo de mi hijo/a (ej., tristeza si no cumplo lo que le prometo, miedo si llego tarde a buscarlo al jardín de infantes, etc.) Cuando mi hijo/a tiene pesadillas, hago cosas que lo/la tranquilizan (ej., le permito dormir conmigo, le cuento una historia que le gusta, etc.) Con mi hijo/a, nos reímos juntos de cosas divertidas (ej., de un chiste, de bromas, una película graciosa, nos disfrazamos, etc.) Le demuestro a mi hijo/a que es una persona valiosa en mi vida (ej., le digo lo feliz que me hace, le digo lo que aprecio de él/ella, etc.) Aprovecho las actividades diarias para compartir con mi hijo/a (ej., vamos juntos a la feria, ordenamos juntos las frutas, regamos juntos las plantas, etc.) Le explico cómo espero que se comporte antes de salir de casa (ej., le digo: "mantente cerca mío cuando estemos en la calle", "si vamos al supermercado solo podrás elegir una cosa",etc.) 1 3 5 7 9 11 13 15 2 4 6 8 10 12 14 16 Nunca A veces Casi Nunca Casi Siempre Siempre Durante los últimos 3 meses, en la crianza de mi hijo o hija yo… Nro 2/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 3-5 años
  • 118. Le explico a mi hijo qué haremos antes de ir a alguna parte (ej., le digo:"vamos a visitar a tus abuelos, ir de compras, ir al médico, ir al zoológico", etc.) Lo motivo a tomar sus propias decisiones, ofreciéndole alternativas de acuerdo a su edad (ej., elegir su ropa o qué película quiere ver, etc.) Invito a mi hijo/a a colaborar en la realización de las actividades cotidianas en la casa (ej., ordenar sus juguetes, poner la mesa, regar las plantas, etc.) Respondo a las preguntas de mi hijo/a utilizando un vocabulario preciso para que aprenda nuevas palabras (ej., zapato en vez de tato, mira el malabarista en vez de mira eso, cerezas en vez de fruta, etc.) Me disculpo con mi hijo/a cuando me equivoco (ej., si le he gritado, si no le he respondido cuando me ha hablado, etc.) Cuando mi hijo/a comete un error, buscamos juntos formas positivas de repararlo (ej., pedir disculpas, ayudar a ordenar, reparar el juguete roto, hacer y regalar un dibujo al que ofendió, etc.) Procuro que mi hijo/a aprenda sus datos personales y los de sus padres (ej., su sexo, nombre y edad, nombres, apellidos y labor de sus padres, etc.) Establezco límites de seguridad para el desarrollo de los juegos (ej., procuro que el espacio sea el adecuado, que no haya riesgos como fuego, electricidad, piscina, etc.) Le anticipo a mi hijo/a los planes del día siguiente, especialmente si se salen de la rutina normal (ej., le digo quién los retirará del colegio, si llegaré más tarde, si tendremos visitas, si lo llevaré de compras, etc.) Procuro que realice acciones por si mismo cuando lo llevo al jardín de infantes o salimos (ej., que lleve su mochila, que cargue su lonchera, etc.) Lo acompaño a encontrar una solución a sus problemas por si mismo (ej., le doy "pistas" para que tenga éxito en una tarea, sin darle la solución, etc.) Le muestro a mi hijo/a cómo hacer cosas nuevas apropiadas a su edad (ej., le digo "mira, esto se abre así y se cierra así, ahora hazlo tú", etc.) Anticipo a mi hijo/a las pautas de convivencia familiar (ej., le digo: "antes de comer hay que lavarse las manos", "no vemos tv cuando estamos almorzando", etc.) Le enseño a mi hijo/a cómo debe comportarse en la calle, reuniones, cumpleaños (ej., le enseño a cruzar la calle de mi mano, a mirar la luz del semáforo, a saludar, a felicitar al que está de cumpleaños, etc.) Fomento que mi hijo/a haga amigo/as en el barrio y en escuela Enseño a mi hijo/a cuáles son sus partes íntimas y cómo deben ser cuidadas en cuanto a privacidad e higiene. 17 19 21 23 25 27 29 31 18 20 22 24 26 28 30 32 Nunca A veces Casi Nunca Casi Siempre Siempre Durante los últimos 3 meses, en la crianza de mi hijo o hija yo… Nro 3/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 3-5 años
  • 119. Cuando no estoy con mi hijo/a, estoy seguro/a que el adulto o los adultos que lo cuidan lo tratan bien Cuando cometo un error en el trato con mi hijo/a, me disculpo con él/ella y le explico que las personas pueden equivocarse Cuido de la higiene y presentación personal de mi hijo/a (ej., baño su cuerpo, lo ayudo a lavar sus dientes, lo peino, lo ayudo a lavar sus manos antes de comer, etc.) Procuro que mi hijo/a pueda mantener un estado sano de salud realizando actividades físicas (ej., jugar a saltar, a correr, trepar, andar en bicicleta con ayuda, etc.) Si tengo un imprevisto laboral o de salud logro reorganizar la rutina de mi hijo/a (ej., si tiene que ir al jardín, al control médico, etc.) Utilizo los recursos o servicios para apoyarme en la crianza (ej., el consultorio, la municipalidad, los beneficios del Chile Crece Contigo u otros estatales etc.) Cuando tengo dudas acerca de cómo apoyar a mi hijo/a en su desempeño, conducta o relación con sus compañeros de escuela, solicito reuniones con su profesor/a u orientador escolar Reflexiono acerca de lo que deseo para mi hijo/a en el futuro (ej., tener buena salud, tener valores, ser trabajador/a, etc.) Procuro que mi hijo no esté expuesto a violencia física ni verbal en nuestra familia Le explico de manera calmada a mi hijo/a cómo me siento en determinadas circunstancias cuando no puedo responder a sus requerimientos (ej., le digo "me siento agotada y necesito descansar un momento antes de jugar contigo", etc.) Me preocupo de proporcionar alimentación saludable a mi hijo/a (ej., frutas, verduras, cereales, agua, etc.) Mi hijo/a puede usar un espacio especial de la casa para jugar y distraerse (ej., ver sus cuentos, armar sus rompecabezas, pintar, etc.) Procuro que el ambiente del hogar facilite la actividad que se realizará en ese momento (ej., apago el televisor antes de las comidas, apago luces y procuro que haya silencio antes de irnos a dormir, etc.) Pregunto por los recursos o servicios que hay en mi comunidad para hacer uso de ellos en caso de necesitarlos para la crianza de mi hijo/a (ej., consultorio, municipalidad, etc.) Conversamos acerca de quiénes somos como familia (ej., nuestras costumbres de vida, tradiciones familiares, creencias, normas de convivencia, deseos de cada uno, etc.) Reviso mis prioridades para asegurarme de proteger el desarrollo de mi hijo/a (ej., en qué gastar el dinero, el tiempo destinado al trabajo versus la familia, etc.) 33 35 37 39 41 43 45 47 34 36 38 40 42 44 46 48 Nunca A veces Casi Nunca Casi Siempre Siempre Durante los últimos 3 meses, en la crianza de mi hijo o hija yo… Nro 4/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 3-5 años
  • 120. Me preparo para los momentos difíciles que vendrán en esta etapa de crianza (ej., me informo de cómo apoyarlo en su ingreso al colegio, sé que presentará conductas desafiantes, que tendrá interés por conocer el porqué de las cosas y hechos, etc.) Anticipo situaciones conflictivas que podrían dificultar mi vida familiar y la crianza (ej., problemas de pareja, la visita de un familiar conflictivo, una etapa especialmente exigente en mi trabajo, etc.) He logrado mantener un clima familiar bueno para el desarrollo de mi hijo/a (ej., las discusiones no son frente al niño/a, hay tiempo como familia para disfrutar y reírnos, etc.) Logro pensar en los aspectos de mi propia historia que no me gustaría repetir como padre o madre Intento estar alerta a qué aspectos de mi historia pueden aflorar en mi crianza y estoy dispuesto/a a buscar apoyo si es necesario (ej., buscar apoyo psicológico, social, etc.) Logro identificar mis señales de agotamiento para no perder el control con mi hijo/a Le explico a mi hijo/a si algún día cambiamos los horarios habituales (ej., le digo: "hoy llegaré más tarde a casa porque debo quedarme a trabajar", etc.) Dedico tiempo a evaluar y pensar sobre cómo se está desarrollando mi hijo/a (ej., su desarrollo físico, emocional, su lenguaje, etc.) Reflexiono acerca de si las prácticas de crianza que utilizo con mi hijo/a son adecuadas a su edad Logro pensar y reconocer los aspectos positivos que me dejaron mis padres o cuidadores para la crianza de mi hijo/a Me mantengo saludable para poder cuidar de mi hijos/as (ej., cuido el consumo de comidas y bebidas alcohólicas, consumo de tabaco, realizo chequeos médicos, hábitos de sueño, etc.) Siento que he logrado mantener una buena salud mental (ej., me siento contenta/o, me gusta cómo me veo, etc.) 49 51 53 55 57 59 50 52 54 56 58 60 Nunca A veces Casi Nunca Casi Siempre Siempre Durante los últimos 3 meses, en la crianza de mi hijo o hija yo… Observaciones Nro 5/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 3-5 años
  • 121. Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 6-7 AÑOS NOMBRE: Nombre del Niño/a: ¿Cuál es su relación con el niño/a?: Ingreso Familiar Total (al mes) : $ En su domicilio, ¿cuántos dormitorios hay? ¿Cuántas personas viven en su casa? Total: Dirección: Sobre el niño/a respecto al cual contestará el cuestionario, por favor señale: Comuna de residencia: Personas menores de 18 años: NACIONALIDAD: SEXO: Sexo Niño/a: Escolaridad actual: El niño/a, ¿tiene alguna discapacidad diagnosticada?: El niño/a, ¿tiene algún problema que le preocupe?: ESTADO CIVIL: EDAD: EDAD: ¿Cuál?: ¿Cuál?: años años meses (M) (M) Si Si soltero/a padre madre abuelo/a otro familiar cuidador no familiar casado/a separado/a divorciado/a viudo/a (F) No No 1. Datos de quien contesta: 1/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 6-7 años ESCOLARIDAD: (F) 2. Instrucciones La Escala de Parentalidad Positiva (E2P) es un cuestionario muy sencillo que puede contestarlo cualquier adulto responsable de la crianza de un niño o niña. Su objetivo es identificar aquellas prácticas que usted usa al relacionarse con su hijo, hija, niño o niña a su cargo. Por favor asegúrese de entender muy bien estas instrucciones antes de continuar. En el cuestionario se presentan una serie de frases que describen situaciones habituales de crianza. Frente a cada afirmación se le pide escoger entre 5 opciones: Nunca, Casi Nunca, A veces, Casi Siempre y Siempre. Si la frase describe una situación que nunca sucede o que no representa su vida cotidiana marque Nunca. Si la frase describe una situación que sucede muy poco en su vida cotidiana marque Casi Nunca. Si la frase describe una situación que sucede a veces o en ocasiones marque A Veces. Si la frase describe una situación que sucede habitualmente en su vida cotidiana marque Casi Siempre. Si la frase describe una situación que sucede siempre en su vida cotidiana marque Siempre. Por ejemplo: si durante los 3 últimos meses la afirmación: Me doy cuenta cuando algo es agradable o desagradable para mi hijo/a (ej., en su forma de moverse, sus caras, sus palabras, etc.) describe una situación que sucede a veces o en ocasiones marque A veces. Si usted no es el padre o madre del niño/a, asuma que donde dice “hijo” o “hija” se refiere al niño, niña o adolescente que usted está criando o cuidando. Recuerde marcar una sola opción en cada afirmación. Conteste todas las preguntas del cuestionario. Por favor, conteste con la mayor sinceridad posible. No hay respuestas correctas o incorrectas; por ello, escoja la respuesta que mejor refleje su realidad. OCUPACIÓN (en qué trabaja): Otro
  • 122. Reconozco las emociones de mi hijo/a a través de diversos lenguajes en que las expresa (ej., sonrisa, tonos de voz, bostezos, frases como "no quiero ir al colegio", etc.) Conozco lo que le desagrada a mi hijo/a (ej., estudiar, que se acabe el permiso para ver televisión, obedecer normas, etc.) Ayudo a mi hijo/a a que exprese lo que necesita con sus palabras (ej., le digo: "cuéntame qué quieres", "dime en qué parte del cuerpo te pegaste", "conversemos de lo que pasó",etc.) Procuro ser paciente cuando mi hijo/a está molesto o enfadado (ej., le doy el espacio y el tiempo que necesita para calmarse, me muestro disponible para conversar, etc.) Evito reprimir la expresión de las emociones de mi hijo/a cuando está estresado/a (ej., evito decirle:“no llores más”, "no debes estar asustado/a","los hombres no lloran", "no es para tanto", etc.) Le demuestro explícitamente mi amor a mi hijo/a (ej., le digo: “hijo/a, te quiero mucho" lo abrazo, le hago cariño en su cabeza, etc.) Lo ayudo cuando necesita resolver algún problema (ej., para recortar, abotonarse, limpiarse al ir al baño, etc.) Converso con mi hijo/a de los temas que a él/ella le interesan (ej., sus amigos del colegio y barrio, su mascota, sus comidas favoritas, etc.) Conozco las cosas que le dan alegría a mi hijo/a (ej., que vaya a mirarlo/a jugar fútbol, que le prepare su comida favorita, que le enseñe a andar en bicicleta, etc.) Ayudo a mi hijo/a, a que reconozca sus emociones y les ponga nombre (ej., le digo: "parece que estás sintiendo rabia", "te ves con pena, "noto que estás contento", etc.) Trato de comprender lo que está sintiendo mi hijo/a (ej., pienso que quizás tuvo un día difícil y por eso no desea conversar, quizás está triste porque no lo/la seleccionaron para una actividad en el colegio, etc.) Ayudo a mi hijo/a a encontrar sus propios recursos para actuar en determinadas situaciones (ej., le digo: “si te enojaste por lo que te dijo tu amiga, ¿qué crees que le puedes decir la próxima vez?, etc.) Con mi hijo/a nos reímos juntos de cosas divertidas (ej., de un chiste, de bromas, de anécdotas, etc.) Le digo a mi hijo/a las cualidades o talentos que veo en él/ella (ej., le digo: "cantaste muy bonito", "fuiste muy generoso/a", "fuiste un buen amigo", etc.) Aprovecho las actividades diarias para compartir con mi hijo/a (ej., vamos juntos a la feria, ordenamos juntos las frutas, regamos juntos las plantas, etc.) Le explico cómo espero que se comporte antes de salir de casa (ej., le digo: "recuerda que en la calle debes darme la mano para cruzar", "vamos al supermercado esta vez no me pidas juguetes", etc.) 1 3 5 7 9 11 13 15 2 4 6 8 10 12 14 16 Nunca A veces Casi Nunca Casi Siempre Siempre Durante los últimos 3 meses, en la crianza de mi hijo o hija yo… Nro 2/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 6-7 años
  • 123. Le explico a mi hijo qué haremos, antes de ir a alguna parte (ej., le digo: “vamos a visitar a tus abuelos, ir de compras, ir al médico, ir al zoológico", etc.) Incentivo a mi hijo/a a encontrar una solución a sus problemas por si mismo/a (ej., le doy pistas para que tenga éxito en una tarea, le pregunto cómo solucionó una situación parecida antes, etc.) Considero la opinión de mi hijo/a cuando decidimos algo (ej., dónde ir de paseo, qué hacer de almuerzo el domingo, a qué jugar juntos, etc.) Le ayudo a mi hijo/a a que relacione sus aprendizajes escolares con la vida diaria (ej., si está aprendiendo a restar, calculamos juntos el vuelto al comprar el pan, si está aprendiendo a leer, le pido que lea la receta para preparar un postre sencillo, etc.) Le señalo de manera firme y amable cuándo debe cumplir una orden (ej., deja de molestar a tu hermana ahora, necesito que te vistas para ir a la escuela, etc.) Me disculpo con mi hijo/a cuando me equivoco (ej., si le he gritado, le he llamado la atención injustamente, lo he ignorado, etc.) Llevo a mi hijo/a a los eventos sociales a los que lo invitan (ej., cumpleaños de sus amigos, paseos de curso, actividades en el barrio, etc.) Le enseño a mi hijo/ a a cuidarse cuando está en la vía pública (ej, estar atento a semáforos, cuidado en las esquinas si anda en bicicleta, etc.) Procuro armar espacios apropiados al desarrollo de mi hijo (ej., hago espacio en la casa o patio para que juegue, pongo su ropa, útiles y juguetes en cajoneras que estén a su alcance, etc.) Lo motivo a tomar sus propias decisiones ofreciéndole alternativas de acuerdo a su edad (ej., le digo: "prefieres comer de postre naranja o manzana", "quieres colocarte los pantalones azules o rojos", etc.) Cuando mi hijo/a no entiende una idea encuentro otra manera de explicársela para que la comprenda (ej., le doy ejemplos de cosas que conoce, se lo explico de forma práctica, etc.) Lo ayudo a realizar sus tareas escolares cuando lo necesita (ej., buscamos información juntos, preparamos una disertación, preparamos una prueba, armamos un disfraz, etc.) Si mi hijo/a no cumple una orden, me pregunto qué le está pasando (ej., ¿estará cansado, malhumorado, aburrido, preocupado, enfermo, etc.?) Participo con mi hijo/a en las actividades sociales de la escuela (ej., paseos de curso, reuniones de apoderado, actividades artísticas, etc.) Le explico a mi hijo/a que debe cuidar el medio ambiente (ej., no botar basura en la calle, no arrancar ramas o flores, no maltratar animales, etc.) Le enseño a mi hijo/a a cuidar y respetar su cuerpo (ej., no desvestirse frente a personas extrañas, saludar a los demás de la forma en que le acomode, que reconozca emociones que no le agradan, etc.) 17 19 21 23 25 27 29 31 18 20 22 24 26 28 30 32 Nunca A veces Casi Nunca Casi Siempre Siempre Durante los últimos 3 meses, en la crianza de mi hijo o hija yo… Nro 3/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 6-7 años
  • 124. Mantengo a mi hijo/a alejado de peligros en el hogar (ej., no dejo herramientas, armas, objetos tóxicos a su alcance, lo superviso si hay piscina en casa, etc.) Procuro que en mi familia nos tratemos con respeto (ej., nos saludamos de buenos días y buenas noches, nos recibimos y despedimos de forma afectuosa, etc.) Superviso la higiene y cuidado que necesita mi hijo/a (ej., lavarse los dientes, bañarse, vestirse, cambiar su ropa si está sucia, cortarse las uñas, etc.) Procuro que mi hijo pueda mantener un estado sano de salud realizando actividades físicas (ej., jugar a saltar, a correr, trepar, etc.) Procuro que el ambiente del hogar facilite la actividad que se realizará en ese momento (ej., apago el televisor antes de las comidas, apago luces y procuro que haya silencio antes de irnos a dormir, etc.) Cuando la crianza se me hace difícil, busco ayuda de mis amigos o familiares (ej., cuando está enfermo/a y necesito apoyo para cuidarlo, cuando me siento sobrepasada, etc.) Recurro a alguien de confianza cuando no puedo llevar a mi hijo/a a la escuela Conversamos acerca de quiénes somos como familia (ej., nuestras costumbres de vida, tradiciones familiares, creencias, normas de convivencia, deseos de cada uno, etc.) En mi familia tratamos bien a los niños (ej., sin gritos, sin zamarreos, sin golpes, etc.) Reservamos momentos para compartir en familia (ej., comer, jugar, ver y comentar un programa de televisión juntos, etc.) Me preocupo de que mi hijo/a mantenga un buen estado de salud (ej., asiste a controles médicos, su peso y talla son acordes a su edad, etc.) Mi hijo/a puede usar un espacio especial de la casa para jugar y distraerse (ej., ver sus cuentos, armar sus rompecabezas, pintar, etc.) En casa hemos establecido como familia una organización de horarios y rutinas para mi hijo/a (ej., hora de levantarse, de desayunar, de jugar, de descansar, etc.) Si tengo dudas sobre un tema de crianza, pido consejos, orientación y ayuda a personas confiables Pienso en los valores que deseo inculcar en mi hijo/a (ej., que sea honesto/a, que sea respetuoso/a, que sea solidario/a, etc.) Pensamos en qué desearíamos cambiar como familia (ej., "nos gustaría que nos tratáramos mejor", "queremos divertirnos más en familia", "queremos ser más unidos", etc.) 33 35 37 39 41 43 45 47 34 36 38 40 42 44 46 48 Nunca A veces Casi Nunca Casi Siempre Siempre Durante los últimos 3 meses, en la crianza de mi hijo o hija yo… Nro 4/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 6-7 años
  • 125. Me preparo para los momentos difíciles que vendrán en esta etapa de crianza (ej., caída de dientes de leche, exigencias escolares mayores, etc.) Le anticipo a mi hijo/a si algún día cambiamos los horarios habituales (ej., le digo: "hoy llegaré más tarde a casa porque debo quedarme a trabajar", etc.) Me pregunto cómo me siento en mi rol de padre/madre o cuidador de mi hijo/a (ej., si estoy satisfecho, contento, feliz, abrumado, angustiado, confundido, etc.) Logro pensar en los aspectos de mi propia historia que no me gustaría repetir como padre, madre o cuidador He pensado que como padre, madre o cuidador soy importante para la vida de mi hijo, porque soy parte de su historia Logro identificar mis señales de agotamiento para no perder el control con mi hijo/a Anticipo situaciones conflictivas que podrían dificultar mi vida familiar y la crianza (ej., problemas de pareja, la visita de un familiar conflictivo, una etapa especialmente exigente en mi trabajo, etc.) Dedico tiempo a evaluar y pensar sobre cómo se está desarrollando mi hijo/a (ej., su desarrollo físico, emocional, su lenguaje, etc.) Reflexiono acerca de si las prácticas de crianza que utilizo con mi hijo/a son adecuadas a su edad. Pienso en cómo la historia con mis padres influye en la forma que hoy tengo de criar a mi hijo/a Siento que he logrado mantener una buena salud mental (ej., me siento contenta/o, me gusta cómo me veo, etc.) Me mantengo saludable para poder cuidar de mi hijo/a (ej., cuido el consumo de comidas y bebidas alcohólicas, consumo de tabaco, realizo chequeos médicos, cuido mis hábitos de sueño, etc.) 49 51 53 55 57 59 50 52 54 56 58 60 Nunca A veces Casi Nunca Casi Siempre Siempre Durante los últimos 3 meses, en la crianza de mi hijo o hija yo… Observaciones Nro 5/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 6-7 años
  • 126. Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 8-12 años 1/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 8-12 años NOMBRE: Nombre del Niño/a: ¿Cuál es su relación con el niño/a?: Ingreso Familiar Total (al mes) : $ En su domicilio, ¿cuántos dormitorios hay? ¿Cuántas personas viven en su casa? Total: Dirección: Sobre el niño/a respecto al cual contestará el cuestionario, por favor señale: Comuna de residencia: Personas menores de 18 años: NACIONALIDAD: SEXO: Sexo Niño/a: Escolaridad actual: El niño/a, ¿tiene alguna discapacidad diagnosticada?: El niño/a, ¿tiene algún problema que le preocupe?: ESTADO CIVIL: EDAD: EDAD: ¿Cuál?: ¿Cuál?: años años meses (M) (M) Si Si soltero/a padre madre abuelo/a otro familiar cuidador no familiar casado/a separado/a divorciado/a viudo/a (F) No No 1. Datos de quien contesta: ESCOLARIDAD: (F) OCUPACIÓN (en que trabaja): 2. Instrucciones La Escala de Parentalidad Positiva (E2P) es un cuestionario muy sencillo que puede contestarlo cualquier adulto responsable de la crianza de un niño o niña. Su objetivo es identificar aquellas prácticas que usted usa al relacionarse con su hijo, hija, niño o niña a su cargo. Por favor asegúrese de entender muy bien estas instrucciones antes de continuar. En el cuestionario se presentan una serie de frases que describen situaciones habituales de crianza. Frente a cada afirmación se le pide escoger entre 5 opciones: Nunca, Casi Nunca, A veces, Casi Siempre y Siempre. Si la frase describe una situación que nunca sucede o que no representa su vida cotidiana marque Nunca. Si la frase describe una situación que sucede muy poco en su vida cotidiana marque Casi Nunca. Si la frase describe una situación que sucede a veces o en ocasiones marque A Veces. Si la frase describe una situación que sucede habitualmente en su vida cotidiana marque Casi Siempre. Si la frase describe una situación que sucede siempre en su vida cotidiana marque Siempre. Por ejemplo: si durante los 3 últimos meses la afirmación: Me doy cuenta cuando algo es agradable o desagradable para mi hijo/a (ej., en su forma de moverse, sus caras, sus palabras, etc.) describe una situación que sucede a veces o en ocasiones marque A veces. Si usted no es el padre o madre del niño/a, asuma que donde dice “hijo” o “hija” se refiere al niño, niña o adolescente que usted está criando o cuidando. Recuerde marcar una sola opción en cada afirmación. Conteste todas las preguntas del cuestionario. Por favor, conteste con la mayor sinceridad posible. No hay respuestas correctas o incorrectas; por ello, escoja la respuesta que mejor refleje su realidad. Otro
  • 127. Logro reconocer cuándo mi hijo/a necesita conversar conmigo (ej., de algo que le preocupa, de cómo estuvo su día, de una compañera/o que le gusta, etc.) Intento comprender las emociones y pensamientos que mi hijo/a vivencia (ej., si está enamorado/a, si le frustra no ser considerado para jugar en un equipo, etc.) Cuando mi hijo se niega a hacer lo que pido me pregunto por los motivos detrás de su conducta (ej., si tendrá pena, estará cansado o no le gusta lo que le pido) Cuando mi hijo/a llora o se enoja, logro que se calme en poco tiempo (ej., menos de 15 min.) Mantengo una comunicación afectuosa y cariñosa con mi hija/o (ej., le digo “te quiero mucho”, ocupo palabras positivas hacia él/ella, uso un tono de voz cálido, etc.) A mi hijo/a, le demuestro mi cariño de forma explícita y respetuosa (ej., nos miramos con cariño o nos abrazamos, le sonrío, etc.) Reservo un momento del día para compartir de forma exclusiva con mi hijo/a (ej., conversamos sobre su día, leemos juntos, vamos a comprar el pan juntos) Al levantarse para ir al colegio, facilito una secuencia de pasos para que mi hijo/a inicie bien el día (ej., despertarlo de a poco, que se vista y desayune) Logro entender, en poco tiempo, qué necesita mi hijo/a (ej., que quiere que lo abrace si está triste, pasar un tiempo solo, jugar con sus amigos, etc.) Sé reconocer las situaciones que angustian o abruman a mi hijo/a (ej., sé cuándo mi hijo/a se siente incómodo con una persona; cuando no la está pasando bien en un cumpleaños, etc.) Cuando mi hijo/a necesita ser calmado lo ayudo a sentirse mejor (ej. si tiene pena lo abrazo, le pregunto qué le pasa, le ayudo a respirar, le doy espacio para que exprese su enojo) Cuando mi hijo/a se siente inseguro de sus capacidades, logro que recupere su confianza en sí mismo /a (ej., cuando no se siente preparado para una prueba, o para una competencia deportiva) Con mi hijo/a, la pasamos bien y nos reímos juntos Me hago el tiempo para hacer actividades y hacer cosas que a mi hijo/a le interesan (ej., salimos de paseo, vamos al cine, a la casa de amigos, etc.) Al estar con mi hijo/a me mantengo involucrado con él o ella (ej., sigo sus propuestas, dejo de ver el celular, le hago preguntas de lo que está haciendo, etc.) Cuando mi hijo/a llega del colegio, facilito una secuencia de pasos para que pueda recrearse y estudiar (ej., que almuerce y se cambie de ropa, que descanse y prepare su espacio de estudio) 1 3 5 7 9 11 13 15 2 4 6 8 10 12 14 16 Nunca A veces Casi Nunca Casi Siempre Siempre Durante los últimos 3 meses, en la crianza de mi hijo o hija yo… Nro 2/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 8-12 años
  • 128. Cuando es hora de dormir, facilito una secuencia de pasos para que mi hijo/a pueda descansar (ej., disminuyo gradualmente el ruido, apago la televisión) Lo acompaño y oriento en las decisiones sobre el uso de su tiempo libre (ej., qué actividad extra escolar hacer, si leer, descansar o hacer deporte) Ofrezco a mi hijo/a experiencias de aprendizaje distintas de lo que realiza en la escuela (ej., vamos al museo, plazas, campamentos, teatro, actividades deportivas, etc.) Comparto con mi hijo algunas de mis experiencias y aprendizajes positivos para orientar los suyos (ej., “yo a tu edad también me sentía así”, “a mí me pasó lo mismo”, etc.) Cuando establezco normas y/o límites le explico las razones a mi hijo/a (ej., por qué es importante y cuáles son las consecuencias de no hacerlo) Procuro que mi hijo/a dé un buen trato a las personas (ej., le explico que debe agradecer, disculparse, respetar turnos, resolver conflictos sin golpes ni gritos) Le explico cómo comportarse cuando salimos juntos o con otras personas (ej., tener cuidado al cruzar la calle, cómo comportarse en reuniones familiares, cumpleaños) Monitoreo la relación de mi hijo/a con su escuela (ej., asisto a reuniones escolares y me informo de su asistencia y rendimiento, me informo de la relación con sus compañeros de curso) Lo acompaño y oriento en las decisiones sobre su apariencia (ej., qué ropa o corte de pelo usar) Lo acompaño y oriento sobre cómo manejar sus conflictos (ej., con un profesor o un compañero del colegio) Cuando mi hijo/a no entiende una idea o concepto, encuentro otra manera de explicársela para que comprenda (ej., le doy ejemplos de cosas o lugares que conoce) Cuando discutimos o tenemos un conflicto con mi hijo/a, logro mantener la calma y hablo sin gritar Cuando tenemos un conflicto, mi hijo/a y yo buscamos formas positivas de reparar el error (ej., pedir disculpas o ayudar a ordenar) Me he preocupado de ser un modelo positivo para mi hijo/a, dando buen ejemplo con mis acciones (ej., no botar basura en la calle, cuando voy de compras agradezco al vendedor) Monitoreo el comportamiento de mi hijo/a en redes sociales (ej., conozco a sus amigos en Facebook, los videos que ve en Youtube, los temas que habla por chats como whatsapp u otros, etc.) Le enseño a mi hijo cómo protegerse y cuidarse a sí mismo (ej., reconocer en qué personas confiar, que nadie puede tocar sus partes íntimas) 17 19 21 23 25 27 29 31 18 20 22 24 26 28 30 32 Nunca A veces Casi Nunca Casi Siempre Siempre Durante los últimos 3 meses, en la crianza de mi hijo o hija yo… Nro 3/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 8-12 años
  • 129. Uso un tono de voz cálido y respetuoso para relacionarme con mi hijo/a y explicarle las cosas Cuando no estoy con mi hijo/a, estoy seguro/a que el adulto o los adultos que lo cuidan lo tratan bien Me preocupo de monitorear el desarrollo de hábitos de alimentación saludable de mi hijo Si sufro un imprevisto (ej., laboral, de salud) logro reorganizar la rutina cotidiana de mi hijo/a Dedicamos tiempo a celebrar costumbres y rituales familiares (ej., comer juntos como familia, celebrar los cumpleaños y fechas importantes, etc.) Reflexiono sobre lo que me gustaría para el futuro de mi hijo/a (ej., en sus estudios, en sus amistades, en su desarrollo personal) Reflexiono sobre las expectativas que tengo de mi hijo/a (ej., sobre su rendimiento escolar, sobre nuestra relación, sobre sus logros personales) Me preparo para los momentos difíciles que vendrán en esta etapa de crianza (ej., me informo sobre los cambios que se producen en la pre-adolescencia) Respeto y cuido los espacios y objetos personales de mi hijo (ej., le pido si puedo usar algo que es suyo, entro a su pieza de forma cuidadosa) Me preocupo de monitorear el desarrollo de hábitos en su aseo y cuidado personal (ej., rutina de higiene, cepillado de dientes) Me preocupo de llevar a mi hijo/a a controles preventivos de salud (ej., sus vacunas, control pediátrico, dentista, etc.) Motivo a mi hijo a participar de las tareas que son parte de la rutina familiar (ej., le pido ayuda en las tareas domésticas, cocinamos juntos, le animo a hacer su cama) Me relaciono con los apoderados del curso de mi hijo/a (ej., asisto a ceremonias y actividades extraprogramáticas, participo en celebraciones de las familias del curso) Reviso mis prioridades para asegurarme de proteger el desarrollo de mi hijo/a (ej., en qué gastar el dinero, el tiempo destinado al trabajo versus la familia, etc.) Anticipo situaciones conflictivas que podrían dificultar mi vida familiar y la crianza (ej., la época de gripes o alergias, la visita de un familiar conflictivo, un periodo de muchas pruebas y trabajos en el colegio, una etapa especialmente exigente en mi trabajo, etc.) Planifico con tiempo las actividades de la semana o del mes que involucran o se relacionan con mi hijo/a (ej., reuniones de apoderados, trabajos del colegio, eventos deportivos o artísticos, cumpleaños o fiestas familiares, etc.) 33 35 37 39 41 43 45 47 34 36 38 40 42 44 46 48 Nunca A veces Casi Nunca Casi Siempre Siempre Durante los últimos 3 meses, en la crianza de mi hijo o hija yo… Nro 4/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 8-12 años
  • 130. Dedico tiempo a evaluar y pensar sobre cómo se está desarrollando mi hijo/a (ej., si habla de acuerdo a su edad, si su estatura y peso está normal, si tiene buenos amigos/ as, etc.) Antes de relacionarme con mi hijo/a, me limpio de rabias, penas o frustraciones (ej., respiro hondo antes de entrar a casa) Me doy tiempo para pensar cómo fue mi relación con mis padres, y cómo esta historia influye en la forma que hoy tengo de criar a mi hijo/a He logrado mantener una buena salud mental (ej., me siento contenta/o, me gusta cómo me veo) Me he asegurado de que mi vida personal no dañe a mi hijo/a (ej., las peleas con mi pareja o familiares son en privado, no delante de mi hijo) Logro reconocer aspectos del legado positivo que me dejaron mis padres (o cuidadores) para la crianza de mi hijo/a Logro pensar en aspectos de mi propia historia que no me gustaría repetir como padre o madre Me doy espacios para mí mismo/a, distintos de la crianza (ej., salir a caminar, descansar, clases de baile, jugar fútbol, etc.) 49 51 53 55 50 52 54 56 Nunca A veces Casi Nunca Casi Siempre Siempre Durante los últimos 3 meses, en la crianza de mi hijo o hija yo… Observaciones Nro 5/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 8-12 años
  • 131. Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 13-17 AÑOS NOMBRE: Nombre de el/la adolescente: ¿Cuál es su relación con el niño/a?: Ingreso Familiar Total (al mes) : $ En su domicilio, ¿cuántos dormitorios hay? ¿Cuántas personas viven en su casa? Total: Dirección: Sobre el/la adolescente respecto al cual contestará el cuestionario, por favor señale: Comuna de residencia: Personas menores de 18 años: NACIONALIDAD: SEXO: Sexo el/la adolescente: Escolaridad actual: El/la adolescente, ¿tiene alguna discapacidad diagnosticada?: El/la adolescente, ¿tiene algún problema que le preocupe?: ESTADO CIVIL: EDAD: EDAD: ¿Cuál?: ¿Cuál?: años años meses (M) (M) Si Si soltero/a padre madre abuelo/a otro familiar cuidador no familiar casado/a separado/a divorciado/a viudo/a (F) Otro No No 1. Datos de quien contesta: 1/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 13-17 años ESCOLARIDAD: (F) Otro 2. Instrucciones La Escala de Parentalidad Positiva (E2P) es un cuestionario muy sencillo que puede contestarlo cualquier adulto responsable de la crianza de un niño o niña. Su objetivo es identificar aquellas prácticas que usted usa al relacionarse con su hijo, hija, niño o niña a su cargo. Por favor asegúrese de entender muy bien estas instrucciones antes de continuar. En el cuestionario se presentan una serie de frases que describen situaciones habituales de crianza. Frente a cada afirmación se le pide escoger entre 5 opciones: Nunca, Casi Nunca, A veces, Casi Siempre y Siempre. Si la frase describe una situación que nunca sucede o que no representa su vida cotidiana marque Nunca. Si la frase describe una situación que sucede muy poco en su vida cotidiana marque Casi Nunca. Si la frase describe una situación que sucede a veces o en ocasiones marque A Veces. Si la frase describe una situación que sucede habitualmente en su vida cotidiana marque Casi Siempre. Si la frase describe una situación que sucede siempre en su vida cotidiana marque Siempre. Por ejemplo: si durante los 3 últimos meses la afirmación: Me doy cuenta cuando algo es agradable o desagradable para mi hijo/a (ej., en su forma de moverse, sus caras, sus palabras, etc.) describe una situación que sucede a veces o en ocasiones marque A veces. Si usted no es el padre o madre del niño/a, asuma que donde dice “hijo” o “hija” se refiere al niño, niña o adolescente que usted está criando o cuidando. Recuerde marcar una sola opción en cada afirmación. Conteste todas las preguntas del cuestionario. Por favor, conteste con la mayor sinceridad posible. No hay respuestas correctas o incorrectas; por ello, escoja la respuesta que mejor refleje su realidad. OCUPACIÓN (en qué trabaja):
  • 132. Logro reconocer cuándo mi hijo/a necesita conversar conmigo (ej., de algo que le preocupa, de cómo estuvo su día, de una compañera/o que le gusta, etc.) Cuando he notado distante o diferente a mi hijo/a, logro entender en poco tiempo qué le pasa y qué necesita (ej., que quiere que lo abrace si está triste, pasar un tiempo solo, salir con sus amigos, etc.) Cuando mi hijo/a se niega a hacer lo que pido me pregunto por los motivos detrás de su conducta (ej., pienso: "será lo difícil de esta edad", “está cansado o molesto por algo”, “no le gusta lo que le pido”, etc.) Cuando mi hijo/a se enoja y necesita estar solo/a, respeto sus ritmos y tiempos (ej., si se encierra en su pieza, si me dice que no quiere hablar ahora, lo espero y busco un mejor momento para hablar) Cuando nos proponemos hacer actividades con mi hijo/a lo pasamos bien (ej., nos reímos juntos, tenemos conversaciones entretenidas, buscamos intereses comunes, etc.) A mi hijo/a, le demuestro mi cariño de forma explícita (ej., lo saludo de forma amorosa en las mañanas, lo llamo por teléfono o mando whatsapp, nos miramos con cariño, nos abrazamos, le sonrío habitualmente, etc.) Me hago el tiempo durante el día para estar cerca de mi hijo/a (ej., lo invito a ver algún programa en la tele juntos, le pregunto sobre algo de tecnología o videojuegos, cocinamos, conversamos, etc.) Al levantarse para ir al colegio, monitoreo que mi hijo/a se guíe por una secuencia de pasos que le ayude a iniciar bien el día (ej., me preocupo de que tome desayuno, que tenga su uniforme, que salga a la hora, etc.) Sé reconocer las situaciones que estresan, angustian o abruman a mi hijo/a (ej., sé cuándo se siente incómodo con una persona, cuando está bajo mucha presión por no sentirse capaz de hacer algo, cuando no lo está pasando bien en el colegio, etc.) Intento comprender las emociones y pensamientos de mi hijo/a (ej., si está enamorado/a, si le frustra no ser considerado para jugar en un equipo, si siente miedo de contarme una equivocación) Cuando mi hijo/a necesita ser contenido/a en sus emociones logro ayudarlo a sentirse mejor (ej., si siente tristeza lo abrazo, le pregunto qué le pasa, o le doy espacio para que exprese su enojo, etc.) Cuando mi hijo/a se siente inseguro de sus capacidades, sé cómo apoyarlo para que recupere su confianza en si mismo /a (ej,. cuando no se siente preparado para una prueba, o para una competencia deportiva, cuando quiere invitar a salir a alguien, ha recibido burlas, cuando siente que la ropa no le queda bien, etc.) Mantengo una comunicación afectuosa y cariñosa con mi hijo/a (ej., le digo "te quiero mucho", ocupo palabras positivas hacia él/ella, uso un tono de voz cálido, etc.) Me hago el tiempo para hacer actividades que a mi hijo/a le interesan (ej., vamos a comprar algo que le guste, jugamos videojuegos, escuchamos la música que le gusta, lo acompaño en actividades recreativas como jugar fútbol, vemos su serie favorita etc.) Cuando estoy en una actividad con mi hijo/a logro poner mi atención en él o ella, manteniéndome interesado en lo que estamos haciendo. (ej., dejo de ver el celular, le hago preguntas sobre lo que está haciendo/diciendo, muestro interés en lo que me cuenta, etc.) Durante la semana monitoreo que mi hijo/a tenga una rutina de sueño adecuada para su edad (ej., comemos a una hora similar, negociamos horarios para acostarse, que no vea televisión hasta tan tarde, negociamos el uso de videojuegos, etc.) 1 3 5 7 9 11 13 15 2 4 6 8 10 12 14 16 Nunca A veces Casi Nunca Casi Siempre Siempre Durante los últimos 3 meses, en la crianza de mi hijo o hija yo… Nro 2/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 13-17 años
  • 133. Cuando mi hijo/a llega del colegio, facilito una secuencia de pasos para que pueda recrearse y estudiar (ej., que almuerce y se cambie de ropa, que descanse y prepare su espacio de estudio, etc.) Lo/ la acompaño en la toma de decisiones sobre el uso de su tiempo libre (ej., qué actividad extra escolar hacer, si leer, descansar o hacer deporte, etc.) Apoyo y motivo a mi hijo/a para que tenga experiencias de aprendizaje diferentes de las que realiza en el colegio (ej., que asista a campamentos scout, participe de talleres artísticos, asista a actividades deportivas de la comunidad, etc.) Le hablo a mi hijo/a de mi historia para que aprenda de mi experiencia (ej., “yo a tu edad también me sentía así”, “a mí me pasó lo mismo”, etc) Cuando tenemos un conflicto, nos damos el tiempo para encontrar formas positivas de solucionarlo (ej., dialogamos, llegamos a un acuerdo, le doy una segunda oportunidad, pedir disculpas, etc.) Oriento a mi hijo/a respecto a cómo comportarse según la situación, lugar o personas con las que esté (ej., cuando tiene que hablar con el director del colegio, cuando vamos donde algún familiar, cuando sale a una cita, cuando está con su pareja, etc.) Procuro que mi hijo/a dé un buen trato a las personas (ej., le explico que debe respetarlas, disculparse si es necesario, agradecer, resolver conflictos sin golpes ni gritos) Monitoreo la relación de mi hijo/a con su colegio/liceo (ej., asisto a reuniones escolares y me informo de su asistencia y rendimiento, me informo de la relación con sus compañeros de curso, etc.) Cuando algo no me parece sobre su apariencia, busco orientarlo pero respetando sus propias preferencias (ej., estilo de su ropa, corte o color de pelo, hacerse tatuajes, piercing, etc.) Cuando mi hijo/a me lo pide, lo aconsejo y oriento sobre cómo manejar sus conflictos (ej., con un profesor, compañero, con su pareja, etc.) Le ayudo a mi hijo/a a comprender lo que no entiende (ej., a través de ejemplo, anécdotas, etc.) Cuando discutimos o tenemos un conflicto con mi hijo/a, logro mantener la calma (ej.,hablo sin gritar, no hago amenazas, no golpeo cosas, no le insulto, etc.) Cuando negociamos reglas o normas con mi hijo/a logramos llegar a un acuerdo común (ej., respecto de los horarios de llegada, las salidas, el uso de aparatos electrónicos, las visitas de parejas, etc.) Soy un modelo positivo para mi hijo/a, dando buen ejemplo con mis acciones (ej., no botar basura en la calle, cuidar el entorno, respetar la diversidad, ser solidario cuando alguien necesita ayuda, no hablar mal de la gente o de forma grosera, no agredir a las personas, etc.) Monitoreo la actividad de mi hijo/a en redes sociales (ej., conozco a sus amigos en Facebook, las fotografías que comparte en Instagram, los temas que habla por chats como whatsapp u otros) Le enseño a mi hijo cómo protegerse y cuidarse a si mismo (ej., reconocer en qué personas confiar, cuidarse cuando va a fiestas, le hablo sobre el consumo de alcohol, drogas, prevención sexual, etc.) 17 19 21 23 25 27 29 31 18 20 22 24 26 28 30 32 Nunca A veces Casi Nunca Casi Siempre Siempre Durante los últimos 3 meses, en la crianza de mi hijo o hija yo… Nro 3/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 13-17 años
  • 134. Respeto y cuido los espacios y objetos personales de mi hijo/a (ej., le pido si puedo usar algo que es suyo, entro a su pieza de forma cuidadosa, etc.) Promuevo en mi familia que mi hijo/a sea escuchado (ej. si quiere opinar pido que lo escuchen, si hay que decidir algo preguntamos su opinión, etc.) Me preocupo de monitorear el desarrollo de hábitos en su aseo y cuidado personal Dedicamos tiempo a celebrar costumbres y rituales familiares (ej., comer juntos como familia los domingos, celebramos los cumpleaños, etc.) Si sufro un imprevisto laboral o de salud, logro orientar a mi hijo/a para que siga su rutina cotidiana (ej., logra hacer sus tareas, pedir ayuda a un vecino, en caso de ser mayor volver en locomoción a la casa, etc.) Reflexiono junto a mi hijo/a sobre su futuro (ej., en sus estudios, en sus amistades, en su desarrollo personal, etc.) Reviso mis prioridades para asegurarme de proteger el desarrollo de mi hijo/a (ej., en qué gastar el dinero, el tiempo destinado al trabajo versus la familia, etc.) Anticipo situaciones conflictivas que podrían dificultar mi vida familiar y la crianza (ej., problemas de pareja, la visita de un familiar conflictivo, un periodo de muchas pruebas y trabajos en el colegio, una etapa especialmente exigente en mi trabajo, etc.) Cuando está mi hijo/a presente, promuevo los buenos tratos en la familia (ej. no gritarnos ni tratarnos mal, evitar descalificarnos o humillarnos, mantener un clima armonioso y respetuoso, etc.) Cuido que mi hijo/a se alimente de manera saludable (ej., comemos alimentos sanos, le he hablado sobre las consecuencias de los malos hábitos, etc.) Cuando ha sido necesario, me he preocupado de llevar a mi hijo/a a atención en salud (ej., al psicólogo si lo derivan del colegio, al ginecólogo, a la urgencia si ha tenido algún accidente, etc.) Le pido a mi hijo/a que participe de las actividades que son parte de la rutina familiar (ej., le doy responsabilidades en alguna de las tareas domésticas, cocinamos juntos, ir a comprar algo que se necesite en casa, etc.) Cuando la crianza se me hace difícil, busco ayuda de mis amigos o familiares (ej., cuando estoy enfermo y mi hijo/a tiene que ir al colegio, cuando me siento sobrepasada/o, etc.) Reflexiono sobre las expectativas que tengo de mi hijo/a (ej., sobre su rendimiento escolar, sobre nuestra relación, sobre sus logros personales) Me preparo para los momentos difíciles que vendrán en esta etapa de crianza (ej., los cambios que se producen en la adolescencia, el cómo orientar el desarrollo psicosexual de mi hijo/a, el cuestionamiento a los padres como autoridad, regular el consumo de alcohol, etc.) Planifico con tiempo las actividades de la semana o del mes que involucran o se relacionan con mi hijo/a (ej., reuniones de padres, trabajos del colegio, eventos deportivos o artísticos, cumpleaños o fiestas familiares, etc.) 33 35 37 39 41 43 45 47 34 36 38 40 42 44 46 48 Nunca A veces Casi Nunca Casi Siempre Siempre Durante los últimos 3 meses, en la crianza de mi hijo o hija yo… Nro 4/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 13-17 años
  • 135. Dedico tiempo a evaluar y pensar sobre cómo se está desarrollando o cómo se ha desarrollado mi hijo/a (ej., respecto de sus valores, el desarrollo de sus capacidades y talentos, si tiene buenos amigos/as, etc.) Resguardo no contaminar con mis rabias, penas y/o frustraciones la relación con mi hijo/a (ej., respiro para calmarme, me preocupo de que no sea confidente de mis problemas adultos, etc.) Logro pensar y reconocer el legado positivo que me dejaron mis padres o cuidadores para la crianza de mi hijo/a La crianza me ha dejado tiempo para disfrutar de otras cosas que me gustan (ej., juntarme con mis amigos, ver películas, ver series, tener mis proyectos personales, etc.) Me he asegurado de que mi vida personal no dañe a mi hijo/a (ej., las peleas con mi pareja o familiares son en privado, no delante de mi hijo, etc.) Logro pensar en aspectos de mi propia historia que no me gustaría repetir como padre o madre Me doy tiempo para pensar cómo fue mi relación con mis padres y cómo esta historia influye en la forma que hoy tengo de criar a mi hijo/a He logrado mantener una buena salud mental (ej., me siento contenta/o, me gusta cómo me veo, siento que puedo manejar el estrés adecuadamente, etc.) 49 51 53 55 50 52 54 56 Nunca A veces Casi Nunca Casi Siempre Siempre Durante los últimos 3 meses, en la crianza de mi hijo o hija yo… Observaciones Nro 5/5 Escala de Parentalidad Positiva (E2P) 13-17 años
  • 136. 136 anexo 2 Tablas de interpretación por edad Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
  • 145. 145 anexo 3 Pruebas de validez por edad Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
  • 146. Cargas factoriales de escalas de parentalidad positiva Tabla: Cargas factoriales de escalas finales de todas las escalas 11-18 meses 0.734 0.731 0.693 0.703 0.723 0.544 0.674 0.724 0.582 0.749 0.746 0.667 0.649 0.706 0.686 0.761 0.699 0.734 0.571 0.473 0.737 0.646 0.674 0.549 0.739 0.544 0.796 0.674 0.763 0.583 4-10 meses Posición del ítem 1 7 14 4 10 17 24 21 28 2 8 15 5 11 18 25 22 29 3 9 16 20 27 6 13 12 19 26 23 30 0.742 0.833 0.696 0.696 0.737 0.553 0.813 0.430 0.645 0.614 0.842 0.794 0.775 0.830 0.573 0.658 0.735 0.809 0.685 0.630 0.703 0.735 0.758 0.798 0.740 0.668 0.922 0.818 0.777 0.715 0-3 meses Competencias Vinculares Formativas 0.692 0.685 0.698 0.594 0.771 0.950 0.778 0.841 0.683 0.622 0.811 0.730 0.751 0.644 0.654 0.676 0.746 0.795 0.711 0.652 0.685 0.653 0.700 0.650 0.756 0.653 0.848 0.846 0.618 0.667 19-36 meses 0.538 0.633 0.664 0.832 0.711 0.611 0.656 0.546 0.633 0.517 0.640 0.615 0.691 0.597 0.678 0.711 0.603 0.798 0.586 0.646 0.556 0.785 0.668 0.660 0.756 0.642 0.688 0.787 0.674 0.735 3-5 años 0.600 0.692 0.645 0.602 0.778 0.637 0.802 0.645 0.598 0.678 0.920 0.663 0.581 0.529 0.673 0.804 0.756 0.521 0.643 0.691 0.755 0.687 0.68 0.736 0.558 0.715 0.799 0.661 0.546 0.757 6-7 años 0.629 0.717 0.518 0.602 0.622 0.537 0.733 0.712 0.811 0.601 0.830 0.661 0.629 0.757 0.654 0.701 0.778 0.927 0.638 0.644 0.637 0.530 0.748 0.774 0.633 0.753 0.559 0.825 0.598 0.677 8-12 años 0.712 0.633 0.619 0.731 0.710 0.602 0.687 0.704 0.649 0.727 0.541 0.588 0.750 0.604 0.511 0.518 0.699 0.613 0.607 0.706 0.611 0.603 0.612 0.704 0.469 0.429 0.618 0.721 0.654 13-17 años 0.665 0.573 0.583 0.732 0.758 0.704 0.723 0.869 0.596 0.784 0.654 0.548 0.650 0.698 0.682 0.525 0.785 0.659 0.713 0.700 0.695 0.644 0.743 0.754 0.615 0.736 0.652 0.793 0.684 Cargas factoriales de escalas finales de todas las escalas
  • 147. Cargas factoriales de escalas de parentalidad positiva 11-18 meses 0.666 0.836 0.543 0.667 0.678 0.689 0.502 0.538 0.573 0.768 0.461 0.745 0.811 0.644 0.414 0.819 0.605 0.805 0.806 0.563 0.786 0.656 0.782 0.825 0.660 0.780 0.763 0.751 0.724 0.782 4-10 meses Posición del ítem 31 37 44 34 40 47 54 51 58 32 38 45 35 41 48 55 52 59 33 39 46 50 57 36 43 42 49 56 53 60 0.797 0.879 0.669 0.611 0.649 0.730 0.759 0.607 0.845 0.806 0.502 0.536 0.858 0.999 0.719 0.699 0.628 0.664 0.757 0.739 0.738 0.599 0.773 0.728 0.769 0.632 0.745 0.662 0.753 0.352 0-3 meses Competencias Protectoras Reflexivas 0.784 0.733 0.664 0.633 0.684 0.540 0.463 0.535 0.891 0.841 0.483 0.578 0.703 0.858 0.507 0.891 0.716 0.780 0.939 0.733 0.779 0.582 0.757 0.872 0.759 0.736 0.776 0.771 0.749 0.452 19-36 meses 0.683 0.564 0.615 0.861 0.611 0.674 0.564 0.705 0.757 0.652 0.408 0.672 0.683 0.658 0.547 0.663 0.603 0.758 0.721 0.595 0.661 0.581 0.710 0.808 0.670 0.693 0.692 0.690 0.542 0.361 3-5 años 0.82 0.635 0.550 0.649 0.609 0.855 0.68 0.699 0.637 0.674 0.442 0.646 0.661 0.654 0.676 0.752 0.738 0.721 0.646 0.776 0.782 0.468 0.748 0.793 0.736 0.619 0.716 0.663 0.652 0.492 6-7 años 0.823 0.744 0.609 0.735 0.781 0.822 0.572 0.825 0.572 0.745 0.453 0.695 0.593 0.734 0.468 0.815 0.675 0.782 0.626 0.738 0.775 0.690 0.573 0.776 0.665 0.716 0.729 0.721 0.917 0.596 8-12 años 0.421 0.676 0.695 0.823 0.535 0.480 0.582 0.574 0.582 0.459 0.484 0.415 0.616 0.664 0.574 0.479 0.752 0.514 0.599 0.470 0.722 0.661 0.593 0.511 0.556 0.677 0.656 13-17 años 0.613 0.713 0.739 0.891 0.723 0.660 0.737 0.827 0.831 0.485 0.695 0.648 0.706 0.865 0.706 0.653 0.845 0.703 0.758 0.461 0.826 0.764 0.753 0.588 0.752 0.652 0.760 Cargas factoriales de escalas finales de todas las escalas
  • 148. Versión E2P Índice de Bondad de Ajuste AFC 11-18 meses p < .001 < .001 < .001 < .001 < .001 < .001 < .001 < .001 4-10 meses Chi 2328 2838 2795 5656 5611 7121 2059 4047 0-3 meses N 316 296 278 418 689 280 393 517 19-36 meses CFI .90 .91 3-5 años TLI .90 .90 .87 .95 .81 (.95 DWLS) .88 .98 .98 6-7 años SRMR .086 .099 .119 .082 .086 .094 .084 .066 8-12 años RMSEA .036 .047 .048 .069 .058 .041 .038 .061 13-17 años .88 .95 .82 (.95 DWLS) .88 .98 .98 tabla: Resumen de índices de validez de contenido y validez estructural Resumen de índices de validez de contenido y validez estructural
  • 149. 149 anexo 4 Últimos estudios de la Escala E2P en Latinoamérica Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
  • 150. A continuación, se nombran diferentes investigaciones nacionales e internacionales en las cuales la escala ha sido utilizada. • Soto., P. et al (2018). Los Estilos de Crianza y la Educación Emocional en Niños de Preparatoria de la Escuela de Educación Básica “América y España”. Trabajo de Titulación Previo a la Obtención del Título de Licenciado (A) en Ciencias de la Educación, Mención Educación Infantil. Universidad de las Fuerzas Armadas, Pichincha, Ecuador. • Forero., D. (2018). Evaluación de Competencias de Parentalidad Reflexiva Ante Situaciones Con Hijos Discapacitados. Universidad, Ciencia y Tecnología, Vol. 23, Nº 93 Agosto 2019 (pp. 75-81), Guayaquil, Ecuador. • Eisendecher Melgarejo, E. (Julio-Agosto 2018). Programa de Apoyo a Padres, Madres y/o Cuidadores de un Centro de Estimulación Temprana de una Universidad Privada en Santiago de Chile. Revista Akadèmeia, 17 (1), 110-136. • Bernal-Ruiz, F., Rodríguez-Vera, M., González-Campos, J., & Torres-Álvarez, A. (2018). Competencias Parentales que Favorecen el Desarrollo de Funciones Ejecutivas en Escolares. Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, 16(1), 163-176. doi:10.11600/1692715x.16109. • Zuza., M. et al. (2018). Habilidades Parentales: Gametos Femeninos Donados y Propios. Trabajo Original, Centro de Reproducción del Oeste, Mendoza, Argentina. • Matteoni., M. (2017). Estudio descriptivo sobre la influencia de la situación laboral de los padres en el ejercicio de la Parentalidad Positiva. Universidad de Alicante, España. • Herrero., M. et al (2018). Modos Parentales: Una Propuesta de Intervención y Evaluación para la Primera Infancia. Proyecto «CONSOLIDAR»; Res Secyt 478/18. Educación DISCAPACIDAD INFANTIL DESARROLLO INFANTIL DESARROLLO INFANTIL SALUD SALUD Últimos estudios de la escala E2P en Latinoamérica
  • 151. • López., M. (2017). Competencias Parentales en Madres Adolescentes. Hospital universitario Dr.. Ángel Larralde. Proyecto de Investigación de la Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad de Carabobo, Bárbula, Venezuela. • Godoy, R., Correa, D., Gil, C., Gana, C., & Mesa, T. (2018). Intervenciones de niños, niñas y adolescentes con vulneración de derechos: Evaluación de funciones ejecutivas y habilidades parentales. Revista Chilena de Psiquiatría y Neurología De La Infancia, 29(2), 18. • Gutiérrez., B. (2018). Identificación de las Competencias de Parentalidad de un Grupo de Padres de Familia, y la Percepción Respecto al Afecto y Normas de los Estudiantes de 8vo Año de Básica y su Relación con el Género en una Institución Educativa de Cuenca. Tesis para Optar al Grado de Magíster en Orientación y Educación Familiar, Universidad Técnica Particular de Loja, Cuenca, Ecuador. • Acevedo., J. et al (2018). Ante la Crianza con Violencia: las Competencias Parentales. Revista de Trabajo Social, UNAM, Ciudad de México, México. • Aguilar., N. (2018). Percepción de las Familias y Profesionales de la Comuna de Huara sobre los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes. Tesis para optar al grado de Magister en Intervención Socio-Jurídica con familia. Universidad Andrés Bello, Santiago, Chile. • Ruiz., M. del Rocío., C. (2016). Competencias Parentales Desarrolladas en Mayor Grado por los Padres y Madres de los Niños/as y Adolescentes en Situación de No Abandono, Según Mandato Judicial de la Corte Superior de Justicia- La Libertad. 2015. Tesis para Optar al Título Profesional de Trabajo Social, Universidad Nacional de Trujillo. Perú • Sierras., N. (2014/205). Programa de Intervención para Familias en Riesgo de Exclusión Social. Trabajo de fin de grado en psicología. Universidad Miguel Hernández, Elche, España. • Díaz., K., Villalobos., L. (2018). Propiedades Psicométricas de la Escala de Parentalidad Positiva E2P Adaptada para Adolescentes del Distrito de San Juan de Lurigancho. Tesis para optar al grado de psicología. Universidad César Vallejo, Perú. • Tucumbi., J. (2019). Estructura Factorial y Confiabilidad de la Escala de Parentalidad Positiva (E2P) aplicado a una muestra de padres de familia ecuatorianos con hijos de 12 a 36 meses de edad de los Centros de Desarrollo Infantil del Gobierno Autónomo Descentralizado (GAD) de Calderón. Trabajo de Titulación modalidad Proyecto de Investigación previo a la obtención del Título de Psicóloga Infantil y Psicorrehabilitadora. Quito, Ecuador. SALUD SALUD protección infantil protección infantil psicometría psicometría Últimos estudios de la escala E2P en Latinoamérica
  • 152. 152 anexo 5 Presentación del Comité de Jueces Expertos Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
  • 153. Trabajadora Social de la Pontificia Universidad Católica de Chile; Estudiante de Doctorado en Psicología, PUC; Magíster en Estudios de Infancia de la Universidad de Edimburgo; Diplomada en Niñez y Políticas Públicas; Diplomada en Intervención en Abuso Sexual Infantil; Diplomada en Género, familia y políticas públicas. Ha trabajado en investigaciones vinculada a compromiso escolar, familia e infancia y trabajado en instituciones públicas y organizaciones no gubernamentales vinculadas a dichas temáticas. Actualmente es profesora adjunta de la Escuela de Trabajo Social de la PUC. Psicóloga, Magister en Psicología Clínica de la Universidad Andrés Bello. Diplomada en Parentalidad Positiva, CEANIM. Especialización en primera infancia, parentalidad positiva, teoría del apego y resiliencia. Experiencia en evaluación e intervención con infancia vulnerada en sus derechos y con necesidades especiales. Fue docente en la Universidad Alberto Hurtado. Certificada en evaluación de Apego mediante “Situación Extraña”, Universidad de Leiden, Holanda. Supervisora certificada en la escala E2P y NCFAS. Fue supervisora clínica del proyecto Videofeedback con Educadoras de Párvulo en JUNJI, Gobierno de Chile. Co-autora del Manual de videofeedback ODISEA 2.0 (Gómez y Maureira, 2017). Actualmente desarrollando el Dispositivo Terapéutico de la Parentalidad y el estudio de efectividad del modelo de Videofeedback ODISEA 2.0. Psicólogo Pontificia Universidad Católica de Chile, Magíster en Psicología Clínica Universidad Adolfo Ibañez; Secretario Nacional de la Comisión de Derechos Humanos, Colegio de Psicólogos de Chile; Past President de la Asociación Latinoamericana de Psicoterapias Integrativas. Psicoterapeuta de Niños, Niñas, Jóvenes y Adultos; Colaborador en diversos movimientos sociales ligados a la niñez y la protección y defensa de sus derechos. Trabajadora Social, Universidad de Valparaíso, Magíster en Trabajo Social y Familia de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Experiencia en docencia en las áreas de trabajo social, intervención familiar, seguridad social y políticas públicas. Ejercicio profesional, desarrollado directamente en el trabajo con niños y niñas en situaciones de graves vulneraciones de derechos como violencia intrafamiliar, negligencia, maltrato y abuso sexual; y procesos de intervención sociofamiliar con familias de alta complejidad, desempeñando cargos técnicos, directivos y de coordinación en instituciones privadas. Ximena de Toro Consuagra Marian Maureira Flores Ramiro Ramírez Stuardo Nikol Madrid Arancibia Presentación del Comité de Jueces Expertos
  • 154. Educadora diferencial, psicóloga, psicomotrisista. Experiencia profesional de 12 años en atención clínica con niños y niñas que presentan discapacidad en el área psicomotriz y vincular, además de docencia en temáticas de apego y desarrollo. Educadora de Párvulos, profesión que ha ejercido durante 18 años en Argentina, España y Colombia. Magíster en Psicomotricidad. Conferencista, fundadora del Centro de Desarrollo Infantil “Miradas”. Tanto en Argentina como en Colombia destinó parte de su tiempo a la educación de niños en sectores rurales de alta vulnerabilidad. Actualmente psicomotricista del Centro Miradas. Psicóloga de la Universidad Nacional Autónoma de México. Magíster en Psicología y Educación en la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido. Actualmente cursa el doctorado en Psicología en la Pontificia Universidad Católica de Chile. Desde el 2012 ha participado en proyectos de investigación en el área educativa, en temas enfocados a procesos de desarrollo, alfabetización, enseñanza- aprendizaje, interacción y diálogo educativo. Psicóloga clínica infanto juvenil de la Universidad de Chile. Postgraduada en salud mental de niños y adolescentes University of Auckland. Formación en psicoterapia infanto juvenil de orientación relacional. Especializada en desarrollo infantil temprano y atención clínica en primera infancia. Docente de pre y postgrado en diversas Universidades y programas de formación en temas de desarrollo infantil, intervención temprana y psicoterapia infanto-parental. Directora del Centro de Intervención Temprana- Santiago. Catalina Figueroa Rojo Jimena Olivera María José Barrera Olmedo Francisca Montedonico Godoy Psicóloga, Magíster (c) en Psicología Clínica Adultos de la Universidad de Chile. Especializada en la atención clínica de adolescentes, adultos, parejas y familia. Estudios realizados en la Universidad de Salamanca, España. Postítulo en psicoterapia y diplomados UC en el área de la psicología jurídica. Más de 10 años de experiencia en la evaluación e intervención de problemáticas asociadas a violencia sexual y maltrato. Se desempeña como perito en CAVAS de la Policía de Investigaciones de Chile, inscrita además en la corte de Apelaciones de Santiago. Pamela Araya Fernández Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
  • 155. Psicóloga clínica especialista en apego y psicología perinatal. Magíster en Salud Mental Infantil. Fundadora del sitio Apego Seguro. Psicóloga y Magíster en estrategias de Intervención Temprana en Salud Mental Infantil. Actualmente se desempeña como docente de la Facultad de Psicología de la Pontificia Universidad Católica del Perú, miembro del grupo de investigación “Relaciones Vinculares y Desarrollo Socioemocional” de la misma universidad. María Paz Aguilera Oportus Natali Alcántara Zapata Psicóloga, egresada de Magíster en Intervención Social, Mención en gerencia y políticas públicas. Experiencia en la dirección y coordinación de programas de intervención social de alta complejidad. Durante 14 años se ha dedicado a la atención de niños, niñas y adolescentes en contextos de judiciales y en reunificación familiar. Kyzzy Mainhard Muñoz Médico Pediatra de la Universidad de Chile, docente en pregrado y postgrado en la Universidad de Santiago de Chile, docente pregrado en Universidad Finis Terrae. Jefa subrogante de Servicio de Pediatría Hospital el Carmen Maipú. Residente Hospital El Carmen. Diplomada en dermatología pediátrica. Psicóloga, Magister en Salud Mental Infantil. Experiencia como piscologa clínica y educacional, además de atención clínica a niños y niñas. Coordinadora del Programa Alma, aprendo a leer, mamá en la Región Metropolitana, dirigido a cuidadores principales para fomentar el desarrollo del lenguaje oral y escrito y socioemocional de niños de 4 y 5 años. StelLa Barbagelata Gálvez Magdalena Rosati Bustamante Profesora de enseñanza media, Pontificia Universidad Católica de Chile, 18 años de docencia en contextos de vulnerabilidad social, especialización en sexualidad adolescente y en metodología Montessori. Claudia Contreras Yévenes Presentación del Comité de Jueces Expertos
  • 156. Psicopedagoga, Magíster en Psicopedagogía, titulada con distinción máxima en la Universidad de Los Andes. Trabajó en consulta particular en población clínica de NNA de alto riesgo. Licenciada en Biología Molecular (PUCV). Actualmente ejerce docencia en temáticas de parentalidad, apego y desarrollo Infantil. Psicóloga Clínica con postítulo en clínica infanto-juvenil. Especialista en adolescentes. Además de su labor clínica, se ha desempeñado en el ámbito escolar y como docente universitaria, trabajando especialmente en la formación de profesores en temáticas de infancia, adolescencia y convivencia escolar. Teresa Muzzio Castelletto Carola Sances Silva Psicólogo clínico, Magíster en Psicología Clínica, Mención Psicoterapia Integrativa, Universidad Adolfo Ibáñez. Post título en Psicoterapia Infanto-Juvenil, Instituto Chileno de Psicoterapia Integrativa. Diplomado en Psicodiagnóstico, Universidad Adolfo Ibáñez y Diplomado en Parentalidad, Apego y Desarrollo. Post título en Familia, Infancia y Adolescencia Mención Consejero Técnico de Tribunales de Familia en Universidad Central. Ex coordinador de los programas de especialidad de Infancia y Adolescencia en COSAM SJM. Docente en temáticas de intervención en crisis, desarrollo infantil, parentalidad y apego. Nicolás Gabriel Vacher Terapeuta Ocupacional, Magister en Estrategias de Intervención en Salud Mental Infantil. Diplomada en Apego y Salud Mental Infantil. Certificación Completa en Integración Sensorial. Instructora de yoga pre- postnatal y doula. Creadora de Yoga y Danza Materna. Experiencia laboral en gestación, puerperio y primera infancia. Consuelo Sillerico Asenjo Psicólogo clínico infantil. Diplomado en Apego y Psicopatología Universidad del Desarrollo. Docente en temáticas como Psicología de: la comunicación, del desarrollo, del aprendizaje, clínica infantil, asertividad, creatividad e innovación y Vínculo de Apego en diferentes Universidades (Universidad Central, Universidad de las Américas, Universidad Adolfo Ibáñez, UNIACC en Chile y la Universidad Jesuita ITESO en México). Miembro del International Liaision Committe de IAN. Miembro del IASA: The International Association for the Study of Attachment. Director del Centro de Intervención Temprana Internacional. Álvaro Pallamares Valladares Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
  • 157. Psicólogo clínico, Profesor Asistente Extraordinario, Universidad de los Andes. Magister en Psicología Clínica Infanto-Juvenil. Experiencia profesional en trastornos de la personalidad en adolescentes y adultos y en psicoterapia basada en la transferencia y mentalización. Nicolás Labbé Arocca Psicóloga de la Universidad de Chile. Diplomada en Intervenciones Psicoanalíticas en Instituciones de Salud. Cuenta con experiencia en población infanto-juvenil de alta vulnerabilidad psicosocial. Actualmente se desempeña como coordinadora de Programa Infanto-adolescente de centro de salud mental del área norte de Santiago. Sara Graham Fonoaudióloga, Magíster en Estrategias de Intervención de Salud Mental Infantil. Formación como consejera de lactancia (academia de la leche). Experiencia en ámbito escolar en escuelas de lenguaje y especiales. Facilitadora en programa AMAR - familia en sociedad protectora para la infancia como parte de investigación de la Universidad del desarrollo. Profesional de apoyo en proyecto ALMA, aprendo a leer mamá. Fundación Alma. Cuenta con 20 años de experiencia en diagnóstico prevención y estimulación en alteraciones del habla lenguaje y alimentación infantil. Ejerce su práctica profesional en atenciones domiciliarias y en consulta en Centro Miradas. Entrenada en Escala de apego durante estrés ADS, Masaje infantil Shantala y Facilitadora del Taller Apego Seguro Madre -bebé (UDD). Ada Cabello Maturana Psicóloga, diplomado en Psicoterapia Infantil con Enfoque Gestalt, Máster en Ecología Emocional, Diplomada en Parentalidad, Apego y Desarrrollo de la Infancia, Representante en International Attachment Network México - IAN México. Relatora en cursos y seminarios sobre apego, crianza, intervenciones en primera infancia Certificada en Disciplina Positiva por la Positive Discipline Association. Mariana Gómes Ramírez Educadora Indiana University - Purdue University at Fort Wayne EEUU. especializada en enseñanza secundaria. Ha trabajado como profesora en España, East Chicago, EEUU, y en Chile. Tiene experiencia docente en diversos lugares con poblaciones vulneradas: España, EEUU, y en Chile. Ha formado profesionales en Chile, México, Argentina, Uruguay, Ecuador y Colombia. Ha sido entrenada por Mindful Schools en: Mindfulness Fundamentals, Mindful Educator Essentials, y Mindful Teacher Certification Year-Long Program. Korin Maciulski Presentación del Comité de Jueces Expertos
  • 158. Psicóloga, maestría en terapia infantil, 19 años de experiencia profesional en atención de niños, niñas adolescentes y familias. Directora general de Casa Integrativa de Potencial Humano, México. Relatora y conferencista internacional en temas de infancia, familia y resiliencia. Psicóloga, Magíster en Arte Terapia. Cuenta con 16 años de experiencia en intervención en programas sociales, promoción de la resiliencia, apego y desarrollo infantil. Fue directora ejecutiva durante 7 años de la Corporación CreArte, destinada a crear habilidades resilientes y creativas para la infancia vulnerada. Luz Aguilar Delgado Constanza Baeza Fuentes Educadora de Párvulos de la Universidad de Chile, Máster en Asesoramiento Familiar Universidad Complutense de Madrid. Cuenta con 29 años de experiencia profesional en aula y como docente universitaria en la carrera de pedagogía en la Universidad de los Andes. Rebeca Figueroa Ferrer Pedagoga Pontificia Universidad Católica de Chile, experiencia profesional de 20 años en consejería educacional y vocacional de adolescentes en contextos escolares y pre-universitarios. Orientadora en Colegio Montessori. Psicólogo, Máster en Psicoterapia Analítica de Grupo. Psicoterapeuta de niños, niñas y adolescentes, conferencista internacional en la temática de buenos tratos a la infancia, desarrollo infantil y adolescente. Autor del libro “Cero golpes”. María Cristina Figueroa Gaudencio Rodríguez Juárez Manual | Escala de Parentalidad Positiva E2P. v2
  • 159. 159 Abidin, R.R. (1995). Parenting Stress Index Professional Manual (3rd ed.). Lutz, FL: Psychological Assessment Resources, Inc. Achenbach, T. M. & Edelbrock, C. (1983). Manual for the Child Behavior Checklist and Revised Child Behavior Profile. Burlington, VT: University of Vermont, Department of Psychiatry. AERA, APA, y NCME (2014). Standars for Educartional & Psychological Testing. Washington, DC: American Educational Research Association. AERA, APA, y NCME (2018). Estándares para pruebas educativas y psicológicas. Washington, DC: American Educational Research Association. Aguirre, A. (2010). Prácticas de crianza y su relación con rasgos resilientes de niños y niñas. Tesis para optar al grado de magíster en psicología. Universidad Nacional de Colombia: Colombia. Ainsworth, M., Blehar, M., Waters, E. & Wall, S. (1978). Patterns of Attachment: A Psychological Study of the Strange Situation. Hillsdale, NJ: Erlbaum. Appleyard, K, Egeland, B., Dulmen, M. H. M. & Sroufe, L. A. (2005). When more is not better: The role of cumulative risk in child behavior outcomes. Journal of Child Psychology and Psychiatry, 46, 235-245. Aracena, M., Gómez, E., Undurraga, C., Leiva, L., Marinkovic, K. & Molina, Y. (2016). Validity and Reliability of the Parenting Stress Index Short Form (PSI-SF) Applied to a Chilean sample. Journal of Child and Family Studies, 25(12), 3554-3564. Aracena, M., Undurraga, C., Gómez, E., Leiva, L., Simonsohn, A. & Navarro, P. (2012). Home Visits to Mothers with Children Between the Ages 0 to 4 years: A Mental Health Intervention Strategy in Emerging Countries. En Essential Notes in Psychiatry, InTech. Barudy, J. & Dantagnan, M. (2005). Buenos tratos a la infancia: parentalidad, apego y resiliencia. Barcelona: Gedisa. Barudy, J. & Dantagnan, M. (2010). Los desafíos invisibles de ser madre o padre. Manual de evaluación de las competencias y la resiliencia parental. Barcelona: Editorial Gedisa. Bascuñán, C. & Gómez, E. (2017). Sistemas de Protección a la Infancia en Latinoamérica y Chile: actores, desafíos y proyecciones. Capítulo 1. En I. Salvo (Ed). Adopciones en Chile: políticas, intervenciones e investigación. Ediciones Universidad Alberto Hurtado: Santiago de Chile. Baumrind, D. (1991). The influence of parenting style on adolescent competence and substance use. Journal of Early Adolescence, 11(1), 56-95. BIBLIOGRAFÍA
  • 160. Bayot, A., Hernández, J. de Julián, L. (2005). Análisis factorial exploratorio y propiedades psicométricas de la Escala de Competencia Parental Percibida. Versión para padres/madres (ECPP-p). RELIEVE. Revista de electrónica de investigación y evaluación educativa, 11(2), 113-126. Bedregal, P. (2008). Instrumentos de medición del desarrollo en Chile. Revista Chilena de pediatría, 79, 32-36. Bedregal. P., Torres, A. & Carvallo, C. (2014). Chile Crece Contigo: el Desafío de la Protección Social a la Infancia. Documento de Trabajo. PNUD: Área de Reducción de la Pobreza y la Desigualdad. Belsky, J., Bakermans-Kranenburg, M. & van IJzendoorn, M. (2007). For better and for worse: Differential Susceptibility to environmental influences. Current Directions in Psychological Science, 16(6), 300-304. Bornstein, M. (2012). Parenting Infants. En M.H. Bornstein (Ed.), Handbook of Parenting. Volume 1: Children and Parenting (2nd ed., pp. 3-43). New York: Psychology Press. Bornstein, M., Tamis-LeMonda, C., Hahn, Ch., & Haynes, M. (2008). Maternal responsiveness to young children at three ages: Longitudinal Analysis of a multidimensional, modular, and specific parenting construct. Developmental Psychology in The Public Domain, 44, 867–74. Bowlby, J. (1969). Attachment and loss: Vol.1. Attachment. New York: Basic Books. Bretherton, I. (2000). Emotional availability: An attachment perspective. Attachment & Human Development, 2(2), 233-241. Bronfenbrenner, U. & Evans, G. (2000). Developmental science in the 21st century: Emerging questions, theoretical models, research designs and empirical findings. Social Development, 9(1), 115-125. Bronfenbrenner, U. (1987). La Ecología del Desarrollo Humano. Barcelona. Paidós. Bruner, J. (1985). Child's talk: Learning to use language. Child Language Teaching and Therapy, 1(1), 111-114. Budd, K.S. (2005). Assessing parenting capacity in a child welfare context. Children and Youth Services Review, 27, 429–444 Capano, A. & Ubach, A. (2013). Estilos parentales, parentalidad positiva y formación de padres. Ciencias Psicológicas, 7(1), 83-95. Cárcamo, R., Van IJzendoorn, M., Vermeer, H., & Van der Veer, R. (2014). The validity of the Massie- Campbell Attachment During Stress Scale (ADS). Journal of Child and Family Studies, 23(5), 767- 775. Cassidy, J., & Shaver, P. (2008). Handbook of Attachment. Theory, research, and clinical applications. London: The Guildford Press.
  • 161. CEPAL & UNICEF (2009). Maltrato infantil: una dolorosa realidad puertas adentro. Desafíos. Boletín de la infancia y adolescencia sobre el avance de los objetivos de desarrollo del Milenio. Número 8, julio de 2009. Disponible en www.uniceflac.org/desafios Chen, M. & Ling, K. (2016). Effects of Parenting Programs on Child Maltreatment Prevention: A Meta- Analysis. Trauma, Violence and Abuse, 17(1), 88-104. Cillero, M. (2011). Infancia, Autonomía y Derechos: una cuestión de principios. Infancia: Boletín del Instituto Interamericano del Niño—OEA, 234, 1-13 Contreras, L. (2018). Actualización y validación de la Escala de Parentalidad Positiva (E2P) para el rango de 19 y 36 meses de edad. Tesis presentada a la Facultad de Psicología de la Universidad del Desarrollo para optar al grado profesional de Magíster en Estrategias de Intervención en Salud Mental Infantil. Mención 0 a 3 años. Universidad del Desarrollo: Santiago de Chile. Cordero, M., Molina, H. & Mercer, R. (Eds) (2017). De las Moléculas al Capital Humano. Para entender las ciencias del desarrollo humano. Universidad de Santiago: Santiago, Chile. Crittenden, P. (2013). Raising Parents. Attachment, Parenting and Child Safety. Routledge: London. Cronbach, L. J., & Meehl, P. E. (1955). Construct validity in psychological tests. Psychological bulletin, 52(4), 281. Cumsille, P. (2011). Problemas y desafíos en la evaluación psicológica de dimensiones familiares. Psykhé, 5(1). Cyr, Ch., Euser, E., Bakermans-Kranenburg, M. & van IJzendoorn, M. (2010). Attachment security and disorganization in maltreating and high-risk families: A series of meta-analyses. Development and Psychopathology, 22, 87-108. Cyrulnik, B. (2002). Los patitos feos. Una infancia infeliz no determina la vida. Barcelona: Gedisa. Cyrulnik, B. (2004). Del gesto a la palabra: la etología de la comunicación en los seres vivos. Barcelona: Gedisa. De Wolff, M. & van IJzendoorn, M. (1997). Sensitivity and Attachment: A Meta-Analysis on Parental Antecedents of Infant Attachment. Child Development, 68(4), 571-591. Delage, M. (2010). La resiliencia familiar. El nicho familiar y la superación de las heridas. Barcelona: Gedisa. Di Bartolo, I. (2016). El Apego. Cómo nuestros vínculos nos hacen quienes somos. Lugar Editorial: Buenos Aires. Eisenberg, N., Zhou, Q., Spinrad, T. L., Valiente, C., Fabes, R. A., & Liew, J. (2005). Relations among positive parenting, children’s effortful control, and externalizing problems: A three-wave longitudinal study. Child Development, 76, 1055–1071.
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