La mediación no puede definirse de manera unívoca debido a las variaciones en sus herramientas y protocolos según el ámbito de actuación, como el penal, familiar o laboral. Se propone una conceptualización amplia que permita adaptar técnicas a cada caso específico, promoviendo la flexibilidad y la autonomía de las partes. La efectividad de la mediación depende de la comprensión clara por parte de todos los actores sobre la modalidad utilizada en cada momento del proceso.